Sleeping with sirens -Priv Cerberus [+18]

Reí con lo que dijo y me dejé guiar de vuelta a la cama sin oponer resistencia alguna, un poco halagado con lo que me dijo aunque no sabía si era sinceridad o sólo para hacerme sentir bien. Me recosté y me cubrí con las mantas hasta el pecho, tomando en trozo de pan y mirándolo un tanto ensimismado.

-Espera, no compres analgésicos -le pedí, mirándole-. No soy partidario de medicamentos, inyecciones y esas cosas... En cuanto pueda caminar bien, buscaré algunas hierbas en el bosque -comenté, medio sonriéndole tranquilo y que viera que estaba bien, que no me dolía tanto como en realidad sí lo hacía. Luego le di una pequeña mordida al pan y sentí a mi estómago rugir levemente.

le mire y frunci el seño.

- no le mientas al encubridor de heridas mas grande de la historia, se que te duele.. pero si no quieres, no comprare medicamentos.. la verdad yo tampoco soy muy partidario de ellos que digamos... si no fuera por morgan, no tendria desinfectante en la casa, generalmente solo tengo vendas y me tiro un poco de tekila o vodka en las heridas.- dije riendo porque era completamente cierto. Termine de ponerme una remera negra con mangas cortas y un pantalon del mismo color lleno de tiras por todos lados enganchadas entre las piernas.

- come todo el pan que quieras, es lo unico comible que queda en la casa, asi que comprare algunas cosas... trata de no levantarte si?.- dije saliendo de la habitacion y de la casa con un paquete de cigarros en el bolsillo.

-Vale, vale, no me levantaré -dije, inclinándome sobre la almohada, con ganas de levantarme y acompañarle, quería ver más de la ciudad, ver a otros humanos, hacer cosas de humano otra vez... Pero tuve que resignarme a quedarme allí. En condiciones normales hubiera hecho lo que mejor se me daba, escapar y desaparecer del mapa. Sin embargo, ahora no tenía ropa, ni dinero, ni zapatos, ni mi puñal... ¡mi puñal! Se había quedado en el bosque...

Miré el pan un poco angustiado, rogando porque Cerberus recodara traerlo. A la mierda mis planes de irme, siendo realista, no sobreviviría dos días en las condiciones en que estaba y menos sin mi arma. Acabé de comer el pan y bebí un poco de agua, para luego acurrucarme en la cama, hacía frío. En menos de cinco minutos me encontré mirando el techo y recordando los últimos acontecimientos, demasiado tiempo para pensar hacía mal. Y me aburría...

Me levanté finalmente, me llevé una de las mantas conmigo y me fui al sofá. Me envolví completamente y tomé uno de los libros de magia, empezando a ojearlo y a leerlo, un poco muerto de frío aunque al menos así me distraía un poco de todo.

estaba ya volviendo, habia comprado mas pan, carne algunas frutas, y unas papas... pero cuando estaba volviendo.. llego a mi mente un bago recuerdo de la noche anterior.

- shit! se lo prometi!!....- comence a correr al bosque, lo mas rapido que podia, menos mal que mis piernas eran largas jaja, lo que hiso que no fuera muhco tiempo lo que tardara...

el holor de la sangre aun estaba fresca en la tierra, por loque no me costo nada la verdad llegar al punto del bosque donde habiamos peleado... mire el lago con desconfiansa, recordando como se habia batido ante el poder de alexei... negue con la cabeza y comence a buscar.. el olor de la plata, un olor que probablemente a causa de mi naturaleza licana, me repugnaba... no fue dificil de encontrar, lo cual era bueno porque sino tardaria ciglos y no queria tardar.

volvi rapido mas ya sincorrer, porque ya tenia todo, aunque si llegue algo cansado porque seguia fumando los cigarros como si fueran barras de caramelos

- ha!! llegue! lo siento, casi me olvido, pero lo recorde, lo prometi no?- dije entregandole la daga la cual habia envuelto en un pañuelo por si las dudas para no tocarla directamente, y deje las bolsas junto al sillon para luego sentarme a descansar.

