Red Secrets Darks memories *Priv Kanade*

morgan solto un bufido mientras kanade se le hacercaba, uno  mas bien que parecia resoplido que otra cosa, algo enfurruñado, aunque ante aquella mirada poco podia hacer...  ni mucho menos ante el beso en su frente.

-e... eres cruel- repitio desviando la mirada, sabiendo que flaquearia demaciado  al verle a los ojos, eso si no estaba flaqueando ya con sus nervios, sonrojo y temblores ante el mero tacto sobre su barbilla.

lentamente tomo la mano de kanade y le dio una leve mordidita en la llema de los dedos, similar a las que daba kuroro hacia un rato ya, para luego  mas que rojo, dirijirce a la tetera.

 -b... bebamos e.. el .te....- podia sentir la piel de su rostro hirbiendo gracias a su reciente accion

-Sí, lo sé -contestó con orgullo y una sonrisa encantadora de esas que sólo le salían a él, mientras miraba cómo el chico mordía su dedo levemente. Tuvo que hacer acopio de todo su autocontrol para no lanzarse sobre él a besarle y hacerle el amor en ese mismo instante, más que nada, porque él no era esa clase de persona. Sin embargo, aguardó unos segundos quieto en su lugar, respirando profundamente una vez Morgan se apartó hacia las tazas y la tetera.

-Tú también eres muy cruel, mon cour -murmuró una vez fue capaz de volver a hablar con normalidad, girándose con una sonrisa depredadora y felina, casi vampírica. Sin embargo, sólo se limitó a tomar la bandeja mientras miraba a Morgan fijamente, riendo ligeramente al verle tan sonrojado-. Volvamos a la sala, beber de pie puede ser peligroso -comentó, esperando a que Morgan aceptara y entendiera. 

Según Kanade, el muchacho parecía a punto de volver a desmayarse o de que le diera algún ataque de algo, estaba demasiado rojo y nervioso y sus piernas apenas parecían capaz de sostenerle. Y ese día, definitivamente, no deseaba que el chico volviera a desmayarse.

morgan quedo algo desconcertado ante las miradas de kanade y sus palabras

 -yo?- pregunto distraidamente mientras asentia para ir a tomar el te en la sala sentados... practicamente se adelanto al hecho y camino por delante para sentarce rapidamente  porque no queria caminar lento y que sus piernas traidoras le hicieran pasar un papelon nuevamente, inmediatamente kuroro le salto al regaso y morgan trato de a medida que respiraba, ir calmandoce mientras le acariciaba las orejas al gato

No respondió ni comentó nada ante la pregunta inocente y algo distraída del chico, prefería así. Lo siguió hasta la sala y dejó la bandeja sobre la mesita, tomando asiento junto a Morgan y viendo cómo acariciaba a su mascota. Parecía que aquella acción tranquilizaba al muchacho y el cantante sólo se limitó a sonreír, a la vez que le entregaba la taza de té. 

Aquella segunda infusión era un poco más intensa en cuanto a sabor y tenía ciertas notas secantes debido a la astringencia del té, pero el cantante por desgracia apena podía percibir aquello. Sin embargo, no dejaba de ser un té delicado y delicioso-. Ten, espero que te guste esta segunda infusión -comentó tras entregarle la taza al muchacho, tomando la propia y esperando que con eso, sus pulsaciones volvieran a regularizarse al igual que la repentina excitación que le invadía.

Bebió un corto sorbo del té color jade, cerrando lentamente los ojos y relamiéndose lo labios con aquel relajante sabor, uno del cual incluso alguien con los sentidos atrofiados como él podía disfrutar. Tras bajar la taza, observó a Morgan a los ojos con una leve y seductora sonrisa, a la vez que notaba al gato subirse en su regazo y ronronear suavemente.

morgan sonrio levemente al aceptar aquella taza, esperando esta vez pdoer terminarla.

