Borderline - priv -

Observe fijamente, casi hipnotizado la gota de sangre que resbalaba lentamente por su blanca piel. Relamí mis propios labios antes de lamer la sangre ajena y apoderarme de sus labios, dejando mi mano en su cadera, mientras la otra se encargaba de pasar por su espina dorsal.

Bese sus labios con fuerza, empujaba mi cuerpo hacia delante para sentirlo de alguna manera - Aprovechalo - murmuré entre sus labios - aprovéchalo por que yo ya pensé en mi venganza - pegue mis labios a los suyos, haciéndome espacio, jugeteando mi lengua con la suya.

Sonrei lacibamente, torando del labio inferior de Andrew, mordiendole, robandole un poco mas de su sangre.

-Eres jodidamente adictivo - murmure, pegandome a el, clavandole las uñas en la espina, dejando lineas rectas, arañasos que sangraban lentamente. Me separe de el y lo voltie dejando su rostro pegado al docel y comenze a pasar la lengua por los arañasos, recogiendo la sangre que salia de ellas.

En esa situación no pude más que sonreír con sus palabras de alago aunque el tiempo de atención que requería ahora mismo era de otro tipo, sentí sus dedos cortando la carne, me retorcí con el dolor.

Luego hubo un movimiento y una refrescante sensación de humedad, su lengua acompañaba el ardor y mejor aún, aquella posición en que me había colocado también hizo que mi miembro semidespierto y pulsaste rozará el doncel provocándome un gemido, fue tan placentero que comencé a mover las caderas, frotándome, gimiendo con el auto placer.

Sonrei divertodo ante la impaciencia de Andrew, la poca capacidad de concentracion que tenia para ese tipo de juegos.

-Creo que debemos arreglar esta asunto - comente, acariciando ligeramente su miembro que comenzaba a endurecerse y crecer al simple contacto. Me separe de el, moviendome por la habitación hasta encontrar un liston que era usado habitualmente para atar las gruesas cortinas y regrese a su lado, hincandome a su lado tome nuevamente su miembro en mi mano, jugueteando con el un momento antes de atar el liston justo en la base, impidiendo asi que se corriera antes de tiempo.

Esa nueva forma tan marcada en que se sentían las cosas estaba matándome "literalmente", había miles de sensaciones por todas partes, pero el detonante de todo fue ese ligero roce de sus manos, mas fugaz de lo que deseaba.

Solté un gemido y luego un ligero gruñido cuando se alejo de mi, aspire su aroma profundamente, amaba ese olor tan masculino y elegante.

En el justo momento donde iba a pronunciar su nombre, ese placentero toque volvió a la zona más sensible que tenia pero luego hubo un toque de dolor, uno muy fuerte, había algo presionando con fuerza mi miembro - ¿Que es eso? - murmuré cortadamente- Darius ¿Que haces?

Me levante sonriendo, pegandome a su cuerpo totalmente, restregandome contra el, sintiendo como mi propio miembro comenzaba a despertarse ante el contacto.

-Solo estoy jugando, Andrew - murmure en su oido, modiendo el lobulo, jugueteando con mi lengua dentro de su oreja y pasando las manos por todo su cuerpo desnudo, buscando insitarlo, observando la habitacion en busca de elementos que pudieran servir para nuestro juego.

Jadeaba y tensaba mi cuerpo en reacción a sus toques, jadee con dolor mientras mordía mis labios en ausencia de los suyos - ¿Estas disfrutando esto? - pregunte dejándome llevar por la excitación del momento - Tu ganas, voy a comportarme pero déjame tocarte, necesito tocarte - suplique.

-Aun no... Andrew - dije dejando un camino de besos y mordidas por su cuello, llegando hasta su hombro donde le mordi, sin llegar a perforar la blanca piel, solo por el placer de ver la marca que poco a poco se deshacía en su blanca piel - Tienes que suplicar mas... mucho mas fuerte.

Murmure, metiendo una de mis piernas entre la suya, rosando su miembro que permanecia atado.

