Puntualidad inglesa [Privado Talbot]

David tuvo que adelantarse a los hermanos, debía presentar los informes de forma personal a la Talamasca, siendo uno de los agentes de campo que más riesgos corría, se valoraba sobre todo la opinión personal de Talbot. Eran sobre todo perfiles sicológicos y de pontencial de los sujetos, a la Talamasca le interesaba sobre todo poder prever los posibles movimientos de aquellos que eran sometidos a observación asi como sus habilidades, en ficheros escritos e informatizados, los demonios tenían apenas idea de todo lo que sabía la Talamasca sobre ellos, era más, mucho de ellos infravolaraban hasta donde llegaba aquella basta red que incluía a los propios miembros, no todos eran sujetos dignos de confianza y la Talamasca lo sabía. David también tuvo que informar sobre Cassel pero omitió el hecho que entre ambos se había establecido una ralación muy personal, eso no era asunto de la Talamasca, lo que ocurriera entre ellos dos era algo se su intimidad, ya le había entregado demasiado a la organización.

Luego regresó a la mansión Talbot para preparar las habitaciones, David tenía un personal trabajando para él pero solamente un mayordomo llamado Richard que estaba al corriente de la naturaleza de David desde hacía cuarenta años, llevaba mucho a su servicio y era el típìco mayordomo inglés. David le puso al corriente de los dos invitados que se alojarian en la casa con él. Esperaba con anhelo volver a ver a Vittorio aunque le costó que aceptara que pagara los billetes en clase VIP, de hecho fue una discusión bastante larga porque su compañero era tozudo pero David no reculó, tenía dinero, nunca fue derrochador aunque si le gustaba las comodidades y ahora deseaba gasta con todo el gusto en Cassel y Julia.

Aquella noche se vistió sobriamente, con un abrigo largo oscuro, pantalones grises de pinza y camisa blanca pero sin corbata en esta ocasión, se peinó y se miró al espejo, presentaba un aspecto impoluto, pulcro pero no excesivamente formal. Richard lo llevó al aeoropuesto mientras David miraba su relojo, llegaría puntual como era su costumbre. Hasta que no estuvo dentro no se percató por los paneles que el vuelo iba con retraso, de hecho mucho retraso. Suspiró y se acomodó en uno de los asientos que daba a las pistas de aterrizaje, armándose de paciencia, comprando una revista para ojearla. Londres estaba renaciendo, en parte, sobre todo, a al influencia de la propia Talamasca que operaba a diferentes niveles, parecía que la ciudad iba recuperando su pulso.

Dos horas después, escuchó por megafonía que estaba aterrizando el vuelo procedente de los Ángeles, se puso en pie, sonriendo sin darse cuenta y se dirigió a la sala donde estaban dispuestas las cintas de recogida de las maletas que se descargaban, tuvo que esperar para que le permitieran pasar aunque hizo algo de trampas, usó su influencia mental para que el agente de seguridad le diera paso. Las puertas autómaticas se abrieron dando paso a su alta figura, sus ojos dorados buscaron entre las ochenta personas que habrían allí y los localizó, se abrió paso con suavidad para llegar hasta ellos.

-Bienvenidos a Londres-sonrió, primero abrazó suavemente a Julia que se colgó a su cuello como una niña pequeña y luego se giró hacia el hombre del cual estaba enamorado-Bienvenido.-estiró sus brazos y lo atrajo hacia su cuerpo, abrazándolo, apretando su mejilla contra la suya, inspiró su aorma y cerró los ojos...lo había echado de menos, mucho y solo estuvieron unos días separados. Se separó y vio que ya tenían las maletas, se inclinó las cogió con facilidad-vamos.

Los guió fuera del aeropuerto hacia el mercedes negro que esperaba, Richard se bajó y se inclinó ante ellos-Bienvenidos, señores. Soy Richar. Permítame señor-cogió las maletas y las colocó en el maletero, luego les abrió las puertas y lo tres se acomodaron. Richard arrancó hacia la mansión Talbot.

David estaba sentado al lado de Cassel-¿Qué tal el viaje?

