The heart get no sleep

Dormí plácidamente, sintiendo la suavidad de la cama y las almohadas, claramente hechas de plumas. No hubo sueños, o al menos no lo recordaba, solo era calma y quizas esto se debia a las drogas que me habian suminstrado. Desperte a la noche siguiente, en cuanto senti que el sol se habia ocultado, ante el ligero impulso en mi que me indicaba que alguien conocido estaba cerca, alguien cercano a mi, parte de la guardia.

Me incorpore sobre la enorme cama, estirandome por completo, agusando mis sentidos a ver si escuchaba algo, o alguien venir, pues comenzaba a sentirme hambriento, y no presisamente de comida. Suspire y me puse de pie, andando descalso por la recamara alfombrada y sali al pasillo. Nadie.

Me comenzaba a sentir un tanto desesperado, se suponia que era un secuestrado y me trataban como un huesped, no que molestara, pero... Digo, era un secuestro, al menos debian hacer la llamada para mi rescate, aun que realmente no sabia si ya lo habian hecho y esa era la razon de la presencia conocida en la ciudad.

-Pues espero que puedan sacarme de aqui - murmure y me puse a caminar descalzo aun por el pasillo, husmeando en las puertas que pude abrir, hasta que llegue a la del fondo, el lugar donde pude percibir el aroma de Dennis.

Después de dejar al chico y dormitar un rato paso much tiempo despierto pensando, nunca dejaba un cabo suelto y sentía que algo podia estarse escapando de sus manos pero  ¿Que era? 

Con esa idea paso mucho tiempo antes de que el sueño le ganase la partida, así que para cuando llego su hora habitual de despertar aun seguía dormido.

Respire profundo y entre a la habitacion, totalmente a oscuras, o casi, debido a la luz que entraba por el pasillo, a penas podia ver,pero agradecia a mis ojos sobrenaturales que esa poca luz me permitiera una vision mas clara de su habitacion, tambien pintada de blanco y el cuerpo dormido de forma tranquila sobre la cama.

Sonrei picaramente, moviendome despacio hasta estar a un lado, observando el pasivo rostro, muy atractivo, debia aceptarlo,demaciado, tanto que no pude resistirme a agacharme sobre el y dejar un beso suave,a penas un rose sobre sus labios.

-Buenas noches, bello durmiente - murmure,sonriendo ligeramente, sintiendo sus manos calientes, y ese aroma masculino que me parecia tan embriagante - Exploraba y me encontre con tu habitacion y bueno...."La curiosidad mato al gato",no de forma literal,espero - rei y me separe de el totalmente.

Se incorporo completamente haciendo a un lado las sabanas y cobijas que cubrían su cuerpo, se puso en pie apenas sintiendo el cosquilleo del frío clima de fuera en su pecho desnudo.

-¿Qué hora es? - pregunto acomodando sus cabellos, era curioso cuanto podia llegar a dormir sin la influencia de su hermano, cuando el estaba en casa dormir solo lo suficiente y el tiempo prudente para poner a salvo su mente.

- ¿Por que no esperas en tu habitación? - necesitaba un baño y ropa limpia

-No se que hora sea - indique levantando los hombros para restar importancia a aquel comentario, dedicando mi atención a detallar su cuerpo, sus músculos ligeramente marcados, el color de su piel, blanca, sin necesidad de lucir fría, era un tono natural de cualquier ser vivo, que respira y camina bajo el sol.

Mordí mi labio inferior, sonriendo mientras me sentaba sobre su cama, sintiendo su aroma impregnado en sus cobijas.

-Mejor te espero aquí, me siento muy solo en mi habitación - dije sonriendole divertido.

Lo miro desde el lado opuesto a la habitación, no estaba cómodo con alguien irrumpiendo en su privacidad, ni siquiera en sus épocas de hombre casado eso había cambiado.

- ¿Planeas algo? - dijo mirándolo - no vas a irte aunque trates de ser condescendiente

- Si quisiera escapar ya lo hubiera echo, podria seducir facilmente a uno de tus hombres y obtendria mi libertad - sonreí - no hubiera venido aquí - dije - Pero no te preocupes, no escapare, de momento... así que, puedes hacer tus cosas y yo te espero aquí.

Cruzo los brazos - Yo pondría mi vida en las manos de esos hombres - dijo afianzando su fe en sus hombres y sin esperar respuesta entro al baño.

Pronto comenzarían las festividades tradicionales de la ciudad y mantener oculto al chico seria algo demasiado complicado, quizá si se hubiera mantenido de acuerdo al plan.

