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Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
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Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
-Eres un buen chico, Leigh, y me disculpo contigo porque no te mereces esto -le interrumpí viendo sus ojos cerrados, sonriendo apenas, agradeciendo su gesto a la vez que procuraba calmar mi interior, detener esas odiosas lágrimas que para mí sólo significaban debilidad-. Y no digas eso... Me alegra que hayas venido conmigo -dije de corazón, cerrando ahora mis ojos, escuchándole, sintiendo cómo finalmente la humedad en mis ojos disminuía.
Busqué un pañuelo en mis bolsillos y me limpié el rostro, agradecía sus palabras, la forma en que intentaba quitarle peso a todo. Abrí los ojos nuevamente cuando sentí sus manos en mi pecho y le sonreí de lado sin muchos ánimos cuando mencionó mis lágrimas, queriendo restarle importancia a ese agujero en mi pecho y a la dolorosa angustia que me atormentaba cada que Anssi volvía a mi mente, cada que lo extrañaba y recordaba sus palabras "Desearía que estuvieras muerto, que conocieras el verdadero dolor como hice yo". Bueno, ya lo conocía, en cierta parte tal vez. Pensar en él me hacía cuestionarme mi derecho a ser feliz, sentía que no me merecía a Leigh.
-Curiosamente... no es primera vez que escucho esas palabras, aunque ya hace tiempo de eso... -comenté refiriéndome a su última frase, encogiéndome de hombros y respirando profundamente, llenando mis pulmones de aire. Finalmente liberé su pequeño cuerpo de mi abrazo y dejé una leve caricia en su mejilla, sonriéndole de la forma menos falsa que podía aunque reconocía no ser un muy buen actor a decir verdad. Retrocedí un paso apartándome de él y llevé mi mano derecha al rosario de madera, acariciándolo recordando las palabras de mi amada esposa y que en paz descanse su alma. Si lo pensaba bien, Leigh me recordaba mucho más a ella, por su forma de ser, que Anssi, sólo con su andrógina y angelical apariencia.
Busqué un pañuelo en mis bolsillos y me limpié el rostro, agradecía sus palabras, la forma en que intentaba quitarle peso a todo. Abrí los ojos nuevamente cuando sentí sus manos en mi pecho y le sonreí de lado sin muchos ánimos cuando mencionó mis lágrimas, queriendo restarle importancia a ese agujero en mi pecho y a la dolorosa angustia que me atormentaba cada que Anssi volvía a mi mente, cada que lo extrañaba y recordaba sus palabras "Desearía que estuvieras muerto, que conocieras el verdadero dolor como hice yo". Bueno, ya lo conocía, en cierta parte tal vez. Pensar en él me hacía cuestionarme mi derecho a ser feliz, sentía que no me merecía a Leigh.
-Curiosamente... no es primera vez que escucho esas palabras, aunque ya hace tiempo de eso... -comenté refiriéndome a su última frase, encogiéndome de hombros y respirando profundamente, llenando mis pulmones de aire. Finalmente liberé su pequeño cuerpo de mi abrazo y dejé una leve caricia en su mejilla, sonriéndole de la forma menos falsa que podía aunque reconocía no ser un muy buen actor a decir verdad. Retrocedí un paso apartándome de él y llevé mi mano derecha al rosario de madera, acariciándolo recordando las palabras de mi amada esposa y que en paz descanse su alma. Si lo pensaba bien, Leigh me recordaba mucho más a ella, por su forma de ser, que Anssi, sólo con su andrógina y angelical apariencia.
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Volvió su mirada hacia él, mirándole atento, lucia en apariencia más calmado, pero su sonrisa aunque intento ser lo más sincera posible, no lo era, en el poco tiempo que llevaba de conocerlo se había dedicado a observarle, a conocerlo, a identificar cuando sonreía, cuando se molestaba, trataba de comprenderlo, e identificar su estado de ánimo, aunque no lo lograba del todo, sumado a eso no dejaba de intrigarle tanto el, como su pasado, para él era fácil tocar los objetos y averiguarlo por medio de ellos, pero realmente quería que su mayor confiara en el para eso, no quería invadir su pasado, como hacia comúnmente con los recuerdos de las personas que habían dejado atrás sus pertenencias y con ellas, su historia.
Al verle acariciar su rosario le beso la mejilla, y se alejó dándole su espacio retrocediendo un par de pasos apenas, sin querer invadir su momento, parecía como si de un momento a otro él tuviese un don similar al suyo, pero realmente solo se encontraba pensando en el pasado, tras un momento Leigh estiro su mano en dirección a él, manchando el dorso de su mano con un poco de sangre, pues se había enterrado las uñas hasta hacerse sangrar, retirando la mano de manera inmediata temiendo el haber manchado el rosario, retrocediendo instintivamente un par de pasos, tropezándose consigo mismo, perdiendo el equilibrio y cayendo al suelo, pero realmente eso no le importaba, no podía apartar su mirada del rosario, relajándose nuevamente al notar que su sangre no le había manchado, suspirando aliviado, sin querer alzar la mirada, levantándose del suelo, caminando de regreso a la cama, haciendo un gesto de desagrado al recordar la imagen mental de el nieto de Anssi ofreciéndose al vampiro, intentando ocultar su desagrado una vez se sentó en la orilla de la cama, que aunque algo destrozada aun servía, suspiro levantando la mirada sonriéndole –deberíamos de dormir- realmente al chiquillo se le daba bien esconder sus emociones cuando se lo proponía, dejándose caer de lado en la cama, cubriendo su cuerpo con la única prenda que vestía, que le quedaba bastante grande, haciéndolo lucir más pequeño y joven, casi como un niño, mirándole con algo de cansancio estirando su mano en dirección a él en señal de invitación.
Al verle acariciar su rosario le beso la mejilla, y se alejó dándole su espacio retrocediendo un par de pasos apenas, sin querer invadir su momento, parecía como si de un momento a otro él tuviese un don similar al suyo, pero realmente solo se encontraba pensando en el pasado, tras un momento Leigh estiro su mano en dirección a él, manchando el dorso de su mano con un poco de sangre, pues se había enterrado las uñas hasta hacerse sangrar, retirando la mano de manera inmediata temiendo el haber manchado el rosario, retrocediendo instintivamente un par de pasos, tropezándose consigo mismo, perdiendo el equilibrio y cayendo al suelo, pero realmente eso no le importaba, no podía apartar su mirada del rosario, relajándose nuevamente al notar que su sangre no le había manchado, suspirando aliviado, sin querer alzar la mirada, levantándose del suelo, caminando de regreso a la cama, haciendo un gesto de desagrado al recordar la imagen mental de el nieto de Anssi ofreciéndose al vampiro, intentando ocultar su desagrado una vez se sentó en la orilla de la cama, que aunque algo destrozada aun servía, suspiro levantando la mirada sonriéndole –deberíamos de dormir- realmente al chiquillo se le daba bien esconder sus emociones cuando se lo proponía, dejándose caer de lado en la cama, cubriendo su cuerpo con la única prenda que vestía, que le quedaba bastante grande, haciéndolo lucir más pequeño y joven, casi como un niño, mirándole con algo de cansancio estirando su mano en dirección a él en señal de invitación.
Leigh Baker- Cantidad de envíos : 129
Fecha de inscripción : 05/11/2013
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Me sobresalté cuando tocó mi mano y retrocedió espantado, pues temí que algo hubiese visto con su don, recordándome luego que para ello necesitaba del tacto de ambas manos suyas. Solté el rosario de madera notando que mi mano estaba manchada con algunas gotas de su sangre y cuando cayó al suelo, le miré sorprendido, ayudándole a ponerse de pie rápidamente suspirando con paciencia, me sentía demasiado cansado, tanto física como emocionalmente hablando.
Le observé en silencio caminar hacia la cama y me quedé allí de pie, en la entrada. Aún sentía esa necesidad de salir, de marchar lejos, pero no quería abandonarle y dejarle destrozado, no sería correcto hacerle algo que a mí ya me habían hecho y tanto había sufrido. Sin embargo, no podía entrar a la destruida habitación, con él allí, con el recuerdo constante de Anssi persiguiéndome, con el aroma de Adrian todavía en mis sábanas así como el de mis amantes esporádicos de una noche. Deseé poder ir a mi vieja casa y maldije el haberla quemado hasta los cimientos en uno de mis intentos de suicidio.
-Duerme y descansa, lo necesitas más que yo -murmuré desviando la mirada hacia el pasillo; por la hora, se encontraba totalmente desierto pues la gran mayoría de los habitantes eran seres diurnos, ángeles, humanos, licántropos, híbridos... y los pocos vampiros, seguramente se encontraban en los pisos inferiores o vagando por la ciudad. Di un paso hacia afuera quedándome en el pasillo, sujetando la puerta-. Iré a dar una vuelta, necesito algo de aire fresco. Duerme todo lo que necesites, yo regresaré... más tarde.
Le observé en silencio caminar hacia la cama y me quedé allí de pie, en la entrada. Aún sentía esa necesidad de salir, de marchar lejos, pero no quería abandonarle y dejarle destrozado, no sería correcto hacerle algo que a mí ya me habían hecho y tanto había sufrido. Sin embargo, no podía entrar a la destruida habitación, con él allí, con el recuerdo constante de Anssi persiguiéndome, con el aroma de Adrian todavía en mis sábanas así como el de mis amantes esporádicos de una noche. Deseé poder ir a mi vieja casa y maldije el haberla quemado hasta los cimientos en uno de mis intentos de suicidio.
-Duerme y descansa, lo necesitas más que yo -murmuré desviando la mirada hacia el pasillo; por la hora, se encontraba totalmente desierto pues la gran mayoría de los habitantes eran seres diurnos, ángeles, humanos, licántropos, híbridos... y los pocos vampiros, seguramente se encontraban en los pisos inferiores o vagando por la ciudad. Di un paso hacia afuera quedándome en el pasillo, sujetando la puerta-. Iré a dar una vuelta, necesito algo de aire fresco. Duerme todo lo que necesites, yo regresaré... más tarde.
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
La sonrisa de su rostro se fue, suspirando y haciéndose un ovillo en la orilla de la cama, asintiendo con gesto sereno, -está bien – susurro dejándole marchar aunque estaba seguro de que no podría dormir absolutamente nada si no le tenía cerca, o cuando menos sabía que tan lejos o por cuánto tiempo se iría, su pequeña mentecilla se debatía entre dejarle ir y quedarse en la habitación lidiando con lo que acababa de ver, o dejarle marchar y seguirle a escondidas.
-¿puedo ir contigo? – pregunto de manera tímida sentándose en la cama nuevamente, no sabía que le respondería, tal vez quería estar solo, e inmediatamente se mordió la lengua como auto regaño caminando de regreso al baño –olvídalo, está bien- mintió sonriendo y encerrándose en el baño, recargándose contra la puerta resbalando poco a poco, hasta quedar sentado en el suelo, estirando su mano hasta recoger de él la toalla que había tirado al suelo momentos antes, limpiando su sangre en ella, comenzando por su pecho, y terminando por sus manos, quedándose con aire ausente, sujetándola , mirando la superficie del agua, algo perdido, volviendo a entrar en la bañera aun vistiendo la ropa de su mayor, el agua aún se conservaba tibia, suspiro algo más tranquilo jugando con ella entre sus manos, dejando que se llevase los rastros de sangre que quedaban en su cuerpo, si pensaba dormir, tal vez lo haría ahí mismo, en la bañera, estaba seguro de que no soportaría tanto si no dejaba de recordar aquello.