David sonrió cuando Cassel lo cogió de la barbilla y viró su rostro para besarlo en la boca, cerró los ojos y se entregó a aquel contacto de sus labios ahora que se encontraban en la intimidad del auto, suspiró contra su boca y tuvo que controlarse para que sus manos no acariciaran todo el cuerpo de Vittorio en ese momento, ardía en deseos de volver a abrazarlo desnudo en una cama pero su compañero estaba cansado y su hermana compartía asiento con ellos en ese mismo momento, no era adecuado comenzar un acercamiento erótico. Abrió los ojos cuando se apartó solo un poco para a continuación recostarse como lo haría un niñó contra su hombro. Alzó las cejas cuando sintió que se relajaba rápidamente, se quedó dormido en apenas un minuto, parecía que Cassel estaba dotado para eso, como los soldados, capaces de descansar en caulquiera situación para luego seguir adelante.

-Mis propiedades están a las afueras de Londres pero llegaremos enseguida...-ladeó el rostro hacia ella-¿Sabes conducir, Julia? puedes disponer de Richard cuanto quieras pero estoy seguro que te gustaría cierta indidependencia para desplazarte por Londres de dia y a tu antojo-Davíd no podría estar con ellos a todas horas y deseaba que los hermanos hicieran un poco de turismo cuando hacia sol que era cuando existía mas segurida, después de todo, Londres, era la ciudad de la sede de la Talamasca y habían criaturas sobrenaturales rondando sus calles.

El coche se desvió por una carretera secundaria que atravesaba una verde campiña, el camino estaba iluminado por farolas cada trescientos metros hasta que llegaron a las pueras de la mansión Talbot-Bienvenida, Julia.-bajó sus dorados ojos para contemplar el rostro dormido de Cassel-me parece que mejor lo meto directamente en la cama-su tono era dulce. Cuando la puerta fue abierta, cogió con delicadeza a Cassel en brazo y lo alzó como si no pesara nada, saliendo del auto. Richar cogió las maletas y subieron los escalones a la hermosa entrada principal.

-Richard, por favor. ¿Puedes llevar a Julia hasta su habitación para que pueda ducharse y descansar?-el mayordomo asintió y se inclinó ante Julia.

-Por aquí, señorita.

David subió los escalones para llevar a Cassel a la segunda planta, al dormitorio que era suyo. Entró y lo depositó en la amplia cama, viendo su cara de tonto porque parecía que estaba teniendo un buen sueño. Le despojó de los zapatos y de los calcetines, luego le bajó suavemente los pantalones para doblarlos y depositarlos sobre el respaldo de un sillon, luego sus dedos se posaron sobre el pectoral de Casse y fue desabotonando su bluca mientras lo observaba con sus aureos ojos, se inclinó y besó sus labios, terminando de abrirle la camisa-¿crees que debería quitarte los calzoncillos?-sonrió-mejor no..evitemos tentaciones, no quisiera aprovecharme de ti mientras descansas.

David se rió suavemente cuando Cassel actuó de esa forma posesiva y mimosa, reclamandole como si fuera un gatito, notaba que arrastraba las palabras debidas al intenso cansacio al contrario que Julia, era y siempre sería un cabezota empedernido, acostumbrado a hacer las cosas a su manera a pesar de todo. Suspiró cuando le pedió aquello, no lo esperaba, que le solicitara que se alimentara de él, David lo encontraba enormente satisfactorio aunque procuraba que las ingestas de sangre con Cassel fueran algo alternado aunque inevitablemente, cuando tenían sexo, bebía de él como una parte más del acto que los disparaba a ambos a otra dimensión mientras sus cuerpos se consumían en el placer del orgasmo.

-De acuerdo, Vittorio-David no iba a regatear ni negarse, llevaba más de una semana sin alimentarse desde que volvió de Estados Unidos, en su costumbre de no consumir hasta que se viera acuciado por la sed pero con el policía estaba variando esa pauta y solía alimentarse con más asiduidad, de tal forma que su piel dorada esta ligeramente más oscura y sus ojos de un tono ambarino encendido.

