Red Secrets Darks memories *Priv Kanade*

morgan sonrojado en el abrazo nuevo le miro con curiosidad cuando pregunto si de veras olia bien el brebaje... pronto noto como la ansiedad volvia a poseer a su compañero y se sintio algo culpable por tanto preguntarle y por llevarle a hablar de ello pero tal vez siendo egoista, como pocas veces lo era, realmente queria saber

sonrio apenado cuando kanade le dijo que esta vez llevaria el la bandeja y las tazas... pensando que tal ves era lo mejor, si.. lo ultimo que querria es terminar tropezando nuevamente y esta ves tirarle agua caliente ensima.

- r... realmente..n..no tienes o.. olfato, verdad?- pregunto de golpe al ver como se manejaba viendo minuciosamente el color del te y sumado a su anterior comentario. - ha.. ha de ser desventajoso... e.. en muchas o.. ocaciones- dijo sintiendo curiosidad por ese hecho mientras hiban caminando hacia la sala, estaba algo impaciente por escuchar a kanade y por probar aquel te que requeria tantos cuidados diferentes a los de un simple te comun. se sento en el sillon, no sin antes colocar una manta para que las partes que aun estaban algo humedas, no les mojaran. y se quedo mirando a kanade con una exprecion amable, no queria precionarle, pero tampoco sabia muy bien como actuar en esos momentos.

Dejó la tetera con el té sobre una nueva bandeja y un par de tazas, mientras interiormente, volvía a preguntarse cómo comenzar a contarle lo que quería oír... Por ese día, sería más que suficiente hablarle sólo de la sangre, no consideraba necesario contar nada más, ni ahondar demasiado en el tema. Llevó la bandeja hacia la sala y se sentó junto a Morgan, escuchando sus palabras y sonriendo leve ante su pregunta.

-Se llama Anosmia, nací sin olfato -contestó mientras servía el té delicada y elegantemente, entregándole una taza a Morgan-. Por eso Yuuki siempre está conmigo, en el hotel y los eventos. Es casi como mi lazarillo, se ocupa de que no me intoxique con humo u algún otro veneno... -comentó, notando que lo últmo había sonado algo tétrico como para comentárselo a Morgan, dado que ya le había sucedido una vez, que se había intoxicado con humo sin notarlo.

Aún no estaba muy seguro de qué decirle al muchacho a su lado, por lo cual, distraídamente, recogió los vasos que seguían en el suelo, sobre la alfombra, y los ordenó sobre la bandeja, buscando con la vista en dónde pudo haber caído la jarra. Tras un instante, suspiró con cansancio y desvió su mirada a Morgan, quien aguardaba, expectante-. Bien... La primera vez que probé la sangre de vampiro, tenía 14 años -hizo una breve pausa mirando a Morgan fijamente, atento a sus reacciones para saber cuánto podría contar-. Himeko... ella es dos años mayor que yo. Es la mujer a la que más quiero en el mundo, después de mi madre. Ella me llevó a ese mundo, y no salí hasta que cumplí los 20 años.

- s..suena... peligroso- dijo al escuchar su explicacion hacerca de su falta de olfato.. mas cuando menciono a yuuki, que el estubiera tanto tiempo con kanade hasta le llegaba a picar un poco a morgan... no estaba seguro si era porque yuuki evidentemente no le gustaba morgan o si porque le daba un poco de celos, simplemente sabia que no estaba acostumbrado a los celos y que probablemente se sentirian de esa manera....

observo como kanade hacia tiempo buscando los basos tirados en el piso, sabia que era algo de lo que le costaba hablar, por lo que no quiso apresurarlo, viendole con una pasciente sonriza hasta que decidio comenzar a contar. 14 años de edad... era tan joven... y sin hembargo no habia sido hace tanto, no es asi?.. kanade solo tenia 24 años al fin y al cabo... Himeko... la exprecion que kanade estaba poniendo en esos momentos era la misma exprecion que habia puesto al mencionar a su hermana hacia un rato, por lo que atando cabos, saco conclusion de que eran la misma persona y no dijo nada ni pregunto quien era, solo cerrando los ojos lentamente y abriendolos, a manera de decir que entendia, pero no queria interrumpirle, puesto que si lo hacia tal ves kanade se innibiera y no quiciera seguir hablando.

