The Kiss Of Hope {Denniss}

Contuve la respiración al sentirlo así, tomándome con tanta paciencia, con una delicadeza que parecía casi conmovedora, en la forma en que me tocaba, y en la que me besaba, aun que era fuerte y sus labios casi furiosos, mantenía ese grado de delicadeza.

Me aferre a sus espalda gimiendo su nombre, ocultando mi rostro en el hueco de su cuello, besando aquella piel ligeramente húmeda por el sudor salado.

-Oh... Dennis... - apreté el abrazo cuando lo sentí totalmente dentro de mi, moviéndose con cuidado.

- Adrian - murmuro su nombre suavemente cerca de su oido para responder al llamado que el hacia insistentemente.

Sujeto sus caderas para avanzar el ultimo tramo dentro de su cuerpo manteniendose quieto un momento dentro de su estrechez, morsio con mas fuerza sus labios, acomo sus manos con agilidad, una sobre las caderas del chico para usarla de apoyo en el esfuerzo que se venia y con la otra abrazo el blando miembro del chico, antes de comenzar a moverse dentro y fuera de el.

Jadeaba con dificultad, aferrando mis manos a sus fuertes hombros, levantando las caderas en cada embestida, echando la cabeza hacia atrás, golpeando contra la almohada.

-Dennis - repetía su nombre, cada que mis labios quedaban libres de los suyos, cerraba los ojos cuando sentía el golpe seco dentro de mi, directo en la próstata, algo que me dejaba sin aliento y me hacia suplicar por más.

Acelero el ritmo de las penetraciones y del bombeo en el mientro de adrian , mordisqueo levemente el cuello del chico saboreando el salado sabor del sudor que comenzaba a aparecer en la palida piel, acarienciado su piernas, disfrtuando del goce, gimiendo alto en sonidos gluturales que escapaban de su garganta mientras poseia al chico, empujando con fuerza, avanzando hasta donde fuese posible llegar en el.

- Adrian, adrian - se encontro a si mismo llamandolo en un tono desconocido para el pero agradable, eso era ironico, odiaba a los vampiros y ahora mismo uno de ellos literalmente lo estaba volviendo loco de placer

Me gustaba su calor, sus manos y la forma en que me tocaba, pero especialmente era la forma en que decía mi nombre, sonaba tan distinto, con deseo y casi devoción, sin mucha posesividad, me hacia sentir que volaba, aun estando ahí debajo de su cuerpo, siendo poseído de aquella forma tan... no... no era salvaje, no sabría como explicarlo, simplemente era distinto...

Me aferre a su cuerpo, con mis brazos y mis piernas, moviéndome con algo de esfuerzo al ritmo contrario de sus embestidas, buscando sus labios nuevamente, para besarle, pues necesitaba hacerlo.

En un pequeño arranque de emociones y sensaciones salio de el tomandole de los hombros y moviendolo con tanta facilidad como si fuese una muñeca, tiro de el hasta el borde de la cama incorporandose con ambos pies en el suelo colocando las puernas ajenas sobre sus hombros volviendo a asirse dr sus caderas para volver a penetrarle de un solo golpe, duro, seco y olvidando ese cierto control que tenia de sus propias fuerzas.

Mi cuerpo entero se curvo hacia arriba, de una forma casi imposible cuando le sentí tirar de mi, y entrar en mi cuerpo nuevamente, haciéndome gritar de ganas, clavando mis uñas en sus brazos con tal fuerza que pude sentir la sangre manchar la punta de mis dedos, y verla deslizarse por sus brazos en delgadas lineas.

Mi respiración se agito, mis colmillos crecieron unos milímetros y mi boca comenzó a salivar ante el irresistible aroma de la sangre, lo deseaba, deseaba su sangre, aun que no sabia si me dejaría beber de él, cerré los ojos con fuerza sin dejar de sostenerme de sus brazos, y seguir gimiendo con fuerza de una forma descarada al tiempo que mi cuerpo se retorcía de placer debajo de su cuerpo caliente.