-¿puedo ir contigo? – pregunto de manera tímida sentándose en la cama nuevamente, no sabía que le respondería, tal vez quería estar solo, e inmediatamente se mordió la lengua como auto regaño caminando de regreso al baño –olvídalo, está bien- mintió sonriendo y encerrándose en el baño, recargándose contra la puerta resbalando poco a poco, hasta quedar sentado en el suelo, estirando su mano hasta recoger de él la toalla que había tirado al suelo momentos antes, limpiando su sangre en ella, comenzando por su pecho, y terminando por sus manos, quedándose con aire ausente, sujetándola , mirando la superficie del agua, algo perdido, volviendo a entrar en la bañera aun vistiendo la ropa de su mayor, el agua aún se conservaba tibia, suspiro algo más tranquilo jugando con ella entre sus manos, dejando que se llevase los rastros de sangre que quedaban en su cuerpo, si pensaba dormir, tal vez lo haría ahí mismo, en la bañera, estaba seguro de que no soportaría tanto si no dejaba de recordar aquello.
Leigh Baker- Cantidad de envíos : 129
Fecha de inscripción : 05/11/2013
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Iba a cerrar la puerta cuando me sorprendió con su pregunta, sin saber qué responderle. Regresaría, estaba seguro de eso pues no quería abandonarle ni dañarle, pero no estaba seguro de si fuera a hacerlo pronto, si quería su compañía, si huía de él o de los recuerdos que el lugar me despertaba. Agradecí internamente que me pidiera que lo olvidara y le vi entrar al baño, suspirando, quedándome allí unos segundos presa de la indecisión.
Finalmente, entré nuevamente en busca de mis pertenencias más importantes guardándolas en los bolsillos de una chamarra de cuero, mi preferida, y me la coloqué saliendo del cuarto, bajando las escaleras y perdiéndome por los largos pasillos hasta llegar nuevamente al lobby del hospital. Miré una vez hacia atrás con expresión vacía y luego salí, necesitaba aire, necesitaba espacio y sobretodo, aclarar mi mente, recalibrar mis emociones. No quería abandonar a Leigh, eso era lo único claro en mi cabeza, pero esa rabia y angustia por no poder corresponderle me crispaba los nervios, me incitaban a huir de él, apartarme.
Pensé hacia dónde ir y mi primera idea fue regresar a Vollkommen a embriagarme, pero ahora mismo dudaba que fuera lo mejor para mí Tal vez podría volver a viajar por el mundo como antaño, buscando exorcisar mi propia alma para darle paz, de la misma forma que alguna vez hice con el espíritu de mi amada esposa, todo con tal de dejarla ir, de liberarla de sus ataduras mortales. Y por supuesto, cuando estuviera mejor volvería como le había dicho.
Comencé a caminar guardando mis manos en los bolsillos, notando que con cada paso el agujero en mi pecho se volvía más frío y doloroso, pero necesitaba de eso, irme de Los Angeles, alejarme de Leigh unos días, tal vez un par de meses. Siempre con la promesa de regresar, de no abandonarle, aunque el tiempo pasara...
Finalmente, entré nuevamente en busca de mis pertenencias más importantes guardándolas en los bolsillos de una chamarra de cuero, mi preferida, y me la coloqué saliendo del cuarto, bajando las escaleras y perdiéndome por los largos pasillos hasta llegar nuevamente al lobby del hospital. Miré una vez hacia atrás con expresión vacía y luego salí, necesitaba aire, necesitaba espacio y sobretodo, aclarar mi mente, recalibrar mis emociones. No quería abandonar a Leigh, eso era lo único claro en mi cabeza, pero esa rabia y angustia por no poder corresponderle me crispaba los nervios, me incitaban a huir de él, apartarme.
Pensé hacia dónde ir y mi primera idea fue regresar a Vollkommen a embriagarme, pero ahora mismo dudaba que fuera lo mejor para mí Tal vez podría volver a viajar por el mundo como antaño, buscando exorcisar mi propia alma para darle paz, de la misma forma que alguna vez hice con el espíritu de mi amada esposa, todo con tal de dejarla ir, de liberarla de sus ataduras mortales. Y por supuesto, cuando estuviera mejor volvería como le había dicho.
Comencé a caminar guardando mis manos en los bolsillos, notando que con cada paso el agujero en mi pecho se volvía más frío y doloroso, pero necesitaba de eso, irme de Los Angeles, alejarme de Leigh unos días, tal vez un par de meses. Siempre con la promesa de regresar, de no abandonarle, aunque el tiempo pasara...
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Aun le podía sentir cerca, pensando que tal vez se había arrepentido y había decido quedarse, pero el sonido de la puerta al cerrarse le indico lo contrario, se encogió abrazando sus piernas, comenzando a temblar, mordiéndose los labios, desesperándose, esta vez era distinta, no tenía miedo de salir, pero tampoco quería hastiarle, se sujetó los cabellos con gesto desesperado, gruñendo, no, él no era de los que se sentaban pacientemente a esperar por algo o alguien, no le gustaba permanecer encerrado, suficiente había tenido en su infancia de eso como para querer volver a encerrarse otro par de años más, apenas había tomado unos pantalones vistiéndolos, rápidamente llenándose de agua, y salió corriendo, sin importarle dejar un rastro de agua, que no calzara nada, o que dejaba atrás sus armas, cada segundo que pasaba se sentía perdido y de nuevo solo, el odio que se había quedado guardado dentro de el tras la muerte de su padre, cuando se había dedicado a asesinar a diestra y siniestra comenzaba a crecer, esta vez, única y solamente viéndose alimentado por su miedo a estar solo, su envidia hacia las familias, o cualquier tipo de asociación o hermandad donde permanecían unidos, realmente el haber pasado un poco de tiempo en el refugio había aclarado su mente, el había destruido tanto, y nunca había protegido nada.
Su prioridad ahora era Alex, él era ahora su nueva familia, o mejor dicho, como el mismo había señalado, su compañero, mientras corría podía sentirle cada vez más cerca, sin querer incomodarle escondió su presencia, esta vez no le había costado tanto, aunque se encontraba realmente cansado, finalmente le vio, de espaldas caminando, y el comenzó a seguirle como si de su sombra se tratara, sus pies descalzos casi no emitían sonido alguno, únicamente las gotas de agua que escurrían de su ropa y su pelo, tapando su boca al notar que jadeaba debido al cansancio, metiéndose en un callejón esperando no haber sido escuchado, asomándose apenas para cerciorarse de que su mayor seguía ahí.
Su prioridad ahora era Alex, él era ahora su nueva familia, o mejor dicho, como el mismo había señalado, su compañero, mientras corría podía sentirle cada vez más cerca, sin querer incomodarle escondió su presencia, esta vez no le había costado tanto, aunque se encontraba realmente cansado, finalmente le vio, de espaldas caminando, y el comenzó a seguirle como si de su sombra se tratara, sus pies descalzos casi no emitían sonido alguno, únicamente las gotas de agua que escurrían de su ropa y su pelo, tapando su boca al notar que jadeaba debido al cansancio, metiéndose en un callejón esperando no haber sido escuchado, asomándose apenas para cerciorarse de que su mayor seguía ahí.
Leigh Baker- Cantidad de envíos : 129
Fecha de inscripción : 05/11/2013
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Caminaba a paso rápido sin mirar hacia atrás, aunque tenía mis sentidos alertas en caso de cualquier ataque, los que por suerte o desgracia, abundaban por esas zonas y no era nada raro verse rápidamente envuelto en una pelea o riña entre bandas de damphires o licántropos. Por eso, no fue difícil darme cuenta de que me seguían y aunque no podía sentir su presencia, el llamado de la sangre le delataba, y suspirando, apuré el paso, no quería que Leigh me alcanzara, ni que tampoco se aventurara por aquella zona peligrosa de los barrios bajos.
En cosa de pocos minutos llegué al puerto abandonado y miré a mi alrededor, asegurándome de que, como siempre, no hubiese nadie cerca más que yo, y el cachorro que me seguía. Saqué un cigarrillo encendiéndolo con mi zippo de la Harley Davidson y le di una larga calada, caminando hacia el borde del muelle, sorteando las tablas rotas y podridas y los fierros oxidados. El agua oscura y tranquila ayudaban un poco a despejar mi mente, la visión de la media luna en el alto cielo provocaba un bello paisaje frente a mí. Observé hasta que mi cigarrillo se consumió por completo y cerré los ojos, siguiendo los sonidos a mi alrededor, esperando que Leigh estuviera aún muy alejado, lo suficiente para no ver cómo desaparecía.
Y así, sin más palabras, me elevé, rápidamente por sobre las nubes pese al cansancio. Supuse que a mi llegada a donde fuera que me dirigiera necesitaría una buena cantidad de sangre para reponerme, pero qué más daba. Solamente quería alejarme, aclarar el revoltijo en mi interior, pensar que hacía lo correcto aunque todo me gritara que no era así, aunque el rostro lloroso de Leigh me siguiera, pidiéndome que no le abandonara.
En cosa de pocos minutos llegué al puerto abandonado y miré a mi alrededor, asegurándome de que, como siempre, no hubiese nadie cerca más que yo, y el cachorro que me seguía. Saqué un cigarrillo encendiéndolo con mi zippo de la Harley Davidson y le di una larga calada, caminando hacia el borde del muelle, sorteando las tablas rotas y podridas y los fierros oxidados. El agua oscura y tranquila ayudaban un poco a despejar mi mente, la visión de la media luna en el alto cielo provocaba un bello paisaje frente a mí. Observé hasta que mi cigarrillo se consumió por completo y cerré los ojos, siguiendo los sonidos a mi alrededor, esperando que Leigh estuviera aún muy alejado, lo suficiente para no ver cómo desaparecía.
Y así, sin más palabras, me elevé, rápidamente por sobre las nubes pese al cansancio. Supuse que a mi llegada a donde fuera que me dirigiera necesitaría una buena cantidad de sangre para reponerme, pero qué más daba. Solamente quería alejarme, aclarar el revoltijo en mi interior, pensar que hacía lo correcto aunque todo me gritara que no era así, aunque el rostro lloroso de Leigh me siguiera, pidiéndome que no le abandonara.
