Lonely Boys * priv*

-Vamos, algo de lo que veamos te podría gustar, un capricho de vez en cuando no le hace mal a nadie -le animó, empezando a caminar mientras husmeaba en la bolsa de medicamentos. Por la hora, sólo debía tomar algunos, ya los otros serían en un par de horas más y más que nada los había comprado por si no regresaba tan rápido al hotel. Por ir algo distraído iba medio chocando con la gente que pasaba, hasta que se detuvo y observó a su alrededor las tiendas que allí había; le incomodaba ir con cosas en las manos.

En la acera del frente había una gran multitienda que captó su atención, de seguro allí habría de todo lo que necesitara. Se giró nuevamente hacia Morgan y con su mejor sonrisa y una mirada inevitablemente coqueta y seductora, volvió a invitarle-. ¿Qué dices, Morgan? ¿Me acompañarías a esa tienda? En verdad me haría muy feliz poder devolverte los favores que me has hecho, no me molesta en lo absoluto comprarte lo que te guste.

morgan le miraba chocar con medio mundo sin que al humano realmente le importara, morgan solo rogaba que no se chocara con alguien de mal humor... luego se le quedo mirando cuando se dio vuelta y le insistio con comprarle algo... morgan sonrio incomodo con la situacion.

- t.. te a... acompañare..pp.. pero de.. de veras.. n.. no necesito nada...- cruzo con kanade a la tienda. - e... en todo caso.. t.. tu me.. me ayudaste pri.. primero...- declaro mirando el piso para no tropezarce consigo mismo, porque eso no seria nada raro...

-Está bien, peo prométeme que si ves algo que te guste, me dirás, ¿vale? -Dijo amablemente mientras cruzaban la calle y entraban a la multitienda-. Además, ya te lo dije, siempre me acerco a ayudar a la gente que veo que tiene algún problema. Me conformo con verlos felices y sonriendo con alegría sincera.

Lo primero que el cantante buscó fue la sección de ropa y accesorios, acercándose a un escaparate con varios morrales y bolsos sencillos y coloridos. En su guardarropa, Kanade no tenía nada como aquello: sus ropas solían ser elegantes, aristocráticas y finas, que hacían alusión a la antigua época victoriana. Le causaba gracia usar cosas como esas, y se preguntaba qué dirían sus conocidos de verle comprando en una tienda como esa.

-Dame tu opinión, Morgan, ¿cuál te gusta más? -Preguntó al muchacho, a la vez que sujetaba un morral de tejido con franjas verdes, amarillas y rojas. Luego lo devolvió a su lugar y tomó uno de cuero negro con dos grandes hebillas, bastante más casual y sencillo a la vez. Había tanta variedad que no sabía muy bien cuál elegir, empezando por el hecho de que esa clase de accesorios no se le hacían para nada comunes en él.

morgan miro ambos morrales que le mostraba.. sonrio como negandoce a ambnos porque ninguno le gustaba realmente, el tenia unmorral, ya hacia casi mas de 50 años, que era de cuero original, y no era amante de los modelos cinteticos.. pero entre ellos, vio uno de un negro similar a la camisa de kanade, que no tenia ebillas tan llamativas, sino pequeñas y algunos bolsillos.

- e.. esta me.. p.. parece mejor...- declaro mostrandocela con una leve sonriza - es.. es mas practica.. y espaciosa.. y.. no tan llamativa...-

Buscó con la mirada el morral que Morgan señalaba, sonriendo coquetamente. Dejó el que tenía en las manos de vuelta en su lugar y cogió el bolso negro, inspeccionándolo y asintiendo suavemente con la cabeza al notar que combinaba bien con las ropas que estaba usando en esos momentos-. Tienes un gran gusto, este está bastante bien -comentó con sinceridad, llevándose el morral-. Veamos si venden cámaras aquí -sugirió, empezando a caminar y pasando junto a unos abrigos negros de corte largo.

