Rebel song *Alexei +18*

5 de la tarde.... tenia que entrar a las malditas 5 de la tarde!!! era un horario en ecxeso temprano para mi gusto... no me daba tiempo apra descontrolarme por el mundo y descansar a la vez... alexei en cualquier momento me reclamaria que era el peor compañero de casa que pudiera ecxistir, al no aparecer nunca casi en su precencia, o al menos no despierto, siemrpe estaba dormido en el sillon.

buenoeran las 5 de la tarde en si y yo ya habia llegado hacia un rato al Vanity porque por alguna razon no sabia quien era el encargado del bar.. y queria conocerle porque siempre terminaba haciendo yo su trabajo... grata fue mi sorpresa... cuando al preguntar molesto esto a los otros empleados, me miraron con cara de weyes, y me contestaron que YO era el encargado.... eso explicaba el pago  de sueldo mayor al que  yo creia nescesario apra un barman.... en fin con la nueva noticia  ensima y sintiendome extremadamente responsable por todo lo que sucediera en el bar, aumentando un nivel de nervios extraño en mi, comence a trabajar la noche.

Al fin llego la esperada hora de abrir  de ese dia y la gente comenzo a llegar mientras yo comenzaba a armar los tragos necesarios, en espera de los habituales problemas

Había pasado casi un mes... desde aquella horrible noche... y yo por supuesto, ya había recuperado mis poderes y parte de mi autocontrol y dignididad. Y digo parte, porque aún me sentía débil, extraño, usado, una basura, entre otras cosas. Cerberus apenas servía para hacerme compañía en la casa y yo me había negado a salir por miedo a volver a encontrarme con Lucifer, obviamente me habían corrido de mi trabajo y volvía a sentirme una carga y un ser inservible para el mundo. 

Y también empezaba a sentirme ansioso, muy ansioso y acomplejado. No había dejado que Cerberus me tocara ni un cabello, de la forma que fuera, desde la noche en que me había sanado, y cada noche, mientras él trabajaba, pasaba horas mirándome al espejo, sintiéndome sucio... Incluso, sin que el licántropo lo notara, había dejado de comer y ya se me marcaban los huesos de la cintura y las clavículas. Pero esa tarde... esa tarde sería diferente, necesitaba salir, embriagarme, hacer... algo...

En el libro de hechicería de mi madre, encontré un conjuro para ser prácticamente invisible frente a ángeles caídos y demonios. Pero necesitaba sangre, además de otras hierbas y objetos que ya tenía. Así que, casi tres horas desde que Cerberus se fuera a trabajar, me vestí lo más provocador y seductor que pude, oculté entre mis ropas mi navaja mágica y salí de cacería, necesitaba sangre de una persona de aura negra. Esta vez, en mi cartera, también, por las dudas, llevaba mis llaves y mi teléfono, algo de dinero... y una cuchilla y un pequeño recipiente para la sangre.

habia demaciadas cosas que hacer, mientras atendia los pedidos de aquellos que comenzaban a llegar a tan tempranas horas... recien estaban rayando las 9 de la noche y ya habia personas que estaban alli disfrutando del alcohol  y de la musica... bueno enrealidad nsotros abriamos bien temprano apra la divercion yu entretenimiento de los seres oscuros de la noche.... de todos modos atenderles, y darte cuenta que eres gerente y no solo barman, llebaba mucho mas estres, le gruñi  mas que una vez a los clientes que quisieron pasarce de listos con algunas cosas.

mi compañero de barra , aquel joven lycan me pidio que por fabor me calmara, y me ofrecio aquellso calmantes a los que casi habia desarroyado una adiccion y aunque no queria, me dic uenta que dentro del trabajo era lo mejor que los siguiera tomando, o terminaria asesinando a alguien aun sin  combertirme en crynos.... me baje dospastillas con un buen trago de vodka... dandome cuenta de rrepente.. que aquella bebida me agradaba tanto o mas que el tekila, para luego seguir atendiendo y haciendo listas de cosas que  habia pensado le diria al gerente que mejore... que ironia darme cuenta que era yo quien devia mejorarlas.

No fue fácil, encontrar un sujeto con el aura tan negra, que incluso a mí me daba algo de escalofríos. Sin embargo, mis formas de matar eran sutiles y elegantes, no iba directo al grano sino que buscaba que mis víctimas cedieran ante mí y me tuvieran la suficiente confianza como para bajar su guardia. Y aquel hombre, muy cortésmente, me había invitado a beber a un bar cercano, con la promesa de llevarme luego a un lugar más íntimo y adecuado para alguien tan guapo como yo.

