Lonely Boys * priv*

-En ese caso, creo que sí es demasiada azúcar -comentó Kanade, mirando la taza con sangre y azúcar con cierta preocupación-. Te podría subir la glucosa o dar diabetes, ¿no es así? -Preguntó mientras volvía a caminar, siguiendo al híbrido hasta el sofá y terminando de prepararle el café, mezclando éste con la sangre y añadiéndole agua caliente.

Le tendió la taza a Morgan y volvió a sentarse, acomodándose en el sofá y cruzando sus largas piernas, a la vez que tomaba su taza y vertía agua caliente sobre ésta para calentar su café un poco más. Sólo una vez que volvió a beber de aquel cálido y algo espeso líquido, consiguió olvidar el sabor de la sangre y centrar nuevamente su mente, sonriendo más calmado.

- hum... p.. podria .. s.. ser.. p..pero.. e..es m..mas probable.. que me de.. un at.. ataqu de precion... s..sanguena an.. antes que uno d... de glucosa- dijo tomando la taza en sus manos y hacercandocelo a la naris para olerlo y disfrutar de ese aroma. tomo un poco sintiendo que su cuerpo recuperaba calor perdido por el estres.

- g... gracias... esta rico- dijo con una timida sonrisa pero sinsero mientras seguia tomando... sentia como sus colmillos cresian por el sabor de la sangre en la bebida, pero no le dio importancia, ya habia bebido una bolsa y ahora el cafe, si kanade no volvia a probocarle como antes, no habria ningun altercado... el recuerdo del sabor de la sangre de kanade le hiso ruborizar violentamente.

-Aún así... tal vez no deberías tomar tanta azúcar -comentó bajando su taza y relamiéndose sutilmente los labios, para luego sonreír coquetamente ante el agradecimiento del muchacho-. Me alegro que te guste -murmuró bajo, reprimiendo las ganas de decir algo más por miedo a que el chico se atragantara o algo. Afuera, podían escucharse aún los relámpagos en el cielo, aunque el sonido quedaba bastante suprimido gracias a los gruesos cortinajes del hotel.

-Dime, ¿es siempre así en estas fechas? Había escuchado de tormentas y huracanes, pero más entrado el verano... o el invierno, no recuerdo bien -comentó el cantante con curiosidad y la vista fija en los cortinajes, deseando en cierta forma poder ver a traves de éstos. Entonces, súbitamente, recordó un importante detalle que le hizo buscar la mirada de Morgan y sonreírle abiertamente-. Cuando acabes el café, deseo que me acompañes a mi cuarto, en mi maleta tengo algo que estoy seguro, te encantará -le informó con un brillo radiante en los ojos.

morgan escucho su pregunta y se dio cuenta de que en realidad jamas habia prestado atencioon a ello.

- n.. no lo se... l.. la verdad... p... por mas que he viv.. vivido tanto.. n.. no he prestado atencion a.. al clima... s.. supongo..q.. que siempre pense.. que tengo mucho.. mucho tiempo para ... e.. en otro momento .. prestarle a.. atencion- dijo apenado al revelar que era ASI de descuidado.

estaba bebiendo cuando kanade solto su segunda frace, la cual le hiso atragantarce con lo que tenia en la boca, agradeciendo no haberlo escupido.

- cof...a...a.que.. que cosa....? cof.... cof- pregunto ruborizandoce al pensar en que le devia acompañar a la habitacion , cayendo en cuenta que evidentemente la cama para invitados tambien estaba alli... y .. que no dormiria en otra habitacion mas que en la de kanade...

-Oh, bueno, supongo que debe ser en verano... Ya que mi manager no me traería si supiera que hay una tormenta... mucho menos una llovizna, ya sabes, dejo de ser un buen producto si me enfermo y no puedo cantar -comentó con una sonrisa algo triste, o más bien, cansada. Kanade amaba la música y cantar era uno de sus sueños, no podía quejarce realmente de la vida que llevaba aunque no era la que realmente deseace para sí mismo...

La reacción de Morgan frente a su último comentario le sorprendió, al menos, esta vez no se había quemado. Eso suponía era un avance, ¿no? Le preocupaba la forma en que el híbrido siempre acababa o en el suelo, o tirándose algo encima, o atraganándose... Definitivamente, sus nervios no podían ser nada bueno para su salud e integridad física y mental-. Pues, es una sorpresa, aunque ya te lo había mencionado antes -se limitó a responder a la vez que le tendía una servilleta de papel.

morgan tomo la serbilleta levantandoce, pensando en que era lo que kanade le habia mencionado antes que podia interesarle.. y entonces los ojos le brillaron con emocion y espectatiba.

