Sleeping with sirens -Priv Cerberus [+18]

En el momento en que él liberó mi miembro de aquella presión y sentí cómo se corría y llenaba nuevamente mi interior, finalmente conseguí llegar al orgasmo entre sexys gemidos, cerrando los ojos y arqueando suavemente la espalda a la vez que mi miembro liberaba su esencia... Fue uno de los mejores orgasmos que podía recordar.

Sin embargo, nada más relajar mi cuerpo, sentí un agudo dolor en mi hombro, casi no había notado que me había mordido, tan enceguecido por el placer que estaba. Sus lamidas consiguieron relajar un poco más mi cuerpo y eso ayudó a que el dolor no fuera tanto, nada del otro mundo, aunque estaba seguro de que quedaría una marca.

-Wow... eso fue... increíble... -jadeé apoyando el rostro contra los fríos azulejos, intentando recuperar el aliento y medio soltando las manillas de las cuales me aferraba, debido al cansancio.

- si, lo fue....- dije saliendome de su interior y ayudandole a pararce, sosteniendolo contra mi, soltando algun que otro jadeo, mientras el agua limpiaba el resto de nuestras esencias de nuestros cuerpos.

- estas bien?- le pregunte por si las dudas, no hubiera sobrepasado el limite de su cuerpo, tal ves no era asi, pero era caballeroso preguntarle.

-Más que bien... -medio ronroneé, aún con los ojos cerrados. Ya de pie y notando las piernas algo temblorosas, me apoyé en su pecho y dejé que el agua me limpiara y se llevara nuestro sudor y nuestras esencias.

-Aunque estoy algo cansado... ¿Sería mucha molestia si te pido asilo esta noche? -Le pregunté abriendo finalmente los ojos, levantando el rostro para verle con una sutil sonrisa que nadie sería capaz de sacarme en días... o al menos, eso esperaba.

- viendo como te trato, y aun me preguntas eso... deveria tomarlo como una ofensa, puedes quedarte la noche aqui sin problema alguno, no seria digno hecharte a la calle cual perro callejero no crees?- dije tomando su rostro para besarle lentamente.

- espera te paso una toalla.- dije mientras me aseguraba de que medio se sosteniera y yo salia del agua, porque no le hiba a apagar la ducha mientras yo buscara las toallas, se congelaria o algo jaja, busque en un armarito pequeño que habia alli en el baño y saque barias, me ate una toalla grande a la cintura y me puse una mas pequeña sobre los hombros para secarme el cabello, luego le pase dos tambien a alexei... - aqui tienes -

-Tampoco quiero abusar de tu hospitalidad -dije con sinceridad antes de que me besara de una forma que por poco me hace derretirme ahí mismo. Asentí cuando salió de la ducha y aproveché esos escasos segundos para disfrutar del agua tibia sobre mi cabeza y aquellos. Entonces corté el agua y me giré a verle, tomando las toallas con una sonrisa de agradecimiento-. Gracias.

Me envolví completamente con la toalla grande, desde el pecho, como haría una mujer, y con la toalla más pequeña sequé mi rostro y envolví mis largos cabellos. Salí de la regadera y me sequé lentamente, disfrutando de sentirme limpio otra vez, era algo que se agradecía. Una vez mi cuerpo estuvo seco, me dediqué a secar bien mis cabellos con la toalla, pillar un resfriado en estos momentos, sin casa, sin magia y sin dinero... era lo último que se me antojaba.

- no te preocupes por ello, no abusas- declare mientras salia de el baño hacia la habitacion, secandome poco y nada los cabellos, porqeu no era presisamente mi mejor costumbre, en realidad, mas qeu secarlos, parecia que los habia desordenado mas para cualquier lado, y eso no era facil dado que mi cabello era lacio y largo, pero de todos modos, era como si hubiera mil largos diferentes en el y por eso se desordenaba asi.

deje la toalla de cabello sobre una silla que estaba por ahi y tome mis cigarros, prendiendome uno mientras me sentaba en la cama., saboreando el humo en mis pulmones nuevamente, estaba comenzando a pensar que era casi tan vital como el aire para mi, lo que me hacia mas dificil aun el entender toda la cituacion con mi hijo... si yo lo habia tenido en mi cuerpo... me era mas que razonable que durante todo ese tiempo no hubiera fumado ni bebido, por su bien... aunque me era impensable no fumar ni beber durante 9 meses... pensando en eso, sin notarlo la verdad, pasaba los dedos de una mano sobre la cicatriz que era la cesarea, con la mirada perdida en el humo del cigarro.