Ese día, pese a mis provocativas ropas, me sentía un chico. Y vestía como uno, aunque el maquillaje nunca estaba de más. Entramos a un local llamado Vanity Death y tuve que morderme la lengua para no apartarme de golpe de esa mano que me rodeaba por la cintura, conduciéndome asta una mesa apartada del resto. Una vez sentado, me crucé de piernas y sujeté mi navaja en mi bolsillo, ese tipo empezó a correrme mano sin ningún pudor haciéndome estremecer de nerviosismo.

Aún así... yo podía ser buen actor, el mejor, si me lo proponía. Acepté sus besos lascivos en mi cuello y luego de sonreírle macabramente, le pedí que me dejara probar su sangre, por mera diverión... Con lo que no contaba, era con que tras aceptar y robarme un beso, metiera su mano entre mis piernas, haciéndome gritar y apartándole de golpe, gritándole de todo, sin contener el asco que sentía. E inevitablemente, toda la atención del bar quedó sobre nosotros, más aún, cuando aquel hombre, sin más, me cruzó la cara de una bofetada que me hizo caer al suelo.

y ahi estaba yo ya  sintiendo los efectos de la droga que me calmaban bastante  y sirbiendo a la clientela cuando un grito sobresaltado me  alerto de que alguien estaba propasandoce en el bar, y esas cosas.. no estaban permitidas alli... menos bajo mi guardia..., con gran ajilidad para alguien que estaba medio drogado,  salte la barra y me diriji donde estaban losproblemas, por asi decirlos, a tiempo para ver como un hombre realmente desagradable le  cruzaba el rostro a un muchacho tirandolo de su asiento.

grande fue misorpresa cuando vi que ese joven era alexei, y lo levante tomandolo del brazo sin soltarle.

 - disculpe señor pero voy a tener que pedirle que se retire de inmediato- declare, pero ese hombre no pretendia retirarce, y se avento contra mi, aparte a alexei de en medio, sin soltarle aun y al hombre lo agarre de la cabeza en su embestida, estampandolo con poca amabilidad contra un muro...

 - una vez mas, le pedire que se retire- dije gruñendo amenazadoramente

Sentía el orgullo herido, pero ya estaba harto, ¡harto de que todo el mundo me pisoteara sin más! Me llevé una mano a mi mejilla adolorida y sentí unas lágrimas de coraje caer por mis ojos, lo cual dificultó un poco mi vista. Sentí una mano levantarme del brazo y grité intentando soltarme, aunque grande fue mi sorpresa cuando reconocí a Cerberus... ay no, estaba en problemas. 

Temblé cuando estampó al sujeto contra el muro y noté su aura... estremeciéndome y congelándome en mi lugar, aunque realmente, lo que quería era enterrarle las uñas a ese tipo en la cara por haberme golpeado. Sin embargo, rápidamente recuperé la compostura y mi orgullo me hizo soltarme de su agarre con brusquedad, mirándole herido... definitivamente, no soportaba que me tocara, que me sujetara, ¡nada!

- ¡Sé defenderme solo! -Exclamé retrocediendo un par de pasos, sólo para terminar estampado en el piso y con aquel indeseable sujeto encima mío sin previo aviso. Me giré bajo su cuerpo y le pegué un arazaño al rostro, por suerte siempre afilaba mis largas uñas y no costó mucho que sus ojos empezaran a sangrar al igual que su nariz... sólo eso necesitaba, unas gotas de sangre... la cual se mezcló con la mía cuando sentí un nuevo golpe en mi rostro, haciendo que mi nariz sangrara.

solte al sujeto  cuando Alexei  se rebatio de mi agarre, y me grito que podia defenderce solo... hiba a contestarle algo.. epro en cuanto  abri la boca ese estupido y asqueroso sujeto le ataco con coraje, me sorprendio, y esa sorpresa dio tiempo a que se dañaran mutuamente al tiempo que se hacercaban los patobicas del lugar  y el resto de la gente se apartaba para no ser hechados del bar.

 hice una señal y se detubieron a corta distancia al tiempo que aseste una patada en las costillas del hombre, ciertamente, mas alla de la musica, el sonido de sus costillas romperce  fue audible para todos alli, humanso y seres sobrenaturales... estaba realmente cabreado.

