Lonely Boys * priv*

morgan le escucho responder a su pregunta, con la taza en mano, observandole.

-sera... p.. poco tiempo- declaro con una sonriza amable, pero no pudo evitar que su tono de vos demostrara una leve desepcion al saber que no estaria por mucho... tomo un sorbo de sangre

- pues.. mis padres... uno de ellos era vampiro y el otro era un lycan... no.. no ecxisten muchos.. hybridos como yo.. d.. de hecho...s.. si no fuera por un conjuro.. yo no ecxistiria.- explico para luego tomar mas sangre, el rojo liquido callendo por su garganta le proporciponaba una calma repentina, dado que sentia que podia controlarce un poco mas, dado que tenia siempre miedo que de tanto ruborizarce una y otra vez, su sangre se agotara de energia y terminar atacando a alguien por sed.

El tono de voz de Morgan llamó su atención, sonaba ¿decepcionado? ¿Podría ser que quería que se quedara allí? El cantante frunció ligeramente los labios ante ese pensamiento, desviando su mirada lejos del chico para que éste pudiera beber sin atragantarse, aunque ahora parecía estar menos nervioso que hacía unos momentos. Escuchó con atención y curiosidad la respuesta de Morgan, mirándole de vez en cuando, para finalmente asentir un tanto pensativo.

-Oh, pues eso suena bastante interesante -comentó, luego de una pausa, sonriéndole suavemente, de forma amable-. Nunca antes había escuchado de híbridos de licántropo y vampiro, pero ahora veo, que los milagros sí que existen -tras decir eso, se acercó un poco más a Morgan mirándolo de aquella forma depredadora y seductora que tanto le caracterizaba, asegurándose de que el chico ya había terminado de beber la sangre y pasando un brazo por su cintura. Se pegó a él con una divertida sonrisa y lo acorraló contra la encimera... Para apartarse tras unos escasos diez segundos, con la otra bolsita de sangre en la mano-. Lo siento, no la alcanzaba... ¿Deseas que te caliente más sangre? -ofreció, sonriendo abiertamente.

*los milagros.. * repitio en su mente, pensando que si... puesto que no solo era mitad vampiro mitad lycan, sino que ambos padres eran hombres y habia crecido en el cuerpo de uno de ellos...., pero decidio que si le contaba ese dato, seria mas adelante... cuando tubieran un poco de mas confianza....

claro que su idea ed confianza evidentemente no era la misma que de kanade... porque este le acorralo de una manera que logro que morgan temblara entre la encimera y kanade... para luego separarcele dando escusa de que no llegaba a agarrar la sangre.. de los nervios morgan preciono de mas la taza y la hiso añicos... al menos habia terminado esa taza y no derramo sangre mas que unas gotas, de lo que quedaba en las paredes de la taza.

- l.. lo siento- dijo todo rojo agachandoce a recojer los pedasos, no rojo por haber roto la taza, obviamente, sino porque lehabia acorralado de esa manera, que le habia hecho temblar... el aroma de kanade cada ves que se le hacercaba asi, le quedaba impregnado... y esa mirada le hacia temblar las piernas.

-Oh, descuida, no importa -dijo sorprendido y más que divertido ante su reacción, agachándose junto a él y recogiendo algunos trocitos de la taza-. Ten cuidado, no vayas a cortarte -tan pronto como dijo aquello, dejó escapar un sorprendido quejido ya que sin darse cuenta, se había cortado con uno de los trozos más afilados, dejando salir unas gotitas de sangre. Interiormente, Kanade lanzó una maldición contra el karma y sintió sus mejillas arder suavemente debido al rubor, ya había entendido el mensaje y no molestaría más a Morgan a propósito.

