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Close your heart, open your eyes - priv.
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Close your heart, open your eyes - priv.
Daba un paseo, mientras Daichi se encargaba de varios clientes, me había pedido que le dejara atender solo a aquel muchacho, me gustaba aceptar salir de paseo y dejar que él se encargara de sus cosas. Total sabía que no le pasaría nada, volvería a la media noche, tenia mi palabra de que no volvería a acostarme con ninguna furcia, no tenía porque hacerlo, teniéndole a él.
Mi cabello seguía rubio con algún mechón de color chocolate, no me gustaba pensar que Lauren estaba con Agramón, pero sabía que la protegería de las malas artes de Caim, ahora ese demonio del miedo era familia, era la pareja de mi pequeña niña.
Llevaba una chaqueta de cuero y una camisa rota con letras, unos jeans negros también rotos, ese era mi estilo actual, con un cigarro en mis labios y linea negra alrededor de mis ojos con un poco de sombra roja.
No era ya de mi agrado pasear por las altas calles de la ciudad, engullida por la lujuria y el pecado de Caim. Tenía mejores cosas que hacer en los barrios bajos, aquel barrio era algo al contrario que toda la demás ciudad, más tranquilo gracias a aquella organización de los Thorns, tal vez les haría una visita en algún momento en aquel hospital que tenían como sede.
Mi cabello seguía rubio con algún mechón de color chocolate, no me gustaba pensar que Lauren estaba con Agramón, pero sabía que la protegería de las malas artes de Caim, ahora ese demonio del miedo era familia, era la pareja de mi pequeña niña.
Llevaba una chaqueta de cuero y una camisa rota con letras, unos jeans negros también rotos, ese era mi estilo actual, con un cigarro en mis labios y linea negra alrededor de mis ojos con un poco de sombra roja.
No era ya de mi agrado pasear por las altas calles de la ciudad, engullida por la lujuria y el pecado de Caim. Tenía mejores cosas que hacer en los barrios bajos, aquel barrio era algo al contrario que toda la demás ciudad, más tranquilo gracias a aquella organización de los Thorns, tal vez les haría una visita en algún momento en aquel hospital que tenían como sede.
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
Dejé a buen recaudo a Olivia. Necesitaba investigar ciertos sucesos que venían ocurriendo en los barrios bajos. Aquel lugar no estaba tan contaminado, inexplicablemente parecía conservar cierto encanto pese a la pobreza. Muchos conseguían alimento venido de organizaciones como los Thorns o personas allegadas a los Bloody Rose. No deseaba que ella pisara calles inseguras, era mejor que estuviera en la periferia cerca del bosque y el lago. Tenía que encontrar un lugar seguro para ambos en la ciudad, un apartamento por pequeño que fuera o una casa de dos plantas que fuera agradable. Los edificios parecían destrozados en su mayoría, pero cuanto más me adentraba en la zona más recuperada parecía. Me agradaba estar nuevamente allí, frente a las viejas grietas en el suelo y las farolas tintineando.
Era mi zona de acción cuando era un arcángel, lo continuaba siendo. En los barrios bajos había apresado a varios demonios inferiores dándoles caza, con uno pude conversar comprobando que era infantil y su maldad provenía de un nacimiento fortuito. Jamás fue amado, nunca supo que era el respeto, y por lo tanto tan sólo pude suspirar pesado antes de soltarlo. Tan sólo había armado escándalo, robado algunos dulces y destrozado un contenedor. Era a penas un niño comparado con los más terribles demonios.
Podía sentir próximo a mí a un hermano, por el aroma que desprendía sabía que había caído como yo había hecho. Su presencia me era familiar, aunque no recordaba con precisión quién podía ser. Mis pasos eran calmados y decididos, cada pisada estaba pensada de antemano. Mis ojos se quedaron fijos en un punto inexacto de la calle, esperaba encontrarme con él de frente. No sabía cual sería su reacción, a simple vista parecía ser el mismo pero mi fragancia a incienso ahora se veía mezclada con azufre, lágrimas y canela provenientes de mi pareja.
Olivia lo era todo para mi. Me lastimaba que se burlaran de ella porque había caído por mi culpa, mi maldita culpa. La culpa caía como una losa sobre mi espalda. Sin embargo, cuando la contemplaba acomodada a mi lado todo cambiaba y la culpa se desvanecía. Sólo era humo, un humo que podía espantar con el movimiento de mi mano. Por ello, porque era todo para mi, la había dejado a salvo mientras inspeccionaba un lugar seguro para ambos.
Vestía con una chaqueta de tela vaquera gruesa, así eran también mis jeans algo desgastados, mientras que mi camisa era celeste, un celeste parecido al cielo en verano, con unas letras en negro de caligrafía gótica. En ellas se podía leer una frase que podía hacer recapacitar a todo aquel que la leyera: “No me juzgues si no quieres ser juzgado, tan sólo deja que me quite la máscara para que puedas conocerme”.
Yo, al contrario que mis hermanos, sólo acepté las órdenes de Dios guardando para mi el amor que sentía por cada uno de mis hermanos. Habían descendido, pero algunos lo habían hecho enamorados o simplemente torturados con dudas. Padre a veces no permitía ponerse en duda su poder, sus decisiones, y temía que por ello Miguel descendiera. Yo en estos momentos era un gran motivo para dudar, para él era su hermano más preciado y él para mí el más admirado.
-Jonte.
Me sorprendió contemplarlo caminar por el barrio como un transeúnte más. Una calle desierta y prácticamente desnuda bajo la luz lunar. Las pequeñas farolas iluminaban nuestros pasos brevemente, mientras que las luces de las casas simplemente resplandecían recordándonos que estábamos rodeados y que podíamos ser escuchados por cientos de oídos, así como vistos. Sin embargo, la calle en sí estaba solitaria invitándonos a detenernos, contemplarnos y pronunciar alguna palabra ante aquel inesperado encuentro.
Era mi zona de acción cuando era un arcángel, lo continuaba siendo. En los barrios bajos había apresado a varios demonios inferiores dándoles caza, con uno pude conversar comprobando que era infantil y su maldad provenía de un nacimiento fortuito. Jamás fue amado, nunca supo que era el respeto, y por lo tanto tan sólo pude suspirar pesado antes de soltarlo. Tan sólo había armado escándalo, robado algunos dulces y destrozado un contenedor. Era a penas un niño comparado con los más terribles demonios.
Podía sentir próximo a mí a un hermano, por el aroma que desprendía sabía que había caído como yo había hecho. Su presencia me era familiar, aunque no recordaba con precisión quién podía ser. Mis pasos eran calmados y decididos, cada pisada estaba pensada de antemano. Mis ojos se quedaron fijos en un punto inexacto de la calle, esperaba encontrarme con él de frente. No sabía cual sería su reacción, a simple vista parecía ser el mismo pero mi fragancia a incienso ahora se veía mezclada con azufre, lágrimas y canela provenientes de mi pareja.
Olivia lo era todo para mi. Me lastimaba que se burlaran de ella porque había caído por mi culpa, mi maldita culpa. La culpa caía como una losa sobre mi espalda. Sin embargo, cuando la contemplaba acomodada a mi lado todo cambiaba y la culpa se desvanecía. Sólo era humo, un humo que podía espantar con el movimiento de mi mano. Por ello, porque era todo para mi, la había dejado a salvo mientras inspeccionaba un lugar seguro para ambos.
Vestía con una chaqueta de tela vaquera gruesa, así eran también mis jeans algo desgastados, mientras que mi camisa era celeste, un celeste parecido al cielo en verano, con unas letras en negro de caligrafía gótica. En ellas se podía leer una frase que podía hacer recapacitar a todo aquel que la leyera: “No me juzgues si no quieres ser juzgado, tan sólo deja que me quite la máscara para que puedas conocerme”.
Yo, al contrario que mis hermanos, sólo acepté las órdenes de Dios guardando para mi el amor que sentía por cada uno de mis hermanos. Habían descendido, pero algunos lo habían hecho enamorados o simplemente torturados con dudas. Padre a veces no permitía ponerse en duda su poder, sus decisiones, y temía que por ello Miguel descendiera. Yo en estos momentos era un gran motivo para dudar, para él era su hermano más preciado y él para mí el más admirado.
-Jonte.
Me sorprendió contemplarlo caminar por el barrio como un transeúnte más. Una calle desierta y prácticamente desnuda bajo la luz lunar. Las pequeñas farolas iluminaban nuestros pasos brevemente, mientras que las luces de las casas simplemente resplandecían recordándonos que estábamos rodeados y que podíamos ser escuchados por cientos de oídos, así como vistos. Sin embargo, la calle en sí estaba solitaria invitándonos a detenernos, contemplarnos y pronunciar alguna palabra ante aquel inesperado encuentro.
Invitado- Invitado
Re: Close your heart, open your eyes - priv.
A pesar de estar lejos de la tienda podía sentir la molestia de Daichi pese a estar atendiendo a sus clientes. Al terminar el cigarro lo apague y encendí otro, se estaba de maravilla por aquellas calles, no había mucha gente caminando por esta, por lo que me era fácil no pasar desapercibido.
Note una presencia familiar que hizo detenerme ladeando la cabeza unos momentos, pero seguí mi camino que daba a parar casi delante de él. Su esencia parecía haber cambiado, reí divertido negando con la cabeza.
Escuche levemente mi nombre y llevé las manos a los bolsillos de mi chaqueta. Pare debajo de una farola mirando como se aproximaba su cuerpo hacia donde estaba, cabello rubio, cuerpo... bueno siempre me había atraído su cuerpo, aunque eso nadie lo sabía.
Rafael.... - arrastre cada letra de su nombre con suavidad sonriendo por tal aparición. - Perdí la cuenta de la última vez en el que nos encontramos... Y ahora en nuestro reencuentro sueltas un olor a azufre... que es eso? Canela? Anda como mi Lauren y....sexo? - alcé las cejas intentando no reír por aquella situación, me parecía divertido aquel reencuentro.