Él salió del baño y yo seguí dedicándole tiempo a mis cabellos, hasta que luego de un rato quedaron decentemente húmedos y ya no goteaban. Me envolví bien en la toalla grande y salí del baño, viéndole fumando abstraído y sentado sobre la cama. Muchos pensamientos diferentes invadieron mi mente, mientras mis ojos recorrían su pecho y seguían el rumbo de sus manos... hasta que sólo un pensamiento me congeló en mi lugar.

Esa cicatriz. Reconocería aquella marca en donde fuese. Muchas emociones al mismo tiempo me embargaron y mi mente se llenó de recuerdos y pensamientos que sería incapaz siquiera de mencionar. Así que simplemente desvié la mirada y me acerqué a él, agachándome para recoger mi ropa interior y colocármela, quitándome al fin la toalla-. ¿Dónde puedo dejarla? -Pregunté en voz algo baja, sintiéndome cansado, queriendo no pensar ni imaginar nada, aunque mi mente era experta en "pasarse películas".

su pregunta me saco de ese mundo de ensimismamiento al que me estaba llendo, empesaba a tener la sensacion de que eso me pasaba cada vez mas desde que tomaba los calmantes.

- ho... dejala en esa silla, junto a la mia.- dije sonriendole mientras me levantaba he iba a mi cajonera a sacar un boxer nuevo y ponermelo, saque tambien unas camisetas mas o menos olgadas y unos pantalones que usaba para dormir. le extendi el mas chico que tenia para que pudiera usarlo, aunque en realidad solo le quedaria largo, porque en tamaños de caderas creo que andabamos similar.

- toma, ponte esto asi puedes dormir comodo, y no terminar tomando frio innecesariamente.- dije ya olvidando mis pensamientos y soltando humo con tranquilidad mientras le dejaba la ropa en la cama y comenzaba a vestirme yo. con un pantalon de dormir y una musculosa , ambas prendas negras. le habia dado a el una camiseta de mangas mas largas y blanca que no usaba mucho para dormir, porque me quedaba algo ajustada.. le habia errado en talle cuando la habia comprado.

Dejé la toalla en donde me indicó y luego le observé en silencio cómo buscaba algo de ropa. Le sonreí levemente cuando me entregó aquellas prendas y le agradecí en voz baja, la voz como que no me quería salir. Me golpeé mentalmente, intentando controlar mis pensamientos, recuerdos y emociones, y me limité a colocarme la camiseta y el pantalón en silencio.

Para mi sorpresa y comodidad, la camiseta sólo me quedaba un poco holgada y nada más. Los pantalones en cambio me quedaban muy largos, pero no era nada que no se pudiese solucionar doblándolos, y algo sueltos de cintura, dado que las mías eran un poco más estrechas y acentuadas que las suyas, casi como las de una mujer. Sin embargo, era mucho mejo que usar blusa y falda, así estaba más calientito para pasar decentemente la noche.

le observe vestirce en silencio, casi como triste, creo que el ser lycan me daba esa persepcion que los canes tienen al ver a un humano triste y que termiann pegados a uno para alegrarles.

- hey... lo siento, estas muy agotado?- pregunte apoyando mi mano en su hombro y guiandole suavemente a la cama. - ven, deverias descansar, podemos hecharnos a dormir tranquilos un rato- dije algo preocupado por el.

-Sólo estoy algo cansado, no te preocupes -le dije con una suave sonrisa, reconozco que falsa, aunque mi rostro siempre se había caracterizado por no exteriorizar mis emociones, era un buen actor, cosas que se aprendían con la vida y la experiencia...

Me dejé guiar hasta la cama y me recosté, en realidad también me sentía cansado, pero no sólo físicamente por lo que acababa de pasar en la ducha... sino que cansado, emocional y psicológicamente. Por ello, no me di cuenta realmente de las siguientes palabras hasta que las hube pronunciado-. ¿Te molesta si te abrazo al dormir?

le mire sorprendido por el pedido, dado que no me lo esperaba y me acoste junto a el estirandome en la cama.