Se detuvo a observarlos un momento aunque no con mucho interés, ya tenía bastantes abrigos similares en su guardarropas aunque de mucha mejor calidad y de telas mucho más finas y elegantes. Finalmente pasó de ellos y siguió caminando, observando a Morgan de vez en cuando-. ¿Has visto algo que te guste? -Le preguntó sutilmente, mirando de forma despreocupada algunas vitrinas con computadoras y reproductores de música. Se detuvo finalmente frente a la vitrina de las cámaras, observando los detalles de éstas y comparándolos con su apariencia estética, a cual más funcional y bonita a la vista.

morgan sonrio cuando le dijo que tenia buen gusto... no sabia si era realmente cierto, a veces sentia que la ente le miraba raro por sus atuendos... mientras caminaba en la tienda junto a kanade, miraba los objetos.. pero la verdad era, que si no eran libros, jamas captarian su interez, por lo que cuando kanade pregunto si habia algo que le gustara sonrio con amabilidad y timides.

- no.. no r.. realmnete.- dijo inclinando la cabeza para ver la camara que compraba... no era gran conocedor de tecnologias, pero esa parecia muy tecnologica... morgan reparo en ese momento que aunque en la epoca en la que habia nacido ya ecxistian las maquinas con bastantes funciones digitales, la tecnologia no parecia haber abanzado tanto.. aunque tambien cayo en la cuenta de que eran muchos años.

- por los dioses, estoy viejo...- murmuro divertido en un suspiro mirando toda esa tecnologia, la cual nisiquiera en su infancia se habria gastado en tratar de entender.

Kanade asintió en silencio y llamó a un vendedor que estaba cerca, y sin muchos rodeos, le indicó cuál cámara quería llevar. En lo que el hombre buscaba una sellada y la pasaba por la caja junto al morral, el cantante se giró a ver a Morgan con interés por aquel comentario, sonriéndole de lado algo divertido-. ¿Por qué dices eso? -Le preguntó suavemente, acercándose a la caja para pagar. La cámara por sí sola le había costado casi 200 dólares, pero aquello pareció no molestarle al joven nipón en lo absoluto.

Una vez hubo pagado todo, guardó la cámara y la bolsa con medicamentos en su nuevo morral y le sonrió a Morgan amablemente. Luego observó a su alrededor pensando en qué cosas podrían interesarle a aquel muchacho, y entonces recordó que cuando lo encontró en el parque, Morgan había tenido un libro a su lado. ¿Sería la clase de cosas que le gustaban?

Con la mirada buscó la sección de librería de la tienda, al menos, recordaba que en las multitiendas de Roma había sección de libros... Pero no tuvo mucho éxito en su búsqueda. Suspiró ligeramente, pero su sonrisa jamás desapareció de su rostro-. ¿Seguro no quieres nada? Entonces, vayamos a la cafetería que mencionabas, pero con la condición de que yo invite.

se percato de que Kanade le miraba curioso y divertido por su comentario y sonrio apenado, pero decidio contestarle hasta que salieran de la tienda.

- pues.. en re...relacion a ti, s... soy viejo, hum, no .. no me atrajo.. nada d.. de la tienda... yo... n.. naci hace.. hace 141 años.- declaro conciente de que su personalidad, su sonrisa nerviosa en ese momento y su imagen, eran todas, menos la de una persona de esa edad.

- e.. estas seguro?.. a.. acabas de gastar bas.. bastante.- declaro con respecto al hecho de que kanade insistia en invitar el el te, morgan se sentia raro, era el quien generalmetne ayudaba a personas que estaban mal o en peligro y terminaba invitandoles comida, tal vez una noche de refugio en su apartamento o cosas asi, era raro, estar en el lugar del "rescatado"

-No creo realmente que seas viejo -comentó escuchando su edad, sin sorprenderse demasiado-. Y bueno, yo soy sólo un humano, naturalmente envejezco mucho más rápido que tú. Para tu naturaleza, estoy seguro de que no eres viejo en lo absoluto -sus palabras eran sinceras, basándose en las nociones de conocimiento que tenía sobre las diferentes razas.

