Borderline - priv -

Hubo un golpe de calor en mis congeladas mejillas como respuesta - Darius - mis ojos se clavaron en los suyos, me acababa de pedir que me quedara con el y a mi me había gustado que lo hiciera, fue allí cuando me di cuenta que quizá tampoco yo hubiese tenido la fuerza para abandonarlo después de todo - Sabes que eso tonto y arriesgado - y quizá hasta rayaba en lo egoísta - pero aún así - comencé a asentir y por reflejo me acerque a el para besarlo, aunque el roce de nuestros labios fue momentáneo cuando por mi mente paso Jukka, no estábamos solos, mi padre estaba allí, así que me separe y le dedique una sonrisa nerviosa - Lo siento - le dije, yo quería hacer bien las cosas con el, quería que funcionará y que en nuestra segunda reunión me viera así no ayudaba mucho.

Entonces otro espasmo sacudió mi estómago y me hizo volver a encogerme, a temblar por el frío, a marearme sin razón aparente, apoye las manos al suelo y maldeci en voz baja.

Los observaba con atención casi morbosa, tratando de descifrar que era todo aquello que emanaban, tantas emociones que el no comprendía, la confusión en la mente de ambos, y ese vinculo que les unía, pese a la diferencia de edades y de razas.

Ladeo el rostro cuando escucho a su hijo decir aquella disculpa y se puso de pie en cuanto le vio caer al suelo, debilitado.

-Debes elegir que es lo que vas a hacer, Andrew - dijo en un tono de voz parco, manteniéndose a prudente distancia de ambos seres - ¿Quieres seguir siendo un híbrido débil y susceptible o deseas ser parte de la eternidad, yo puedo brindarte poderes que nadie mas en el mundo podría, y podrías protegerte por ti mismo, y proteger a aquellos que te interesan.

Levanté la vista cuando mi padre hablo, decir que me sorprendía su propuesta era mentir, aquella noche en que nos conocimos yo le había pedido que me llevase con el pero había dicho que no era el momento, ¿sería esto como una medida para protegerme? Me incorpore con dificultad - Jukka -.

Y ¿Que debía hacer? Mire a Darius, talvez por que esperaba algo en sus gestos que me dijera lo que opinaba de esa propuesta.

- Necesito cinco minutos - respondí caminando con cierta dificultad hasta la puerta donde me quede paraba sostenido del marco corroído de madera - tómalo como mi último deseo, padre - sonreí y camine hacia el claro fuera de la vieja cabaña.

Él simplemente asintio, guardando silencio y distancia, observando a Darius moverse con la intencion de seguir a su hijo, pero respetaba su deseo de estar solo, un instante. Se acerco a Darius, sosteniendolo por el brazo, para evitar que le siguiera.

-Tiene que decidirlo por si solo... al igual que tu.

Camine por el rocoso camino del claro hasta una fila de árboles ¿Dónde se supone que estábamos? Mi cuerpo tiroteaba por las corrientes heladas, fue hasta entonces que me di cuenta del estado de ropa, odiaba esas lagunas mentales, pero tenía la sensación de que no me gustaría recordar.

Me detuve cerca de un roble caído, me deje caer de rodillas levantando la mirada al cielo, a la luna, y así estuve un largo momento sin hacer nada, sin pensar nada.

Perdí ensayos e todo de cuánto tiempo exactamente estuve allí incado con los ojos cerrados, con esa sonrisa forzada que el frío me complicaba articular.

- ¿Así qué así acaba todo? - murmuré al fin, sentí una opresión en el pecho con esa frase, daba gracias a Jukka y Darius por ese momento de privacidad, suponía que ellos ya debían conocer mi respuesta, no es que fuera a haber otra, pero yo .... necesitaba decirle adiós a la única vida que conocía, a la única familia que tenía a todo lo que tenía, sin embargo en esa cabaña había una nueva oportunidad.

Hubiera deseado poder llorar, pero me fue imposible.

Mire hacia abajo donde un destello de luz de la luna revelaba un trozo de vidrio roto, lo levante con un cuidado excesivo. Extendí mi mano izquierda mirando el pálido y congelado dorso, tomado ese viejo trozó de vidrio comencé a marcar una serie de cortes en la piel, cosa que también sirvió para darme cuenta que la droga estaba completamente fuera de mi por que eso dolió como el infierno, luego rasgue un trozo de mi playera y la enrolle en la herida, esa era la única cicatriz que iba necesitar.

Caminava de un lado al otro, deseperado, realmente queria seguirle, vigirlar que estuviera bien, que no lo fueran a separar de mi... no ahora que me había percatado de cuanto era lo que sentia por él. Andrew era mio, lo sabia, de alguna forma extraña, el verme reflejado en sus ojos, me hacia sentir esa paz que necesitaba, ese azul calido borraba la frialdad de los otros...

