Let's go party tonight - Lutho

Rei ligeramente - Wow gracias si algun dia regreso te voy a dar un aumento. Y Bueno tengo entendido que me parezco a mi madre mas que a mi padre, cosa que no podria asegurar puesto que nunca la conoci ni en fotografias - cierto tono melancolico salio de mi. Suspire un segundo antes de volver a nuestra conversacion - Mas bien eres afortunada de estar viva, y le tienes mucha lealtad a tu familia por la forma en que te aferras a tu pulsera - y yo habia regalado el anillo de mi familia - ¿los conociste?

-Mas te vale que sea un aumento decente -comenté riendo ligeramente, aunque no con muchas ganas, el recuerdo de mi familia se me hacía doloroso y amargo. Guardé silencio cuando dijo lo de su madre y observé mi botella, sin pensar en nada realmente.

-No sé si se llama fortuna... -suspiré pesado y me puse de pie con la botella en la mano, me aferraba a ella como si en cualquier momento alguien pudiera quitármela o como si mi vida dependiera de no soltarla y seguir bebiendo-. El jefe del clan era Timo Linnankivi. Era el cazador más fiero y rudo que he conocido, muy exigente y perfeccionista... El mejor padre que ha existido... tenía 16 años cuando los exterminaron a todos. No puedo negar que los extraño mucho... a veces desearía que mamá siguiera conmigo -suspiré y di un largo trago a la botella, para luego, sin soltarla, subir de un salto al respaldo del sofá más cercano y hacer equilibrios, mientras reía amargamente-. Cuando niña, soñaba con manejar la espada como mi padre -hice algunos movimientos con mis brazos simulando tener una espada en la mano y dar estocadas-.

Sonrei por la forma en que hablaba de su familia, en como actuaba.

- Habia escuchado algo de tu familia - tome un trago largo - pensé que todos habían muerto, así que realmente encontrarte fue algo bastante extraño, realmente me hubiera gustado que alguien me dijera que por lo menos uno de ellos estaba vivo, bueno eso solo demuestra que en mi familia yo soy el ultimo en enterarse de las cosas, así que como veras mi circulo familiar no es tan perfecto como todos creen.

Volví a beber - De haberte conocido antes de seguro que ya nos habríamos metido en dos que tres problemas más interesantes que el de hoy y de seguro, hey si algún día vuelvo hagamos algo así en Londres, ¿te parece?

-De hecho, sólo tu hermano sabe que sigo con vida. Iba a correrme de la Hermandad, pero entonces me comprometí a ser útil... Y prometí volver a reestablecer el honor de mi familia -comenté, bajando del sofá y mirándole fijamente, una mirada triste, cansada y una sonrisa rota. Sentí repentinas ganas de llorar por el enorme peso que tenía sobre mis hombros, pero eso era cosas de niñas, y yo ya me consideraba una mujer. Además, mi padre odiaba que yo llorara.

-Sería divertido, hace mucho que no voy a Londres. Solía pasar a menudo por la Talamasca para que arreglaran mis guantes -observé mis manos aún enguantadas, era un milagro que aquellos negros guantes siguieran casi en perfecto estado, o tal vez, debería agradecérselo a la magia que había en ellos. Bebí el resto de la lata de un largo trago y me senté otra vez junto a Andy, más bien, me recosté a su lado, sobre la cama, mirando el techo-. Hubieramos hecho un buen equipo, ¿no crees?

- Dennis correría hasta a cualquiera, hasta para a mi, de hecho me parece bastante extraño que no lo hubiera hecho ya - reí ligeramente - así que descuida - me encogí de hombros.

- ¡Hey! ¿Como que hubiéramos? Lo somos - dije con orgullo - no me digas que ya te olvidaste de todo lo de esta noche, la verdad es que yo creo que cosas como estas las hubiéramos hecho por aquellos lugares, después de todo soy la vergüenza de la familia - bebí un poco mas - sabes que es gracioso, que puede que dadas las circunstancias quizá él te hubiera contemplado para comprometerme contigo - solté a reír - ¿te imaginas? hubieras sacado la lotería - golpee su hombro para completar la broma

-Por como lo describes... Sabes que aún puede comprometernos ¿no? Y si lo hace sería genial, crearíamos nuestra propia y loca organización de cazadores... con juegos de azar y mujerzuelas jajajaja -me eché a reír divertida por la mera idea, golpeando su hombro levemente imitando su gesto.

Luego me levanté de un brinco con renovada energía y ánimos y fui por la botella de champán, pues aún quedaba parte de su contenido el cual bebí de golpe con un largo sorbo, delicioso. 

