Let's go party tonight - Lutho

-Hey, tengo 19, no jodas -le dice, sonriendo y bajando la mirada. Me dejé estrechar por él y me recargué contra su pecho suspirando, con la mente en otro lugar. ¿Me gustaba esta vida? Era todo lo que conocía. Y debía, de alguna forma, conseguir que el apellido de la familia reviviera y regresara a ser parte de la élite, y no un simple recuerdo en el cementerio.

-Controla tus manos... -comenté, mirándole y viendo cómo tras él, un tipo nos miraba con atención. Cerré los ojos y besé su cuello, susurrando lo más bajo que pude-. Nos observan... Tenemos que partir... -quité mis brazos de su cuello y en un descuido, el brillo de mi pulsera con mi apellido grabado relució llamando la atención de Andy y la mía, así como la del tipo que estaba detrás. La palabra LINNANKIVI se veía clara y refulgente, como si brillara con orgullo propio, pero no tardé en ocultarla bajo la manga de la chamarra-. Mierda...

- Ya te dije que no te emociones - murmure en respuesta sintiendo moverse bajo mis dedos la tela de mi chamarra - Ademas no tienes de que preocuparte, no dijiste que tengo cara de gay - luego asenti - apoyo esa opcion, debemos irnos sin llamar mas la atencion.

Entonces su pulsera nos delato, ¡Demonios! La mire con un miirada asesina, cosas como esa no se llevaban como si nada por la calle y menos en una ciudad de ¡vampiros!. Por eso yo nisiquiera usaba el apellido de mi padre, solia usar el de mi madre que era carente de popularidad - A la otra te pones un letrero en rojo, de acuerdo? - dije sarcastiamente y volvi a pegarla a mi, enterrando mi cabeza entre su cuello, como si lo anterior no hubiera pasado - Quiza nos desoyen vivos si no vemos la forma de salir discretamente de aqui, acepto ideas - murmure solo paa ella - si cruzamos esa puerta ahora se nos aventaran encima - me pare y tire de ella hacia el baño como cualquier pareja que buscara intimidad - busca una salida.

Disimulada, muy disimuladamente, le di un golpe capaz de quitarle el aliento a cualquiera. Mi mirada asesina compitió con la suya, pero rápidamente me puse de pie y le seguí hacia el baño, sin mirar nunca hacia atrás. Luego le empujé dentro del baño de chicas y cerré la puerta, mirando a mi alrededor en busca de una ventana. La cual, para variar, tenía unos firmes barrotes de acero. Genial.

-No es culpa mía si no te enorgullece tu apellido -comenté, sobándome la muñeca con la pulsera, observándola mientras intentaba pensar en algo-. Deduzco que no traes encima balas de Colt cargadas con UV, ¿cierto? -Fruncí los labios, mirando al techo... hey...

Me aparté de la puerta cerrada y me metí a uno de los baños individuales. Me subí con cuidado al inodoro y con agilidad casi gatuna, conseguí subirme a la pared lateral y tocar el techo. Junto a una rendija de aire, la cual estaba sobrepuesta.

-Bueno, esto parece una buena via de escape improvisada -murmuré bajo, de modo que él pudiera escuchar. La quité con algunos golpes y vi la forma de meterme por ella; era difícil, pero no imposible-. Vamos, ¿qué esperas, amor? No hay tiempo para un polvo rápido -dije con tono sarcástico.

Hice un gesto cuando hablo de apellidos - Eso es algo muy dificil de explicar, no lo entenderias - si estaba orgulloso del apellido, quiza un tanto aturdido cuando habia llegado a esa ciudad, tal vez si las cosas hubieran sido diferentes semanas atras habria vuelto pero .... sacudi la cabeza, no era momento de pensar cosas asi.

- ¿Un cargador completo de beretta 92fs elite te sirve? - ese si que era un verdadero orgullo para mi, amaba esa arma - pero dudo que sea de mucha ayuda aqui, la mire escalar, estaba muy seguro que era mas chico que chica - Oh es una verdadera lastima para ti cariñito - tome su mano para subir hasta donde estaba mientras en la puerta sobana algunos ruidos extraños que luego se hicieron golpes - mejor nos vamos - murmure acomodandome en ese tubo estrecho - veamos, usas mi chamarra, si nos asesinanan sera por ti, gateo en un lugar donde hay polvo y quiza ratas ... ¿Planeas mas sorpresas en nuestra primera cita?