- E..el. li...libro!- exclamo caminando con kanade hacia la habitacion, no pudo evitarlo, los libros le cambiaban el animo, simplemente no importaba casi de que tema fueran, le alegraban y si eran antiguos como kanade decia, mas aun...

- d... de que sig... siglo es?.... es muy v..viejo?.... es... p.. primera edicion? de q... que tr.. trama? ho!..... l... lo s.. siento... s... son mu...muchas p.. preguntas....- libros... su perdicion absoluta casi no habia cosas que no haria por un buen libro edicion limitada ... pensandolo bien, habria muchas cosas que no haria por un libro asi, pero, si haria muchas otras por el, se sentia medio tonto al estar tan emocionado por solo un libro, epro no podia evitarlo

El rubio se levantó y sonrió animado de que Morgan recordara lo del libro, empezando a caminar hacia su cuarto mientras el chico lo atiborraba a preguntas-. No te disculpes, está bien. Ya lo verás cuando te lo entregue, aunque debes prometer que lo cuidarás y no se lo enseñarás a nadie, ¿está bien? -Pidió con voz suave mientras entraba en su habitación.

Aquel era un cuarto enorme e impresionante, con una enorme cama con dosel y sábanas de satén negras. Una de las paredes era totalmente de vidrio y dejaba a la vista la mayor parte de la ciudad a oscuras y los rayos que tronaban con majestuosidad en el amplio cielo. A un costado de la cama, en fila, al menos unas ocho guitarras eléctricas con diferentes diseños y colores, entre los que destacaban el rojo y el negro, con diseños de rosas y espinas. También, junto a éstas, dos guitarras acústicas, una totalmente grabada con diseños de rosas negras y la otra, llena de firmas.

Al otro costado de la cama, una improvisada cama de invitados que aún así no dejaba de ser elegante y no desentonaba con el diseño de la decoración, victoriana y rococó. Frente a la cama había un par de sofás y una mesita de centro, sobre la cual estaban varios papeles y plumas desperdigadas, los apuntes de Kanade-. Ponte cómodo, deja busco mi maleta -pidió el rubio con una amable sonrisa, dirigiéndose al cuarto/ropero, notando toda su ropa colgada y ordenada... Yuuki había desempacado sus cosas.

Rebuscó entre algunas estanterías y finalmente, regresó con un viejo y pesado volumen en perfecto estado de conservación-. Es un libro muy antiguo, un cliente me lo dio cuando me recibí en Roma... estudié derecho... y bueno, está escrito en latín y data del siglo XIV d.C., de cuando lo monjes los escribían a mano -explicó mientras lo dejaba en las manos de Morgan, aunque esta vez, su mirada estaba fija en el libro, aquel era su mayor tesoro y orgullo, junto con su katana que descansaba a los pies de su cama...

-Trata sobre las últimas tribus celtas que fueron halladas en la actual Bélgica -susurró como un secreto, en tono confidente.

morgan miraba la habitasuon completamente perdido, el gusto era esquisito y los detalles de esas guitarras!, las acusticas llamaban mucho su atencion, casi que sentia ganas de tocar algo... a ver si le salia bien.. pero se contubo y asintio a lo que pedia kanade de cuidar lo que le daria como si fuera lo mas preciado... y luego se sento impasiente en el silloncito.. cuando kanade dejo frente a el ese libro, estubo bastante seguro de que habia dejado de respirar de mera emocion.

- p.. p.. por .. por los dioses de mi padre....- susurro y con manos temblorosas comenzo a dar buelta las pajinas en silencio ojeando lijeramente... no podia leerlo realmente ahora.. estaba demasiado nervioso.

- e.. esto es.. es fas.. fascinante!! s.. si mi.. si mi padre recordara!!.... e.. este libro le .. le recordaria t.. tantas cosas!!.. es.. hermoso- decia sin poder dejar de mirar las ilustraciones, los textos.

Kanade rió suavemente al ver la reacción de Morgan, palmeándole el hombro suavemente para luego tomar asiento a su lado, recargando la espalda en el respaldo del sofá-. Disfrútalo, ¿sabes leer latín? -Preguntó amablemente, ya que si no sabía aquel antiguo idioma, él amablemente podría ofrecerse de traductor. Escuchó aquello que dijo el chico sobre su padre pero se abstuvo de preguntar, ya que no lo consideró apropiado. En lugar de eso, detuvo cuidadosamente las manos de Morgan y le señaló una página con una imagen de la parte delantera de un monasterio.