Fue hasta ese momento en el que pude sentir cerca ese enorme cuerpo suyo en que mi esfuerzos se vinieron abajo, la dolorosa pero placentera fricción de su piel desnuda me arranco un gemido sonoro, no sabía si era posible o sólo costumbre pero el calor típico de un sonrojo me llego al rostro - No puedo - murmuré jadeante - no puedo gritar, el esta aquí - mi padre - no puedo pero quiero hacerlo, quiero suplicarte - movía tanto como me era posible mi cuerpo buscando el suyo

-El ya se fue - murmure en su oído, seguía moviendo la pierna que estaba entre las suyas, acariciando sus testículos con calma, instándolo - Puedes gritar lo que quieras... déjame escucharte... quiero escucharte y te soltare...

Se había ido aún cuando dijo que no lo haría, bueno tampoco podía culparlo, lo estábamos poniendo en una situación incómoda, quizá más tarde tendría tiempo de deprimirme por su marcha, por ahora podía sentirme libre de contenerme.

Mis muslos presionaron su pierna y mis caderas se movían sobre esa carne, trage saliva mordiendo mi labio.

- Darius - murmure - tócame - solté vagamente - por favor, tócame - solté más enérgicamente dejando libre un gemido - haré lo que me pidas sólo tócame

Sonreí satisfecho, el simple hecho de escucharle suplicar me prendía mas, me hacia desearlo mas y se lo demostraba pegándome mas a el, pasando mis manos por todo su cuerpo con descaro, deleitándome del sabor de su piel, del ligero sabor sanguíneo en su sudor.

-Él volverá - murmure en su oído antes de morder el lóbulo de su oreja y pasar mi mano por su miembro aun atado- Ahora, dime... ¿que es lo que deseas ahora?

Pregunte entre murmullos y besos.

- Todo - mi cuerpo se contrajo con la mezcla de sensaciones, bastantes nuevas y todas golpeando de pronto - por favor, por favor, por favor - Levante el rostro con los labios entre abiertos buscando los suyos

Tire de su cabello, a forma de que su cabeza quedara ladeada y lo suficientemente hacia atrás para poder besarlo, usando mi otra mano para soltar las suyas, esperando a que actuara.

Sentí las manos hormiguear ligeramente cuando fueron liberadas, sonreí entré sus labios, deborandolos, mordiendolos, explorando cada rincón con mi lengua.

Rodee su cuello y con un ligero brinco enrede mis piernas en su cintura.

Deslice mis manos por sus largas piernas, sosteniéndole de los muslos con fuerza, clavando las uñas en la carne, deleitándome del sabor de su boca, del extraño calor aun procedente de su cuerpo recientemente muerto.

-Mio - murmure, golpeando en seco contra el poste de la cama, moviéndome de forma sinuosa entre sus piernas, restregando mi hombría atrapada en el pantalón, contra la suya totalmente despierta y estrangulada.

Mis manos se aferraban tras su cuello, mi cuerpo reaccionaba a su doloroso pero adictivo roce, podía sentir mi miembro palpitando ante la sofocación que lo sometía, me separe de sus labios notoriamente agitado por la excitación.

Apreté el agarre de mis piernas en sus caderas presionando más el bulto de su pantalón, me gustaba ese sonido áspero que se liberaba de garganta.

Aspire con fuerza sobre su cuello, el aroma de su sangre era otro factor que levaba mi excitación, abrí la boca dejando los colmillos a milímetros de su piel, apenas rózala, conteniendome, deseándole de esa nueva forma.

Deje escapar un sonido, como un siseo de serpiente, proveniente desde mi diafragma al sentir su respiracion caliente en mi cuello, sus labios y manos, la forma en que se movia pegandose mas a mi, provocandome, dejando que mi mente se nublara de cualquier cosa racional...

-Andrew - gruñi, separandome de el, besando sus labios casi con rabia, mordiendolos tanto que provoque heridas,bebiendome su sangre y lo deje caer sobre la cama, mirandole con deseo, sin fingir mas, sin esconder mas mis colmillos que se mostraban con descaro mientras me deshacia del resto de mis ropas, trepando para quedar nuevamente pegado a el, besandolo una vez mas, regalandole de mi sangre en aquel ardiente beso.