-No me digas que las ratas no te gustan, con lo bonitas y cariñosas que son -comenté con sarcasmo, jalando su mano para luego quitarme la mochila. A ver, mi ballesta tenía dos flechas. Hermoso. Bufé bajo y observé a mi alrededor buscando algún camino que nos condujera lejos de allí, a conciencia de que aquellos vampiros nos descubrirían pronto dado que escuchaban el latir de nuestros corazones.

-Vamos, piensa en algo Andy -le pedí con seriedad, sacando de mi bota mi navaja y empezando a gatear por lo que parecía, el camino hacia la salida. Arrastré de un tirón a Andy conmigo; estaba acostumbrada a esa clase de experiencias y escapadas, pero jamás había estado acompañada y ahora tenía que pensar por los dos, ya que tampoco se trataba de que dañaran a mi compañero.

Sin embargo, al doblar por aquel estrecho lugar...-. Mierda, sin salida -me quejé, mirando a mi alrededor. Desde allí podía escuchar el eco de las voces de aquellos vampiros, no sé cuántos, que nos perseguían, pero no perdí la calma-. Vuelve, hay que buscar otra rendija -le dije, empujándolo.

- Oh claro me encantan, no ves como estoy disfrutando de esto - fingi una sonrisa ironica cuando mencione eso, y segui caminado atras de ella hasta que se paro - Demonios - masculle - esto no es nada bueno.

Respire profundo, pensar necesitaba pensar, anque no quisiera debia recordar "esos dias". Cerre los ojos - Asi que la cosa va enserio - murmre cuando la presencia de aquellos vampiros me llego de pronto, si nos atrapaban estabamos en problemas con tan poco arsenal - Momento de ser el viejo yo - abri los ojos con una diferente, mas profunda y vacia, me aceruqe hasta donde estaba y de la chamarra saque mi viejo encendedor - Todo sistema de tuneles tiene un boquete por el que el aire que circula sale a la calle como medida de enfriamiento al propio sistema - prendi el encendedor esperando qe alguna rafaga de aire lo moviera y asi saber hacia donde ir - Bien es por aqui - señale un tunel adyacente a nosotros, pero antes saque el arma de mi bota y jale el cargador - Ojala sea el camino correcto, sigueme -.

Asentí escuchándole, ¡claro! Había olvidado aquella táctica. De hecho me sentía mucho más distraída de lo necesario, preocupándome tal vez más de lo necesario por que él estuviera bien. Suspiré bajo, después de todo, era un JonBenét, un tipo duro y un experto en la materia. Claro que no había nada de qué preocuparse, debía volver a centrarme en mí, en los sonidos, en mis pulsaciones... Igual que en los campos de hielo...

¡Crack! Un crujido... miré raro a Andy y antes de poder reaccionar o hacer algo, el espacio bajo nosotros cedió, seguramente debido al peso o a la fragilidad del techo. Caímos junto a un montón de escombro en lo que parecía ser una oficina, aunque con el polvo en mis ojos era difícil distinguir, además... estaba muy ocupada intentando quitarme de encima lo que en algún momento fue parte del techo-. ¿Andy? ¿Estás bien? -Pregunté, sin verlo. Hasta que ca+i en la cuenta de que su cuerpo había amortiguado mi caída.

Me quité de encima con toda la rapidez con que fui capaz, aguantando el dolor en todo mi cuerpo. A nuestro alrededor no parecía haber nadie, pero estaba segura de que nuestros nuevos amigos no tardarían en aparecer.

Seguimos avanzando y de pronto hubo un vacio, na ligera sensacion de caida o mas bien una caida, luego un golpe y luego un enorme peso sobre mi, solte un quejido y ella se levanto - Estoy bien, ¿Tu estas bien? - me levante sacuediendo el polvo que formaba nubes alrededor, toci un poco y busque mi arma entre los escombros, para volver a sostenerla - Bueno hora del plan B - me acerque hasta donde estaba y tome su rostro - ¿Segura que estas bien? ¿No tienes contusiones, golpes o daño alguno?

Parecia bien y al menos no fue una caida tan mala, examine el lugar - Creo que es la oficina de la bodega o algo asi, busca algo que podamos usar, los dueños de lugares de esta pinta siempre guardan armas de proteccion, no serviran de mucho pero cualqier ventaja es buena - me acerque a una ventana - ¿Que tan buena eres corriendo?