 - gracias- declaro  comenzando a beber disfrutando del aroma, recordando que kanade le habia dicho que su olfato estaba atrofiado, sintio un poco de pena, porque devia de perderce de muchos aromas muy ricos, como el de ese te o el aroma a vainillas que el despedia por las sales de baño que usaba en su casa...

cuando levanto la vista de su te vio justo como kanade ser elamia los labios, lo que logro que casi se ahogara con un poco de te , pero no como en  aquel local, esta vez, no derramo todo sobre sus piernas.  tosiendo liejramente vio a kuroro abandonar su regazo para ir al de kanade

 - q.. que bueno que le a.. agrades-

-¿Te encuentras bien? -Preguntó preocupado al verle toser, si esta vez Kanade había hecho algo que provocara esa reacción en Morgan, había sido un gesto totalmente inconsciente y sin ninguna mala intención. El cantante dejó la taza sobre el platillo en la mesa y acarició al gato tiernamente, sonriendo divertido al ver cómo el minino volvía a enfrascarse mordisqueando sus manos.

-Creo que le agrada morder mis manos, creerá que soy un vampiro por lo frías que las tengo -comentó riendo, dejándose morder y medio arañar a la vez que acariciaba al animal en el lomo y la orejas. Sin embargo, esta vez el felino mordió sus dedos demasiado fuerte sacándole un poco de sangre, ante lo cual, Kanade dejó salir un pequeño y apenas perceptible quejido de dolor-. Creo que se lo toma en serio... 

- n.. no ... estoy bien... no te preocupes- contesto un poco ahogado aun pero con un nuebo trago del te se le paso, luego se quedo mirando a kuroro morder los dedos de su pareja

- n.. no conoce vampiros- dijo cuando kanade menciono que tal vez era por eso que le mordia pero luego kuroro le mordio realmente fuerte.

 - K.. Kuroro!!- dijo apartandolo con rapidez enojado con el gato que salio bufando asustado, tomo la mano dekanade, pero al ver la sangre cerro los ojos con fuerza alejandoce un poco.

-  p...por favor... v.v e al baño a labarte.. h.. hay un botiquin en el armario - dijo sin poder evitar tirarce hacia atras... la sangre fresca... otra vez...

-Espera, sólo es un roce esta vez -indicó Kanade poniéndose de pie ante la reacción del chico frente a su sangre, aunque en realidad, apenas era una gota. Se alejó hacia el baño que el chico antes le había llevado, aunque se detuvo antes de entrar en su habitación... No sabía en dónde estaba el baño de las visitas y no era cortés husmear sin permiso, así que suspirando un poco pesado, entró al cuarto de Morgan otra vez, pasando directamente al baño. 

Mojó su dedo herido con abundante agua hasta que dejó de sangrar, ciertamente, apenas había sido un roce de los colmillos del negro minino. Luego de secar su mano, vio su camisa blanca como la había dejado, medio estirada para que se secara, y comprobó que ya estaba lista para volverla a usar, aunque un poco.. bastante arrugada. 

Tras echar una última repasada con agua y jabón a su dedo y comprobar que ya no sangraba, tomó su camisa y regresó con ella a la sala, tenía pensado guardarla en su bolso y pedirle a Morgan prestada la camiseta holgada que usaba en esos momentos-. Ya está, ya no sangra. Sólo fue un rasguño, pero ya está bien -señaló, con una coqueta sonrisa, aunque no le gustaba para nada ver a Morgan con esa expresión. Deseaba... deseaba que le mordiera, que si deseaba beber de su sangre, que lo hiciera hasta saciare aunque, ¿cuánto sería eso? Ya antes el muchacho le había dicho que podía matarle... Sacudió la cabeza para quitarse esas ideas, no era sano, para ninguno de los dos.

en cuanto kanade entro al baño, morgan corrio practicamente a la coscina, sacando cuantas bolsas de sangre pudiera encontrar y baciandolas freneticamente, el aroma de sangre fresca inundaba su departamento ye so le calaba en los nervios... mas ahora que sabia de las antiguas  aficciones de kanade  preferia resguardarce de morderle.. sabia uqe no podria controlarce...  tenia miedo.. puro y concreto miedo.

en unos pocos minutos habra  bebido al menos cuatro bolsas de sangre al hilo, aunque se sentia palido de todas formas...  casi al borde de las arcadas por tanta sangre ingerida tan rapido, volvio al sillon estaba a punto de sentarce a seguir tomando el te cuando kanade regreso.