-Mira, este es uno de los primeros "Padre Nuestro" que existieron, sin ninguna modificación... ¿Te gustaría si te lo recito? -Ofreció amablemente, deslizando sus fríos dedos sutilmente del viejo papel estilo pergamino hacia las cálidas manos del muchacho, dejando sobre éstas una suave y sutil caricia.

morgan miraba y miraba el libro

- l. latin... sajon... breton... irish.... escri.. escritura demoniaca... h.. hablo.. e..esos i.. idiomas... pero me.. me falto el .. tuyo.. a..apenas se palabras en japones...- le explico para luego ver lo que kanade le señalaba, y noto que aunque sabia leer latin, estaba algo oxidado en ello... anque por causa de su padre probablemente, jamas habia sido muy fanatico de los " padre nuestros" o lo que haya llebado al catolisismo, asintio con una sonrisa.

[color=orange]- lo.. lo harias?... p..para mi?-[ pregunto ] sin dejar de sonreir.

-Bueno, en realidad, japonés sólo es mi idioma natal, pero no con el que me crié... de hecho, lo aprendí hasta hace poco -comentó el cantante, sorprendido por todos los idiomas que Morgan manejaba, bastante impresionado de hecho porque manejara la escritura demoníaca... aunque él, en lo personal, prefería mantenerse un tanto alejado de ello, y lo más cercano a los demonios, en su mundo, eran algunos hechizos de protección que pedía a brujas y hechiceros de confianza y bueno, su katana.

-Claro, me gusta leer en latín y además, por ti... -susurró lo último con voz suave y ronca a la vez, aquel tono seductor que hacía estremecer a su audiencia-. Aquí va...

"Pater noster, qui es in caelis,
sanctificetur nomen tuum.
Adveniat regnum tuum.
Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum quetidianum da nobis
hodei, et dimitte nobis debita
nostra sicut et nos dimittimus
debitoribus notris.
Et ne nos inducas in tentationem,
sed libera nos a malo... Amen"

Terminó con un suspiro suave, como cada vez que sobre el escenario, entonaba las palabras finales de una canción.. con aquel tono entregado, pasional... No podía evitarlo, el latín, de todos, era su idioma preferido aunque hace siglos que no se hable o traduzca.

morgan se sorprendio de lo que le decia kanade acerca de su idioma natal, hubiera creido que era el idioma que mejor manejaba, pero al parecer se equibocaba,... quiso preguntar por que era eso.. pero no lo creyo prudente...

se sonrojo un poco por la forma en la que canade le confirmo que lo leeria para el.. y se quedo mirando sus dedos un momento hasta que kanade comenzo a leerlo.... simplemente se le quedo mirando, no podia dejar de observarle, lo pronunciaba tan bello a pesar de que fuera una lengua muerta y todos aquellos que lo hablaban en si no tenian la certeza de que realmente se pronunciara de ese modo, pero aun asi... la vos de kanade parecia hipnotizante en esos momentos... suave tersa... una voz que podria arrullarte.... cuando se dio cuenta de que le estaba mirando fijo y en silencio, aun habiendo pasado varios segundos de que kanade terminara derecitar el padre nuestro, se ruborizo abruptamente y desvio la mirada rapidamente. !! que mal educado quedarcele mirando de esa manera!!!!

-¿Te ha gustado? -Preguntó dulcemente, notando cómo se le había quedado mirando antes, susceptible como era, ante esa clase de miradas. Sonrió tranquilamente y cerró el libro con cuidado, para luego, suavemente, tomar el rostro de Morgan entre sus manos haciendo que le mirara-. Estás muy sonrojado... tus mejillas están ardiendo -comentó con aquella voz y un tono confidente y seductor.

Lentamente el cantante se acercó al rostro ajeno quedando a escasos centímetros de sus labios, mas esta vez no le besó, sino que esperó allí, a la expectativa, de comprobar la reacción del muchacho. Su mirada permanecía fija en los ojos ajenos y cada pocos segundos, bajaba y se detenía sobre aquellos temblorosos labios, deseando volver a besarle, volver a saborearlos...

