Lonely Boys * priv*

-Gracias... ahora luzco más como en las fotos y letreros, ¿no crees? -Preguntó de forma un poco retórica, a la vez que le sonreía con suavidad, entrelazando sus dedos ahora enguantados sobre su vientre. Observó cómo Morgan empezaba a juguetear con sus propios dedos de forma nerviosa y tentado estuvo, sin saber muy bien por qué, de separar sus manos e impedirle hacer aquello... ¿Ver su reacción, tal vez? No podía negar que verle nervioso empezaba a gustarle, era aquello probablemente lo que más le llamaba la atención del muchacho y su tímida personalidad.

-En realidad no estoy seguro, es primera vez que visito la ciudad -respondió a su pregunta con una sonrisa de disculpas, subiendo su mirada para verle a los ojos mientras hablaba-. Sé que se encuentra en el extremo oeste de la ciudad, justo al otro lado del Barrio Francés -el tono de su voz pareció entristecerse cuando mencionó aquel lugar, el cual soñaba con conocer. Por si él hubiese sido, habría elegido uno de los hoteles que estaban ubicados en el French Quarter, pero aquellas cosas ya no estaban en sus manos, sino que de gente más "especializada" en ese tema.

-¿Deseas algo de música? -Preguntó tras un repentino silencio, en el cual, sólo era audible el sonido de la lluvia. Aquello para el cantante era más que suficiente, aunque tampoco quería que su invitado estuviera incómodo o aburrido.

sentia la mirada de kanade sobre el, la cual volvia a rehuir de hacer contacto cisual.

morgan observo a kanade un momento preocupado cuando escucho su tono de vos entristecerce, pero no sabia si decirle algo o no, no le conocia tanto.

solo los latiso, la respiracion y la lluvia llegaba a los oidos de Morgan, momentos en los que cerro los ojos relajandoce con esos sonidos, respirando tranquilo casi, pero se distrajo por la vos de kanade preguntandole por musica.

- pues.. por .. por mi no es ne... necesario... con la lluvia y los corazones me alcanza... pero no.. no me molesta escuchar otr... otra cosa- penso un momento y sonrio ruborizandoce - p.. pon.. pon algo de t... tu banda- pidio retorciendoce con mas velocidad los dedos

-¿Algo de mi banda? Oh, está bien -dijo un poco sorprendido por su pedido y no muy seguro de que fuera del agrado del chico, dado lo que le había comentado anteriormente sobre sus gustos musicales. Pulsó algunos botones del techo y buscó un tema en específico, uno que recientemente había compuesto y grabado y que sólo se lo había enseñado a una persona... a un vampiro de rojizos cabellos como el fuego.

Una vez la encontró, el tema se escuchó a volumen moderado en todo el vehículo, como si Kanade estuviese cantando en aquel preciso momento. Mientras su voz se dejaba oír desde los parlantes del vehículo, el rubio lanzaba suaves y largas miradas a su acompañante, notando su sonrojo y sus dedos jugueteando inquietos otra vez. Cuando llegó la última estrofa, sin poder evitarlo, suavemente empezó a entonar las palabras en inglés, cantando con voz un poco más ronca que en el tema original debido a su resfriado pero sin desentonar en ningún momento...

Su mirada, suave y a la vez depredadora, estaba fija en Morgan mientras cantaba, a la vez que, finalmente, se decidía por separar sus manos con gestos lentos y ligeros, para luego, una vez terminada la canción, llevar una de aquellas manos a sus labios y besar el dorso de ésta-. Pour vous, mon ange...

https://www.youtube.com/watch?v=7-2IROBiOQE

morgan comenzo a escuchar el tema, le gustaron de por si los acordes... los sutiles sonidos, eso le hiso sonreir, al menos no tendria que decir que no le gustaba. mas cuando comenzo a escuchar la letra de la cancion, poco a poco su rubor fue desapareciendo, sintiendoce cada vez mas pesado, mas triste a causa de las letras que recitaba la vos de kanade en los parlantes.. esas palabras revolvian dolorosas memorias...los recuerdos que llegaron a su mente fueron tenzandole mientras el retorcia sus manos, poco a poco habia ocultado su rostro lentamente tras las rastas que caian de su cabello... de hecho se sobresalto un poco cuando Kanade le tomo de la mano y le beso hablandole en frances... y al levantar el rostro su labio inferior temblaba y al mirarle, no pudo evitar derramar unas lagrimas carmesi que calleron por sus mejillas rodando rapidamente, temblo ante eso, parecia que solo podia mostrarce de una manera ecxageradamente vulnerable ante kanade y eso no le complacia.