- sabras defenderte- dije trabando la mandibula y un aura mas que peligrosa, mirandole friamente mientras los guardias se llebaban a aquel sujeto desagradable  - pero este lugar es donde yo trabajo y encargarme de insidentes como este es parte de mi labor, asi que levantate antes de que te levante yo,  vendras conmigo a mi oficina, y no voy a aceptar un NO como respuesta me oiste?- declare mas que fastidiado encendiendo un cigarro que solo  aumentaba lo peligrosa de mi aura

Me estremecí notoriamente ante el sonido de los huesos rotos de ese sujeto, pero más miedo me dio la expresión y el aura de Cerberus... esa aura, totalmente negra... Cerré los ojos ante sus palabras incapaz de moverme, congelado en mi lugar mientras temblaba y sintiéndome como un niño regañado por su padre.

Con movimientos lentos me levanté sintiendo las miradas de todo el mundo en mí, y sin decir nada, levanté la vista hacia él, intentando controlar mis temblores y que mi intento de orgullo no quedara pisoteado... Claro, ahora levantaba la barbilla con altivez, pese a la que me iba a llegar. Me limpié la sangre de la nariz con los dedos y retrocedí un par de pasos, asegurándome de quedar fuera de su alcance al menos un par de segundos.

-No sabía que trabajabas aquí... pero no iré contigo, puedo cuidarme solo -dije casi de forma retadora, esa actitud mía que sabía, no me conduciría a nada bueno. Aunque el aura de Cerberu en esos momentos, casi me hacía verlo como a un demonio y eso... casi de forma instintiva, me volvía altivo y arrogante, demasiado aterrado como para demostrar nada más.

- que pendejo eres!...- declare mas que molesto soltando humo por la nariz y de un paso acorte esa distancia que habia puesto entre nosotros, se ve que  olvidaba lo alto que yo era...  lo caze del brazo y tendria que haber dado gracias que no lo aferre del cuello.

 - es un conocido mio, devo arreglar cuentas con el- dije a los guardias haciendo una leve seña al otro barman para anunciarle que estaria solo un rato, a lo que ni se molesto, bueno, creo que ante mi exprecion y aura en ese momento pocos habrian querido  contradecirme... entre esos pocos estaba alexei... como sea, lo arrastre hasta la oficina del gerente, poco me importo que no quiciera que le agarrara... mi oficina, a la que entraba por primera vez

  - puede saberce que demonios estabas planeando??- pregunte casi lanzandolo a uno de los sillones del lugar... aun algo shokeado por el lujo de la oficina.  

 

- ¡Sueltame! ¡No me toques! ¡Cerberus! -Exclamé mientras me arrastraba hacia su oficina, aterrado, frustrado y con un cúmulo de otras sensaciones y emociones. En vano intenté liberarme de su agarre y sólo me vi libre, una vez me medio estampó en uno de los sillones, en donde me quedé inmóvil y con los ojos muy cerrados, no quería ver esa aura negra, no quería pensar en Cerberus como un demonio.

-Eso a ti no te importa -susurré bajito, aunque sabía que podía escucharme a la perfección. Sólo podía pensar en la sangre que salía de mi nariz, en el dolor de mi orgullo y en la sangre del tipo ese que se había derramado en el piso del bar y en mi rostro... Realmente necesitaba esa sangre, definitivamente, no iba a ser nunca capaz de usar mi puñal de plata contra el licántropo que tenía al frente. Sin abrir mis ojos, volví a pasar mis dedos temblorosos por mi nariz, intentando quitarme la sangre y mantenerme lo más digno posible, aunque eso casi era imposible.

-Lo siento... -terminé por soltar, más bajo aún, aguantando mis renovadas ganas de llorar. Pero el orgullo... lo que me quedaba de orgullo, me lo impedía. Terminé por aovillarme en el sillón y abrazarme a mis piernas, ocultando el rostro entre mis rodillas haciéndome bolita, no quería verlo, definitivamente no quería.

se me crisparon los nervios con ese comentario... mas porque nisiquiera se atrevia a mirarme al decirlo

 - que no me.. Quieres acazo que sea yo quien te golpee por decir idioteces??- le exclame casi ravioso tapando su disculpa... viendo como se abolillaba y  aun se negaba a verme... tal vez le estaba dando miedo?... solte un suspiro, llebando mis manos  a la cabeza frotandome las sienes  para que la sangre fluyera con normalidad, soltando humo del cigarro  y respirando profundo.