-s.. si.. m.. me h a gustado....- contesto unos segundos antes de ver su rostro tomado en las manos de kanade y el rostro ajeno observandole, diciendole que sus mejillas estaban rojas y ardiendo, eso no ayudaba presisamente a que se labajan lo rojo o lo calientes! - n.. he. .. ha...a..... no... no.. e..es n.. nada....- balbuceo queriendo correr el rostro pero kanade le tenia aun agarrado y no le parecia correcto utilizar su fuerza para liberarce del humano, era utilizar deshonrrosamente las desventajas de la naturaleza ajena.

de pronto, el rostro de kanade comenzo a hacercarce lentamente... el cuerpo de morgan reacciono de una unica manera, que el muchacho catalogaba de " manera inutil" sutilmente su cuerpo comenzo a temblar ante la cercania de aquel rostro tan delicado, tan lleno de vida, tan seductor... pero esta vez kanade se detubo... a escasos y miserables centimetros, segun morgan, dado que estaba tan cerca, qeu podia sentir el calor de su respiracion chocar contra sus propios labios... no pudo evitar el pensar.... que no estaria mal volver a sentir esos labios sobre los propios... ante esa idea no pudo mas que desviar su mirada apenado... como podia ser que deseara eso si apenas le conocia.... volvio la mirada a los ojos de kanade... probablemente eran esos ojos lo que hacian que deseara volver a sentir sus labios... solto un suspiro demasiado suabe, para luego tomar un poco de aire y cerrar los ojos, tomando valor, sabia que kanade esta vez estaba respetando su espacio, que le estaba dando la posibilidad de elejir ser besado o no... por lo que ese escaso centimetro que faltaba.. fue morgan quien lo elimino esta vez... depositando un suabe beso sobre los labios de kanade, un beso inocente, casto podria decirse, pero un beso al fin y al cabo... su cuerpo no podia dejar de temblar lijeramente ante sus nervios, pero al menos, esta vez tenia valor de hacer algo.

Cerró los ojos suavemente al sentir los labios ajenos, ese casto beso, el cual le hizo latir el corazón con renovada e inusitada fuerza... Se sintió emocionado y feliz de que por fin Morgan pareciera aceptar sus labios, y más aún, se sentía mucho más tranquilo ahora que sabía que al chico no le desagradaba el contacto y lo buscaba por sí mismo. Dejó de sujetar su rostro y suave, delicadamente, dejó tiernas caricias sobre las mejillas ajenas, con tanto cuidado, como si temiera poder romperle en cualquier momento, o como si la piel ajena se tratara de la más fina porcelana.

Cuando el muchacho se separó, abrió sus ojos y le dedicó una dulce sonrisa, aunque sentía que aquel beso, casi un roce, demasiado cato e inocente, le dejaba con ganas de más. Sin embargo, no quería abusar del valor y la inocencia de Morgan, no lo consideraba justo ni honesto para con él. Sin embargo, al bajar sus manos, sujetó las ajenas y entrelazó sus dedos, al tiempo que le dedicaba una radiante sonrisa-. En verdad me gustas, Morgan. Me gustas mucho y de verdad deseo volver a verte después de que me haya ido de la ciudad... -suspiró algo pesado y bajó la vista a aquellas manos unidas-. Cuando acabe mi gira, en dos meses más, prometo volver aquí a buscarte.

morgan respiraba algo ajitado, nervioso pero profundamente, para asi calmar sus nervios, mirando las manos de kanade entrelasarce con las propias, y sonriendo levemente al oirle decir que de veras le gustaba... aunque su sonriza se borro lentamente cuando menciono lo de su gira... por un momento lo habia olvidado... kanade era un cantante... y solo estaba de paso en la ciudad... sintio un leve vacio en su pecho ante ese pensamiento, suavemente solto las manos de kanade y se llevo las manos a donde se concentraba ese vacio...

- casi... casi habia olvidado... so.. solo estaras una semana o... o dos n.. no es asi?- pregunto con una velada sonriza... en esos momentos estaba comenzando a arrepentirce del resiente beso.... y si no volvia?, sabia que kanade estaba diciendo que volver era su unica intencion... pero.. dos meses eran mucho tiempo y apenas le conocia... tal ves le olvidara pronto...

-Así es, en dos semanas debo estar sí o sí en Ciudad de México... Pero, mírame -pidió con suavidad, inclinándose un poco hacia Morgan y buscando su mirada, adivinando casi los pensamientos ajenos debido a sus actos y a la forma en que se había llevado las manos al pecho-. No quiero que pienses que no regresaré. Si pudiera llevarte conmigo, créeme que lo haría... -y en realidad, ¿qué se lo impedía? Nada, salvo el hecho de que tal vez Morgan no pudiera acompañarle o que temiera dejarlo todo atrás por un desconocido como él.