 - q.. que bueno...- dijo soltando un suspiro al ver que no habia mas sangre en el dedo del humano, pero el aroma, en su opinion, por mas que habia sido solo unas gotas... habia inundado la habitacion de la peor manera... com  maldecia en esos momentos el buen olfato que tenia y envidiaba el de kanade. con manos temblorosas se llevo el te a la boca tratando de que el aroma de sus ojas le distrajera, con poco exito la verdad.

El rubio se detuvo frente a Morgan mirándole de forma escrutadora, el chico estaba demasiado pálido y tembloroso y por su expresión, dedujo que el aroma de su sangre permanecía en aquel lugar, alterando a su pareja. Definitivamente eso no era nada bueno, no le gustaba en lo absoluto ver a Morgan así por sangre-. ¿Quieres que tomemos el té en otro sitio? ¿O que salgamos a dar una vuelta? Estás demasiado pálido -señaló preocupado, inclinándose frente a su amado, apoyando una rodilla en el suelo y haciéndole dejar la taza de té sobre la mesita.

-Lo siento, por mi culpa te has alterado -se disculpó por sangrar, y en el fondo, también se disculpaba por ser simplemente un humano. Si en cambio fuera él un vampiro... No, definitivamente, la mera idea de que eso le ocurriese le hizo palidecer sutilmente. Sacudió ligeramente la cabeza y besó las manos temblorosas de su novio, mirándole con la disculpa grabada en su mirada.

-n.. no fue culpa tuya... f.. fue de kuroro...- dijo afilando la mirada hacia un costado notando donde se escondia aquel gato miedoso que para colmo al no ser amante de la sangre cuando la veia u olia por mas que la probocara el, salia corriendo... dejando a morgan solo con su sed.

 -p.. palido?- repitio llevando una de sus manos al rostro dejando una en las manos de kanade  - a... acabo de beber 4 bolsas....-  dijo sin poder entender como seguia palido... pero la idea de salir en esos momentos lo saco de su ensoñamiento y nego con la cabeza  - seria peligroso si salgo ahora... la... la gente tiende a lastimarce en las calles.. o salir con heridas mal vendadas, incluso  bien vendadas,  en esta epoca es demaaciado comun el olor de la sangre fresca en las calles.-   dijo cerrando los ojos, por que no podia beber el te tranquilo?? como una persona normal!!

 - p. probablemente...e..el holor no haya llegado... a ..l.. la habitacion de huespeds.-   comento pensando.  - q.. quiciera terminar.. d.. de tomar el te contigo.-

-¿Cuatro bolsas? Aún te noto demasiado pálido -señaló con preocupación, dejando una suave caricia en la mejilla del muchacho, la cual parecía arder bajo su piel. Supuso que su palidez se debía a los nervios o al miedo de atacarle y no a la sed en sí misma, como ocurría en lo vampiros cuando no se alimentaban. Asintió a los argumentos de Morgan para no salir a la calle, si lo pensaba con detenimiento el muchacho tenía razón y sólo serviría para ponerle en peligro y exponerlo...

Inevitablemente, el rubio volvió a sentirse demasiado inútil y frágil dentro de su condición humana, ya que ni siquiera podía hacer algo por la sed de sangre que sentía su pareja. Se regañó internamente de forma ruda, si lo pensaba bien, apenas sí podía con su propia sed, y eso que él era un humano. Suspiró frustrado ante este hecho, poniéndose de pie cuando Morgan sugirió seguir tomando el té en el cuarto de invitados.