Levanté la vista hacia la puerta segundos antes de que entrara y le sonreí ligeramente, cerrando el libro y dejándolo sobre mis piernas. Cuando se acercó y me entregó mi daga, mi rostro se iluminó y una enorme sonrisa apareció en él. Seguramente hubiera saltado de alegría y le hubiera besado si no fuera por el dolor en mi cuerpo y el frío que sentía.

- ¡Oh, gracias! En verdad esto es muy preciado para mí, muchas gracias -dije sinceramente, acercando el puñal hacia mi pecho y medio abrazándolo. Luego lo dejé sobre el libro y miré a Cerberus, contento-. ¿Quieres que te ayude con algo? Ya me siento mejor.

- m.. nha, no te preocupes, yo me arreglo. tu.. mejor por que no ves entre mis ropas algo que te abrigue mas que las vendas y la manta? es todo estilo goth, pero puedes tomar lo que te guste- dije devolviendole la sonrisa y levantandome.

tome la bolsa de comida y me fui a la cocina. al ver una de las pastillas de calmantes en la cocina, note que me entraba anciedad por tomarla.. evidentemente, en pocas semanas, con el ritmo en las que las habia tomado, me habia generado una adiccion.. y me temblo el cuerpo mientras la agarraba y la tiraba al fregadero para no tomarla, sonrei muy molesto conmigo, porque ahora el cuerpo me temblaba porque queria esos calmantes... pero.. ahora yo no queria tomarlos... rei sombriamente un poco mientras sacaba la comida de la bolsa.

comence a cortar la carne en trozos pequeños y saque las papas, comenzando a pelarlas.

- Argh!!.. con un demonio!!- exclame en el momento en el que por los temblores, casi me arranco un dedo con la cuchilla y me quedo sangrando, me molesto porque podia arruinar la comida asi que enseguida aleje mi mano de esta, de todo modos sabia que curaria en minutos, pero no quitaba que me molestara.

-Vale, espero que no te moleste... -comenté, poniéndome de pie y aún envuelto en la manta. Aún caminaba algo tembloroso, tenía el cuerpo débil y cansado pero no era nada del otro mundo, o al menos, eso me decía a mí mismo. Dejé caer la manta una vez en la habitación y husmeé en su armario sin saber qué buscar exactamente, me sentía extraño husmeando en la ropa ajena. Encontré una camiseta negra algo larga, la cual me quedó más o menos holgada y me cubría hasta más abajo de los muslos. El pantalón estaba sucio y rasgado, así que me lo quité y simplemente me quedé así, como si usara una especie de vestido corto.

Me dirigí luego al baño y observé mi rostro de nuevo. Resoplé bajo y mojé mis cabellos para peinarlos con los dedos, fue entonces que escuché su voz maldiciendo-. ¿Está todo bien? -Pregunté en voz alta. Me dirigí hacia la cocina y alcancé a ver la sangre en su mano, adiviné lo que habría pasado y sonreí dulce, acercándome-. Deja, yo lo hago -le dije, apartandolo suavemente-. Tomé prestada tu camiseta, espero no te moleste... los pantalones estaban rasgados y sucios, así que me los quité..

- y si el pantalon estaba rasgado y sucio por que no lo cambiaste por otro?- pregunte llebandome el dedo ensangrentado a la boca y bebiendo mi sangre mientras hiba curando de a poco. - podias ponerles cinturones sabes? si es que te quedan muy grandes... asi se pierde el punto de abrigarce... le di un lijerito golpe muy muy suabe en la cabeza.

- ire a buscarte alguno de mis pantalones, alguno tiene que quedarte es imposible que no, tengo uno o dos ajustados al cuerpo asi que solo con un cinturon deverian quedarte...- dije dejandole en la cocina... me dieron ganas de golpear el muro por haberme cortado el dedo a causa de la abstinencia... y por ahora eran solo temblores....

-No sabía en dónde tenías los cinturones y además, sigo siendo chica y teniendo cintura de chica, por si no lo has notado -comenté encogiéndome de hombros, y era cierto, inclusive con cinturones su ropa me quedaría grande-. Puede que no haya revisado bien de todas formas.

En cuanto salió de la cocina me giré y tomé la patata que pelaba y el cuchillo, terminando rápidamente con aquel trabajo. Husmee entre las bolsas que había traído, guardando las verduras en la nevera y sacando el resto de las patatas, pelando suficientes para nosotros dos.

