Rebel, Rebel [Kenneth]

-Pues sí, tenemos una familia. Aunque no es la clase de familia que estás pensando. Nosotros no surgimos de la nada. Tenemos un padre, Dios. Y al ser creados todos por Él, somos técnicamente hermanos. En especial por las misiones que nos son asignadas y la educación que recibimos. Pero eso quedó lejos, en un pasado de mierda que no me interesa rememorar. Hoy las cosas son diferentes, y estoy bastante a gusto del lado de mis hermanos redimidos.-Para mí, caer era redimirse. Descubrirse a uno mismo como ser, disculparse por no darse su lugar como tal, y cambiarlo. Hacerse libre.-Ya lo veo...-Le dije alzando el entrecejo como respuesta a su parlamento de que se encontraba solo. Luego creí que mi respuesta quizás había sonado un tanto grosera, pero me era difícil tratar a las personas con demasiada amabilidad, aunque me jacto de ser un caballero.-Lo siento, eso fue algo grosero.-Me disculpé en tono neutral y proseguí para evitar prolongar el momento incómodo.-Yo creo que no encontrarás lo que buscas en LA, ni en ningún otro sitio. Eso va dentro de ti, ¿sabes? Créeme, lo digo por experiencia propia. Mientras tú mismo no acabes con eso que te molesta, no te liberes de la prisión psicológica, será como huir de tu propia sombra. Es difícil de hacer, pero no imposible. Tienes que estar dispuesto a dejar las cosas atrás. Ahora la pregunta clave es, ¿lo estás?...-Dudaba seriamente que así fuera, era una decisión difícil. El buscar tu propio camino. Yo no lo había hecho así como así. Había sido necesario el estar frente a un anhelo lo suficientemente fuerte para aclarar mi juicio. Quizás sin él, aún estaría vacilante.

La sonrisa en su rostro se amplió cuando le ofrecí las pastillas, a lo cual respondí con otra sonrisa.
-Sin lugar a dudas, lo será.-Acabé diciendo, cuando comenzaba a sentir un cosquilleo proveniente de las pastillas que acababa de ingerir. Sus efectos se avecinaban.

Me quede callado.

¿Lo estaba? Sabia que no era feliz haciendo las cosas que mi familia me imponía, sabia que quería ser libre incluso de ellos, por eso esa noche había escapado de ellos con la firme idea de no volver .... ¿pero realmente quería serlo? En ese sitio había experimentado la libertad pero también la soledad, el verme en un mundo completamente nuevo era como Alicia en el país de las maravillas.

- Quizá - conteste bebiendo todo el contenido de la cerveza de golpe y tomando otra - si no encuentro en esta ciudad lo que llene el vacío por lo menos espero encontrar el valor para seguir buscándolo - sonreí - el inconveniente de poseer una mente humana - bromee.

- Tu por que lo hiciste, ¿Por que te revelaste?¿No le temes a su ira? - señale con el dedo hacia el techo - realmente es tan poderoso como dicen o es que solo son ideas para mantenernos a raya

OFF: disculpa por haberte hecho esperar tanto. Espero que el post haga que haya merecido la pena
No podía evitar sentir una enorme empatía por el chico sentado a mi lado.Él estaba atravesando todas las emociones que yo había vivido al atreverme a ver una realidad que desde siempre se había encontrado frente a mí. Pero no era sencillo dar el primer paso, yo lo sabía muy bien. Y algo me decía que Andrew tardaría tanto como yo o quizás más en dejarlo atrás, para poder hacer su propio camino. Aunque estaba seguro de que lo haría. Era una persona lo suficiente inteligente y fuerte como para hacerlo, notarlo era sencillo, en especial con su peculiar transparencia.
-Bueno, pues yo digo que tendrás el valor. Es más, lo tienes.-Afirmo, arrastrando un poco mis palabras por los efectos de los estupefacientes.
Sonreí con su broma.
-Hay varias cosas... Hubo alguien.-Suspiré y abrí otra lata.-Y ese alguien me convirtió en un completo imbécil, pero por otra parte, hizo que desafiara Cielo, Tierra e Infierno, lo cual finalmente me ayudó a encontrar mi lugar.-Bebí un sorbo profundo de cerveza y continué, con la voz algo apagada.-Pero qué va, luego todo se fue a la mierda. Esa clase de cosas jamás duran, ¿sabes? El inconveniente de creer en sentimientos humanos...-Dije, respondiendo a su broma. Le quedé viendo muy directamente y no pude (o no quise) detener el impulso que había tenido en un primer momento. A los segundos, y casi sin darme cuenta, estaba rozando sus labios con mi dedo índice. Eran suaves... Más de lo que parecían a la vista. Súbitamente la consciencia retornó a mí; quité mi mano de su boca y bajé la mirada. Proseguí con mi parlamento, aún sin verle al rostro demasiado directo.-Uhm... Cuando recién fui creado le temía a Él, y vaya que me atemorizaba su ira. Al momento de caer, si debo ser sincero, también sentí miedo. Pero temía más al cambio. Al hecho de abandonar todo lo que conocía, la senda que estaba trazada para mí. Me pregunté qué sería de mí cuando mi propio padre me negara la entrada al Cielo, cuando mis hermanos quisieran combatirme, cuando perdiera mi esencia... De verdad estaba asustado. Intenté de todas las formas posibles evitarlo, evitar aquello que sentía. Pero luego ya no quise hacerlo. Y, mira cómo son las cosas, una noche de sexo y aquí estoy.-Sonreí de lado y alcé el entrecejo.-Quisiera decirte que Dios no es poderoso, pero estaría mintiendo. El hijo de puta puede hacer lo que le venga en gana. Pero eso sí, sus fieles soldaditos son imprescindibles, y cada día son menos. Por supuesto que teniendo una eternidad, tarde o temprano te cansarás de ser pisoteado. Es bastante lógico...-Asentí con la cabeza, procesando nuevamente el que podría ser mi último razonamiento coherente en toda la noche.