- puedes, no me molesta... aunque perdoname de antemano si ruedo en la cama y te medio aplasto, puesto que no estoy acostumbrado a compartirla...- dije revolviendole un poco los cabellos y sacando la lengua.

- anda, acuestate bien y descansa tranquilo, abrazame si quieres- dije son una sonrisa- - procura no taparte demaciado con las mantas, porque mi cuerpo irradia bastante calor, luego terminaras azado bajo el cobertor... y si tienes frio de todos modos, tapate.. pero no me tapes a mi mas que con las sabanas porque morire sofocado.-

-Descuida, si me aplastas, da igual -comenté, dejándome enredar los cabellos y medio ronroneando bajo.

Me acomodé a su lado y me abracé a él, medio ocultando el rostro en su pecho y pasando una pierna por su cintura para mayor comodidad. Asentí a todo lo que dijo y solté un suspiro largo y pesado de cansancio, medio tapándome sólo a mí y disfrutando del calor que emanaba su cuerpo, ya que tenía algo de frío.

-Buenas noches Cerberus... descansa -murmuré bajito, cerrando los ojos intentando quedarme dormido, aunque mi mente bullía con cientos de ideas y recuerdos poco agradables. Me apreté un poco más contra él, ansiaba sentirme seguro y protegido aunque fuera sólo un instante y sólo una ilusión, ansiaba poder dormir tranquilo... Finalmente, caí dormido, rendido ante el cansancio de caminar, apenas comer y luego las dos sesiones de sexo.

rodee su cuerpo con un brazo mientras el otro lo ponia debajo de mi cabeza, sintiendo como el se abrazaba mas a mi... no quice decirle nada, pero le sentia muy inquieto, como temeroso o triste, no estaba seguro aun...

- descansa- le dije tambien acariciandole los cabellos.

cuando al fin le senti dormirce, aunque el estaba intranquilo en ese sueño, me dedique a dormir yo tambien, abrazandolo un poco mas, tratando de darle seguridad, sin saber si era eso lo que buscaba realmente. al final cai dormido yo tambien, en esos sueños vacios que tenia desde que habia revivido, siempre soñaba con nada.. habitaciones llenas de mero aire, aburridas, sin vida...

En algún momento de la noche, empecé a soñar. Me encontraba recostado en una camilla, amarrado de manos y pies. Entonces, un llanto, a lo lejos, de un bebé... y su risa. Esa risa. Empecé a chillar y a retorcerme intentando liberarme,quería huir lejos de allí, necesitaba alejarme de aquel maldito. Y de repente, frente a mí, un luz que me enceguecía y que me hizo cerrar los ojos. Cuando volví a abrirlos, me encontraba sobre una cama conocida de sábanas de terciopelo negras. Me incorporé con rapidez, pero el dolor entre mis piernas fue lacerante. Al mirarme, la sangre manchaba mis piernas y las sábanas...

Frente a mí, Lucifer, riendo de aquella forma siniestra que tanto me hacía temblar, y entre sus manos, un feto que lloraba.

Desperté con un grito agudo de terror, crispando los puños y con la vista perdida. De mi cuerpo emanaba mi poder, mi magia dormida, y en la oscuridad, podía notar el aura del licántropo profundamente dormido. Mi magia se ocupaba de congelar el momento, no podría oírme ni despertar...

Y yo, necesitaba salir de allí, necesitaba correr lejos, donde aquel ángel caído jamás me encontrara. Me levanté y así, descalzo como estaba, tanteando los muebles y las paredes y tropezando repetidas veces, busqué mis zapatos... en la suela del pie izquierdo tenía mi puñal mágico de plata... y luego, busqué la salida.