Me pregunté qué querría él para comer, y mientras pensaba en algunas opciones, mi mente recorrió la cocina y noté el frasco con sus pastillas. Tal vez un calmante me haría bien para el dolor, ya luego iría por hierbas. Tomé el frasquito y me sorprendió que estuviera tan liviano y al abrirlo... vacío. Se me hizo un poco extraño, y mi intuición me puso un poco alerta, paranoico o lo que fuera. ¿Las abría botado él? ¿Se las habría tomado de golpe?

[color=brown]- tampoco es que yo tenga una cadera inmensa sabes?..- dije meintras hiba a mi habitacioon y buscaba el pantalon mas ajustado de todos, de esos que son casi como de cuero y que a los hombres terminan no gustandonos usar, porque parece que todo el mundo te mira... las partes pudicas... tome ese y uno igual de ajustado pero de jean y un cinturon por si las dudas, llebandolos conmigo y dejandolos en el sillon, cuando volvi a la cocina le vi con cara de miedo y el frasco de tranquilisantes, sonrei algo molesto conmigo.

- no las he tomado...- dije levantando mi mano y mostrandole como esta no paraba de temblar, la otra estaba en el mismo estado - las tire por el fregadero y por abstinencia me he cortado sin querer... pero ya no quiero tomarlas... me impedirian entrar en estado crynos.- le explique muy tranquilo mientras me ponia a su lado para cosinar lo que queria hacer

Suspiré con cierto alivio al ver sus manos, aunque eso de que temblaran no era del todo bueno. Me aguanté el regañarle y opté por no decirle nada, después de todo, ¿quién era yo para decirle qué hacer? Sin embargo me preocupaba un poco y no podía dejarlo así.

-Deja la ropa y dame tus manos -le pedí con voz suave y resignada, casi en tono maternal. Sin esperar a que me hiciera caso le quité las prendas y las dejé en la encimera, para luego tomar sus manos entre las mías y llevarlas a mi frente. Cerré los ojos y susurré unas palabras en el idioma de los espíritus, como le llamábamos los hechiceros de mi familia, conjurando un hechizo de relajación y paz, así no sentiría la abstinencia al menos por una hora y sus manos no temblarían-. Ya está... ¿cómo te sientes? -Pregunté, soltando sus manos y retrocediendo un paso, colocando una mano en mi cintura.

le mire con el seño fruncido aunque algo sorprendido porque mis manos dejaban de temblar...

- siento que deveria darte otro zape por andar usando tu magia en este estado... pero mas alla de eso, mejor, ya no me tiemblan... ahora ve a vestirte que sino te dara un resfrio, no puedo dejar que luego andes diciendo " este resfrio es culpa de cerberus si no me lo hubiera cruzado no estaria enferma" asi que ve a terminar de vestirte.. tambien te deje unas medias!- le dije a mdodo de reto señalando la ropa y agarrando el cuchillo nuevamente, feliz de que mis manos notemblaran, casi sin pensarlo lance el cuchillo al aire y lo ataje por el mango. - gracias alexei- dije sonriendo y comenzando a cortar las papas en rodajas. saque tambien unos morrones y cebollas de la bolsa y las cebollas tambien terminaron en rodajas y el morron en tiritas, coloque todo ordenadamente en una bandeja apra horno y agregue la carne para que se cocinara todo junto y tubiera sabor mesclado que era mas rico. prendi el horno y sonriendo, creo que hasta tarareando algo, meti la bandeja y lo deje comenzar a cocinar.

-Mmm de hecho sería... "Si no me lo hubiera cruzado ahora estaría muriendo de pulmonía" -dije en tono burlón y juguetón, tomando las prendas y viendo que sus manos ya estaban bien. Asentí con la cabeza cuando me dio las gracias-. De hecho, creo que me ducharé, después de lo de anoche... me urge un baño -comenté, saliendo de la cocina y yendo a su cuarto.