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Aun en el callejón algo se movió tras de él, bajo un montón de cartón amontonado, asustándose y saliendo de su escondite notando que su mayor se alejaba con mayor rapidez, olvidando lo que se escondía en el callejón, corriendo tras Alex, siempre manteniendo una distancia considerable, pero nunca la suficiente para perderle de vista, descansando de ratos, sin notar que algo le seguía, finalmente su mayor se detuvo, y aunque le había costado seguirle el paso, le había seguido, agradeciendo de alguna manera que finalmente se detuviera, siguiéndole con la vista, manteniendo su distancia, pensando que él no sabía que se encontraba ahí, poco a poco salió de su escondite caminando con paso lento y cansado hacia él, suspirando cuando le vio elevarse en el cielo, perdiéndose de su vista y saliendo de su alcance, comenzando a correr en dirección al muelle, gritando su nombre, él le había prometido que volvería, pero de alguna manera verle alejarse le hacía sentir que le abandonaba, viéndose envuelto de nuevo por la soledad, la madera crujía bajo sus pies, pero mantenía su mirada en el cielo y sin poder detenerlas, las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, manchando sus mejillas, dejándose caer sin poder mantenerse de pie, verle llorando a la orilla del muelle, totalmente devastado y mirando el cielo, se sentía realmente impotente, no podía seguirle por más que quisiera, no había nada que pudiera hacer, solo esperar a su regreso, pues si intentaba hacerlo seguramente se perdería y sería difícil que ambos se encontraran de nuevo.
Al cabo de unos minutos, el perro apareció, apenas manteniéndose de pie, ahogado en alcohol -Princesita – escucho a lo lejos, una voz ronca y socarrona que apestaba a alcohol – ¿me extrañaste? O ¿solo extrañaste esto? – señalo agarrándose orgulloso la entrepierna, pero Leigh simplemente no reaccionaba, pensando en que solamente era el recuerdo de la voz del perro tratando de hacerle sentir un poco de compañía, -¡TE ESTOY HABLANDO GRAN HIJO DE PUTA! – gruñendo alzo a Leigh tomándolo por el pelo, sin notar que era más pequeño y sumiso -Cielito, ¿Qué te parece?, tenemos lo que queda de la noche para nosotros - le hablaba con aire burlista y grosero, soltándole el cabello, arrancándole un par de hebras negras que se atoraron entre sus dedos, Leigh finalmente le vio, sus lágrimas se detuvieron por unos instantes al reconocerle, los años habían jugado a su favor y le habían vuelto más atractivo, sus facciones eran más duras, pero seguía viéndose joven, antes de poder decir nada el perro se encontraba apretándole las nalgas haciendo que se restregara contra su cuerpo, Leigh comenzó a negar con la cabeza de manera casi desesperada, intentando liberarse de su agarre.
-¡Soy Leigh! - chillo apoyando sus manos en su pecho intentando alejarlo, estaba ebrio, tal vez incluso más que ebrio, sabía que era imposible detenerle o que cuando menos le creyera, Yohann no era de dialogar ni entender razones , y se encontraba tan cansado que sus intentos de alejarlo solo desataban una sonrisa burlona en el perro, - Tu y yo tenemos asuntos pendientes Matty-boy~ -
Al cabo de unos minutos, el perro apareció, apenas manteniéndose de pie, ahogado en alcohol -Princesita – escucho a lo lejos, una voz ronca y socarrona que apestaba a alcohol – ¿me extrañaste? O ¿solo extrañaste esto? – señalo agarrándose orgulloso la entrepierna, pero Leigh simplemente no reaccionaba, pensando en que solamente era el recuerdo de la voz del perro tratando de hacerle sentir un poco de compañía, -¡TE ESTOY HABLANDO GRAN HIJO DE PUTA! – gruñendo alzo a Leigh tomándolo por el pelo, sin notar que era más pequeño y sumiso -Cielito, ¿Qué te parece?, tenemos lo que queda de la noche para nosotros - le hablaba con aire burlista y grosero, soltándole el cabello, arrancándole un par de hebras negras que se atoraron entre sus dedos, Leigh finalmente le vio, sus lágrimas se detuvieron por unos instantes al reconocerle, los años habían jugado a su favor y le habían vuelto más atractivo, sus facciones eran más duras, pero seguía viéndose joven, antes de poder decir nada el perro se encontraba apretándole las nalgas haciendo que se restregara contra su cuerpo, Leigh comenzó a negar con la cabeza de manera casi desesperada, intentando liberarse de su agarre.
-¡Soy Leigh! - chillo apoyando sus manos en su pecho intentando alejarlo, estaba ebrio, tal vez incluso más que ebrio, sabía que era imposible detenerle o que cuando menos le creyera, Yohann no era de dialogar ni entender razones , y se encontraba tan cansado que sus intentos de alejarlo solo desataban una sonrisa burlona en el perro, - Tu y yo tenemos asuntos pendientes Matty-boy~ -
Leigh Baker- Cantidad de envíos : 129
Fecha de inscripción : 05/11/2013
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Me elevaba cada vez más alto, escuchando en la distancia los gritos de Leigh llamándome desesperado. Me conocía lo suficiente como para saber que si me quedaba más tiempo escuchando sus llamadas terminaría por arrepentirme, mi egoísmo siempre me había condenado a ceder con facilidad. Me dirigí hacia la torre más alta de la ciudad, una de las pocas que aún seguía en pie, aterrizando al borde de la antena de la misma, viendo las luces abajo, el Sunset tan concurrido en contraste con las zonas aledañas al viejo hospital.
No quería pensar en nada, sólo necesitaba reunir las suficientes fuerzas para marcharme de la ciudad unas noches, de la misma forma que hiciera en el pasado, rememorando mi vida con Anssi, cuando volví a encontrarle, la forma en que me había sentido al descubrir que había seguido con su vida, que se casaría, que tendría hijos y una familia. Y la forma, en que me había roto por dentro como un espejo al cual se le golpea con un objeto contundente. Así mismo me sentía ahora, roto por dentro, incapaz de tomar una decisión o determinar qué era o no lo correcto.
No supe cuánto tiempo permanecí de pie en aquella torre, y para cuando reaccioné, fue sólo porque un mal presentimiento me azotó el pecho, haciéndome gruñir por lo bajo. Mis sentidos se pusieron alertas frente a una clase desconocida de peligro y luego de mirar a mi alrededor y percatarme de que en verdad allí arriba estaba totalmente solo y a salvo de cualquier ataque, mi primer pensamiento fue hacia Leigh.
No tuve que pensarlo dos veces. En lo que respecto al cachorro se refería, me volvía un ser totalmente instintivo. Di un paso al frente cayendo hacia el suelo, aterrizando de forma impecable sin hacerme daño alguno gracias a mi habilidad de levitar, y corrí, volviéndome una sombra para los pocos humanos que a esas horas circulaban, deslizándome silencioso y peligroso por las calles de la ciudad hasta regresar al puerto en donde le había dejado. Desde la distancia pude distinguir que no se encontraba solo y un gruñido salvaje salió de mi pecho, lanzándome contra el sujeto sin siquiera pensarlo, haciendo que soltara a Leigh y propinándole un fuerte puñetazo en el rostro que como mínimo le rompió gran parte de la nariz.
-¡No te atrevas a volver a tocarle, bastardo hijo de puta! -Gruñí furioso, enseñándole los colmillos, ahorcándole con fuerza aguantando las ganas de arrancarle la cabeza de un solo movimiento.
No quería pensar en nada, sólo necesitaba reunir las suficientes fuerzas para marcharme de la ciudad unas noches, de la misma forma que hiciera en el pasado, rememorando mi vida con Anssi, cuando volví a encontrarle, la forma en que me había sentido al descubrir que había seguido con su vida, que se casaría, que tendría hijos y una familia. Y la forma, en que me había roto por dentro como un espejo al cual se le golpea con un objeto contundente. Así mismo me sentía ahora, roto por dentro, incapaz de tomar una decisión o determinar qué era o no lo correcto.
No supe cuánto tiempo permanecí de pie en aquella torre, y para cuando reaccioné, fue sólo porque un mal presentimiento me azotó el pecho, haciéndome gruñir por lo bajo. Mis sentidos se pusieron alertas frente a una clase desconocida de peligro y luego de mirar a mi alrededor y percatarme de que en verdad allí arriba estaba totalmente solo y a salvo de cualquier ataque, mi primer pensamiento fue hacia Leigh.
No tuve que pensarlo dos veces. En lo que respecto al cachorro se refería, me volvía un ser totalmente instintivo. Di un paso al frente cayendo hacia el suelo, aterrizando de forma impecable sin hacerme daño alguno gracias a mi habilidad de levitar, y corrí, volviéndome una sombra para los pocos humanos que a esas horas circulaban, deslizándome silencioso y peligroso por las calles de la ciudad hasta regresar al puerto en donde le había dejado. Desde la distancia pude distinguir que no se encontraba solo y un gruñido salvaje salió de mi pecho, lanzándome contra el sujeto sin siquiera pensarlo, haciendo que soltara a Leigh y propinándole un fuerte puñetazo en el rostro que como mínimo le rompió gran parte de la nariz.
-¡No te atrevas a volver a tocarle, bastardo hijo de puta! -Gruñí furioso, enseñándole los colmillos, ahorcándole con fuerza aguantando las ganas de arrancarle la cabeza de un solo movimiento.
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Por más que intentaba soltarse de su agarre no podía, intento incluso patearlo, pero el perro le mantenía con suficiente fuerza contra su cuerpo que no le permitía más que mover los brazos, de entrada sabía que al perro le encantaba forcejear, una buena pelea antes del sexo le venía fabuloso.
-¿Qué coño te pasa princesa? – pregunto el perro notando que algo era diferente en quien él pensaba que era Matty, no forcejeaba como de costumbre, no maldecía, ni siquiera un golpe, si le observaba bien, tenía los ojos llorosos, bueno, eso sí era común en él, pero ¿se había encogido?, descarto la idea, seguramente el había crecido, el vampiro no podía envejecer, mucho menos encogerse.
-¿Por fin te entregaras a mi como la buena princesita pasiva que debiste ser desde un inicio? – intento provocarle, que le gruñera, o le soltara un golpe, pero no había nada, siguió manoseando su cuerpo, centrándose en su trasero, bajando y subiendo sus manos, esperando una patada, una mentada de madre…¿nada?, gruño sin retirar sus manos de su cuerpo.
- Carajo no de nuevo…. Anímate princesa- Aún si literalmente se llevaban de las greñas y no dejaban de pelear; pese a que el perro llevaba las marcas del vampiro en la piel –muy literal y específicamente en los moratones del cuello- , le preocupaba.
Leigh había dejado de llorar hacía rato, pero no podía dejar de mirarle con una enorme tristeza en la mirada, que apareciera tan de repente y se preocupara por su padre le venía mal, ¿cómo le diría que el había muerto?, se desarmo volviendo a llorar, tapándose el rostro escondiendo sus lágrimas, no quería que el perro le viese llorar, siempre le había enseñado a ser fuerte y en esos momentos no podía serlo, ni siquiera fingirlo.
El perro bufo y apenas le iba a soltar cuando se le aventaron encima, y le propinaron un buen golpe – ¡¿Y A TI QUE MIERDAS TE PASA?!- el perro se esforzaba por evitar que le ahorcasen pero le superaba en fuerza, únicamente atinando a escupirle a la cara, Leigh apenas asimilaba la escena, Alex había vuelto, pero se encontraba sobre el perro, parecía casi querer matarle, asustado intento quitárselo de encima.