Ya sabía que Morgan era un híbrido de alguna clase por el hecho de que llorara sangre y que estuviera bajo la luz del sol, y lo poco que sabía sobre las razas híbridas era que su longevidad también era mucho mayor que la de los humanos comunes-. Tranquilo, el dinero no es problema para mí si es lo que crees -respondió a su siguiente pregunta, caminando con paso lento y relajado pese a que se le hacía tarde para tomar sus medicinas.

Por un momento pensó en comprar una botella de agua, pero recordaba que Morgan había dicho que la cafetería no estaba tan lejos. Volvió a toser casi sin percatarse de que su pecho sonaba peor cada vez, ya que en realidad, estaba demasiado acostumbrado a estar enfermo siempre. Luego vio la hora en su elegante reloj de pulsera, ya casi iban a ser las cinco de la tarde y se suponía que los medicamentos debía tomarlos a las cuatro... pero no le dio mucha importancia.

En cambio, centró su atención en la cámara que había comprado, la cual sacó del morral y de la caja. Le colocó las baterías que había comprado y la encendió, deteniéndose un momento para enfocar el cielo y tomar una foto. Volvió a andar mientras revisaba cómo había salido, satisfecho con la resolución de la cámara-. Morgan, ¿me permites tomarte una fotografía? -Preguntó mirándole fijamente, a los ojos, con aquella mirada suya llena de seducción y firmeza que no había podido reprimir.

morgan le miro cuando kanade decia que no le parecia alguien viejo.

- ha.. pero.. soy alguien viejo de alma.... yo.. yo me siento.. m.. mucho mas comodo con un libro.. o con un anotador.. que con una com.. computadora... o con musica antigua... creo.. creo que hubiera sido mas adecuado.. en .. en otras epocas...- dijo tratando de explicar por que decia que estaba viejo. le observo mientras sacaba la camara de fotos y tomaba una del cielo, se ruborizo rapidamente ate el pedido de kanade y se le quedo mirando.. pero en lugar de contestarle le señalo la puerta que tenia al lado.



- ll.... llega.. llegamos.... - dijo sin esperar realmente a que kanade abriera la puerta por si mismo, abrio el, y entro buscando un lugar donde sentarce... le ponia nervioso... la voz, el tono, la mirada penetrante... le hacia temblar.

Rió bajo, divertido al ver cómo el muchacho huía de su pregunta y de su mirada y entraba en el local. Lo siguió mientras guardaba la cámara nuevamente en el morral y observaba a su alrededor, el local estaba lleno de gente pero por suerte, quedaban mesas desocupadas. La hermosa y exquisita decoración al más puro estilo francés lo dejó fascinado y tentado por tomar algunas fotografías, pero sabía que no era correcto ni mucho menos educado.

Se sentó en una mesa frente a Morgan y se quitó finalmente las gafas oscuras, dejando ver otra vez sus claros y azulados ojos, los cuales se clavaron en los ajenos de forma penetrante y puede que un poco intimidante. Sin embargo, su voz era suave y, aunque más ronca de lo normal debido a su pulmonía, seguía sonando amable y casi como un ronroneo-. Que te guste la lectura y la música clásica no significa que seas viejo de alma. Son cosas que a pocas personas le gustan hoy en día, creo que eso te hace muy especial -le guiñó el ojo con una amable sonrisa y luego se giró a ver al camarero, quien justo había llegado a preguntar por sus pedidos.

-Supongo que no ofrecen gyokuro, ¿verdad? Té verde japonés -se explicó, ante la cara perpleja del camarero, quien negó con la cabeza y una sonrisa algo contrariada. El cantante dejó escapar un suspiro resignado, era obvio que en América no encontraría esa clase de bebida aunque era lo mejor para los resfríos y esa clase de enfermedades según su opinión-. Un té verde estará bien -dijo finalmente, sonriendo con amabilidad al joven camarero. Su mirada demasiado intensa provocó que incluso éste se ruborizara y desviara la mirada avergonzado.

casi que se sintio temblar ante la mirada fija ya sin los lentes de por medio de esos ojos azules tan penetrantes... quiso sonreir pero no sabia si le habia salido bien, tenia la imprecion de que su sonriza en esos momentos no parecia sonrisa realmente, asi que dejo de hacerlo.

morgan escucho el nombre del te que queria kanade.. y le sorprendio que no tubieran... bueno.. tal vez si hubiera pedido te japones pero no verde, el comun ( ulong?) o algo asi, tal ves tendrian, pero no quiso decir nada. le pidio al camarero un te rojo y que trajera algunas galletas para acompañar.