- fueron 6... años bebiendo sangre..d..de vampiro... eso.. devido a eso tu cuerpo es... tan frio verdad?- dijo mirandole con un poco de preocupacion... no era precisamente normal la temperatura de kanade, pero habiendo tomado tanto tiempo sangre oscura... podria explicarce.... luego se dio cuenta de que con ese comentario daba a conocer quue se andaba fijando en la temperatura ajena y se ruborizo levemente mirando hacia otro lado

-Probablemente... también, bajaron mis defensas. Cuando niño casi nunca me enfermaba -explicó, tomando su taza de té y bebiendo un sorbo... Aquel dulzor era tan agradable, que casi, que le hace sonreír. Sin embargo, no consiguió hacerlo y la expresión del cantante seguía siendo melancólica y un poco dolida. Dejó la taza sobre el platillo con gesto elegante y se cruzó de piernas, suspirando cansado, se sentía un poco agotado emocionalmente hablando.

-Llegó un punto en que era dependiente de la sangre, totalmente. Igual que Himeko -indicó, rememorando aquella época-. Mis padres... tuve un accidente con mi hermana, y ellos me culparon. Me echaron a la calle y empecé a trabajar, mi familia casi no tenía para comer y mi hermana estaba perdida. Estuve esos cuatro años en rehabilitación, con altos y bajos, hasta que mi actual manager me recogió -se detuvo en aquel punto, se le estaba volviendo un poco difícil hablar pero procuraba no perder la calma ni la suavidad de su voz. Bebió un poco más de aquel delicioso té, notando que las manos le temblaban ligeramente. Se sentía un poco ansioso, y eso no era muy bueno, ya que podía en cualquier momento dejar caer la taza, por lo cual, rápidamente la dejó sobre la bandeja, a medio beber.

-Nunca he querido ser un vampiro -comentó entonces, mirando sus pálidas y frías manos temblorosas-. Desde entonces, trabajo sólo para pagar la rehabilitación de Himeko y sus medicinas. La interné en un centro y desde entonces, me odia... Bueno, mis padres también lo hacen. Me culpan por la adicción de mi hermana, y los comprendo, sé que tienen la razón -miró a Morgan con una sonrisa de disculpas, no podía evitar sentirse culpable porque comprendía las razones de sus padres... él, como hermano, debería de haber cuidado de su hermana y haberla disuadido, no habersse dejado arrastrar por el mundo en el cual ella estaba sumergida.

siguio escuchandole, fuen cuando le bio beber el te con las manos temblorosas que se percato de que aun no habia tomado ni un sorbo y que eso era de mala educacion, por lo que sin dejar de escucharle, tomo su tasa y comenzo a beber... ciertamente jamas habia bebido un te tan delicioso como aquel. aunque no podia prestar la suficiente atencion a ese delicado y delicioso sabor, dado que tenia a alguien mucho mas importante que un te , hablando de algo mucho mas anecdotico.

- kanade...- dijo con un suspiro dejando la taza sobre la bandeja, tambien estaba a medias.- n..apenas tenias ... 14 años.. no pedes realmente..s..ser culpable de ello... ella era mayor a ti...- declaro mirandole fijamente, pero luego percatandoce lo que estaba diciendo se sintio palidecer. Kanade evidentemente se sentia muy culpable con respecto a ese tema, y devia haber mas motivos los cuales aun no podia contarle... y el estaba ahi diciendo esas cosas con tanta simplesa, se sintio muy apenado y aun antes de que kanade dijera nada, ya parecia perro regañado mirando el piso

- L... lo siento!!! n.. no devi d.. decir eso!!!- exclamo completamente arrepentido

Observó fijamente a Morgan y se sorprendió por cómo el chico se avergonzaba de sus propias palabras y bajaba la mirada, verlo así de avergonzado le hizo sonreír con tristeza y suavemente, se inclinó sobre él, tomando su barbilla y haciendo que levantara la mirada-. Está bien, es tu opinión y no me has ofendido... -murmuró con voz suave y expresión comprensiva.