-¡Alex no! – Gritaba asustado, el perro seguía vivo, pero si seguía así seria por muy poco tiempo – ¡suéltalo! Chillo jalándolo por la espalda, intentando separarlos, - ¡es el perro! –grito con los ojos llorosos – me confundió con mi padre...por favor Alex – susurro con la voz quebrada mientras el perro comenzaba a asfixiarse con el rostro lleno de sangre, le costaba respirar y comenzaba a ahogarse con su propia sangre, soltándole un puñetazo a la cara al vampiro, si moría, moriría con dignidad y el orgullo bien en alto.
-¿Qué coño te pasa princesa? – pregunto el perro notando que algo era diferente en quien él pensaba que era Matty, no forcejeaba como de costumbre, no maldecía, ni siquiera un golpe, si le observaba bien, tenía los ojos llorosos, bueno, eso sí era común en él, pero ¿se había encogido?, descarto la idea, seguramente el había crecido, el vampiro no podía envejecer, mucho menos encogerse.
-¿Por fin te entregaras a mi como la buena princesita pasiva que debiste ser desde un inicio? – intento provocarle, que le gruñera, o le soltara un golpe, pero no había nada, siguió manoseando su cuerpo, centrándose en su trasero, bajando y subiendo sus manos, esperando una patada, una mentada de madre…¿nada?, gruño sin retirar sus manos de su cuerpo.
- Carajo no de nuevo…. Anímate princesa- Aún si literalmente se llevaban de las greñas y no dejaban de pelear; pese a que el perro llevaba las marcas del vampiro en la piel –muy literal y específicamente en los moratones del cuello- , le preocupaba.
Leigh había dejado de llorar hacía rato, pero no podía dejar de mirarle con una enorme tristeza en la mirada, que apareciera tan de repente y se preocupara por su padre le venía mal, ¿cómo le diría que el había muerto?, se desarmo volviendo a llorar, tapándose el rostro escondiendo sus lágrimas, no quería que el perro le viese llorar, siempre le había enseñado a ser fuerte y en esos momentos no podía serlo, ni siquiera fingirlo.
El perro bufo y apenas le iba a soltar cuando se le aventaron encima, y le propinaron un buen golpe – ¡¿Y A TI QUE MIERDAS TE PASA?!- el perro se esforzaba por evitar que le ahorcasen pero le superaba en fuerza, únicamente atinando a escupirle a la cara, Leigh apenas asimilaba la escena, Alex había vuelto, pero se encontraba sobre el perro, parecía casi querer matarle, asustado intento quitárselo de encima.
-¡Alex no! – Gritaba asustado, el perro seguía vivo, pero si seguía así seria por muy poco tiempo – ¡suéltalo! Chillo jalándolo por la espalda, intentando separarlos, - ¡es el perro! –grito con los ojos llorosos – me confundió con mi padre...por favor Alex – susurro con la voz quebrada mientras el perro comenzaba a asfixiarse con el rostro lleno de sangre, le costaba respirar y comenzaba a ahogarse con su propia sangre, soltándole un puñetazo a la cara al vampiro, si moría, moriría con dignidad y el orgullo bien en alto.
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Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
El tipo me escupió provocando que cerrara los ojos y sentí su puñetazo de lleno en el rostro haciéndome aflojar un poco el agarre en torno a su cuello, pero no le soltaría aunque cambiara a su fase lupus, decidido a darle una lección por tocar a Leigh de forma impropia. Le propiné un nuevo puñetazo sin escuchar al vampiro tras de mí y tentado estuve de morderle, pero si era un puro volvería a intoxicarme y nada bueno saldría de eso.
Parecía un animal defendiendo su territorio, salvaje y celoso. El lobo apestaba a alcohol y por momentos se ahogaba con su propia sangre, pero pese a todo no dejaba de forcejear y responder a mis golpes con unos que no siempre conseguía esquivar, y para cuando los susurros rotos de Leigh penetraron en mi interior, tenía el labio inferior roto y gran parte del rostro manchado con sangre. El lobo parecía ceder rápidamente y me forcé a dejar de golpearle, bufando, sujetándole con firmeza las muñecas por sobre la cabeza aunque no duraría mucho, los licántropos en cuanto a fuerza física, siempre eran más fuertes que nosotros los vampiros.
-Vuelve a ponerle un dedo encima y te arrancaré la cabeza -gruñí con voz gélida inclinándome sobre el lobo, jadeando pues pese al cansancio había corrido, me había elevado y ahora luchado. Parecía un humano cansado, estado que no era muy usual en mí. La sed me atacaba con fríos latigazos que me provocaban leves temblores, los cuales eran más notorios en mis manos, pese a que le sujetaba-. Agradécele a Leigh que te perdone tu miserable vida.
Parecía un animal defendiendo su territorio, salvaje y celoso. El lobo apestaba a alcohol y por momentos se ahogaba con su propia sangre, pero pese a todo no dejaba de forcejear y responder a mis golpes con unos que no siempre conseguía esquivar, y para cuando los susurros rotos de Leigh penetraron en mi interior, tenía el labio inferior roto y gran parte del rostro manchado con sangre. El lobo parecía ceder rápidamente y me forcé a dejar de golpearle, bufando, sujetándole con firmeza las muñecas por sobre la cabeza aunque no duraría mucho, los licántropos en cuanto a fuerza física, siempre eran más fuertes que nosotros los vampiros.
-Vuelve a ponerle un dedo encima y te arrancaré la cabeza -gruñí con voz gélida inclinándome sobre el lobo, jadeando pues pese al cansancio había corrido, me había elevado y ahora luchado. Parecía un humano cansado, estado que no era muy usual en mí. La sed me atacaba con fríos latigazos que me provocaban leves temblores, los cuales eran más notorios en mis manos, pese a que le sujetaba-. Agradécele a Leigh que te perdone tu miserable vida.
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
El perro recibía los golpes intentando soltarle alguna que otra maldición, devolviéndole de vez en vez los golpes, así que la princesita no había perdido el tiempo y se había conseguido una nueva pareja, era lo único que podía pensar el perro, tosiendo sangre cuando por fin le dejaron el jodido cuello en paz, ¿es que todos los vampiros tenían esa fijación con esa parte del cuerpo?, aun tenía varias cicatrices que la princesita se había empeñado en hacerle, le marcaba como su propiedad, era una clase de juego que mantenían ambos.
-¿QUIEN MIERDAS TE CREES PARA DECIRME QUE NO PUEDO TOCAR A LA PUTA PRINCESITA? – gruño el perro de regreso, sonriéndole burlonamente al notar su temblor, pateándolo y quitándoselo de encima, se paró de un salto, escupiendo la sangre de su boca y limpiándose con el puño de su manga, dirigiéndole una sonrisa lobuna, dispuesto a soltarle una bien merecida patada directo a la cara, pero Leigh se interpuso empujándolo hacia atrás, apenas moviéndolo unos centímetros.
-¿Y a ti que pulga te pico? – gruño el perro viendo a los ojos a Leigh, sospechando que algo no andaba bien, su olor y complexión eran distintos…-¿Heineken? - parecía por fin haber reconocido a la mascotita que la princesa se había empeñado en cuidar, su rostro mostro una clase de sorpresa, era imposible que el crio anduviese por ahí solo, el único pensamiento que cruzo su mente fue “hoy será sensacional, una buena pelea y montones de sexo”, seguro se la armaría en grande cuando le delataran, - y mi cielito ¿dónde está?, ¿cuidando su figura como la puta diva sumisa que es? – Leigh solo atino a devolverle una mirada ausente, dándole la espalda sin poder verle, las lágrimas se amontonaron, y busco consuelo en los brazos de Alex, escondiendo su rostro en su pecho, sollozando, abrazándose a él tan fuerte como podía, el perro solo le miro en silencio, y le dio también la espalda ocultando su risa, ese maricon de mierda se había muerto, pero era seguro que la ultima persona con la que había estado era el, y eso le llenaba de orgullo.
-¿QUIEN MIERDAS TE CREES PARA DECIRME QUE NO PUEDO TOCAR A LA PUTA PRINCESITA? – gruño el perro de regreso, sonriéndole burlonamente al notar su temblor, pateándolo y quitándoselo de encima, se paró de un salto, escupiendo la sangre de su boca y limpiándose con el puño de su manga, dirigiéndole una sonrisa lobuna, dispuesto a soltarle una bien merecida patada directo a la cara, pero Leigh se interpuso empujándolo hacia atrás, apenas moviéndolo unos centímetros.
-¿Y a ti que pulga te pico? – gruño el perro viendo a los ojos a Leigh, sospechando que algo no andaba bien, su olor y complexión eran distintos…-¿Heineken? - parecía por fin haber reconocido a la mascotita que la princesa se había empeñado en cuidar, su rostro mostro una clase de sorpresa, era imposible que el crio anduviese por ahí solo, el único pensamiento que cruzo su mente fue “hoy será sensacional, una buena pelea y montones de sexo”, seguro se la armaría en grande cuando le delataran, - y mi cielito ¿dónde está?, ¿cuidando su figura como la puta diva sumisa que es? – Leigh solo atino a devolverle una mirada ausente, dándole la espalda sin poder verle, las lágrimas se amontonaron, y busco consuelo en los brazos de Alex, escondiendo su rostro en su pecho, sollozando, abrazándose a él tan fuerte como podía, el perro solo le miro en silencio, y le dio también la espalda ocultando su risa, ese maricon de mierda se había muerto, pero era seguro que la ultima persona con la que había estado era el, y eso le llenaba de orgullo.
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Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Su patada me tomó por sorpresa y aunque lo que en verdad me molestó fue aquella sonrisa burlona, el muy cabrón me provocaba y yo estaba lo suficientemente enfadado como para responderle pese al cansancio en mi cuerpo y la falta de sangre en mi sistema. Apenas caí al piso me puse rápidamente de pie adivinando sus intenciones, sólo para encontrarme de frente a la espalda de Leigh, evitando que siguiéramos con aquella ronda de golpes.
-Quítate Leigh, a este me lo cargo -amenacé con profundos gruñidos salvajes sintiendo mis colmillos crecer con la adrenalina y la rabia, aquel pulgoso se atrevía a tocar a Mi compañero y cachorro y luego provocaba sus lágrimas. Mis nervios se crisparon y le bufé molesto siendo abrazo por el cachorro. Me apretaba con tal fuerza que aunque lo intenté de forma sutil no pude despegármelo y finalmente cedí acariciando sus cabellos y espalda, besando su frente de forma protectora y celosa queriendo partirle la columna al perro que tan fríamente nos daba la espalda.
Sólo provocándome más, haciéndome cerrar los puños con fuerza para no apartar a Leigh de un empujón y lanzarme de nuevo sobre él, aunque las fuerzas no me acompañaran. Sin embargo, concentrándome conseguí hacer ceder un par de tablas del muelle bajo sus pies buscando hacerle caer al mar-. Espero que sepas nadar, pulgoso -dije, esbozando una leve sonrisa malévola notando una molestia mayor en mi nariz, algo aparte del golpe que me había dado. Aparté un poco a Leigh y escupí la sangre de mi boca pasándome los dedos por la nariz notando que comenzaba a sangrar otra vez debido al esfuerzo mental, aunque estaba tan manchado de sangre que realmente dudaba que Leigh se percatara de ello.