 - seras estupido...- declare una vez calmado, llendo al escritorio y buscando entre los cajones encontre unos pañuelos, me hacerque a el con uno en la mano y le hise levantar el rostro probablemente con un poco de brusquedad.  - anda, dejame limpiarte...- le dedique una sonriza preocupada.

 - quepretendias hacer aqui? en un mes no me has siquiera tocarte para pasarte la sal dela comida y  depronto de buenas a primeras te apareces en un bar? que resultado esperabas.. por supuesto que querrian manosearte.- dije a modo de regaño pero de manera  mas calmada.

Creo que temblé de pies a cabeza cuando me amenazó con golpearme, más decidido aún a no abrir los ojos, si eso quería... Dejé salir un sollozo contenido, me sentía mal, me sentía débil y mareado y nuevamente perdido. Aguardé unos momentos temblando, esperando el golpe, pero en lugar de eso, sentí que se alejaba y rebuscaba en los cajones de su escritorio... y luego, abrí los ojos con miedo y sorprendido cuando me levantó la barbilla.

Me dejé limpiar entre notables temblores, aún no soportaba que me tocara aunque fuera de esa forma. Sin embargo, su sonrisa preocupada me relajó lo suficiente como para ceder y no oponer resistencia, aunque bajé la vista cuando me regañó, sintiendo lágrimas amargas caer por mi rostro, lágrimas de puro coraje y que ni siquiera podía controlar e inevitablemente, me daban más coraje aún.

-Ya lo sé... sé lo que quería y lo que cualquier querría... pero yo... necesitaba... -dejé la frase a medias, apenas podía hablar entre mis sollozos y sólo atiné a jalarme lo cabellos con frutración, odiaba llorar, odiaba no poder controlar mis temblores y odiaba parecer débil frente a él.

le observe tratando de responderme, tratando porque su propio orgullo erido y la frustracion no se lo permitian, suspire tomando sus manos cuando comenzo a jalarce los cabellos, haciendo que se soltara.

 - hey... ya basta...- pedi, para luego con lo que estaba limpio del pañuelo limpiar las lagrimas, aun le tenia sujeto de una de sus muñecas y fue entonces que lo note.. estaba en los puros huesos.

 - Alexei... has estado comiendo??-   pregunte algo alarmado al verle bien y notar sus claviculas, su rostro mas flaco.

Negué con la cabeza tímidamente a su pregunta, mirándole mientras me mordía el labio hasta hacérmelo sangrar...

-Cuando como, siento arcadas y náuseas... no es porque no quiera -me defendí de antemano, controlando mis sollozos y pasándome los dedos de mi mano libre por los ojos, ya no lloraba, ya el coraje era reemplazado por otra cosa... el miedo. Intenté controlar el impulso de zafarme de su agarre con brusquedad y sólo me limité a jalar de mi muñeca suavemente, no quería volver a dañarla, como esa noche...

-Por favor, suéltame... no quiero que me toques -le pedí todo l suavemente que pude, con la voz temblorosa y evitando mirarle, con la vista fija en el suelo.

- ya veo....- mis palabras fueron cortas y como respuesta al hehco de que no comia porque le daba nauseas, y al hecho de queno queria que le tocara... le solte dejando en su mano el pañuelo.  - limpiate la boca quieres? te acabas de lastimar el labio tambien.-  le pedi levantandome y llendo al escritorio, sentandome sobre el soltando un respiro lleno de humo mientras tomaba el cenicero y tiraba las cenizas en el apagando el cigarro.

 - no te he hecho nada sabes? mas que cuidarte- declare de pronto, no me habia dado cuenta lo mucho que me molestaba que alguien a quien trataba de protejer me dijera algo como eso.  - olvidalo...- saque otro cigarro encendiendolo mientras buscaba en la barra algo para beber.. y como habia comenzado la noche con vodka.. por que no seguirla con lo mismo?

Asentí a sus palabras y me limpié el labio una vez me soltó, levantando levemente la vista al ver que se alejaba... No era eso lo que quería, sólo, no... bajé la vista, ni siquiera sabía qué es lo que quería. Sin embargo, abrí los ojos enormes frente a sus siguientes palabras, o más bien, frente al tono que usó, sonaba resentido, herido...

-Lo sé, y te lo agradezco no te puedes imaginar cuánto -dije volviendo a bajar la vista, mirando el pañuelo lleno de sangre y lágrimas. No sabía cómo explicarle lo que me sucedía, ni siquiera sabía bien cómo explicármelo a mí mismo... normalmente, cuando alguien me tocaba, en el pasado o en esta vida, casi no me importaba, podía obligarme inclusive a que no me importara... pero no quería eso con él, porque era mi amigo y me había protegido y cuidado.

