Castillos de arena. [privado Amidas]

- ¿S-sexy? -murmure y me descubrí un poco mi rostro para verlo. Seguía con su labor de atender mi miembro y me causaba muchos más gemidos de placer. Lo observe totalmente sonrojado sintiendo caricias aparte de sus lamidas.

De repente, a los segundos se separo subiendo por mi cuerpo. Repartiendo besos por doquier hasta llegar a mis labios. Correspondí de inmediato entrelazando mis brazos por su cuello junto con mis piernas en su cadera.

Me separé a los minutos con la respiración agitada y acaricie su rostro con cariño. Quería estar siempre así a su lado.

- Te amo tanto...

Un suspiro de excitación se escapo de mis labios ¿Gatito sexy? Ah, no era para tanto. Yo no iba de ese modo, al contrario siempre parecía un poco a una muñeca de porcelana nada más. Pero no iba a contradecirle. Me agradaba que me tratara de esa forma tan bien.

Siguió masturbándome para que me viniera, ya no quedaba mucho, estaba apunto. Aunque con sus palabras me hacían estremecer. Cerré los ojos sintiendo como me mordía, sabía que aquello dejaría marca pero no me importaría ir mostrándolas ¿Qué tenía de malo? Gemí más fuerte sintiendo que ya no aguantaba. Lleve mis manos a su cabello y lo atraje más a mi.

- A-ah y-ya no más... n-no aguanto amor...mnh -arquee mi espalda sonrojado.

Sus palabras y jadeos que recién me daba cuenta que soltaba hicieron que terminara en su mano en un gemido fuerte y un poco agudo, provocando que la sensación de placer terminara. Me encontraba con la respiración totalmente agitada, y el flequillo de mi cabello pegado a mi frente por el sudor, causando que no pudiera verlo bien.

Lleve mi mano hasta ahí moviendolos un poco y lo mire con las mejillas arreboladas, y una sonrisa dulce, adorable mientras atraía su rostro al mío besandole por unos cuantos segundos y después lo separé abrazándolo. Apoyando mi mejilla en su hombro desnudo a la vez que no dejaba de respirar de esa forma, golpeando mi respiración en la piel de su cuello. Era agradable.

Su esencia también salió de su miembro provocando que por la posición en la que me encontraba manchara mi trasero. Aquello me hizo sentir un tanto avergonzado por ello pero nada malo. Me sonrió antes de corresponder mi beso el cual no duro mucho ya que él se separó lamiendo su mano que estaba con mi esencia. El sonrojo se instaló en mi rostro y me abrazo dejándome encima de él.

Parpadee curioso mientras me acomodaba en su cuerpo. Sus palabras me hicieron salir de ahí y asentí con una sonrisa. Me gustaba estar con él a su lado.

- Claro, vamos. Nos caerá bien, aunque tu ya lo hiciste antes -reí pellizcando una de sus mejillas.

Alce una de mis cejas mientras una sonrisa divertida adornaba mi rostro. Nikita podía resultar ser muy gracioso, claro que sabía que se estaba bañando acaso ¿Podía hacer otra cosa ahí en el mar? Negué sin sacar esa sonrisa del rostro.

- Yo no he dicho lo contrario, porque te estuve viendo por un momento y fue lo que vi –iba a levantarme pero observe como se acercaba y se inclinaba hacia mí alzándome. Dejándome en su hombro mientras comenzaba a caminar, hice un puchero por lo que dijo- oh si a los gatos no les gusta el agua pero a mí sí y no es necesario que me lleves así.

Le comente y cuando llegamos al agua me bajo con cuidado. El agua helada hizo contacto con mi pálida piel y me estremecí pero al sentir sus brazos rodearme me relaje. Sonreí mientras dejaba que repartiera besos por mi piel, apoye mis manos encima de las suyas y comencé a tararear una canción.

Reí divertido cuando después de decirme todo eso me mostró su lengua. Esta bien le dejaría, igual no era molesto al contrario, así me gustaba mejor. Comenzó a caminar adentrándose más al agua, veía a cada momento como el mar me llegaba más arriba, cuando se detuvo suspire. Me abrazo de mejor forma mientras me repartía besitos, sonreí contento, me estaba gustando eso.

- Oh Nikita, menos mal que no seguiste más adentro ¡Recuerda que me sacas 20 centímetros! -hice un pucherito mientras veía hasta donde le llegaba el agua, apenas a su cintura y a mi... hasta el pecho. Me sonroje y desvié la mirada avergonzado, apegandome más a su cuerpo.

- Emm ¿Dulces? ¡Claro! Me encantaría -dije más repuesto de la vergüenza que sentía en eso momentos por mi altura.

Fruncí levemente el ceño cuando se rió de esa forma de mí ¿Acaso era mi culpa que él fuera tan alto? No... bueno él era de la altura promedio de aquí, yo era el bajo pero tampoco era para tanto habían personas mucho más bajas. Suspire enredando mis brazos por su cuello sintiendo como me alzaba, era bonito estar así con él.

- Más te vale ¿Eh? -sonreí por su beso en mi mejilla y juguetee un poco con su cabello, cariñoso, sintiendo después mordidas en mi cuello las cuales me hicieron reír suave.

Esos pequeños momentos eran lindos y agradables, ante sus palabras me aleje un poco de él para verlo. Bese su hombro apoyándome a los segundos de ahí.

- Ahh es que me encantan los dulces ¡Son tan ricos! Y también me gusta prepararlos -jugué nuevamente con sus cabellos mojados por el agua.