- n... no deves olvidar tus .. tus medicamentos.. v.. ve sacando... los que deves.. tomar.- dijo mas como una sujerencia que como una orden... - n.. no.. deverias olvidartelas.. es... es muy importante que.. te.. te cuides.- dijo jugando con una servilleta en sus dedos.

-Oh, es cierto -comentó, puesto que ya había olvidado lo de los medicamentos. Le sonrió agradecido por el recordatorio y rebuscó en su nuevo morral, dejando sobre la mesa dos de las cajas de antibióticos y una de paracetamol-. No es que los olvide a propósito, sólo que cuando me enfermo, me vuelvo algo despistado por la fiebre -explicó, suponiendo que en aquellos momentos no tenía fiebre lo que, por suerte para su salud, así era.

En pocos minutos el camarero regresó con sus pedidos, sin atreverse a mirar al cantante a los ojos y asintiendo avergonzado a sus palabras de agradecimiento. Cuando se retiró, Kanade tomó su taza y la llevó a sus labios entreabiertos lentamente, dejándola descansar en éstos unos segundos, como si aspirara su aroma, antes de probar el té finalmente. Estaba caliente, como le gustaba, y sin azúcar, perfecto para él. Volvió a dejar la taza sobre el plato y sacó un pastilla de cada cajita, llevándoselas una a una a la boca elegante y seductoramente -como era la naturaleza de cada uno de sus movimientos-, intercalándolas con suaves y cortos sorbos de té.

Una vez las hubo tomado, guardó las cajas de medicamentos y volvió a centrar su atención en Morgan, sonriéndole levemente y fijando sus ojos en los ajenos mientras llevaba una servilleta a sus labios, limpiándolos-. Ya está, las otras tocan en media hora más -anunció con voz ronca, casi en un ronroneo, relamiéndose los labios suavemente-. Este té verde sabe exquisito.

*eso definitivamente no es algo bueno...* penso cuando dijo que cuando andaba enfermo, por la fiebre se ponia despistado y olvidaba cosas como los remedios... * nada bueno...* seguia pensando, cuando el camarero trajo el pedido, morgan sonrio amablemente y se alegro un poco consigomismo cuando noto que no era el unico que se sonrojaba ante la mirada de kanade... eso lo hacia sentir menos estupido... cuando estubo a punto de comentarle eso a kanade, lo vio tomando el te y disfrutando de su aroma lentamente, para dar luego un pequeño sorbo... y luego una a una tomar cada pastilla que necesitaba... era su imprecion acazo?... o sus movimientos eran seductores he hipnotizantes?... sumandole lo perturbadores que eran... cuando termino con las pastillas y kanade fijo su mirada en los ojos de morgan, este se ruborizo inmediatamente notando que le estaba observando con poco disimulo, aunque no pudo evitar tampoco notar que kanade se relamia los labios a causa del te... quiso.. hacer. algo para distraerce y termino con sus torpes movimientos tirandoce el te encima de una pierna...

- argh... quema quema quema......- solto en quejidos agarrando servilletas y secandoce como podia, pero de tanta verguenza que le dio, vio necesario levantarce y desaparecer en el baño... encerrandoce al menospor unos mmentos enuno de los cubiculos, deseando ser tragado por el universo mientras trataba de secarce, al menos su pantalon era oscuro y no se veia en si laparte mojada que sino, se moria sin pensarlo dos veces. - q.. que estupido...- dijo de si mismo limpiandoce unas lagrimas que se le estaban escapando por la verguenza.