- l... lo. lo s.. siento.... - dijo temblando un poco sin poder detener esas lagrimas silenciosas haciendoce hacia atras pegandoce a la puerta poniendo un poco de distancia entre ellos, muy nervioso y emotivo a la vez.

Nuevamente veía aquellas lágrimas caer, lágrimas de sangre, pero esta vez, tuvieron un efecto diferente en el cantante. Ya no sólo quería tenderle un pañuelo y preguntarle si estaba bien, ahora, luego de haber pasado la tarde completa en su compañía y haberse visto encantado y seducido a la vez por aquella mirada inocente y nerviosa. Procuró no soltar sus manos incluso después de que el chico se apartara, y su propia mirada, suave y aparentemente relajada, dejó ver una profunda tristeza.

Deseaba protegerle, consolarle y asegurarse de que aquellas lágrimas de sangre no volvieran a salir de sus ojos jamás. Al oír su disculpa, Kanade dejó escapar un suspiro largo y pesado y jaló a Morgan suavemente, sin soltar sus manos, a la vez que se acercaba a él. Lo abrazó, sin decir nada, sin hacer nada más que eso: abrazarle, sincera y protectoramente-. No llores... No llores más, mon ange... Sólo deseo ver sonrisas sinceras en tu rostro -susurró en voz baja en su oído, de forma confidencial y sincera, para luego cerrar los ojos y besar su frente.

morgan queria cubrir su rostro, pero una de sus manos fue atrapada por las manos de kanade quien le hacerco sin dejarle huir y le abrazo... morgan llevo a su rostro solo una mano tratando de cubrir esas lagrimas, mas tras esas palabras de kanade solo solloso, nervioso... triste, se refugio en el pecho ajeno.

- lo.. lo siento... lo siento... perdoname...- repetia una y otra vez, al comienzo estaba seguro de que le pedia perdon a Kanade por llorar tanto, pero hacia el final de ss disculpas, no sabia si se lo estubiera pidiendo a kanade o si se lo estaba pidiendo a "ella." - por vabor... perdoname.... lo... lo siento-

Escuchaba sus disculpas y por el tono herido y melancólico de su voz, pudo deducir que probablemente aquellas palabras no iban dirigidas hacia él, y no pudo evitar sentirse profundamente triste y un tanto angustiado. Con una mano acarició suavemente los cabellos ajenos sin decir palabra alguna, buscando calmarle y tranquilizarle un poco con sus caricias y dejando que el chico se refugiara en su pecho.

-Shh... tranquilo... todo está bien... todo está bien... -Susurraba suavemente para consolarle, quería asegurarle que todo iría bien, que no tenía que preocuparse de nada a partir de ahora... el cantante intuía que el chico estaba demasiado solo y quería prometerle que él se quedaría a su lado para cuidarle, que ya no tendría que temer a nada porque él jamás le dejaría... Pero, simplemente, no podía decirle nada de aquello, empezando por el punto de que recién le estaba conociendo no sabía cómo el chico se lo tomaría.

Tras unos momentos, suavemente, empezó a tararearle una nana mientras que le apretaba levemente contra su pecho, invitándole a acurrucarse contra él mientras se calmaba. Con sus lagos y finos dedos acariciaba cada una de sus rastas, mientras su otra mano dejaba sutiles caricias en su espalda, que más que caricias parecían suaves masajes para relajarle.

kanade le abrazaba y trataba de calmarle, cuando comenzo a tararear aquella nana, el joven al fin comenzo a calmarce lentamente, sollozando oculto en el pecho de kanade, sintiendo esas caricias uqe le hiban calmando de a poco... tenia una mano aferrada a la prenda de kanade, nisiquiera se habia dado cuenta cuando habia liberado su rostro y se habia aferrado de esa manera, cuando al fin lo noto volvio a sentirce nervioso, y sonrojado...

- g... gracias..- susurro separandoce un poco solamente, con los ojos enrrojecidos por llorar - l... lo siento.. s... siento q... que hoy.. n.. no es un.. un dia tranquilo.. p .. para mi... me .. me has visto llorar muchas.. muchas veces hoy..n... no suelo llorar tanto... d.. devo de .. d... desesperarte- declaro con un tono suave, timido, reusando de mirarle a los ojos porque pensaba que le diria que si, le exasperaba o algo similar.

