The Wolf meets the Fox -Priv

- pues si.. el clima aqui es bastante humedo... si no estas acostumbrado es terrible para uno...en.. en la.. antigua casa.. de mi padre... hay un.. un pantano.. alli... la humedad... podria hacer.. que.. que uno se desmayara si.. si no esta preparado.- declaro cerrando los ojos, casi caminando de memoria a la cafeteria, puesto que pasaba todos sus interbalos de almuerzo y merienda alli, cuando no hiba a buscar algun libro fuera de new orleands. se distrajo pensando en el mensaje de su padre, que querria decirle para pedir que le hablara ese mismo dia,.. pero le saco de su ensimismamiento el suspiro de Dastya y le miro.

- su... sucede algo?- pregunto.

-Supongo que no podré quedarme mucho en la ciudad, terminaré por desmayarme, soy más de climas árticos -comentó algo distraída, continuando con la caminata y mirando al frente para no distraerse más con las tiendas. Ante la pregunta de Morgan, lo miró y sonrió levemente, desviando rápidamente la mirada hacia el frente.

-No es nada, sólo miraba la ropa. Supongo de debí traer más efectivo, mis tarjetas están canceladas -comentó apenada, tal vez no debía de compartir aquella información pero apenas se había dado cuenta de lo que había dicho, su repentina baja de ánimo era sincera. Observó sus relucientes zapatos y deseó poder vestir como alguien normal y no llamar tanto la atención, como sabía que lo hacía.

Mientras caminaban muchas personas se los quedaban mirando con poco disimulo, comentando bajo lo bonita que era ella, lo afortunado que era él por estar con una chica así, lo cara que lucía su ropa y lo mucho que contrastaba con el chico que muchos, suponían su novio. Dastya no le prestó atención a los comentarios y susurros en lo absoluto, pero miró de reojo a Morgan preguntándose si él también los ignoraría.

morgan escuchaba los murmurllos de la gente, y no podia evitar ponerce cada vez mas nervioso, no porque pensaran que el lucia mal, sino porque pensaban que el era su novio y eso le ponia completametne alterado... le temblaban las manos mientras abria la peurta de la cafeteria y estaba tan rojo que realmente dudaba que hubiera llegado a esos niveles de rubor en muchos años...

- l...l...lle...llegamos.....- dijo sin poder mirarla a la cara abriendo del todo la puerta para que ella pasara, clavando la mirada en el piso y sintiendo que la respiracion se le hiba por los cielos.

Notó que estaba demasiado rojo y se preguntó si eso no sería un poco malo para su salud, tal vez tantos nervios le hicieran alguna mala jugada o liberar su fase crynos. Sin embargo, no comentó nada y sólo siguió caminando, lanzando una gélida mirada penetrante a unos sujetos que los miraban con demasiado interés y comentaban sobre ellos sin disimulo alguno.

-Spasíba -agradeció el gesto de Morgan en ruso con una suave y amable sonrisa, su expresión totalmente diferente de cómo había mirado a los otros dos humanos. Su mirada recorrió el pequeño local con curiosidad, era muy bonito y se veía acogedor. Los muebles y la decoración tenía el característico aire francés de New Orleans, estilo que Dastya sólo pudo reconocer a medias gracias a los libros y la educación que había tenido, más nunca había tenido la oportunidad de visitar Francia.

Aguardó a que Morgan entrara también para escoger una mesa junto a la ventana, le gustaba ver a la gente pasar y además, allí tenía una bonita vista de la luna primaveral-. Este lugar es muy bonito, jamás había visitado antes una cafetería -comentó, observando a su alrededor, para finalmente fijar su vista en el chico-. Estás muy nervioso, deberías relajarte o te dará algo. Además, los otros seres también pueden notar tu nerviosismo.

morgan se sento frente a ella, y al escucharla no pudo evitar el apenarce mas de su actitud.

- n.. no.. no puedo.. no puedo evit... evitarlo.... n.. no soy.. b... bueno para.... lo... lo que es... rela... relaciones so. socilaes... s... suelo t.. tener es... estos ata.. ataques... estoy...ac... acostumbrado...- dijo tratando de sonreir entre respirar para calmarce, tratando de ingorar los comentarios de la gente, que qunque no le llegaban mentalmente porque nunca supo muy bien desarroyar ese poder salvo que realmente lo necesitara, sus oidos escuchaban todo lo que tenian que escuchar... y era dificil vivir con ello, siendo como el era.

- l.. lo sien.. siento.. t.. termina... terminaere avergonzandote.. en... en publico..- rio nervioso.