U: No hay problema, yo entiendo, no te hubieras molestado pero aun asi gracias por el esfuerzo

Lo escuche atento mientras bebia, me gustaba oir hablar a la gente, esas experiencias que yo no habia tenido que que quiza no tendria.

- ¿Hubo alguien? - pregunte sonriendo - ¿ caíste de arriba por amos a alguien? - Eso si que era llevar la tentación a un extremo muy grade, por que últimamente todos los temas de los que hablase me llevaban a los conceptos de amor, parejas y esas cosas, ¿mensaje de la vida? Sacudí mi cabeza para mi para sacar esas ideas paranoicas de mi y mientras estaba en eso sentí un toque ajeno, me quede quieto cuando sus manos pasaron sobre mis labios, no me moví ni hable, solo senti en calor tipico de un rubor tiñiendo mis mejillas, hasta que con la misma improvisada acción el solo se alejo.

¿Que había sido eso?

- ¿Gracias? - tonto pero fue lo unico que atine a decir y luego emcubri aquello opinando sobre lo que acaba de decirme - Dios es como un niño jugando con hormigas - complete - creo que lo sospeche desde siempre, por eso ya no quiero vivir bajo sus normas ... si haciendo lo "correcto" mi vida es una mierda, prefiero hacer que sea una mierda mas divertida aunque se lo pague con una larga temporada haya abajo - me recargue en la silla - por cierto que sabes de alli abajo - luego rei un poco - perdona parezco un reportero o algo asi, pero es que no habia conocido a alguien como tu.

OFF: muchísimas gracias por la paciencia y la buena onda

Noté su sorpresa cuando mencioné el hecho de que había caído por alguien. Lo cierto es que nunca he sido de los que se enamoran, pero si el amor existe, definitivamente lo había sentido por el ser por el que caí. -Amor...-Repetí esa palabra en mi mente y aún no dejaba de sonar fuera de lugar en mi existencia.-Amor, sólo eso pudo ser...-Me dije, y me sentí el ser más ridículo y estúpido del universo por haber caído en un sentimiento tan... ¿humano?..
Me sorprendió su reacción cuando toqué sus labios. De todo lo que podía haber imaginado que haría, agradecerme no era una opción. Extraño. Aunque yo también estaba actuando extraño, de todos modos. Es lo que provocan las drogas, haces aquello que sobrio quizás ni se te ocurriría.

-Estuve en el Infierno una vez....-Dejé una pausa y bebí otro sorbo de cerveza.-Y lo que puedo garantizarte es que no es nada bonito. Jamás puede un ser imaginar lo que es, no hasta que lo vive en carne propia.-Dejé otra pausa para ordenar las ideas y continué en tono neutral.-No podría describirlo. Es como si a cada segundo desgarraran tu cuerpo y tu alma lentamente... No se lo deseas ni a tu peor enemigo.-Guardé silencio por unos segundos, bebí otro trago de cerveza y le quedé viendo a los ojos. -Debería?... Al carajo!-Le tomé por la quijada con un movimiento veloz y algo brusco, y le besé. No recuerdo precisamente cuánto tiempo duró el contacto de nuestros labios y lenguas, pero como fuere y reaccionara como reaccionara, no estaba arrepentido. Me alejé despacio, me relamí y bebí otro sorbo de cerveza. No estaba prestando atención a eso, pero sabía que todos los presentes nos observaban, podía sentir sus miradas.-Yo tampoco había conocido alguien como tú.-Admití como nunca habría hecho sin toda la droga que me había metido.