Una vez le sintió más calmado, permitió apartarse liberándolo de su abrazo y caricias, mirándole con preocupación y tristeza en su mirada. Aquel instinto protector que afloraba en su pecho sabía que no podía ser tan normal o más bien, tan fuerte, pero no se molestó en preguntase a sí mismo qué le pasaba, pues lo sabía: Morgan le gustaba, peligrosamente, demasiado. Le gustaba no como le gustaba Armand o sus compañías de una noche, no, más bien, le gustaba con aquella intensidad con la cual se gusta a las parejas estables, definitivas...

- ¿Desesperarme? ¿Cómo podrías, Morgan? -Preguntó con voz suave y tranquilizadora, aunque por ella también se filtraba un poco la tristeza que le producían las palabras ajenas. Con su mano derecha tomó suavemente su rostro y le hizo mirarle a los ojos, a la vez que le dedicaba una sonrisa algo triste-. Jamás había visto algo tan dolorosamente bello, mon ange -susurró con palabras sinceras, acercándose a su rostro, deteniéndose a escasos centímetros de sus labios y sin apartar jamás, su azulada mirada de aquellos ojos bicolores tan atrayentes.

-Siento que me has atrapado entre tus garras -dicho esto, y casi sin previo aviso, unió sus labios a los suyos otra vez, mientras su mano libre lo aferraba por la cintura para que no se apartara. Sin embargo, esta vez, no fue un simple roce casto como en la vez anterior... Esta vez fue un beso en toda regla, cálido, entregado, con algo más allá de la pasión... Sólo entonces el cantante supo, que estaba enamorándose otra vez.

morgan no peleo contra el hecho de que kanade le tomara del rostro y le hiciera verle, pero se quedo con los ojoa abiertos y los labios entreabiertos por la sorpresa de que le dijera algo como aquello.

- d...do.. dolor... dolorosamente... b... be...bello?... y...yo? - pregunto sin poder creer esas palabras... tal vez, la enfermedad de knade estaba aumentando.. tal vez tenia fiebre y estaba delirando, si, definitivamente era eso... pero esos ojos azules parecian traspasarle el alma con total sinceridad, entonces kanade dijo que le habia atrapado con sus garras, solo en ese momento morgan noto lo cercanos que estaban sus rostros y se sonrojo nervioso, sin esperarce aquel beso o que le aferrara de la cintura. la pasion de ese beso logro que todos los sentidos de morgan se embotaran y se anulara, casi habia dejado re respirar de lo nervioso que se habia puesto y no atinaba a empijarle o apartarle... tenia los ojos abiertos mirando a kanade sin saber que hacer... probablemente fue morgan, en ese momento quien sin notarlo se inclino hacia atras, callendo con kanade sobre el asiento.

No fue consciente de que estaba sobre Morgan hasta que se separó de sus labios para tomar un poco de aire. El chico no había correspondido a su beso y parecía demasiado sorprendido para reaccionar, por lo cual, el cantante besó su frente y mejillas repetidas veces, de forma dulce y suave, esperando que con eso Morgan se relajara un poco.

Su mano suavemente acariciaba su costado y se detenía de vez en cuando en su cintura, pero eran aquellas caricias castas, sin dobles intenciones, al igual que los besos que repartía por aquel ruborizado rostro. Tras unos instantes, se separó un poco y le miró fijamente, apoyando su peso en la mano que antes había sujetado el rostro del muchacho y que ahora estaba apoyada en el asiento; no quería aplastar a Morgan aunque éste fuera un híbrido y probablemente apenas notara su peso. Aún así, quería darle un poco de espacio para que respirara.

morgan se quedo sin aliento y aguanto la respiracion hasta que kanade se separo de sus labios, en ese momento tomo solo un poco de aire, lo necesario para no quedar inconciente, al parecer, kanade noto que morgan se habia sorprendido en demacia y no habia podido reaccionar, por lo que comenzo a darle besos en el rostro y suaves he inocentes caricias en su cintura...

estos actos lograron que morgan reaccionara, ruborizandoce nuevamente mas de lo que cualquier donctor diria que es recomendado ruborizarce, sintiendo nervios a un nivel poco sano, y temblando lijeramente... no sabia que hacer... no era que se sintiera realmente enojado por esas acciones, ni por el "atrevimiento" de haberle besado... pero.. pero recien le conocia no? se habian conocido hacia menos de 10 horas siquiera...