Moví mi cigarro dando una última calada y apague el cigarro, moví la cabeza hacia los dados riendo bajito. Me acerque a él sin temor, para que tenerlo? Y llevé mis manos a sus mejillas dando un beso en su frente.
Como están esos niños a los que salvaste? - me aparte un poco de él y volví a llevar las manos a los bolsillos de la chaqueta sin dejar de sonreír, no era una sonrisa de burla, mas bien parecía de satisfacción o algo así, ni yo mismo lo sabia.
Note una presencia familiar que hizo detenerme ladeando la cabeza unos momentos, pero seguí mi camino que daba a parar casi delante de él. Su esencia parecía haber cambiado, reí divertido negando con la cabeza.
Escuche levemente mi nombre y llevé las manos a los bolsillos de mi chaqueta. Pare debajo de una farola mirando como se aproximaba su cuerpo hacia donde estaba, cabello rubio, cuerpo... bueno siempre me había atraído su cuerpo, aunque eso nadie lo sabía.
Rafael.... - arrastre cada letra de su nombre con suavidad sonriendo por tal aparición. - Perdí la cuenta de la última vez en el que nos encontramos... Y ahora en nuestro reencuentro sueltas un olor a azufre... que es eso? Canela? Anda como mi Lauren y....sexo? - alcé las cejas intentando no reír por aquella situación, me parecía divertido aquel reencuentro.
Moví mi cigarro dando una última calada y apague el cigarro, moví la cabeza hacia los dados riendo bajito. Me acerque a él sin temor, para que tenerlo? Y llevé mis manos a sus mejillas dando un beso en su frente.
Como están esos niños a los que salvaste? - me aparte un poco de él y volví a llevar las manos a los bolsillos de la chaqueta sin dejar de sonreír, no era una sonrisa de burla, mas bien parecía de satisfacción o algo así, ni yo mismo lo sabia.
Invitado- Invitado
Re: Close your heart, open your eyes - priv.
Sus acciones, palabras y sensaciones que me transmitían me abrumaron de tal forma que sólo pude balbucear un leve suspiro. Parecía que las noticias volaban, nunca mejor dicho, entre los caídos. Aquellos que una vez compadecí, incluso me entristeció su destino, o que tuve que acompañar hacia los infiernos, rogando en silencio que se arrepintieran, ahora me rodeaban con júbilo, temor o sarcasmo.
El roce de su piel, tanto el de sus manos como el de su boca, me produjo cierto dolor. Había deseado tantas veces contemplarlo una vez más, rogarle que sus acciones no fueran contra padre y entendiera que aunque cayera por lujuria, o amor, él no tenía porque destrozar el mundo como hacían otros. Los ángeles caídos siempre tenían un estigma, el cual no comprendía. Uriel los marcaba como non gratos, los clasificaba como si fueran insectos, y les clavaba su espalda cual alfileres. Deseaba encontrarme con él, como estaba haciendo con Jonte, y hacerle comprender que no había crueldad en la mayoría de nosotros.
Recordé por un instante los niños. Deseé reunirme con ellos, aunque sabía que todos se atemorizarían ante mi presencia. Podían conocer el cambio de mi esencia, aquella noche fue frente a sus ojos inocentes. Ellos lloraron la pérdida de la familia que habían formado, los dejé en manos de otro centro no tan familiar aunque sí sano y bondadoso. Todos y cada uno de ellos estaban marcados con un estigma, el estigma del amor entre razas, y yo lo sabía. Dios decidió que cayera porque ellos no eran puros ante sus ojos, no eran aceptados en su infinita y maravillosa obra, y por ello no aceptó que no fuera contra demonios por salvarlos.
-Supongo que en sus nuevas camas, soñando tal vez con un mundo menos grotesco.
Fueron mis únicas palabras al respecto, apretando los puños y deseando no llorar. Eran como mis hijos. Había tomado un amor extraño a los pequeños que me ofrecían con ternura sus brazos, contándome en pequeños susurros sus sueños y riendo conmigo ante mis cuentos absurdos, aunque llenos de verdad. En mi deseo de ser padre cuidaba a los hijos de otros, era algo que me llenaba.
-Canela es el aroma de mi pareja, su fragancia. Como bien sabes la saqué de los infiernos, no iba a tolerar que la castigaran con una falta mía. No fue ético por mi parte aceptarla en mi lecho, pero ahora que despierto contemplándola los remordimientos se esfuman. Siento que estoy siendo egoísta por primera vez, demasiado egoísta.
Él tenía un aroma extraño, parecía haber descendido del Arca de Noe y se paseara por la ciudad buscando nuevas parejas antes del diluvio. Sus cabellos con tonos entre café y dorado parecían resplandecer, a pesar que la luz que llevaba en su pecho era el amor por su hija, pues sabía que tenía una, y por su pareja. Me pregunté si su pareja era el causante de aquel aroma, pero yo a diferencia de él guardé silencio.
-Miguel y yo hablamos de ti hace cosa de unas semanas, sé que no le tienes especial devoción. Sin embargo, sabes que yo no te guardo rencor, ni ahora ni antes, sólo cierto dolor por las acciones cruentas que has cometido. No debiste aceptar el ofrecimiento de mi hermano Lucifer, debiste quedarte al margen cuidando a tu hija. No sabes la suerte que corres por tener familia.
Yo en su lugar hubiera quedado como ahora, en medio del bien y el mal, librando batallas a favor de la humanidad. Quería cuidar los sentimientos más hermosos, la belleza de una sonrisa infantil, la dulzura en el rostro de una madre, la fuerza de un guerrero al enfrentarse con sus propios demonios, el tesón de un padre de familia, la revolución llena de ilusión de algunos jóvenes... todo lo que una vez vi hermoso en los corazones de los seres más frágiles, los humanos, y de aquellos que incluso podían competir con mis hermanos en fuerzas.
El roce de su piel, tanto el de sus manos como el de su boca, me produjo cierto dolor. Había deseado tantas veces contemplarlo una vez más, rogarle que sus acciones no fueran contra padre y entendiera que aunque cayera por lujuria, o amor, él no tenía porque destrozar el mundo como hacían otros. Los ángeles caídos siempre tenían un estigma, el cual no comprendía. Uriel los marcaba como non gratos, los clasificaba como si fueran insectos, y les clavaba su espalda cual alfileres. Deseaba encontrarme con él, como estaba haciendo con Jonte, y hacerle comprender que no había crueldad en la mayoría de nosotros.
Recordé por un instante los niños. Deseé reunirme con ellos, aunque sabía que todos se atemorizarían ante mi presencia. Podían conocer el cambio de mi esencia, aquella noche fue frente a sus ojos inocentes. Ellos lloraron la pérdida de la familia que habían formado, los dejé en manos de otro centro no tan familiar aunque sí sano y bondadoso. Todos y cada uno de ellos estaban marcados con un estigma, el estigma del amor entre razas, y yo lo sabía. Dios decidió que cayera porque ellos no eran puros ante sus ojos, no eran aceptados en su infinita y maravillosa obra, y por ello no aceptó que no fuera contra demonios por salvarlos.
-Supongo que en sus nuevas camas, soñando tal vez con un mundo menos grotesco.
Fueron mis únicas palabras al respecto, apretando los puños y deseando no llorar. Eran como mis hijos. Había tomado un amor extraño a los pequeños que me ofrecían con ternura sus brazos, contándome en pequeños susurros sus sueños y riendo conmigo ante mis cuentos absurdos, aunque llenos de verdad. En mi deseo de ser padre cuidaba a los hijos de otros, era algo que me llenaba.
-Canela es el aroma de mi pareja, su fragancia. Como bien sabes la saqué de los infiernos, no iba a tolerar que la castigaran con una falta mía. No fue ético por mi parte aceptarla en mi lecho, pero ahora que despierto contemplándola los remordimientos se esfuman. Siento que estoy siendo egoísta por primera vez, demasiado egoísta.
Él tenía un aroma extraño, parecía haber descendido del Arca de Noe y se paseara por la ciudad buscando nuevas parejas antes del diluvio. Sus cabellos con tonos entre café y dorado parecían resplandecer, a pesar que la luz que llevaba en su pecho era el amor por su hija, pues sabía que tenía una, y por su pareja. Me pregunté si su pareja era el causante de aquel aroma, pero yo a diferencia de él guardé silencio.
-Miguel y yo hablamos de ti hace cosa de unas semanas, sé que no le tienes especial devoción. Sin embargo, sabes que yo no te guardo rencor, ni ahora ni antes, sólo cierto dolor por las acciones cruentas que has cometido. No debiste aceptar el ofrecimiento de mi hermano Lucifer, debiste quedarte al margen cuidando a tu hija. No sabes la suerte que corres por tener familia.
Yo en su lugar hubiera quedado como ahora, en medio del bien y el mal, librando batallas a favor de la humanidad. Quería cuidar los sentimientos más hermosos, la belleza de una sonrisa infantil, la dulzura en el rostro de una madre, la fuerza de un guerrero al enfrentarse con sus propios demonios, el tesón de un padre de familia, la revolución llena de ilusión de algunos jóvenes... todo lo que una vez vi hermoso en los corazones de los seres más frágiles, los humanos, y de aquellos que incluso podían competir con mis hermanos en fuerzas.
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
Sonreí cuando dijo que aquellos niños estaban bien, lleve otro cigarro a mis labios pero no me preocupe en encenderlo, no quería molestar con el humo.
Me quede mirando su cuerpo con las manos de nuevo en los bolsillos, preguntándome como sería él en la cama, haciendo que sonriera como el pervertido que fui una vez.
Me alegra que comprendas como me sentía cuando despertaba al lado de Camille... La única a la que ame de verdad.... - murmure cuando dijo que se sentía egoísta por aquello. Entonces tu princesita te verá como un súperheroe. Lauren huele a lavanda, frutas del bosque y canela, por fin encontré un cuerpo para ella ahora es demonio- murmure mirando al suelo y luego le mire a él de nuevo sonriendo.