- morgan! tan nervioso como siempre, wow, pocas veces te vemos acompañado, y que delicada compania, dime, que quieren tu y tu compañera esta noche?- pregunto el mesero que ya le conocia demaciado, puesto que hiba todos los dias... aunque morgan seguia creyendo que se tomaba demaciadas libertades con la manera de hablarle.

Sonrió suavemente, colocando delicadamente sus manos sobre la mesa y cruzándose elegantemente de piernas, como lo hacían las antiguas zarinas, sólo cruzando los pies y jamás colocando una pierna sobre la otra. Se quitó el gorro y la bufanda, dejándolos sobre su regazo y enseñando aquel bello collar de diamantes y parte de sus clavículas debido a su escote, y su cabello cayó en cascada por sus hombros.

-No me avergüenzas para nada, de hecho, creo que en toda mi vida jamás había tenido una mejor compañía que la tuya -dijo amablemente, para luego girarse a ver al camarero. La manera informal en que saludó a Morgan llamó su atención y la sorprendió bastante, jamás había visto a ninguno de sus camareros o mucamas dirigirse así a su familia y mucho menos a los invitados. ¿Sería eso propio de todos los Norteamericanos? Prefirió no comentar nada al respecto y desvió la vista hacia la mesa y sus manos mientras pensaba en su bebida favorita.

-Yo deseo un café vienés y algunos bizcochos de la zona, por favor -pidió luego de pensarlo un momento. Casi pedía de su pastel preferido, pero era una vieja receta rusa y dudaba mucho que en esta zona del mundo lo prepararan. Además, le daba curiosidad probar la comida que aquel país podía ofrecer.

- un cafe e.. especial, ark, y... con los b...biscochos e...esta bien- dijo respirando para tranquilizarce, haciendo solo contacto visual al momento de pedir el "cafe especial", ark, que era el diminutivo del extraño nombre del camarero (arkan), le miro y sonrio, le conocia desde que hiban a la escuela juntos.. lo cual habia sido ya hacia mucho tiempo.. casi un siglo... y sabia lo que eso significaba.

- hays... si no fuera que yo estoy aqui morgan.. siento que jamas consumirias...- declaro llendoce a la cocina por el pedido y morgan otra vez le sintio esa forma de tratarle tan familiarmente molestandole como de costumbre, aunque se sintio un poco ruborizado por lo que decia, porque era probable que fuera cierto, le pedia a el lo que le pedia, porque le conocia, sino, no lo haria, no tendria el valor aunque hoy en dia fuera muy comun.

Una vez el camarero se marchó, la joven cambiaformas miró a Morgan con curiosidad, casi sin poder resistirse de preguntarle muchas cosas. Sin embargo, desvió una vez más la mirada porque sabía que no era correcto ni educado atiborrarlo a preguntas, mucho menos con la timidez del chico y su evidente nerviosismo. En cambio, prefirió evitar el tema y sustituirlo por otro.

-¿Cómo son los bizcochos y dulces de aquí? -Preguntó volviendo a mirar al chico, sonriendo dulcemente y entrelazando sus propios dedos mientras esperaba a que trajeran su orden. Entonces, de la nada, tuvo una gran idea y su rostro se iluminó completamente. Husmeó en su mochila hasta encontrar uno de sus anillos de oro blanco y se lo tendió al chico-. Ten, será un regalo. Cuando hayas cumplido uno de tus sueños, colócalo en una de tus rastas, ¿vale?

No dijo nada y sólo sonrió cuando el chico cogió en anillo, cerrando los ojos para sentir el aroma tan delicioso del café recién hecho. Sin embargo no era sólo café lo que sentía, también le llegaba el aroma de la sangre mezclado con éste. Observó con curiosidad la taza del chico notando cómo crecían sus colmillos, similares a los de un vampiro.

-Sí, lo soy -dijo suavemente, bajando la vista y tomando su taza, acercándola lentamente a sus labios y aspirando nuevamente aquel aroma. Separó ligeramente sus pálidos labios y probó un poco, no tenía azúcar pero sabía excelente. Sonrió y bajó la taza, observando los bizcochos de limón, que eran lo que había traído el camarero, junto a unos de frambuesas y unos de chocolate-. ¿Son muy amargos o ácidos los de limón? Jamás lo he probado, ni siquiera en las ensaladas -comentó mientras le echaba un poco de azúcar a su café, con gestos moderados y delicados-. Prométeme que cuando cumplas tu sueño o meta y uses el anillo, me avisarás, ¿vale?