Me sorprendió su gesto de preocupación, nunca antes nadie se había preocupado porque me hiriera o me dañara. Por ello me quedé sin habla, más que por el hilillo de sangre que se deslizaba por su frente-. Andy... -me sentí mal, horriblemente mal. Por mi culpa se había hecho daño. Pasé mis dedos por su herida quitando aquel hilillo, para luego buscar entre los escombros mi puñal y mi mochila.

-Estoy bien, descuida -dije, mirando a mi alrededor. Me escocían los ojos y me dolía la mano derecha, pero debía concentrarme, recordar que el dolor es psicológico, controlar de nuevo el ritmo acelerado de mi corazón. Poco a poco conseguí volver a centrarme, cual máquina de matar, en mi objetivo.

Me acerqué a una de las esquinas del lugar y saqué lo que parecía ser una moderna ballesta, mucho mejor que la mía. Tras observar las puntas de las flechas pude deducir que era un arma en exclusiva para combatir a licántropos, pero podría servirnos al menos como una distracción-. Mira, un juguete nuevo -me acerqué a él viendo de nuevo aquel hilillo de sangre en su frente-. Si, corro muy rápido... estás sangrando -le dije, volviendo a pasar mis dedos para limpiarle-. ¿Te duele la cabeza? A ver, cuantos dedos ves.

Sonrei cuando encontro algo util - Bueno no creo que lo extrañen mucho, qiza no lo noten, sobre todo cuando su atencion sera el ese hoyote de arriba - sacudi mis pantalones y oi que dijo que sangraba, paso sus manos por mis rostro y luego hice yo lo mismo, senti n pequeño ardor en la frente - Estoy bien, he sangrado peor, no debes preocuparte mucho por mi, no es necesario - sonrei ligeramente - pero me serviria mucho si en esa mochila trajieras algo para cubrir la herida, la sangre los atraera mas rapido y no solo a los del bar.

Camine hasta la puerta pensando en esa idea - Quiza debamos tomar camino separados, asi me seguran a mi por la sangre y tu podras escapar, ¿Que opinas?

Lo miré mal cuando dijo aquello y le golpeé el hombro con el puño, no con fuerza, claro-. No seas idiota, lo que menos falta ahora es un chico que se cree héroe -le dije con una mueca, pues no me parecía anda bien que él se expusiera por salvarme a mí. Tampoco es que fuera la típica chica que con romperle una uña la derrotabas.

Sabía que en mi mochila, de momento, no traía nada que nos sirviera. Así que me desgarré buena parte de mis pantalones cortos, dejando bastante poco a la imaginación, y se la tendí para que cubriera su corte. Debía pensar rápido. Le pasé la nueva ballesta y saqué la mía de mi mochila -alabado sea el tamaño compacto-, cargándola con las dos únicas flechas con UV que me quedaban, y jalé a Andy de la manga.

-Ahora en serio, ¿qué tan bueno eres en el combate cuerpo a cuerpo? -Le pregunté, para luego darle una fuerte patada a la ventana destrozando el vidrio en cientos de pequeños pedazos. Por suerte aquella no tenía barrotes y daba a un callejón poco luminoso, pero era mucho mejor afuera que adentro. Jalé a mi compañero con fuerza y empecé a correr junto a él adentrándonos por aquella fría, oscura y húmeda calle, intentando captar algún mínimo sonido que me indicara que estaban cerca.

la mire desgarrar su ropa - Oye como que tienes complejo de nudista - sonrei y levante una ceja, aunque yo no iba tan lejos sin chamarra o cosa alguna en la mitad superior de mi cuerpo, sujete el pedazo de prenda a mi cabeza - Mira parezco rambo - y solte a reir.

Mire mi arma - Soy bastante bueno - respondi, habia prometido no disparar esa arma hasta encontrar un motivo, bueno mi vida y su vida eran un motivo o al menos una razon para hacer una excecion de momento, y ahora deseaba no haber dejado el resto de los cargadores en mi habitacion de la mansion Merchant - Me gusta el equipo que hacemos, pero es momento de ver si funcionamos bien - rompio la ventana y le segui, corriendo lo mas rapido que mis piernas me daban, no estaba tan de mal condicion.