Segui andando, sintiendo la insistente mirada de Jukka que parecia impasible, en silencio y estatico como una estatua, a penas moviendose para sacudir la ceniza del cigarro que tenia en sus labios, me acerque a el, quitandoselo de los dedos, dando largas caladas, buscando tranquilizarme y no salir corriendo detras de el y traerlo de vuelta, sano y salvo, aun que en mi mente... tambien estaba el angel... Adrian... De quien no sabia que estaria pasando.

Bien, era tiempo de hacerlo.

Trastabille hasta la puerta de madera corroída, mis manos estaban heladas igual que el resto de mi cuerpo, no sentía las mejillas y podía jurar que mi nariz se había enrojecido completamente.

- ¿Me extrañaron? - me recargue en la pared más próxima resvalandome por ella hasta sentarme en el suelo - Bien, hagamoslo ya - mire a Jukka - Hey ¿te importaría compartir eso? - mire a Darius fumando al otro lado de la habitación y estire mi brazo para pedir su cigarrillo, luego mi mirada regresó a Jukka - Una cosa más - levanté mi mano mal vendada - Quiero que esto se quede.

Casi corrí a su lado cuando le vi llegar, estando el en suelo, me acerque con calma, aun temblando estire la mano donde llevaba el cigarro, medio sonriendo y sintiendo el ansia de oler su sangre impregnar el ambiente.

-Que has hecho? - pregunte, sin recibir una respuesta, ya que Jukka se había acercado, manteniendo su mutismo y se agacho, quedando en cuclillas frente a su hijo.

-Por que quieres llevar una marca en tu cuerpo inmortal, Andrew? - pregunto, fijando sus ojos aguamarina en los ajenos- Que tan importante es lo que has escrito en tu carne para llevarlo eternamente?

Dijo una ves mas, tomando el brazo del joven, quitando el improvisado vendaje y fijar sus ojos en las heridas.

El cigarrillo ni siquiera llego a mis labios, Jukka sostenía mi mano, el roce de la tela me arranco una mueca - Si la quiero - respondí de forma decidida y orgulloso de aquellas marcas rojizas y poco legibles por la carne ligeramente hinchada - será mi recordatorio - mire cada uno de los números que marque - Es el día en que llegue aquí - respondí con la mirada fija en la herida - El día en que ... - mire a Darius - Cuando te conocí dijiste que había cosas que no podrás recordar como eran bueno yo no quiero que eso pase, realmente espero que no, pero sí llegase a suceder quiero poder ver esto y recordar una parte de lo importante que es - respondí a mi padre.

Jukka miro nuevamente a su hijo y a su progenie, sin lograr a entender el nivel sentimental que los unía. Asintió y y puso su mano sobre las heridas, dejando que el fuego negro del cual tenia poder absoluto cauterizara y sellara las marcas en la piel de su vástago, para siempre. 

-Ahora, hay algo mas que desees antes de morir y renacer a la oscuridad, Andrew? - pregunto, sin soltar la mano aun cálida del menor.

Esa sería la última vez que sería dolor así que por un lado eso estaba bien - Gracias - murmuré mirando nuestras manos juntas, sonreí - Gracias de verdad y bueno en vista de que dudo mucho que alguno traiga una botella de whisky pues ..... - suspiré, pase una lista de cosas que realmente extrañaría, supongo que esto debía ser igual para todos, uno nunca sabía cuando sería el último de sus días - Ya no hay tiempo - disimule una sonrisa.

Solte su mano con suavidad y camine hasta Darius - Cumplí mi palabra, después de todo sí volvi, aunque ahora no se sí sea correcto despedirme .... Por un rato

Sonrei ligeramente y lo estreche contra mi, para sentir el calor de su cuerpo aun vivo, despidiendome de aquel humano del cual me habia enamorado sin querer... esperando darle la bienvenida al inmortal que se quedaria a mi lado tanto como el deseara.

-Te esperare aquí, cuando hayas cambiado- murmure en su oido, separandolo a penas para agacharme y besar sus deliciosos labios... degustar el sabor a tabaco en su boca humeda y caliente- No tengas miedo... piensa que nada hay peores cosas que la transición... - dije y lo deje ir, cuando Jukka lo arranco casi, de mis brazos.

Y una ves mas, aquellas muestras de afecto que seguia sin comprender... 

Los dejo despedirse, decir lo que tuvieran que decirse, les dio el tiempo suficiente antes de acercarse a ambos y tomar del brazo a Andrew.

-Se hace tarde, el amanecer esta cerca y necesito que este todo terminado antes de... - indico con simpleza, como si aquel acto fuese algo habitual, aun que había obrado aquella "magia" solo en pocas ocaciones, para Jukka, resultaba ... facil.