Entendía que para otras personas fuera más difícil de comprender, pues no tenían que vivirlo. Para él, y para su familia, no importaba realmente que Himeko fuera la hermana mayor, pues en ese entonces, Kanade ya era lo bastante consciente de las cosas como para cuidar de la muchacha... Y eso, que sólo le había dicho su edad al beber sangre de vampiro, y no el resto de su historia, de las experiencias que había vivido siendo aún más joven.

El cantante dejó un leve beso en los labios ajenos, aunque con gesto algo ausente. Seguía sintiendo aquella ansiedad que hacía que sus manos temblaran y soltó la barbilla del chico, sólo para abrazarlo y disimular un poco su repentina angustia, la cual, acarreó consigo una baja de presión. Apoyó su frente sobre el hombro ajeno y cerró los ojos, respirando suavemente-. Lo siento... creo que me bajó la presión un poco.

le sonrio aun avergonzado... pero quedo algo paralizado por ese beso tan extraño.. nada comparado con los anteriores, y ese abrazo angustioso... cuando kanade dijo que le habia bajado la precion se asusto un poco.

- d... deverias tomar algo dulce....- dijo separandoce lijeramente de kanade para mirarle y ponerle una mano en la frente solo por unos segundos para ver si tenia fiebre.

- v... vengo enseguida.- se levanto llendo rapidamente a la cosina y volviendo con jugo y agua con azucar, pues no sabia cual querria.. sorprendentemente esta vez hiba con mucha decicion y sin tropesarce lego a la mesita dejando todo frente a kanade.

- ... b.. .. bebe algo p.. por favor...- pidio preocupado arrodillado junto a kanade mirandole con ojos angustiados, tomando su mano entre sus dedos

Asintió en silencio ante la sugerencia de beber algo dulce, manteniendo los ojos cerrados y llevándose una mano a la garganta mientras el chico iba en busca de agua con azúcar y jugo. Se presionó la garganta ligeramente, la ansiedad y la presión le hicieron una jugada bastante mala a su ya de por sí inestable organismo, cuyas defensas, eran tan precarias. Interiormente, se regañó con dureza por preocupar así a Morgan, y más aún, por no llevar sus pastillas encima, aunque realmente no contaba con el hecho de tener un ataque de ansiedad otra vez a causa de la sangre, o su mero recuerdo.

Cuando el muchacho regresó, el cantante le sonrió levemente con gesto de disculpas, a la vez que bajaba la mano de su cuello y se inclinaba a tomar el vaso de agua con azúcar-. Tranquilo, mon ange... Sólo es una ligera caída de presión, ya va a pasar -le tranquilizó, apretando sin fuerzas la mano del muchacho mientras bebía un poco de agua con azúcar. Su rostro había palidecido levemente, volviéndole más blanco y pálido de lo que normalmente era, pero empezaba a notar que la ansiedad y la presión volvían a regularizarse gradualmente, aunque de forma lenta.

-Tal vez, deberíamos cambiar de tema... no traigo encima mis pastillas para la ansiedad y no acostumbro tomar calmantes -comentó con una sonrisa algo triste, no quería decepcionar a Morgan pero realmente, sentía que no podía continuar hablando del pasado, al menos no sin sus medicamentos. Dejó nuevamente el vaso sobre la bandeja y cerró los ojos, respirando profundamente y masajeándose el puente de la nariz con la mano libre.

morgan vigilaba los pequeños movimientos del cuerpo de kanade mientras este bebia el agua o hablaba.

se sentia tan culpable de que kanade hubiera sentido un ataque de ansiedad, que definitivamente se le notaba en el rostro

- l... lo siento...- se disculpo sin soltarle la mano mirando el piso - n... no devi o...obligarte a... a habalr de esto... p.. por supuesto que podemos. ha... hablar de otra cosa- declaro aunque no sabia de que hablar... el solo queria conocer mas a kanade y por ese afan le habia causado un ataque... tal ves no era buena idea que estubiera cerca del humano... era demaciado fragil... y morgan demaciado torpe... en todo sentido de la palabra, torpe fiscicamente y sentimentalmente

-No ha sido culpa tuya, Morgan, sólo sentías curiosidad y está bien, no te culpo por ello -susurró Kanade con voz suave y tono conciliador, enternecido por las palabras del chico y la forma arrepentida en la cual miraba el suelo. El rubio suspiró dejando de masajearse el puente de la nariz y con ambas manos, hizo que Morgan se levantara y se sentara a su lado, para a continuación abrazarle cálidamente, pese a que aún se sentía algo débil y tembloroso... odiaba sentirse de aquella forma, tan frágil y humano.