Dejé los pantalones sobre la cama y aparté el pantalón que me colocaría, uno de cuero bastante ajustado que no había visto antes. Me quité la camiseta y las bragas y tomé la toalla que había usado la noche anterior, para luego ir al baño y meterme a la ducha, dando el agua caliente. Mi cuerpo agradeció aquello y todos mis músculos se relajaron, mojé también mis cabellos enmarañados y los limpié de la tierra y la sangre seca. Una vez limpio, cerré la llave de agua y me envolví en la toalla, me sequé con rapidez y dejé mis cabellos envueltos en la toalla más pequeña.

En cosa de 10 minutos estuve seco y vestido, los pantalones me quedaban algo anchos de cadera pero se arregló con el cinturón, la camiseta combinaba bien y de hecho, lucía más delgado y mi figura, más estilizada. Me sequé los cabellos con la toalla y los dejé caer en cascada por mis hombros. Sólo me faltaban unos zapatos y unas gafas oscuras y sería la reina o, mejor dicho, el rey de la noche jajaja.

-Ya está, ¿feliz ahora? -dije volviendo a la cocina, recargándome en el marco de la puerta y observándolo fijamente, con una media sonrisa.

solo asenti cuando dijo que hiba a bañarce y segui con hacer la comida y vigilar el horno.

mientras todo se cocinaba agarre de la bolsa de frutas unas naranjas y las exprimi haciendo jugo.. puesto que despues de la nochecita tan "tranquila" que habiamos tenido, me parecio que mejor comer bien y reforsar defensas jaja.

mientras el se bañaba la comida se estaba terminando de cocinar asi que cuando volvio a la cocina ya solo le faltaban unos 5 o 10 minutos.

- si, ahora soy feliz, al menos ya no tengo que sentirme mal si te enfermas ya puedo decir que no es mi culpa- declre sonriendo mientras tomaba unos platos y los llebaba a la mesa. buscando alli mi paquete de cigarrillos y encendiendo uno.

- hum.. te gusta el jugo de naranja?- pregunte cuando volvi a buscar los basos y la jarra de jugo.

-De todas formas no iba a serlo -comenté, dejándole pasar con los platos y notando que ya casi estaba lista la comida-. Sí, es mi favorito... -comenté sonriéndole levemente, sintiéndome algo incómodo sin tener nada que hacer-. ¿Te ayudo con algo?

No me gustaba esa sensación de no hacer nada, me gustaba ser activo y ayudar en lo que pudiera, estar en movimiento, al menos si se trataba de asuntos de cocina y esas cosas.

le mire.

- nop, esta vez cocine yo asi que ya me encargue de todo...- dije sonriendo mientras miraba el contenido del horno. como le faltaban unos minutos lo cerre, me pare y le mire.

- alexei, no se si te quedaras en la ciudad, pero quiero que sepas qeu si necesitas donde quedarte puedes hacerlo aqui, mientras ya no me tires al agua... porque por mas que ahora se que combertirme en crynos me combiene, no quiero herir a nadie que me agrade, asi que no lo hagas si?- dije sacando la lengua para hacer el comentario una broma. - quiero decir que puedes vivir aqui cuanto necesites o si estas de pasada y no tienes donde quedarte, tu solo toca la puerta y si estoy, te quedas... si estopy con alguen haciendo cosas... que no son ojos ajenos a los mios, pues entonces, sales, das unas vueltas y vuelves al rato jaja, no en serio, yo bien puedo dormir en el sillon de todos modos, casi siempre me termino durmiendo ahi, salvo las noches de luna llena, esas si duermo en mi cama.- una ves ofrecido el refugio lobuno al hechicero perdido, me agache frente al horno porque mi olfato me decia que ya estaba.

- aja! listo!- dije sacando la bandeja con un cubremanos para no quemarme.

-Te prometo que nada de agua -dije medio sonriendo y haciendo una cruz sobre mi pecho, en donde estaba mi corazón. En realidad, me emocionaba con cada palabra que decía, yo no tenía a dónde ir, no conocía a nadie, apenas recordaba cómo usar mi magia y aún de vez en cuando debía repetirme quién era yo y procurar no entrar en shock cada que mi mente trastornada me jugaba malas pasadas. ¿Cuánto sobreviviría si seguía así? Sin abrigo, sin comida, sin identidad, sin nada... En verdad, me emocioné bastante con su ofrecimiento y por poco no me salía la voz.

