Ashtray Heart -Priv

ME puse de pie con demaciado esfuerzo, moviendome de forma lenta, pesada hasta llegar al balcon, dejando que el frio viento me desentumesiera, era extraña la sensacion fria en un cuerpo aun mas frio, pero el tener a Louis cerca y de la misma forma, era demaciada tentacion.

-Me gustaria que usaras mas ropa si vas a salir al balcon - dije en un ligero ataque de celos, no queria que nadie mas lo viera asi.

-¿Más ropa? No, lo que quiero es refrescarme con el aire frío -respondí, jalándolo conmigo hacia afuera, sin preocuparme por nuestra mutua desnudez. El viento frío efectivamente era refrescante, lo que más me gustaba de la noche. La vista desde allí era hermosa.

-Debimos quedarnos en la playa -suspiré, mirándole con un falso puchero-, así hubiéramos podido bañarnos en las aguas del mar...

-Podemos bañarnos en la tin, es demaciado amplia para que quepamos los dos - dije enfuruñado, mientras me colocaba los pantalones y me hechaba hacia atras el pelo. Camine hasta el, enrredandolo con la toalla que llevaba en mano, estrechandolo contra mi.

-No quiero que nadie te vea... tu eres mio, solo mio.

- ¿Ahora soy tuyo, mon amour? -Le pregunté con suavidad, manteniendo una suave sonrisa. Pasé las manos por su cintura y me dejé envolver por la toalla, pegándome luego a su pecho y suspirando sobre su cuello antes de lamerlo.

-Vale, vamos a la tina... Con la condición de que me laves el cabello -ronroneé para luego morder suavemente su cuello aunque sin sacarle sangre, sólo jugando un poco con su blanca piel.

Gemi ligeramente, al sentir sus dientes en mi piel, si soltarlo, tire de el hasta la bañera.

-Deberias tener en cuenta que siempre has sido mio, desde el incio - indique y me meti al cuarto de baño usando mis dones naturales para abrir las llaves del agua, hasta que esta estuvo templada. - Entremos - dije y me meti dentro de la bañera, dejando que el agua caliente me calentara, que quitara esa ligera capa de hielo que parecia siempre llevar.

-Permíteme discrepar, querido mio -dije entrando en la tina, notando el agua caliente desentumecer mi piel y haciéndome estremecer-. Hace casi un siglo que no te pertenezco -tras decir esto me pegué a su pecho, dejando sobre éste suaves besos y caricias, además de algunas lamidas. El sabor de su piel me traía cientos de recuerdos, pero no todos eran sobre él y por supuesto, no todos eran agradables. Agradecí que no pudiera ver en mi mente, que no supiera lo que me había pasado, que no viera lo cambiado que estaba.

-A veces creo que eres tú quien me pertenece, y no al revés. Después de todo, siempre regresas a mi... -ronroneé, deslizando mis manos hasta su cintura, bajando hasta sus caderas, hasta su miembro... el cual acaricié de forma lasciva mientras mordisqueaba su pecho.

Cerre los ojos ligeramente, disfrutando de sus caricias, ronroneando como un enorme gato, moviendome a penas mientras me dejaba llevar por el sonido meloso de su voz.

-No estes tan seguro de lo que dices - murmure gimiendo de forma ligera al sentir su mano tocarme de aquella forma - Hay muchas cosas que desconoces de mi.

-Estamos en igualdad de condiciones ahora, tu tampoco me conoces -comenté en voz baja, suspirando pesado y apartándome de él, recargando la espalda en el borde de la tina y cerrando los ojos.

Tras unos instantes de relajarme, volví a mirarle y estiré una mano hacia él-. Ven, prometiste lavar mis cabellos. Antes no tenía que pedírtelo para que lo hicieras... Extraño esos tiempos, a veces.