Terminó de recoger algunos pedazos más de la taza y los tiró a la basura, para luego inspeccionar mejor aquel corte, nada grave, aunque ardía un poco. Era el típico corte que sangraba en exceso en comparación con su tamaño y profundidad, así que sólo rodó los ojos y se limitó a limpiar la sangre con un poco de agua-. Entonces, ¿te caliento la otra bolsa de sangre? -Preguntó distraídamente, mientras el agua se llevaba el exceso de sangre que ensuciaban su pálida mano.

si habia algo que morgan trataba de evitar por sobre todas las cosas, era el precenciar heridas... porque al fin y al cabo el hibrido se alimentaba casi todos los dias de sangre embasada, y su aroma... parecia el de un basurero comparado con el aroma de la sangre fresca... sangre fresca como la que manaba del de do de kanade, se levando mirandole el dedo ensangrentado, y no pudo quitarle los ojos de encima sçminetras el se lababa la sangre... sintio sus colmillos crecer lentamente.

[color=orange]- k... kanade.. p.. podrias ir.. a ... a ponerte una curita?... y desinfectante?... m.. mucho?-[ /color] pidio dando un paso atras, con la ferbiente intencion de que el aroma de mucho desinfectante le desalentara de esa sangre....

Giró a verle cuando oyó sus preguntas, o más bien, sus peticiones, un tanto sorprendido y bastante más interesado en su corte ahora. Quitó su mano del agua y observó fijamente a Morgan, notando cómo el chico retrocedía y parecía temblar ligeramente-. ¿Cuánta sangre exactamente es la que necesitas, mon ange? -Preguntó con una mirada calculadora y un brillo peligroso en sus ojos; peligroso no para Morgan, por supuesto, sino para sí mismo. Por su mente pasaban las clases de ideas que debería poder evitar, pero era un tema, digamos, casi de familia.

Dio un par de pasos acercándose al híbrido con una depredadora sonrisa en los labios, notando cómo por su mano caían varias gotas de sangre... Mano que elevó hasta dejarla casi frente a los labios del chico, a la vez que le acorralaba contra un rincón de la cocina para que no pudiera apartarse-. Ten, puedes beber si quieres -le ofreció, de forma temeraria e impulsiva, aunque en realidad, no era la primera vez que ofrecía su sangre de aquella forma, eso considerando las veces en que le habían mordido y bebido la sangre sin su permiso explícito.

morgan miro los ojos de kanade, y ya no presintio nada bueno de ello, y sus sospechas se confirmaron cuando el humano se le hacerco, mano sangrante en alto, acorralandolo contra un rincon, los ojos del chico no podian salir de esa mano, de las lineas de sangre, su cuerpo temblaba de ansiedad ante esa imagen, solto un jadeo de deseo sin ser conciente de ello.

-m...mucha... b.... bebo....t...tres b... bolsas a.. al dia..c.. como m.. minimo....- dijo hipnotizado por el liquido carmesi. morgan casi trataba de hacer una simbiosis entre el muro y su cuerpo, pero kanade fue demaciado imprudente, puso su mando sobre los labios del chico. por unos segundos, la vicion de sus ojos se volvio roja y sus colmillos terminaron de crecer, sin ser conciente realmente, acesto sus colmillo sobre esa mano, abriendo nuevas heridas... la sangre tibia en su boca le hiso reaccionar a lo que estaba haciendo por lo que empujo a kanade a un costado, controlando su fuerza lo mas qu epodia para no dañarl, y alejandoce de kanade al menos tres metros, aferrando su boca, ocultando sus colmillos, sus ojos se llenaron de lagrimas.

- q.. que haces!!.... p... podria matarte!!!- exclamo aterrado, sintiendo la sangre de kanade en su boca, se ruborizo por completo y sentia ganas de llorar... -no... No te hacerques!!.. ve.. ve a limpiarte!! tu.. tu mano!!- exclamo horrorizado ante lo que habia hecho

El rubio dejó escapar un jadeo al sentir los colmillos de Morgan clavarse en su piel... Sin embargo, la sensación que esperaba no llegó y en cambio, fue apartado un poco bruscamente. Observó a Morgan bastante sorprendido por su reacción, observando sus lágrimas y luego, bajando la vista a su propia mano sangrante, con la marca de dos incisivos que se clavaron en la piel. Dejó escapar un leve quejido de dolor, para a continuación llevarse la mano a los labios y lamer la sangre que salía por los pequeños cortes, todo esto, mientras sus ojos permanecían fijos en los ajenos.

