Rebel song *Alexei +18*

las horas iban pasando, y la barra nunca dejaba de estar llena, de hombres y mujeres que querían tragos y alguno de ellos solo querían mirar a los bar tender que se habían quitado las camisetas, dado que como yo lo había hecho, mis compañeros siguieron el ejemplo al ver que eso rendía mas a la venta, al menos el numero de ingreso esa noche seria bastante alto... tambien lo era así el de las peleas de borrachos que tuve que interrumpir... mi compañero a mitad de la jornada volvió a darme de sus calmantes... cada vez sentía mas repulsión a tomarlos, pero si no lo hacia, le rompería el cráneo a alguien y nadie quería que me violentara de nuevo y rompiera una costilla como la del hombre que había atacado a alexei...

de todos modos, calmantes o no calmantes, yo seguía bebiendo durante la noche, al fin y al cabo era algo que sucedía con normalidad, que los bartender bebieran.

al fin llego la mañana... las 7 de la mañana y aunque era temprano para cerrar, no queria estar mas tiempo alli esa noche, por lo que hice sacar a toda la gente de manera amable y cerrar la noche, de todos modos, nos quedamos una hora mas como siempre haciendo revision de la caja, la cual habia cerrado mucho ams arriba que de costumbre.

- tal vez deberiamos implementar sin camisas todas las noches...- declare y no parecía mala idea. pagado las propinas de la noche y lo demas, deje a los muchachos terminando con la limpieza y fui a la oficina, por algun motivo golpee la puerta y luego entre acomodandome los cabellos hacia atraz sin exito alguno para variar.

- alexei, ya terminamos por hoy quieres ir yendo a casa?- dije al entrar para luego notar que estaba en la ventana y sonreí algo crispado. - huir no es tan fácil cuando es lo que has hecho siempre no es así?... bueno en algún momento tenias que cansarte....

Estaba tan ensimismado pensando, que no noté el paso de las horas... Aunque sí, me quedé viendo cómo amanecía y el cielo se aclaraba, medio abrazándome a mí mismo por el frío pero estaba bien, el frío me recordaba a mi hogar en Helsinki. Ni siquiera me di cuenta cuando Cerberus regresó, y ante sus palabras, las cuales oí lejanas, sonreí sin muchos ánimos, girándome a verle.

-Escapar nunca ha sido fácil... sólo, algunas veces era menos difícil que ahora -comenté, sin moverme de mi lugar, bajando de a poco mi mirada hasta dejar escapar un suspiro breve-. No me he cansado si es lo que crees. Es algo más complejo de explicar... Mejor volvamos. Luces agotado -indiqué, aunque ya ni siquiera le veía. Aún así, podía sentir más o menos lo que él sentía gracias a mi magia, la cual de a poco, empezaba a aprender a canalizar.

- no es estar cansado... es estar dopado con calmantes y alcohol, ero en si, los efectos son similares... vamos...- declare tomando mi remera del piso... conque allí había quedado... me la puse sin mucha parsimonia... en cuanto llegara a la casa devia bañarme, aunque siendo barman no andaba entre el apretujon de gente... traspiraba igual por causa del calor del bar... era molesto.

mire a alexei un momento y me pregunte si estaria bien darle mis razones para no corresponder a esos sentimientos que en realidad el no habia declarado por completo pero que yyo ya habia adivinado....

- alexe... yo....- los pensamientos se me aclararon por medio segundo y cerre los ojos apesadumbrado, no seria lo mejor darle esa explicacion... no no lo seria.... - realmente te agradesco que no te fueras.- decidi decirle con una sonriza de agradecimiento

-Sabes que aunque seas un licántropo, puedes enfermarte, ¿verdad? Tantos calmantes y alcohol y salir al frío con el cuerpo caliente... -comenté, bajándome del marco de la ventana y cerrándome la chaqueta de cuero hasta arriba, cubriéndome bien el cuello y el pecho. Miré a Cerberus de forma distante... sin poderlo evitar, menos aún, cuando me dio las gracias por quedarme.

-Te prometí que no me iría... normalmente miento, y creo que no hay nada que no sea capaz de hacer pero... mantengo mis promesas, o al menos, intento hacerlo -señalé en voz baja, caminando hasta llegar frente a el y sin aguantarme las ganas de abrazarlo por la cintura. Pegué mi mejilla a su pecho, notando que estaba algo traspirado-. Te vas a enfermar...