Corrí por las calles oscuras y desiertas, corrí tan fuerte como pude, con lágimas cayendo de mis ojos empañándome la vista. Tras de mí, un rastro de magia que desaparecía y se esfumaba a medida que me alejaba. Seguramente Cerberus se habría despertado al no notar mi presencia, tal vez seguía dormido. No importaba. Yo sólo corría con un objetivo fijo: huir de aquella risa y de aquel llanto de bebé, correr lejos, escapar. Llegué más allá de la ciudad, hasta un bosque cercano, pero no me detuve. Con el pánico latente en mi mente, ni siquiera sentía el dolor de mis pies ni las heridas y rasguños que me provocaban los arbustos y la repetidas caídas. No me detuve hasta que me topé con la orilla de un lago.

sentia, dormido, que se movia y que no conciliaba un buen sueño, pero poco podria hacer yo en eso, asi que ledeje ser, sin soltarle entre sueños, era lo mas que podia ayudarle.. mas en algun momento se solto de mi abrazo... cuando lo note, sentia un rastro de nergia que me dio cierto escalofrio... note que el ya no estaba... y que algunas cosas estaban algo corridas de su lugar, como si se hubiera tropesado con ellas... me preocupo un poco, porque el estaba raro antes de caer dormido, y porque cuando se durmio estaba inquieto, y que yo despertara, el ya no estubiera y en su lugar quedara una energia tan siniestra, no podia ser bueno, por lo que sali tras el, siguiendo el rastro de su aroma mas que otra cosa... bendito fuera mi olfato que pronto pude hubicar su recorrido, al rato de seguirle, comence a sentir como entre el aroma de su cuerpo, sentia tambien un poco de aroma a sangre, como si se hubiera golpeado, y rasguñado, puesto que era muy leve ese tinte a sangre en el aire... le segui con mas premura hasta que le di alcance... a orillas de un lago... devo admitirlo, me habre quedado al menos a unos 7 metros de la mera orilla, dado que solo al ver que el estaba parado casi donde empesaba el agua, hacia que se me crisparan los nervios, estaba mas que seguro que si estubioera en mi face de lobo tendria todos los pelos erizados o algo asi..

- hey! Alexei!, estas bien? que sucedio?.. me preocupaste... por que te fuiste asi en medio de la noche? le preguntaba aferrado a un arbol, el efecto de los calmantes ya se me habia pasado al aprecer, gracias al sexo y al dormir, porque de otra manera estaria completamente mareado de haberle estado siguiendo hasta los bosques.

Di un gran sobresalto al oír mi nombre y al girame y retroceder, espantado, tropecé y caí al agua, quedando medio empapado. Sin embargo, apenas noté lo fría del agua. Mi vista estaba nublada y supuse que tendría los ojos desorbitados, ¿era Lucifer? En aquel estado de crisis nerviosa, no podía distinguir lo real de lo onírico y apenas era capaz de reaccionar correctamente. El miedo me había hecho presa fácil, y ahora estaba a su total merced.

-Alejate... ¡no te acerques! -Chillé formando, sin saber bien cómo, una esfera de luz azulada en mi mano-. No te dejaré... no esta vez... ¡no me llevarás de vuelta allí, Lucifer! -Empecé a llorar, en plena crisis de histeria. Bajé la mano con la esfera y me abracé a mí mismo, temblando, incapaz de moverme ni de salir del agua que me cubría los tobillos y el trasero, ya que había caído sentado demasiado cerca de la orilla. Me jalé los cabellos y oculté mi rostro entre las rodillas, para luego hacerme bolita sobre el agua, incapaz de reaccionar.

di un paso atras cuando me pidio de esa manera que me alejara, en su rostro y en su aroma podia ver lo aterrado que estaba, oia su respiracion y su corazon latir a gran velocidad...

lucifer? le miraba, el estaba aterrado, callo al agua, sentado casi en la orilla, lo que me hiso estremecer un poco, aunque bien que me habia preparado para que me atacara con lo que fuera que era esa bola de energia...

- hey hey!, no soy lucifer si? soy yo cerberus, recuerdas? lycan algo directo, con pocas pulgas a la hora de decir las cosas que pienso?-

me hacerque un poco mientras le decia esas cosas esperando que me reconociera, o estaria dormido y sonambulo tal vez? en ese caso devia llevarlo a casa despacio y sin despertarle...

-¿Cerberus? -Repetí en voz baja, temblando. Intenté moverme, pero a medida que se acercaba, mi aura se oscurecía y mi magia era una advertencia latente de que se mantuviera alejado, casi notaba cómo los bordes temblaban por la fuerza mágica contenida-. Ayuda... Ayúdame -pedí con voz temblorosa, estirando una mano hacia él...