-De hecho, tal vez incluso seamos mucho mejores que Dennis, y él sólo nos tiene envidia. Además, con los guapos y tiernos que somos...

-Si lo se - sonreí - aun puede pero tu idea no suena tan mal pero .... ¿Hey sabes que seria mas genial? Que también le metiéramos hombrezuelos - solté a reír - seria como una utopía de alcohol .... ¡Alcohol, Alcohol Everywhere!

Viéndolo desde ese punto de vista mi vida no seria tan aburrida, esa chica era como un yo elevado a la décima potencia.

- No te lo acabes sola - me queje - mirándola beber - aun no nos casamos y ya estas siendo abusiva conmigo?

Casi escupo todo lo que tenía en la boca de la risa que me dio su comentario, aunque si lo pensaba bien, sería la utopía perfecta, con alcohol gratis, mujeres y hombres guapos y Andy y yo ahí de anfitriones, haciendo el idiota jajaja... Creo que, definitivamente, ambos estábamos locos.

-Pues, dejaré de ser abusiva en cuanto tenga mi noche de bodas como la gente -sonreí de lado sacándole la lengua, bebiendo un último y largo trago antes de acercarme botella en mano, contoneándola frente a él. Quedaba apenas para un sorbo-. ¿Quieres lo último que queda? -Le pregunté con una inocente sonrisa, y de verdad, juro que mi intención más pura y santa era entregarle la botella... hasta que se me ocurrió una mejor idea, y sin dejarle responder, me llevé la botella a los labios y vacié su contenido, para luego, en un rápido movimiento, tomarlo por la barbilla y besarle profundamente, pasando el líquido de mi boca a la suya.

- No puede haber noche de bodas sin bendición de un cura ¿Que no te sabes el orden de las cosas? - me queje cuando la vi avanzando para darme la botella, pero justo cuando iba a responderle sus labios se pegaron a los míos y el amargo liquido corrió de ellos hasta los míos pasando de largo por mi garganta,eso ya lo habia hecho antes pero no con una chica, era extraño, diferente.

- ¿Que fue eso? - murmure cuando aquello termino.

-Ehm, en algunas partes del mundo le llaman "beso", aunque hay quien cree que es un medio de reproducción alienígena -respondí con una enorme sonrisa burlona, apartándome y relamiéndome los labios, llevándome su agradable sabor.

Me alejé en busca de una botella de JD y nada más abrirla, le di un largo sorbo, regresando a sentarme a la cama a su lado y tendiéndosela para luego, recostarme estirada sobre la misma, mirando el techo, con una sonrisa de suficiencia.

- Oh por dios metiste tus huevesillos alienígenas en mi, ahora tus embriones crecen en mi, debo sacarlos – bromee tocándome el vientre antes de soltar a reir - Se lo que es un beso Lutho.

Me acosté a su lado mirando el techo con las manos en el vientre – No recuerdo cuando fue la ultima vez que hice algo asi de loco, gracias – la mire de reojo – esto es lo que necesitaba – cerré los ojos – a veces es bueno olvidarse de que existen los problemas – respire profundo – Espero que te quedes mucho tiempo en esta ciudad, asi podríamos tener mas noches asi. ¿Planeas quedarte? ¿O vas a irte pronto?

-Hey! ¿Qué tienes en contra de los alienígenas? -Bromeé también, riendo divertida mientras él se recostaba a mi lado. Escuché sus palabras y sonreí mirando el techo, sintiéndome bien conmigo misma por haber conseguido liberar a alguien de sus problemas al menos por unas cuantas horas. Sí, era algo realmente divertido la verdad, correr por ahí, intentando huir de depredadores y demostrando que los humanos aún teníamos lo nuestro. 

-La verdad no lo sé... Me gustaría quedarme, ya que hice un buen amigo y bueno, aquí tengo a mi padrino... si es que así puedo llamarlo... -comenté, cerrando los ojos y respirando profundamente-. Pero tengo responsabilidades, y estoy bajo el absoluto mando de tu hermano... Me gustaría poder huir de mi vida, por algo más que un par de horas.

Segui mirando al techo - Si - respondi - todo es del maldito de Dennis, algun dia alguien debería patearle su engreído trasero - sonrei - y me gustaria verlo, pagaría por verlo.

Suspire.

- No se tu pero yo en verdad no planeo volver - gire la cabeza para verla - ya no podría hacerlo ¿Tu por que te quedas? No tienes pinta d ser alguien que se adaote a las normas  como los demas subordinados ¿Por que quedarte?¿Que te retiene a salir corriendo a ser tan libre como creo que lo eres?