Comenzaba a sentir los estragos del alcohol y las drogas, um tanto extraño y algo mas rapido de lo que recuerdo, mi vision comenzaba a ponerse algo turbia, literalmente. Y juro que si me paraba perderia el equilibrio, me pregunte exactamente que tipo de droga habia escogido de todo su arsenal.

- Y que sucedio con esa persona? - pregunte - ya no esta contigo?

- Suena interesante - murmure - supongo que entonces este mundo es el intermedio - respire - quiza debo empezar a pensar a donde quiero ir. Acto siguiente tan rapido como un parpadeo sus labios estaban sobre los mios, me sorprendio su reaccion pero no lo rechace hasta que el se separo y yo volvi a sentir ese ubor mas calido que anterior en mi rostro, baje la mirada a mis manos, y luego sin ser conciente de ellos estire mi mano hasta lograr jalarlo de su ropa y volver a pegar mis labios a los suyos - Estamos a mano - volvi a abrir otra cerveza.

Me di cuenta de que las drogas le estaban golpeando algo fuerte al chico a mi lado. Probablemente se debiera a su especie; a los seres como yo no nos afectaba demasiado.
-Está muerta.-respondí, en tono neutral.-Pero aunque viviera, de todos modos no estaríamos juntos, me traicionó una vez, y fue suficiente para perder mi confianza.
-Yo la maté.
Cuando le besé, noté que su rostro se encendía, aún más que cuando toqué sus labios con mi dedo. Adoraba las mejillas rosa. Se le veían lindas, resaltaban su aspecto infantil.
Luego de ello, bajó la vista a sus manos, supuse que se sentía algo avergonzado. Pero mi pensar fue contradecido por su acto siguiente: me jaló de la ropa y volvió a pegar sus labios a los míos.
-Sí, eso creo.-Le dije con una sonrisa.
Estaba por beber un nuevo trago de cerveza cuando mi atención se vio dirigida hacia un tipo de unos cuarenta y tantos años, barrigón y medio calvo que se acercó a la barra y se dirigió a Andrew:
-Tan joven y ya marica... Eso no está bien, chico.- Dijo con cierto asco en su voz.
Naturalmente esas palabras no me habrían afectado, pero además de estar drogado, me molestaban los humanos, especialmente cuando fastidiaban a quienes estaban conmigo. Dejé la lata sobre la mesa y me le acerqué. El tipo me vio y me dio un puñetazo en el rostro, haciendo sangrar mi labio inferior. Levanté la vista y alcé el entrecejo con una sonrisa de lado:
-¿De veras?-Le dije en tono sarcástico, lo golpeé en el rostro y su cuerpo cayó a algunos metros de distancia sobre una mesa de pool, cuando todos los presentes permanecieron en sus posiciones, expectantes a la disputa.
-¿Qué cosa eres?-Preguntó el tipo con expresión de susto.
-Soy la clase de tipo al que no debías haber fastidiado.-Respondí cuando lo tomé por una pierna y se la giré, quebrándosela. El hombre dio un grito de dolor.
-Dile que lo sientes.-Le espeté indicando con la cabeza hacia Andrew.-¡Discúlpate por lo que le has dicho!-Continué, más molesto aún.
-Está bien, lo siento, lamento lo que dije. ¡Por favor, déjame en paz!-Sonreí con satisfacción. En realidad deseaba acabar con una escoria como esa, pero recordé que Andrew estaba allí, y no quería hacerlo en frente suyo; al fin y al cabo, él era un humano. Solté su pierna, me le acerqué un poco más y escupí en su rostro. Luego coloqué la paga sobre la mesa con la propina, tomé las cervezas y me dirigí hacia la salida.
-Vámonos de aquí.-Dije a Andrew y lo sujeté de un brazo, ayudándolo a ponerse de pie.

- Lo siento - pronuncie cuando menciono que habia sido engañado - bueno a veces las cosas no salen como las planeamos no? - gire la cerveza en mis manos - ¿No te arrepentiste de caer por ella? Debio ser dificil darte cuenta que tu sacrificio por ella no valio la pena sobre todo cuando tu diste algo mas grande como darle la espalda a tu naturaleza, pecar por amar, no suena un delito muy grave, sobre todo cuando el propio dios habla de profesar amor.