- un poco acidos y dulces diria yo...- contesto sintiendo como la sangre del cafe le devolvia algo de la energia perdida de tanto sonrojarce he hiperventilarce esa tarde., pero ahi la perdia de nuevo al sonrojarce, no tanto al menos esta vez, con su pedido.

- v.. vale...p.. pp.. pero .. t..tendras.. que.. que darme tu .. tu numero o.. o algo...- dijo nervioso de que creyera de que estaba tirandole onda o algo asi.. tomo un poco mas de cafe para distraerce y ocultar su rostro, cuando termino su sorbo, se quedo mirando la taza un momento y luego la miro a ella.

- duele?- pregunto con una exprecion de entre miedo y curiocidad - el convertirce, duele?-

Miró con mayor curiosidad aún los bizcochos de limón, con ganas de probarlos y al mismo tiempo, algo nerviosa por si no le gustaban. Rió suavemente cuando el chico preguntó por su número de teléfono-. Ya no uso teléfonos, todas esas cosas las he dejado atrás -comentó con cierta melancolía y misterio a la vez, optando por uno de los bizcochos de frambuesas. Le dio una pequeña probadita, y su sonrisa se ensanchó, en realidad, en ese local los dulces sí que sabían bien.

Su siguiente pregunta la sorprendió un poco. Dejó sobre el plato el resto del bizcocho y bebió un nuevo sorbo de café, notando cómo su cuerpo entraba en calor. Luego, lo miró fija, directamente mientras hablaba-. Es parte de mi naturaleza, yo jamás he sentido dolor, o al menos, no que recuerde. Mi primera conversión fue demasiado joven, tal vez se deba a eso... creo que es diferente en cada cambiaformas. ¿Jamás ha cambiado a tu fase lobuna o crynos? -Preguntó sin poderlo resistir, dejándose llevar por la curiosidad del momento.

- pues no soy... no soy capas de combertirme en lobo.. y... la luna no me afecta.... en crynos...- sonrio con tristeza - en crynos me comberti.. s.. solo una vez.. y recuerdo... que dolio como pocas cosas pueden doler...- dijo cerrando los ojos ante el recuerdo de tal dolor y de lo que le habia hecho combertir aquella vez. nego con la cabeza olvidando eso tristes recuerdos

- pero eso fue ya hace tiempo... hum.. y.. y como.. como te.. aviso si.. si no tienes telefono?- pregunto preguntandoce como harian entonces

-Oh, vaya, entiendo... Había escuchado que la fase crynos dolía, pero creía que podías convertirte en lobo y aullar... -comentó algo contrariada, preguntándose cómo lo haría entonces. Le sonrió dulcemente y prefirió no seguir con el tema, ya que había notado su expresión afligida y triste al recordar lo que fuera que le hizo entrar en fase crynos.

Mientras pensaba, bebió un nuevo sorbo de café saboreando el chocolate que había en la superficie del mismo, y luego, se llevó un dedo a los labios en actitud meditativa-. Tal vez podamos escribirnos, como en los viejos tiempos hacían los humanos. Puedo escribirte a la tienda a medida que voy viajando, sólo tendrías que responder a las direcciones que salgan en las cartas -sugirió pensativa, preguntándose internamente cuánto más tenía pensado viajar. Aquella ciudad era hermosa pero la humedad acabaría por sofocarla, tendría que ir más hacia el norte, hacia los climas fríos y árticos.

Dejó la taza nuevamente sobre la mesa y terminó de comer su bizcocho, aún mirando con curiosidad el que sabía a limón. Luego suspiró cansada y observó por la ventana a los transeúntes, no muy convencida con su propia idea.

- pero.. y si la carta llega tarde? y ya no estas alli? no voy a negarlo, preferiria esos metodos, pero.. si.. si estaras.. v.. viajando.. no es muy b.. buena idea.. porque.. uno .. nunca sabe.. c.. cuanto tardan las cartas en .. ll .. legar.- dijo tambien meditativo, porque que mas daria por tener una amsitad por escrito, era algo facinante la verdad.

- por que no tienes celular? p.. podemos com. comprarte uno-

-Sí, bueno, y no creo que sea muy factible si espero en cada lugar a que llegue la respuesta... -comentó pensativa, para luego mirar fijamente a Morgan cuando sugirió lo del teléfono. Negó con la cabeza y una sonrisa de disculpas, ya había aceptado que él la invitase al café, ¿cómo permitir ahora que le comprara uno?