-Te he decepcionado... ¿verdad? Lo lamento -se disculpó con una sonrisa triste y mirada arrepentida, una mezcla, más bien, entre angustia y arrepentimiento. Se separó del chico y le miró a los ojos directamente, ladeando ligeramente el rostro mientras mantenía asida sus manos-. Si quieres... podemos cambiar de táctica. No quiero decepcionarte... mejor pregúntame qué es lo que deseas saber, será más sencillo para mí, casi como una entrevista -sugirió.

Realmente no quería que el chico pensara que no confiaba en él lo suficiente, o que lo obligaba a contarle esas cosas porque en realidad no era así. Simplemente, Kanade temía que diciéndole todo, terminaría por asustarle y alejarle, y bueno, el recuerdo, en sí mismo, del pasado, le había puesto ansioso. Prefería hacer aquello de una forma más impersonal, para evitar que doliera tanto.

Morgan nego amablemente con la cabeza

– n…no me decepcionas… n… no es.. f… fácil hablar de .. ciertas cosas…. A ,… a mi no me es fácil hablar de la.. la muerte de Ameli… c... cada cosa que hago u… últimamente me la trae a la m… mente… t… todos tenemos cosas…de las que nos cuesta y duele hablar… dijo sonriendo amablemente y con pesadumbre en su mirada.

- o.. otro día.. tal vez p.. puedas contarme… y.. y tal vez.. yo p… pueda contarte mas de mi… si.. si quieres saber mas de mi…- dijo sonriendo con duda porque realmente kanade no le había preguntado por nada, simplemente el había comenzado a hablar sin previo aviso.

-Por supuesto que deseo saber más de ti, pero tampoco quiero presionarte -comentó tras notar la duda en el rostro del chico. Acomodó los cabellos del muchacho mientras hablaba, aquel gesto, tocar los cabellos de Morgan, consiguió calmarle mucho más que el té o el agua con azúcar. Era el tipo de caricia que más le agradaba entregar, el acomodar y acariciar los cabellos ajenos.

-Te has vuelto alguien realmente importante para mí, Morgan -comentó acercándose a besarle, suavemente, con cariño. Sin embargo fue un beso corto, fugaz-. Espero con el tiempo, poder decirte más cosas sobre mí... y también espero, no ahuyentarte ni herirte con lo que escuches. Aunque suene egoísta, en verdad deseo ser la persona que necesitas -murmuró en voz baja y tono íntimo, personal, palabras que eran sólo para él, totalmente sinceras.

Cerro los ojos escuchándole mientras acomodaba sus cabellos, era un gesto tan delicado, tan calmo… que le proporcionaba incluso a el una calma de la que no se sentía capaz junto a kanade.

Morgan recibió aquel beso suave y corto que aunque le hizo sonrojar, no fue un sonrojo violento ni nervioso, fue un sonrojo delicado, al saber que disfrutaba del contacto con esos labios.

- n.. no podría herirme tu pasado…- dijo en un susurro inclinándose hacia kanade sonrojado un poco mas por las palabras del hombre que decía querer ser quien el necesitara… se armo de valor y deposito otro beso en sus labios, de igual suavidad, aunque tal vez unos segundos mas largos.

Sonrió levemente cuando Morgan dijo aquello, correspondiendo a aquel delicado y tímido beso. Rodeó la cintura del muchacho y lo acercó un poco más hacia su pecho, quería sostenerlo entre sus brazos y asegurarse de que el chico no se apartaría ni desaparecería. Luego de que Morgan se separara, el rubio dejó suaves besos en sus mejillas y barbilla, para a continuación volver a besarle, esta vez, con mayor entrega y pasión, aunque sin dejar de lado aquel cariño y aquella dulce delicadeza que tenía hacia el muchacho.