Juguetee con el cigarro escuchando que había hablado de mi con Miguel, moví hacia los lados de nuevo la cabeza y luego reí levemente. Me rasque la nuca volviendo a mirar al suelo, como si un niño estuviera siendo reprendido por su padre, pero para mi Rafa antes de caer era como mi hermano mayor.
Ojalá pudiéramos romper ese pacto, ya no le respeto desde hace mucho. Si quiere quitarme a Daichi haré todo lo que pueda para matar a Lucifer... Pero yo no me preocuparía de él ahora. Noto que Caim planea algo con Leviathan... algo malo, lo presiento - le mire como si intentara buscar algo en su interior.
Uriel creo que pronto llegará no quiero que se encuentre con mi familia, no se que pasaría... Aunque ahora Lauren huele mas a Agramón que a mi. Me quema su cicatriz aquella a la que oculto a los ojos de Daichi, supongo que huelo a él... Dime que hueles, Rafa - pedí con media sonrisa, cogí el cigarro y lo apoyé tras la oreja. - Damos un paseo?
Tenía en la espalda una cicatriz que iba desde el hombro derecho al costado izquierdo proveniente de la espalda de Uriel, desde que había conocido a Camille me preocupe en ocultarla, y ahora con Daichi mas. Aunque cambiara de cuerpo siempre salía, yo fui uno de los pocos que se había liberado de la encadenación de las 70 generaciones yo formaba la constelación de Orion para toda la eternidad.
Me quede mirando su cuerpo con las manos de nuevo en los bolsillos, preguntándome como sería él en la cama, haciendo que sonriera como el pervertido que fui una vez.
Me alegra que comprendas como me sentía cuando despertaba al lado de Camille... La única a la que ame de verdad.... - murmure cuando dijo que se sentía egoísta por aquello. Entonces tu princesita te verá como un súperheroe. Lauren huele a lavanda, frutas del bosque y canela, por fin encontré un cuerpo para ella ahora es demonio- murmure mirando al suelo y luego le mire a él de nuevo sonriendo.
Juguetee con el cigarro escuchando que había hablado de mi con Miguel, moví hacia los lados de nuevo la cabeza y luego reí levemente. Me rasque la nuca volviendo a mirar al suelo, como si un niño estuviera siendo reprendido por su padre, pero para mi Rafa antes de caer era como mi hermano mayor.
Ojalá pudiéramos romper ese pacto, ya no le respeto desde hace mucho. Si quiere quitarme a Daichi haré todo lo que pueda para matar a Lucifer... Pero yo no me preocuparía de él ahora. Noto que Caim planea algo con Leviathan... algo malo, lo presiento - le mire como si intentara buscar algo en su interior.
Uriel creo que pronto llegará no quiero que se encuentre con mi familia, no se que pasaría... Aunque ahora Lauren huele mas a Agramón que a mi. Me quema su cicatriz aquella a la que oculto a los ojos de Daichi, supongo que huelo a él... Dime que hueles, Rafa - pedí con media sonrisa, cogí el cigarro y lo apoyé tras la oreja. - Damos un paseo?
Tenía en la espalda una cicatriz que iba desde el hombro derecho al costado izquierdo proveniente de la espalda de Uriel, desde que había conocido a Camille me preocupe en ocultarla, y ahora con Daichi mas. Aunque cambiara de cuerpo siempre salía, yo fui uno de los pocos que se había liberado de la encadenación de las 70 generaciones yo formaba la constelación de Orion para toda la eternidad.
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
Cada palabra en cada una de sus frases, así como el leve inciso que hacía en estas o su tono de voz, me recordaba a los días en los cuales él cayó. Viví su caída de forma trágica, igual que viví la de muchos de mis hermanos. Ver a un amigo caer, más si es parte importante de tu historia, es sentir que un pequeño trozo de tu corazón se desprende y queda sangrando. Lucifer era uno de mis hermanos más amados y respetados, cambió su forma de pensar y se volvió codicioso. Aún en los infiernos podía sentir que deseaba surgir para cambiar las cosas según su propio beneficio, lleno de crueldad y tan tóxico como venenoso. Jonte era distinto, deseó a mujeres y en concreto fue a una de ellas. Parecía destinado a estar enamorado, a encontrar a la persona que tanto deseaba para sentirse completo. Dios no toleró que le dejara de amar, como no aceptó jamás que tuviera una hija e instara al resto a sublevarse. Yo simplemente guardé silencio, escondí mis lágrimas y decidí caminar por la Tierra como era mi costumbre.
Durante dos siglos he permanecido en el cielo curando mis heridas, dejando que los celestiales me ayudaran a sobrevivir sin parte de mi cuerpo. Era pura luz, mi cuerpo humano quedó destrozado. La memoria de alguno de mis hermanos se borró, así como yo borré para mí sus actos. Dios los volvió a dejar caminar por su reino, a pesar de haberse mostrado llenos de soberbia cegadora. No comprendía porque con algunos era tan firme y con otros tan blando. Quizás conmigo lo fue y me permitió ser un estúpido soñador, lo hizo hasta que calcinó mis alas y provocó que brotaran nuevas plumas de tonalidad negra, cobre y gris plomo.
El envoltorio que lucía era el mismo que Jonte vio en nuestro lugar de oirgen, el hogar que no volveríamos a pisar, y podía sentir como él seguía siendo el mismo pese a los breves cambios en sus rasgos. Deseé abrazarlo, consolarlo de alguna forma, pero sabía que él era un guerrero y podía notar, quizás en mis acciones, que veía cierta debilidad en él.
-¿Cuándo no ha intentado algo Caim? Leviathan es un guerrero bien entrenado, un espartano, y Caim es un cerebro colosal en un cuerpo destructivo. Ambos siempre se han llevado parejo, con ciertas disputas pese a todo. No dudo que estén tramando algo que haga caer la ciudad en ruinas, aunque pertenece a Belial y noto que él está arrepentido, si bien sólo es un presentimiento y no algo que pueda aceptar como creíble.
Mi tono de voz era sosegado y nítido, mis ojos eran claros como el propio cielo en pleno verano. Mi caída no había servido para nada, me arrepentía de no haberme hecho explicar mejor a Padre pero no de mis acciones y ni mucho menos del amor que profesaba a Olivia.
-Por favor, cuéntame como te ha tratado la vida.
Susurré intentando canalizar nuestra conversación en un momento más agradable, mucho más allá de una charla donde ambos suframos por la caída y las trágicas consecuencias que nos atañe. Deseaba saber qué había pasado con él, porque había acabado con esa decisión sobre ser un guerrero de Lucifer. Jamás lo vi con deseos de asolar la Tierra, más bien lo veía como un hedonista atado a un mundo que no le pertenecía.
Durante dos siglos he permanecido en el cielo curando mis heridas, dejando que los celestiales me ayudaran a sobrevivir sin parte de mi cuerpo. Era pura luz, mi cuerpo humano quedó destrozado. La memoria de alguno de mis hermanos se borró, así como yo borré para mí sus actos. Dios los volvió a dejar caminar por su reino, a pesar de haberse mostrado llenos de soberbia cegadora. No comprendía porque con algunos era tan firme y con otros tan blando. Quizás conmigo lo fue y me permitió ser un estúpido soñador, lo hizo hasta que calcinó mis alas y provocó que brotaran nuevas plumas de tonalidad negra, cobre y gris plomo.
El envoltorio que lucía era el mismo que Jonte vio en nuestro lugar de oirgen, el hogar que no volveríamos a pisar, y podía sentir como él seguía siendo el mismo pese a los breves cambios en sus rasgos. Deseé abrazarlo, consolarlo de alguna forma, pero sabía que él era un guerrero y podía notar, quizás en mis acciones, que veía cierta debilidad en él.
-¿Cuándo no ha intentado algo Caim? Leviathan es un guerrero bien entrenado, un espartano, y Caim es un cerebro colosal en un cuerpo destructivo. Ambos siempre se han llevado parejo, con ciertas disputas pese a todo. No dudo que estén tramando algo que haga caer la ciudad en ruinas, aunque pertenece a Belial y noto que él está arrepentido, si bien sólo es un presentimiento y no algo que pueda aceptar como creíble.
Mi tono de voz era sosegado y nítido, mis ojos eran claros como el propio cielo en pleno verano. Mi caída no había servido para nada, me arrepentía de no haberme hecho explicar mejor a Padre pero no de mis acciones y ni mucho menos del amor que profesaba a Olivia.
-Por favor, cuéntame como te ha tratado la vida.
Susurré intentando canalizar nuestra conversación en un momento más agradable, mucho más allá de una charla donde ambos suframos por la caída y las trágicas consecuencias que nos atañe. Deseaba saber qué había pasado con él, porque había acabado con esa decisión sobre ser un guerrero de Lucifer. Jamás lo vi con deseos de asolar la Tierra, más bien lo veía como un hedonista atado a un mundo que no le pertenecía.
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
Encogí mis hombros levemente cuando dijo que le explicara como me había tratado la vida. Sonreí levemente.
Conocí a mi pequeña Camille y tuvimos a Lauren, mi primera nephilim después del diluvio... bueno miles de años después. Pero a los cuatro años de su nacimiento unas zorras me encadenaron y anularon mis poderes para matar a Camille delante de mis ojos, las muy tontas terminaron muertas, Lauren odia a todas las mujeres, yo luego de copular me las comía - sonreí medio perverso mirando su rostro.
Suspire levemente moviendo un poco el pie hacia los lados.
Lauren...Bueno murió, y hasta hace poco no podía otorgarle un cuerpo compatible hasta que encontré a Daichi y me ayudó. Vuelvo a amar después de siglos de la muerte de Camille, tengo miedo de perder a mi brujo. Lauren está perdidamente enamorada de Agramón, creo que algunos ven a Agramón como una mala pareja de mi niña pero, si están destinados no voy a hacer nada por impedir que estén juntos
Aparte un mechón de cabello poniéndolo detrás de la oreja y volví a suspirar, podía notar levemente su curiosidad por saber porque había hecho un pacto con lucifer.