Tomo a Andrew entre sus brazos, con posesividad. Abrio la boca grande, mostrando sus largos colmillos y los hundio en la blanca y suave piel, mirando con sus frios ojos a Darius, aguardando cualquier reacción, esperando que no tener que atacarle mientras tomaba la sangre de su hijo, completando la union fraterna que compartian.

Darius hizo lo que no me atrevía a hacer, sentirlo de aquel forma me hizo un hueco en le corazón, sentía como si de verdad me estuviera despidiendo de el y de ese aroma tan varonil que desprendía, cerré los ojos ante el contacto de nuestros labios siguiendo el ritmo gentil de los suyos. El siempre había sido así conmigo; gentil.

Era inevitable, innegable, mi vida podría estar a punto de dar un giro por el poder de Jukka pero era la voluntad de ese vampiro la que doblegaba mi alma.

Oi su voz y luego aquel penetrante aroma se alejo de mi junto con su abrazo, Jukka era ahora el que estaba sujetándome, trague saliva esperando lo que venia y solté un quejido cuando sus afilados dientes atravesaron sin cuidado alguno mi carne, eso sin duda fue diferente a las veces en que había alimentado a Darius, moví mis manos hasta su espalda y me aferre a su chamarra con toda la fuerza que tenia mientras literalmente el absorbía mi vida, cerré los ojos.

Y aquella sangre era sin duda... dulce, calida, que llenaba cada espacio en su cuerpo de un renovado calor que lo hacia sentir realmente extraño, pero le gustaba esa sensación, el cosquilleo de nueva vida corriendo por sus venas, pero al tiempo era consiente de que la vida que estaba tomando era importante, que debía detenerse antes de matar a su propio hijo, y pese al delirante placer que la sangre del humano provocaba en él, se separo de las heridas, sin sellarlas, tomando el cuerpo frió y laxo de su bastago, lo dejo sobre el viejo diván al cual lo habia dejado cuando llegaron.

Levanto la manga de su chaqueta y corto la azulada vena que latia en su muñeca, dejando que la sangre de un color rojo oscuro, casi purpureo se deslizara por su extremadamente blanca piel, como miel espesa hasta los labios ligeramente abiertos de su hijo. Observo con tranquilidad analítica como su sangre caía en pesadas gotas dentro de aquella cavidad, ignorando la tensión de Darius, y sus pensamientos que eran nítidos para el, el recuerdo de su propia transformación.

-Pensé que ya no recordabas aquella noche - murmuro, sin dejar de mirar a Andrew, pegando mas su muñeca a los labios ajenos en cuanto el mas joven comenzó a reaccionar, casi por instinto a la sangre de Jukka.

Poco a poco las fuerzas que tenia comenzaron a abandonarme conforme el seguía bebiendo de mi, solté el abrazo con el que me aferra a su cuerpo por que mis brazos se hicieron una carga difícil de soportar e incluso mis piernas le habían cedido la tarea de sostener mi cuerpo. Reprimí el impulso que tenia por luchar para soltarme.

Poco a poco los sentidos comenzaron a dejarme, a morir, todo se volvió casi en penumbras, la bruma cubrió las cosas haciendo siluetas danzantes, el sonido genero ecos amorfos y carentes de sentidos, comencé a sentir que flotaba en la nada mientras el golpeteo de martillazos taladran mis oídos.

Mis pulmones se cerraron y me vi luchado por aire débilmente.

Y justo cuando mi cuerpo había empezado a abandonar su lucha por mantenerse vivo un fuerte liquido escurrió por mi boca, literalmente lo sentí quemarme mientras avanzaba por mi garganta, en el primer instante sentí que estaba bebiendo fuego sin la posibilidad de huir, pero en el otro momento estaba luchando por mas de aquello, había estirado mis manos hasta la fuente de ese liquido hasta pegarlo a mis labios, comencé a succionar por instinto, a beber con desdén llenándome la boca con el.

Experimente un tipo de sed que nunca antes había sentido.

Una diferente fuerza lleno mi cuerpo, de un fuerte tirón aquello se había separado de mis labios y juro que hubiera luchado por mas si no hubiera sido por que aquel abrazador fuego volvio a consumirme, me gire con brusquedad y golpe secamente con el suelo, me retorcí de dolor, todo mi cuerpo dolía en insoportable forma arrancando gritos de mis labios.

Se sento en el viejo sofa, observando a su hijo morir lentamente, sufrir aquellos dolores habituales en aquellas criaturas recien nacidas a la oscuridad, aguardaba en silencio aun que la herida en su mano aun sangraba ligeramente, debia aguardar a que Andrew se acercara nuevamente y bebiera su sangre, toda la que pudiera obtener para tener la fuerza suficiente para protegerse a si mismo.