- tal vez.... tal vez no... quien sabe, el tiempo dira si me enfermo o no...- dije poniendo una mano sobre su cabeza a modo de caricia aunque pronto detube ese gesto... no queri a elevar sus esperanzas.. cuando nisiquiera yo tenia en claro lo que el amor significaba en esos momentos... porque alguien que ama no olvida... y yo había olvidado.. entonces evidentemente no amaba... cerre los ojos agobiado por esos sentimientos.

- anda, vamos, sino no podre descansar nada para la noche de trabajo... y devemos comer algo... algo bien nutritivo. recalque sintiendo sus brazos tan flacos a mi alrrededor, pero le sonrei con animo.

ademas, asi drogado y bebido soy mas axesible, podrias violarme tranquilamente que no me molestaria jajaja - dije riendo para cortar con el denso ambiente

-Si te enfermas me enfadaré y no habrá nada de violaciones -comenté levantando la vista con una leve sonrisa, y aunque juro que la intención inicial fue esbozar una sonrisa animada para que viera que ya estaba todo bien... creo que provoqué el efecto contrario. Opté por morderme la lengua, era lo más decente y prudente que podía hacer.

-¿Quieres que cocine mientras descansas? Luego te despierto cuando tenga todo listo -sugerí, separándome de él y guardando mis manos en los bolsillos de mi chaqueta, soltando un largo suspiro cansado. Caminé hacia la puerta por la que habíamos venido y le miré con expresión neutra, esperándolo.

- hum.. no.. no podria quedarme descansando y dejarte hacer todo, tu sabes qu eno me gusta... ademas... ya le encontre el gusto a cocinar... a veces.. y hoy tengo ganas....- le conteste caminando tambien para que pudieramos salir, mientras caminabamos por el bar los otros empleados nos saludaban y yo les prespondia que nos veriamos al dia siguiente, hasta que al fin pudimos salir del bar en si... ese maldito sol casi me dejo siego, cosa que logro que llebara la mano a los ojos y me los cubriera sintiendolos dañados por un momento.

. rayos... ya deveria acostumbrarme a salir con lentes de sol... pero no... como me son incomodos.... ya me quede ciego... dije quejandome meintras seguia caminando.

-¿No puedes ver bien? -Pregunté preocupado una vez afuera, viéndole cómo se cubría los ojos con la mano. Para mí que me había quedado todo el rato en la ventana mirando el amanecer, el sol no significaba nada más que una agradable fuente de calor, algo que ayudaba a mi pálido rostro a tomar un poco de color.

Mientras caminaba pensaba en su respuesta sobre cocinar, a mí también me gustaba cocinar y mucho... que no lo hiciera o no comiera era exclusivamente porque no tenía ganas de ello, pero tampoco me molestaba hacer todo para él. Aún así, preferí guardar silencio y en silencio me quedé, un buen rato, sin saber qué decir.

- no... no a la luz del sol... se ve que tanto tiempo en el infierno... y el haber estado casado con un vampiro... me condicionaron mucho ala vicion nocturna y mis ojos no estan acostumbrados a la luz.. ademas son claros, lo cual los hace mas sensibles que los ojos oscuros a la luz... es cuestion perdida por costumbre y por genetica, sin contar que de dia salvo cuando salgo del trabajo y voy camino a casa, duermo, y salgo cuando el sol ya esta menguando en luminocidad... asi que si.. me deja algo bastante ciego la luz solar... en New orleands es distinto... alli hay tanta humedad que suele estar nublado o la luz mengua mucho... y si estas en la zona de pantanos... pues alli esta casi siempre lluvioso... dije snriendo hasta con nostalgia de un mero recuerdo que habia recuperado hacia unas dos semanas y de lo que no habia hablado con Alexei.

Escuché lo que decía un tanto sorprendido, era cierto, había vivido quién sabe cuánto con un vampiro y por lo que recordaba, en Nueva Orleans el sol no era nada comparado con esta ciudad. Me pregunté cómo es que a mí no me molestaba tanto, pues a decir verdad me había pasado las últimas semanas enclaustrado prácticamente en el cuarto de Cerb y tendía a dormir en el día, las horas en que él estaba en casa. De cierta forma, así me sentía más protegido.