Me amenazó con quitarme a Lauren de mi lado después de la muerte de Camille. No quería que se llevara a mi niña... por eso el pacto Rafa, no quería sentirme de nuevo solo - pase el dorso de la mano por el ojo izquierdo como si tuviera una lágrima pero no tenia nada
Conocí a mi pequeña Camille y tuvimos a Lauren, mi primera nephilim después del diluvio... bueno miles de años después. Pero a los cuatro años de su nacimiento unas zorras me encadenaron y anularon mis poderes para matar a Camille delante de mis ojos, las muy tontas terminaron muertas, Lauren odia a todas las mujeres, yo luego de copular me las comía - sonreí medio perverso mirando su rostro.
Suspire levemente moviendo un poco el pie hacia los lados.
Lauren...Bueno murió, y hasta hace poco no podía otorgarle un cuerpo compatible hasta que encontré a Daichi y me ayudó. Vuelvo a amar después de siglos de la muerte de Camille, tengo miedo de perder a mi brujo. Lauren está perdidamente enamorada de Agramón, creo que algunos ven a Agramón como una mala pareja de mi niña pero, si están destinados no voy a hacer nada por impedir que estén juntos
Aparte un mechón de cabello poniéndolo detrás de la oreja y volví a suspirar, podía notar levemente su curiosidad por saber porque había hecho un pacto con lucifer.
Me amenazó con quitarme a Lauren de mi lado después de la muerte de Camille. No quería que se llevara a mi niña... por eso el pacto Rafa, no quería sentirme de nuevo solo - pase el dorso de la mano por el ojo izquierdo como si tuviera una lágrima pero no tenia nada
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
Me desagradó que hablara con tanta impunidad de sus crímenes, él siempre había sido cercano a mí cuando contemplábamos este mundo. Ambos encontramos en él las maravillas que padre no había creado para nosotros, sin embargo lejos de molestarnos nos alegramos. Ellos eran más frágiles, se merecían un mundo más intenso. Vivían escasos años comparados con nosotros, tan sólo un pestañeo. Sin embargo, vi en él la claridad del amor y la ternura al hablar de su hija, de su primera pareja y de su nuevo amante. Sentí que aún quedaban esperanzas para él.
-Olvida ese pacto, por favor.
Dije antes de colocar mi mano derecha sobre su hombro izquierdo, comenzando a caminar por aquel sendero nocturno de asfalto negro y aceras grises. Recordé la caída de Agramon, o más bien de Aiab, y como se convirtió en demonio mediante un sucio pacto. Había caído porque castigaba a los humanos con su don, era implacable y terminó siendo incontenible. Se divertía, disfrutaba dañando, y padre lo expulsó. Yo fui quien lo llevó hasta las puertas, sellándolo. Allí se convirtió en un ser poderoso y temible, el causante de las pesadillas más tortuosas para el hombre y cualquier ser. Una bestia insaciable. Lo hizo para surgir a la superficie y buscar venganza, sin embargo cayó en la lujuria y finalmente en el amor. Yo lo llevé nuevamente a los infiernos por orden de padre, en pleno tránsito hacia el caos que lo dominó todo. Volvía a estar libre y al lado de su hija, de la hija de Jonte.
-Aunque sé que tu amor como padre te lo impide, estoy seguro que no querrás que ella sufra. Incluso acabarías en mitad de su relación si Agramón causara estragos en ella, lo sé bien.
Comprendía su amor de padre, pues yo lo había sido durante escasos meses. Nunca pude contemplar el fruto que había crecido en Marta, padre tan sólo me ofreció la posibilidad de comprender el mundo y no de quedarme en él. Había sido un pacto poco ecuánime, más bien terrible. Sin embargo, sabía que eran luces brillantes entorno a padre y que este los cuidaría pese a mi caída.
-Sé que tu corazón está lleno de bondad, pese a esos actos tan terribles. Sin embargo, ya sabes como opina Uriel. No veo a nuestro hermano desde hace siglos, temo que me deteste. Sé que contigo no tendrá piedad. Miguel se molestó al ver mis alas negras, no le culpo. Si bien, no debería estar preocupado por mí, como así lo está.
Hice un inciso para contemplar el mundo que nos rodeaba, notando como las almas iban y venían merodeando en sus casas. El mundo parecía en ocasiones un mar agitado silenciado por las apariencias.
-Algo está cambiando, puedo sentirlo.
-Olvida ese pacto, por favor.
Dije antes de colocar mi mano derecha sobre su hombro izquierdo, comenzando a caminar por aquel sendero nocturno de asfalto negro y aceras grises. Recordé la caída de Agramon, o más bien de Aiab, y como se convirtió en demonio mediante un sucio pacto. Había caído porque castigaba a los humanos con su don, era implacable y terminó siendo incontenible. Se divertía, disfrutaba dañando, y padre lo expulsó. Yo fui quien lo llevó hasta las puertas, sellándolo. Allí se convirtió en un ser poderoso y temible, el causante de las pesadillas más tortuosas para el hombre y cualquier ser. Una bestia insaciable. Lo hizo para surgir a la superficie y buscar venganza, sin embargo cayó en la lujuria y finalmente en el amor. Yo lo llevé nuevamente a los infiernos por orden de padre, en pleno tránsito hacia el caos que lo dominó todo. Volvía a estar libre y al lado de su hija, de la hija de Jonte.
-Aunque sé que tu amor como padre te lo impide, estoy seguro que no querrás que ella sufra. Incluso acabarías en mitad de su relación si Agramón causara estragos en ella, lo sé bien.
Comprendía su amor de padre, pues yo lo había sido durante escasos meses. Nunca pude contemplar el fruto que había crecido en Marta, padre tan sólo me ofreció la posibilidad de comprender el mundo y no de quedarme en él. Había sido un pacto poco ecuánime, más bien terrible. Sin embargo, sabía que eran luces brillantes entorno a padre y que este los cuidaría pese a mi caída.
-Sé que tu corazón está lleno de bondad, pese a esos actos tan terribles. Sin embargo, ya sabes como opina Uriel. No veo a nuestro hermano desde hace siglos, temo que me deteste. Sé que contigo no tendrá piedad. Miguel se molestó al ver mis alas negras, no le culpo. Si bien, no debería estar preocupado por mí, como así lo está.
Hice un inciso para contemplar el mundo que nos rodeaba, notando como las almas iban y venían merodeando en sus casas. El mundo parecía en ocasiones un mar agitado silenciado por las apariencias.
-Algo está cambiando, puedo sentirlo.
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
Hace ya mucho que no considero a los demás ángeles como hermanos, ninguno se a preocupado durante todo este tiempo
Suspire dejando su mano en mi hombro y caminando a su lado, escuchando sus palabras sobre la relación de mi niña con Agramón, no quise decir nada de momento. Él bien sabía que si volvía a hacer llorar a Lauren Samantha no sería la única en atacarle.
Si hace daño a Lauren lo mataré bien lo sabe - respondí por fin mirando al suelo.
Guarde el cigarro y luego mire hacia la calle cuando dijo que algo iba a cambiar. Suspire de nuevo cerrando los ojos, yo hacía días que lo sentía estaba alerta y mas después de mi encuentro con Naamah.
Nami vino a hacerme una visita después de tanto, sigue estando preciosa. Dice que protegerá a Lauren.... No se yo. - encogí mis hombros levemente. Quieres ir a tomar algo? Te diría de ir a la tienda pero no se como le caiga a Daichi la idea - torcí mis labios en una mueca pero sonreí igual, gire un poco la cabeza para verle.
Suspire dejando su mano en mi hombro y caminando a su lado, escuchando sus palabras sobre la relación de mi niña con Agramón, no quise decir nada de momento. Él bien sabía que si volvía a hacer llorar a Lauren Samantha no sería la única en atacarle.
Si hace daño a Lauren lo mataré bien lo sabe - respondí por fin mirando al suelo.
Guarde el cigarro y luego mire hacia la calle cuando dijo que algo iba a cambiar. Suspire de nuevo cerrando los ojos, yo hacía días que lo sentía estaba alerta y mas después de mi encuentro con Naamah.
Nami vino a hacerme una visita después de tanto, sigue estando preciosa. Dice que protegerá a Lauren.... No se yo. - encogí mis hombros levemente. Quieres ir a tomar algo? Te diría de ir a la tienda pero no se como le caiga a Daichi la idea - torcí mis labios en una mueca pero sonreí igual, gire un poco la cabeza para verle.
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
Me mordí el labio inferior, la lengua y todas mis palabras cuando dijo que el resto ya no era para él hermanos suyos. Yo respondí a una llamada, un mensaje, que tenía mi nombre. Lo hice aparecieron con mis alas negras, sin ocultar que había caído, ante Jofiel, Zadkiel y Miguel. Este último se sintió defraudado con Padre por haber caído, sin embargo guardó sus palabras y decidió que el silencio era mucho mejor que una frase que le perjudicara. Podía sentir su rabia, yo era alguien muy cercano para él. Por siempre guardaría en mis recuerdos la última noche que pasé como hijo amado y respetado por Dios, el mismo que se dejó guarecer por los brazos de su hermano y guardó silencio ante las dudas que le planteaba.
Mis ojos se volvieron de cielo líquido, las lágrimas surgieron escapándose por mis lacrimales. Podía mostrarme afligido frente a Olivia, no me permitía arrancarme la coraza y mostrar lo derruido que estaba. Había cometido el peor de los actos, el permitir que ella no estuviera al lado de Dios sino al mío. Sentía que era imposible que la pudiera cuidar como debía, me veía inútil. Sequé mis lágrimas guardando silencio, caminando a su lado.
-Prefiero no importunar a tu pareja, creo que será mejor que sigamos conversando en algún lugar tranquilo. Quizás algún bar pequeño, lejos de las malas artes de Caim.
