beauty killed the beast +18 priv

Deje que Sam se pusiera en mis muslos y le acaricie la cabeza escuchando y mirando lo que decía, sonreí pero suspire levemente.

Seguro que si podrá - le di un beso de nuevo y me incline hasta quedar pegada al cuerpo de Sammy y cerré los ojos. Pero no me quede mucho así sino que me puse de nuevo bien recordando los dulces - Dulces!!!!

-Hay que preparar antes el té, Lauren.-dije levantándome para ir hacia mi armario.-Me pondré algo más cómodo e iremos a prepararlo.

Me alejé unos metros sacando una bata negra con unas alas de mariposa violeta. Me descalcé y desnudé mi cuerpo para colocarme la bata. No tenía pudor ya ante ella, no había nada que no hubiera visto antes.

Con calma dejé mis cabellos largos, espesos, y los cuales tenían una apariencia de estar vivos. Me giré desnudo frente a ella y carraspeé.

-Atenta a esto, es una de mis formas.-susurré antes de convertirme en gato frente a ella.

Lograba cambiar de forma gracias a un pequeño hechizo y a los cambios sufridos gracias a mi abuelo. La real, la forma real que poseía cuando me molestaba era la de dragón. En Japón se la mostraría a ella y a él, ambos verían a un enorme lagarto de escamas parecidas a las sirenas del tanque.

Volví a mi forma y acomodé la ropa para salir rumbo a la cocina. Lo hice lentamente, descalzo y con las manos ocultas en mis largas mangas en forma de fantasía.

Está bien - sonreí viendo que se levantaba.

Me puse a gruñir con Sammy mientras él se cambiaba, cuando me habló le mire con curiosidad y luego vi que se transformaba en gato. Me levante de la cama y fui hacia él dando saltitos.

Que chulo - dije notando que Sammy nos seguía por el pasillo, quería ayudarle en hacer el te y preparar las cosas.

-Con esa apariencia puedo encontrar y conseguir cosas, Lauren.-dije antes de entrar en la cocina.

Tomé el agua y las bolsas de té especiales preparadas por mí. Hoy tomaría té de fresas y menta. Un té algo mentolado pero dulce, poseía un aroma agradable y era perfecto para los dulces que habíamos comprado.

-Saca los dulces de la nevera, ponlo en una bandeja de plata que tienes en la pequeña mesa del rincón.-hablaba de una mesa diminuta que tenía para dejar mis bandejas y cubiertos.-Ponlos sobre una servilleta.

Empecé a calentar el agua en un cazo y coloqué las bolsas en una tetera, en la cual echaría el agua y dejaría reposar.

Que guay- sonreí y le hice una señal a Sam para que nos esperase en el salón.
Fui a la nevera a coger los dulces y ponerlos en donde me había dicho, saque la bandeja y las servilletas poniendo los bollos con cuidado, luego comencé a olisquear el aire con olor al té.

Freeesaaass!!! - grite comenzando a dar saltitos en la cocina, nunca había probado ese tipo de té pero olía rico.

-¡Darky!-exclamé cuando el té estaba casi listo.

Reí por el comentario de Lauren, no sólo olía rico sino que sabía rico. Era un experto en té, había aprendido a elaborar mis propias recetas. Darky apareció maullando.

-Elige tu pastel, hoy tendrás pastel para ti.-comenté notando como mi gato se colocaba sobre la cabeza de Lauren. Se quedó mirando los pasteles ronroneando.-No suelo darle muchos dulces, pero es un gato especial al que no le dañan este tipo de alimentos.

Pare sin dejar de olisquear el aire que también olía a menta, vi aparecer a Darky dejando que se pusiera en mi cabeza sonriendo.
Cogí de nuevo la bandeja para llevarla a la mesita y esperar a Daichi aun con Darky en mi cabeza.

Puedo darle un poco a Sammy? - pregunte como niña buena esperando a que dijera que si o no y viniera con la bandeja de té pero olisquee una esencia pura - Que peste a pureza - dije haciendo una mueca tapándome la nariz

-Hace unas noches vino un ángel algo estúpido, le dejé un pájaro para que lo recuperara y cuando ella hiciera el trabajo sucio volviera a mí. Para nada le voy a dar uno de mis animales exóticos, lo que sí he vendido y a un buen comprador una de mis panteras.-comenté con una sonrisa.-Un chico bastante entusiasmado con la idea.-susurré antes de colocarme para servir el té.-Hay muchos chicos atractivos que vienen a mi tienda, quizás alguno te interese.

Tomé uno de los dulces y comencé a comer mirando a Samantha. Quería ese dulce, pero era algo que ella no debía comer.