Seguí caminando en silencio con las manos en mis bolsillos, pateando algunas piedras pequeñas de vez en cuando mientras pensaba y pensaba, en nada y en todo a la vez. Pensaba en si acaso tenía gafas oscuras para pasarle, o en algo que le ayudara a tolerar mejor la luz del sol... pensaba en Nueva Orleans y su peculiar clima húmedo, lo bien que siempre me sentí allí pese a todo... y de nuevo pensé en Sarah. E inevitablemente, pensé en aquel grupo de licántropos que llevaron a mi muerte, o mejor dicho, a mi maldición... Sorprendiéndome de que con Cerberus me sintiera tan cómodo, siendo el terror que me daban los licántropos.

caminabamos en silencio ambos, yo tratando de definir mis recuerdos ocultos, los cuales habian sido tan bagos esta vez, no como con el nacimiento de morgan, estos recuerdos, habian sido borrosos y mesclados... habia visto una casa, sabia que era mi casa, en new orleands, pero todas las fotografias, y la persona a mi lado todo estaba borroso... y habia visto una puerta, una puerta que no era la de mi casa era la del infierno... lo sabia, no se como pero lo sabia, pero no veia que me estubieran arrastrando a ella para sacarme a patadas.. mas bien.. me veia a mi... protegiendola? tal ves... tal ves solo alucinaba la mitad de las cosas esa vez, porque haia controlado mi forma salvaje y no habia sido inducida por los efectos naturales.

- sabes? puedo combertirme en Crynos cuando yo quiera- dije de pronto como a mita d de camino ya como luego de unos 15 minutos de silencio, con una sonriza de oreja a oreja - a completa voluntad! mi tono de voz, hasta sonaba cantarin.

Me detuve en seco cuando dijo eso, pues pese a estar ensimismado en mis pensamientos, aún así le escuchaba y parte de mi mente estaba concentrada en caminar sin chocar o caerme y en él. Le miré con los ojos muy abiertos, asombrado.

-¿Puedes cambiar a voluntad? ¿Cómo es eso posible? -Pregunté intrigado y asombrado, que yo supiera, eso era imposible, o al menos, en teoría lo era. Escruté los ojos de Cerberus con los míos intentando adivinar si bromeaba o algo, pero sólo vi una enorme satisfacción. 

Bajé la mirada casi de inmediato sintiéndome intimidado y algo ruborizado, aunque no supe bien por qué. Ni siquiera en el bar, enfadado, me había logrado intimidar... tanto. Volví a caminar sin levantar la mirada del piso, sintiéndome perturbado, o más bien, sintiendo mi magia algo perturbada.

- pues no lo se realmente como... dado que se que no deveria de ser posible.. simplemente paso... estaba en las playas cabreado.. para bariar, mas bien molesto no enojado, o sea que tampoco podia combertirme porque no estaba realmente con un estado de ira...- queria explicarle como habia sido.. pero no sabia bien como explicarlo tampoco.

y le fui a pegar con una piedra que patee a un vampiro bastante viejo al parecer... y nos pusimos amedio discutir medio pelear a golpes bastante leves la verdad... - me detuve buscando mi encendedor y mis cigarros - hasta que me dijo que yo era patetico, entre otras cosas... y yo sonrei con el cigarro prendido en mis labios - bueno, pues yo no estaba dispuesto a permitirle llamarme patetico, y de pronto me senti completamente capaz de controlarlo... de controlar ese estado salvaje incontrolable... y lo hice, me transforme a voluntad, sin estar furioso o aterrado en panico.. simplemente porque asi lo quise... y aun ya combertido, pude controlar todos mis movimientos y mis acciones, aunque la oleada derecuerdos fue baga, nublosa y muy confusa. bueno, habia hecho mi mejor esfuerzo por explicarme mientras seguia caminando

Escuché su explicación y su relato de los hechos, sintiéndome un poco angustiado cuando dijo que se había peleado con un vampiro antiguo... eso había sido imprudente y peligroso. Aunque definitivamente, casi no podía creer lo que me contaba, era raro.