Abrí grande los ojos sorprendido por ello ¿Enserio haría eso? A mi me encantaría prepararle algo a él, sería todo un placer. Sonreí al estar ya repuesto de sus palabras y le asentí de buena manera, sintiendo sus caricias las cuales hicieron que un pequeño rubor cubriera mis mejillas.

- Tu dime cuando y lo haré, sera entretenido y espero que te guste mucho -le comente y después dijo que saliéramos- haha claro salgamos, no queremos ponernos como unas pasas -nos dirigimos fuera del agua y nos comenzamos a cercar para vestirnos.

No tardamos mucho y al estar ya listos espere que tomaras sus cosas para comenzar a recorrer el lugar. Solo había venido una vez a este lugar y fue donde conocí aquel demonio tan divertido. Ryuu me hizo reír mucho y el paseo en la lancha fue bonito ya que vimos esos delfines, el lugar era bonito.

¿Vivir con él? ¿Era enserio? No podía creer que me estuviera proponiendo eso. Lo mire con un asombro mal disimulado sin saber que decir. Sabía que antes había dicho que era muy pronto para estar de esta forma pero desde esos días en los que no había podido dejar de pensar en él, no me quedaba duda de que deseaba estar a su lado.

Me sonroje unos segundos mientras miraba hacía un punto muerto el cual deje de ver cuando me pregunto aquello ¿Qué debía de hacer? Su sonrisa me relajo y sus labios contra los míos en aquel contacto que solo a él había dejado desde hace tiempo que al separarnos otra vez estaba rojo pero en mis labios se mostraba una linda sonrisa. Tome su mano y acaricie con mis dedos el dorso de esta.

- Yo... a mi me gustaría vivir contigo pero ¿No te molestaré ahí? Es que como esta la dulceria también en ese lugar -lo abrace apoyándome en su cuerpo mientras comenzábamos a caminar, para buscar algún lugar donde pudiéramos comer algo dulce.

Su risa y caricia me hizo sonreí y su respuesta ni se diga. Me sentí muy feliz por eso tal vez las cosas a partir de ahora serían diferentes.

- ¿Enserio? Entonces tendrás ese gatito como “mascota” ya que desea estar a tu lado –le comente cerrando los ojos ante la caricia en mi barbilla. Suspire contento, sintiendo como pasa su brazo por mis hombros.

Reía de nuevo mientras besaba en mi cabeza, caminábamos y yo veía el lugar con atención, disfrutando de su compañía. Su pregunta hizo que volviera su vista y lo mire contento. Hacía calor y estaría bien un helado.

- Si, vamos por helado -alce una ceja y sonreí divertido- y yo que pensaba que el gato era yo, pero parece que no es así -reí.

- Entonces eres un gato/perro… mi gato-perro –comencé a reír y me abrace a su brazo mientras sentía como me apegaba más a su cuerpo, con una linda sonrisa. De esta forma parecíamos una pareja de verdad, sinceramente jamás pensé que llegaría alguien para mí.

Él se quedo por unos momentos en silencio, mirando de aquí por allá como si buscara algo hasta que me dijo de que iba. Con que un restaurante ¿Eh? Bueno si era lo más cercano no había problema, igual iban por el helado y serían rico estando en su compañía.

- Bueno entonces guíame donde es, después del helado ¿Que gustas hacer? -lo mire mientras no dejábamos de caminar.

Él soltó una carcajada y supuse que fue por la forma en que lo llame, pero me pareció divertido hacerlo por lo que me dijo antes sobre de que no era gato pero igual maullaba aunque le saliera algo extraño. Yo comúnmente no hacía eso, solo cuando me transformaba nada más pero bueno, me gustaba escucharlo de Nikita así que dejaba que lo hiciera.

Sonreí de manera dulce cuando beso mi mejilla mientras seguíamos el recorrido mmm ¿Volver a casa? Bueno si él quería hacer eso no había problema, aunque me gustaría estar más tiempo con él pero tal vez no se podía o no se. Al llegar al restaurante nos pusimos frente al mostrador de los helados, habían de mucha variedad y todos tenían una apariencia muy rica. Apoye un poco mis manos en este para ver mejor los sabores y después voltee un poco la cabeza para mirar a Nikita.

- Quiero de fresa y chocolate -apunte los dos sabores que estaban uno al lado del otro.

Miraba los helados cuando apareció el joven que nos atendería. De un momento a otro Nikita me abrazo de una manera que me pareció por demás posesivo, lo mire de reojo alzando una de mis cejas extrañado por ese comportamiento pero no le dije nada. Me dejaba mimar mientras el joven hacia nuestros helados para dárnoslo, me apoye más en su cuerpo sonrojándome y riendo suavemente por los besos dados en mi cuello y sus palabras. Lleve mis manos hasta las suyas dejándolas posadas ahí dando de vez en cuando caricias en los dorsos de esta con cariño y cuidado.

- Yo también te quiero, te quiero mucho… demasiado –mi voz salió en tono dulce mientras soltaba pequeños ronroneo para él, me sentía también estando de esa manera que en un principio no escuche el carraspeo de quien nos atendía pero después al notarlo me sonroje y tome los helados, dejando que mi pareja pagara.

De ahí retomamos nuestra caminata. Nikita ya tenía su helado en sus manos y yo iba comiendo de a poco el mío. Me gustaba disfrutar de su sabor deslizase por mi garganta, eran pequeños placeres que uno se podía dar y a mí me gustaba bastante. Cuando ya estuvimos lejos del lugar lo mire ante su pregunta, bueno yo me estaba quedando en un pequeño hotel y podíamos compartir.

- Bueno yo ya busque un hotel en donde me estoy quedando, si quieres podemos compartir la habitación, como gustes -le sonreí jugueteando después con mi lengua en el helado.