-Quítate Leigh, a este me lo cargo -amenacé con profundos gruñidos salvajes sintiendo mis colmillos crecer con la adrenalina y la rabia, aquel pulgoso se atrevía a tocar a Mi compañero y cachorro y luego provocaba sus lágrimas. Mis nervios se crisparon y le bufé molesto siendo abrazo por el cachorro. Me apretaba con tal fuerza que aunque lo intenté de forma sutil no pude despegármelo y finalmente cedí acariciando sus cabellos y espalda, besando su frente de forma protectora y celosa queriendo partirle la columna al perro que tan fríamente nos daba la espalda.
Sólo provocándome más, haciéndome cerrar los puños con fuerza para no apartar a Leigh de un empujón y lanzarme de nuevo sobre él, aunque las fuerzas no me acompañaran. Sin embargo, concentrándome conseguí hacer ceder un par de tablas del muelle bajo sus pies buscando hacerle caer al mar-. Espero que sepas nadar, pulgoso -dije, esbozando una leve sonrisa malévola notando una molestia mayor en mi nariz, algo aparte del golpe que me había dado. Aparté un poco a Leigh y escupí la sangre de mi boca pasándome los dedos por la nariz notando que comenzaba a sangrar otra vez debido al esfuerzo mental, aunque estaba tan manchado de sangre que realmente dudaba que Leigh se percatara de ello.
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Los intentos de su mayor por apartarle no le resultaron y el, simplemente, no podia dejar de llorar, tenia tantas emociones mezcladas en ese momento, alegría, miedo, tristeza, y enojo, el perro ni siquiera habia intentado consolarle, o preguntar algo mas, aunque de cierto modo lo agradecia, pues el costal de pulgas carecia de tacto, se aferro a alex mordiéndose el labio inferior hasta hacerlo sangrar, quería evitar a toda costa ponerse a gritarle al perro, odiaba su indiferencia ante su dolor, ¿acaso no le habia dolido si quiera un poco la muerte del vampiro?, la necesidad de abofetearle, de obligarle a derramar aunque fuera un par de lagrimas en memoria de su padre, pero el no era asi, nunca lloraría, salvo que su amada motocicleta sufriera algún daño, casi podia adivinar que en cualquier momento se fastidiaría de ese ambiente tan amargo y se marcharia, sin importarle dejarle atrás.
- No puedo creer que ese imbécil este muerto – una leve risa escapo de sus labios, en el fondo, muy en el fondo y aunque nunca lo aceptaría, le causaba una sensación incomoda el saber que nunca volveria ver a la princesa, con lo bien que se llevaban, podia comenzar a dar por echo que ya no le podría pedir de regreso todos los favores que le debía, esa diva rockstar habia acumulado una deuda enorme, y antes de que se plantease el preguntar si habia dejado algo mas que solo un cuerpo putrefacto, las tablas bajo sus pies se movieron, tal vez el alcohol le jugaba una mala pasada, pero la voz del jodido vampiro indicaba lo contrario, una vez en el agua gruño y se quejo dedicándole una seña obsena seguida de un “maricon de mierda” al amigo de Heineken, nunca se habia aprendido el puñetero nombre que la diva se habia aferrado a ponerle.
Un poco mas calmado pero aun con los ojos llorosos Leigh observaba la escena, sonriendo de manera amarga, la escena le resultaba familiar, volviendo su mirada preocupado en dirección al vampiro, había escupido sangre, y por poco había olvidado que se habían liado a golpes, alargo sus dedos en dirección al rostro de Alex, aprovechando que la camisa le quedaba larga y cubría sus manos, comenzando a limpiarle con sumo cuidado, como si un movimiento en falso le fuera a dañar aún más, olvidándose por completo del perro, retiro la mayoría de la sangre y el resto comenzó a lamerla, limpiándole el rostro, dejando apenas algunas marcas de sangre, notando que la de su nariz no se detenía, mirándole preocupado, mordiéndose el labio inferior.
-¿estas bien ?
-Sabes que la princesita se volvería loca si te hubiera visto –comento el perro divertido aun desde el agua, gruñéndole de manera inmediata, de haber traído calzado seguramente una de sus botas se encontraría ya contra el rostro del perro, no era precisamente la mejor persona para recordarle a su padre en ese instante. Aunque tenía razón, a diferencia del perro, el vampiro ya hubiese corrido a apartarle alegando que su pequeño no debía hacer tales cosas, cerró los ojos respirando el aroma de Alex, tratando de ignorar al perro, cuando era un crio le resultaba gracioso, pero ahora entendía la incomodidad de sus palabras y su tacto nulo.
-recuerda usar sombrero linda – indicó el perro buscando el modo de salir del agua sin mucho éxito.
- No puedo creer que ese imbécil este muerto – una leve risa escapo de sus labios, en el fondo, muy en el fondo y aunque nunca lo aceptaría, le causaba una sensación incomoda el saber que nunca volveria ver a la princesa, con lo bien que se llevaban, podia comenzar a dar por echo que ya no le podría pedir de regreso todos los favores que le debía, esa diva rockstar habia acumulado una deuda enorme, y antes de que se plantease el preguntar si habia dejado algo mas que solo un cuerpo putrefacto, las tablas bajo sus pies se movieron, tal vez el alcohol le jugaba una mala pasada, pero la voz del jodido vampiro indicaba lo contrario, una vez en el agua gruño y se quejo dedicándole una seña obsena seguida de un “maricon de mierda” al amigo de Heineken, nunca se habia aprendido el puñetero nombre que la diva se habia aferrado a ponerle.
Un poco mas calmado pero aun con los ojos llorosos Leigh observaba la escena, sonriendo de manera amarga, la escena le resultaba familiar, volviendo su mirada preocupado en dirección al vampiro, había escupido sangre, y por poco había olvidado que se habían liado a golpes, alargo sus dedos en dirección al rostro de Alex, aprovechando que la camisa le quedaba larga y cubría sus manos, comenzando a limpiarle con sumo cuidado, como si un movimiento en falso le fuera a dañar aún más, olvidándose por completo del perro, retiro la mayoría de la sangre y el resto comenzó a lamerla, limpiándole el rostro, dejando apenas algunas marcas de sangre, notando que la de su nariz no se detenía, mirándole preocupado, mordiéndose el labio inferior.
-¿estas bien ?
-Sabes que la princesita se volvería loca si te hubiera visto –comento el perro divertido aun desde el agua, gruñéndole de manera inmediata, de haber traído calzado seguramente una de sus botas se encontraría ya contra el rostro del perro, no era precisamente la mejor persona para recordarle a su padre en ese instante. Aunque tenía razón, a diferencia del perro, el vampiro ya hubiese corrido a apartarle alegando que su pequeño no debía hacer tales cosas, cerró los ojos respirando el aroma de Alex, tratando de ignorar al perro, cuando era un crio le resultaba gracioso, pero ahora entendía la incomodidad de sus palabras y su tacto nulo.
-recuerda usar sombrero linda – indicó el perro buscando el modo de salir del agua sin mucho éxito.
Leigh Baker- Cantidad de envíos : 129
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Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Mi sonrisa se ensanchó cuando el costal de pulgas cayó al agua, viéndole burlón respondiendo a su gesto enseñándole el dedo medio, dejando que Leigh limpiara mi rostro con la camiseta y su lengua. Sus cuidados me distrajeron un momento de mi odio hacia aquel tipo y a punto estuve de ronronear pues parecía que se empeñara en no provocarme daño a alguno, pese a que ya casi no sentía dolor y mi piel rápidamente regeneraba las heridas pese a la falta de alimento.
-Estoy de maravilla, pero tu... ¿te hizo daño? ¿Hizo algo además de tocarte? -cuestioné ignorando la palabrería del chucho, lanzándole un gruñido como respuesta a sus provocaciones pensando en qué tan buena idea era hacer caer algunas tablas y fierros sobre su cabeza, aunque si Leigh le conocía tal vez el matar al chucho pudiera afectarle de forma negativa.
Mi pecho aún subía y bajaba con rapidez debido al cansancio y mi respiración se regularizaba lentamente. Y con todo lo acontecido, de ninguna forma me iría del lado de Leigh por más de cinco minutos, no quería que nada malo le ocurriese, que nadie le tocara, la mera idea de otras manos aparte de las mías sobre su cuerpo me llenaba de rabia y cólera. Aún ignorando al perro, me incliné besando de forma posesiva a mi cachorro, marcando mi territorio, dejando salir aquel aroma dulzón de mi cuerpo impregnándole y dejando en claro que me pertenecía. Al separarnos bufé al perro de forma amenazante y celosa, volvía a actuar por mero instinto y me sorprendía que ni siquiera con Anssi había sido así de celoso y posesivo. ¿Qué me ocurría cuando estaba junto a Leigh? Sentía que retrocedía en el tiempo siete siglos, que volvía a ser el neófito arrogante e impulsivo, el joven de 24 años recién iniciado al don oscuro.
-Estoy de maravilla, pero tu... ¿te hizo daño? ¿Hizo algo además de tocarte? -cuestioné ignorando la palabrería del chucho, lanzándole un gruñido como respuesta a sus provocaciones pensando en qué tan buena idea era hacer caer algunas tablas y fierros sobre su cabeza, aunque si Leigh le conocía tal vez el matar al chucho pudiera afectarle de forma negativa.
Mi pecho aún subía y bajaba con rapidez debido al cansancio y mi respiración se regularizaba lentamente. Y con todo lo acontecido, de ninguna forma me iría del lado de Leigh por más de cinco minutos, no quería que nada malo le ocurriese, que nadie le tocara, la mera idea de otras manos aparte de las mías sobre su cuerpo me llenaba de rabia y cólera. Aún ignorando al perro, me incliné besando de forma posesiva a mi cachorro, marcando mi territorio, dejando salir aquel aroma dulzón de mi cuerpo impregnándole y dejando en claro que me pertenecía. Al separarnos bufé al perro de forma amenazante y celosa, volvía a actuar por mero instinto y me sorprendía que ni siquiera con Anssi había sido así de celoso y posesivo. ¿Qué me ocurría cuando estaba junto a Leigh? Sentía que retrocedía en el tiempo siete siglos, que volvía a ser el neófito arrogante e impulsivo, el joven de 24 años recién iniciado al don oscuro.
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Leigh negó rápidamente con la cabeza, algo asustado, pues el par no parecía querer estar en paz, y no hacía falta comentar que momentos antes le había alzado únicamente por el cabello, - no, no, estoy bien, solo fue…un error, el realmente se equivocó, pensó que yo era mi padre– intento de alguna manera excusar al perro, evitar una nueva pelea, pese a que el costal de pulgas probablemente seguiría provocándole, cerró los ojos al dar un largo y pesado suspiro, pues el perro había vuelto a caer dentro del agua, el alcohol y el muelle no parecían querer dejarlo en paz.
- ¡PUTA MADRE! ¡NO ME JODAS, VIDA! DAME UN PUTO RESPIRO ¿NO? – bufo con fastidio, intentado de nueva cuenta salir del agua.