-Tranquilízate un momento, Morgan, está bien -murmuró buscando tranquilizarle, a la vez que sacaba uno de los pañuelos limpios que estaban en la encimera y envolviendo con ellos su mano-. Ya está, no pasará nada... Lo siento, no quería que entraras en pánico... Ve a la sala, yo iré en unos momentos -dijo, saliendo rápidamente de la cocina en dirección a su cuarto.

Allí, en uno de los armarios, tenía un pequeño botiquín en cuyo interior había vendas y alcohol... junto a un frasco sin etiqueta, lleno de pequeñas pastillas blancas. Luego de tratar sus heridas, se tragó cuatro de aquellas pequeñas pastillas y cerró los ojos, enfocándose en respirar y concentrarse, dejando escapar lentamente el aire... Tras un par de minutos, regresó a la sala.

morgan temblaba aun cubriendoce los labios, mirandole con ojos aterrados a kanade mientras el le hablaa, asintio lentamente, mas cuando kanade salio de la cocina, morgan se dejo deslizar, hasta quedar sentaodo en el piso..., se cubrio el rostro.. no podia creer, que por unos segundos.. su sed le habia ganado, podria haberle matado...

se limpio lac ara en el lababo, las lagrimas de sangre, y el hilillo que cahia de su boca , luego se dirige a sentarce en uno de los sillones, subiendo sus piernas, abrazandoce a si mismo y casi ocultando su mismo rostro. al escucharle regresar le mira con ojos culpables.

- te encuentras bien?- pregunto apremiante, preocupado... le preocupaba haberle dañado la mano, le preocupaba haberle robado una spocas gotas de sangre, le preocupaba sentir aun el sabor de su sangre en los labios, y descear mas,

-Sólo fue una pequeña mordida, está bien -respondió entrando en la sala, sintiéndose ligeramente mareado por las pastillas que acababa de consumir, unas pequeñas ayudas para evitar hacer una locura nuevamente-. ¿Y tú? ¿Cómo te encuentras, Morgan? -preguntó con verdadera preocupación, deteniéndose a varios metros de él, y observándole con preocupación, aquella posición y la forma en que se abrazaba las piernas no podían significar nada bueno.

Optó por tomar asiento en uno de los sitiales cercanos, procurando no acercarse demasiado al chico y mantener la distancia, principalmente, para que Morgan pudiera relajarse y no se sintiera presionado por su presencia.

morgan miro a kanade, parecia como si... respiro profundo... si, el aroma era inconfundible.

- n... no te... tenias que to... tomar eso... no e... era nesce... nescesario... t.. te hara mal... no... no estas en buen... buen estado- dijo con una marcada preocupacion en su rostro. - y.... yo lo.. lo siento... n.. no queria.. q.. que me vieras asi...no... no es... mi mejor lado...- declaro con una triste sonrisa que marcaba que tan avergonzado se sentia por lo ocurrido. - c.. cuando me... me pongo asi... n.... no puedo contro.... controlarme.... esta... esta vez... has tenido suerte... la sangre... de alguien que esta vivo... la sangre fresca... tu sangre... pueden probocarme un estado Berserk... si te muerdo... y mis ojos, se encuentran de esa forma... rojos... podria matarte sin pensarlo kanade...- le rodo una lagrima mientras decia esto ultimo, puesto que le angustiaba saberce capas de matar a alguien que conocia sin siquiera sentir dolor en el momento de hacerlo, sino luego cuando volviera en si.. y tambien, porque veia a kanade sentado en el sitial... lejos de el...

- me... me tienes miedo?- pregunto en un solloso abrazandoce mas fuerte, sintiendoce frio aunque realmente no lo estaba.

-No he tomado calmantes si es lo que crees -comentó suavemente, desviando su mirada hacia su mano vendada mientras dejaba escapar un suave suspiro. Sentía un ligero escozor en su garganta otra vez y tosió un par de veces, aunque con mucha menos fuerza que cuando había estado caminando con el chico por las calles de la ciudad. Frente a las disculpas de Morgan, el cantante no hizo sino sonreír con calma y amabilidad, notando cómo el mareo poco a poco remitía-. Está bien, Morgan, no me has hecho daño y no ha pasado nada, no tienes que preocuparte. Ya pasó, perdóname a mí por haberte hecho perder el control...