- k.. k.. ka.. kanade?- tartamudeo pegandoce lo mas que podia al aciento, estubo a punto de pedirle que si podia salirce de ensima en el, pero otra pregunta salio de sus labios - k.. kanade.. te.. te gusto?... p. p.. por.. porq.. que t.. te .. gusto? - clavo su mirada en la ajena respirando profundo para bajar asi su rubor.

El cantante se separó de su rostro al oír su pregunta y le sonrió con dulzura, un tanto enternecido por su expresión y sus palabras. Llevó la mano con la cual acariciaba su cintura hasta su mejilla, deslizando las frías yemas de sus dedos por éstas de forma suave y sutil, como si el rostro de Morgan fuera de la más fina y frágil porcelana. Sus ojos recorrieron su rostro notablemente sonrojado hasta detenerse en los ajenos, complacido de que al fin el chico le sostuviera la mirada sin desviarla o rehuirla.

-La verdad es que me gustas mucho. Eres diferente al resto, y no me refiero sólo a tu naturaleza... Eres una persona hermosa y especial, lo puedo ver en tus ojos y lágrimas -susurró en tono confidente, mirándole con expresión seria y sincera. No esperaba que el chico respondiera ni mucho menos, que procesara aquello y aceptara sus sentimientos, pero de todas formas, quería ser sincero con él y hacerle saber las emociones que le provocaba.

-Me provocas protegerte, temo volver a ver aquellas lágrimas salir de tus ojos... -suspiró frustrado tras decir aquello, sentía que pedía demasiado pese a que recién lo estaba conociendo. Sin embargo, Kanade era un soñador, un idealista y un eterno enamorado de la vida al más puro estilo renacentista. En su interior, pese a todas sus decepciones amorosas, aún creía en el amor a primera vista que profesaban los antiguos poemas que tanto gustaba de leer.

morgan sostubo la mirada de kanade, escuchandole... respirando para calmarce, para bajar el tono de sus mejillas, cosa dificil con la caricia de canade en su rostro, pero de a poco lo hiba logrando.

- la...lamento hab... haber llorado...- declaro al fin desviando la mirada, pero no por verguenza sino porque le agobiaban los recuerdos. - es que.. e.. esa cancion.. me.. me recordo m.. muchas cosas.. en.. en las que no he pensado... u... ultimamente.- declaro con una sonriza triste poniendo una temblorosa mano en el pecho de kanade para que se levantara y poder asi sentarce, aunque de manera muy nerviosa, volvio a mirarle.

- p... para.. mi.. tu...q.. que e.. eres humano... eres mucho.. mas especial... que yo... en t.. todos sentidos... p.. principalmente no tienes miedo...- dijo, no refiriendoce al miedo porque morgan no fuera humano, sino a miedo de expresar sus sentimientos, el cual morgan si sentia, demaciado miedo de que en el momento en que los enunciara en vos alta, estos aumentaran demaciado no poder controlarlos...tenia miedo a volver a sufrir una perdida.

-No te disculpes, me imagino lo que debes haber sentido... -Susurró de inmediato, notando cómo el rubor iba desapareciendo de aquellas mejillas y cerrando los ojos al ver aquella sonrisa tan triste y a la vez cansada, agobiada-. Sólo te puedo aconsejar, perdonar y olvidar el pasado, seguir adelante, intentar ser feliz... -a la vez que decía aquello, recordaba la situación original que le había llevado a escribir aquel tema, mas en su mirada no hubo rastro de melancolía alguna ni tristeza, aquel era un hecho pasado y en el pasado quedaría, aunque al principio le doliera. También pensó en Himeko, su hermana...

Permitió que aquella temblorosa mano le apartara y volvió a sentarse, acomodándose un poco mejor las ropas ahora manchadas con sangre, aunque apenas reparó en aquel detalle. Su mirada volvió a encontrarse con la ajena y negó con la cabeza suavemente a sus palabras, hablando con tono protector, casi paternal-. Morgan... todos, humanos, vampiros, licántropos... todos somos únicos y especiales. Sin embargo sólo tú has conseguido llegar tan rápido a mi solitario corazón -sonrió de forma triste al decir aquello, aunque sus ojos brillaron con sinceridad y ternura.