Evite mirarlo a los ojos despues de lo que habia hecho, senti que no podia, al menos no de momento, en ese instante alguien se acerco a mi y me llamo "marica", yo no tenia problema con eso, pero me molestaba cuando alguien mas se metia en algo que no le importaba - Marica o no es mi vida, hijo de ... - no pude terminar cuando gire mi cabeza el chico de al lado de mi ya no estaba y cuando mire al lado contrario para buscarlo, el estaba sometiendo a golpe limpio al hombre.

Por instinto lleve mi mano a la espalda donde solia atorar mi arma entre el pantalon, pero solo la toque, me habia prometido a mi mismo no volver a usarla, ademas no habia necesidad. Solo pude asentir para aceptar la forzada disculpa del hombre entre el agudo dolor que sentia.

"Bien Andy, eres experto en buscarte amistades asi, como sigamos asi un dia vamos a acabar en el panteon mas cercano" mi propia conciencia hablo.

Yo solo lo segui hasta la puerta o mas bien deje que me arrastrara a la puerta - Bien Señores lo siento, hagan como que todo esta bien y sigan bebiendo y que tengan una linda noche o lo que queda de ella - solte a los presentes unos pases antes de salir.

- Bien, deja marcar este sitio dentro de mi lista de lugares en los que ya me betaron - rei - creo que no era necesario que los asutaras asi - meti las manos en las bolsas, aun podia mantenerme en pie - ¿Y ahora? ¿De regreso a la playa?¿Nos buscamos una banca?¿una banqueta? - cerre los ojos cuando un golpe frio de aire refresco mi nuca.

-Gracias. Bueno, naturalmente las cosas no suceden como
deberían en mi vida. Ya estoy más que acostumbrado. Pero no. No me arrepiento
de haber caído por su causa. Por cierto, se trata de un él. Era un chico. Claro que mi sacrificio no valió nada, y por supuesto estaba amando solo. Aunque hay que verle el buen lado: ese sentimiento me dio la fortaleza y los cojones para abandonar el ejército celestial, con el que por cierto estaba disconforme. No pensé que mi propio padre fuera a castigarme por amar, pero tal parece que no sabe lo que quiere. Sus órdenes a menudo son confusas y contradictorias. Por algo fue que decidí dejar de obedecerle... Y acerca de lo de recién, lo lamento si te sentiste avergonzado, claro que no fue mi intención.-Permanecí en silencio, analizando mis palabras despacio.-No lo tomes a pecho, pero los humanos me descolocan. En especial cuando fastidian a mis acompañantes.-Dejé otra pausa.-A donde prefieras, a mí me da igual.

Me quede pensando que podia decirle pero no encontraba palabras.

- Bueno no soy bueno para contestar a eso, yo no he paado por eso asi que no se lo que se sienta y honestamente tampoco me gustaria estarlo o experimentarlo, creo que son sentimientos para los que no naci - suspire caminando sin sentido.

- Asi que no te agradan los humanos - sonrei - pues creo que te tengo una mala noticias - puse mi mano sobre su hombro - ¡Soy humano! - bromee y rei por un momento para despues callar - ¿Por que nos odias?

-Será mejor que no te toque sentirlo, no es nada agradable, debo decir. Sé que eres humano, pero no quiero mentirte. Sí los odio, desde lo más profundo de mi ser. Pero no los odio a todos, tú me gustas, por ejemplo.-Dije, sin darle demasiada importancia a mis palabras.-Mira, es posible que si no estuviera en las condiciones en que me encuentro justo ahora no conversara esto ni con mi consciencia, pero lo cierto es que no puedo evitar el darme cuenta de que mi odio se nutre básicamente de una cosa: envidia. Quisiera poder ser absurdo, mundano, tener un puto empleo, una maldita familia, una ridícula y finita vida. Pero lo que más anhelo: la libertad. El que no dependa nada de ti. Si el mundo se va al carajo o no, tú ni siquiera sabrás lo que sucede hasta que no mueras. Porque eres ingenuo e imbécil. Eso es lo que me atrae: no estar en ningún bando, no tener que salir a matar. Poder pecar toda la puta vida, y que tu creador siempre tenga perdón para ti. Ha de ser único.-Dejé otra pausa y me perdí en sus ojos algunos segundos. Esbocé una breve sonrisa de lado.-Adelante, búrlate. Doy lástima.-Dejé escapar una carcajada sarcástica y abrí una cerveza.-¿Ya que no has dicho nada, te parece si regresamos a la playa?