-Verás, tuve algunos problemas y por ello, dejé mi teléfono en mi ciudad natal, junto con todas mis cosas. Realmente no desearía ser encontrada, por eso no tengo teléfono ni uso tarjetas de crédito -explicó algo avergonzada al tener que reconocer que era prácticamente una fugitiva, pero no se arrepentía en lo absoluto de su situación. Creía firmemente que ella era dueña de su vida y su destino, así que lucharía por ellos hasta el final.

Terminó de beber su café y se limpió educadamente con la servilleta, sus modales eran dignos de una antigua zarina y sabía que eso también la hacía sobresaltar, aunque no podía evitarlo. Observó nuevamente el bizcocho de limón, pero no se atrevía a probarlo.

morgan sonrio

- pero .. pero seria en a... agradecimiento por el anillo pa... para mis dreads... no se ve que sea algo ec... economico.. y.. no ti...tienes porque regis... registrarlo a tu nombre.. podemos registrarlo al mio, to... total pi... pierdo tan seguido el celular que no se...seria raro que compre otro, aunque s...si conservo mi numero... asi que habria que comprarte un chip- al verla ojear por 4 o 5 vez las masas de limon, morgan tomo timidamente el plato y le ofrecio, porque asi no tendria escusas para no tomarlo, viendola tan educada como parecia ser, no rechasaria la oferta, y se sacaria las dudas, morgan le sonreia amablemente ante este hecho.

-Oh, Morgan... -dijo encantada por su amabilidad, más no pudo evitar fruncir suavemente el ceño-. En verdad eres una persona muy amable, pero, no olvides que soy una total desconocida. Tal vez podría estafarte y luego desaparecer, creo que no deberías ser tan amable en ese sentido, podría ser peligroso -comentó, regañádolo aunque con suavidad y sin intenciones de ser brusca o malagradecida. Simplemente, era sincera preocupación, ya que no siempre se veía gente como él-. Conociéndote sólo lo que te conozco, puedo sentir que eres una gran persona y me apenaría mucho que alguien se aprovechara de tu amabilidad...

Su mirada se entristeció un poco, pero abrió los ojos sorprendida cuando el muchacho le ofreció el plato con el bizcocho de limón. Incapaz de negarse por educación más que por otra cosa, le sonrió amable y agradecidamente y lo aceptó, tomándolo y observándolo con curiosidad. Un poco instintivamente, lo olfateó sutilmente intentando adivinar su sabor, para finalmente, darle una pequeña mordida. El sabor era muy extraño y exótico para ella, una mezcla entre dulce y amargo, pero no era desagradable. Simplemente era extraño para ella, así que probó una nueva mascada-. Sabe bien -comentó con una sutil y divertida sonrisa.

morgan la miro, agradecido por su preocupacion y algo cohibido a la vez.

- ho pero... yo soy mitad lycan.. y.. como familiar canino...t.. tengo los .. los sentidos agudos... no creo... que p.. pueda caer tan.. tan facil en una ...e.. estafa.- dijo sonriendo amablemente ante la idea. y sonriendo luego feliz cuando dijo que estaban ricas las masas de limon.

- verdad que si? s.. son.. son mis pr.. preferidas- declaro tomando una y comiendo, para luego seguir tomando de su cafe antes de que se enfriara.

-Yo podría estarte engañando ahora mismo -comentó mirándole con rostro serio y mirada fija, para luego sonreír de lado de forma traviesa y reír ligeramente. Ella también tenía genes caninos y sabía mejor que nadie lo difícil que resultaba engañarle, ya que su instinto y astucia siempre la hacían ir un paso por delante-. Igual, deberías tener cuidado... ¿Sabes? Me gustaron mucho estos bizcochos de limón -comentó luego, terminando de comer la masita que estaba en su plato.

En ese momento, un escalofrío recorrió su cuerpo haciéndola temblar ligeramente. Una corriente de aire demasiado fría, incluso para ella, se había colado en el local, y al buscar sutilmente la puerta de entrada del mismo, pudo ver a un licántropo muy alto entrar y sentarse cerca de ellos. Desvió la mirada de forma despreocupada hacia la ventana, en donde el reflejo de la luz hacía que aquel sujeto fuera visible. Vestía de forma desaliñada y su aspecto resultaba un poco intimidante, y de inmediato, los sentidos de Dastya se pusieron alertas, ya que ese licántropos emanaba una esencia peligrosa y agresiva.