De pronto algien salio frente a nosotros enmedio de la oscuridad, fue un autoreflejo de mi cuerpo, yo nisiquiera lo pense, levante el arma y dispare, un solo tiro pero certero, justo en la cien del vampiro, me descubri sorprendido de mi mismo.

"En el fondo siempre sere lo que era ... pase lo que pase".

Sacudi la cabeza, no era momento de esos tontos pensamientos - ¿Amigo o enemigo? - lo movi con el pie y ya no se movio - ¡Oups! - la mire - no podiamos detenernos a preguntarle verdad - trate de sonreir - Eso me da 100 puntos contra cero.

-Pues aprendí a sobrevivir así, te sorprendería lo que logra una mujer con poca ropa -comenté, sonriendo al verle, parecía estar bien. Creo que la más aturdida por el golpe era yo, y es que me había caído medio techo encima. Me detuve de golpe cuando aquella figura apareció frente a nosotros y estuve a punto de disparar, pero Andy se me adelantó con un tiro limpio y perfecto, ¡vaya! Pero si de verdad era bueno.

-¿100 puntos? No exageres -en ese momento vi una sombra lanzarse sobre nosotros desde el techo, y casi por inercia le di un fuerte empujón a mi compañero. El vampiro cayó sobre mí enseñando sus fauces, pero sólo eso era lo que necesitaba. Igual que en los fríos entrenamientos en Helsinki, entre los bosques, cuando liberaban vampiros y licántropos hambrientos para que me mataran... o yo a ellos.

No sabría decir específicamente qué había hecho, ya que simplemente lo hacía y ya, casi por mero instinto. La cosa es que con algunos hábiles movimientos, conseguí quitarme de encima a aquel tipo y en menos de un minuto su cabeza estaba a varios metros de su cuerpo y mis manos, teñidas en rojo sangre. Sí, yo era una máquina de matar y la pelea cuerpo a cuerpo era mi mayor fuerte.

-Pues, esto me da 200 puntos y la ventaja -comenté, observando a mi alrededor. Silencio-. Vamos, compañero. Si hay más, no tardarán en venir -comenté y empecé a correr nuevamente, a toda velocidad por aquel callejón hasta que desembocamos en una calle conocida. Las luces de los locales iluminaron mi rostro y tuve que retroceder cuando una pareja de chicos pasó demasiado cerca. Me miré las manos manchadas de rojo, necesitaba limpiarme rápido.

La mire de arriba a abajo - Quizá decida cambiar de sexo - sonreí - quizá así la vida me sea mas fácil - después de eso la mire contra aquel vampiro, para ser una chica en verdad era buena haciéndolo - ¿200? Eso es trampa - me queje mientras observaba a mi alrededor en busca de mas de ellos o en busca de alguna pista que dejase en el sitio y que revelara mi presencia, no iba a dejar que me encontrasen tan fácil.

Sujete el arma entre mis manos y en ese momento me di cuenta que estaba sonriendo por ese encuentro, por mi acertada acción y aniquilación del vampiro.

"No, Andy, no puedes estar extrañando esto" sacudí la cabeza, volví a mirar a la chica - Sera mejor no hacer mas ruido, hay toda una ciudad de vampiros que podrían destazarnos, hasta donde tengo entendido tu y yo somos los únicos cazadores de aquí - sin parar segui hablando con ella - Lutho, después de esto te agradecería que no le menciones a nadie que te topaste conmigo.

Claro, como si tuviera a alguien a quien contarle todo esto, todas mis aventuras y encuentros... "Alex" susurró mi mente, pero sabía que era imposible. Él sólo era un hombre que se había apiadado de mí al verme durmiendo bajo un puente. Sacudí la cabeza, prefería fingir demencia y decir que al menos alguien tendría de quien ocultar el secreto.

-Claro, seré discreta. Y tú jamás menciones que te encontraste con la última Linnankivi viva -comenté, suspirando. ¿Para qué ocultarlo más? Era obvio. La pulsera, la forma de luchar, cuerpo a cuerpo... no muchos cazadores tenían las habilidades natas que me habían sido heredadas a través de la sangre-. Y no te creas. Si te cambias de sexo, procura que la vida sea fácil, no tú -aconsejé, deteniéndome frente a un alto muro que nos cerraba el camino.