-Entonces... -volví a detenerme y esta vez, armándome de valor, le miré fijamente a los ojos con el ceño ligeramente fruncido y expresión arrogante-. Si te digo que sí que eres patético, ¿me atacarás? -Guardé silencio un momento y suavicé mi expresión, negando con la cabeza-. No lo entiendo... ¿cómo fue que conseguiste controlarte en crynos? Ni siquiera un licántropo puro y viejo puede... creo -me detuve al recordar otra vez al grupo de licántropos que llevaron a mi muerte-. ¿Y qué fue lo que recordaste?

- no te atacare.. porque si soy patetico... pero me molesto que alguien que no me conociera me lo dijera... dije con una sonrisa solemne. escuche sus preguntas pausado queriendo seguir caminando pero el se habia detenido asi que no podía avanzar.

- hum.. pues recorde un poco de new orleands.. mi casa alli... y alguien a mi lado, pero todas las fotografias y esa persona, quien asumo era el padre de Morgan, todo estaba borroso, y no tuve el choque de emociones como cuando recorde a morgan al convertirme sin controlarme... y recorde unas puertas... algo tenebrosa sy mas astrales que fiscicas... creo que eran las puertas del infierno... no hiba a decirle que senti que las cuidaba y no que me sacaban a patadas.. porque podria ser solo mi imaginacion... - no lo se.. todo era muy borroso y no terminaba de causarme emociones... en definitiva, tuve un recuerdo donde podria haber visto al padre de mi hijo, y aun asi no pude ver su rostro, o sentir nada. la sonrisa esta ves fue triste

-No eres patético -dije de inmediato, con ganas de darle un palmetazo por decir eso aunque sólo me limité a cerrar los puños con fuerza, pues aunque me costaba admitirlo... él era demasiado alto y aunque quisiera, no le alcanzaría.

Luego oí sus recuerdos, sintiéndome algo mal cuando dijo que recordaba vagamente al padre de su hijo aunque no le había visto el rostro... pero curiosamente no me sentí mal por mí, sino por él. Si estuviera en su situación y no pudiera recordar a Sarah... Negué con la cabeza quitándome esa horrible idea, ni siquiera podía imaginar un dolor peor. 

-Tal vez... tal vez fue porque no fue fase crynos natural, como debería ser. Si quieres probamos de nuevo con ahogarte, aunque dudo que sea buena idea -aquello lo dije con ánimos de alegrar su sonrisa, pues esa tristeza que destilaba me dolía. 

Quise seguir caminando, pero desde que nombró las puertas del infierno, mi cuerpo reaccionó congelándose en el lugar, sintiéndome frío e incapaz de moverme. El sólo recuerdo, la sola mención, me hacía recordar a Lucifer, a sus demonios, a los caídos... Temblé ligeramente sintiendo mi magia perturbada, sintiendo casi la esencia a demonio y esa aura negra... Cerré los ojos apretando los puños, no quería volver a alucinar con eso.

no le conteste nada cuando dijo que yo no era patetico... pero si me sentia asi, por eso no borraba esa sonrisa. - y pues si, supongo que fue porque no era una fase crynos natural

hey!... esta bien no pasa nada, no ... no hay nadie cerca que pueda hacerte daño y esa spuertas estan demaciado lejos para abrirce cerca tuyo ahora, no tengas miedo! declare abrazandole de pronto para calmarle puesto que habia notado como se habia congelado... estupido de mi que no medi mejor mis palabras...

- vamos.. ya falta poco para llegar a casa- dije queriendo hacerle caminar

-Sí, lo sé, es solo que... -balbuceé sin saber qué decir en realidad, mi cuerpo no quería reaccionar. Dejé que me abrazara sintiendo la agradable calidez de sus brazos, suspirando y abriendo los ojos, aunque me sentía extraño, ausente. Asentí con la cabeza cuando dijo que faltaba poco y traté de caminar, pero mi magia y mi cuerpo estaban en una total protesta.

-Siento como si de nuevo estuviera rodeado de demonios... -comenté de repente sin saber bien por qué, notando mi voz fría y distante, y mi mirada, se había vuelto casi ausente. Era como su volviera a ser la marioneta de Lucifer, y eso me causaba pánico y terror-. Estoy seguro, hay... hay un demonio cerca, ¿no lo sientes?

le escuche atento dado que su cuerpo no queria moverse y no hiba a arrastrarle, me sorprendio lo que dijo.