-Jamás le des dulce, jamás.-dije serio.-Para ella no es bueno, se enfermaría. Sólo es curiosidad, deseos de comer algo nuevo. Pero ella está bien entrenada y si no se lo ofreces no lo toma.

- Pues aun huele muy mal - dije aun con una mueca.

Cogí uno de mis bollitos y lo mordisquee mirando a Sammy con lo que él decía, y me puse triste.

No puedes comer de esto Sammy te podrás malita -dije poniendo puchero, la acaricie la cabeza y ella se acurrucó en mi costado cerrando los ojos.
Suspire y bebí un poco de té. - Aaaww!! riico, rico

-Prefiero a los arcángeles, estos al menos huelen a incienso y canela.-dije cortando mi pastel antes de saborearlo.-¡Oh! ¡Rico!-exclamé antes de seguir comiendo.

Si en algo nos parecíamos ambos, muy a pesar de sólo ser amigos, era en el amor por los dulces. Yo especialmente lo necesitaba porque mis azúcares descendían y notaba un especial mareo.

-Dime ¿cómo deseas a ese hombre?-pregunté moviendo mi cucharilla en la taza de té.

Termine el bollito y di otro sorbo de té, cogí el bollito de nata y lamí esta con cuidado, pero me sorprendió su pregunta. Le mire y parpadee sin entender.

Eh? A que hombre? - me quede pensando a que se refería con esa pregunta. - AAAhh!! pues... mmm.... guapo... que me compre dulces y peluches... que me quiera....que sea culto... - me encogí de hombros y mordí el bollito de nata, la deje en la servilleta y volví a beber té.

-Lo físico me temo que puedas encontrarlo, el resto te será dificil.-comenté suspirando pesado.-Normalmente belleza no casa con inteligencia y amabilidad, alguna de esas tres cosas no existe.-susurré antes de tomar un poco más de pastel.-Me gustaría que Jonte conociera las cosas que me gustan, que me comprara algo no muy caro y que fuera acorde a las cosas que me atraen.-reí bajo y acaricié mis mejillas rojas.-Bueno, también me gustaría que leyera los libros que poseo y conozca un poco a mis animales. Pero no voy a pedirle eso, ni quiero que lo haga porque yo se lo pido, no es todo lo que he soñado en un compañero pero es a quien quiero. Mejor preocúpate porque te quiera realmente y no por si hace o no hace.-la miré fijamente y tomé un trago.-Preocúpate por sus sentimientos y si los envuelve en un bonito envoltorio todo bien.

Le mire cuando dijo aquello, suspire con lo que dijo y cerré los ojos escuchando ahora eso de Jonte.
Dale tiempo para conocerte mas, seguro te hace algún regalito, con mama lo hacía. -reí y termine el bollito de nata -Papi no es todo sexo... Bueno al principio si, luego se calma y se vuelve mas mimoso y regala cositas, mami siempre me lo decía- sonreí de lado y termine el té, cogí la tetera y puse mas en mi taza.

Removí con cuidado el liquido que olía aun rico.

Ya veré que encuentro

-No soy de regalos, en realidad sólo quiero que me cuide y no se vaya.

Si tenía que darle sexo para que no se fuera lo haría, no me importaba. Sólo no quería despertar y saber que estaba lejos. Podía darle todo lo que otras le daban, además podía permanecer horas en silencio sin molestar. Era un apasionado de mi tiempo libre, de leer hasta que caía agotado, y podía tener espacio personal para que no terminara asfixiado. Lo único que pedía era despertar y poder saber que no estaba solo.

-Antes de cometer cualquier locura deja que lo conozca, creo que será lo mejor.-la miré y suspiré.-Lo siento, simplemente no me fio. Y no es que no me fie de ti, sino de los estúpidos que puedes encontrar.

Eso sabe hacerlo, conmigo lo hizo - sonreí mostrando mis dientes y luego me gire para rascar la cabeza de Sammy que ella ronroneo a su manera. Reí bajito por la gracia que me hizo y fui a coger mi bollito de chocolate, lo mordisquee disfrutando de su rico sabor a chocolate.

Riiico choocolaateee - reí y ronronee pasando la lengua por la cremita de chocolate.

Con ella lo había hecho, cierto. Si bien, ella era su hija. Una hija no se deja atrás, una hija se cuida. Aunque viendo como eran algunas personas con sus hijos, y en eso metía a todas las razas, no siempre era así. Pero Jonte se veía de esos padres que deseaban tener cerca a la persona que él había engendrado, seguro que era sobretodo porque era de la mujer que tanto amó.

-Cuando comas eso iremos a ver en los libros que productos puedo elaborar.-comenté terminando mi pastel para tomar otro y seguir comiendo. Mi metabolismo era inverso al resto de los seres, cuanto más comía más delgado era.