El vampiro comenzaba a verse tentado por la idea de ayudarle a salir del agua, pero no en ese momento, tal vez cuando le viese tan fastidiado lo haría, volvió a abrir los ojos mirando a su mayor, esperando que tuviera su mirada fija en el perro, pero en cambio le beso, el pequeño paso sus manos por su pecho hasta atraparle en un abrazo, aunque el tiempo que había pasado lejos del había sido relativamente corto, le había extrañado, el perro al contemplar la escena y olfatear un aroma dulce en el aire, respingo la nariz como gesto de desagrado, ese par derramaba miel y eso le causaba nauseas.
-No estoy tan enfermo como para tirarme a Heineken… - gruño el perro como respuesta a la actitud del vampiro, aferrándose con las uñas a la madera, logrando salir de nuevo del agua, esta vez sin caer de regreso, sacudió la cabeza como si de un can se tratara, librándose del exceso de agua, levantándose lentamente y abriendo los brazos de par en par, ignorando ahora el, al vampiro más viejo, dirigiéndose únicamente al más joven.
Una sonrisa lobuna y con malicia se asomó al rostro del ebrio can mientras levantaba ligeramente el rostro en un ademán altanero.-y bien…es que ni siquiera me merezco un abrazo? – la piel del vampiro más joven se erizo, alejándose de Alex, en sus ojos se notaba fácilmente ese odio contra el perro, soltándole una bofetada, por lo que el perro solo sonrió más abiertamente sujetando la mano del más chico jalándolo hacia el –yo también te extrañe – beso sus cabellos detectando ese aroma dulce de nuevo, frunciendo el ceño, la idea de que marcaran a una persona no le venia del todo bien, mucho menos que esa persona fuese alguien cercano, Leigh se soltó del agarre y volvió rápidamente al lado de Alex, mirando algo molesto al perro.
-Alex…él es Yohann…la pareja de mi padre- gruño el vampiro más joven, pero el perro no parecía tener interés en nada de eso, ignorando esa clase de presentación, tambaleándose apenas un poco, el efecto del alcohol comenzaba a irse, y eso no pasaría, decidido alzo apenas una mano despidiéndose y caminando de regreso a la ciudad en busca de más alcohol, Leigh le miro incrédulo, el costal de pulgas simplemente le había dado la espalda y le dedicaba un gesto bastante simple como despedida, tapándose la cara, con cierta pena ajena, el perro era un completo imbécil.
- ¡PUTA MADRE! ¡NO ME JODAS, VIDA! DAME UN PUTO RESPIRO ¿NO? – bufo con fastidio, intentado de nueva cuenta salir del agua.
El vampiro comenzaba a verse tentado por la idea de ayudarle a salir del agua, pero no en ese momento, tal vez cuando le viese tan fastidiado lo haría, volvió a abrir los ojos mirando a su mayor, esperando que tuviera su mirada fija en el perro, pero en cambio le beso, el pequeño paso sus manos por su pecho hasta atraparle en un abrazo, aunque el tiempo que había pasado lejos del había sido relativamente corto, le había extrañado, el perro al contemplar la escena y olfatear un aroma dulce en el aire, respingo la nariz como gesto de desagrado, ese par derramaba miel y eso le causaba nauseas.
-No estoy tan enfermo como para tirarme a Heineken… - gruño el perro como respuesta a la actitud del vampiro, aferrándose con las uñas a la madera, logrando salir de nuevo del agua, esta vez sin caer de regreso, sacudió la cabeza como si de un can se tratara, librándose del exceso de agua, levantándose lentamente y abriendo los brazos de par en par, ignorando ahora el, al vampiro más viejo, dirigiéndose únicamente al más joven.
Una sonrisa lobuna y con malicia se asomó al rostro del ebrio can mientras levantaba ligeramente el rostro en un ademán altanero.-y bien…es que ni siquiera me merezco un abrazo? – la piel del vampiro más joven se erizo, alejándose de Alex, en sus ojos se notaba fácilmente ese odio contra el perro, soltándole una bofetada, por lo que el perro solo sonrió más abiertamente sujetando la mano del más chico jalándolo hacia el –yo también te extrañe – beso sus cabellos detectando ese aroma dulce de nuevo, frunciendo el ceño, la idea de que marcaran a una persona no le venia del todo bien, mucho menos que esa persona fuese alguien cercano, Leigh se soltó del agarre y volvió rápidamente al lado de Alex, mirando algo molesto al perro.
-Alex…él es Yohann…la pareja de mi padre- gruño el vampiro más joven, pero el perro no parecía tener interés en nada de eso, ignorando esa clase de presentación, tambaleándose apenas un poco, el efecto del alcohol comenzaba a irse, y eso no pasaría, decidido alzo apenas una mano despidiéndose y caminando de regreso a la ciudad en busca de más alcohol, Leigh le miro incrédulo, el costal de pulgas simplemente le había dado la espalda y le dedicaba un gesto bastante simple como despedida, tapándose la cara, con cierta pena ajena, el perro era un completo imbécil.
Leigh Baker- Cantidad de envíos : 129
Fecha de inscripción : 05/11/2013
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Su expresión asustada me hizo desconfiar de su sinceridad y supe de inmediato que algo me ocultaba con tal de proteger al chucho. Torcí los labios en gesto de desagrado, no me gustaba que quisiera proteger a otro aunque al menos me conformaba el hecho de que supiera que si algo le sucedía, yo actuaría, cansado y todo, en su defensa.
El lobo salió del agua y le bufé amenazador cuando extendió los brazos, feliz de que Leigh le abofeteara aunque cuando el otro le besó los cabellos, todo mi cuerpo se puso en posición de ataque y se me erizaron todos los poros de la piel, notando que mis colmillos crecían peligrosos y letales, más que dispuestos a clavarse en la carne ajena. Abracé al cachorro de vampiro de forma posesiva cuando volvió a mí sin ganas de compartirlo con el lobo, por más familiares que fueran, Leigh era mío, y no permitiría que nadie más que yo le tocara.
-Me gustaría decir que es un gusto, pero la verdad es que los lobos así me dan asco -dije escupiéndole la última palabra al pulgoso que nos daba la espalda, tentado de lanzarme de nuevo contra él sólo por haber hecho sentir mal a Leigh, pues sentía sus emociones ligeramente gracias a la empatía que había desarrollado. Y antes de que el lobo pudiese dar un paso más, sin poder detener mis impulsos y sin querer hacerlo tampoco, "casualmente" conseguí que unas cajas de madera apiladas cayeran sobre él, sonriendo de forma burlona-. Cuidado por donde caminas pulgoso.
El lobo salió del agua y le bufé amenazador cuando extendió los brazos, feliz de que Leigh le abofeteara aunque cuando el otro le besó los cabellos, todo mi cuerpo se puso en posición de ataque y se me erizaron todos los poros de la piel, notando que mis colmillos crecían peligrosos y letales, más que dispuestos a clavarse en la carne ajena. Abracé al cachorro de vampiro de forma posesiva cuando volvió a mí sin ganas de compartirlo con el lobo, por más familiares que fueran, Leigh era mío, y no permitiría que nadie más que yo le tocara.
-Me gustaría decir que es un gusto, pero la verdad es que los lobos así me dan asco -dije escupiéndole la última palabra al pulgoso que nos daba la espalda, tentado de lanzarme de nuevo contra él sólo por haber hecho sentir mal a Leigh, pues sentía sus emociones ligeramente gracias a la empatía que había desarrollado. Y antes de que el lobo pudiese dar un paso más, sin poder detener mis impulsos y sin querer hacerlo tampoco, "casualmente" conseguí que unas cajas de madera apiladas cayeran sobre él, sonriendo de forma burlona-. Cuidado por donde caminas pulgoso.
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
El que su mayor le abrazara tan posesivamente le pareció un gesto lindo, pero también le causó cierta inquietud, el perro únicamente le había confundido y ahora solo le había demostrado un poco de cariño, y el actuaba como si se lo fueran a arrebatar de los brazos para siempre, le miro por unos instantes, dudaba que ahora se le alejara, pero su mayor le parecía tan impredecible, que incluso la idea de esposarse a él no sonaba tan mal.
-el gusto es mío primor – respondió con tono burlón mostrándole el dedo medio, ya acostumbrado a un mal trato con los vampiros, todos resultaban similares, tan seductores y apetecibles como una bolsa llena de mierda, bufando cuando un montón de cajas le cayeron encima, tumbándolo al suelo, el día era una completa mierda.
-¡GRANDISIMO HIJO DE PUTA!- gruño arrastrándose hasta salir de debajo del montón de cajas, tensándose y mirándole amenazador, más que dispuesto a volver a machacarle la cara a golpes hasta que esta fuese irreconocible, Leigh reacciono de manera inmediata, conocía esa mirada, se soltó rápidamente del agarre, poniéndose de por medio entre el lobo y el vampiro, no quería que estos volvieran a pelearse, y ante la frustración comenzó a llorar, el perro hizo un gesto de asco, no toleraba el llanto, ni si quiera una muestra de melancolía, gruño pero esta vez a Leigh, siendo más como un regaño que otra cosa, volviendo a darse la vuelta y marcharse, bufando un montón de cosas entre ellas que él no había criado a un joto como la princesita.
Leigh, se tapó el rostro, el perro tenía razón, últimamente era una bola de nervios y llanto, limpiándose las lágrimas, tratando de reponerse, miro con gesto duro al vampiro, pero no pudo mantenerlo, y corrió a sus brazos, tratando de relajarse, hundiendo el rostro en su pecho, no había mas llanto, únicamente presión por no ser lo que uno de sus padres se había esforzado en que fuera.
-el gusto es mío primor – respondió con tono burlón mostrándole el dedo medio, ya acostumbrado a un mal trato con los vampiros, todos resultaban similares, tan seductores y apetecibles como una bolsa llena de mierda, bufando cuando un montón de cajas le cayeron encima, tumbándolo al suelo, el día era una completa mierda.
-¡GRANDISIMO HIJO DE PUTA!- gruño arrastrándose hasta salir de debajo del montón de cajas, tensándose y mirándole amenazador, más que dispuesto a volver a machacarle la cara a golpes hasta que esta fuese irreconocible, Leigh reacciono de manera inmediata, conocía esa mirada, se soltó rápidamente del agarre, poniéndose de por medio entre el lobo y el vampiro, no quería que estos volvieran a pelearse, y ante la frustración comenzó a llorar, el perro hizo un gesto de asco, no toleraba el llanto, ni si quiera una muestra de melancolía, gruño pero esta vez a Leigh, siendo más como un regaño que otra cosa, volviendo a darse la vuelta y marcharse, bufando un montón de cosas entre ellas que él no había criado a un joto como la princesita.
Leigh, se tapó el rostro, el perro tenía razón, últimamente era una bola de nervios y llanto, limpiándose las lágrimas, tratando de reponerse, miro con gesto duro al vampiro, pero no pudo mantenerlo, y corrió a sus brazos, tratando de relajarse, hundiendo el rostro en su pecho, no había mas llanto, únicamente presión por no ser lo que uno de sus padres se había esforzado en que fuera.
