Red Secrets Darks memories *Priv Kanade*

Se dejó jalar sintiéndose bastante lívido, casi no se había percatado de a dónde el chico le estaba llevando. Una vez en el baño, se dejó desabotonar la camisa mientras se medio estrujaba el cabello, tratando a la vez, de desenredarlo y dejarlo nuevamente perfecto, o al menos, un poco más decente, notando que ya debería cortarlo. Las mechas, mojadas y húmedas, le llegaban casi a la cintura.

-Descuida, de verdad, no es nada, no enfermaré por culpa de un poco de agua -comentó con la voz algo ahogada, más que calmar al muchacho, parecía que se dirigía esas palabras a sí mismo, sólo se trataba de un poco de agua, nada más. Ya cuando volviera al hotel lavaría sus cabellos, los secaría y los cepillaría, dejándolos como nuevos, resplandecientes y perfectos. Sólo cuando Morgan descubrió sus hombros de la camisa mojada, se dio cuenta de en dónde estaba y de lo nervioso que el chico lucía, aunque su mirada, estaba fija en su pálido y lampiño pecho, que pese a su delgadez casi extrema, marcaba unos cuantos músculos levemente, en armonía con su contextura y delgadez.

Sonrió ligeramente frente al titubeo del muchacho, y rápidamente, volvió a amarrar sus cabellos en una coleta, esta vez, recogiéndolos completamente. Luego, suavemente, se acercó a Morgan tomando su muñeca, atrayéndolo hacia su húmedo pecho y medio acorralándolo contra la pared, dejando una leve caricia en su cintura con la mano libre-. ¿Qué tal si me ayudas un poco a secarme? -Le pidió con tono seductor y coqueto, sin conseguir reprimir un escalofrío al sentir las frías gotas de agua que goteaban sus cabellos, deslizarse por su espalda. Hizo una mueca de frío dejando de lado toda seducción y tembló ligeramente, a decir verdad, era demasiado susceptible al frío y probablemente sí... volvería a enfermarse después de eso.

morgan trataba de agasaparce contra la pared, donde lo acorralaba kanade, temblando de nervios y mirando ahor alos ojos ajenso y ya no el pecho, estremeciendoce ante el roce en su cintura... y ese tono que estaba usando para hablarle, no podia dejar de mirarle.. prefiriendo hubicar su mirada en el rostro ajeno y no en el cuerpo, vio cuando hiso una mueca al sentir un escalofrio...

- t.. toalla.... una toalla...- se escabullo de ese rincon contra el que lo acorralaban y cubrio a kanade rapidamente con una toalla grande y gruesa, bastante abrigada para que se secara.

- c... crees.. q... que.. t.. te e. entre.. a... alguna p.. prenda mia?- pregunto colorado mientras parado frente a kanade se envalentonaba y le refregaba con suabidad los brazos y los hombros para secarle sin descubrirle

El chico había vuelto a escabullirse de sus brazos, pero casi no le dio importancia, medio abrazándose a sí mismo y también, medio envolviéndose en la toalla que Morgan dejó sobre sus hombros. Ante la pregunta del chico, iba a contestar cuando un par de estornudos bastante felinos, como los estornudos de los gatos, se colaron antes siquiera de poder decir nada. Luego, dejó salir el aire de sus pulmones en un resignado suspiro y dejó que el chico secara sus brazos con la toalla, mientras le miraba con una ligera y algo divertida sonrisa.

-Creo que tu ropa me quedará demasiado ajustada, eres un poco más pequeño que yo -comentó, observando los hombros ajenos, notando que efectivamente, Morgan era más fino de hombros que él. Luego subió la vista hasta el rostro del chico, el cual, no daba más de lo rojo que estaba y esto le causó algo de gracia, aunque en vez de comentar algo, lo atrapó por la cintura, rodeando ésta con sus brazos, y lo miró fijamente, mientras la toalla se deslizaba por sus hombros y caía al suelo.