- Alexei...- suspire, esta bien que yo era bastante perdido en si.. pero no tanto como para no sentir si habia un demonio cerca - no hay ningun demonio cerca, algunos lycans, que predominan en esta zona, algun que otro vampiro durmiendo en su escondite cercano y algunos pocos humanos... cambiaformas algunos si no me equiboco y otros hechiceros... pero no, no hay demonios cerca... es solo tu miedo... quise explicarle con calma sonriendole consiliador, tratando de alejar el pensamiento de que en mi recuerdo yo protegia esas puertas porque era un pensamiento ridiculo.

- anda vamos a casa, alli en todo caso te sentiras mas protegido por todos los sellos...

Cerré los ojos concentrándome, sintiendo el aura de los demonios y sintiendo mi magia demasiado perturbada. Si yo fuera un felino, probablemente tendría todos los pelos erizados-. Cerberus, estoy seguro de lo que siento... -insistí, retrocediendo un par de pasos y apartándome de sus brazos, abriendo los ojos.

Sentí mi mirada enfriarse a tal punto de volverse gélida y mi semblante arrogante nuevamente, casi como si me transformara en mi antiguo yo, ese chico altivo que no le teme a nada, demasiado irreverente y más aún, cuando estaba asustado como ahora. Le miré fijamente casi con odio, pero no iba dirigido a él, sino, que hacia el demonio que sentía, estaba seguro, o mi magia no volvería mi aura tan oscura como estaba haciendo en ese momento. 

-¿No puedes sentir su aura? -volví a preguntarle, notando que mi cuerpo temblaba levemente. Cerré de nuevo los ojos y volví a retroceder un par de pasos, cerrando con fuerza los puños y casi sintiendo cómo en mis manos se formaban bolas de energía. Era una reacción reflejo, guiada por el terror y el odio que sentía hacia los demonios...

mis palabras no parecían calmarle, en  ningún sentido... su cuerpo se tensaba y yo sentía su magia acrecentarse como aquella vez que me obligo a convertirme en crynos al ahogarme... el buscaba desesperadamente un demonio, que no estaba allí, yo no sentía ningún demonio a nuestro alrededor.

- alexei, no hay nadie....- su  situacion era tal que me puse a buscar con mas enfasis... notando al fin que aunque no se diera cuenta su magia estaba  dirigiendoce hacia mi... porque hacia mi? seria porque estube tambien en el infierno al morir? o seria por  mi vicion de las puertas?.....

fue entonces cuando  mi vicion se nublo y vi esas puertas completamente nitidas y mis brazos abrirlas como si fueran simples rejas de campo...

alrrededor de mi cuerpo una oscuridad se creo, una oscuridad que fue deborada por una energia plagada de fuego, en mi cuello donde estas llamas lamian sin que yo fuera conciente de elo, aparecio un artefacto, similar a un collar que drenaba mi energia de alguna manera, y grilletes rotos en mis manos, donde tambien las llamas se concentraron, mis orejas se hicieron puntiagudas y mis ojos, el verde de mis ojos era casi  tan brillante como un verde radioactivo... en mis labios aparecio una sonriza mientras esa energia de fuego dejaba de rodearme.

- para ser un humano... ves demasiado... aunque tardaste en verlo... no tanto como el mismo... pero tardaste... declaro  alguien con mi voz, de manera seria... y yo.. yo simplemente había perdido conciencia y control de mi cuerpo.

- shhh... - llebo sus dedos hacia sus labios e hizo un sonido llamando al silencio, con una sonrisa demoniaca clavando sus  ojos en el hechicero cuya magia le amenazaba

Creo... sí, definitivamente me quedé en shock. Al menos, ya había encontrado al demonio que sentía...

-...!!! -Dejé escapar un grito ahogado mientras retrocedía, viendo cómo pedía silencio y llevándome ambas manos a los labios para no gritar, sentí miedo, un terror absoluto... el cual rápidamente fue sustituido por el odio. A Lucifer le temía, incluso de cierta forma le respetaba, pero a los demonios... a él, que me había mentido y engañado todo este tiempo...