-Je t'aime -susurró contra los labios ajenos casi de forma ahogada, separándose un poco y mirándole directamente a los ojos, esos de dos colores diferentes que casi conseguían hipnotizarle. Volvió a sonreírle con cariño y un poco más animado, sentía que su presión volvía a la normalidad y de hecho, sus manos y su piel entró un poco más en calor, ya lejos de aquella frialdad gélida que le caracterizaba.

kanade correspondio a su beso cosa que le hiso muy feliz, mucho mas de lo que creyo que le haria un beso recibido por el otro... lo que proboco que cuando le rodeo la cintura juntando sus cuerpos, no atinara realmente a salir corriendo como de costumbre.

Aquellos besos en su frente su mejilla en todo su rostro, le hisieron sonreir timidamente, aunque aquel beso con mas pasion logro que se ruborizara como de costumbre, ni hablar de aquellas palabras, kanade le solia hablar en frances, y las palabras que le decia eran palabras de comun conocimiento... por lo que solia ruborizarce inmediatamente ante ellas. mas cuando venian luego de un beso como ese. queria preguntarle.. un simple "por que" pero sabia que seria de mal gusto, y de mala educacion, dado que las razones del amor son ajenas a la razon y no son simples de explicar, pedirle en un dia como aquel en el que habian hablado cosas muy tristes, que le explicara el por que decia amarle, pues simplemente seria cruel de su parte, y morgan no era cruel.

Estiro su mano acariciando con los dedos el rsotro ajeno, le fascinaba pasar sus dedos por la mejilla herida, rosando apenas esa marca, le daba miedo decir las mismas palabras que kanade, declarar amor... era algo que hasta podia causarle tal dolor, por eso lo miraba con una simpatica sonriza y aunque tambien sonreian sus ojos, habia un bestigio de miedo en ellos, miedo a admitir aquellos sentimientos, sus labios estaban entreabiertos, meditando el darle otro beso, pero no sabia como tomaria un beso sin una respuesta a sus palabras.

Kanade podía notar el miedo en aquella mirada sincera, comprendía que para el muchacho no sería tan fácil responder a aquellas palabras luego de aquella traumática experiencia del pasado que había tenido que sufrir. Para Kanade, en cambio, declarar abiertamente su amor era un poco más sencillo, pues pese a todo, seguía siendo relativamente seguro de sí mismo, era difícil hacer que algo bajara su autoestima más que nada porque el japonés se conocía a sí mismo lo suficiente.

-No es necesario que digas nada... -susurró con voz suave y comprensiva, cerrando los ojos frente a aquella cálida caricia en su mejilla herida, notando los dedos ajenos sobre aquella marca. Le parecía que de a poco, Morgan empezaba a tener la confianza suficiente como para besarle y acariciarle por iniciativa propia, y por ello, no le presionaría para que respondiera a sus palabras.

Abrió sus ojos nuevamente luego de unos segundos, fijando su mirada en la del chico, aquella mirada firme, segura, perturbadora, capaz de hipnotizarle casi. Sin decir nada más, se acercó nuevamente a Morgan besándole suavemente, manteniéndole aún, firmemente sujeto entre sus brazos por la cintura. Sutilmente, coló su lengua en la boca ajena, dejando cálidas y pasionales caricias en ésta, jugueteando con la ajena. Un beso entregado y pasional, sin dejar de lado aquella elegancia y delicadeza que tanto le caracterizaba.

sonrio lijeramente menos preocupado ante las palabras de kanade hacerca de que no era nescesario decir nada... mirando su rostro justo cuando abrio los ojos de esa manera tan profunda... quedo casi hipnotizado por esos orbes, al punto de soltar un gemidillo de sorpresa ante aquel beso en el cual sus lenguas se entrelazaban, llebo sus manos a los hombros de aquel hombre, pero no le separo, practicamente lo que hacia era aferrarce a ellos, como temiendo desbanecerce en ese beso que era mas apasionado que los que habian tenido anteriormente.

al separarce de los labios ajenos, su rostro estaba ruborizado y su respiracion era ajitada, bastante ajitada, sin salirce de ese abrazo, miro al piso algo avergonzado siendo conciente del sonido que habia soltado al comienzo de ese contacto, no pudo evitar llevarce los dedos a los labios, unos dedos temblorosos, rozando la piel de estos, soltando un leve suspiro.