-Ahora que lo pienso, tal vez podría aprovechar que te tengo así, para entrar un poco en calor, me estoy congelando -comentó con tono juguetón, sonriéndole suavemente, ya que tampoco pretendía asustarle. Besó suavemente sus labios, con aquellos roces suaves, delicados y a la vez, llenos de cariño, mientras le pegaba a su pecho con suavidad, no quería presionarle de ninguna forma ni tampoco, la idea era ocasionarle otro desmayo. Sin embargo, casi sin poder contenerse, acabó por profundizar un poco aquel beso colando su lengua en la boca ajena, dejando cálidas caricias sobre su cintura.

se preocupo un poco al escucharle estornudar de ese modo, por lo que pretendio apurarce en su intento de secarle pero entonces escucho que su ropa no le entraria a kanade... algo devia de entrarle.. tal ves esos sueters grandes que solo usaba en invierno porque le entraban mas prendas debajo?

- ho..s..si... puede... puede ser..p .. pero t.. tengo ropas que me ..q..quedan grandes... de cuellos. a.. anchos.... creo....-

nuevamente se vio atrapado por la cintura por las manos de kanade, haciendole sentir muy nervioso, pero al notar que se caia la toalla pretendio preocuparce de ello... claro... solo quedo en intencion porque kanade solto esa fracecita que le hiso temblar de pies a cabeza, hiba a decirle que no dijera esas cosas, pero cuando le miro, el aprobecho para darle un beso uno suabe, son delicadas caricias, uno que le hiso relajar un poco y solo un poco, hasta que se comenzo a volver un poco mas apasionado, morgan trato de juntar valor, y torpemente devolvio el movimiento de lengua entre sus bocas, subio sus manos a los brazos de kanade, sintiendo la camisa humeda a medio bajar.. se sintio algo ahogado y se separo tantito del beso, entrecerrando los ojos jadeando suavemente por aire, al levantar la mirada, se encontro con una de las imagenes mas sensuales que podria haber imaginado... kanade con los cabellos entre alizados y mojados, dependiendo las partes que le habia mojad, atados en una coleta, en su baño, con el pecho medio humedo medio seco,libre de telas, y la camisa abierta baja hasta la mitad de sus brazos... era demaciado para el chico.. sintio de pronto como la nariz comenzo a sangrarle, en medio de uno de sus jadeos por aire... inmediatamente se llevo una mano al rostro cubriendo pateticametne esa reaccion.. aunque no de mucho sirvio porque se notaba. el rubor en su rostro habia disminuido pero probablemente solo porque su organizmo no decidia si palidecer o ruborizarce.

Se estremeció ligeramente al sentir los dedos del chico en sus brazos y le sonrió dulce y seductoramente cuando se separaron, sin soltar su cintura aún. Sin embargo, lo más... notable, fue ver cómo la nariz ajena empezaba a sangrar, aunque se contuvo de reír o decir nada ya que no quería dañar los sentimientos del chico y que pensara que se burlaba. Aunque en realidad, sí que se le hacía muy gracioso ver cómo trataba de cubrirse la nariz, sin demasiado éxito.

-Esto no puede ser tan bueno... Déjame limpiarte -pidió suavemente, liberando su cintura y apartando las manos de su rostro, viendo la sangre salir... era apenas un pequeño y fino hilo de sangre, pero eso no evitó que se sintiera un poco conmocionado y tentado de lamerla. Se acercó casi inconscientemente a su rostro, sin poder despegar la vista de aquella sangre y preguntándose cómo sabría, ¿sería el mismo sabor y efecto que recordaba? Ya que Morgan era un híbrido de vampiro, podría ser...

Se detuvo a escasos centímetros, regañándose mentalmente, aquello definitivamente no estaba bien, no podía hacerle algo como eso a Morgan ni verlo de aquella forma. Levantó el rostro y dejó un fugaz beso sobre la frente ajena, para luego apartarse definitivamente del muchacho y buscar un poco de papel higiénico. Mentalmente, se reprendió con dureza por haberse siquiera imaginado lamiendo aquella sangre, no podía volver a caer en aquella degradante situación, no cuando su vida empezaba a mejorar y había encontrado a alguien con quien realmente quería estar.