-Sí, mejor vamos allí, no quiero que te sientas mal por el aroma de mi sangre -comentó sujetando la mano de Morgan y ayudándole a levantarse; temía que el chico pudiese de alguna forma desmayarse o caer por la conmoción. Una vez se aseguró de que el híbrido podía sostenerse en pie por sí mismo, tomó la bandeja con ambas tazas y sonrió amable, preocupado-. ¿Te sientes bien? ¿Puedes caminar solo? 

asintio cuando le pregunto si podia caminar solo, y solto un suspiro, realmente se veia tan desvalido? no queria ser la causa de esa expreciond e preocupacion en el rostro de kanade, simplemente sus pensamientos en ese momento, por mas que no los estubiera escuchando, eran demaciado transparentes.

- ven te enseño el lugar- dijo bajando la mirada avergonzado y  dirigiendole por el departamento hacia una de las esquinas de este y  abriendo la puerta de ese cuarto le dejo entrar. incluso tenia ventanas hacia afuera, como su habitacion, solo que estas no tenian un balcon.


 - p.. pon las cosas en ese escritorio de alli  o.. en el apola pies, es... bastante grande y no se caeria... - dijo primero señalando un escritorio negro que tenia una silla delante y luego un pequeño  apolla pies a juego con los dos sillones de la habitacion. luego de señalarle, se aseguro de cerrar la puerta para que el aroma a sangre no llegara en lo mas minimo, de hecho encendio el atomizador con aroma a lavandas que habiaalli, solo por si las dudas, luego fue a sentarce a uno de los sillones,  soltando un tendido suspiro
 

El rubio le siguió por aquel pasillo hasta el cuarto de invitados, dejando la bandeja sobre el apoya-pies dado que estaba mucho más cerca del sofá en donde Morgan había tomado asiento con gesto cansado. Se acercó a él en silencio mirándole preocupado aún, tanto por el aspecto del chico como por aquel suspiro... Deseaba poder ayudarle o apoyarle y le frustraba bastante el no saber cómo hacerlo dada su simple naturaleza. 

-¿Y si mejor te recuestas un poco, mon amour? -Preguntó con voz suave y melodiosa casi, inclinándose junto a Morgan y tendiéndole su taza de té. Sin dejar de sujetar la taza, más que nada como medida de precaución, se acerco al muchacho y dejó un tierno beso en la comisura de sus labios mientras le miraba intensamente-. Todo está bien... lo sabes, ¿verdad? No debiste tomar tanta sangre de golpe, podría hacerte daño -comentó apartándose y sentándose en el otro sofá, tomando su propia taza y bebiendo un sorbo de ese exquisito té para relajarse.

morgan nego sutilmente con la cabeza ante la propuesta de recostarce, no  queria hacerlo, queria estar sentado y charlar con kanade, ser alguien normal qu eno se ruborizara o paralizara ante cualquier abance, ser alguien normal que no sintiera panico dematar a su pareja humana cada que sangraba...

ese beso le hiso recuperar levemente el color, abriendo los ojos sorprendido, pero tambien le hiso sonreir lijeramente, sosteniendo entre ambos aquella taza dete. cuando kanade se aparto diciendo aquello asintio

- es que temi poder d.. dañarte... a .. aveces olvido alimentarme como se deve... y.. y eso podria ponerte en peligro... no recuerdo si desayune hoy  sangre o no.. y.. y aunque fue solo una gota... senti la urgencia de ella... por mas que bebi hace un rato... la sangre humana, y fresca es muy extraña hoy en dia y... y es tuya...- bueno ahora si le habia  vuelto el color al rostro con esas ultimas palabras que solto

Aquel último comentario de Morgan le interesó bastante y le hizo sonreír de lado levemente, notando cómo nuevamente el color volvía a las mejillas del muchacho haciéndole lucir tan dulce y tierno como siempre, como a Kanade le gustaba. Sin embargo, sentía renovadas ganas de abrirse una herida y hacer que el chico bebiera, que saciara sus deseos, que se uniera a él en un beso sangriento... 