Al notar que bebía, sentí un pequeño nudo en la garganta y me sentí incapaz de hablar. Intuía que mis acciones le herían y quería remediar eso, pero no podía, simplemente, no podía...

-¿Dónde... dónde dejo esto? -Pregunté suspirando frustrado y señalándole el pañuelo ensangrentado, sin valor suficiente como para mirarle.

-quedatelo.. nisiquiera es mio- conteste encojiendome de hombros, no sabia que decirle, yo compartia la casa con el... que podia decirle ? suspire tras otro trago

 - mira... se que no soy el mejor compañero de vivienda... duermo casi todo el dia, o almenos la parte del dia que estoy en la casa, pocas veces me levanto a comer, todos los dias alrrededor de las 4 y media me voy a trabajar y vuelvo a las 10 de la mañana, mis dias de franco los paso de acuste fuera de casa y se que no  he estado  ahi para apollarte un 100%... pero por esa actitud es que no  he estado.. como voy a apoyarte si no dejas siquiera que   toce tu hombro en una palmada sin  retroceder espantado? -  dije sirviendo otro trago, este si senti que empesaba a afectarme.. tal ves causa de los calmantes, pero no lo demostre. simplemente le mire

 - no se que es lo que quieres que haga realmente...-

Le escuché sintiéndome la peor persona del universo, sin saber qué decir o hacer realmente. Dejé el pañuelo a mi lado sobre el sillón y me llevé ambas manos al rostro, frustrado, incapaz de explicarme correctamente porque apenas sí podía aclararme a mí mismo. Él tenía razón al alejarse, al decirme todo eso, y era mi culpa el no poder reaccionar de otra forma a su cercanía que no fuera apartándome como si me fuera a golpear o a humillar o a violar...

-Lo siento... yo tampoco sé qué quiero hacer o qué quiero que hagas -me disculpé levantando el rostro, viéndole beber. Me preocupaba verle así bebiendo, no era bueno y además, estaba en el trabajo, ¿no? Me levanté y me acerqué despacio, casi como un animal herido y temeroso, hasta detenerme frente a él y aferrar suavemente, con dedos temblorosos, la mano con la que sostenía la botella-. Ya no bebas más... te echarán bronca si te embriagas -susurré, reuniendo todo mi escaso valor para levantar la vista y mirarle. Sentí que mi labio inferior temblaba y que los ojos se me volvían a llenar de lágrimas, pero hice el mayor esfuerzo que podía en contenerlas.

-No dejo que me toques... o que te acerques... porque no quiero pensar en ti... de esa forma... no quiero sentir asco cuando me tocas -intenté explicarme en un hilo de voz, no muy seguro de que yo mismo entendiera-. Me cuidas y... me tratas bien... no quiero, de verdad no quiero... creer que eres como los ojos.. que solo quieren tocarme y hacerme daño... no quiero sentir que cuando me tocas... o me acaricias... imaginarlo a él... -inevitablemente volví a estallar en llanto, dejando su mano y haciéndome a un lado, me dolía y me daba coraje y me daba rabia y odio hacia ese maldito ángel caído.

- ya me he embriagado varias veces aqui, no hay bronca en eso.. e sun bar al fin y al cabo, mientras irva para trabajar, esta bien...- dije ante sus palabras para luegop escuchar sus razones, creo que senti una patada en el estomago...

no se si me dolia porque comparaba mis acciones mis toques dedicadas a cuidarle con las de todos aquellos que al parecer le habian dañado, o si me dolia verle tan fragil y vulnerable... solte un suspiro dejando la botella cuando se aparto de mi llorando, y sin darle tiempo a alejarce mas, lo atrape entre mis brazos con un abrazo protector, no habia podido abrazarle asi en todo ese mes, no desde que le habia curado.

 - respira quieres?... piensa... y siente... realmente mis abrazos te recuerdan a los suyos?- le pregunte con voz calmada.

Intenté apartarme de sus brazos y empecé a temblar notoriamente, cerrando fuerte los ojos. Intenté quedarme quieto, respirar como me pedía y calmarme, pero casi no podía... no podía evitar recordar esa noche, esos golpes, la forma en que Lucifer me había roto los huesos y seccionado mi brazo... Me sentí palidecer y me aferré a sus brazos y a su ropa para no desvanecerme, el sólo recuerdo, casi me hacía desmayar.