Las llamas que consumían mis entrañas cesaron su feroz ataque, poco a poco se hicieron más tolerables pero igual de abrazadoras, los sentidos que creía muertos se avivaron de una extraña forma, todos los sonidos golpeaban a la vez en mis oídos en volúmenes exageradamente altos.

La luz incluso nocturna lastimaba mis ojos forzando e a mantenerlos cerrados con fuerza, pero en medio de ese insoportable estado una fragancia delicada me llamaba insinuante.

- ¿Qué me esta pasando? - articule en una voz gutural que desconocí como mía, mientras me abrazaba a mi mismo en el suelo - duele -.

Observaba con angustia el dolor de Andrew, el como moria lentamente, perdiendo todo color y aroma mortal, hasta quedar palido como la muerte, el dolor que sentia era casi como mio, mientras rememoraba mi propia transicion de la vida a la muerte eterna.

-Solo mueres... pero en poco tiempo el dolor cesara - indique, sin dejar de mirarle, intentando acercarme, aun que por la mirada de Jukka, sabia que si lo hacia, lo mas seguro es que solo provocaria que me lanzara lejos de ellos.

Alguien respondió ¿Quien era? Ese tono de voz me fue desconocido entre todo lo que estaba sintiendo ¿Darius? Estiré mi mano en dirección a esa voz, esperando sentirlo, quería tocarlo pero no hubo nada entre mis manos, creo que ese fue el vacío que más dolió.

Entonces como sí alguien atravesara mi corazón con una estocada directa sucumbí doblando e por última vez a ese dolor, luego no hubo nada.

Me quede así en silencio, con la cabeza tan baja que casi pegaba el piso, sin moverme por un instante eterno.

Miraba fijamente a Darius, esperando no tener que alejarlo, Andrew debía pasar por aquello, solo, aprender que en aquel dolor y la muerte, no había nada, ni nadie quien pudiera consolare, era cruel, quizás para ojos mortales, pero para él... Para Jukka las cosas eran distintas, las media de distinta forma, por que había vivido, o mejor dicho, existido demasiado tiempo y ahora desconocía cualquier aspecto de sentimiento mortal.

Se movió solo cuando Andrew dejo de retorcerse, hincándose una ves mas a su lado y tendió su mano, que aun permanecía manchada de sangre, aun que la herida ya había sanado.

-Bebe - ordeno - Busca lo que deseas, lo que tu naturaleza dicta. Bebe y seras fuerte como yo... como tu ser mas preciado.

Decir que las cosas se normalizaron no era del todo la frase que usaría, era yo pero no me sentía como yo.

Abrí los ojos sin levantar el rostro para ver el suyo, mis ojos se mantuvieron fijos en su muñeca extendida y ofrecida ante mi, la atraje cerca y por instinto comencé a lamer lentamente la sangre que se mantenía sobre la pálida piel y cuando la ansiedad del placer que ese sabor me provoco abrí la boca clavando ese nuevo par de afilados dientes en la carne, bebiendo de el. Entonces aún bebiendo de mi padre levanté mi nueva vista para fijarla en el otro ser al lado contrario de la habitación.

Me sentía en cierta forma aislado de aquella escena, como si todo estuviera pasando frente a mi como una película, demasiado realista que despertara en mi recuerdos retraídos, por que eso eran. Yo no recordaba con exactitud mi transformación, al menos no esa parte de la mordida y transfusión sanguínea.

Recordaba el profundo dolor, y esas ganas de que la muerte fuera mas rápida.

Me quede recargado contra la pared, fumando in tranquilamente, hasta que esos profundos ojos azules se fijaron en mi, ese nueva tonalidad iredesente que habían obtenido los hacían mas misteriosos e hipnotizantes, únicos, como lo era él.

-Andrew - murmure su nombre- Mi Andrew.

Su voz sonó tan clara como sí estuviera cerca de el, sonrei en medio de aquella mordida, mantuve mi mirada en la suya como sí sostuvieron a una conversación carente de palabras, suyo, no era una mala idea.

De la nada mi cabeza mandó una visión, ya no bebía de la muñeca de mi padre sino del cuello de aquel vampiro, era su piel bajo mis labios, era su sangre la que se filtraba por mi garganta, su aroma y ..... Me separe de golpe de Jukka moviéndome de espaldas poniendo las manos en el suelo, agitado y confundido por la repentina excitación.

- Yo .. Yo - respiraba agitado - lo siento - ene se momento me di cuenta que ese gestó de exhalar y aspirar airé era más una costumbre que una necesidad, levanté las manos mirando el pálido color que ahora lucían, me quede embobado con ellas.