-Dame cien dólares y le pateo el trasero en un parpadeo, con asientos en primera fila para ti -comenté, cerrando los ojos ante sus siguientes palabras y sintiendo algo similar a cuando una bala entra en tu cuerpo. O más bien, como cuando de niña me enterré en el vientre una estalactita de hielo de unos diez centímetros. 

Guardé silencio por unos momentos, sentía que perdía seguridad en mi voz y claro, es normal cuando te hacen preguntas de ese tipo. Me giré a verle con un atisbo de sonrisa algo triste y quise comentarle a Andy que era cruel por hacer preguntas de ese tipo, pero en lugar de eso, solté un suspiro y me acomodé un poco mejor en la cama.

-¿Sabes? Como que se nos va acabando el alcohol y ya me dio hambre. Deberíamos pedir servicio a la habitación...

- Te daré el doble - sonreí - quizá el triple.

Sentí su movimiento sobre la cama y segundos después me le uní al frotarme contra la cama, vaya que el hombre no había reparado en gastos esa noche

- Pues hagamoslo, el hombre al que casi matas de todas formas va a apagar, puedes pedir el bar completo y lo que no nos acabemos lo metemos a tu mochila como botín de guerra -  Mire su rostro unos instantes - ¿Lutho, te haz enamorado alguna vez?

-Vale, acepto tu oferta, sólo efectivo y al contado -si de todas formas ya estaba condenada, no me molestaba ir y patearle el trasero a Dennis por una buena suma de dinero con la cual poder retirarme tranquilamente a vivir al mismo centro del ártico una vez la Orden haya acabado conmigo y eso en caso de salir con vida... Supongo que valía la pena, mucho mejor que mi actual estilo de vida...

-¿Sabes? Al demonio, pediré algo de comer, que me suenan las tripas del hambre -casi que medio interrumpí su pregunta y fingiendo bastante demencia al respecto, me levanté de un salto y casi que huí hacia el citófono, llamando a recepción. Por suerte para mí contestaron de inmediato, y con mi voz más inocente, suave y "ebria", pedí una buena cantidad de comida y alcohol como para seguir la fiesta junto al que pagaría todo aquello. 

Tras colgar, aspiré aire profundamente llenándome del todo los pulmones y me giré a enfrentar aquella pregunta que dejara sin respuesta. Observé al tipo en el suelo...-. Hay que moverlo y dejarlo sobre la cama, que los empleados no sospechen -comenté, dirigiéndome hacia el cuerpo inerte del tipo dormido y tomándolo de las piernas, comenzando a arrastrarlo hacia la cama sin el menor cuidado.

Parpadee un momento - whooo ¡te atrape! evadiste mi pregunta - sonreí señalándola con el dedo - eso lo tomare como un si y que no quieres contarme de ello.

Mire sus reacciones cuando siguió hablando - Bueno si el hombre va a pagar - puse mi pie cerca del cuerpo inerte - ademas no creo que nos hubiera negado nada - le guiñe el ojo.

Le ayude tomándole por los brazos para subirlo a la cama, después de todo no íbamos a dejarlo alli, supongo - ¿Crees que después debamos quitarle la ropa para hacerlo mas real para el?

Le saqué la lengua cuando dijo que evadí su pregunta y aquello de que no quería hablar del tema... ¿acaso Andy era también adivino? Por mí mejor, no quería recordar esas cosas, ni que me importaran, ni tener que fingir que aún no lo hacían. 

-Pues de seguro nos hubiera regalado el cielo si hubiera podido, somos unos amores de personas, ¿no crees? -le pregunté con una sonrisa sarcástica, terminando de acomodarlo sobre la cama y observándole como si fuera un mueble más del decorado.

-Pues... yo diría que sí, lo mejor es hacerlo lo más real posible para que no nos busque, ya conoce nuestros rostros después de todo -comenté, cruzándome de brazos y mirando a Andy-. ¿De verdad jamás habías hecho nada como esto antes?

- No era mi tipo de todas formas - dije mirándolo dormir - ¿A que te refieres? ¿A dormir con hombres, a engañarlos para tener cosas gratis o a drogar gente? - suspire - he hecho lo primero y lo ultimo, lo de en medio es la primera vez, oye ¿Que tan creible deberiamos hacer esto? Si se supone que le hicimos el favorsito aparte de desnudarlo hay que revolver la cama, las almohadas y de minimo regar condones a diestra y siniestra por el cuarto... digo es lo mas comun ¿no?

-Ni mi tipo tampoco... -comenté ecuchándole y dedicándole una larga mirada cuando señaló que había drogado gente y dormido con hombres antes. Luego desvié el rostro y tras unos instantes me dirigí al sofá, desparramándome en él de la forma más "señorita" que podía.