-En verdad te lo agradezco, Cerberus. Prometo que te pagaré todo esto que haces por mí, de verdad. Puedes pedirme lo que sea, y contar conmigo siempre que necesites ayuda o apoyo -dije de corazón, procurando no llorar de emoción como una adolescente. Le observé con una suave sonrisa sacar la bandeja del horno y aspiré el delicioso aroma-. Wow, realmente huele bien... creí que no sabías cocinar.

sonrei ante su emocion por mi propuesta, y mas por lo que dijo de la comida.

- no dije que no sabia cocinar, dije que no suelo cocinar, porque no sabia si sabia hacerlo, porque no queria terminar quemando la casa si en realidad no sabia jaja, pero al parecer, si se, es de esos datos inutiles que mi cuerpo parece recordar. aunque me hubiera gustado que recordara otras cosas, ya no importa, gracias a ti ya se como hacer para recuperar mi memoria, asi que no tienes que hacer nada para pagarme ... aunque luego si podemos ver como vas a pagarme la ropa que tendras que comprarte, porque por mas que te preste toda mi indumentaria que tampoco es mucha, no te van a quedar muchas prendas.-

llebe la bandeja a la mesita ratona del living room y la puse junto a los platos comenzando a servir.

- bueno entonces le ponemos a la puerta un cartel de " cuidado con el perro " y otro de " no pise las trampas hechizo" ?- dije riendo mientras bebia un poco de jugo.

-Bueno, yo también he recordado algunas cosas, ¿tienes patio? Puedo hacer un huerto y cultivar algunas hierbas especiales... Cuando era joven, joven de verdad, me ganaba la vida vendiendo pócimas y hechizos... No conozco estos tiempos, pero tal vez sirva de algo -comenté, siguiéndole hasta la mesita y sentándome en el sofá.

-Buscaré un empleo, no tienes que preocuparte por la ropa -parte de lo que había dicho era verdad. Cuando huí con mi hermana y después de haber escapado de mi "novio", había vendido pócimas y conjuros para poder alimentarnos a ambos, aunque debo reconocer que la verdadera ganancia llevaba cuando me tocaba venderme a mí mismo. Supongo que ahora las cosas serían diferentes, que no tendría que volver a dedicarme a eso... Al menos, esa era la idea.

-Eso suena bien, aunque yo pondría uno como "Precaución, hechicero histérico y malhumorado trabajando, cruce con cuidado" -comenté, subiendo las piernas al sofá y tomando un poco de jugo, sintiendo un ligero escalofrío que me hizo temblar-. Rico.

- porsupuesto que te buscaras un trabajo, no hiba a decirte que vivieras mantenido por mi, no cabe en mi politica mantener a alguien... si uno no sobrevive por si mismo entonces no deveria de seguir vivo.. pero si alguien le ayuda y luego se puede pagar el fabor, entonces es aceptable. no se si se me entiende, no es una ideologia tan ruda como suena.- dije sonriendo y comenzando a comer, casi que lloro, me habia quedado riquisimo.- igual esa politica choca un poco bastante con mi otra ideologia que es la de rescatar cualquier "damicela o caballerito en peligro" porque simplemetne mi instinto me gana y me meto en problemas siempre por eso jaja- dije comenzando a reir

- y si te gusta?-

-De hecho comparto esa ideología, a mí tampoco me gusta vivir gratis, y odio que otros me mantengan... aunque en realidad, todo depende de las circunstancias, por ejemplo, si acojo a alguien herido, obviamente no lo mandaré a trabajar -comenté, probando la comida y cerrando los ojos con expresión de placer-. Wow, esto está delicioso, en serio, creo que eres mucho mejor que yo en la cocina -dije sinceramente, sonriéndole.

-Yo por salvar a alguien me fui al infierno, literalmente... No me arrepiento de mi decisión, en realidad, aunque desearía poder cambiar las cosas. Siento que tuve un castigo injusto -dije algo resignado, el pasado no podía cambiarse y además, no podía lamentarme ahora que había salido, que había sobrevivido-. Creo que ayudar a otros es parte de mi naturaleza, aunque a veces desearía que no fuera así...

le observe y escuche sus palabras con seriedad, luego cuando termino de hablar le agarre de la cabeza y le revolvi los pelos para todos lados.