Sintio un dolor punzante que lo hizo mirar sus brazos sinriendo el penetrante olor de su sangre emanando de ellos, miro al chico y su reaccion, recordo que por ese pequeño cuerpo tambien corria sangre de vampiros.

La orden tenia pocas reglas pero ellas eran severas, una de ellas prohibia compartir su sangre con no muertos, y en su posicion, en ese lugar que tenia no podia darse el lujo de faltar a sus votos, mas cuando ya habia faltado a uno.

Se agacho hasta el tocando los pequeños colmillos - No puedes - murmuro - Ni se te ocurra.

Abrí los ojos cuando el hablo, con aquel tono de advertencia, y el brillo casi asesino de sus ojos.

- No podría...- dije en medio de un jadeo, soltando sus brazos, para poder rodearlo con los míos - Seria casi un suicidio...

Murmure, apretando mis entrañas en torno a el, gimiendo en su oído, casi suplicante, para que continuara.

Le agrado escuchar eso, no tendria que verse en la necesidad de alejarlo si intentaba probar su sangre, levanto los brazos para lamer sus propias heridas y limpiar sus brazos, mejor no dar tentaciones.

Luego le sonrio y volvio a empujar dentro de el besando su cuello - asi eta mejor, se un niño bueno - acaricio su cabello

Cole mis dedos entre sus cabellos, levantando el cuello para darle espacio, aun sintiendo mis colmillos crecidos sobre mi labio inferior, y gemia suplicante, llamandolo, y moviendome al ritmo contrario en el que él se movia en mi interior.

-Dennis...- dije en un jadeo, buscando sus labios...

Lamio ligeramente su cuello repasando su cuerpo entero con sus manos, grabando la suavidad de este en su mente, aun tenia rondandole esa imagen de los pequeños dientes del chico sobresaliendo entre de su boca, sacudio su cabeza un poco antes de empujar con mas fuerza de la que lo habia hecho.

¿Cuanto asi que habia deseado a alguien realemnte asi? quiza solo una vez antes de aquel chico de rubios cabellos.

- Adrian - murmuro en el hueco de su cuello y hombro, sus manos acariciaron sus muslos y parte de su suaves y bien formados glutees

Abri los ojos fijando la mirada en la borrosa imagen de las cortinas de la cama, escuchaba los sonidos de la madera al rechinar en cada movimiento de nuestros cuerpos, y sus manos.... Sus manos calientes que delineaban mi cuerpo, derritiendo el hielo y dejando mi piel sensible y temblorosa, con ganas de mas, y gemia moviendome contra el, sosteniendome ahora de las colchas, casi rasgandolas.

Un sonido mas bestial se dejo escapar de su garganta igual que el gruñido de un animal, solto su cuerpo aferrandose a la cabecera desquitando con esta la fuerza que ya era incontrolable, la escucho crujir bajo sus dedos pero era mejor ese mueble que el aparentemente fragil cuerpo de Adrian.

Luego hizo una pausa sin salir del chico - Creo que de debo parar - su voz entrecortada y agitada le hablo - no creo poder contener mas mi fuerza - sintio ell sudor recorriendo su espalda y frente.

Abri los ojos una vez mas, aun que no recordaba cuando los habia cerrado, solo podia sentirlo a el, y a la intensidad con la que se movia, provocando crujidos en la cama, y gemidos de mis labios.

-N...n... no te detengas... -dije en un jadeo, levantandome con algo de trabajo para besar sus labios, lamiendolos ligeramente - Por favor... no te detengas...

Respiraba agitafo aun aferrado a la cabecera - puedo hacerte daño - murmuro muy gravemente, en ese sonido aun animal que aveces poseia cuando se enfadaba o ni controlada esa otra naturaleza suya.

- Mucho daño - en su cabeza aun siendo miyad vampiro su cuerpo se veia tan ftagil, como si fuese a romperse con el uso de la fuerza

-No importa - murmure abrazandome a el, evitando que se fuera - Solo... por favor - suplique despacio, con voz ronca, sintiendo mi cuerpo entero temblar ansiosamente.