- m.. me.. me pones ne...nervioso...- admitio sin poder mirarle - e.. es... como.. si no p.. pudiera controlar... mi cuerpo o.. o mis.. r.. reacciones...- dijo mirandole timidamente - e.. es normal?-

Sonrió enternecido frente a las palabras de Morgan, un tanto divertido y sobrecogido a la vez por la inocencia y la timidez del muchacho, aquella pureza que parecía destilar en su mirada y que provocaba que su corazón latiera con mayor rapidez-. Sí, lo es, mon cher -susurró con voz suave y algo ronca, acercándose una vez más a besarle, aunque esta vez, pese a la pasión que desbordaba el beso, fue uno corto, fugaz.

-A tu lado, siento que todo está bien. Me haces sentir más vivo que nunca -murmuró sobre los labios del muchacho, sin dejar de mirarle a los ojos. Tomó una de las manos de Morgan, aquella cuyos dedos había rozado con sus labios, y la condujo hacia su propio pecho, en donde latía su corazón casi de forma desenfrenada-. Tú consigues esto... dime... ¿es normal? -Hizo la misma pregunta de Morgan, sonriéndole cálida y sinceramente, para luego, cerrar sus ojos un momento.

morgan se sonrojo ante sus palabras aun mas y ante el contacto con el pecho ajeno por mas que de por medio estubieran las telas.

- n... n.. no es no.. normal que la.. lata tan rapido... a.. aunque.. d.. dependiendo las.. las circunstancias.. p.. parece que si .. l.. lo es...- dijo sintiendo como  su corazon latia casi tan rapido o igual que el ajeno.

- t.. tu corazon... late asi por mi?- pregunto mirandole a la cara esperando que abriera los ojos y le contestara... casi deseoso de probar otra vez los labios de kanade

-Así es, sólo por ti -declaró abriendo los ojos lentamente, sin soltar la mano del muchacho ni apartarla de su pecho. Luego, lentamente, se inclinó sobre él y volvió a besarle, lentamente, sin prisas, de forma suave y entregada. Un beso tierno y pasional a la vez, en donde sus lenguas volvieron a juntarse, mientras su corazón, latía rápidamente, tanto por la inminente escasez de aire como por la emoción que le causaba besar a Morgan, pese a que no la expresara abiertamente.

La mano en la cintura ajena dejó suaves caricias, ya sin sujetarle. Lentamente, recorría su costado por sobre su camiseta, notando cómo el híbrido se estremecía nervioso por sus avances. Kanade empezaba a adorar que reaccionara de aquella forma, que fuera tan diferente a todos los que había conocido, que fuera así de único y especial. Eso, más que nada, era lo que le enamoraba: la forma de ser de Morgan, tímido, recatado y educado.

acepto ese beso de manera mas abierta que los anteriores, tratando torpemente de devolver aquel juego con su lengua, aunque no se sentia realmente confiado o  bueno en ello, probablemente sus movimientos eran torpes incluso en ese nivel.

se estremecio al sentir  aquellas manos acariciando sus costados por sobre la tela de sus prendas, pero de forma lenta y  con duda llevo sus brazos al cuello de kanade, rodeandole con cariño.

se separo al rato de ese suabe y tierno beso sin separarce de el, soltando un leve jadeo anelante de aire casi sobre los labios ajenos, sonrojado por ello y por lo que queria decir.

- y.. yo.. t.. te quie...quiero- susurro ahogado con los ojos cerrados.

El corazón del cantante se desbocó en aquel momento, esa tímida declaración de Morgan bastó para que sintiera perder un poco el aire. En su rostro, una expresión alegre y enternecida a la vez, observando al muchacho cuyos ojos permanecían cerrados, anhelando poder perderse en los dos colores de sus ojos. Kanade sentía que podía morir en esos momentos y todo estaría bien, pues estaba seguro, de que finalmente había encontrado la persona con la cual quería pasar el resto de su vida.