-Ahora dime, ¿vivir con miedo es realmente vivir? ¿No es mejor arriesgarse y disfrutar cada momento y oportunidad, no arrepentirse nunca de nada? -mientras decía aquello, cogió una de las manos de Morgan y la llevó nuevamente a sus labios, besando su torso mientras sostenía su mirada. Afuera, la lluvia empezaba a menguar y poco a poco se detenía, sin que al parecer los ocupantes de aquel vehículo se dieran cuenta de ello.

¿vivir con miedo es realmente vivir? ¿No es mejor arriesgarse y disfrutar cada momento y oportunidad, no arrepentirse nunca de nada?...

esas preguntas resonaron en la mente de morgan, clavandocele cual dagas en el alma... vio como Kanade besaba su mano nuevamente, sonrio nervioso...

- cuando vives sin miedo, te arriesgas a perderlo todo en un segundo - dijo antes de darce cuenta de lo que estaba diciendo... tal ves revelando lo oscuro que estaba su corazon por dentro... volvio a sonreir.

- n.. no me .. hagas caso.... p.. probablemente..n.. no tenga sufi.. suficiente ox.. oxigeno en las n.. neuronas en .. en este momento... ni sangre en.. mi sistema...- dijo a modo de disculpa negandoce a si mismo con la cabeza. miro por la ventana

- kanade... f.. falta mucho? d... de.. de veras quiero.. escucharte .. t.. tocar el piano- ya no queria hablar de ese tema... no queria ensombrecerce... no queria que el viera ese lado oscuro suyo... el lado que mas odiaba de si mismo y que le repugnaba.. por que no queria que lo viera?

Suspiró sintiéndose extraño, algo más que frustrado, al tiempo que desviaba la mirada hacia la ventana. No había pasado por alto la mirada ensombrecida de Morgan ni mucho menos su comentario, e interiormente se preguntaba qué habría podido pasarle que ahora provocaba tales reacciones en él. Debido a su experiencia trabajando con jóvenes en riesgo social en Roma, el cantante podía deducir e interpretar muchas de las reacciones de Morgan, y por ello, estaba más que seguro de que había recibido mucho daño en el pasado al menos en ese sentido, el emocional... Y qué ganas, cuántas ganas tenía de ayudarle, de quitar sus miedos y prometerle que ya todo iría bien, que jamás nadie le dañaría.

Su pregunta le sacó de sus pensamientos y sacudió ligeramente la cabeza, volviendo a la realidad. Observó por la ventana fijándose en las calles, sinceramente no tenía ni idea de en dónde estaban ni cuánto faltaba para llegar, pero entonces, un par de cuadras más adelante, pudo ver el deslumbrante edificio aparecer finalmente-. De hecho, ya hemos llegado -respondió, girándose a verle con una suave y seductora sonrisa, de esas que tanto le caracterizaban. Eso, y sumado a la sangre que manchaba sus ropas, le brindaban el perfecto aire vampírico que pretendía desplegar siempre en el escenario.

El coche se detuvo escasos minutos después frente a la elegante y ostentosa entrada del hotel. Yuuki, el guardaespaldas, fue quien les abrió la puerta y al bajar, observó fijamente las manchas de sangre en las ropas del cantante, para luego ver con ojos fríos al joven híbrido. Sin embargo, el cantante no logró darse cuenta de ello. Debido a la hora, el tránsito de gente que entraba y salía del hotel era bastante más escaso que en ciudades como Los Angeles, aunque nada más bajar los dos del vehículo, un grupo de paparazzis se acercaron a tomarles fotografías por montones.

-Mon dieu, qué molestos... -comentó en voz baja, girándose a ver a Morgan-. Entremos rápido, sólo ignóralos y no los mires, ¿vale? -tras decir esto, tomó la mano del muchacho y le jaló suavemente hacia el interior del hotel, mientras el guardaespaldas se quedaba atrás, deteniendo al grupo de fotógrafos y periodistas. Dentro, el hotel lucía una decoración elegante estilo renacentista, y las personas que circulaban, pocas a esas horas, lucían trajes caros y elegantes. Se acercaron a la recepción y el cantante preguntó por la disponibilidad del piano, pero lamentablemente, éste estaba siendo ocupado para animar un evento-. Oh, supongo que tendré que usar el de arriba...