Los ojos del cantante se entristecieron notoriamente, tal vez, al chico no le interesaría comprometerse de aquella forma con un desconocido y esperarle por dos largos meses, ni mucho menos, seguirle por el mundo siendo que apenas le conocía de algunas horas. Y definitivamente, Kanade no podía simplemente cancelar sus viajes y quedarse allí, ya que tenía una responsabilidad que cumplir tanto con sus compañeros de trabajo, como con sus fans.

morgan se le quedo mirando ante sus palabras... " si pudiera llebarte conmigo"... esas palabras le daban un poco de mas miedo que las de que devia irce... suspiro sintiendoce un poco tonto, el rubor en sus mejillas era leve... no podia viajar a donde fuera, con alguien que apenas conocia, o al menos no comprometerce a viajar en esos momentos... nego suavemente con su cabeza y una sonriza timida.

- n... no... e.. esta b.. bien.. y... yo..- suspiro nervioso -es... estaras dos sem.. semanas d.. de todos modos... y... y dos.. dos meses pa... pasan r ... rapido- dijo tratando de sonreir... aunque eso no quitaba de que aun le angustiaba la idea... no entendia por que... pero le angustiaba... dos semanas parecian tan poco de rrepente...

-Así es, y en estas dos semanas podemos seguir viéndonos e incluso puedo invitarte a mi recital cuando mejore -sugirió con una ligera sonrisa, volviéndose a animar aunque no tanto como hubiera deseado. Si lo pensaba bien, dos meses era bastante tiempo y no estaba muy seguro de querer pasarlos sin la presencia ni los ojos de aquel muchacho que tanto le había... enamorado.

-Y mira, si aún tienes tus duda de que regrese... -comentó, tomando las manos del chico y dejándolas sobre su libro-. Puedes quedarte con él y cuidarlo por mí mientras estoy de viaje ¿Vale? -sugirió sonriéndole cálidamente, para luego acercarse y robarle un fugaz beso, sin poderlo evitar, el cual duró apena una fracción de segundo.

se sintio intrigado por asistir a un recital, en especial porque a los recitales que el solia asistir eran de musica clasica.... con poca gente... y el sonido de los chelos o los violines... ir a un concierto donde iria mucha gente... y le harian rebotar de lado al otro noe ra su idea de un buen momento presisamente... aunque ver a kanade en el escenadio le hacia olvidar ese detalle.

cuando quiso responder sobre eso, kanade lellevo sus manos al libro y le ofrecio cuidarlo esos dos meses, lo que hiso que se sonrojara, mas aun cuando le dio ese fugas beso.... se llebo sus dedos a los labios con una suabe sonrisa y asintio.

- m.... me.. me gus. gustaria... asistir a t... tu concierto-

-Me haría muy feliz si vas, aunque aún no hay una fecha concreta... Primero debo sanarme bien del resfriado -comentó, olvidando por unos momentos que su "resfriado" era en realidad una pulmonía. Y hablando de ello, recordó de golpe que ya debería tomar sus siguientes medicamentos de la noche y también, que llevaba más de 30 horas sin dormir y que eso no era nada bueno ni recomendable. Y pese a que estaba enfermo y su nariz estaba totalmente enrojecida y los ojos le lloraban cada que estornudaba o tosía demasiado, en lo primero que pensó y que interiormente rogó no tener, fue en las ojeras por falta de sueño.

El cantante miró la hora en su reloj de pulsera y abrió los ojos sorprendido, ya era casi medianoche-. Ya es algo tarde, ¿quieres que comamos la ensalada y nos preparemos para dormir? -Ofreció, desviando la vista hacia el montón de papeles y plumas y bolígrafos que estaban desperdigados sobre la mesita de centro. Durante la mañana, había estado tratando de escribir una nueva canción basándose en su llegada a New Orleáns, pero no había tenido realmente mucho éxito.

morgan no se habia percatado realmente del paso del tiempo... habia estado muy ocupado evidentemente en ponerce nervioso por cada movimiento que daba... el.. o kanade.. o yuuki en su defecto...

- ho....s.. si..e..es.. bue.. buena idea... no me habia p.. percatado de la hora...- dijo algo avergonzado, puesto que sabia que kanade estaba enfermo, deveria de haber prestado mas atencion, de pronto le entro preocupacion de que el Lycan entrara a regañarles por la hora y le hechara o algo.