Iba a continuar con sus disculpas, pero se detuvo al ver una lágrima caer por la mejilla del muchacho. Su sollozo y su pregunta le descolocaron un poco, no quería verle llorar pero esta vez, era totalmente culpa suya. Se levantó del sitial con algo de dificultad, pensando que tal vez cuatro de esas pastillas había sido mucho dado que le mareaban más de lo que esperaba... esas pastillas, que dan en los centros de rehabilitación para evitar adicciones y tendencias suicidas, un poco más fuertes que los antidepresivos.

Con paso lento, disimulando así su mareo, se acercó a Morgan y se acuclilló frente a él, quedando ambos rostros a la misma altura. Tomó su mano con dedos cuidadosos y algo temblorosos por aquel medicamento y, lentamente, la llevó a sus labios, besándola... para luego mirar a Morgan con una sonrisa triste-. ¿Responde esto a tu pregunta, mon ange? -preguntó con voz suave, sin soltar su mano-. No puedo temerle a la persona que me gusta, menos cuando derrama sus lágrimas de esta forma... -con su mano libre -la mano herida-, limpió la gotita de sangre que corría por la mejilla del muchacho, con gesto suave y tierno, y una expresión de dolor en el rostro la cual intentaba disimular, con una sonrisa arrepentida.

morgan levanto la vista aun sollosando, mirando como kanade besaba su mano, esa sonrisa tierna, triste adolorida...arrepentida.

- pues yo si... yo si me temo... temo poder erirte... a ti... a mi tia... a Dastya.. a todos... a.. atodos los que son.. humanos. y estan a mi alrrededor... tengo mucho miedo.. d.. de herirte.. de matarte... que voy a hacer...- hacia un esfuerzo de voluntad para no despegar sus ojos de los de kanade... su vos salia ronca y ahogada a causa de un nudo en su garganta. - t.. tengo rr.. realemnte mucho miedo.- confeso algo sorprendido incluso de poder decirlo.. a aquel hombre que solo habia coocido esa tarde.. poder confesarle uno de sus mayores miedos... era demaciado extraño.. no lo comprendia.

Escuchar sus palabras, la confesión de sus temores, hicieron que la expresión del cantante se suavizara. Apretó ligeramente su mano y luego se sentó en el sofá junto a él, para abrazarle y acurrucarle en su pecho, entendía cómo se debía de sentir, aquel miedo a dañar a quien se ama, a hacer las cosas mal... Pensó otra vez en Himeko, pero aquel recuerdo se borró de su mente con rapidez, casi esfumándose. Agradeció interiormente a aquellas pastillas por eso.

-No dejes que el miedo te domine, Morgan, sólo tienes que confiar en ti mismo -susurró en tono paternal y protector, apartándose un poco y tomando su rostro con suavidad, haciendo que le mire-. Piensa que hoy no me has hecho ningún daño, que ahora todo está bien. Puedes controlarte si te lo propones, eres más fuerte de lo que te puedes imaginar, pero no lo vez. Sólo con lo que te conozco y loo que veo en tus ojos, sé que puedo confiar en ti, que puedes controlar tu sed de sangre -tras decir aquello le dedicó una suave sonrisa, segura, alentadora-. Si me lo permitieras, me encantaría poder ayudarte, poder buscar una solución para que ya no sientas miedo...

el labio de morgan temblo bajo la mirada de kanade y ante sus palabras.

- p.. pude con.. contenerme solo.. porque acababa... d.. de beber... de otro modo... probablemente.. estarias muerto..- con temblores, tomo la mano de kanade, la mano herida, la que el habia mordido... se quedo viendo las vendas manchadas.. cerro los ojos triste, dandole un casto beso en la mano, sobre las heridas

- n... no podras tocar esta noche...- murmuro triste

-Sólo fue una mordida, ni siquiera me duele -comentó para subirle el ánimo, siguiendo atentamente sus movimientos, enternecido por aquel casto beso sobre sus vendas-. En realidad, me duele más el corte con vidrio que la mordida, estoy acostumbrado a eso -suspiró ligeramente al decir aquello, para luego, mover sus dedos frente a la vista del chico y demostrarle así que estaba bien, que no dolía.