Se miro al espejo, su torso desnudo luego giro para observar la negra marca que adornaba su espalda, el escudo de la familia estaba en todos lados, principalmente en los miembros de su familia.

Rei en cuanto el se dio la vuelta y entro al baño, escuche la cerradura, el como esta estaba totalmente cerrada por dentro y volvi a reir, como si me fuera imposible no forzarla, sin embargo, no lo hice, de momento y permaneci sentado sobre su desordenada cama, recostandome ahi, rodeado de su aroma y el remanente de su calor corporal, se sentia bien, extrañamente bien.

Cerre los ojos ligeramente, intentando imaginar como seria permanecer ahi, aun que dudaba que los resultados fueran buenos, pues tarde o temprano vendrian por mi, quien quiera que fuera, cualquier terrenal a mi servicio y si ellos no podian, sabia perfectamente que ella podria venir y ella podria romper cualquier barrera que protegiera esa casa...

Suspire largamente y me incorpore de nueva cuenta, prestando atencion a los sonidos de la casa, el agua de la ducha caer sobre su piel y las baldozas, los sonidos de su servidumbre y el aroma de la comida, las voces de los guardias y sus pensamientos... y sin embargo parecia todo tan silencioso. Me puse de pie casi de inmediato, aburrido y me acerque a la puerta del baño, usando mis poderes la abri, metiendome al blanco lugar, sintiendo el calor del vapor y la humedad que se pegaba en mi piel, me quede de pie ahi, cerca de la ducha observandolo en su gloriosa desnudes, casi perfecta, embriagandome con su aroma personal... casi hipnotizado.

Puso sus manos sobre la pared encima de las llaves agachando la cabeza para que el chorro de agua pegara directamente en su cuello y bajara por su espalda.

Hubo un ruido, ligero y apenas perceptible pero para su oído era tan claro a pesar del agua, no se giro, se limito a ubicarle con el rabillo del ojo.

- ¿Es que acaso tampoco comprender el significado de privacidad? - pregunto girando para quedar de frente al chico

Sonreí al sentirme descubierto, ladeando el rostro y sin dejar de mirarle fijamente, recorrerlo con la vista mientras mordía mi labio inferior. Me acerque a él a paso lento, metiéndome bajo el chorro del agua dejando que esta humedeciera mi ropa, mientras dejaba mis manos sobre su pecho.

-¿Y lo dice alguien que me tiene vigilado con cámaras? - comente sonriendo, recorriendo sus pectorales con mis manos, notando la extraña cicatriz en su plexo solar, como si hubiera tenido una operación a corazón abierto y note también que dentro de su pecho no se sentía su corazón, al igual que nosotros los inmortales, el corazón dentro de nuestro cuerpo no latía a menos que bebamos sangre - Tu corazón no late -, dije conteniendo el aliento, mirándolo fijamente a los ojos, resistiendo las ganas de besarle, por que no cabía dudas, que así, vulnerable y desnudo, lucia mucho mas atractivo y en cierta forma, aterrador.

Lo miro extrañado cuando se acerco hasta el, no comprendia la razón logica de aquello pero no articulo palabra, se dedico a miararlo mientras sus manos bajan por su pecho.

- Claro que lo hace - respondio - si no lo hiciera yo no seguiría vivo, es solo que no lo hace dentro de mi - miro su pecho en ese sitio donde se habia acostumbrado a no mirar, como si eso significase que el no prestarle atencion le haria desaparecer.

Tomo sus muñecas y las aparto de si - ¿Que quieres aqui?

Trague duro y respire profundamente, desviando la mirada, sintiendo su fuerte agarre en mis muñecas.

-La respuesta a tu pregunta es demasiado obvia, no crees? - pregunte levantando la mirada, enfrentándolo, mirándolo con deseo, ya sin fingirlo, pese a que tenia cierto temor al confesarlo.

La respuiesta efectivamente era obvia pero dicha de frente y en ese tono adquieria otro sabor de boca, aunque tampoco podia negarse que estaba en una situación bastante parecida, el chico era hermoso, atractivo en todo sentido, inevitablemente deseable.

Tomo de sus muñecas y le dio la vuelta, pegado el rubio rostro a la pared, sometiendolo por completo.

- ¿Es que no entienes aun la situación en la que estas? - gruño en su oido

Gemi al sentir el golpe seco de mi cuerpo en la pared del baño y una ligera sensacion de deja vu, la cual olvide al escuchar su gruesa voz en mi oido, su calido aliento, su aroma y el agua que aun caia sobre ambos.