Entonces, a ver su rostro, vino a mi mente el recuerdo de aquella risa siniestra y del llanto del bebé... Me cubrí los oídos con brusquedad, cerrando fuertemente los ojos. No quería oír eso, no quería pensar que aquel licántropo había podido tener lo que yo no... ¿por qué? ¡Era tan injusto y cruel! Mi magia se salió de control y el agua empezó a temblar a mi alrededor. Los troncos de los árboles cercanos crujieron debido a la presión de mi magia y las aguas del lago se oscurecieron... y yo, con las manos cubriendo mis oídos y sollozando bajo, compulsivamente.

bueno.. como nota a futuro probablemente anotare que jamas devi haber hecho lo que hice... aunque haberlo hecho me dejo luego el poder hacer muchas otras cosas...

no conocia mucho de magia la verdad, lo unico que sabia era lo que habia leido en mis libros.. mas nada mas... y aun sin conocer mucho del tema, sabia que hacercarme a el, que estaba siendo rodeado por esa aura magica tan particularmente oscura, no era la mejor de mis ideas... pero no podia dejarle verdad? el estaba alli hecho un obillo sollosando pidiendome ayuda y a la vez algo le aterro mas.. tal vez volvia a ver a lucifer ante sus ojos?

suspire, devo admitir, me estaba acercando con miedo.. no de el.. no por el.. no de su magia... del agua.. mis pasos eran lentos y cautelosos, la forma en la que el agua se batia no me gustaba en lo mas minimo y me hacia gruñir cuando lo hacia con mas fuerza, los arboles eran la menor de mis preocupaciones en ese momento.

llegue a estar a un metro suyo, probablemente en esos momentos yo sentia cada fibra de mi ser tenza y temblando popr la cercania a mi mayor terror aparentemente...

- hey... calmate si?.. respira profundo y calmate, deverias salir del agua vas.. vas a enfermarte...- dije agachandome y estirando un brazo hacia el, un brazo algo crispado por el terror al agua la verdad.

Tuve algo así como un recuerdo, fugaz. Un déja vú, como se le suele llamar. Aquella mano extendida hacia mí, una sonrisa amable aunque en el fondo, sabía que era cruel... Yo, con un dolor tan grande, con miedo a la muerte. Siempre le tuve pavor a morir, por eso... acepté el trato, tomé aquella fría mano y le ofrecí mi alma. Luego, de nuevo, su risa, siniestra, y sus ojos malévolos observarme con deseo y con la victoria grabada en su rostro, en su expresión.

"Mátalo", susurró mi mente en ese momento. Tomé la mano del licántropo sin tener verdadera conciencia de mis actos y en el momento en que sus dedos se cerraron en torno a los míos... hice lo que me ordenaba el instinto, mi mente. "Mátalo".

Podría apostar el cambio en mí, mis ojos volverse negros debido a la magia, mi expresión decidida, mi mirada llena de odio. Escuchaba su risa y el llanto del hijo que perdí hace siglos, vi la burla en su rostro, probablemente, alucinaba. Con inusitada fuerza, impropia de un ser humano, le jalé hacia el agua y sin saber muy bien cómo, usando mi magia, le empujé al agua y cerré mis manos en torno a su cuello, ahogándolo. La magia me daba fuerza, le inmovilizaba, y a la vez, hacía que el agua empezara a subir, que cubriera su cuerpo completamente y el mío a la mitad, ya que me había sentado sobre su vientre.

-¡Muere, maldito demonio! ¡Vete al infierno de donde saliste! -Grité con rabia, mis ojos negros, mi magia incontrolable-. ¡Esto es por mi hijo!

ok.. casi respire aliviado cuando acepto mi mano, cuando pude cerrar mis dedos en los suyos, creyendo que podria sacarlo del agua, que estaba mas calmado, que podria llebarlo a casa.... suspirar, y haber bajado mi guarda fueron mis peores errores en ese momento... senti como me aferraba con mas fuerza, como tiraba micuerpo al agua, el merop contacto con ella hiso que me paralizara de terror, estar ahi acostado en el agua, mas en el momento en que quice levantarme para huir del lago, ya bastante victima del panico, el se sento sobre mi, comenzo a ahorarme, la magia le ayudaba, no podia mover mi cuerpo, y mi panico no ayudaba... el agua comenzaba a subir a mis costados... por que? de todas las cosas.... por que agua? por que le tenia miedo? solo era agua!, por que el estaba utilizandola asi?