Sonreí asintiendo preguntándome en que estaría pensando, suspire y me puse a beber rico té con los ojos cerrados viendo la imagen de mami cuando yo era una niña.

Papa de vez en cuando me dice que soy como mami de aspecto físico y cogí la manía de los dulces y peluches también - sonreí mirándole, deje la taza y seguí comiendo de un bollo de crema - De él cogí la lujuria, la soberbia, los celos, el capricho... -reí un poco y le pase la lengua por la crema ronroneando

-Sí, lo de los celos lo he visto.-murmuré antes de soltar la taza para quedar sentado serio, contemplándola.-Necesitaría que un ser estuviera muriendo y no le importara ceder su cuerpo. Después tendría que cambiarlo con magia, como he hecho con mis animales y eso no es lo complicado. Lo complicado de todo es que puedas soportar estar en ese cuerpo y te adaptes a él.-suspiré acariciando mi frente y luego sonreí.-Tendré que ver que consigo, sólo dame tiempo y quizás en un mes todo esté previsto. Mientras, hay que conseguir que todo esté como debe estar, que consigas ser feliz aquí conmigo y logremos hallar algo que te realce la belleza que ya posees.-tomé una de sus manos estrechándola, acariciándola, para que notara mi calidez en mi mundo de hielo.-Toma los dulces que quieras, todos los que desees.

Le mire cuando dijo que ya había visto lo de los celos, reí bajito bajando la mirada y la puse en Sammy rápido antes de volver a mirarle.

Lo malo es que puede que tarde como un año en adaptarme, eso si al final el mes y medio el cuerpo me rechace - suspire y seguí comiendo dulces, pero pare y agache la cabeza.
Si como mas me volveré hiperactiva - baje la cabeza un poco y rasque la cabeza de Sammy - Vamos a esos productos de belleza?

Terminé mi té levantándome con calma, mi elegancia jamás se perdía a pesar que me consternaba verla de ese modo. Tomé uno de los bombones que sosegaban, provocaban la templanza, en cualquier ser.

-Toma esto, te hará bien.-dije antes de dejarlo sobre la palma de su mano.

Acaricié su rostro y la tomé por la muñeca contraria al dulce. La llevaría a mi jardín trasero, el cual era imposible de ver de otro modo queno fuera conmigo. Lo tenía oculto, no quería que nadie lo estropeara y menos mis animales.

-Dime que olores te gustan.-dije entrando en un alfombrado suelo de hierba silvestre.

Le mire cuando se levantó y me lo quede mirando con media sonrisa, mire el dulce y sin dudar me lo metí en la boca masticando con cuidado.
Me levante también cuando me cogió de la muñeca dejando que me llevara a saber donde, vi aquel jardín y entre con cuidado a su lado olisqueando con los ojos cerrados.

El de las frutas rojas huele rico, luego la vainilla, la canela... - sonreí medio ronroneando con los ojos entre cerrados

Los cítricos vendrían bien para las cremas de limpieza facial, así como para darle un tacto suave a la piel. Las frutas rojas serían usadas para el maquillaje, olerían a ello y serían tan efectivos como los de tienda de cosméticos. La canela para el bodymilk y la vainilla para el champú. Las almendras las usaría para dar suavidad a su piel, que con un toque de menta la relajaría y activaría.

-Ya sé que tomar.-agarré una enorme cesta y comencé a meter en distintos compartimentos los ingredientes. Ella estaba detrás mía, mis pies acariciaban la hierba pues me había descalzado.

Me quede mirando el jardín grande y bonito, me quite los zapatos porque no quería estropear nada y me puse detrás suyo a seguirlo.

Para el gel de ducha quiero miel, coco y leche - ronronee en su espalda olisqueando esta mientras miraba lo que cogía. - La miel sabe rico - me lamí los labios al recordar el gusto que tenía.

-Recogí cocos hace unos días, igual que miel.-dije girándome hacia ella.-Veremos que podemos hacer.-sonreí leve antes de sumirme en mis pensamientos.

Estaba pensando en las posibilidades, en cómo conseguirle un cuerpo y que sería alguien que acababa de morir, segundos después de morir. Podía encontrar un cuerpo herido, dejarlo morir y no sanarlo, para luego sanarlo cuando ella estuviera y modificarlo.

Miel rica...

Le vi sumirse en sus pensamientos, y comencé a caminar por el jardín dejando que pensara en sus cosas aunque podía imaginarlo.

Sabes... Has cambiado mucho desde que me golpeaste al tocarte. Supongo que el culpable es papa - reí levemente olisqueando una rosa roja.