Había escuchado los rumores, así como visto por mis propios ojos, como Caim destruía la escasa moral de todo aquel que se planteaba alzarse en su contra. Todos caían seducidos por el lujo, la decadencia, el placer y la facilidad que los mostraba. Generaba una alta energía negativa en la ciudad, la cual alimentaba a los suyos, así como al propio infierno. No sabía cómo se las ingeniaba pero cada siglo que pasaba parecía más poderoso, como si él avanzara y el resto se estancara. Tenía miedo. Reconozco que siempre le tuve temor, sin embargo sabía que Miguel podría doblegarlo junto a Uriel, así como con otros de nuestros hermanos. Para mí ellos eran mis hermanos, eran mis iguales, a pesar de mi caída. Escuchar aquellas palabras de Jonte me había abierto la herida, como si no pudiera cerrarla.
-Vigila a tu familia, yo intentaré vigilar a Olivia. Temo que un día Caim aparezca y ya sin la ayuda de Dios no podré hacer nada, quedaré expuesto a su poder. Ni siquiera pude cicatrizar la maldad que había incrustado en un vampiro, el cual lucha contra los demonios.
Recordé aquella cicatriz en aquel rostro masculino, sus ojos dorados cambiando de color como si fuera un camaleón. Una figura musculosa convertida en un amasijo tembloroso y prácticamente cegado con la escasa luz que aún portaba. Yo era un ser de luz gracias al amor que sentía por Olivia, así como gracias al amor que ella sentía por mí, era mi fortaleza. No me rendiría sin luchar, seguiría mi camino. Libraría mis batallas igual que otros libraban las suyas.
Mis ojos se volvieron de cielo líquido, las lágrimas surgieron escapándose por mis lacrimales. Podía mostrarme afligido frente a Olivia, no me permitía arrancarme la coraza y mostrar lo derruido que estaba. Había cometido el peor de los actos, el permitir que ella no estuviera al lado de Dios sino al mío. Sentía que era imposible que la pudiera cuidar como debía, me veía inútil. Sequé mis lágrimas guardando silencio, caminando a su lado.
-Prefiero no importunar a tu pareja, creo que será mejor que sigamos conversando en algún lugar tranquilo. Quizás algún bar pequeño, lejos de las malas artes de Caim.
Había escuchado los rumores, así como visto por mis propios ojos, como Caim destruía la escasa moral de todo aquel que se planteaba alzarse en su contra. Todos caían seducidos por el lujo, la decadencia, el placer y la facilidad que los mostraba. Generaba una alta energía negativa en la ciudad, la cual alimentaba a los suyos, así como al propio infierno. No sabía cómo se las ingeniaba pero cada siglo que pasaba parecía más poderoso, como si él avanzara y el resto se estancara. Tenía miedo. Reconozco que siempre le tuve temor, sin embargo sabía que Miguel podría doblegarlo junto a Uriel, así como con otros de nuestros hermanos. Para mí ellos eran mis hermanos, eran mis iguales, a pesar de mi caída. Escuchar aquellas palabras de Jonte me había abierto la herida, como si no pudiera cerrarla.
-Vigila a tu familia, yo intentaré vigilar a Olivia. Temo que un día Caim aparezca y ya sin la ayuda de Dios no podré hacer nada, quedaré expuesto a su poder. Ni siquiera pude cicatrizar la maldad que había incrustado en un vampiro, el cual lucha contra los demonios.
Recordé aquella cicatriz en aquel rostro masculino, sus ojos dorados cambiando de color como si fuera un camaleón. Una figura musculosa convertida en un amasijo tembloroso y prácticamente cegado con la escasa luz que aún portaba. Yo era un ser de luz gracias al amor que sentía por Olivia, así como gracias al amor que ella sentía por mí, era mi fortaleza. No me rendiría sin luchar, seguiría mi camino. Libraría mis batallas igual que otros libraban las suyas.
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
Su silencio hizo que supiera que mis palabras le habían dolido, pero lo que había dicho era cierto, ya ni contacto tenia con Azazel o Abadon, uno en los Iluminati comiéndole el culo a Belial y el otro en la Talamasca. Vi sus lágrimas pero no quise decir nada, simplemente seguí caminando a su lado.
Caim siempre haciendo de las suyas. - murmure y pare ya que estábamos delante de la puerta de un bar.
Suspire y abrí la puesta escuchando que decía que vigilara a mi familia, sonreí de lado y asentí con la cabeza.
Siempre lo hago, estoy solo, tu en cambio... Recuerda que fui de los casi primeros en caer, normal que ya nadie me considere su hermano, no tengo ni contacto con Azazel, que también cayó conmigo. - milenios sin saber de él ni de nadie, que mas me daba, no los necesitaba, solo necesitaba a Lauren y a Daichi a mi lado, a la mierda los demás ángeles tanto puros como caídos, tenía rabia acumulada hacia ellos, incluso lo sentí hacia Rafael -Creía que tu serías el último en caer
Caim siempre haciendo de las suyas. - murmure y pare ya que estábamos delante de la puerta de un bar.
Suspire y abrí la puesta escuchando que decía que vigilara a mi familia, sonreí de lado y asentí con la cabeza.
Siempre lo hago, estoy solo, tu en cambio... Recuerda que fui de los casi primeros en caer, normal que ya nadie me considere su hermano, no tengo ni contacto con Azazel, que también cayó conmigo. - milenios sin saber de él ni de nadie, que mas me daba, no los necesitaba, solo necesitaba a Lauren y a Daichi a mi lado, a la mierda los demás ángeles tanto puros como caídos, tenía rabia acumulada hacia ellos, incluso lo sentí hacia Rafael -Creía que tu serías el último en caer
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
Mi fe en Dios era inmensa, como si jamás estuviera saciado por su amor. Siempre buscaba ser el mejor de todos ante los ojos de padre, quería ser el más útil y el más colaborador con sus órdenes. Yo siempre cumplía su palabra, sin preguntarme a mí mismo las consecuencias. Tan sólo me guiaba por la fe y el deseo de ser útil. Quería ser amado, que él se sintiera orgulloso me hacía sentir en paz. Ansiaba que padre me viera como un buen hijo y por ello jamás protesté una orden. Sin embargo, no podía controlar el amor por la humanidad y por cada criatura que se desarrollaba en el gran legado de Dios.
La música que se encontraba en el tintineo de la lluvia cayendo contra los cristales, el sentimiento de paz que dejaba la tierra mojada mientras suspiraba por los futuros frutos, la hierba creciendo junto a las enredaderas contra la corteza de los árboles más robustos, la risa de los niños brotando mientras los charcos rebozan y sus pies se hunden en ellos, los adultos corriendo a refugiarse o encontrarse en las calles con el ser amado. La vida, en sí la vida. La música de la vida, de las lágrimas de la felicidad derramada como si fuera caricias, y el sonido del viento meciendo las ramas en un caluroso día de verano, también era música. Yo amaba el mundo por su música, por las sensaciones, y la belleza que aún hoy se podía encontrar en su gris manto de contaminación y perversión.
-Confiabas demasiado en mi amor a Dios.
Paré mis pasos para alzar mi rostro hacia las estrellas, las cuales casi eran imperceptibles debido a la oscuridad de la ciudad y las luces que la iluminaban, como si tuviera miedo de su propia perversión. Mis labios se movían lentamente como si orara, porque realmente lo hacía. Seguía rezando, pidiendo a Dios un cambio e implorando perdón por haber hecho caer a Olivia.
-Sigo amando a Padre, pero él ya no me ama. Supongo que no soy un guerrero útil después de todo.
Jonte estaba solo, según él, pero su familia le rodeaba de forma cálida. Sabía que jamás estaría solo aunque el resto le dira la espalda. Deseaba confesarle que sentía cierta envidia sana por haber sido padre, porque Dios jamás le arrebatara de forma tan cruel a su hija como hizo con John, mi hijo. Sin embargo, guardé silencio esbozando una amarga sonrisa antes de continuar mi camino junto a él.
-¿Y qué importa el resto? Puedes seguir tu camino sintiéndote fuerte, siendo fuerte, por aquellos que te valoran y te aman.
La música que se encontraba en el tintineo de la lluvia cayendo contra los cristales, el sentimiento de paz que dejaba la tierra mojada mientras suspiraba por los futuros frutos, la hierba creciendo junto a las enredaderas contra la corteza de los árboles más robustos, la risa de los niños brotando mientras los charcos rebozan y sus pies se hunden en ellos, los adultos corriendo a refugiarse o encontrarse en las calles con el ser amado. La vida, en sí la vida. La música de la vida, de las lágrimas de la felicidad derramada como si fuera caricias, y el sonido del viento meciendo las ramas en un caluroso día de verano, también era música. Yo amaba el mundo por su música, por las sensaciones, y la belleza que aún hoy se podía encontrar en su gris manto de contaminación y perversión.
-Confiabas demasiado en mi amor a Dios.
Paré mis pasos para alzar mi rostro hacia las estrellas, las cuales casi eran imperceptibles debido a la oscuridad de la ciudad y las luces que la iluminaban, como si tuviera miedo de su propia perversión. Mis labios se movían lentamente como si orara, porque realmente lo hacía. Seguía rezando, pidiendo a Dios un cambio e implorando perdón por haber hecho caer a Olivia.
-Sigo amando a Padre, pero él ya no me ama. Supongo que no soy un guerrero útil después de todo.
Jonte estaba solo, según él, pero su familia le rodeaba de forma cálida. Sabía que jamás estaría solo aunque el resto le dira la espalda. Deseaba confesarle que sentía cierta envidia sana por haber sido padre, porque Dios jamás le arrebatara de forma tan cruel a su hija como hizo con John, mi hijo. Sin embargo, guardé silencio esbozando una amarga sonrisa antes de continuar mi camino junto a él.
-¿Y qué importa el resto? Puedes seguir tu camino sintiéndote fuerte, siendo fuerte, por aquellos que te valoran y te aman.
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
Suspire levemente cuando dijo que aun seguía amando a ese ser tan... lo que fuera. Vi que se ponía a orar y negué con la cabeza.