-Déjamelo a mí, no es tan difícil como crees. Primero tendrá una ligera amnesia, luego un dolor de cabeza de puta madre... estará confundido, y creerá lo que le digamos -murmuré mirando al hombre dormido, pensando en la de veces que había usado esa droga, en la de veces que había sido usada en mí y en la de veces que mi padre me había explicado su procedencia. 

-Es fácil -levanté la voz volviendo a la realidad, mirando esta vez a Andy-. Por la mañana nos desnudamos y nos metemos en la cama, si hasta nos podemos pegar una siestecita en lo que despierta. Y el dolor de cabeza será tan grande, que créeme, no querrá ni pensar en tocarnos... lo digo por experiencia. Y con el desmadre de botellas que dejaremos... s quieres riegas condones por allí...

- Vaya que lo tienes bien pensado todo que me estas aterrando - recogí la botella vacía del suelo para cerciorarme que ya no le saliera ni una gota mas, antes de volver a dejarla en el suelo - pero me parece perfecto y ehhhhmmm traes condones? ¿por que esas cosas las suelen traer las mujeres no?  ..... por que yo no uso eso.

Me senté en el suelo jalando conmigo el teléfono - Vas a querer comer?

-Ya llamé por comida, cerebrito -me reí ligeramente, negando con la cabeza a su pregunta de los condones, pues yo realmente... como que era bien bruta para mis cosas y en realidad, en mis planes de hoy no tenía contemplado el acostarme con nadie, así que tampoco anda preparada. 

-Supongo que nuestro amigo tendrá algunos en su billetera, ¿no? -Sugerí, levantándome pesadamente y revisando la billetera en busca de cualquier objeto "robable". Resultado: Tres condones, una identificación con datos no muy interesantes, tarjetas de crédito que no necesitaba y algunas fotografías de dos niños, seguramente sus hijos o algo.

-Bueno, supongo que habrá que improvisar -comenté dejando todo en su lugar y lanzándole los condones a Andy-. ¿Qué dices? ¿Los inflas con agua o los usamos para cosas más interesantes? -Sugerí guiñándole un ojo, coquetamente, y acercándome a él con movimientos sugerentes, a sabiendas de que mi nuevo amigo era demasiado gay para caer en mis tonterías.

- Tu pediste comida - respondí - yo voy a pedir mas alcohol y todo el carrito de postres - ahora yo le saque la lengua mientras ella se acercaba nuevamente al hombre - Como que se te da eso de revisar billeteras, deja ver si aun tengo la mía - tantee mi bolsillo trasero - así aquí esta.

Cuando lanzo los paquetes hacia a mi trate de atraparlos todos pero dos resbalaron de mis manos - ¿Y estas se supone que van allí? - mire hacia mis pantalones - Que intenso - luego la mire acercarse - en cosas mas interesantes - correspondí imitando su guiño - ¿Y el sexo con mujeres es bueno?

-Vale, desde ahora eres algo así como un semidios por haber pedido postres -reí deteniéndome frente a él, casi que con pose de diva seductora, actuando como toda una mujer debería. O sea, todo lo contrario de a cómo actuaba siempre.

-Pues vaya que sí es bueno, pero, ¿no quieres averiguarlo por ti mismo? -sugerí, sentándome sobre sus piernas y pasando mis manos por su pecho, hasta detenerme sobre el borde de sus pantalones-. Aún podemos terminar de pasarla bien esta noche y ambos vamos ebrios... suena perfecto -ronroneé, acercándome a lamer su cuello y dejándole una mordida.

Una de mis manos la había pasado por su cintura y otra por su cuello, y en esa posición, aprisionándolo como lo tenía, era sencillo jugar un poco... así que lo jalé de los cabellos dándole un largo beso, a la vez que mi otra mano... 

-¡BINGO! -Exclamé separándome abrúptamente de él, enseñando mi nuevo trofeo: su billetera-. Veamos qué secretos esconde mi nuevo amigo Andy en su billetera jmjmjmj

Me quede helado cuando ella se acerco de esa forma tan intima, no me moví por la simple razón de que no sabia que hacer, en otra situación quizá hubiera tomado las ventajas que eso llevaba pero lo único que hice, fue tragar saliva ridícula y estúpidamente.

Me sentí aliviado cuando se alejo de mi pero solo un segundo después reaccione - ¡Hey, Eso es mio! - trate de alcanzarla-¡Regresamela! - comencé a seguirla por la habitacion - ¡Regresamela!