Una vez tuvo un buen poco de papel higiénico, ayudó a Morgan a limpiarse la nariz con cuidado y suavidad, intentando no pensar en lo que hacía, mordiendo su lengua para evitar dejarse llevar por sus deseos-. Ya está... Definitivamente, creo que deberíamos hacer algo con esos nervios -comentó con dulzura, terminando de limpiarle y arrojando el papel al basurero. De paso, recogió la toalla del suelo y terminó de secarse, intentando ignorar la forma en que su garganta le pedía un poco de ese exótico líquido carmesí... ¿Por qué no habría llevado con él, sus pastillas?

morgan quiso rebatirce hacia atras para alejarce, olvidando practicamente que ya estaba demaciado pegado a las paredes y que mucho no podia huir... por lo que completamente avergonzado se dejo hacer.. noto por un momento, esa exprecion en el rostro de kanade, esa exprecion que uno solia ver en los vampiros al ver sangreo, que sabia tenia el mismo cuando veia sangre y la deseaba...

- b...b..bebes s...sangre?- pregunto algo contrariado.. sabia que los humanos de hoy en dia bebian, era una droga para ellos... algo muy peligroso

-No -respondió rápidamente, notando la expresión contrariada del chico y desviando su mirada. Una vez su pecho y espalda estuvieron secos, se dejó la toalla sobre los hombros y se soltó los cabellos, para que respiraran un poco y no se le arruinaran más aún. Dejó salir un leve suspiro mientras empezaba a secarse el cabello lenta y suavemente, notando que ya se le habían apelmazado y que suaves ondas desordenadas los recorrían.

Luego volvió a mirar a Morgan, buscando algún tema con el cual distraerle de aquellas dudas que el chico parecía tener y que se expresaban en su rostro-. Creo que deberías cambiarte la camiseta, te la he mojado con mis cabellos y mi cercanía -comentó, sin subir su vista hasta el rostro ajeno, concentrándose todo lo que podía en canalizar su creciente nerviosismo y ansiedad secando sus cabellos, sin preocuparse de jalárselos un poco. De hecho, jalarlos ayudaba a no pensar tanto en la sangre, ni en su sabor, ni en su color carmesí.

morgan se quedo observandole un momento mientras secaba sus cabellos, preocupado por lo que habia visto.. no necesitaba que kanade le contestara realmente, ya sabia uqe la respuesta que le habia dado era una mentira... solto un triste suspiro y fue a la habitacion buscando otra ropa, similar a la que tenia y buscando tambien alguna camisa de esas olgadas que solia usar a veces, esas de seguro le quedarian bien, no podia dejar que estubiera con la camisa humeda o sin camisa, no era bueno para la salud... de ninguno de los dos...

- a.. aqui tienes..- dijo en un tono suabe algo triste por la mentira - hum.. n.. no.. no necesitas... m. mentirme... p.. puedo a.. adivinarlo..p..por tu exprecion.. s.. sabes? p.. pero no.. no hiba a jusgarte....- declaro dejando las prendas sobre un canasto sin mirarle para luego salir del baño pasar por la habitacion y seguir camino hacia la sala... seriabueno si el msmo ponia a calentar una bolsa de sangre ya que tocaba el tema, solo por si las dudas.

El cantante suspiró algo frustrado al ver la expresión triste de Morgan, guardando silencio cuando le dijo aquello. Para él, realmente era algo difícil siquiera reconocerlo en voz alta, pero no había mentido, realmente, puesto que ya, hacía mucho tiempo, que no había vuelto a beber sangre de vampiro, y ahora podía considerarse alguien completamente "limpio" de su efecto... Salvo por momentos como el anterior, en el cual, la simple visión de la sangre le hacía añorarla nuevamente.

Observó las ropas que el chico le había dejado y se colocó la camiseta más larga y holgada, la cual, le quedó bastante bien. Terminó de secar sus cabellos y sin demorarse demasiado en eso, dándolos por perdidos, dejó la toalla colgada y salió en busca del muchacho, abrazándolo por la espalda rodeando suavemente su cintura, le dolían las palabras del chico porque él mismo se juzgaba, muy rudamente, por eso.