-Si fuera un secuestro estaria en una celda y ya habrias pedido un rescate - conteste, moviendome ligeramente - Quizas yo quiera estar aqui, no lo has pensado de esa forma?

Le molestaba ese chico y de gran manera, le exasperaba demasiado, empujo su cuerpo más contra los azulejos blancos del baño, el agua aun caia de la regadera podia sentirla tocando y resbalando por su espalda, quería lastimarlo, realmente quería hacerlo.

Evidentemente ls fuerza que ejercía contra el pequeño cuerpo arranco algunos gemidos y contra lo esperado su cuerpo reacciono de la forma menos esperada ante que sonido.

Sonrei, simplemente era inevitale, sentir su calor, su aroma y el sentir que reaccionaba ante mis insinuaciones me complacia, asi que me eche ligeramente hacia atras, restregandome contra el, casi ronroneandole de satisfaccion.

-Deberias ser un buen anfitrion... -murmure en voz muy baja, surrurante e insinuante.

Cerro con fuerza la mandíbula hasta que un ligero rechineo salió de ella, el roce del chico era imposible de ignorar por su completa desnudez, eso comenzaba a salirse de sus manos.

Apretó el amarre de sus manos y lo giro con fuerza volviendo a pegarlo a la pared pero esta vez de frente y en un arranque de deseo puro ataco sus labios en un beso

-Auch! - deje escapar un quejido al sentir el golpe esta vez en mi espalda, y segui sonriendo, iba a decir algo, cualquier cosa, una burla quizas, pero no pude pronunciar mas cuando senti sus labios pegados a los mios. 

Cerre los ojos y me deje llevar por el calor y el aroma, por las sensaciones tan confortantes que sentia ante el calido contacto de sus labios sobre los mios.

Solía ser algún bastante cabal con la cabeza fría pero sabia de sobre manera que en esos momentos no estaba siéndolo, se estaba dejando gobernar por todos esos instintos que trataba de siempre reprimir, así es como fracasaban años de incontable fortaleza emocional.


Extendió una de sus manos para presionar el control del agua y que esta dejase de caer, deslizo sus manos por el contorno del cuerpecillo, dio algunos tirones para deshacerse de la ropa mojada que se pegaba al rubio hasta asegurarse que ya no hubiese nada que le impidiese la desnudes completa, mientras hundía su rostro en el cuello ajeno lo levanto ligeramente sobre el suelo haciendo que sus piernas buscaran sitio alrededor de si.

Pase mis brazos al rededor de Dennis, pegandome mas a su cuerpo en cuanto senti sus manos sobre el mio, pletoricos en nuestra desnudes, aquellas caricias parecian consumir el agua que habia caido sobre nosotros.

Segui besandolo de la misma forma, enredando mis piernas en torno a su cintura, gimiendo ligeramente, entre beso y beso, moviendome a penas ante el breve contacto de nuestras erecciones.

¿Hace cuanto que no se permitía sentir eso? Había pasado mucho tiempo desde la ultima vez que lo había hecho, quizá mas del que recordaba.

Aunque ahora situación era completamente diferente, sabia que el chico era diferente, sabia lo "tentador" que podría resultar mucho antes de que estuviera frente a el pero nunca imagino que tanto. Solo bastaba ese efusivo roce de su piel, la fricción del agua corriendo entre ambos, lo que fuese a suceder ya no estaba en sus manos.

Gruño en medio de sus labios, corro sus manos hasta la suave cintura enterrando sus dedos en la piel para forzarse a separado de el lo suficiente, giro al rubio para pegarlos con fuerza a la pared, mordiendo su cuello mientras se hacia le obligaba a separar las piernas. No hubo juegos previos y sin el menos cuidado se introdujo en el chico.

Deje escapar un jadeo cuando sentí el movimiento brusco, sus uñas literalmente clavadas en mi piel y como me tomaba con tal apasionamiento. Sin previos, nada. Solamente sentí la fuerza de su cuerpo dentro de mi, el calor ardiente de su pecho en mi espalda y el fuerte gruñido que surgió de sus labios mientras me poseía.

Gemí audiblemente, a penas moviéndome, acostumbrándome a aquel dolor, a la invasión, arqueando ligeramente la espalda, pegando u cabeza a su hombro y sosteniéndome de los azulejos de la pared frente a mi.