Las cosas sucedieron con demasiada rapidez como para que pudiera reaccionar, o mejor dicho, Morgan huyó demasiado rápido como para que Kanade alcanzara siquiera a ayudarle a limpiarse y preguntarle si es que estaba bien. Sin embargo, se levantó con rapidez olvidando su morral en la silla y se encaminó hacia el baño rápidamente, deteniéndose en la entrada... Ya sabía que el chico era vergonzoso y tímido, también nervioso en exceso, y no quería que se avergonzara más o entrara en alguna especie de colapso nervioso.

Sin embargo, el cantante estaba preocupado por él, y era este sentimiento de protección suyo tan grande, que no pudo aguantar más y finalmente, tras debatirse un par de minutos, se decidió a entrar. El baño por suerte estaba totalmente vacío, y sólo uno de los cubículos esta cerrado. Con paso lento y sin decir nada, se acercó hasta allí, golpeando la puerta suavemente-. ¿Morgan? -llamó con voz suave, casi un verdadero ronroneo-. ¿Abrirías la puerta y me dejarías verte? -pidió en voz algo más baja, desplegando todo su poder de persuasión, usando de paso sus conocimientos de psicología que exigía su carrera.

la humillacion era muy grande.. y morgan era alguien que se criticaba demaciado a si mismo a causa de su timides... por lo que en esos momentos estaba casi pegando su espalda a la puerta del cubil, y llorando lagrimas silenciosas... nisiquiera se percato, nuevamente de que kanade se habia hacerado tanto.. lo que proboco que saltara del susto en el lugar cuando este golpeo suavemente la puerta y le llamo... " abririas la puerta y me dejarias verte?" preguntaba kanade... * hell no....* pensaba morgan mientras se limpiaba las lagrimas cullos sollosos no dejo salir, aunque eso lep roboco un nudo en la garganta... tantas idas y venidas de emociones, harian que en cualquier momento comenzara a sentir sed... y no de la sed que calmaba con un te presisamente... termino de limpiarce el rostro, respirando varias veces en silencio, calmandoce... el sabia como, sabia respirar de manera que se calmara lo suficiente para hablar...

- e... estoy.. b.. bien....- dijo al abrir lentamente la puerta y salir del baño evitando por todos los medios levantar la mirada para no cruzarla con los ojos ajenos.. nisiquiera se habia fijado si se habia quemado la pierna, uanque sentia la piel irritada bajo el pantalon, y tirante, pero sabia que se curaria al rato, no tenia que preocuparce... fue al lababo sin decir mucho y comenzo a labarce la pocaa sangre que le habia quedado en las manos.

Otra de las cualidades de Kanade era que siempre se fijaba en los detalles, era demasiado perfeccionista y detallista y no podía evitar pasar por algo las cosas y acciones que le rodeaban. Por ello, luego de apartarse cuando el muchacho abrió la puerta, supo de inmediato que éste había llorado: bastaba con ver las manchas de sangre en sus manos. Sin comentar nada al respecto, se acercó con pasos lentos y sacó el pañuelo con sangre seca de su bolsillo, mojándolo en el lavamanos y estrujándolo para que no goteara tanto.

Luego se giró hacia Morgan y le sonrió dulcemente, tomándolo de la muñeca para el el chico volteara a verle-. Veamos... aún quedan algunas manchas -comentó con ternura, pasando el pañuelo húmedo suavemente por la mejilla ajena borrando así todo rastro de sangre, sin soltar nunca su muñeca para evitar que volviera a huir-. Así está mejor... ¿Te has quemado mucho? Deberías pasarte el pañuelo húmedo en tu herida -sugirió con voz suave, apartando finalmente el pañuelo húmedo de su rostro y soltándole.