Sentí mis lágrimas caer por la decepción y el dolor de ver esa sonrisa tan macabra pero de inmediato, fruncí el ceño y le miré con frialdad, casi con gesto retador, apuntándole con mi mano-. Si te acercas, lo juro... te mataré. Tú... maldito mentiroso... ¡¡Te odio!! -grité dolido y sin pensarlo dos veces le lancé al rostro una bola de energía.

aquel demonio, volvio a sonreir, pero de manera triste y enojada a la vez ante esas acusaciones de parte de Alexei, la energia que el hechicero avento a su rostro, se desvanecio antes de llegar, combirtiendoce en un denso aire rojo el cual aspiro al respirar por la boca, como si se alimentara de ese fuego.

- no te ha mentido... yo soy Fenrir, Garm, Naverios, Can Cerberus, el guardian de los infiernos... hiso una reverencia lijera pero medieval ante el hechicero hablando con calma, mirandole, jamas dejo de mirarle. - el... simplemente es Cerberus... surion, el hijo del viento... una parte de mi que no sabe quien es... ni que es... no puedes culparlo... el es solo un lycan irresponsable que no sabe siquiera donde nacio - no era que defendia a esa parte de si mismo, pero sabia que es lo que sucedia... ese cerberus, el que aquel hechicero conocia, pronto dejaria de existir como "lycan" y recordaria todo, entonces siempre seria el demonio, siempre seria quien ahora Alexei tenia frente a el... pero en esos momentos, Cerberus, era solo un humano dormido en la inconciencia de Fenrrir...

-¿Fenrir? -un estremecimiento me recorrió por completo y terminé por chocar mi espalda contra una pared cercana, casi sin darme cuenta de todo lo que había retrocedido. O sea, estaba frente a una de mis deidades... bueno, a como se le conocía al can infernal según mi cultura. 

Oí su explicación sin poder procesarla del todo y sin dejar de apuntarle con mi palma extendida, mientras mi magia, totalmente perturbada, me instaba a atacar otra vez, pero con nuevos hechizos que ni sabía que recordaba-. ¿Cómo...? -ni siquiera sabía bien qué decir o preguntar, pero pese a sus explicaciones, no podía dejar de mirarlo fríamente, con odio en mi mirada. 

-Por qué... -"devuélvemelo", pensaba, pero era una ridiculez decir eso en voz alta, ya que en primer lugar, ni siquiera me pertenecía. Mis lágrimas silenciosas seguían cayendo y de a poco, la mano con la cual le apuntaba terminó cayendo a mi costado, me sentí en shock, frustrado y angustiado, sin saber qué hacer, decir o pensar. ¿Cerberus era un demonio? Pero me había tratado bien y me había cuidado y protegido... pero también, estaba al servicio de Lucifer... y al pensar eso, no pude evitar odiarlo, con toda mi alma.

-Te detesto... a ambos, los detesto... Demonio asqueroso y repugnante, ¡te odio! -le grité herido y le ataqué con mi magia, lo suficientemente fuerte como para aturdir a un demonio.

tal vez alexei olvidaba.. que los demonios leen las mentes... y aunque ese ataque le irio.. de hecho que mo bastante la piel de su pecho haciendo cenizas su remera, fenrir se acerco a el y lo apreto por el cuello.

- en primer lugar... esa parte de mi no te pertenece, tal y como pensaste, no tengo nada que devolverte... y en segundo lugar...- sus dedos se precionaron mas y lo elevaron contra el muro hasta ponerlo a su altura, sus ojos irradiaban ira por un momento - yo no estoy a las ordenes de ningun angel caido, soy un demonio mucho mas antiguo que su caida misma a las profundidades... no le devo ovediencia a un hijo caprichoso de los dioses... solto a alexei antes de hacerle daño, esa no era su intencion...

- si estubiera a su servicio... no estaria en la tierra no soy un demonio que le deba nada. respiro mientras se separaba de el...

- me odias? porque nasi etiquetado bajo el nombre de "demonio" ?- sonrio casi con sarcasmo - eres un humano demaciado superficial no crees? no deverias odiar solo a los caidos ya que lo que odias es lo similar a lucifer? o solo nos odias por naser en la oscuridad? nisiquiera tienes definido que es lo que odias y ahora proclamas odiar al ser que te acogio en su hogar sin conocerte, a quien te protegio y a quien te curo... quien tiene sellos en su hogar que ni lucifer puede romper... me odias? por que? exijo que al menos me digas eso... o se lo diras a ese otro yo que duerme acaso?-