Mas, por fuera, su reacción calma podía interpretarse como que actuaba con demasiada frialdad. El cantante a decir verdad era bastante poco expresivo en ese sentido, prefería trasmitir la enorme felicidad y todo el amor que sentía por medio de pasionales besos y suaves caricias, o simplemente, a través de su mirada. Sentía la respiración de Morgan sobre sus labios y no pudo evitar sonreír levemente, suspirando largamente.

-Tus palabras... me llenan de felicidad -susurró con voz suave y algo ronca contra los labios ajenos, acercándose al oído de Morgan mientras liberaba su mano y lo abrazaba por la cintura, pegándole a su pecho-. Yo... te amo -susurró en tono íntimo, muy seguro de lo que decía, aunque eso no impidió que sus mejillas se encendieran bastante, por el hecho de declarar sus sentimientos abiertamente en inglés.

temblo ante las palabras de Kanade, ante el hecho de que no las dijera en japones o en frances como solia hacer siempre.

no atino a mucho, mas alla de ocultar su rostro en el cuello ajeno, sin poder separarce de el, o sin decear alejarce por miedo, simplemente disfrutando del corazon de Kanade chocando practicamente contra su pecho.

dejo un suabe beso en el cuello de kanade notando por primera vez, las marcas que en el habia... sintiendo una punzada en el pecho... si.. definitivamente esos si eran celos y no otra cosa... pero no se atrevio a decir nada, ni a morderle tampoco, no seria el tipo de cosas que el haria jamas, sino uqe dejo  mas besos suabes casi caricias en las marcas que veia.

- do... dolieron?- pregunto en un susurro aun sin despegarce del cuello, puesto que no sabia cual seria su exprecion en ese momento, por lo que no queria mostrarcela, se notarian sus celos? o su preocupacion?

Se estremeció al sentir los besos de Morgan en su cuello, aunque tenía aquella zona de su cuerpo algo insensibilizada por la cantidad desmesurada de mordidas de vampiros que había recibido en aquellos últimos años de su carrera. La pregunta del muchacho le sorprendió un poco, aunque más aún, el tono con el cual había hablado. Puede que su intuición le ayudara ligeramente, pero acaso, ¿estaba Morgan celoso? 

-No realmente -respondió en un susurro suave, apartando con una mano los dreads del chico para besar el cuello ajeno, suavemente, casi dejando caricias de la misma forma que el muchacho hacía con él. Prefirió no comentar nada más sobre sus decenas y decenas de marcas alrededor de su cuerpo, algunas más nuevas que otras, ya que no quería que Morgan se viera afectado por ello... aunque debía de admitir, que saberlo celoso, le encantaba. 

Dejó una suave mordida sobre la piel morena y lamió aquella piel ligeramente, mientras su otra mano, se colaba sutilmente bajo la camiseta de Morgan, dejando tiernas y cálidas caricias en su costado. Sin embargo no avanzó más que eso, no quería provocar que Morgan volviera a desmayarse aunque apenas podía resistirse el acariciar el cuerpo ajeno, besarlo, apresarlo entre sus brazos y labios.

morgan resibio los abances de kanade sin poder evitar temblar lijeramente,  mientras meditaba sobre su sentimiento de celos.. fue entonces cuando reparo en algo que le helo la sangre... estaba en esos momentos siendo mordido suavemente por kanade quien tambien colaba su mano  bajo su camisa.. pero morgan se alejo  rapidamente, poniendo  entre ellos una distancia similar al largo de sus brazos, estaba palido y sentia un leve sudor frio en su frente.

aquella noche que le habia conocido tampoco lo habia pensado... pero kanade era un extraño para el y le  habia dejado abanzar tanto, de hecho este mismo dia le estaba diciendo que le queria!!.. pero.. ellos .. ellos noe ran nada realmente... 

- n... no... nosotros...q... que somos...? - pregunto sin poder recuperar color en su piel... casi temeroso dela respuesta.