- a.. Alexei!!- grite antes de que me entrara el agua en la boca y ya no pudiera decir nada, no podia moverme por su magia aunque queria sacudirme cuanto pudiera, queria... queria ...

el agua me cubrio por completo... el panico en mi era mas lo que jamas hubiera creido sentir.. era terror.. puro y en su estado mas salvaje...

veia atravez del agua que el movia sus laios, evidentemente no creia que era yo, mas yo no podia entender que decia, el terror no me dejaba escucharle, me invadia cada celula del cuerpo... y peor fue mi terror cuando senti aquello...

poco aire me quedaba... y senti que abandonaba todo mi cuerpo, aunque fue solo mi idea, cuando mi espalda se curbo aun a pesar de la magia que me detenia... solte un grito de dolor panico... porque? porque ahora? de todos los momentos... porque no habia tomado otro calmante antes de seguirle??... mi espalda.. no.. no solo mi espalda, todo mi cuerpo se tenzo y curbo ante el dolor... mis hueoss se separaban y se estiraban, mis musculos parecian gritar a causa del daño que esto les hacia... senti como las costillas se ensanchaban en mi caja toraxica.... creo que hice algun movimiento muy violento con ello... mis piernas, mis brazos, todo creia... mis colmillos... senti la sangre en mi boca, mas alla del agua todos mis dientes rean remplazados por colmillos mucho mas filosos y largos, mi cuerpo estaba cambiando, asi que.. no solo la ira podia convertirme en un crynos... el panico puro, tambien podia hacerlo... de haberlo sabido....

el abra saltado lejos mio.. no lo se muy bien... pero ya no sentia su cuerpo sobre mi.. asi que me levante... media al menos dos metros y medio si no era un poco mas... el pelaje que me cubria, completamente mojado, era negro como mi cabello, con algunas lineas blancas que asemejaban esos mechones de canas... los ojos eran de un verde esmeralda refulgente.... y la ira que me llenaba, era cegadora... aquel que me habia probocado a llegar a ese estado, devia ser deborado en el menor de los cazos... solte un grunido amenazador mirando a ese humano como si fuera solo un pedazo de carne, aun sintiendo el cuerpo adolorido por la reciente transformacion.. aunque tube que sacudir la cabeza varias veces, porque era como si mis ojos no vieran ecxactamente lo que estaba teniendo frente a mi, de a segundos, parecia otra escena, y eso me confundia, y me enfurecia aun mas.

Le ahorcaba con todas mis fuerzas, pero en algún momento, sin saber muy bien qué de todas las cosas que sucedieron, algo me hizo volver en mí. Me di cuenta de lo que hacía cuando ya era demasiado tarde. No estaba ahorcando al ángel al que odiaba, sino que al licántropo que me había ayudado cuando más lo necesitaba... Y como si fuera poco, le había hecho entrar en estado crynos.

Retrocedí aterrado, aterrado de verdad, al ver cómo se transformaba. El agua volvió a su nivel normal y la presión de mi magia cesó al volver a controlarme, al regresar a la realidad. Me llevé una mano a la boca para evitar gritar al verlo levantarse y, tropezando, caí sentado sobre la orilla. Volví a retroceder como pude, sin poder quitarle la vista de encima, era increíblemente alto, sus colmillos y sus garras, iluminados por la luz de la luna, parecían capaz de destrozar lo que fuera.

Entonces mi mano se topó con el mango de mi puñal, tirado sobre la arena. Lo aferré con fuerza y, temblando, lo apunté hacia él, aunque sabía que era en vano. Mi magia y mis conocimientos habían vuelto, sabía que era inútil razonar con un cynos, y que sólo podía correr o enfrentarlo... Esperaba que con mejor éxito que la última vez, cuando tres licántropos me dejaron moribundo y destrozado en el bosque... mierda, otro déja vú. Podía sentir cómo Lucifer se aparecía para observar la conocida escena.