Que tal si nos quedamos en este bar? Parece un lugar tranquilo - dije dándole un leve codazo en el costado para llamar su atención
Hacia mas tiempo que no rezaba ni nada por el estilo... Y si iba a una iglesia era para destruirla. Abrí la puerta del bar y entre tranquilamente con las manos en los bolsillos de nuevo, mire el interior del local y fui directo hacia una mesa vacía y lejos de todos.
Comencé a juguetear con el cigarro intentando no fumarlo, hacia tiempo que intentaba dejarlo pero nunca lo conseguía.
Por cierto no creo que seas un inutil - murmure sonriendo intentando animarle
Que tal si nos quedamos en este bar? Parece un lugar tranquilo - dije dándole un leve codazo en el costado para llamar su atención
Hacia mas tiempo que no rezaba ni nada por el estilo... Y si iba a una iglesia era para destruirla. Abrí la puerta del bar y entre tranquilamente con las manos en los bolsillos de nuevo, mire el interior del local y fui directo hacia una mesa vacía y lejos de todos.
Comencé a juguetear con el cigarro intentando no fumarlo, hacia tiempo que intentaba dejarlo pero nunca lo conseguía.
Por cierto no creo que seas un inutil - murmure sonriendo intentando animarle
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
Me sacó de mis pensamientos aquel gesto, un gesto común en él cuando aún caminábamos juntos por el Paraíso, mucho antes de caer y de volverse tan oscuro. Sabía que había quemado iglesias con el pretexto de las riquezas atesoradas en ellas, el pecado rezumando en las paredes, los falsos ídolos, las cruces con aquel Jesús moribundo expuesto de forma macabra, las vidrieras donde representaban el pecado y la soberbia de Padre.
Yo amaba la calma que se encontraban en las más pequeñas, aquellas cuya luz eran la de los cirios y el aroma presente eran de flores frescas. Un lugar donde la cruz era el único símbolo que recordaba que Dios estaba presente. La simpleza, la belleza de esas iglesias, que comenzaron a surgir gracias a mí. Dios amaba a sus hijos, pero también detestaba ciertos templos. Muchos creían que la iglesia era el templo, pero todos éramos iglesia, y sólo se necesitaba un lugar cómodo y cálido donde orar de corazón.
Comprendía que Jonte, Agramon y otros demonios, o ángeles caídos, se vieran arrastrados a quemar los símbolos del egoísmo, el engaño y la perversión con la cual se les señalaba como cruentos. Aunque lo comprendía no lo aceptaba, pues debían de permitir que los humanos se equivocaran y que Dios los castigara como buenamente pensara o quisiera.
Entramos en un bar, un lugar lleno de almas condenadas que aún creían en Dios intentando tener una esperanza, aunque vana, pues si no se arrepentían de sus pecados poco o nada se podía hacer. Me senté frente a la barra recordando a Sean, su agradable conversación y su cálido abrazo. Deseaba volver a verlo, aunque temía que mi nuevo camino le atemorizara y le hiciera caer en la desesperanza.
Comencé a jugar con el anillo de oro blanco de un tamaño y grosor mayor que el dado para Olivia, un anillo que representaba mi amor hacia ella. Mis manos se movían calmadas con los codos apoyados en la barra, mi mente se dispersó hacia el día del lago y una leve sonrisa se formó en mis labios. Pese a la amargura, pese a todo, el amor se formaba en mi pecho dándome luz.
-¿Es normal que la felicidad ahogue la culpa? Jamás he sido egoísta, Jonte. Siento que estoy perdiendo la batalla con la oscuridad, estoy siendo egoísta.
Yo amaba la calma que se encontraban en las más pequeñas, aquellas cuya luz eran la de los cirios y el aroma presente eran de flores frescas. Un lugar donde la cruz era el único símbolo que recordaba que Dios estaba presente. La simpleza, la belleza de esas iglesias, que comenzaron a surgir gracias a mí. Dios amaba a sus hijos, pero también detestaba ciertos templos. Muchos creían que la iglesia era el templo, pero todos éramos iglesia, y sólo se necesitaba un lugar cómodo y cálido donde orar de corazón.
Comprendía que Jonte, Agramon y otros demonios, o ángeles caídos, se vieran arrastrados a quemar los símbolos del egoísmo, el engaño y la perversión con la cual se les señalaba como cruentos. Aunque lo comprendía no lo aceptaba, pues debían de permitir que los humanos se equivocaran y que Dios los castigara como buenamente pensara o quisiera.
Entramos en un bar, un lugar lleno de almas condenadas que aún creían en Dios intentando tener una esperanza, aunque vana, pues si no se arrepentían de sus pecados poco o nada se podía hacer. Me senté frente a la barra recordando a Sean, su agradable conversación y su cálido abrazo. Deseaba volver a verlo, aunque temía que mi nuevo camino le atemorizara y le hiciera caer en la desesperanza.
Comencé a jugar con el anillo de oro blanco de un tamaño y grosor mayor que el dado para Olivia, un anillo que representaba mi amor hacia ella. Mis manos se movían calmadas con los codos apoyados en la barra, mi mente se dispersó hacia el día del lago y una leve sonrisa se formó en mis labios. Pese a la amargura, pese a todo, el amor se formaba en mi pecho dándome luz.
-¿Es normal que la felicidad ahogue la culpa? Jamás he sido egoísta, Jonte. Siento que estoy perdiendo la batalla con la oscuridad, estoy siendo egoísta.
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
Suspire levemente y vi que el chico que atendía la barra nos puso una copa sin siquiera preguntar, le mire y sonreí con media calidez.
Podía imaginar que sus pensamientos estaban en cuando estaba con él en el cielo, al igual que pensaba en la culpa por haber arrastrado a aquella joven virtud. Suspire y le di un trago al liquido.
Cuando dejas que la oscuridad te engulla sientes menos peso, con el tiempo vas cambiando tus sentimientos hacia padre, y al final terminas destruyendo iglesias - reí levemente moviendo en círculos el vaso.
Lamí mis labios y me puse a pensar en Daichi, últimamente estaba algo raro, como si estuviera engordando con dulces, ronronee y suspire cerrando los ojos.
Padre se olvido de mi a su modo, con el tiempo se olvidara de vosotros dos - encogí de nuevo mis hombros y encendí el cigarro por fin
Podía imaginar que sus pensamientos estaban en cuando estaba con él en el cielo, al igual que pensaba en la culpa por haber arrastrado a aquella joven virtud. Suspire y le di un trago al liquido.
Cuando dejas que la oscuridad te engulla sientes menos peso, con el tiempo vas cambiando tus sentimientos hacia padre, y al final terminas destruyendo iglesias - reí levemente moviendo en círculos el vaso.
Lamí mis labios y me puse a pensar en Daichi, últimamente estaba algo raro, como si estuviera engordando con dulces, ronronee y suspire cerrando los ojos.
Padre se olvido de mi a su modo, con el tiempo se olvidara de vosotros dos - encogí de nuevo mis hombros y encendí el cigarro por fin
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
-La oscuridad está bien para ti, no para mi.
Susurré contemplando la jarra de cerveza que había dejado frente a mí, cerveza negra alemana. Observé la espuma descendiendo mientras la fermentación provocaba que mis labios se sintieran sedientos. Si bien, tenía que dejarla reposar unos minutos antes de tomarla.
-Sigo luchando contra las injusticias, enviando a la muerte a demonios cruentos, ofreciendo cobijo a todo aquel que padece y tendiendo mi mano a los que desean emprender de nuevo el camino. No he cambiado Jonte, no lo haré.
No importaba si Padre ya se había olvidado de mí, aunque suponía que aún me necesitaba. No podía apagar mi luz, aún tenía cierto brillo cuando mis manos se imponían sobre los enfermos. Dios se había equivocado conmigo según Miguel, había sido demasiado duro. Si bien, no importaba ya. Mis alas de luto eran un estigma como las yagas de su hijo, todos la verían como síntoma de resurrección. Los caídos no tenían que ser villanos de una historia de ciencia ficción barata, los caídos podíamos ser aún la bondad en las sombras.
-Sigo amando a nuestro creador, no me culpes por ello.
Finalmente di un sorbo a la cerveza notando como el joven camarero me escuchaba con atención. Parecía no querer perder detalle de nuestra charla. Me sentía cohibido por sus ojos ambarinos. Rogaba información, pero para sí mismo. Deseaba tener fe, encomendar su vida a Dios, pero hasta ese momento no se había planteado la virtud y los perjuicios que amarlo acarreaba. Se veía inquieto, sus dedos se movían ágiles contra el trapo que limpiaba la barra del bar.
Susurré contemplando la jarra de cerveza que había dejado frente a mí, cerveza negra alemana. Observé la espuma descendiendo mientras la fermentación provocaba que mis labios se sintieran sedientos. Si bien, tenía que dejarla reposar unos minutos antes de tomarla.
-Sigo luchando contra las injusticias, enviando a la muerte a demonios cruentos, ofreciendo cobijo a todo aquel que padece y tendiendo mi mano a los que desean emprender de nuevo el camino. No he cambiado Jonte, no lo haré.
No importaba si Padre ya se había olvidado de mí, aunque suponía que aún me necesitaba. No podía apagar mi luz, aún tenía cierto brillo cuando mis manos se imponían sobre los enfermos. Dios se había equivocado conmigo según Miguel, había sido demasiado duro. Si bien, no importaba ya. Mis alas de luto eran un estigma como las yagas de su hijo, todos la verían como síntoma de resurrección. Los caídos no tenían que ser villanos de una historia de ciencia ficción barata, los caídos podíamos ser aún la bondad en las sombras.
-Sigo amando a nuestro creador, no me culpes por ello.
Finalmente di un sorbo a la cerveza notando como el joven camarero me escuchaba con atención. Parecía no querer perder detalle de nuestra charla. Me sentía cohibido por sus ojos ambarinos. Rogaba información, pero para sí mismo. Deseaba tener fe, encomendar su vida a Dios, pero hasta ese momento no se había planteado la virtud y los perjuicios que amarlo acarreaba. Se veía inquieto, sus dedos se movían ágiles contra el trapo que limpiaba la barra del bar.
