beauty killed the beast +18 priv

Comencé a ronronear inconscientemente pegado a su cuerpo, respirando su olor que se había mezclado con el de sexo, y eso me encantaba.
Su canto me relajaba hasta que deje de escucharle pero sabia que lo seguía teniendo para mi.

Hacía mucho que no me sentía así con nadie, tenía miedo de volver a sentir estas cosas. De perder de nuevo ese amor, no quería perder el amor de Daichi. Me desperté por ese pensamiento y vi que ya estaba amaneciendo, suspiré y cerré los ojos para volver a dormirme.

Me deslicé de la cama con cuidado, apoyándome como pude en varios muebles hasta llegar al servicio. Allí vi la bañera y di gracias, necesitaba estar sentado y relajado al menos una hora.

Terminé sentado en el borde llenándola hasta que me cubriera facilmente, para después echar algunas sales que allí había. Supuse que era de Lauren, y por lo tanto pensé que no le importaría darme unas cuantas... le regalaría un lote de perfumes la próxima vez.

Entré dentro de la bañera, tan caliente que provocó que gimiera bajo mientras comenzaba a lavar mi piel con cuidado. Entraba en calor como cualquier lagarto, mi piel era sensible como la de un mamífero y ello en conjunto me hacía ser delicado y necesitado de calor.

-Una hora de belleza para mí.-dije riendo bajo mientras me sonrojaba pensando en todo lo que había ocurrido.-Cielos... realmente pasó todo eso...

Me desperté después de que saliera el sol, vi que no estaba D por lo que supuse que se estaría bañando. Me quité el pijama y me acerque a la puerta del baño medio sonrojada.

Puedo bañarme contigo? - pregunte pegada a la puerta para escuchar su respuesta

Me sonrojé cuando la vi en la puerta, aunque accedí a su petición encogiéndome un poco y sonriendo leve.

-Claro, son tus sales.-comenté notando como todo el agua estaba violácea por culpa de las sales, teñían y perfumaban el agua, creando un pequeño edén en aquel baño.-He pensado que podría regalarte cremas y perfumes naturales, hechos por mí, creo que te vendrían bien para tus baños.-sonreí leve aún algo aturdido por todo.

Sonreí cuando acepto que me bañara con él, camine hacia la bañera y luego me metí con cuidado escuchando que me regalaría cremas y perfumes.

Gracias... pero yo no se que regalarte - dije sentándome con cuidado entre sus piernas y encogiendo las mías aun sonrojada. Hace tiempo que no me baño junto a alguien -dije aun sonrojada y jugueteando con el agua lila.

-No tienes que regalarme nada.-respondí aún más rojo mientras jugaba con sus cabellos, comprobando que eran suaves y gruesos, prueba que estaban sanos.-Yo nunca me he bañado con alguien más, siempre he tomado mi hora de la belleza a solas... quizás porque no suelo entregarle mi confianza a alguien más que a mi propio reflejo

El perume poseía lilas, aunque no era el único aroma usado para el perfume de las sales. Tenía una fragancia que te relajaba y adentraba en un momento único.

-Un día iremos a unas termas, tú y yo, para que compruebes como son los baños naturales. Algunas aún siguen abiertas desde la época de los romanos o árabes, restauradas más de una vez... Todas son una delicia, pero prefiero las japonesas.-sonreí recordando aquellas aguas termales cubiertas de pétalos de sakura en plena montaña, alejado de todo y de todos.

Sonreí vagamente dejando que jugara con mis cabellos, notaba su sonrojo, y yo seguía con el mio, suspire escuchando lo que decía.

Me encantaría ir a Japon, hace mucho que no voy - sonreí mirándole y cogí el gel de lavanda que tenía allí cerca.
Sabes, podrías ser mi mami... La extraño mucho - murmure haciendo puchero pasando la esponja con el gel por los brazos tranquilamente, aunque no estaba segura de que aceptara aquello.

-No puedo ser tu madre, soy un hombre.-dije señalándome con uno de mis largos dedos terminado en esas garras tan poderosas que podían desgarrar la piel de cualquiera.-Pero si lo deseas puedo cuidarte, no creo que seas una carga para mí en ese sentido. Podría enseñarte a cuidar a los animales, así como algunos modales para contener tu genio... creo que te irían mejor las cosas si te apaciguaras e intentaras tomarte todo con más calma.-comenté antes de tomarla del rostro.-Puedes meterte en líos por esa furia que desatas, es mejor razonar un poco las cosas.-ahí me sonrojé.-Aunque yo las razono demasiado.