morgan le vio hacercarce por el espejo, mas no creyo que hiciera nada mas que hacercarce,.. o labar el pañuelo, cuando le vio sacarlo ymojarlo.. definitivamente no se esperaba en lo mas minimo que le agarrara dela muñeca y comenzara a limpiarle el rostro.. no estaba seguro si habia palidecido o si se habia ruborizado en ese momento por elsimple hecho de que se quedo congelado con cara de sorpresa ante ello, con su cuerpo temblando lijeramente ante el rosde... su labio temblaba... utilizando una analogia de cazeria... morgan era como un venado.. si tele hacercas demaciado rapido, o haces ruido, huira despaborido... pero como kanade le habia tomado de la muñeca, y no queria hacer un movimiento que le lastimara, se habia quedado completamente quieto, con mas de un impulso de correrce lejos del alcance de esa mano.... cuando al fin le solto, habiendole limpiado el rostro... morgan no pudo evitar dejarce deslizar hasta el suelo, las piernas le temblaban demaciado para mantenerce en pie.

- l..lo.. lo s.. sien.. siento....- tartamudeo llebandoce una mano a la cara para cubrircela por la verguensa, se sentia patetico... poco hombre.

ese dia le estaba jugando sucio.. era demaciado emotivo, resibir la noticia de su padre le habia destrozado lo poquito de control que podia juntar cada mañana. por lo que el control de sus sentimientos era nulo....

-Morgan... -dijo en un suspiro, mirándole con infinita paciencia y sintiendo una gran ternura y deseo de protegerle, de lo que fuera, incluso de las emociones que le hacían medio colapsar. Se acuclilló y quedó frente a él, de rodillas en el suelo, y con movimientos suaves y cálidos quitó su mano de su rostro.

-Morgan mírame. Está bien. No tienes que disculparte... Todo está bien -dijo con tono suave y a la vez protector, sonriéndole amablemente. Apretó su mano ligeramente, para luego soltarla y mirarle fijamente, buscando sus ojos. Éstos estaban hinchados por las lágrimas recién derramadas y le brindaban a su rostro un toque único, parecía tan inocente, tan pequeño e indefenso... Kanade deseó poder evitar que algo malo le pasara, deseó poder apartarle de todo lo que le pusiera nervioso o intimidara.

Sin poder contener sus instintos y emociones propias, se acercó a él lentamente sujetó su rostro con suavidad, tanteando la situación. Si Morgan deseaba alejarse o soltarse, podría hacerlo con facilidad. Lentamente, acercó su rostro al ajeno, mirándole a los ojos fijamente, buscando algo en ellos, sin estar muy seguro de qué podría ser... Y luego, unió suavemente sus labios, en un casto beso, apenas un roce, para luego apartarse apenas unos centímetros, esperando su reacción, rogando interiormente porque no se apartara.

morgan le escuchaba, sintio que tomaba su mano, se sentia tan abatido que no lucho siquiera para seguir cubriendoce... al encontrarce con los ojos de kanade se sintio nervioso nuevamente, habia dejado sus manos sobre el piso.. por suerte el establecimiento parecia riguroso en la limpiesa....

el cuerpo de morgan se tenso cuando kanade le tomo del rostro, no pudo evitar realmente el tensarce, mas poco pudo hacer para moverce, los nervios ya no se lo permitian, sentia como le hiba subiendo el rubor en tanto kanade se le acercaba, sin poder despegar sus ojos de los ajenos... con miedo, con sorpresa, con nerviosismo y.. con un poco de espectativa tal vez? se sentia confundido.. y ese suabe beso delicado y casi un rose le proboco un escalofrio leve en todo el cuerpo, no sabia como reaccionar, se quedo mirando a kanade uno o dos minutos, sin poder siquiera articular un sonido, o moverce. cuando al fin sus musculos reaccionaron, llevo lentamente una mano a sus labios, sintiendo como le ardian las orejas... no era que jamas hubiera besado a alguien... bueno.. si era la primera vez que un hombre le besaba... pero al menos tenia experiencia previa.. poca, pero al menos un poco en besos.. y ese beso habia sido tan delicado...