Leigh Baker- Cantidad de envíos : 129
Fecha de inscripción : 05/11/2013
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Me preparé para saltar sobre él y clavarle los colmillos, no era un puro así que podría morderle sin morir en el intento. Mi cuerpo completo estaba en tensión, preparado al menor indicio de orden para atacar, sin preocuparme en lo absoluto por el cansancio, el jadeo al respirar o la falta de alimento que presentaba mi cuerpo, debilitándome en demasía frente a un licántropo.
Sin embargo la pelea nunca ocurrió, pues Leigh se puso entre nosotros comenzando a llorar. Dioses, cómo odiaba cuando alguien a quien amaba lloraba, me hacía sentir tan vulnerable, tan dolorido, que todo se volvía insoportable. Retraje mis colmillos viendo al costal de pulgas marcharse y me acerqué a mi cachorro recibiendo una dura mirada que me mantuvo firme en el lugar. Ladeé el rostro ligeramente como si no comprendiera su expresión y pronto su mirada se suavizó, corriendo a abrazarme, besando yo sus cabellos y recorriendo con las manos sus costados, como si me asegurara de que todo estaba en orden con su cuerpo.
Finalmente suspiré inclinándome a lamer sus húmedas mejillas notando que había dejado de llorar, y al momento de sonreírle, noté en mi propia nariz la incomodidad de la sangre al escaparse debido al esfuerzo mental de mover las cajas. El cual realmente no era mucho, aquello me preocupaba pero intenté actuar naturalmente frente a Leigh, sacando un pañuelo y limpiándome la sangre, para luego soltarle del abrazo y rodearle la cintura.
-Vámonos de aquí, estoy sediento y lo mejor será volver rápido al hospital -sugerí viendo la espalda del lobo alejándose, aún molesto con él pero cada vez más debilitado por dentro. Volví a besar a Leigh marcando mi territorio celosamente, y cuando el beso acabó, me aparté viéndole a los ojos, fijándome sólo entonces en que iba descalzo-. No debiste seguirme, pudo haberte pasado algo peor... Moriría si algo te sucediera, cachorro, no debiste salir del hospital solo...
Sin embargo la pelea nunca ocurrió, pues Leigh se puso entre nosotros comenzando a llorar. Dioses, cómo odiaba cuando alguien a quien amaba lloraba, me hacía sentir tan vulnerable, tan dolorido, que todo se volvía insoportable. Retraje mis colmillos viendo al costal de pulgas marcharse y me acerqué a mi cachorro recibiendo una dura mirada que me mantuvo firme en el lugar. Ladeé el rostro ligeramente como si no comprendiera su expresión y pronto su mirada se suavizó, corriendo a abrazarme, besando yo sus cabellos y recorriendo con las manos sus costados, como si me asegurara de que todo estaba en orden con su cuerpo.
Finalmente suspiré inclinándome a lamer sus húmedas mejillas notando que había dejado de llorar, y al momento de sonreírle, noté en mi propia nariz la incomodidad de la sangre al escaparse debido al esfuerzo mental de mover las cajas. El cual realmente no era mucho, aquello me preocupaba pero intenté actuar naturalmente frente a Leigh, sacando un pañuelo y limpiándome la sangre, para luego soltarle del abrazo y rodearle la cintura.
-Vámonos de aquí, estoy sediento y lo mejor será volver rápido al hospital -sugerí viendo la espalda del lobo alejándose, aún molesto con él pero cada vez más debilitado por dentro. Volví a besar a Leigh marcando mi territorio celosamente, y cuando el beso acabó, me aparté viéndole a los ojos, fijándome sólo entonces en que iba descalzo-. No debiste seguirme, pudo haberte pasado algo peor... Moriría si algo te sucediera, cachorro, no debiste salir del hospital solo...
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Se movió inquieto, adoraba su tacto, pero en ese momento lo sentía como una muestra de debilidad, mordiéndose el labio buscando obligarse a separarse un poco del vampiro, pero no podía, dejo que le limpiara las lágrimas, el perro pese a todo, resultaba ser muy duro, sobre todo cuando se trataba de mostrar debilidad, Matthew en cambo le animaba a ser más emotivo, demostrar lo que sentía, aunque el vampiro no más de una ocasión ocultaba todo eso.
Su mayor le sonreía, pero volvía a sangrar, Leigh le miro con ojos llenos de preocupación, acariciándole la mejilla dejando que se limpiase el mismo su sangre, gruñéndole instintivamente cuando le soltó del abrazo, pese a que le rodeo por la cintura, ¿Por qué sangraba? Le volvería loco dentro de poco si no comprendía lo que estaba sucediendo.
Se quedo en silencio observándole, asintiendo sin comentar nada ante su petición, volverían juntos, y eso era más que suficiente, correspondió el beso, sonriéndose, no estaba tan mal sentirse de él, había notado la incomodidad del perro ante el tema, y el cómo lo había evadido, él no era de ponerse a charlar, le devolvió una mirada tierna, pese a que le llamaban la atención, negando suavemente –No hay nada peor, que estar solo – murmuro rodeándole el cuello con los brazos, robándole un beso que apenas había durado nada, y se abrazó a su cuello hundiendo su rostro en él, -Te amo Alex…- al cabo de unos segundos le soltó del abrazo recordando su sed, se ofrecería gustoso, pero no se encontraba en posición de hacerlo, se revolvió el pelo algo nervioso, y al cabo de unos segundos se descubrió el cuello y ofreciéndose a su mayor olvidándose de todo.
Su mayor le sonreía, pero volvía a sangrar, Leigh le miro con ojos llenos de preocupación, acariciándole la mejilla dejando que se limpiase el mismo su sangre, gruñéndole instintivamente cuando le soltó del abrazo, pese a que le rodeo por la cintura, ¿Por qué sangraba? Le volvería loco dentro de poco si no comprendía lo que estaba sucediendo.
Se quedo en silencio observándole, asintiendo sin comentar nada ante su petición, volverían juntos, y eso era más que suficiente, correspondió el beso, sonriéndose, no estaba tan mal sentirse de él, había notado la incomodidad del perro ante el tema, y el cómo lo había evadido, él no era de ponerse a charlar, le devolvió una mirada tierna, pese a que le llamaban la atención, negando suavemente –No hay nada peor, que estar solo – murmuro rodeándole el cuello con los brazos, robándole un beso que apenas había durado nada, y se abrazó a su cuello hundiendo su rostro en él, -Te amo Alex…- al cabo de unos segundos le soltó del abrazo recordando su sed, se ofrecería gustoso, pero no se encontraba en posición de hacerlo, se revolvió el pelo algo nervioso, y al cabo de unos segundos se descubrió el cuello y ofreciéndose a su mayor olvidándose de todo.
Leigh Baker- Cantidad de envíos : 129
Fecha de inscripción : 05/11/2013
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Fruncí los labios con su respuesta a mi regaño, dejándome abrazar por él y suspirando largamente. Entendía que le temiera a la soledad, pero me preocupaba que se expusiera de forma innecesaria al peligro, que se tomara todo demasiado a la ligera. Ni siquiera zapatos se había calzado, me imaginaba que mucho menos sus armas traía consigo. Su declaración de amor me provocó una sensación pesada en el pecho que no supe procesar y desvié la vista de él, volviendo a verle cuando apartó sus cabellos ofreciéndome su cuello.
-Nada de eso cachorro, mi sed es demasiada -indiqué negando con la cabeza, volviendo a acomodar sus cabellos aunque figurativamente se me hacía agua la boca al pensar en el sabor de su sangre. Mis colmillos crecieron ligeramente por la sed pero no bebería de él, no quería volver a desangrarle como había hecho temprano porque muy probablemente no lo resistiría, y hasta donde sabía, no había bebido sangre luego de aquello. Me aparté de él soltándole de mi abrazo y comencé a caminar lentamente esperando a que me siguiera, no quería verme expuesto a la tentación de su sangre pues le quería fuerte y sano para mí, siempre jovial y lleno de energía.
-Vamos, beberé de la sangre almacenada, no me gusta matar a los pocos humanos que hay por aquí -indiqué haciéndole una seña para que me siguiera, sonriéndole levemente y estirando mi mano hacia la suya, entrelazando nuestros dedos.
-Nada de eso cachorro, mi sed es demasiada -indiqué negando con la cabeza, volviendo a acomodar sus cabellos aunque figurativamente se me hacía agua la boca al pensar en el sabor de su sangre. Mis colmillos crecieron ligeramente por la sed pero no bebería de él, no quería volver a desangrarle como había hecho temprano porque muy probablemente no lo resistiría, y hasta donde sabía, no había bebido sangre luego de aquello. Me aparté de él soltándole de mi abrazo y comencé a caminar lentamente esperando a que me siguiera, no quería verme expuesto a la tentación de su sangre pues le quería fuerte y sano para mí, siempre jovial y lleno de energía.
-Vamos, beberé de la sangre almacenada, no me gusta matar a los pocos humanos que hay por aquí -indiqué haciéndole una seña para que me siguiera, sonriéndole levemente y estirando mi mano hacia la suya, entrelazando nuestros dedos.
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Suspiro cuando se negó a beber de él, comprendía la situación y era posible que ninguno de los dos pudiese enfrentar lo que sucedería si algo salía mal, desvió la mirada suspirando mientras él le acomodaba nuevamente el cabello, para luego alejarse de él, por unos instantes se asustó, pensando que volvería a irse, pero su andar era lento como si le esperara, y así fue, el joven vampiro le siguió, tratando de imitar su paso lento, pero la verdad se moría por abrazarse a su brazo y asegurarse de que no se iría nuevamente de su lado, sus pasos apenas y tenían sonido alguno, desvió la mirada en la dirección por la que se había ido el perro, y por instantes tubo la esperanza de que el perro estuviera por ahí parado vigilándole como hacia cuando él era pequeño, pero no fue así, el perro se había ido, una sonrisa amarga apareció en sus labios y esta desapareció cuando le llamaron, miro al dueño de la voz que le hablaba, acercándose rápidamente a tomarle de la mano, asintiendo y devolviéndole una sonrisa, sin notarlo su agarre era un poco más fuerte de lo normal, pues temía que se escapara de entre sus manos.
-…- por alguna razón sentía que tenía que ofrecer una disculpa por la actitud del perro, pero no sabía si quiera como comenzar, cada que quería comenzar a decir algo se quedaba con las palabras amontonadas en la boca y terminaba por desviar la mirada siguiéndole en silencio, dudaba que el perro volviese a aparecer, realmente ya no existía motivo alguno que le atara a él, su padre había muerto, si acaso le buscaría por alguna deuda pendiente de la princesita, nunca había entendido el por qué había desaparecido, aunque ahora si lo analizaba probablemente la razón de su huida fuera el mismo, una responsabilidad tan grande que le obligo a huir, suspiro, adelantándose, tratando de quitar todo rastro de ese pensamiento, robándole un beso a su mayor, borrando de su rostro todo rastro de inquietud o amargura, lo último que quería era preocuparle, sonriente comenzó a jalarle en dirección al refugio, tropezando contra las escaleras que daban la entrada al mismo, cayendo de sentón en ellas, haciendo una mueca de dolor.