-Dennis - le llame, y nuevamente bese sus labios, moviendome - Yo se que no me haras daño... lo se... lo se...

Sus ojos se abrieron de golpe ¿Que no le haria daño? Se alejo de el separandose de su abrazo, lo miro en aquella posicion, eso no podia asegurarlo, si se lo pedian lo haria, lo mataria sin pensarlo dos veces. Acaricio su cabello y volvio a incorporarse - Por hoy ya fue suficiente -

La abrupta separación, fue peor que lanzarme agua helada, me quede recostado mirándole con los ojos muy abiertos, con un dolor en le pecho que no sabia definir, si era por indignación o por decepción, por que el había dicho las mismas palabras que él para alejarme : "No quiero hacerte daño".

Francamente era el pretexto mas estúpido que pudieran darme. Cerré los ojos, sintiendo casi de forma inmediata y patética las lagrimas rodad por mis ojos y me moví rápidamente - Esta bien-, dije, tirando de la sabana para cubrir mi desnudes, enredándome en ella para meterme al baño, y encerrarme ahí y seguir llorando.

"¿Tan poca cosa era... tan poca cosa significaba... hasta el punto de ser rechazado de aquella manera?"

Lo vio separase y levantarse con brusquedad, cerrar la puerta del baño y con claridad escucho sus sollozos sin saber del por que de ellos. Era lo mejor, con esa vida era lo mejor. Sufriria igual si llegaba a enterarse de lo que er, de quien era.

Se culpo a si mismo por dejarse llevar hasta esos extremos con el chico, habia sido una locura, debio limitarse a cumplit el plan, llevar a Andrew a casa.

Sin embargo no podia irse asi, dejarlo asi, dudo en lp que debia hacer, se acerco a la puerta del baño sin decidir lo que haria, tomo la manija y al segundo la dejo - ¿Adrian, estas bien?

Seguí llorando, metido en la tina, enredado en la sabana, realmente sintiendo el peso entero de los recuerdos, de ser lo que era... pensaba en eso, y quizas ahi estaba la respuesta.

Ser hijo de quien era, ser lo que era, nadie realmente podia amarme, nadie realmente deseaba quedarse conmigo, por mi, por la persona que era y dolia. Todos me querian para algo, placer o poder, y jamas por un verdadero sentimiento.

Escuche la voz de Dennis tras la puerta y me cubri totalmente con la sabana.

-Nada - murmure entre sollozos - Dejame...

Respiro profundo al escucuchar su voz, eso seguia recordandole a su hermano cuando pequeño y solia encerrarse despues de una rabieta, entoncea el debia sacarlo de cualquiera que fuese el sitio.

Tomo el pomulo de la puerta forzandolo entre sus dedos hasta que este se rompio y la puerta se abrio, entro mirando al chico hecho una bola en las sabanas y sin articular palabra lo tomo entre sus brazos y lo saco de alli colocandolo en la cama.

No me moví, yo solo sentía el movimiento en el cuarto y la suavidad de el colchón debajo de mi cuerpo, sin embargo no me moví, solo caí en una especie de posición fetal aun enredado en la sabana, sin dejar de llorar.

-Deberías irte - murmure después de un rato, cubriéndome la cabeza - No necesito mas de tu lastima... vete.

-¿Quien te tiene lastima? - respodio cerca de la cama - deberias dejar de tenerte lastima a ti mismo - dijo secamente dando unos pasos por la habitacion - pero si es lo que quieres - se dio la vuelta y comenzo a recoger su ropa del suelo - me ire - se coloco la camisa en silencio.

Me encoji mas en la cama, llorando desconsoladamente, cubriendome con la sabana que tenia impregnado su aroma.

- Estoy maldito - murmure, cubriendo mi cabeza, sin saber claramente por que habia dicho aquellas palabras, aun que era probable que fuera esa la razon por la cual nadie se quedaba conmigo. No podia negar mi herencia, no podia borrar el hecho de que era hijo de uno de los angeles caidos mas poderosos del mundo.