-Descuida, el tiempo pasa volando cuando se está en buena compañía y creo que difícilmente, podría estar con una compañía mejor que la tuya -comentó el rubio poniéndose de pie y acomodándose un poco la ropa-. Espera aquí, traeré la bandeja -anunció con una amable sonrisa y salió de la habitación hacia la cocina.

Sacó la ensalada de la nevera y la dejó sobre la bandeja, y también, llenó una jarra con agua y buscó un par de vasos limpios. Buscó sus medicinas y tomó las que le correspondían a esa horas, bebió un poco de agua y rápidamente, regresó con la bandeja a la habitación, procurando no dejar demasiado tiempo solo a Morgan para que no se sintiera incómodo, además, de que no era educado hacerle esperar. Al entrar a la habitación, dejó la bandeja sobre el sofá y cogió parte de lo papeles de la mesita de centro, tirando el resto al suelo sin mucho cuidado a la vez que se disculpaba por su desorden-. Lo lamento, cuando me inspiro, suelo llenar papeles de ideas y frases sueltas, espero que no te incomode mi desorden.

Tras decir aquello, dejó los pocos papeles que había tomado sobre su cama y regresó a sentarse junto a Morgan, dejando la bandeja sobre la mesita y tomando uno de los vasos de agua, bebiendo un poco. Sabía que lo mejor para cuando se estaba enfermo lo mejor era beber agua, lo cual hacía con gusto-. Entonces, ¿te ha gustado el libro? Si quieres, cuando pase por Roma, intentaré conseguir uno para ti entre mi contactos del vaticano.

morgan espero a kanade sentado algo avergonzado, no estaba acostumbrado a que le trataran asi, generalmente, el era el anfitrion y era quien hiba de aqui para alla, para cuidar de su invitado..., mientras esperaba volvia a mirar la habitacion, el acabado delicioso de cada detalle, era manjar a la vista, simplemente eso. Cuando kanade volvio morgan le ayudo levantando los papeles que caian al piso.

- n... no te p.. preocupes- morgan queria dejar de estar nervioso, por lo que empleo su mejor arma contra su tartamudeo cronico... comenzo a respirar pausada y profundamente

- si, me ha gustado... ho.. n.. no te preocupes, en realidad... si tuviera.. mas precentes ciertas tematicas... usaria mis contactos y conseguiria este tipo de libros...pero.. pero mis clientes no suelen buscar.. mitologia celta o... nordica... mas bien buscan libros oscuros.... de otro sector religioso...- comento pausadamente, son una leve sonrisa, satisfecho de si mismo al no tartamudear en ecxeso.

- gracias k... kanade... a pesar de algunas.. cosas... la estoy pasando bien este dia... me... realmente me salvaste en el aprque... hubiera estado llorando por... por horas de no haber sido que tu interveniste- dijo conuna sonrisa tan sincera, tan inocente y tan vivida que hasta el se sorprendia.

Se sorprendió bastante al escucharle casi sin tartamudear, y aunque le parecía que Morgan hacía un gran esfuerzo por relajarse y mantenerse calmado, interiormente deseó que el chico fuera así siempre, al menos con él, que sonriera siempre de aquella forma radiante y sincera que en aquel momento le hizo estremecer y sonrojar ligeramente. Estiró su mano y suavemente, en una sincera caricia, deslizó sus dedos fríos por la cálida mejilla ajena.

-No me tienes que agradecer, Morgan... me has dado uno de los mejores días de mi vida, sólo con dejarme conocerte -susurró con voz suave y ronca, acercándose con algo más de confianza y besando sus mejillas y luego, con una sonrisa divertida, la punta de la nariz ajena-. Prométeme que esas lágrimas no volverán a caer de tus ojos de forma innecesaria... que sonreirás más a menudo, para mí, ¿vale? -Pidió mirándole a los ojos de forma suave, una mirada relajada, seductora e hipnotizante a la vez.

Y entonces, sin contenerse... Una sonrisa endemoniada se formó en sus labios. Con movimientos siempre lentos y elegantes, se acercó a los labios ajenos dejando sobre éstos una pequeña lamida antes de besarle, con ternura y cariño, suavemente... Sujetó con una mano el rostro ajeno y la otra, la colocó en su cintura, atrayéndole hacia su cuerpo mientras el beso se volvía más pasional e intenso, colando su lengua en la boca ajena.