-No te he mentido, Morgan... Hace ya casi cuatro años que no he probado una sola gota, eso te lo puedo jurar -dijo en un murmullo un tanto ahogado, apretando un poco su abrazo y medio ocultando el rostro en el cuello del chico, sintiéndose avergonzado por el sólo hecho de tener que reconocerlo en voz alta-. Es algo que ha quedado en el pasado... perdón, por verte de aquella forma, a veces, pierdo un poco el control -se disculpó, sinceramente arrepentido, con un atisbo de dolor en su tono de voz.

morgan se sobresalto lijeramente ante ese abrazo... sonrojado, sacando lentamente del agua la sangre que el beberia, pensando que noera el mejor momento puesto que kanade estaba si, por lo que la dejo de lado. se encojio un poco en ese abrazo, escuchando sus palabras lo que decia, tranquilizandoce levemente al escuchar que hacia 4 años ya que no bebia la sangre de los vampiros... eso devia significar qeu su sistema estaba limpio de esta, y el insidente reciente sol habia despertado el recuerdo del deceo...

- e.. estas.. triste...- dijo dandoce vueltaa en ese abrazo, sonrojandoce por la cercania y porque quedaba frente a el a escasos cm... levanto su mano hacia el rostro ajeno acariciando su mejilla. - s...suenas muy ..t... triste...d.. duele...o..oirte asi... - declaro haciendo puntas de pie para dejar un suabe beso en los labios ajenos.

- q.. quieres.. c.. contarme?-

Kanade cerró los ojos al sentir ese suave beso, uniendo su frente a la suya y suspirando largamente. En realidad, a él también era algo que le dolía, aunque normalmente, evitaba pensar en eso, se sumergía en la música o en su trabajo, evitaba tener que enfrentarse a la elección de recibir sangre de los vampiros con los que solía enrollarse y prefería ser mordido por éstos. Abrió los ojos luego de un corto momento, aquella cercanía, el permanecer así, con sus frentes juntas, le ayudaba bastante a relajarse.

-No quiero que te duela... tampoco creo que sea una historia agradable que quieras escuchar -murmuró finalmente, inclinándose un poco a besar sus labios, suavemente, sujetándolo de la cintura como si se le pudiera romper en cualquier momento, o como si fuera a desaparecer. Luego, le dedicó una suave sonrisa triste, separándose y soltándole de su agarre, para que continuara con lo suyo... Observó la bolsa de sangre en la encimera y desvió la vista rápidamente, no era bueno que se hiciera eso a sí mismo.

morgan sonrojado recibio esos besos, esa cercania pero entonces kanade volvio a apartarce diciendo que no era una historia agradable... le miro tendidamente

- mi historia... la muerte de ameli...t.. tampoco es agrdable...es... el motivo de todo para mi... y aun asi.. desagradable como es... preferi.. preferi contartelo...- dijo sin pensar, puesto que le dolia que kanade no pudiera abrirce con el, siendo que decia profesarle tal cariño y amor... suspiro se dio vuelta y volvio a tomar la bolsa de sangre, sirbiendola en una taza, bebiendola rapidamente, casi ahogandoce. - l.. lo siento.. n.. no es... no es correcto o.. obligarte a .. a contarme.. p.. pe rdon.- morgan solo queria poder consolarle.. pero no era bueno en esas cosas.

El rubio prefirió no ver cómo Morgan bebía la sangre, aún se sentía conmocionado y sabía muy bien que verle, le haría más daño a sí mismo. Ante el reclamo del chico, dejó salir un suspiro cansado, colocándose a su lado y medio recargándose en la encimara, observando a la nada con ojos lejanos, melancólicos, al recordar algunos detalles de su propio pasado, ese que sólo él y Himeko conocían, uno que hasta el momento, había conseguido mantener en relativo secreto, incluso de sus propios padres.

-Entiendo que te moleste que no te pueda contar... es difícil, y no me gustaría que cambiara la impresión que tienes sobre mí -dijo luego de un corto silencio, girándose a verle, con una sonrisa triste-. Sin embargo... te prometo que no soy el de antes, que cambié, para mejor, y que jamás dejaré que nada malo te suceda -habló con sinceridad, aunque aún, permanecía algo alejado del chico, aunque por dentro, se moría de ganas de abrazarle y protegerle del mundo. Ya antes le había fallado a alguien y sentía que por su culpa, aquella persona había terminado así de mal, destruída por dentro, hueca, vacía. Definitivamente, no permitiría que le ocurriera lo mismo a Morgan, ni a nadie, mientras estuviera en sus manos.

morgan le escucho y asintio.