- .hu....hum... p..por... porque....f..fue... e.. eso?- dijo cuando al fin reacciono y se levanto con lentitud, agarrandoce del labamanos... sentia que las piernas no le sostendrian del todo si se soltaba.- p.. por que?- comenso a sentir que le faltaba el aire lijeramente, pero trato de mantenerce calmado.

En cantante se apartó en cuanto el muchacho le llevó la mano a los labios. Suspiró con una mezcla entre frustración y satisfacción por haberle besado, no quería ahuyentarle, todo lo contrario, sin embargo... Sentía que había cometido el error de apresurarse demasiado y se regañó a sí mismo mentalmente, perdiendo parte de su característica autoconfianza aunque sin arrepentirse en lo absoluto. Aquellos suaves y cálidos labios quedarían grabados en su memoria.

-Lo siento, Morgan... -se disculpó con sinceridad, poniéndose de pie y retrocediendo un paso al ver cómo temblaba. La intuición le decía que si se acercaba, el chico podía salir huyendo otra vez y ya nada podría hacer por evitarlo, así que optó por que lo más correcto en aquella situación sería conservar la distancia-. La verdad es que me gustas mucho, creo que eres único y diferente del resto... -dijo con voz suave y palabras sinceras, mirándole con tristeza en la mirada debido a su propio error-. Espero me perdones por haberte faltado el respeto de esa forma.

la tristeza en la voz y en los ojos de kanade eran desconcertantes... morgan supuso que eran porque el humano temia que saliera corriendo y le abandonara alli devido a sus acciones... y no podia negarlo, se le habia cruzado en mente.. lo tenia en mente en esos momentos, pero kanade habia procurado retroceder para darle su espacio, para no asustarle mas... no creia que fuera necesario salir corriendo... aunque si levantar un poco su guardia... tal vez.. habia bajado su guardia porque le habia ayudado en el parque? porque era humano? o porque esos ojos que hechizaban...? esucuchaba su palabras y no le era facil tomarlas como ciertas... al menos no en el sentido en que probablemente kanade queria expresar... pues si era unico geneticamente, y diferente a las otras personas.. pues si, no tenia ni una habilidad social decente....

morgan sentia su pecho subir y bajar con una velocidad mayor a la normal por lo que cerro los ojos calmandoce... respirando cada vez mas lento, tenia que tomar control de su cuerpo antes de que pudiera pasar cualquier otra cosa. miro a kanade, no queria verle con esa exprecion preocupada y triste, trato de sonreir, una sonrisa nerviosa y avergonzada... una sonriza temblorosa al fin y al cabo.

- nh.. m.. me.. mejor ...v...vamos...p...por...el...te... d deveremos...p..pedir...l..lo cambien.. por..por.. uno..c...ca...caliente- dijo muy nervioso volviendo a labarce las manos, pues habia tocado el piso del baño... -v...va.vamos?- agrego saliendo del baño y llendo hacia su mesa, alli aun estaba el morral de kanade, que por suerte no habia sido robado, morgan creyo haber respirado aliviado al ver tambien el suyo... hubiera muerto de pena si llegaba a perderlo.. en especial por su contenido. se sento y le pidio al mozo dos te nuevos y calientes, puesto que estaban frios ya... frios como la parte de su pantalon que estaba mojada, pero al menos le hacia como compreza fria sobre la piel tirante que habia sido dañada. estaba nervioso, tenia miedo de volver a tirarce el te.. porquen o sabia que decir ahora.. de que hablar... poner el beso en dicucion?... no se snetia con fuerzas para ello... aun el rubor no abandonaba sus mejillas y sus ojos estaban apenados...

- t.. te sientes..m... me.. mejor?...d...de los.. los pulm..pulmones?- pregunto mirandole a los ojos solo por unos cortos segundos, desviandolos cuando el mozo trajo las nuevas tazas de te y se llebo las que ya estaban frias.