Del otro lado, estaba más que segura, venía la avenida principal y sus tiendas con luces de neón. Incluso se podía escuchar la cantidad de gente que aún a esas horas circulaba por el lugar entre bares y antros. Me giré y apoyé la espalda en la pared, recuperando parte del aliento y al mismo tiempo observando que nadie viniera a nosotros por la espalda. Parecía que, finalmente, estábamos a salvo-. ¡Menuda fiesta! -Comenté, mirando a Andy con una divertida sonrisa cargada de satisfacción-. Deberíamos repetir, esto estuvo genial.

- Oh eso esta sobre entendido, no soy alguien fácil, me gusta ser conquistado - solté una carcajada - La última Linnankivi y el último de lo tres hijos de la familia JonBenét - reí irónicamente - ¿Tienes idea de lo irónico que es esto? - levante una ceja - Así que ambos tenemos historias, creo que seria bastante interesante conocerlas, claro si es que quieres hacerlo.

Sonreí.

- ¿Qué se repita?¿Me estas invitando a salir? - pregunte fingiendo un ligero aire de pena - Seria un gusto, solo avísame cuando para venir bien preparado y con dos cambios de ropa - señale nuestro atuendo - Parecemos vagabundos, uno sexys vagabundos -

-Pues para una primera cita no estuvo nada mal, tomando en cuenta de que ambos estamos semidesnudos en un callejón olvidados del mundo -comenté, deslizándome por la pared y terminando sentada en el frío y sucio suelo, aspirando hondo y llenando de oxígeno mis pulmones. Estaba cansada, ahora que mi cuerpo se calmaba y la adrenalina dejaba de fluir por mis venas, lo sentía. ¿Cuántos vampiros había tenido que aniquilar en un solo día?

-Algún día podríamos hablar del pasado. No me parece mala idea -comenté, tomando y mano y jalándole fuertemente para que se sentara a mi lado-. ¿Sabes? Nuestro épico encuentro debería quedar grabado en los libros de historia. Es una lástima que ya nadie los lee -comenté, sonriendo y apretando ligeramente su hombro-. Me caes bien. En serio, deberíamos juntarnos algún día a charlar y cazar.

-Necesitamos otra ropa - me deje car recargado sobre la pared sintiendo los frios ladrillos golpear mi espalda - Seria genial charlar - pase mis manos por mi cara tallandome un poco los ojos - ya no soy un cazador, Lutho.

Me deje caer hasta sentarme como ella en el suelo - Estoy aqui por que escape - confese - hace un mes mas o menos llegue aqui - mire mi arma - solo la conservo por mera seguridad, sabes en un pricipio cuando te vi luchando con aquel cazador pense que te habain enviado por mi, ahora se que no fue asi - respire aliviado.

Medité sus palabras unos minutos en silencio, bajando la mirada de él y jugueteando con mis dedos. Yo también había huido, del pasado, de mis errores, pero ahora intentaba enmendarlos lo mejor que podía. Sabía lo difícil y doloroso que llegaba a ser, y en ese sentido lo entendía más de lo que él creía.

-Pues... créeme que mi trabajo suele ser más limpio. Si me hubieran enviado por ti, te habría sacado a rastras de tu cama sin que te dieras cuenta -comenté en broma, intentando quitarle peso al asunto. Aún así, no podía dejar de no colocar mi mano sobre su hombro y apretarlo suavemente en señal de apoyo, dedicándole una comprensiva sonrisa-. En todo caso, ha sido un honor tenerte de compañero al menos esta noche.

Suspiré y luego me puse de pie, ya el aire se llenaba de innecesarios sentimentalismos. Me estiré felinamente y observé su ropa y luego la mía-. Entonces no tenemos dinero, ni ropa. ¿Alguna idea? Yo propongo ir a donde vivo, tampoco saben quién soy ni lo que hago, y es un lugar acogedor y discreto.

Suspire recargando mi cabeza en la pared, sintiendo por primera vez el frio proveniente de la pared - Me alegra qe no hayas sido tu, por que yo te hubiera tenido que metener un tiro en la cabeza apenas notara tus intenciones - lo dije serio y luego no pude evitar soltar a reir.

- Eres my buena es esto, me hubiera gustado conocerte antes, quiza hubieramos sido compañeros varias veces, y bueno ... uno nunca sabe cuando se necesite usar estas cosas - levante el arma y la pase de una mano a otra deslizando mis dedos por todo el frio metal.