-…- por alguna razón sentía que tenía que ofrecer una disculpa por la actitud del perro, pero no sabía si quiera como comenzar, cada que quería comenzar a decir algo se quedaba con las palabras amontonadas en la boca y terminaba por desviar la mirada siguiéndole en silencio, dudaba que el perro volviese a aparecer, realmente ya no existía motivo alguno que le atara a él, su padre había muerto, si acaso le buscaría por alguna deuda pendiente de la princesita, nunca había entendido el por qué había desaparecido, aunque ahora si lo analizaba probablemente la razón de su huida fuera el mismo, una responsabilidad tan grande que le obligo a huir, suspiro, adelantándose, tratando de quitar todo rastro de ese pensamiento, robándole un beso a su mayor, borrando de su rostro todo rastro de inquietud o amargura, lo último que quería era preocuparle, sonriente comenzó a jalarle en dirección al refugio, tropezando contra las escaleras que daban la entrada al mismo, cayendo de sentón en ellas, haciendo una mueca de dolor.
Leigh Baker- Cantidad de envíos : 129
Fecha de inscripción : 05/11/2013
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Caminamos en completo silencio, lentamente sin que la ausencia de una conversación resultara incómoda. Ambos simplemente estábamos ensimismados en nuestros pensamientos, yo mantenía mi mente cerrada a Leigh y por lo mismo, no recibía tampoco sus pensamientos, brindándole así la privacidad que se merecía. Su mano apretaba la mía con fuerza como si temiera que pudiese escapar de su agarre o tal vez desaparecer, adivinando que muy probablemente el vampiro hubiera presentido hacía pocos minutos atrás que yo me iría.
Volvía a sentirme atado, a él, a la responsabilidad que significaba tener un protegido, un compañero... ¿una pareja? ¿Podíamos considerarnos una pareja? Probablemente, aunque la idea se me hacía extraña e incómoda. En un momento dado Leigh se me adelantó y lo seguí con la mirada curioso, recibiendo su beso y correspondiendo con ganas, saboreando su boca, sintiendo la sed arder en mi garganta reclamándome por su sangre.
Nos separamos y seguimos avanzando, yo siendo jalado por él y sonriéndole apenas, sin muchas ganas pues la sed más el cúmulo de emociones y pensamientos que se alojaban en mi mente y pecho eran demasiado enredados, dejándome confuso. Y entonces Leigh tropezó en las escaleras sin que yo alcanzara a cogerle, viéndole preocupado pues notaba por su mueca de dolor que efectivamente lo había resentido-. ¿Estás bien? -Le pregunté, inclinándome a ayudarle, tomándole por la cadera firmemente pegándole a mi cuerpo, volviendo a besarle a la vez que le levantaba. Cuando el beso acabó podía sentir los colmillos más expuestos debido a la sed pero no quería volver a desangrarle, ya había pasado por muchas cosas.
-Vamos a mi cuarto, luego iré a beber sangre... Hoy ya has pasado por mucho, necesitas dormir un poco -sugerí lamiéndole los labios, apartándome lo suficiente para que pudiese caminar y sin liberar sus caderas. Entramos al hospital y le llevé directamete a la zona de las escaleras, comenzando a subir con movimientos lentos y pesados.
Volvía a sentirme atado, a él, a la responsabilidad que significaba tener un protegido, un compañero... ¿una pareja? ¿Podíamos considerarnos una pareja? Probablemente, aunque la idea se me hacía extraña e incómoda. En un momento dado Leigh se me adelantó y lo seguí con la mirada curioso, recibiendo su beso y correspondiendo con ganas, saboreando su boca, sintiendo la sed arder en mi garganta reclamándome por su sangre.
Nos separamos y seguimos avanzando, yo siendo jalado por él y sonriéndole apenas, sin muchas ganas pues la sed más el cúmulo de emociones y pensamientos que se alojaban en mi mente y pecho eran demasiado enredados, dejándome confuso. Y entonces Leigh tropezó en las escaleras sin que yo alcanzara a cogerle, viéndole preocupado pues notaba por su mueca de dolor que efectivamente lo había resentido-. ¿Estás bien? -Le pregunté, inclinándome a ayudarle, tomándole por la cadera firmemente pegándole a mi cuerpo, volviendo a besarle a la vez que le levantaba. Cuando el beso acabó podía sentir los colmillos más expuestos debido a la sed pero no quería volver a desangrarle, ya había pasado por muchas cosas.
-Vamos a mi cuarto, luego iré a beber sangre... Hoy ya has pasado por mucho, necesitas dormir un poco -sugerí lamiéndole los labios, apartándome lo suficiente para que pudiese caminar y sin liberar sus caderas. Entramos al hospital y le llevé directamete a la zona de las escaleras, comenzando a subir con movimientos lentos y pesados.
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
Asintió a modo de respuesta, seguido de un leve murmullo – no es nada- respondió sonriéndole, había sido apenas un ligero dolor, nada de qué preocuparse, dejándose levantar sin oponer resistencia, respondiéndole el beso, sin poder evitar que una sonrisa se apoderara de él, en momentos como esos adoraba tanto a Alex, sus gestos, su preocupación y sus atenciones.
-Tú también necesitas descansar, no solo yo – señalo acercándose a robarle un beso, dejando que le guiara, le inquietaba un poco que no le soltara las caderas, pues no estaba acostumbrado a tener esa clase de tacto, sin embargo no comento nada, al comenzar a subir las escaleras noto el paso lento y pesado de su mayor, tan cansado y propio de un adulto, las escaleras parecían eternas y todo un reto para ambos, Leigh trato de servir tanto como pudo de apoyo para Alex, pero él también se encontraba cansado, y casi lloro de felicidad cuando llegaron por fin al piso donde se encontraba la habitación de Alex, Leigh le tomo de la mano jalándole hasta la habitación, adentrándose en ella, suspirando, era un desastre, pero la cama aun servía para tomar un respiro, guio a Alex hasta la cama, casi obligándolo a recostarse, acariciándole los cabellos y besándole la frente, Leigh podía resultar bastante terco, y en algunos casos mostraba ligeras muestras de madures, como en ese momento.
-Descansa, lo necesitas más que yo…- suspiro viendo sus colmillos, - yo iré por la sangre, solo dime donde esta – realmente no esperaba que Alex le permitiese atenderle de ese modo, pero no le permitiría para nada levantarse de la cama.
-Tú también necesitas descansar, no solo yo – señalo acercándose a robarle un beso, dejando que le guiara, le inquietaba un poco que no le soltara las caderas, pues no estaba acostumbrado a tener esa clase de tacto, sin embargo no comento nada, al comenzar a subir las escaleras noto el paso lento y pesado de su mayor, tan cansado y propio de un adulto, las escaleras parecían eternas y todo un reto para ambos, Leigh trato de servir tanto como pudo de apoyo para Alex, pero él también se encontraba cansado, y casi lloro de felicidad cuando llegaron por fin al piso donde se encontraba la habitación de Alex, Leigh le tomo de la mano jalándole hasta la habitación, adentrándose en ella, suspirando, era un desastre, pero la cama aun servía para tomar un respiro, guio a Alex hasta la cama, casi obligándolo a recostarse, acariciándole los cabellos y besándole la frente, Leigh podía resultar bastante terco, y en algunos casos mostraba ligeras muestras de madures, como en ese momento.
-Descansa, lo necesitas más que yo…- suspiro viendo sus colmillos, - yo iré por la sangre, solo dime donde esta – realmente no esperaba que Alex le permitiese atenderle de ese modo, pero no le permitiría para nada levantarse de la cama.
Leigh Baker- Cantidad de envíos : 129
Fecha de inscripción : 05/11/2013
Re: Respira profundo y no mates a nadie(?) -Priv.-
La subida fue bastante agotadora a decir verdad, casi no me quedaban energías pese a mi edad y fuerza. Ingerir sangre se había vuelto rápidamente una necesidad y cuando llegamos arriba suspiré disimuladamente con alivio, no era tan largo el tramo pero no quería preocupar a Leigh, ya le notaba demasiado dispuesto a ayudarme, dejando que parte de mi peso se apoyara en él aunque seguramente estaba más agotado que yo. Al menos aún me quedaban suficientes energías como para ir tras el costal de pulgas y volver a partirle el rostro de un puñetazo.
Las atenciones de Leigh me distrajeron de mis pensamientos, y aunque me gustaban, no dejaba de molestarme que quisiera atenderme, jamás nadie lo hacía y el orgullo no me permitiría aceptarlo pues era yo quien debía cuidar de él y no al revés. Le dejé recostarme sobre la cama pero me cuidé de atraerle conmigo, gruñendo bajo con sus palabras y mordiéndole el labio inferior ligeramente.
-Nada de eso cachorro... o ambos descansamos o iré yo en busca de la sangre -dije con voz firme mirándole a los ojos fijamente-. Eres un cachorro y has pasado por demasiadas cosas, yo aún puedo aguantar un día o dos sin sangre -le indiqué, acomodándole sobre mi cuerpo, con una mano aprisionándolo por la cintura y otra recorriendo sus cabellos, tan suaves y largos. Le besé una vez más luchando por controlar la molesta sed y retraer los colmillos, tampoco tenía la intención de lastimarle y hacerle sangrar pues dudaba que podría contenerme adecuadamente.
-Duerme Leigh, cuidaré tu sueño mientras descansas -dije cerrando los ojos, aspirando el aroma de sus cabellos, dejando escapar un ronco gruñido cuando sentí el aroma del lobo también en éstos. Los besé suavemente con renovadas ganas de impregnarle de mi aroma y marcarle como mío, pero el sentido común me señalaba que eso sería imposible, mis energías y las suyas no daban para más batalla.
Las atenciones de Leigh me distrajeron de mis pensamientos, y aunque me gustaban, no dejaba de molestarme que quisiera atenderme, jamás nadie lo hacía y el orgullo no me permitiría aceptarlo pues era yo quien debía cuidar de él y no al revés. Le dejé recostarme sobre la cama pero me cuidé de atraerle conmigo, gruñendo bajo con sus palabras y mordiéndole el labio inferior ligeramente.
-Nada de eso cachorro... o ambos descansamos o iré yo en busca de la sangre -dije con voz firme mirándole a los ojos fijamente-. Eres un cachorro y has pasado por demasiadas cosas, yo aún puedo aguantar un día o dos sin sangre -le indiqué, acomodándole sobre mi cuerpo, con una mano aprisionándolo por la cintura y otra recorriendo sus cabellos, tan suaves y largos. Le besé una vez más luchando por controlar la molesta sed y retraer los colmillos, tampoco tenía la intención de lastimarle y hacerle sangrar pues dudaba que podría contenerme adecuadamente.
-Duerme Leigh, cuidaré tu sueño mientras descansas -dije cerrando los ojos, aspirando el aroma de sus cabellos, dejando escapar un ronco gruñido cuando sentí el aroma del lobo también en éstos. Los besé suavemente con renovadas ganas de impregnarle de mi aroma y marcarle como mío, pero el sentido común me señalaba que eso sería imposible, mis energías y las suyas no daban para más batalla.
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