Pero era demasiado pedir para alguien como Kanade, no lo resistiría, ni el volver a beber sangre, ni el que Morgan se alimentara de él, definitivamente, eso le mataría y el rubio no quería morir, eso lo tenía bastante claro. Bebió un nuevo sorbo de té que le ayudó a dejar de lado esas macabras y retorcidas ideas y concentrarse mejor en la situación actual, no debía dejarse llevar por la sangre, debía recordarlo y mantenerlo muy presente sobretodo, en esos momentos, por respeto a su nueva pareja.

-Será mejor que ya no pienses en ello, como ves, no ha pasado nada malo y nos aseguraremos de que jamás suceda -aseguró, mirándole con un brillo protector y entregado en los ojos, a la vez que bajaba su taza y le sonreía a Morgan con cariño y amor.

miro a kanade con ojos  casi de ilusion ante ese tono tan protector y decidido, para luego sonreirle con total sinceridad.

- gracias.- dijo aun con esa sonriza para luego llevarse su taza de te a los labios volviendo a distraerce con ese aroma, relajandoce con este, acto que se noto en su rostro y en su lenguaje corporal al tiempo que terminaba de vaciarla.

 - hum.. m.. me servirias mas?-   pregunto estirando la taza con exprecion de querer seguir bebiendo

Aquel cambio en la actitud y la expresión de Morgan casi dejó a Kanade sin aire en sus pulmones, parecía tan feliz, tan tranquilo y sin miedos, que el cantante sentía que la felicidad le invadía, más que nada, porque sabía que él había provocado aquella reacción. Correspondió a esa radiante sonrisa de la misma forma, para luego ver cómo Morgan terminaba su taza de té. Ahora, era él quien se había quedado un tanto embobado mirando al muchacho.

-Por supuesto, aún queda para una taza más -comentó tomando la taza de Morgan y sirviéndole una última porción de aquel delicado y elegante té, para luego, entregársela con cuidado de no derramar nada, puesto que la taza había quedado un poco llena-. ¿Te sientes mejor ahora, mon amour? Este té siempre es bueno para los nervios y la ansiedad -indicó mientras regresaba a beber de su propia taza, bebiendo un último sorbo y sintiendo cómo todo él se relajaba otra vez. 

Dejó la taza sobre la bandeja y se cruzó de piernas, medio recargándose en el respaldo del sillón y cerrando los ojos un instante para abrirlos lentamente, observando a Morgan beber con una sutil sonrisa coqueta y tranquila.

- gracias... si...  tu...  me ayudaste... con tus palabras, a sentirme mejor - declaro ruborizandoce lijeramente y tomo la taza cn sumo cuidado de no tirar nada por lo qeu sus siguientes movimientos fueron muy lentos aunque se sabia observado, que lo ponia un poco nervioso, por lo que pronto  pero con cuidado, dio el primer trago a la taza, para disminuir el pelibro de volcarce.

 - tus palabras...y...y el te... ambos me ayudaron... l.. le pedire a mi contacto que me envie mas  cuando quede la mitad...- dijo  desviando la mirada  mientras daba otro trago... volvia a ser el timido el, bajo esas miradas

-Me alegra mucho oír eso, me hace muy feliz ver que estés bien otra vez -comentó con voz suave, viendo cómo bebía y volvía a ruborizarse, cómo volvía a ser el mismo chico tímido y algo torpe de siempre. Asintió a sus palabras cerrando los ojos lentamente para luego abrirlos sonriendo leve, le alegraba que el té le hubiera gustado y debía recordar anotarle la indicaciones antes de marcharse de vuelta a Europa. 

Sólo en ese instante de relajo, se percató de la decoración del cuarto en el que estaban, el cual, recorrió con la vista lentamente. Al entrar y al estar tan preocupado por el chico frente a él, apenas e había detenido a contemplar el suelo que pisaba, lo cual dejaba un poco en evidencia lo centrado que llegaba a ser, casi sin percatarse de lo que tenía a su alrededor una vez se concentraba totalmente en algo o alguien. 