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
No voy a pedirte que cambies, no hacia falta que me lo digas se que no lo harás, solo ve con cuidado con Lucifer - murmure moviendo el vaso con el liquido. Reí levemente cuando me pidió que no le culpara por amar a padre, di una calada al cigarro fijándome en el camarero, parecía atento a nuestra conversación por lo que hizo que ladeara un poco la cabeza.
No te culpo hermanito, solo te dejo ser, me parece bien que sigas destruyendo demonios, me gustaría pedirte que no le pusieras un dedo a Naamah, a fin de cuentas es como nuestra hermana dado que la creó padre - mire a Rafa de reojo y volví a beber un sorbo del whisky, di un toque al cigarro dejando la ceniza en el cenicero.
No dejes que tus plumas se vuelvan rojas como las mías... Me gusta ser de los pocos con alas negras y rojas - solté una carcajada y negué levemente con la cabeza suspirando
No te culpo hermanito, solo te dejo ser, me parece bien que sigas destruyendo demonios, me gustaría pedirte que no le pusieras un dedo a Naamah, a fin de cuentas es como nuestra hermana dado que la creó padre - mire a Rafa de reojo y volví a beber un sorbo del whisky, di un toque al cigarro dejando la ceniza en el cenicero.
No dejes que tus plumas se vuelvan rojas como las mías... Me gusta ser de los pocos con alas negras y rojas - solté una carcajada y negué levemente con la cabeza suspirando
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
-Si ella se mantiene lejos de los niños yo me mantendré lejos de ella, pero no lo hará y yo no evitaré atacarla.
Fue mi sincera respuesta a todo lo expuesto por su parte. Amaba a los niños, deseaba que fueran el fruto futuro de nuestra sociedad decadente. Debían crecer con cierta inocencia y seguridad, por ello siempre intentaba ayudar a todo orfanato o niño desamparado. Mi misión era salvar almas, no destruirlas, y sin embargo había dado caza a más de cincuenta demonios menores en los últimos meses. Muchos de ellos al regresar al infierno eran consumidos por almas más poderosas, disipados de este modo como si fueran humo. Nadie los recordaría ni echaría en falta.
-Eres padre, debes comprenderme en ese aspecto.
Di un trago de mi cerveza antes de apoyarla nuevamente sobre la barra, mi codo quedó apoyado en la madera mientras mi brazo flexionado se inclinaba sobre el borde de la jarra. Jugueteaba con la espuma que había quedado pegada en el borde, como si fuera una espesa capa de nieve. Cerré los ojos unos instantes, intenté relajar mi alma adentrándome en la música decadente de aquel lugar. Era un antro, un tugurio sin más, pero lejos del alcance de Caim.
Aquella melodía me traía malos recuerdos, fruncí mi ceño y mis cejas se arquearon. Entorné los ojos abriéndolos mientras miraba mi reflejo en el sucio espejo del bar. La espalda de aquel joven camarero parecía adolorida por culpa de mover cajas de bebidas, barricas y demás suministro en el local. Mi mente comenzó a volar debido a mi deseo de recordar, aunque el terror me empapara en sudor, aquella canción había sonado horas antes del inicio de la guerra. No era otra que Bela Lugosi's dead.
-Atiende a razones, mata niños inocentes por pura diversión.
Fue mi sincera respuesta a todo lo expuesto por su parte. Amaba a los niños, deseaba que fueran el fruto futuro de nuestra sociedad decadente. Debían crecer con cierta inocencia y seguridad, por ello siempre intentaba ayudar a todo orfanato o niño desamparado. Mi misión era salvar almas, no destruirlas, y sin embargo había dado caza a más de cincuenta demonios menores en los últimos meses. Muchos de ellos al regresar al infierno eran consumidos por almas más poderosas, disipados de este modo como si fueran humo. Nadie los recordaría ni echaría en falta.
-Eres padre, debes comprenderme en ese aspecto.
Di un trago de mi cerveza antes de apoyarla nuevamente sobre la barra, mi codo quedó apoyado en la madera mientras mi brazo flexionado se inclinaba sobre el borde de la jarra. Jugueteaba con la espuma que había quedado pegada en el borde, como si fuera una espesa capa de nieve. Cerré los ojos unos instantes, intenté relajar mi alma adentrándome en la música decadente de aquel lugar. Era un antro, un tugurio sin más, pero lejos del alcance de Caim.
Aquella melodía me traía malos recuerdos, fruncí mi ceño y mis cejas se arquearon. Entorné los ojos abriéndolos mientras miraba mi reflejo en el sucio espejo del bar. La espalda de aquel joven camarero parecía adolorida por culpa de mover cajas de bebidas, barricas y demás suministro en el local. Mi mente comenzó a volar debido a mi deseo de recordar, aunque el terror me empapara en sudor, aquella canción había sonado horas antes del inicio de la guerra. No era otra que Bela Lugosi's dead.
-Atiende a razones, mata niños inocentes por pura diversión.
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
Suspire levemente cerrando los ojos escuchando aquella melodía de fondo con sus palabras acerca de Naamah riendo entre dientes.
Hermano, Naamah no mata niños, solo les da una mala vida y epilepsia. Samael tendría que estar a su lado para calmarla y distraerla de los niños. O tendría que ocurrirle algo como para hacerla cambiar por completo y que se olvide de los niños, no me preguntes que le haría cambiar porque no tengo idea... - volví a beber whisky y apague el cigarro.
Me puse a pensar que había sido de Samael para que Naamah no estuviera a su lado, luego recordé levemente como se puso histérica después de su encuentro con Lucifer.
Unos demonios me dijeron que Lucifer hizo la hizo llorar y ponerse histérica cuando le dijo que Samael la había traicionado y que para los demás ella no era nadie. - susurre y mire levemente por el local moviendo mi cuerpo como si buscara algo.
Hermano, Naamah no mata niños, solo les da una mala vida y epilepsia. Samael tendría que estar a su lado para calmarla y distraerla de los niños. O tendría que ocurrirle algo como para hacerla cambiar por completo y que se olvide de los niños, no me preguntes que le haría cambiar porque no tengo idea... - volví a beber whisky y apague el cigarro.
Me puse a pensar que había sido de Samael para que Naamah no estuviera a su lado, luego recordé levemente como se puso histérica después de su encuentro con Lucifer.
Unos demonios me dijeron que Lucifer hizo la hizo llorar y ponerse histérica cuando le dijo que Samael la había traicionado y que para los demás ella no era nadie. - susurre y mire levemente por el local moviendo mi cuerpo como si buscara algo.
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
-Debe pagar sus pecados, Jonte.
Los niños que había torturado a lo largo de los siglos por puro capricho, para liberar su rencor, no eran más que víctimas de una pobre mujer envenenada por la soledad, el desamor y la escasa gratitud que le ofrendaban aquellos que decían amarla. Samael había sido un arcángel, igual que Lucifer, el cual había caído envuelto en maldad. La gloria que una vez cubrió su cuerpo como una platina de laureles dorados, los cuales bendecían su piel, se convirtió en ácido macabro y oscuro que lo transformó en un ser implacable, caprichoso y lascivo.
-No hay redención para ella, ha perdido hace mucho mi beneplácito. Te hizo caer, te arrojó a las llamas del infierno, y provocó que el mundo fuera más inseguro. No pretendas que la compadezca, no puedo hacerlo.
Mi amor por los más inocentes, sobre todo los niños y enfermos, me hacían sentir culpable por no haber intervenido en cada caso en el cual ella se había visto envuelta. Parecía cubierta de veneno. Quizás podría cambiar, como cambió él pero era algo que requería tiempo. Dudaba que ella tuviera la paciencia necesaria, la fortaleza envidiable contra los estragos que nos dañan a todos. No era fácil volver al redil cuando habías sido oveja oscura tantos milenios.
-Una vez conocí a un nieto suyo, creo que aún sigue vivo. Era un ser destructivo, aunque en sus ojos se podía leer el dolor de años soportando golpes que quebraron sus frágiles huesos infantiles. He sentido su presencia cerca de donde me encontraba, prácticamente su aliento contra mi nuca, pero no he dicho nada. He seguido caminando esperando que tuviera la decencia de explicarme qué desea.
Los niños que había torturado a lo largo de los siglos por puro capricho, para liberar su rencor, no eran más que víctimas de una pobre mujer envenenada por la soledad, el desamor y la escasa gratitud que le ofrendaban aquellos que decían amarla. Samael había sido un arcángel, igual que Lucifer, el cual había caído envuelto en maldad. La gloria que una vez cubrió su cuerpo como una platina de laureles dorados, los cuales bendecían su piel, se convirtió en ácido macabro y oscuro que lo transformó en un ser implacable, caprichoso y lascivo.
-No hay redención para ella, ha perdido hace mucho mi beneplácito. Te hizo caer, te arrojó a las llamas del infierno, y provocó que el mundo fuera más inseguro. No pretendas que la compadezca, no puedo hacerlo.
Mi amor por los más inocentes, sobre todo los niños y enfermos, me hacían sentir culpable por no haber intervenido en cada caso en el cual ella se había visto envuelta. Parecía cubierta de veneno. Quizás podría cambiar, como cambió él pero era algo que requería tiempo. Dudaba que ella tuviera la paciencia necesaria, la fortaleza envidiable contra los estragos que nos dañan a todos. No era fácil volver al redil cuando habías sido oveja oscura tantos milenios.
-Una vez conocí a un nieto suyo, creo que aún sigue vivo. Era un ser destructivo, aunque en sus ojos se podía leer el dolor de años soportando golpes que quebraron sus frágiles huesos infantiles. He sentido su presencia cerca de donde me encontraba, prácticamente su aliento contra mi nuca, pero no he dicho nada. He seguido caminando esperando que tuviera la decencia de explicarme qué desea.
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
Naamah es una mujer caprichosa que necesita atenciones, es normal que matara aquellos que decían amarla. Tal vez en un arranque de furia mato a Samael y ahora no lo recuerda. - hice una mueca por aquella idea.
