Hora de hacer presentaciones-priv

Ladee la cabeza cuando dijo aquello y solté una carcajada, había visto casi todas las películas disney en su momento, y recopilado todas, con el paso de los cambios tecnológicos los fui cambiando de archivo, ahora las tenía todas comprimidas en un microchip.

Toma Ama, aquí están todas las películas, cuando digo todas son todas - sonreí con la palma de la mano abierta hacia él para que cogiera el microchip. - Están por año de lanzamiento, espero que al cachorro le gusten - sonreí y alboroté sus cabellos rubios. Cuando terminéis me lo devolvéis no tengo prisa

Tenía todas las películas, pero en un formato que le daba mala calidad. Así que acepté ese microchip con ganas. No sólo las veríamos nosotros, también los niños de nuestra organización. Teníamos zona de guardería, todas las razas se juntaban en una sola alma: Thorns.

-Gracias.-dije guardándolo en el bolsillo antes de agarrar bien a Killian.-¿Echamos una partida de marcianos entre todos?-pregunté al ver la máquina, tenía una pero se había roto un componente, ya no lo fabricaban y me había quedado sin poder seguir jugando.

Sonrió riendo suave cuando le revolvió el pelo, no estaba acostumbrado a cosas así y se le hacía curioso - gracias - si eran dibujos vendrían bien para los niños.

- Um, jugad vosotros y yo miro, no se como se juega y la verdad me gusta mirar - contestó sonriendole a ambos. Nunca había jugado a ese videojuego, a otros si, pero no era demasiado fan de esos juegos, en realidad no le gustaban demasiado por eso prefería mirar.

Sonreí y me levante yendo al ordenador, cogí otras gafas conectándolo al ordenador y luego se la pase a Ama dándole a la tecla de la pantalla del 3D para que Killian lo viera mejor.
Guardé la partida que tenía y arreglé una nueva con dos jugadores, me puse las gafas y los guantes, puse mis pies en la alfombra con las plantillas para los pies y espere a Ama.

Va a ser muy divertido.... - reí levemente poniéndome en posición.

Nunca había tenido uno tan avanzado, los míos eran de mandos y como mucho la wii. Recordé mi gameboy, la nintendo y todos esos trastos que seguía intentando arreglar, creando yo mismo las piezas y dándole utilidad. Hasta que simplemente se destrozaban y ya sólo valían para museos.

Me coloqué todo mirando mis manos y luego a ella. No sabía cual eran los juegos que tenía, pero era competitivo. Iba a competir como si fuera mi hermana, siempre había querido tener hermanos... al menos para compartir mis miserias y las pocas alegrías que había tenido en mi vida.

Se acomodó sentandose de forma que miraba a ambos, jamás había jugado ni mirado jugar con componentes así, la realidad virtual era nueva para él ya que nunca había podido darse esos lujos ni tampoco le habían interesado.

Cuando niño jugaba con la nieve, tallaba madera o hacía diademas con flores, cuando se vio forzado a crecer solo pensaba en matar a ese hombre que destrozo su felicidad y, una vez hecho, simplemente siguió viviendo sin ningún incentivo real más allá del seguir respirando.

- A ver que tal lo haceis - acurrucandose en el sofá mientras abrazaba un cojín.

Mira lo de los pies es el sensor para que se mueva la nave espacial, parte de mover el cuerpo. Los guantes sirven de comando para disparar los tipos de armas y misiles de la nave. El juego mismo te dice cual es el enemigo. Esta en modo de que quien se cargue mas naves marcianas gana- fui explicando como tenía que hacerlo mientras movía mi cuerpo para que viera como se hacia.

Mire un momento hacia donde estaba el cachorro rubio y le sonreí levemente.

La primera partida sera de prueba para que veas como funciona, ah y si te matan se acabo la partida para los dos -reí levemente y con un dedo enguantado lo moví para darle al start y comenzar la partida

-Vale.-aunque parecía zoquete, no lo era. Era bastante avispado, un cerebrito, pero aquello era distinto a lo que yo amaba.

Empecé a echar de menos la gameboy, la x-box, el wii a pesar de sus malos gráficos, y todo lo que una vez tuve entre mis manos. Encogí los hombros y asentí a sus explicaciones que vinieron luego, si me mataban acabaría y empezaríamos otra.

-Esto lo haré por salvar al mundo, a mis amigos y a killian...-alcé mis brazos.-¡denme su energía!-empecé a reír a carcajadas sintiéndome Goku.-Está bien, nada de comentario de anime que no entiendan

Le devolvió la sonrisa a Hella, tal y como estaba acurrucado en el sofá con el cojín espachurrado entre sus brazos, y luego rió como un loco por culpa de Ama. - Anda deja la pose de super heroe y a jugar, ánimo a los dos. A quién gane le doy un premio - bromeó acomodandoe más.

La verdad es que parecía algo complicado, teniendo que estar pendiente de demasiadas cosas a la vez al usar manos y pies. Conociendose seguramente resbalaría con la alfombra y pegaría el culazo del siglo. - Yo haré de animadora mientras - siguió bromeando

Reí levemente cuando dijo aquello y negué con la cabeza, era un caso ese muchacho.
Venga que empieza - murmure dándole un toque en el brazo para que estuviera atento.
Nada mas poner los ojos de nuevo al frente comenzaron a aparecer aquellas naves marcianas por lo que comencé el juego, a moverme como si mi cuerpo entero fuera aquella nave con un montón de armamento mientras mis manos no dejaban de disparar hacia las naves enemigas, estas explotaban sin remedio. Me encantaba aquel juego.

Vamos Ama! -medio grite mientras mi contador seguían subiendo los números

Eran gráficos muy realistas, casi podía sentir como las vísceras de esos hombrecillos verdes explotaban. Tenían aspecto de Marst Atack, pero con un aire más futurista. Me acordé de futurama, de todo lo que me divertía esa serie, y pensé en verla con Killian en cuanto pudiera. Quería que viera como se imaginaba el ser humano el futuro oscuro y podrido que teníamos.

Me movía con rapidez, usaba todas las armas como si conociera el juego de siempre. Era un puto gamer. Había aprendido gracias a un colgao que conocí hacia tiempo, en los años en los cuales me sentía más humano que lo que era realmente, un chico asiático que se convirtió en un buen amigo hasta que se lo cargaron. Él, Jorge, Axel y un pequeño puñado eran los buenos amigos que echaba en falta.

-¡Vamos carajo! ¡Que salgan más! ¡Quiero más!-mis dientes habían surgido, mis ojos eran rojos... estaba excitado por sentir que había exterminado a todos los que se me plantaron delante.