«Que yo le gustaba? Lo dijo o lo pense? Creo que lo pense. Maldito Alcohol ya deja de hacerme alucinar! Debo dejar de beber.... Algun dia ...quiza ... Naaa alcohol te amo»

Sacudi mi cabeza para dejar de pensar tonterias.

- Tienes poder y envidias la pobreza - murmure intentando no tambaleatme y matenerme recto - se lo que se siente eso, que tu futuro sea manejado a toda voluntad menos a la la tuya - me apoye en su hombro - amigo mio no te imagino como un angel, honestamente no creo que vaya contigo, no lo pareces, nadita.- creo que ya iba perdiendo la conciencia o almenos la sobriedad

Noté que estaba algo perdido en sus pensamientos y me pregunté qué ideas cruzaban su mente. Pero preferí hacer caso omiso y no decir nada. Sacudió la cabeza, volviendo a la realidad, si es que era posible después de toda la droga que nos habíamos metido.
-Así que sabes lo que es... Entonces has de entender por qué hice lo que hice. Lo que hago.-Le dije, refiríendome al servicio en el ejército infernal. Aunque era muy posible que no lo hiciera.-Para los no-humanos, la existencia es mucho más compleja de lo que parece.-Guardé silencio y meneé la cabeza. No podría explicarlo en palabras.-Créeme Andy, te sorprenderías. No imaginas lo que era antes de caer. De verdad creía en todas esas mierdas de la redención y el buen camino, y blah, blah, blah... Era un completo y muy devoto imbécil. Pero bien, tarde o temprano debía abrir los ojos. Así tenía que ser.

- Puedo proponer que sea un lugar cercano - volvi a sujetarme de su hombro - exactamente que tipo de drogas tienes? - murmure - esto es un poco nuevo para mi - y aun en ese sentir tome otra cerveza bebiendo gran parte del contenido de la misma - Bueno no te juzgo, a veces hacemos lo que tenemos que hacer para sentirnos libres, supongo que si dios queria hijos obedientes no nos hubiera dado tanto cerebro, eso es lo que no entiendo, te dicen que el es todo amor y perdon pero si te portas mal tr vas al infierno

-Perfecto. Esta vez tú tienes el poder. Yo ya estoy bastante hecho mierda como para decidir. Cualquier sitio donde pueda estar cómodo me viene bien.-Se sujetó nuevamente de mi hombro.-Mejor no preguntes. Mi arsenal está repleto de muchas cosas que ni siquiera yo sé qué son ni me molesto en averiguar. No es que me importe mucho, tampoco. Pero considerálo de esta forma, hay una primera vez para todo.-De todas formas, no estaba mal que se preocupara. A veces olvidaba la fragilidad de su vida humana.-Es lo mismo que pienso. Aunque por momentos me pregunto si los caídos no somos esa especie de seres que Él creó a propósito. Verás, es imposible que Dios no supiera que Lucifer iba a traicionarlo. Se supone que lo sabe todo. Sonará extraño dicho de este modo, pero, ¿qué tal si sólo nos hizo con esa finalidad? Digo, más como para tener algo de qué ocuparse, y para mantener el equilibrio. Es decir, ¿existiría lo que se concibe como "bien" sin aquello que se considera "mal"? ¿Podrías imaginar la oscuridad sin antes conocer la luz?-Fruncí el entrecejo, analizando mi hipótesis cuidadosamente.-Y acerca de lo de ir al Infierno, puedes quedarte tranquilo...-También me sujeté de su hombro.-Los humanos no son enviados al Infierno. Son su juguete favorito. Les tiene un lugar especial allí arriba. Créeme, yo conozco el Cielo en su totalidad. No estarán nada mal cuando salgan de aquí.-Aquel humano me llamaba la atención en un modo innegable. Ahora sabía de qué se trataba, porque de pronto, al verlo fijo a los ojos, noté el evidente parecido que tenía con Él, con aquél por quien hubiera caído. No era físico, ciertamente. Sino más bien en su personalidad, en la dulzura e inocencia que reflejaba su rostro, en la mirada, en la forma que se sonrojaba, en, en...
-Me recuerdas a alguien. Sabía que había algo en ti que llamaba mi atención.-Intenté sin éxito ahogar una carcajada.-Alguien que en realidad ahora mismo no me agrada demasiado. Pero tienes sólo lo bueno...
-Espero...

- Pues me gustaria comprar de eso, sea de lo que sea yo quiero de eso para despues - sonrei aun sujetandome de el. Le recordaba a alguien, baje la mirada y se separe de el rapidamente - No lo hagas - murmure - no me gusta ser comparado - Por que todos siempre terminaban haciendolo ...