Sintió un profundo alivio cuando el chico sonrió de aquella forma tímida y nerviosa y agradeció interiormente que cambiara de tema, aunque no creía que lo hubiera perdonado. Decidió que esta vez iría con más cuidado, con lo que decía tanto como con lo que hacía, ya que no quería volver a cometer una imprudencia que le costara quedarse solo otra vez. Asintió en silencio a lo que dijo y lavó también sus manos, siguiéndole hasta la mesa aunque procurando mantener su distancia.

Ciertamente se sorprendió un poco al comprobar que su morral seguía allí y suspiró con alivio contenido, por un momento había llegado a pensar que perdería su cámara nueva, que era prácticamente lo único que le interesaba. Dejó que Morgan pidiera y observó la hora en su reloj de pulsera, ya debía tomar los otros medicamentos. Notaba su pecho algo obstruido y la garganta le ardía ligeramente-. ¿Mis pulmones? Sí, me siento mejor, gracias -respondió mirándole con una suave y ligera sonrisa. En realidad no mentía, sentía sus pulmones bien... No así su garganta o su presión. ¿Sería que la humedad le estaba afectando? En realidad no lo creía, había pasado años de su infancia viviendo en un lugar de clima similar.

Una vez el camarero se marchó, el cantante evitó buscar aquella mirada evasiva, no quería asustarle más de lo que había hecho. Notaba que el chico prefería no hablar de ello y evitar el tema, y por supuesto, Kanade no insistiría en ello. En cambio, prefirió iniciar un nuevo tema de conversación-. Entonces, ¿qué clase de libros te gustan?

morgan miraba solo demomentos a kanade, probablemente evitando los ojos... escuchando que sus pulmones los sentia mejor.. auqnue no se terminaba de convencer realmente y cuando le vio observar la hora pero no hacer nada mas, el tambien miro la hora.

- t... tus me... medicinas....- dijo a modo de "recordatorio" cuando en realidad sabia que lo recordaba, pero probablemente no queria tomarlas o no le interezaba... si habia vivido 15 años con alguien que preferi a morir de neumonia a tomar un medicamento, esas cosas las pescaba enseguida... el entrenamiento de vida que habia tenido con su padre no era presisamente el mas normal ahora que lo pensaba... se desconcentro de su hilo de pensamientos cuando kanade le pregunto sobre que tipo de libros leia.

- h...b.. bueno...leo... leo todo.... lo que caiga en mis manos...soy.. soy dueño de una.. libreria.. no muy lejos..d.. de aqui... alli tengo.. mas que nada... literatura..q.. que se considera.. hoy en dia "antigua" y mucha... mucha mas... de la que.. se considera... " ancestral"...p.. pero yo soy le.. lector recurrente...d.. de mitos.. y leyendas.. celtas en su mayoria...p.. porque.. u.. uno de mis padres....p.. pertenecio a esas tierras.- contesto mientras le señalaba su morral en modo de insistir con el medicamento... no queria que su condicion empeorara.

Kanade asintió ante el recordatorio de los medicamentos pero no hizo ademán alguno por sacarlos, en cambio, escuchaba atentamente las palabras del chico reteniendo algunos detalles importantes, como por ejemplo, el tema de los libros de mitos celtas. También sintió curiosidad por el tipo de literatura que vendía, prestando mayor atención cuando mencionó la literatura de tipo ancestral; él poseía varios libros que a Morgan podrían interesarle.

-En mis maletas traigo conmigo algo que te gustará, es un libro muy antiguo que puedo prestarte para que leas -comentó con una leve sonrisa al ver cómo le insistía el asunto de las medicinas. Suspiró algo derrotado, no le gustaba mucho tomarlas ya que le hacían sentir demasiado humano y enfermo a la vez, pero normalmente se resignaba cuando se cansaba de estar tan enfermo. Sacó esta vez una sola caja de antibióticos y una de paracetamol y, con la misma elegancia y delicadeza anterior, se echó una pastilla de cada caja a la boca, bebiendo un sorbo de té para tragarlas.

- ¿Aún dejarás que toque el piano para ti? -Preguntó luego de bajar su taza, observándolo fijamente sin poderlo evitar, era su naturaleza, parte de él, ver a las personas de esa forma.