Caí divertido a la cama apoyando los codos para levantarme e impulsarme un poco más arriba, mordí ligeramente mis labios para degustar el sabor de mi sangre mientras lo veía desnudarse y mostrarme la magnificencia de su cuerpo, esta decir de más que mis ojos recorrieron cada mi milímetro de su cuerpo, cada milímetro que mis manos añoraban recorrer, extendí los brazos para recibirlo.

Solté un gemido seguido de su nombre cuando nuestra desnudez se unió completamente y fue lo único que puede pronunciar por que sus labios callaron cualquier otra cosa, correspondí con el mismo frenesí, aunado a eso sentí el marcado se sabor de su sangre correr mi garganta, cosa que elevo por mucho mi deseo .... Y el dolor, mi miembro seguía atado. Me separé de el unos milímetros - duele - murmuré - liberame - murmuré - por favor - lamí la sangre que manchaba sus labios - por favor.

-No - dije en un murmullo que sonaba mas a gruñido, pegandome nuevamente a su cuerpo, a sus labios adictivos con sabor a sangre. Gemi sin pensarlo al sentir su piel desnuda pegada a la mia, el como parecia ser un himan con carga distinta a la mia, me provocaba querer quedarme para siempre a su lado, aferrado a su cuerpo, a sus labios, eternamente.

Me levante solo un poco, lo suficiente para acomodarme mejor entre sus piernas, dejando la punta de mi miembro en su apretada entrada, empujando, aguardando ver cualquier queja en su hermoso rostro, algo que me indicara que podia seguir o que le hacia daño.

Gemí ante los roces de su cuerpo, más intensos y placenteros de lo que los recordaba, le hice espacio entre mis piernas.

-Hazlo - dije firmemente mirando a sus penetrantes ojos negros - hazlo - repetí - tómame - gemí bajando la mirada de forma morbosa hasta ese punto en que nuestros cuerpos se hacían uno - Te necesito - al extremo de la locura, y del egoísmo puro. 

Podía bien aferrar mis piernas a sus caderas y empujar lo suficiente para hacerlo entrar pero quería que el lo hiciera, quería ser tomado con esa único forma que el tenía.

Contuve el aliento, aferrandome con las uñas a su cadera al tiempo que penetraba su cuerpo, sintiendo aquel apretado anillo de musculos al rededor de mi miembro, jadeaba cada que empujaba mas, tratando de ser cuidadoso, hasta sentirme totalmente dentro de él.

Tire de su cuello para levantarlo y besarle, comenzando a moverme dentro de el, saliendo hasta la mitad, para volver a penetrarle con un poco mas de facilidad y escucharle gemir mi nombre, ahogando cualquier sonido con mi boca que se apoderaba de la suya, mordiendo sus labios con tanta fuerza para sacarle sangre y beberla, combinarla con la mia y hacernos uno solo.

-Je t'aime, Andrew - murmure sobre su boca, empujando con fuerza, dentro de el, llegar lo mas profundo, marcarlo para la eternidad - Je t'aime....

La intromisión me obligo a cerrar los ojos unos segundos, gemía en sintonía a su avance, jadeaba moviendo ligeramente las caderas hasta que mi cuerpo estaba lleno completamente de el. 

Besar y succionar sus labios fue la tarea que se sumó a la faena de ser profanado, mis manos sujetaban su rostro, jugueteando con los mechones negros que se adentraban en mis dedos.

Abrí los ojos de par en par cuando hablo, una extraña felicidad se reunió en mi pecho y se extendió hasta mi estómago, las siguientes palabras salieron improvistas - amorea mortuus sun-

Amaba aquella sensacion, de estar unido a el, esta vez en todo sentido, el era mio, aun que en su sangre corria la de mi creador y no solo en el sentido vampirico, era casi como si hubiera nacido para estar conmigo o quizas al reves. Tal vez... Jukka sabia de esto, de alguna forma, uno nunca sabia lo que ese vampiro/demonio podria tener en mente, pero en ese momento no importaba.

-Mi Andrew... - murmure moviendome en un lento compas, disfrutando de su estrecho canal, del calor de su cuerpo que comenzaba a dejar la humanidad.