- c... cuentame....c..cuando.. cuando creas...q..que puedas ha... hacerlo.. si?- pidio sonriendole lijeramente, aunque algo triste de que aun no le quiciera contar. tomo una tetera y puso agua a calentar, mientras lababa la taza y tiraba la bolsa vacia...

- t... t.. te ven... vendria bien.. un.. un te... hum..c.. compre.. compre ese.. que.. que no habia.. en la casa de te en el centro.... tube que.. que hacerlo traer...- dijo sonriendo timidamente mientras le mostraba

-Dudo que pueda hacerlo nunca... temo que te alejes si sabes cómo he sido y lo que he hecho... -suspiró con frustración, acercándose al chico finalmente, besando su frente cuando se hubo desocupado. Observó las finas hojas de té Gyokuro que le mostraba y sonrió un poco más animado, aquella era su bebida favorita desde que era un niño y su madre, una vez instalados definitivamente en Roma, encargaba a sus tíos en Japón cuando iban de visita.

-No debiste molestarte, en serio -comentó rodeando la cintura del chico otra vez, le gustaba abrazarlo y sostenerlo así, cerca suyo. Besó sus labios dulcemente, apenas un roce, como le gustaba, y le miró con una tierna sonrisa, aunque en su mirada, seguía un atisbo de tristeza-. Gracias, de verdad -susurró contra sus labios, dejando una leve caricia en su cintura.

morgan recibio ese beso mientras le agradecia por el te... pero seguia triste, kanade... no morgan, y eso le inquietaba, por lo que antes de que pudiera alejarce solo por si las moscas lo tomo de las telas de la prenda y llebo una mano a su rostro nuevamente.

- n.. no.. no voy a alejarme.... es... es. . tu pasado...l... lo qu.. que te lleva a ser hoy lo que eres..q..quiero saberlo... co..conocerlo.. porque es parte de ti... y quiero saber todo de ti...- dijo sintiendo como sus mejillas ardian por la verguenza que le probocaba atreverce a decir esas palabras, admitir que le interezaba el saber todo sobre kanade... era admitir mucho mas en realidad

- t... te quiero...y...y... y qui.. quiero co.. conocerte...- susurro sin dejar de acariciar su rostro.

-Es... el cansancio, y todo lo que veo a diario, lo que me lleva a ser como soy... no aquellas erróneas experiencias -susurró, cerrando los ojos y disfrutando de esa casta caricia que lograba reconfortarle y hacerle olvidar por momentos, todos sus errores y resentimientos consigo mismo. Las palabras del chico habían llegado hondo en su pecho y mente, le decía que le quería, que quería conocerle cómo era realmente... Era casi, más de lo que podía haber soñado.

-Te diré algunas cosas... también necesito algo de tiempo en ese sentido, ya que me resulta un poco difícil decirlas y recordarlas -dijo tras un suspiro derrotado, aquella caricia, la sinceridad de sus palabras y de sus ojos, su rubor... Intuía que podía confiar en Morgan de aquella forma, abrirse a él como no hacía con nadie. Beso nuevamente los labios del chico para luego separarse y solamente tomar su mano, apretándola ligeramente, aquel gesto, siempre conseguía calmarle y calmar a sus acompañantes-. Entonces... realmente no sé por dónde empezar... o qué esperas que te diga exactamente -comentó, un poco contrariado, sin saber realmente, qué contarle ahora... ¿tal vez, debería empezar diciéndole desde cuando había caído en el vicio de la sangre? Ahora que lo pensaba... Morgan ni siquiera sabía su edad.

morgan recivio el beso y luego se quedo sosteniendo la mano ajena.

- p.. puedes comenzar...p.. por hacer el te...- dijo mirando las ojas de te y el agua ya caliente- l... lo compre.. p.. pero realmente.. n.. no se pr. prepararlo... - se xplico mirandole avergonzado, dado que era su invitado, pero le estaba pidiendo que el se encargara del te.