- lamentablemente la naturaleza de uno es algo asi como que esta impresa en nuestra genetica y no podemos cambiarla, asi que hay que resignarce, yo me resignare a meterme en problemas por salbar "damicelas y señoritos en peligro" mas que nada en mi trabajo, que al final nunca estaban taaaan en peligro como parecia jaja, y tu, pues, ya veras... nomas ya no traigamos a nadie mas a vivir, porque la casa no es TAN grande como para tres personas.- declare poniendome serio derrepente aunque ni yo em la creia, porque a lo sumo yo me tiraba a dormir en el suelo con unas mantas y ya. me puse a seguir comiendo contento porque me jhabia dicho que estaba rico.

-Hey! -me quejé cuando sacudió mis cabellos, aunque sin prestar mayor resistencia. En realidad sólo me dejaba hacer, su mano se sentía cálida al igual que sus palabras-. Descuida, no pienso traer a nadie, ni que la casa fuera mía... a lo más, alguna planta que consiga por ahí... extraño mis mandrágoras y mis plantas carnívoras, recuerdo que las alimentaba con gatos y niños pequeños jejeje -comenté con una media sonrisa y en tono de broma, obviamente las mandrágoras no existían más que en los mitos, y las plantas carnívoras sólo comían pequeños insectos.

Comía de a poquito ya que en realidad mi estómago estaba algo extraño. Hambre tenía, pero con pocos bocados sentía que ya no podía más. Bebí un poco más de jugo y me acurruqué en el sofá, sentía ganas de absorber algo de luz solar. Ya no me sentía ni tan débil ni tan adolorido como en la mañana temprano, y las piernas me habían dejado de temblar. A eso es a lo que llamo resistencia...

- vale vale, ire a una casa de plantas y vere si te consigo mandragoras....- dije siguiendo el juego y viendole comer asi tan despacio, yo me habia quedado encantado con el sabor de mi comida asi que comia rapido mi porcion hasta que quede con el estomago lleno y me estire en el sillon.

- deverias comer un poco mas, te hara bien sabes?- dije mirandole he inclinandome un poco hacia adelante me quede pensando en algunas cosas un momento.

- hum.. alexei, para convivir hay que aclarar algunas cosas... yo soy, por ejemplo, el tipo de personas nocturnas, trabajo de noche en un bar y bueno cuando no trabajo de noche salgo a pasear y caminar, las noches de luna llena no tengo trabajo pero bueno.. ando por ahi como lobo, si me ves combertirme esas noches no te asustes, no duele tanto como parece... hum.. soy el tipo de persona que duerme durante el dia, mi piel es demaciado blanca y el sol me daña asi que trato de no estar en su brillante presencia mucho tiempo, aparte me daña los ojos de todas maneras asi que tambien trato por eso de no salir de dia, no se que tipo de vida haces, por eso digo, yo probablemente este dormido en el sofa durante el dia, tu toma la habitacion que solo te pedire tres noches al mes cuando este de lobo porque ahi si no entro en el sillon.- comente contando lo que me parecia importante aclarar antes de empesar a convivir en esa casa pequeña.

-No puedo más, como poco en realidad... ayer devoré, porque llevaba alrededor de... ehmm... 215 años más o menos sin comer nada, y eso súmale mi primer día de vida, que devoré lo que Alex me ofreció -comenté sacando cuentas, para luego oírle atentamente, asintiendo a todo lo que decía. Una vez tuve un novio licántropo, hacía mucho, y más o menos sabía el estilo de vida que llevaba, era fácil acostumbrarse a ello.

-Por mí no te preocupes, apenas notarás mi presencia... normalmente duermo todo el día, ya que es mejor la noche para hacer hechizos y pociones, siempre he sido más bien nocturno. No como mucho y a lo más, si nos topamos, me encontrarás leyendo algo -eso, si no volvía a mi antigua vida, en la que probablemente no llegara ni siquiera a dormir. No estaba dentro de mis planes, pero si no había nada mejor... -. Ah, y no tienes que dormir en el sofá, a mí de verdad no me molestaría dormir contigo aunque me aplastaras, de hecho, así duermo más cómodo, no preguntes por qué, ni yo lo entiendo. Tal vez te pida algo de espacio esos días del mes... ya sabes... lo normal en toda chica.