cuando kanade le dijo que ya estaban llegando, asomo su cabeza para ver y vio un elegante hotel... no era que el no viviera en un lugar elegante, al fin y al cabo, era dueño de todo un piso, y asi estaba dividido todo el edificio, pero los hoteles siempre eran mucho mas elegantes...

el guardaespaldas de Kanade les abrio la puerta del coche, morgan se sintio atravezado por esa mirada filosa del Lycan, sintiendo un lijero escalofrio de miedo...aunque poco tiempo tubo para sentir ese miedo, puesto que se vieron rodeados de paparatzzis, morgan agradecio no estar solo, porque no habria sabido como reaccionar, kanade le tomo de la mano y le hiso entrar al hotel, lejos de los fotografos, que aunque quicieron seguirles, fueron detenidos, por el guardaespaldas... mientras kanade preguntaba sobre el piano, morgan miraba de reojo al lycan, con algo de miedo sincero. apenas si estaba escuchando la charla de kanade con respecto al piano, cuando se percato de ello, se reprocho a si mismo por maleducado, al fin y al cabo, era por el que preguntaba por ese piano.

- q.. que sucedio?- pregunto admitiendo de esa forma uq eestaba distraido.

Se giró a ver a Morgan algo sorprendido de que estuviese distraído, aunque seguramente, pensó el cantante, se debía a que el chico había estado mirando la decoración del lugar o a la elegante gente que iba y venía-. El piano de la sala de conciertos está siendo ocupado, pero podemos usar el de arriba, vamos -explicó el cantante, tomando nuevamente su mano y guiándolo hacia el elevador, uno exclusivo para ellos dos que los llevó directamente al penthouse en el cual Kanade se hospedaba. A diferencia que el resto de los componentes de su banda, quienes hospedaban en el piso inferior en habitaciones individuales, aunque igual de lujosas.

-¿Deseas que pida algo de comer o beber? Después de todo, sólo has tomado una taza de té -le recordó con una leve sonrisa. Las puertas del elevador se abrieron y sólo entonces el cantante recordó que aún sujetaba la mano de Morgan, la cual soltó para dar unas palmadas y hacer que las luces del penthouse se encendieran... Dejando ver una exquisita decoración de estilo victoriano y renacentista, y una vista de la ciudad espectacular y privilegiada gracias al enorme ventanal frente al cual descansaba un elegante piano de cola blanco.

-Ponte cómodo en donde desees, cher -invitó, guiándole hasta la zona cercana al piano y señalándole los sofás y sitiales de fino acabado. En cada esquina del enorme penthouse había pequeñas macetas con plantas y, sobre la mesita de centro, dos pequeños y elegantes bonsáis que sobresalían en la decoración, dado que tanto sus macetas como el estilo de la planta no pertenecían al estilo victoriano que les rodeaba y concedían a la mesita un aspecto más oriental.

morgan asintio a lo de ir a usar el piano de arriba, pensando que tal ves era como otra sala de estar del mismo edificio... subio al asensor algo sonrojado por ser llevado de la mano, no quiso ponerce en ridiculo por lo qu e no dijo nada hacerca de ello durante el viaje en elevador...

cuando kanade le solto y prendio las luces, morgan dio unos pasos dentro del penhouse, sonrojado y fascinado, la decoracion era esquicita, el se dedicaria a decorar de ese modo su penhouse, pero con tantos libros de por medio, seria un gasto completamente inutil... dio unos pasos hacia el ventanal, admirando el paisaje, notando los bonsais que desentonaban con el resto de la decoracion, pero leparecio un lindo detalle de todos modos, lo que le hiso sonreir.

miro el piano, fascinado, el jamas habia visto uno de esos en persona, solo por fotos en los libros, y jamas habia tocado ninguno, bueno, ni pianos ni guitarras, ni violines, nunca habia pensado en ello.

se sonrrojo cuando kanade le pregunto si queria beber algo y le dijo de sentarce, primero, se sento y luego con manos temblorosas tomo su morral.

- hum.. t.. te.. m..molestaria...c... calentar.. calentar e..es... esta ... s.. sangre?- dijo sacando timidamente dos bolsas de sangre embasada, sintiendoce mas timido que antes.

-Por supuesto, no es ningún problema -contestó Kanade, acercándose y tomando las dos bolsitas, mirándolas con curiosidad-. ¿Sólo debo ponerlas en el microondas? Perdona mi ignorancia, en realidad esto es algo nuevo para mí -comentó, y era verdad, nunca antes se había topado con vampiros o híbridos que bebieran sangre envasada. Por lo general, los había visto beber sangre en antros o bares, o simplemente, estaban aquellos vampiros que mordían directamente su cuello en busca de su alimento vital.