-¿Quieres que toque para ti ahora? -Ofreció luego de un corto silencio, desviando su mirada hacia el piano. Sin esperar respuesta, liberó a Morgan de aquel abrazo y tomó su mano, jalándole con suavidad y llevándole hasta el taburete que estaba frente al teclado y haciendo que se sentara, ubicándose junto a él. Dedicó una dulce sonrisa al chico para luego deslizar sus dedos sobre las teclas con maestría, de forma suave, como si acariciara cada tecla, apenas, con la punta de los dedos... La pasión con la que tocaba, era similar a la de un amante, entregada, pasional, desenfrenada...

https://www.youtube.com/watch?v=PLFVGwGQcB0

hiba a decirle que nohiciera eso, podria haberle dañado algun tendon, pero kanade ya estaba moviendo sus dedos habilmente.

se quedo sorprendido luego de ese corto silencio, por la pregunta y morgan se dejo llevar por el hasta el taburete frente al piano, sentandoce algo ruborizado al compartir un espacio tan pequeño, quedando sorprendido con el sonido de este al comensar a ser tocado de esa manera por kanade.

la exprecion de su rostro, y el movimiento de sus dedos, eran un espectaculo.... extrañamente un espectaculo exitante... hermoso, hipnotizante, morgan no podia quitarle los ojos de encima, sin notarlo le miraba fijamente con la boca entreabierta... jamas habia visto a alguien tocar el piano en vivo., a cazo siempre daban esa sensacion?

La melodía era melancólica, suave, una de sus preferidas. Mantenía los ojos cerrados mientras tocaba, no necesitaba ver las teclas pues tocaba con el corazón, con la habilidad que sólo los años de práctica pueden entregar. Al acabar, sus manos no se detuvieron sino que continuaron deslizándose por las blancas teclas de marfil, presionando de vez en cuando un sostenido, un acorde grave, un si bemol... una nueva melodía tomó forma entre sus dedos, más melancólica que la anterior, más personal...

Satie

Como músico, como pianista, dejaba que su alma se reflejara en la música, se mostraba sin máscaras ni escudos, ni frases bonitas. El alma de un amante y un poeta reprimido, aquello era lo que la música, lenta, pura y limpia, reflejaba. Al terminar, abrió lentamente los ojos; sus labios, entreabiertos ligeramente. Pasó su lengua sobre éstos humedeciéndolos ligeramente mientras su mirada permanecía sobre sus dedos, baja, melancólica... Luego, segundos después, levantó el rostro y observó a Morgan con una suave sonrisa sincera-. ¿Te ha gustado?

morgan siguio observandole, puesto que al acabar la primera melodia, kanade siguio con otra, mas triste tal ves, mas sincera... morgan oia fascinado, casi avergonzado de sus pocas habilidades musicales, recordando que hacia rato ya que no practicaba de su violin, y que con yoko como maestra, sus clases eran demaciado espaciadas...

se sonrojo al ver a knade con los ojos entreabiertos y relamerce los labios, cuando este clavo los ojos en el y le pregunto si le habia gustado, asintio ferbientemente, poniendoce un poco mas rojo.

- si.. me.. me ha ..g..gustado.. fu .. fue hermoso!.-

-Gracias, aunque solo son algunos temas sencillos... -comentó con modestia, ¿quién lo diría que era capaz de sentir modestia? En aquellos momentos, el orgulloso príncipe de los escenarios, el vampiro seductor, estaba lejos, muy lejos de allí. Eso, en cierta forma, entristecía al cantante, ya que sólo podía mostrarse tal cual era frente a dos personas... las dos mujeres de su vida, su madre y su hermana. Por dentro, Kanade estaba totalmente seguro de que aquello no podía ser casualidad, el hecho de bajar máscaras y escudos frente a Morgan definitivamente debía de significar algo más.