-Es un bonito cuarto, tienes un gusto exquisito para la decoración. Bueno, todo tu departamento es elegante y cálido -comentó con palabras sinceras, volviendo a mirar a Morgan y sonriéndole suavemente.

- p.. prefiero la decoracionde tu apartamento q.. que la del mio...- dijo algo ruborizado porque  no sabia como sonarian esas palabras realmente en la cabeza de kanade

 - p.. prefiero el.. el estilo victoriano.. el renacentista y el barroco, pero  este penthouse no... no tiene la estructura necesaria para poder hacer ese tipod e decoracion- se explico  mirando el te

 - y la.. la cantidad de libros que tengo, arian dificil ese tipode decoracion... aunque la casa de mis padres  si es mas estilo gothica renacentista.. tambien la he llenado de libros al punto.. al punto de que la ultimavez que estube alli, no me di cuenta y tranque la puerta con  montañas de libros, tantas, que era mas practico salirme por la ventana que reacomodarlas para salir por la puerta...- conto riendo de aquella anecdota

-Pues... ese es sólo un apartamento -comentó sin muchos ánimos, en realidad, sólo era un cuarto de hotel y su hogar por esas dos únicas semanas. Su hogar, o bueno, el lugar que podía considerar su hogar, era muy diferente probablemente de todo lo que Morgan conocía. Su mirada se entristeció ligeramente pero no le dio importancia, y dejando de lado sus pensamientos, se concentró en las cosas que contaba el muchacho, sonriendo divertido al imaginarse aquella escena.

-Vaya, sí que tienes muchos libros -comentó, imaginando cuál sería la reacción de Morgan si viera su biblioteca en Roma. Probablemente se emocionaría, o tal vez, se sentiría algo intimidado e incluso asustado, como Kanade cuando era un niño y entraba en ese cuarto. Rió levemente al recordar eso, de seguro, en algún momento, le relataría a Morgan algunas historias y anécdotas de su infancia. 

-Algún día te enseñaré mi biblioteca -comentó mirándole con una leve sonrisa coqueta y misteriosa a la vez, clavando sus ojos en los ajenos, con renovadas ganas de besarle y tocarle... más ahora, que estaban encerrados en aquel cuarto con una cama bastante amplia.

- tienes una biblioteca muy amplia?-  pregunto con curiosidad morgan realmente muy interezado, dado que no podia evitarlo, loslibros... asi como ahora la sangre de kanade tambien, eran su perdicion.  - m.. me gustaria verla-  agrego sonriendo para luego notar esa mirada tan penetrante sonrio nervioso escondiendoce tras la taza de te, sintiendo que se le habia acabado demaciado rapido.

-Es una biblioteca... diferente -comentó como respuesta, viendo cómo el muchacho se acababa su segunda taza de té y sonriendo de forma radiante ante el segundo comentario del chico, definitivamente, un día tendría que llevarle a su casa... aunque no podía imaginar la reacción de Morgan al verla, puede que hasta se decepcionase un poco. 

-¿Alguna vez has ido a Roma? -Le preguntó inclinándose un poco sobre el sillón para poder ver mejor a su pareja, sintiéndole tan lejos... Definitivamente, prefería los amplios sofá en donde podía acercarse al chico y atraparlo por la cintura, a aquellos sillones individuales que le hacían mantenerse a raya.

le miro un tanto extrañado ante esa pregunta.

 - e... estube  pero casi nada....-  declaro pensando cuanto tiempo habia estado alli. - en realidad... e.. estube mas en francia.... luego hice viajes fugaces por elresto de europa, pero no habre estado mas de dos dias... con michelle quisimos ver todo europa y por no estar demaciado tiempo,  pasamos muy pocos dias en cada lugar, hasta ahora me ar.. arrepiento de no haberme  tomado tiempo para disfrutarlo de otra manera... p.. pero temia por mis libros.. los de mi casa, los de la casa de mis padres... en su csa la humedad es terrible... y los de la tienda... temia intentaran robarlos o algo... ho! tu no has ido a mi tienda, deves venir algun dia!- dijo de pronto entre toda su respuesta.