Si Samael hubiera muerto en sus propias manos y terminaba por recordar no quería ni pensar en el caos que provocaría tanto en el infierno como en la tierra.
La culpa la tiene padre por crearla por un capricho de Adán, por equivocarse y no hacerla pura. - murmure como si aquello no fuera conmigo.
Bebí whisky varias veces y al dejar el vaso vacío el chico me puso mas, al decir Rafa que conocía a un nieto suyo ladee la cabeza y me puse a pensar de quien se trataba.
Ah si. Amaury, no? Su madre era la viva imagen de Naamah, me extraña que no terminara por matar a su esposo con lo que le hacía a Amaury - saque la lengua en forma de mueca y volví a dar un trago al liquido y a fumar.
Si Samael hubiera muerto en sus propias manos y terminaba por recordar no quería ni pensar en el caos que provocaría tanto en el infierno como en la tierra.
La culpa la tiene padre por crearla por un capricho de Adán, por equivocarse y no hacerla pura. - murmure como si aquello no fuera conmigo.
Bebí whisky varias veces y al dejar el vaso vacío el chico me puso mas, al decir Rafa que conocía a un nieto suyo ladee la cabeza y me puse a pensar de quien se trataba.
Ah si. Amaury, no? Su madre era la viva imagen de Naamah, me extraña que no terminara por matar a su esposo con lo que le hacía a Amaury - saque la lengua en forma de mueca y volví a dar un trago al liquido y a fumar.
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
Aquel incubo que tuvo Naamah, el cual podía tener cuerpo femenino y masculino a la vez. Un ser extraño y decadente que hizo caer a dos hermanos, uno demasiado apreciado para mi. Héctor se dejó seducir hundiéndolo en un amor imposible, llevándolo a la locura prácticamente, y cegado se dejó someter a su antojo. No quiso escuchar. Su corazón era más importante que su raciocinio. Cayó antes de la guerra, hubiera sido de vital importancia jugando un papel impresionante en ella. Sin embargo, lo último que supe es que murió desgarrado por su propio hijo en el parto.
Tras la caída de Héctor, no teniendo suficiente, hizo caer a Jasón. Había comenzado a tener las alas oscurecidas, un gris que le daba un toque de crueldad y despotismo en la batalla que aceptó Dios hasta que, como ofrenda a la mujer que empezaba a desear, le regaló la cabeza de uno de nuestros protegidos, un erudito santificado por el don de Dios para guiar a los hombres a un futuro más apacible. Jasón se hizo con el hijo de Héctor, deseándolo y pecando con él cada noche. Cientos de plegarias llegaron de mi parte a padre para actuar, pero dijo que así debía ser la condena de aquel muchacho, el cual no era más que la prueba viviente de la estupidez de Héctor.
-Siempre llevaré a mi hermano en el recuerdo, su hijo tiene una apariencia similar a sus padres. Tiene la fuerza formidable de Héctor y los impulsos bajos de esa maldita alimaña.
Mis ojos se enturbiaron, como si una tormenta en alta mar deseara zozobrar una fragata entera. Relajé mi rostro, destensé mis músculos y bajé mis hombros como muestra de derrota. Di un largo trago a la cerveza y la dejé sobre la barra.
-No culpes a padre por las acciones llevadas por ella y sus hijos, bien podía negarse a su instinto el cual estaba creado a prueba para que padre la aceptara como su hija. Pero ella sólo se dejó guiar por el deseo, yo me dejé guiar por la estupidez como lo hizo Héctor. Y sin embargo, no me apena haber salvado vidas, aunque sean vidas deshonrosas para los ojos de Padre.
Tras la caída de Héctor, no teniendo suficiente, hizo caer a Jasón. Había comenzado a tener las alas oscurecidas, un gris que le daba un toque de crueldad y despotismo en la batalla que aceptó Dios hasta que, como ofrenda a la mujer que empezaba a desear, le regaló la cabeza de uno de nuestros protegidos, un erudito santificado por el don de Dios para guiar a los hombres a un futuro más apacible. Jasón se hizo con el hijo de Héctor, deseándolo y pecando con él cada noche. Cientos de plegarias llegaron de mi parte a padre para actuar, pero dijo que así debía ser la condena de aquel muchacho, el cual no era más que la prueba viviente de la estupidez de Héctor.
-Siempre llevaré a mi hermano en el recuerdo, su hijo tiene una apariencia similar a sus padres. Tiene la fuerza formidable de Héctor y los impulsos bajos de esa maldita alimaña.
Mis ojos se enturbiaron, como si una tormenta en alta mar deseara zozobrar una fragata entera. Relajé mi rostro, destensé mis músculos y bajé mis hombros como muestra de derrota. Di un largo trago a la cerveza y la dejé sobre la barra.
-No culpes a padre por las acciones llevadas por ella y sus hijos, bien podía negarse a su instinto el cual estaba creado a prueba para que padre la aceptara como su hija. Pero ella sólo se dejó guiar por el deseo, yo me dejé guiar por la estupidez como lo hizo Héctor. Y sin embargo, no me apena haber salvado vidas, aunque sean vidas deshonrosas para los ojos de Padre.
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
Me puse a pensar en Héctor nada mas dijo su nombre, ahora no recordaba quien era, es mas casi no recordaba a ninguno de mis hermanos, sonreí levemente cerrando los ojos.
Bueno cada uno tiene su destino fijado cuando nace, su función en la tierra, Naamah tenía la función de obedecer a Adán pero se negó y ya está. - encogí mis hombros y termine el cigarro que casi estaba ya consumido, luego bebí otro trago al whisky. Si Daichi se queda embarazado... Saldrán unos niños muy poderosos - murmure casi sin darme cuenta, aparte el vaso y cruce los brazos sobre la mesa para dejar caer mi cabeza sobre estos cerrando los ojos.
Bueno cada uno tiene su destino fijado cuando nace, su función en la tierra, Naamah tenía la función de obedecer a Adán pero se negó y ya está. - encogí mis hombros y termine el cigarro que casi estaba ya consumido, luego bebí otro trago al whisky. Si Daichi se queda embarazado... Saldrán unos niños muy poderosos - murmure casi sin darme cuenta, aparte el vaso y cruce los brazos sobre la mesa para dejar caer mi cabeza sobre estos cerrando los ojos.
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
-Yo desearía ser padre, pero estoy seguro que este mundo no está hecho para criaturas tan frágiles. En estos momentos si Olivia quedara gestando sentiría que podrían herirla con facilidad, no podría siquiera despegarme de ella cinco minutos. Tengo muchos enemigos que me quieren muerto, aún más a mi hijo o hijos. Si ella queda gestando lo tendríamos, amaríamos y cuidaríamos. Pero de momento no está en mis planes, no es lo que deseo por el bien de mi futura familia.
Tenía miedo a tantos, sabía que estaba en la diana de muchos. Jonte era paciente, sabría escucharme si en algún momento yo le hiciera daño, por cualquier motivo, pero otros no eran así. Había quienes bebían del veneno del rencor olvidando que sólo cumplía órdenes. Conocía sus caras, recordaba cada noche sus pecados y sus nombres, hasta quedarme dormido aferrado a mi pareja. Era una punzada de dolor terrible que recorría mi columna vertebral. Mis manos se convertían en dos trozos de carne sudorosos, las cuales temblaban como si fueran de flan. Miedo, el miedo me recorría, y todos podían percibirlo como una bofetada extraña.
-Comprende, no es algo que me interese. Sin embargo, si tú deseas serlo sabes que tienes mi apoyo y si alguna vez me necesitas te tenderé mi mano.
No conocía a su pareja, pero si había convertido a mi hermano en un hombre de bien se lo agradecería. En estos momentos necesitábamos gente como él en este mundo, personas que quisieran un lugar mejor y no una bola incandescente completamente asolada.
Tenía miedo a tantos, sabía que estaba en la diana de muchos. Jonte era paciente, sabría escucharme si en algún momento yo le hiciera daño, por cualquier motivo, pero otros no eran así. Había quienes bebían del veneno del rencor olvidando que sólo cumplía órdenes. Conocía sus caras, recordaba cada noche sus pecados y sus nombres, hasta quedarme dormido aferrado a mi pareja. Era una punzada de dolor terrible que recorría mi columna vertebral. Mis manos se convertían en dos trozos de carne sudorosos, las cuales temblaban como si fueran de flan. Miedo, el miedo me recorría, y todos podían percibirlo como una bofetada extraña.
-Comprende, no es algo que me interese. Sin embargo, si tú deseas serlo sabes que tienes mi apoyo y si alguna vez me necesitas te tenderé mi mano.
No conocía a su pareja, pero si había convertido a mi hermano en un hombre de bien se lo agradecería. En estos momentos necesitábamos gente como él en este mundo, personas que quisieran un lugar mejor y no una bola incandescente completamente asolada.
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Re: Close your heart, open your eyes - priv.
Llevé el vaso a los labios terminando el liquido, mire el reloj pensando que ya era hora de regresar a la tienda, escuche sus palabras y sonreí mientras me ponía mejor en el taburete.
Si quieres ayudarme, averigua como deshacerme del pacto con Lucifer para que no me ataque si Daichi se queda preñado - me levante para sacar mi cartera y buscar billete para pagar, deje dos en la barra pagando lo de los dos y luego le di un leve beso en los labios.
Tengo que regresar ya, nos vemos hermanito - sonreí y camine hacia la puerta del local. - Cuidaos - murmure saliendo por la puerta para caminar hacia la tienda.
Si quieres ayudarme, averigua como deshacerme del pacto con Lucifer para que no me ataque si Daichi se queda preñado - me levante para sacar mi cartera y buscar billete para pagar, deje dos en la barra pagando lo de los dos y luego le di un leve beso en los labios.
Tengo que regresar ya, nos vemos hermanito - sonreí y camine hacia la puerta del local. - Cuidaos - murmure saliendo por la puerta para caminar hacia la tienda.
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