Me sonroje mucho cuando dijo aquello de domar mi furia, por lo que mire al agua cuando me tomó del rostro y apreté los labios ronroneando un poco.
Le mire aun con los labios apretados y luego le di un besito corto en los suyos.

Lo de los animales me parece bien, pero siempre me he salido con la mía con mi genio, haciendo la niña caprichosa siempre me ha ido bien - sonreí amplio enseñándole los colmillos

-Seguro que das muchos dolores de cabeza a tu padre.-dije suspirando.-Piensa que estaría bien que te comportaras un poco, tal vez de ese modo te dejaría más tiempo disfrutar de tu libertad y él podría estar seguro que el tiempo en el cual te dejara a ti dominar el cuerpo sería seguro para ambos.-comenté tomando sus manos, acariciándolas con cuidado, mientras contemplaba sus ojos como si fuera un cuadro perfecto.

Sus ojos me contaban cosas que Jonte no hacía, eran más vivos y llenos de luz. Besé su mejilla y la abracé pegándola a mí. Era como una niña.

Resoplé con algo de resignación cuando dijo aquello, tenía algo de razón. Hinché los mofletes mirándole también.
Está bien, me portare bien....
Cerré los ojos cuando me abrazó y me acurruque contra su cuerpo ronroneando.
Quieres que te enjabone con el gel de lavanda? O... tengo de canela y coco... Vainilla... - dije moviendo los botes de gel con la mente

-Deja que vea las etiquetas.-dije tomando ambos para mirar los componentes.

Cuanto más natural fuera el jabón mejor, si tenía alcohol o perfumes sintéticos era malo para la piel porque la resecaba. Dejé a un lado el de vainilla para darle el de lavanda.

-Este no tiene nada de alcohol, los productos no son tan sintéticos.-dije señalándole bien los productos de los cuales hablaba.-¿Ves? debes mirar eso cuando compres maquillaje, ropa y cualquier otra cosa que vaya sobre tu piel o consumas directamente.-entonces tomé la esponja.-Esta bien esta esponja, pero mejor es la de cerdas duras... esa que es áspera. ¿Sabes por qué? saca la piel muerta y evita la celulitis en la mujer, además es mucho más natural.

Tenía que cuidar su cuerpo, promover en ella una idea más natural y menos sintética. Enseñaría mis trucos de belleza para su piel, para que la cuidara y le fuera mejor en sus conquistas.

-A todos los hombres les gustan las pieles suaves.-dije riendo bajo antes de sonreír.-Puedo hacer que la tengas, puedo enseñarte a crear tus propios perfumes y cremas.

Mas suave de lo que ya la tengo? - ladee la cabeza mirando la etiqueta que me enseñaba.

Gruñí un poco con lo que dijo pero no era de enfado, era de aceptación por lo que me decía.

Esta bien parece divertido - sonreí cambiando la esponja por la que había dicho y le puse el gel de lavanda para enjabonarle la espalda

-Sí, incluso más protegida a las altas y bajas temperaturas provocando que parezca seda.-dije girándome bien para que me enjabonara.-Es mejor en estos días hacerse uno mismo los geles, cremas e incluso la comida... todo está lleno de condimentos contra enfermedades, eso provoca que cuando tengamos estas no nos ayuden los medicamentos necesarios. En criaturas como nosotras dejan manchas, se vuelve áspera la piel e incluso crean malestar.-jugaba con las ondas del agua mientras recordaba algunos hechizos.-Creo que elaboraré algunas cremas con ciertos conjuros que tengo, harán que te sea más fácil y natural maquillarte. Además mis productos no están testados en animales, porque así son los productos que se compran en las grandes superficies.

Recordé entonces como cuando aún era un niño mi abuelo me llevó a liberar animales de una fábrica, algunos murieron a los pocos días por culpa de aquellos experimentos. Varios tenían abrasada la piel y jamás le creció el pelo.

Me puse a frotar con cuidado su espalda acariciando con disimulo su piel sintiendo que era suave como decía, suspire levemente.

Tengo celos de Jonte... Te a encontrado a ti, pero yo no tengo a nadie... Ojalá lo encuentre. Pero tranquilo no voy a meterme en vuestra relación - dije pasando un dedo por su columna notando las escamas del dragón.
Eres muy bonito

Suspiré cuando dijo aquello, sabía de sus sentimientos sólo al contemplar sus ojos. Conocía las emociones que le rodeaban, la asfixiaban mejor dicho, y podía notar como estas la hundían en un pozo que parecía no tener salida alguna. Si bien me sonrojé cuando dijo que era bonito, sus halagos tenían efecto en mí cuando no era lo común. Tenía cariño hacia ella, me dolía no poder provocar que tuviera un cuerpo lejos de su padre y que fuera realmente libre.