- ¿Hey tu vives aqui? - pregunte mirandola de golpe, hasta donde yo sabia era el unico cazador de la ciudad - ¿donde?

-Igual, si algún día quieres volver al "negocio familiar", puedes llamarme, me agradó tener un compañero sobre quien aterrizar -sonreí angelicalmente, para luego tomarle de la muñeca y jalarle para que también se pusiera de pie-. A pues, de vivir, vivir... digamos que estoy de paso -rodé los ojos y pasé los dedos por su arma, observándola-. ¿Conoces el Hospital St. Albert? Es un buen lugar si no tienes hogar, comida ni apellido. Muchos indigentes van allí. El dueño es algo así como un filántropo moderno que nadie conoce.

Empecé a caminar alrededor de aquel estrecho espacio, observando alguna forma de escalar aquella alta pared. Ni loca pensaba volver sobre mis pasos, quién sabía cuántos vampiros más nos estarían buscando con ganas de hacernos papilla-. ¿Y tú vives en...? No me digas que bajo un puente, o donde te lleve la vida. También me gustaría visitarte un día de estos e invitarte un trago... "amorcito" -reí divertida sin poder evitarlo, deteniéndome y cruzando mis brazos. Luego, tomando vuelo, de un salto me subí a una pila de cajas y dándome impulso en la pared, conseguí llegar arriba del muro.

- Lo tendre en cuenta - sonrei poniendome en pie - y si lo conozco, ya casi conozco esta ciudad por completo, pero bueno ese detalle no lo sabia, pero es bueno tnerlo en cuenta, tal vez algun dia lo necesite.

No supe que contestarle, ¿Que vivia con el dueño de la ciudad? Bueno eso no seria tan grave comparado al hecho de que era un vampiro, ademas si me preguntaba por que vivia con el no sabria que responder, por qe ni yo lo sabia.

- Esa es informacion es confidencial - sonrei pasando mi mano por su cabeza revolviendo su cabello - si me invitas unos tragos al vez te lo diga, lo ultimo que quiero es que alguien se meta a sacarme de mi cama - bromee y solte a reir

-Si tuviera dinero aquí y ahora, te invitaría. Créeme, no eres el único con sed -comenté, riendo al imaginar su cara de trasnochado al sacarle de la cama en pleno sueño-. Vamos, señor confidencial. Mejor movernos si no queremos que nuestros amigos nos encuentren.

Observé al otro lado de la muralla para asegurarme de que no me las daría con ninguna caja u objeto demasiado duro y luego salté. No era una caída demasiado alta y apenas perdí el equilibrio al caer de pie-. Andy, ven. Salta y yo te atrapo! -le llamé desde el otro lado, sonriendo de lado y un tanto divertida por la situación.

Solte a reir para luego hacer lo mismo que ella, salte la muralla quedandome sentado sobre el borde mirandola - hey! por si no los has notado la chica aqui eres tu, tu si tienes algo que yo no y que por cierto salta a simple vista - brinque hasta donde ella estaba callendo a unos cuantos pasos a su lado, girando para ver la altura de esa pared - Vaya yo crei que ya no tenia condicion.

- Oye tengo una idea, somos dos chicos super sexys y semisdesnudos que bien podrian enrredarse y ligarse al dueño de alguna tienda por alcohol de camino a tu casa ¿no? Si le gustan las chicas bien podrias hacerle ojitos pero si me prefiere a mi que no lo culparia pues ... por alcohol le doy un besito - solte a reir

-Yo sólo decía, tu delicada apariencia me da la impresión de que en cualquier momento podrías romperte -sonreí de lado y me colgué de su brazo, escuchándole y riendo sin poderlo evitar. Me hacían gracia sus comentarios e ideas, aunque era lo mejor que había escuchado en toda la noche.

-Vale, miss universo. Aunque no sé, preferiría ir directamente de cacería, si sabes a lo que me refiero -le guiñé un ojo y me arreglé un poco el sujetador y la chaqueta-. Sé de algunos antros en donde, si sabes con quien ligar, puedes conseguir lo que quieras. Podríamos tener una noche divertida si cazamos a uno de esos tipos con dinero eterno, además de que tendremos todo asegurado -le piqué un costado cuando acabé mi perorata, buscándole las cosquillas, sólo por molestarle un poco.