Me separe aun mas y me recargue en la pared mas cercana, mire a los lados, eso estaba casi desierto y al fondo un pequeño parque, de los pocos que quedaban en esa zona - Alli - señale el sitio y camine hasta el. Tumbandome en el pasto cuando este estuvo a mi alcance - no hay bancas pero supongo que esto esta bien - estire las manos al oscuro cielo como deseando tocarlo, movi los dedos - Desde aqui se ve tan genial, se ve tan hermoso y perfecto, lastima que no sea como parece ... Chace, ¿tu tenias alas?

Volar, supongo que seria una sensacion magica, libertad en su pura expresion.

- Si eras un angel debias tenerlas, no? - lo mire poniendo mis manos sobre la cabeza manteniendome recostado sobre el verde manto natural

-Está bien, podría conseguírtelo. No es para nada complicado, sólo debería dar algunas vueltas y listo.-Le dije, en tono neutral, el que rara vez escapaba de mis palabras. Se apartó de pronto cuando le dije que me recordaba a alguien. Es cierto. A nadie le gusta ser comparado. Tampoco a mí. Simplemente no podía evitar esa sensación de familiaridad al tenerle cerca. Y obviamente en las condiciones en que me encontraba entonces me resultaba imposible guardar ciertos pensamientos sólo para mí.-Lo entiendo. No es agradable ser comparado. Es sólo que...-Supe al menos en esa ocasión que ya no debía decir más al respecto.
Decidió que nos dirigiéramos a un parque que se encontraba desolado. El lugar no estaba mal, en especial considerando que aglomerarme no me resultaba para nada cómodo. Sin lugar a dudas, la droga estaba golpéandole duro, porque caminó tambaléandose. Aún así mantuve una distancia prudencial, algo me decía que debía hacerlo, aunque los mensajes de mi conciencia por entonces se estaban tornando muy confusos. Me recosté sobre el verde césped, el rocío lo había humedecido. Una sensación de bienestar de pronto me invadió. Podía ser por la droga, o sólo porque adoraba la noche. La noche y todo lo que ella traía.-El Cielo sí es un sitio hermoso, no lo puedo negar. El problema no reside en el lugar, de hecho. Se trata de una monarquía injusta y sin sentido, ese el verdadero drama.- Con su siguiente pregunta estuve perplejo unos segundos. No sé el por qué, tal vez era sólo porque no la esperaba, o porque hacía demasiado tiempo que no pensaba ni hablaba de eso.-Las tengo.-Dejé una pausa.-Pero ahora son oscuras. Negras. Es una de las diferentes cosas que nos ocurren al dar la espalda al ejército celestial.-Otra pausa. Dirigí mi vista a las estrellas.- Pero antes eran blancas. De un blanco tan puro que encandilaba.-Expresé, y mi tono de voz adquirió cierta melancolía, en contra de mi voluntad.-No digo que ahora estén mal, es sólo... diferente, ¿sabes? Pero no me arrepiento de nada.-Acabé y mi tono volvió a su neutralidad habitual.

- Me gustan las estrellas - murmure aun con las manos sobre el vientre - cuando era pequeño mi abuelo me dijo que eran las almas de todas las personas que habiamos perdido y que estaban alli para cuidarnos - suspire cerrando los ojos - Mi madre murio el dia que yo naci - explique - supongo que de alguna forma me gustaria pensar que ellla esta en el mejor lugar de alli.

Gire la cabeza para verlo.

- El negro es un color aun mas bonito que el blanco, el negro oculta tantas cosas como si fuera un enorme abismo en el que puedes perderte. Amo el color negro .... ¿puedo verlas?