Sonrió suavemente al ver el sonrojo en el rostro del chico, y suavemente, dejó una ligera caricia con el dorso de su mano sobre la mejilla ajena-. ¿Te gustaría intentar? Es muy sencillo, sólo debes presionar las teclas. Yo me encargo del pedal -ofreció con amabilidad, indicándole las teclas.

morgan se movio en su asiento, nervioso por la caricia, sonrojado un poco mas, pero no retrocedio, le parecio que luego de haberle mordido, retroceder seria de mala educacion, por lo que contubo el impulso.

- y.. yo?...- dijo sorprendido mirando a kanade y luego al piano, para despues mirar sus dedos... no es que no pudiera, si se proponia a aprender... probablemente tocaria muy bien, pero tenia la imprecion de que lo suyo no era el piano.. de todos modos por cortesia asintio y puso sus dedos sobre el teclado.

- q.. que tocaremos?-

Notó satisfecho, que le muchacho no había retrocedido frente a su sutil caricia, asintiendo con la cabeza a su pregunta retórica y ensanchando un poco más su sonrisa. Tentado estuvo, frente a la poca distancia que los separaba y la situación en sí, de volver a besarle, pero se contuvo cerrando los ojos, suspirando tal vez en exceso relajado debido al efecto calmante de las pastillas.

-¿Conoces algún tema? Si quieres podemos seguir tocando a Satie -sugirió, buscando en su memoria los nombres de los compositores que Morgan le había dicho, le gustaba. Sólo podía recordar algunos, pero en su mayoría, los temas eran un poco complicados y no estaba seguro de que Morgan pudiese seguirle el ritmo.

-pues.... me.. me gusta mucho una nana de españa..... que oi en una.. en .. euna pelicula... la... la recuerdo vagamente... puedo hacer el intento de tocarla...- dijo atreviendoce a deslizar sus dedos en el piano, tratando de recordar los diversos videos que habia visto de gente tocando el piano con esa cancion... suspiro tendidamente cerrando los ojos, para calmarce un poco... y comenzo a tocar

https://www.youtube.com/watch?v=DLLj_YJVleQ

sus dedos se deslizaban nerviosos por las teclas... sabia que estaba errando a algunas notas, y esperaba que kanade se sumara y le corrijiera en el trayecto, mirandole de vez en cuando de todos modos buscando su aprobacion y ayuda.

Asintió con la cabeza a lo que el chico le decía y escuchó la melodía en silencio, pasando por alto los errores y las notas demasiado agudas o demasiado graves y percatándose de lo temblorosos que estaban aquellos dedos. Tardó unos pocos minutos en procesar la melodía, ya que no la conocía, e identificar los acordes, encontrando en dónde estaban las fallas de Morgan. Cada que éste le miraba, le correspondía con una suave y paciente sonrisa, para luego, llevar nuevamente sus manos a las teclas y empezar a tocar con aquella elegancia que tanto le caracterizaba.

Siguió la melodía de Morgan en una escala de tonos inferior, con notas más agudas. Con su ayuda, los pequeños errores de Morgan pasaban casi desapercibidos, camuflados por el sonido agudo de las notas que el cantante reproducía y al mismo tiempo, le indicaba que tocase, aunque en su propia escala. Cuando la melodía llegó a su fin, el rubio observó al chico con una sonrisa coqueta aunque sincera-. Lo haces muy bien, me ha encantado la forma en que tocas -dijo tomando ambas manos del chico y observándolas temblar-. Te aconsejo relajar estas manos cuando toques... así le darás más seguridad a la melodía...

morgan comenzo a correjir levemente sus errores siguiendo la gua de kanade, sonriendo timidamente de vez en cuando mientras seguian con la cancion. cuando terminaron y kanade le tomo de las manos para decirle que devia de relajarlas para que sonara mejor, se ruborizo abruptamente.

- n.. no.. no sabria como..r. relajarlas...- declaro soltando sus manos para acariciar las teclas... mirando el piano... era un pretexto para no mirar los ojos de kanade. - g... gracias.... m.. me ha gustado mucho... e.. escucharte... y ... y tocar contigo.- dijo sonriendo