-Si quieres puedes acompañarme a la cocina y enseñarme cómo se hace -sugirió ruborizándose ligeramente, como pocas veces le pasaba. En realidad no tenía ni idea de cómo calentar aquella sangre, ¿tenía que colocarla así nada más en el microondas o verterla en un recipiente antes? El hecho de no saber hacer eso le avergonzaba un poco, aunque en teoría, en su calidad de humano, no tendría por qué siquiera saber aquellas cosas.

morgan se sorprendio de ver a Kanade ruborisado y sonrio , casi que feliz de poder verle asi, levantandoce del sillon y llendo hacia la cocina con el.

- n... no puedes.. poner la bolsa.. directo en el microhondas.... es.. es de plastico.. y.. y c.. comprometeria el contenido... d.. deves verterlo en una taza o jarra....- le explico buscando donde berterla - o puedes... berterla en un cacharro... y calentarla en.. en el fuego...- dejo de buscar con la mirada porque no le parecia bien estar usmeando en la cosina ajena y le miro con un levisimo rubor. - gracias..s.. se que.. no es un pedido natural...-

El rubio quió a Morgan hasta la cocina mientras oía atentamente sus indicaciones-. Ya veo, buscaré entonces una taza para el microondas -comentó, revisando en varias de las estanterías en busca de tazas. Apenas estaba familiarizado con aquella cocina, dado que había llegado al hotel esa misma mañana y había salido a recorrer la ciudad a las pocas horas, habiendo tomado desayuno en la cafetería del Hotel. Luego de unos escasos minutos, dio por fin con las tazas y sacó una, vertiendo el contenido de una de las bolsas de sangre en ella.

-Oh, descuida, está bien. Para mí no es un pedido tan extraño como pueda parecer, suelo convivir a diario con vampiros, aunque lo de la sangre envasada no lo había visto antes -explicó, al tiempo que metía la taza al microondas y le daba el tiempo. Se giró a ver a Morgan con una leve sonrisa, ya sin el rubor en sus mejillas y con una mirada un poco más depredadora que antes.

-ho..yo... tomo.. tomo sangre.. em.. embasada.. p.. porque r.. realmente.. necesito.. consumir mucha sangre....s.. si no bebo... aunque sea un dia.. podria ser.. p... peligroso...- explico ruborizandoce un poco- y.. la.. la verdad.. es.. que no.. no disfruto de matar humasno.. para alimentarme.... o alimentarme de mis.. mis conocidos...- dijo mirandole, mas cuando le sonrio de esa manera depredadora, le hiso temblar lijeramente, dando inconcientemente un paso hacia atras, desviando la mirada hacia el mocrohondas, preguntandoce por que los segundos insistian en pasar tan lentamente.

-c... cuanto. cuanto tiempo... e.. estaras en New Orleans?- pregunto cambiando de tema subitamente.

-Oh, ya veo -comentó, escuchándole con curiosidad-. Espero no ser descortés, pero, ¿puedo saber a qué raza perteneces? Sé que eres un híbrido de vampiro, pero nada mas -preguntó con voz suave, ensanchando su sonrisa al verle retroceder y desviar la mirada. En esos momentos el microondas se detuvo y el rubio sacó la taza con la sangre más o menos tibia. Observó el rojo líquido unos segundos para luego entregarle la taza a Morgan-. Ya está, ¿así o más caliente? -Preguntó de forma amable, intentando evitar un poco su última pregunta.

-Aún no estoy seguro, si mejoro pronto, me marcharé la semana próxima... Y si sigo enfermo, puede que me quede dos o tres semanas -dijo finalmente, sin mucho ánimo en la voz. Interiormente Kanade deseaba poder quedarse allí más tiempo, poder terminar de conocer la ciudad de sus sueños, disfrutar de su estadía allí sin tener que preocuparse de enfermedad alguna... pero, más que nada, deseaba quedarse para poder ver a Morgan otra vez, para poder visitarle e invitarle a salir. Sin embargo, tenía responsabilidades y un calendario que seguir-. Ahora estoy en una gira, pero se supone que terminará en dos meses más. Planeo venir aquí a pasar mis vacaciones.