Cuando me contó lo de su abuelo, no pude evitar sonreírme con cierta... ¿ternura? Nunca antes había sentido algo así, era totalmente nuevo. Podía asesinar criaturas indefensas sin el menor cargo de consciencia, los niños jamás me habían hecho vacilar cuando de una orden de mi hermano y señor Lucifer se trataba. Pero por alguna razón, ese relato había tocado un punto dentro de mí que desconocía. Algo... extraño y peligroso. Peligroso para mí, porque me dejaba en absoluto al desnudo, porque no había nada entonces que a quien lo había provocado pudiera negarle. Esa primera vez se trataba de Andrew. No sabía si el amor que sentían los humanos era tan intenso como el nuestro. Había muchas cosas que ni los celestiales ni los caídos podían percibir, pero el amor no era una de ellas. Era un sentimiento al que como todos, éramos sensibles. Y el amor nos llevaba a la devoción, el sometimiento, el sacrificio... Por él... éramos capaces de todo. Cuando nos sucedía de verdad, lo que tampoco era sencillo pues éramos guerreros. ¿Sería que ellos podrían siquiera contemplar sentimiento así por sus familiares y amigos? ¿Un amor de completa entrega y pureza?..
-Lo lamento.-Le dije al cabo, en tono de empatía, uno que no utilizaba nunca. Y era verdadero.-Bueno, eso no puedo garantizártelo, sólo puedo decirte que en general mi "padre" siempre aparta lo mejor para los de su especie. Así es que supongo que ha de estar bien.-Con sus siguientes palabras callé magistralmente. Visto de ese modo, era cierto. Y no podía haber sido mejor dicho. El negro de mis alas era mi orgullo, un recordatorio de lo que yo era, de lo que había sido y de mis razones para continuar. El negro de mis alas simbolizaba el levantamiento de todos los que rehusábamos ser esclavos, marionetas del superior. El negro de mis alas era la libertad que poseía... Y también la que anhelaba. Mis alas eran lo más profundo de mi ser, lo más íntimo y sagrado. Porque albergaban mi alma... O lo que tuviera en el lugar de una. Y con ella, los sentimientos, temores y esperanzas más recónditos. Sólo una vez se las había enseñado a un humano, y creo que es más que evidente de quién se trataba. De modo que su pregunta me dejó pensativo, de hecho me puso algo incómodo.
-Yo... Uhm... Creo que...-Le vi de nuevo. Me enfoqué en su mirada y dejé que aquellos azules luceros respondieran lo que yo aún no podía. Se dice que los ojos son las ventanas del alma, por eso siempre veo así a los demás, como si sólo con ello pudieran revelarme su entero ser.-Creo que puedo mostrártelas.-Respondí con la voz algo entrecortada y poniéndome de pie. Luego de haberme cerciorado de que en los alrededores no había nadie, decidí hacerlo. Las extendí despacio, con cierta inseguridad, temor, timidez quizás. Aquella sensación era verdaderamente extraña. Luego, de a poco, las fui desplegando en su totalidad. Eran enormes, de una tonalidad verdaderamente oscura. Continué observándole con atención, para intentar detectar cualquier reacción a lo que contemplaba.

Volvi a estirar las manos al cielo - Es algo tonto - movi los dedos uniendo las estrellas con lineas imaginarias - Pero bueno eso me ayuda a pensar que "Tu padre" no es tan malo - suspire - me hace confiar en que tal vez lo he juzgado mal, aunque realemente se que no es asi.

Eran solo historias que se le cuentan a un niño para mantenerlo feliz.

Luego lo mire cuando dijo que lo haria, que me las mostraria, no esperaba que fuera a hacerlo y mucho menos en lugar asi, me intente poner en pie pero solo logre estar de cunclillas, asi que practicamente gatie hasta donde estaba para estirar las manos otra vez hacia aquellas enormes y portentozas alas que salian de su espalda - ¿Puedo? - Y sin esperar respuesta toque el borde de sus negras plumas, eran suaves, suma e indescriptiblemente suaves, como tocar seda, mis dedos se resbalan sobre ellas con tanta facilidad, supongo que realmente eran creacion divina o las drogas ya me habia atrofiado hasta e tacto, sonrei sin notarlo, aun manteniendome de rodillas cerca de el - Hermoso, muy hermoso

No supe qué decir. ¿Era en realidad tan "malo" nuestro creador? No con ellos. Pero no me pareció algo apropiado para decir en ese momento.-Sí ha sido un cuento tonto el que te dijo tu abuelo, no lo puedo negar. Pero al menos tuviste a alguien que respondiera por tus dudas e incertidumbres en un momento clave. Ojalá fuera así para alguno de los nuestros. Intenta verle el buen lado. Para qué mentirte a ti, muchas veces necesité de alguien, y dolió darme cuenta de que no había nadie allí. Que nunca lo habría...-Mi rostro adquirió cierta expresión de circunstancia. Mi mirada seguía fija en él, como si por llevar las alas extendidas fuera más vulnerable a cualquier clase de ataque. No sabía si era así, pero se sentía de ese modo. Preguntó si podía tocarlas, no esperó a mi respuesta y lo hizo. Mi cuerpo se estremeció y al primer contacto mis alas se batieron un poco en un acto reflejo. Sonrió espontáneamente y dijo que eran hermosas. No supe cómo reaccionar a eso. No sabía si darle las gracias o qué, aunque no veía mucho sentido en eso. Estaba nervioso. Ridículamente nervioso. Sin meditarlo demasiado, me incliné un poco y comencé a acariciar su cabello. Quería hacerlo, y supuse que luego de que él tocara mis alas, no le molestaría que lo hiciera. Recorrí cada hebra de su suave y oscura cabellera con la yema de los dedos por varios segundos, sin decir palabra. Luego me puse de cuclillas para estar a su altura, acerqué mi cabeza a la parte superior de la suya e inspiré profundo. Sus cabellos tenían una fragancia particular, fresca.
-Exquisito...-¿Lo había dicho o sólo pensado?