La joven cambiaformas notó entonces cómo la mirada del sujeto estaba sobre ella fijamente, y tuvo que suprimir un escalofrío. Si hubiera estado en fase, tendría todos los pelos del lomo erizados y las orejas pegadas a la cabeza; no se sentía intimidada para nada pero sí, estaba alerta. La mirada del sujeto estaba fija en su collar de diamantes o más bien, en su níveo cuello.

morgan sonrio ante las palabras de dastya, porque notaba que ella queria hacer entender un punto, pero no le era valido a morgan, el lamentablemente era demaciado inocente, con o sin instinto de lobo. el frio que entro al local no le proboco nada a morgan aunque noto la reaccion de la chica ante este, y como se puso en alerta cuando vio a un hombre, Lycan observando su cuello...

morgan dejo la taza de cafe en la mesa, de todos modos ya estaba vacia y sonrio a Dastya.

- s.. si te.. te ataca.. se ira con .. un .. un mimebro menos....- advirtio mirando las masitas, a sabiendas de que el hombre podia escucharlo, pero esperaba que entre esas palabras y la esencia hibrida que el emanaba, el hombre lo pensara dos veces antes de hacerlo.

-Concuerdo con tus palabras, ya he luchado con licántropos en el pasado, en su forma crynos -comentó en voz baja sin preocuparse en ser escuchada. Desvió la mirada hacia su amigo sintiéndose incómoda, aunque controlaba perfectamente sus emociones y su ritmo cardíaco para parecer tranquila y despreocupada. Eso era lo bueno de su parte zorro: su astucia y la forma en que conseguía engañar a sus enemigos por medio de una actuación excelente y sutil.

Sin embargo, al observar nuevamente el reflejo en la ventana, la joven vio cómo la mirada del tipo seguía fija en su cuello. Incómoda por esto, optó por coger su bufanda y envolverse con ella, cubriendo su escote y su collar. Su cuerpo e instinto rogaba por cambiar a fase zorro, pero Dastya se controlaba bastante bien y sólo se limitó a sonreírle sutilmente a Morgan, agradecida por lo que había dicho.

-Creo que ya se hace tarde, deberíamos irnos ya, ¿no crees? -Sugirió sutilmente, desviando la mirada preocupada y alerta hacia la salida. El instinto le decía que lo mejor era irse de allí y regresar a su cuarto de motel, coger sus cosas y marcharse, pero no estaba dispuesta a separarse tan rápido de la compañía de aquel chico tan amable.

morgan miro a Dastya, ella aun con su comentario seguia incomoda, al menos el lo notaba.. o tal bçvez mas que notarlo en su rostro lo estubiera escuchando de su mente? no lo sabia, simplemente notaba que no estaba comoda alli.

- claro...- levanto la mano para llamar al mesero y Ark se acerco parandoce en el medio del rango de vicion del lycan, morgan tubo la lijera sensacion de que lo hacia adrede.... les llevo la cuenta que morgan cubrio y se retiro. - vamos?- pregunto levantandoce y tomando su morral.

La joven se acomodó la bufanda, su abrigo y sombrero mientras Morgan pagaba la cuenta, por suerte, el cuerpo del camarero ayudaba a sacarla del campo de visión del licántropo y ayudó a que se calmara un poco. Su mirada se había vuelto fría y gélida como el hielo de las calles de Rusia en invierno, y su expresión dulce ocultaba perfectamente su nerviosismo y alivio a la vez por salir del local.

-Vamos -se levantó del asiento y se colocó la mochila, caminando tranquilamente junto a Morgan y saliendo finalmente del local. Una vez afuera, dejó escapar un suspiro de alivio contenido y observó a Morgan, prendándose de su brazo casi sin pensar, como hacía de niña cuando salía junto a su madre o junto a sus guardaespaldas de confianza. Apenas habían dado unos cuantos pasos lejos del local, cuando su olfato captó el aroma del licántropo tras ellos, más procuró no voltearse y cerrar los ojos, confiándose de su oído.

-Morgan... -susurró bajo, abriendo los ojos y observando fijamente los ojos de su nuevo amigo.

morgan se puso nervioso mas con que dastya le abrazara el brazo que con que el Lycan les siguiera, le sonrio muy sonrojado a Dastya cuando esta abrio los ojos.

- ho... no te preocupes...- Mogran se dio media vuelta, dejando a dastia detras de el, y quedando en medio de ella y el Lycan, tomo aire asi sus palabras no serian ridiculizadas por su nerviosismo natural. - disculpe, pero acazo tiene algun asunto que tratar con migo o mi amiga?- pregunto con un tono serio y amenazador si se tenia en cuenta el normal tono de su voz, dejando crecer sus colmillos.