- l.. luego... ... luego me cuentas como comenzo...- dijo mirandole a los ojos tratando de calmar la ansiedad que ese tema podia causar en kanade, auqnue no sabia realmente cuanta calma podia transmitir alguien tan nervioso como el

Sonrió ligeramente ante el pedido del chico, al menos, preparando el té, podría distraerse y escapar del tema unos cuantos minutos-. ¿Te gustaría que te enseñara a prepararlo? Es sencillo -sugirió, dejando una ligera caricia sobre la mejilla ajena. Luego desvió su mirada hacia las tiernas hojas de té y y suspiró profundamente, en realidad, ya había pasado una gran cantidad de tiempo desde la última vez que había preparado algo, lo que fuera, en una cocina... Partiendo por el hecho de que su manager no lo dejaba tomar ni un cuchillo a menos que fuera para cortar la carne una vez servida.

-Necesitamos una tetera kyusu de vidrio para el té, hay que calentarla un poco antes de empezar... -comentó, preguntándose si Morgan tendría ese tipo de tetera, la cual era nativa de Japón. Tal vez, la había comprado junto con las hojas de té o se la habían incluido en su pedido-. Si no la tienes... podemos ver alguna otra forma de hacerlo, sin que cambie tanto el sabor o la textura -sugirió, volviéndose a ver a Morgan con una amable sonrisa. Luego, volvió a suspirar y besó una de las manos del muchacho.

-Creo que partiré diciéndote que acabo de cumplir 24 años... hace unos cuantos días, un poco antes de conocerte -dijo sonriéndole levemente y sintiéndose demasiado joven al decirle su edad. Por la forma en que usualmente actuaba, su personalidad y su forma de desplegarse en el escenario y donde fuese, parecería que era bastante mayor, o al menos, así se sentía normalmente.

morgan sabia que por algo le habian cobrado de mas y que por eso le habian mandado ese juego de tetera que no habia pedido en si, pero que su contacto oriental habia creido que era necesario... bueno ese anciano siempre sabia como hacer las cosas asi que morgan no se habia quejado tampoco al pagar.

- s.. si.. si tengo... - declaro sonriendo lijeramente con timidez buscando en la alacena la caja del envio puesto que no la habia sacado aun por si habia sido un error. - m... menos mal.. s.. sirve p... para algo....- dijo sintiendoce aliviado, dandocela a kanade escuchando que tenia solo 24 años... de pronto y se sentia un anciano junto a el, pero no dijo nada hacerca de ello.

- 24?... f.. feliz c.. cumpleaños- dejo un tembloroso beso en la mejilla de kanade... se estaba envalentonando lentamente junto a kanade, queria poder mostrarle su afecto lo mas que le fuera posible, para que su timides y sus nervios no desalentaran al joven en sus avances.

-Realmente no celebro mi cumpleaños y la gente no lo recuerda pero... Gracias -sonrió algo más alegre, aunque si expresión seguía siendo algo triste y melancólica. Sin embargo, se sentía bien, tal vez algo ansioso y nervioso por lo que tendría que decirle luego, pero ya no se sentía tan triste como su mirada expresaba. O, al menos, no se sentía más triste de lo normal, aunque evitaba tomar demasiado en cuenta aquello y se distraía fácilmente con otras cosas; sabía mantener su mente ocupada.

Abrió la caja con dedo cuidadosos y delicados, sus gestos, en ningún momento, habían dejado esa elegancia hipnotizante que le identificaba. Sacó la tetera con cuidado y le pasó un pañuelo limpio por si acaso tenía polvo o algo, aunque notó que era prácticamente nueva y estaba en perfecto estado pese al largo viaje. Luego, la puso a calentar un momento, mientras veía que tan caliente estaba el agua.

-¿Tienes algún termómetro para medir a cuánto está el agua? -Preguntó suavemente, lavando sus manos para poder manipular las hierbas mas adelante-. ¿O puedes ver si viene uno en la caja, por favor? -Pidió sonriéndole amable, en caso de que no hubiera nada para medir el calor, tendría que recurrir al antiguo método de su madre y verter un poco de agua en un vaso, probándola con su dedo.

morgan le escuchaba, sonriendo, el tampoco selebraba sus cumpleaños.. y eso habianm sido muchos años sin selebrar.. auqnue tenia la imrecion de que su tia yoko no le dejaria este año safarce de la fiesta.