-Puedes encontrarlo, nadie ha dicho que no.-dije haciendo círculos en el agua.-Sólo no te esfuerces, yo hacía tiempo que no creía en el amor o sentimientos cercanos a este.-sonreí girándome para ver sus ojos.-Se feliz con lo que tienes ahora, disfruta de la vida y de todo lo que te ofrece... no te ofusques.

Sonreí de lado cuando dijo que si podría encontrarlo, pero sabía que no, si no encontraba un cuerpo para mi como iba a encontrar un novio?

Claro - cogí un poco de agua echándomela por el pecho y luego un poco de gel por mis piernas -Crees que soy bonita? - sonreí poniéndome de pie en la bañera dejando ver mi cuerpo y luego salí con cuidado enrollando una toalla en la cabeza y otra en el cuerpo

-Eres muy bonita y tienes espíritu de niña.-comenté saliendo tras ella y envolviéndome la cadera con una de las toallas.

Tenía tanta cintura como una chica, pero completamente plano y con ciertas escamas que mostraban mi verdadero ser. La toalla era suave, esponjosa, y podía jurar que era de algodón. Sonreí antes de besar su mejilla.

-Y eres la única mujer que me ha visto desnudo... no me suelen agradar.-comenté antes de ir directo a los perfumes que usaba, mirando cuales eran los aromas que le gustaba y pensando en cuales crear para ella.

Me giré hacia él cuando dijo que no le gustaba que le vieran desnudo las mujeres por lo que me sonroje agachando un poco la cabeza dejando que mirase mis perfumes, cogí el botecito de rosas rojas y me puse un poco en el cuello y detrás de las orejas.
Luego comencé a peinarme el cabello con cuidado.
Te a incomodado que te molestara en tu hora de belleza? - pregunte mirando hacia las baldosas del suelo sonrojada

-No, ahora puede ser nuestra hora.-comenté riendo antes de mostrarle un perfume.-Canela, atrae a los hombres y los excita. Te haré uno con aroma a rosas pero con la esencia de la canela amortiguando ese aroma para que sea suave como el de los lirios.-susurré.-Intenta encontrar un buen chico, alguien que no sea peor que tu padre en cuanto a sus "juegos" contra los demás.-dije mirando sus ojos y sonriendo.-Podemos encontrar un buen partido entre mis mejores clientes, tengo vampiros, demonios, ángeles que no son estúpidos y algún que otro humano con ciertas habilidades mágicas.

Ella no quería estar sola, más bien no debía estarlo, pero tampoco era para que estuviera con un idiota.

Asentí sonriendo cuando dijo aquello sobre la canela, me gustaba que no le molestara mi presencia, al menos podría bañarme con alguien que si disfrutaba de mis sales.

Puede ser divertido - sonreí terminando de peinar mi cabello que ya se había secado del todo - Pero antes quiero buscarlo por mi misma...Si? - puse cara de niña buena mirándole, sonreí y cogí crema hidratante. -ah... ahora me toca a mi estar "libre" quieres despedirte de papi?

-De acuerdo.-dije derrotado, no podía obligar que eligiera entre los chicos que conocía. Alcé la vista de sus cremas cuando dijo eso, lo hice con las mejillas rojas.-Por favor.-murmuré algo nervioso.-Hay una cosa que quiero decirle y bueno... no se lo dije antes.-sonreí como lo haría un niño, con inocencia, y no era algo que fingía sino que ocurría de esa forma.

Reí cuando lo vi sonrojado y cerré los ojos para transformarme en Jonte.

Lo vi desnudo con solo una toalla delante mio, sonreí y me acerque a él tomando su rostro entre mis manos, le acaricie las mejillas y lo bese con cuidado.

Espero que Lauren no te sea una carga cuando no este cazando hombres - susurre en sus labios y los lamí bajando las manos a su trasero.

-No, no lo será.-susurré.-Necesita un novio y un cuerpo, investigaré como hacer algo así. Tal vez modificando alguno, o quizás usando algo de magia a parte de la tuya.-me pegué a él rodeándolo por la cadera.-Sólo quería decirte que te quiero, igual que a ella... os quiero a ambos y cuidaré de los dos.-susurré antes de sonreír antes de hundir mi rostro en su pecho, sintiéndome demasiado rojo.

Sonreí amplio acariciando su cabello cuando se oculto en mi pecho, pensando en lo que había dicho del cuerpo para Lauren, suspire cerrando los ojos.

Yo también te quiero y te extrañare- susurre acariciando su espalda.
Tengo que dejarte ya... Pásalo bien con Lauren - le di un último beso antes de desaparecer