- ¿C-Cerberus...? ¿Pu-puedes oírme? Lo siento... Lo siento... -dije de todas formas, aunque sabía que no podría escucharme-. Aléjate... No quiero hacerte daño... Soy yo, Alexei... -el terror en mi voz era casi palpable. Si había algo más a lo que le tuviera miedo y pánico, además de al rey de los avernos, era a los licántropos, principalmente en su forma de crynos.

ese humano se veia particularmente delicioso.. la verdad... pequeño pero delicado.. probablemente su carne fuera bastante tierna... al verle desendundar una daga, el solo brillo de la oja, me hiso enfurecer... pretendia atacarme el corajudo!... me hablaba pero quien sabe que decia en realidad... le gruñi con fuerza mientras abandonaba el agua que mojaba mi pelaje, y me hacia mas pesado, apolle mis patas delanteras sobre la tierra y me sacudi el agua molesta, sin dejar de vigilar a mi presa, cualquier movimiento y lo despedazaria con mis garras.

embesti contra aquel humano, y con el revez de mi garra, golpee su brazo con fuerza, para que perdiera el arma con la que temblorosa y pateticamente me apuntaba, luego me ergui ante el... jugaria con esa preza antes de matarle, tenia la sensacion, de que hacia demaciado tiempo no tenia una preza.

hiba a golpearle de nuevo cuando ante mi otra imagen se planto, algo completamente diferente...

mi cuerpo no se snetia tamn grande, y sentia un dolor desgarrador en mi vientre... eso me hiso detener en el movimiento hacia mi preza... llevarme las garras a mi cuerpo queriendo detener ese dolor... levante el rostro, sentia como si estubiera yo tirado en el suelo... que estaba pasando, la confucion solo me molestaba mas.. que era ese recuerdo? veia a un hombre frente a mi, un humano, por que no le estaba atacando?,. estaba arrodillado junto a un vampiro que lloraba con cara de emocion y con miedo a la vez... solte un quejido, probablemente me rasgue un poco el vientre en ese momento con mis propias garras... vi a ese humano arrodillado frente ami tomar un arma... pero era extremadamente pequeña, casi rio por ello, que pretendia hacerme.. mas senti o recorde sentir.. todo eso que estaba pasando ante mis ojos no parecia realmente estar pasando en esos momentos.... en todo caso senti como abria mi estomago con esa cuchilla ( era un bisturi logre definir tiempo despues)... no podia comprender por que no le atacaba... por que le dejaba dañarme, cahi de bruces gruñiendo... sacudi mi cabeza con fuerza, y volvi a ese bposque y a tener a ese humano frente a mi... mi preza... salte hacieça el... lo deboraria de un bocado

Estaba paralizado por el miedo, hacía siglos que no me enfrentaba a un licántropo, dos para ser exactos, y tanto tiempo encerrado me había hecho perder la práctica. Por ello, dejé escapar un agudo grito cuando se lanzó sobre mí y con el revés de sus garras lanzó lejos mi puñal... Mierda. Había alcanzado a arañarme el brazo y dolía, la sangre rápidamente se deslizó por mi piel y su camiseta, tiñéndola de rojo.

Justo cuando creí que estaba todo perdido, se detuvo, parecía que algo le dolía, o que le atacaba algo... Pero no me detuve a observar, retrocedí en la arena incapaz de ponerme de pie, la piernas me temblaban. Luego intenté pararme otra vez y correr, pero justo en ese momento, el licántropo me vio y se lanzó sobre mí.

Mi reacción fue casi instantánea. Extendí ambas manos, murmuré unas palabras en un idioma extraño y olvidado por el mundo, y mis palmas se iluminaron. Todo fue tan rápido, que en una fracción de segundo lo había lanzado al centro del lago. Luego, sin pensarlo dos veces, me puse de pie y empecé a correr por el bosque, notando el dolor de mis pies y mi brazo. Esta vez, sin embargo, no cometería el error de la última vez, cuando los dos licántropos me rodearon y atacaron. Busqué un árbol al cual poder subir, no era muy bueno en eso pero valía la pena intentar. Empecé a escalar como pude, esperando que Cerberus no viniera y me destrozara la espalda de un arañazo.