-Por favor... por favor... -pedí sin saber bien qué cosa, aferrándome a él con todas mis fuerzas para no caerme y pegándome a su pecho, terminando por rodearlo con mis brazos por la cintura y ocultar mi rostro en su vientre dado lo bajo que yo era comparado con su altura.

Me obligué a respirar profundamente para calmarme, estremeciéndome con el calor de esos brazos que pese a todo, evitaban que cayera al piso. Se sentía bien y me di cuenta de que extrañaba eso, la protección que me brindaba y la fuerza con la que me apretaba, sin dañarme.

solo le aprete un poco mas contra mi cuerpo cuando quiso safarce, y mantube ese abrazo calido cuando empezo a pedir, sin especificar que...

 - esta todo bien alexei...- no era cierto, era una mentira... lo sabia.. sabia que ese bastardo emplumado rostizado resentido podria aparecerce cuando quiciera y volver a dañarle si no estaba precente para ayudarle... me sorprendi a mi mismo creyendome capaz de hacerle frente... le di un lijero beso sobre los cabellos y  soltandolo lentamente lo lleve de nuevo al sillon, esta vez con amabilidad, no sin antes estirar mi mano por la botella de vodka que lleve conmigo dandole otro trago al sentarme a su lado dejandola en el piso junto a mi pierna.

 - quieres beber algo? comer algo?-   pregunte preocupandome por ese ultimo detalle

Me senté y negué con la cabeza su ofrecimiento, toda la posible hambre que pude haber sentido se había desvanecido tras el breve recuerdo de mi brazo seccionado. Le vi beber y sin poder contenerme, tomé la botella del suelo y le di un gran trago, lo necesitaba.

Luego, sin decir nada más, me aferré a la cintura ajena sintiéndome extrañamente seguro en su brazos, como si de verdad el pudiera protegerme de Lucifer pese a que ambos sabíamos que era mentira... él podía aparecer cuando se le entrara en gana y nada podría hacer más que oponer vana resistencia.

-No me sueltes... por favor... -le pedí bajito, con timidez, sin soltarle y dejando al fin de llorar y sollozar, sintiéndome un poco mejor, un poco más relajado.

me nego comida, suspire de nuevo, ya intentaria luego en casa de alimentarlo, pero bien que la bebida no la nego y le pego un trago a la botella, no sabia si sonreir o no, pero luego me abrazo de esa manera.

 - de acuerdo...- dije rodeando sus hombros con   un brazo, en ese momento entro  golpeando priemro a la oficina uno de los barmans que trabajaba en otra de las barras del lugar.

-l.. lamento interrumpir  cerberus.. pero pregunta tu compañero si vas a volver a la barra esta noche- dijo mirandome con algo de miedo, al parecer se habia corrido el rumor de la patada a las costillas... o algo asi.

 - volvere, pero mas tarde si? mi amigo esta mal, se siente mal, y necesito hacer lo correcto y  cuidarle un poco si?- conteste  de forma amable, para no asustarle, el asintio y  se fue cerrando la puerta.  - lo siento.-

Me separé de él cuando tocaron a la puerta y le preguntaron de volver, sintiendo que me sonrojaba ante la respuesta de mi amigo. Cierto, Cerberus estaba trabajando y yo sólo había ido allí a causar alboroto y molestarle.

-Deberías volver... lo siento, sólo vine a molestar -me disculpé, aún con su brazo sobre mis hombros haciéndome sentir cálido escalofríos, su calor me reconfortaba y me hacía sentir mejor de verdad. Le sonreí levemente, apenas un intento de sonrisa para que viera que ya me sentía mejor aunque me estuviera medio muriendo por dentro. Guardé silencio unos instantes mirándole y luego me mordí el labio suavemente, con cuidado de no hacerme daño.

-No... la respuesta es no... tus brazos... tu... no eres como él, en lo absoluto... tú me haces sentir bien -reconocí, mirándole con ojos sinceros y agradecidos por todo lo que hacía por mí. Reuní nuevamente todo mi valor y me acerqué a besarle en los labios, suavemente.

- no te preocupes, no me pueden hechar bronca, soy el gerente jaja- dije nombrando esa nueva profecion que acababa dedescubrir era la mia.

me quede mirandole con una sonriza satisfecho, cuando dijo que mis brazos no eran como los suyos... eso me alegraba sin duda. recibi aquel beso suyo, tan calido tan suabe, no pude evitar acariciar su rostro para darle mas confianza.

 - me alegran mucho tus palabras sabes?- dije sonriendole