Una ligera brisa de pena me recorrio cuando senti sus dedos deslizandose por mi cabello, pero no le di importancia, yo habia hecho lo mismo con sus alas, eran pocos los angeles que permitian verse asi, caidos o no.

Mi mano volvio a una de las muchas plumas salidas - Es curioso - murmure - tu envidias lo que tenemos los humanos cuando lo que tu tienes es mejor, creo que nunca ninguna especie sea feliz con lo que tiene.

levante los ojos para verle - A veces la soledad es buena - conteste al primer comentario que habia hecho - nadie te lastima, no sientes dolor, nadie te miente ni te engaña, sabes lo que eres y no debes mentir para encajar, personalmente yo estoy enamorado de mi soledad .... - murmure - ya dicho en voz alta que patetico me escucho.

-Tienes toda la razón. Nadie es feliz con lo que le tocó en suerte. Es bastante obvio. Siempre estás quejándote o buscando algo mejor de lo que tienes. Es como una especie de maldición con la que tenemos que convivir desde que tenemos memoria. Y así es como vas por la vida con ese vacío imposible de llenar. Es frustrante.-Dejé una breve pausa.-Cierto. A veces la soledad es buena. Pero no en exceso. No es que me moleste, simplemente creo que ya he tenido demasiado de eso.-No estaba del todo de acuerdo con sus últimas afirmaciones. Si bien yo no debía fingir con nadie, aún así podía sentir. Y lo hacía. En silencio.-Pues, si he de ser sincero, aún estando solo siempre aparece algún hijo de puta a fastidiarte. A parte de que, al menos en mi caso, el no poder confiar en nadie ni tener alguna persona con quien compartir las inquietudes se torna insoportable por momentos.-Negué con la cabeza. Estaba siendo sincero como nunca en la vida.
-Maldita droga.

Aun mantenia la posicion incado y con las plumas de una dr sus alas a mi alcance, movirndolas enre mis manos.

- Soy extraño, un tanto bipolar - sonrei, pese a la situacion seguia tontamente riendo, estaba cien por ciento seguro de que la droga ya corria por todo mi cuerpo - Mama murio cuando naci, mi padre nunca me perdono eso, mis hermanos siempre tenian deberes que hacer y ... los demas de la casa creian que era una especie de aberracion por tener los ojos de este color cuando nadie en la familia los tenia y tengo una habilidad algo rara, asi que la soledad es la unica cosa que conozco perfectamente.

Puse ambas manos en sus mejillas - Quiza me odies pero sabes, en el fondo realmente aun sigues siendo un angel.

-Sí, lo he podido notar…-Respondí a su primera afirmación.-No es como que yo sea demasiado normal, tampoco.-Reí tontamente.-La gente tiene la estúpida costumbre de buscar siempre a alguien o algo que culpar por las desgracias que les ocurren. No me extraña que tu padre te hiciera responsable de la muerte de tu madre. No hay respuestas. Dios nunca las da. Y, de un modo u otro, todos las necesitamos. Así es que obviamente para él fue más sencillo culpabilizarte. No significa que en realidad haya sido así. Es decir, y aunque ella hubiese muerto para que tú vivieras, no pudiste elegir, probablemente tampoco ella. Fue… maldito destino. Sólo eso.-Me encogí de hombros.-Me gustan tus ojos. Son grandes, de mirada profunda, expresivos. Y brillantes. Además, pueden ver el futuro, simbólicamente. Esa podría ser una razón del por qué son tan diferentes. No lo sé. O quizás la droga ya me ha afectado demasiado, lo cual es también muy posible.-Volví a reír.
Puso sus manos en mis mejillas y un escalofrío me recorrió de pies a cabeza. Era extraño para mí tener tanto contacto físico con alguien, de verdad hacía mucho tiempo que no me sucedía eso. Que no dejaba que ocurriera.
-No entiendo por qué lo dices. Hasta hace un momento, dijiste que no podrías imaginarme como ángel y ahora… -Negué con la cabeza, algo confundido.