- h.. hum... d.. deja veo...- dijo mirando dentro de la caja - no.. no hay ningun termometro.. y.. y.. yo no tengo...- declaro preguntandoce ahora como le hacian porque no era partidario de meter sus dedos en agua caliente y no se imaginaba que kanade lo fuera.

-Vale, tendré que hacerlo a la antigua -comentó, vertiendo un poco de agua de la tetera en un vaso, sólo un poco, casi un centímetro. Luego mojó sus dedos con agua fría y tras mover un poco, suavemente, el vaso haciendo que el líquido se enfriara levemente, metió su dedo índice dentro, sacándolo de inmediato-. Está demasiado tibia, habrá que calentarla un poco más -comentó, bajando el fuego de la teterita de vidrio y poniendo a calentar el agua de la otra, un par de minutos más.

-Mi madre hacía así cuando éramos pequeños. También es una buena técnica para calcular la temperatura cuando le preparas la leche o el agua de la bañera a los bebés y los niños -comentó secándose la mano con un pañuelo, sonriéndole a Morgan tranquilamente. Luego apagó el fuego de la tetera con agua y tomó una cuchara de madera que había tomado de uno de los cajones tras revisarlos rápidamente, sintiéndose algo descortés por eso aunque Morgan le había dejado libre vía para preparar aquella infusión.

-Mira, esto es sencillo. Se mete té hasta la mitad de la tetera una vez que está caliente, para que eso no afecte la temperatura del agua -explicó, mientras vertía las hojas de té en la pequeña tetera japonesa. Luego tomó la tetera con agua y vertió un poco dentro-. Y luego... se le hecha el agua hasta cubrir la hoja, no más. La idea es que la temperatura sea exactamente de 60°C, pero como no hay termómetro, puedo improvisar un poco con los cálculos -indicó, dejando la tetera con el resto del agua y mirando su reloj-. Y ahora la dejamos infusionar por un minuto y medio, y ya queda listo... ¿lo has probado alguna vez?

El joven cantante se sentía algo extraño dándole aquellas indicaciones, a decir verdad, se manejaba en la cocina mucho mejor de lo que recordaba. Posó su mirada sobre Morgan y le sonrió levemente de forma amable, ya bastante más animado, cocinar le relajaba y distraía lo suficiente como para calmar su ansiedad un poco.

asentia a las explicaciones de kanade, mirando atentamente aunque estaba seguro de que si intentaba reproducir lo qeu estaba viendo, no le saldria.

- j... jamas le he probado...- declaro cuando le pregunto si habia tomado alguna vez ese te. miraba todo lo que hacia y ya sin haberle hechado el agua a las ojas de te, morgan pudo sentir el aroma de este, mas cuando el agua intensifico el olor, morgan cerro los ojos respirando profundamente con una leve exprecion de placer. - huele muy.. muy b.. bien- declaro suavemente en un suspiro

-Es uno de los más finos y deliciosos de Japón -comentó, apagando finalmente el fuego y girándose hacia Morgan, abrazándole por la cintura y besando tiernamente sus labios-. ¿De verdad huele bien? Eso es bueno -sonrió algo aliviado al comprobar que sí lo había hecho bien, con la temperatura del agua adecuada. Luego, dejó escapar un largo suspiro, ya no podía prolongar más aquello y sintió cómo la ansiedad volvía a atacarle, la cual, inevitablemente, se reflejaba en su rostro, más bien, en sus ojos.

-Mejor busquemos unas tazas para servir... esta vez, déjame llevar la bandeja a mí, ¿está bien? -Se ofreció, para prevenir cualquier tipo de nuevo accidente que incluyera a Morgan estampándose en el piso y las cosas desperdigadas por el piso y sus ropas. Liberó al chico de su agarre y revisó que el té estuviera en orden, en esos momentos, sólo podía confiar en su vista e intuición, dado que no podía sentir el aroma de la infusión.