Suavemente hizo que soltara su cuello para poder separarse de él, se despojó del abrigo, de los zapatos y calcetines, se abrió dos botones de la camisa, mostrando parte de su pecho musculoso y terso, se recostó al lado de Cassel, de costado, alargó una mano y rodeó su estrecha cintura, atrayendolo hacia él, aproximó su rostro y comenzó a besar suavemente su cuello, lamiendo la piel blanca que otras veces ya fue horadada por él, los colmillos asomaron y sensualmente los hundió en la vena. La impetuosa sangre de Cassel le llenó la boca e hizo que su cuerpo duro se estremeciera de placer, era caliente y deliciosa, era la esencia de Cassel que David adoraba que se introdujera dentro de él. Los dedos en la cintura prodigaron suaves caricias mientras David se alimentaba delicadamente de su compañero, estaba a aprendiendo a medir las tomas para no debilitarlo.

Separó los labios y lamió la pequeña herida que se fue cerrando, se terminó de recostar, escrutándolo y lo besó en la boca-Mañana por la noche tenemos que ir a la seda de la Talamasca y presentarte oficialmente, te sorprenderá-acarició sus negros cabellos mientras observaba que se iba quedando dormido, poco a poco-....me alegra mucho tenerte en mi hogar, Vittorio Cassel Talbot..-aprovechaba que el otro tenía los ojos cerrados y casi no escuchaba para decir esas atrevidas palabras de posesión y amor a pesar que acodaron ir paso a paso.

Richard los acompañó todo el día, tranquilamente, poseía la llamada "flema inglesa" que consistía en no escandlilzarse y poseer un temperamento a prueba de bombas atómicas. Se desplazaron por toda la urbe, pudieron ver que los ingleses volvía a ponerse en pie, la ciudad volvía a tener un pulso vibrante y cada vez más habitantes. Los ingleses avanzaban contra viento y marea, en fondo siempre serían a la vez caballeros y piratas. Poseia muchas boutiques y tiendas persolizadas, los sastres volvían a vivir una época dorada, extrañamente gracias a los seres sobrenaturales que preferían las ropas hechas a medida. Richard hizo a tiempo de guia y cuando parecía que los precios se disparaban, le tendió la tarjete de crétido de David a Julia sin consultarse a Cassel, el vampiro le comentó con calma que seguramente el polía no aceptara que desembolsara una cantidad de dinero y por ello confiaba en el buen juicio de Julia. Gastaba porque se lo podía permitir, simple y llanamente, el dinero no preocupaba a David pero tampoco era un asunto que descuidara.

David despertó cuando se puso el sol y abrió despacio los dorados ojos que relucieron en la oscuridad, prestó atención y no captó un solo sonido en toda la mansión y por suspuesto estaba solo en la cama, Vittorio todavia debía de estar de compras con Julia. Se puso en pie y prendió todas las luces de la habitación, fue hasta el balcón y abrió los grandes ventanales para que se colara el aire de la noche, agitando suavemente las cortinas. Dirigió sus pasos al baño que estaba adosado al mismo dormitorio, provisto de bañera y plato de ducha. Pero antes fue a su amplio vestido y eligió un traje de gala, negro satinado con capa larga con forro rojo y camisa blanca impoluto con gemelos y botones de oro que deposito ordenadamente sobre la cama para que no se arrugara, aquella era una ceremonia era importante y además presentaría a Cassel, alguien muy importante para él, en su vida, se hizo un gran hueco en poco tiempo.

David se metió en el plato de ducha pero no se apresuró, no iba a ir con prisa, la ceremonia tendría justo lugar a las doce de la noche pero se comnezaba dos horas antes para que el neófito tuviera tiempo de conocer a otros miembros y las instalaciones de la orden. Abrió el agua caliente y justo en ese momento escuchó que llegaba el coche, hasta su oído llego el crujido de los guijarros del camino al ser aplastados por las ruedas del coche, sonrió, las voces de Julia y Cassel ascendieron, poseía una tonalidad similar, eran dulces menos cuando Cassel se ponía duro o está enfadado.

Echó champú en sus cabellos castaños, en realidad, siendo vampiro, no precisaba ni usar jabón, a su piel no adheria la suciedad como a la de los humanos y sus cabellos con un poco de agua relucian como un nimbo pero David disfrutaba de la costumbre del aseo y lo hacia a conciencia y meticulosamente como todo.

Richard ayudó a Julia con los paquetes que parecía mas bien una montaña-Permítamente señorita-miró a los dos hermanos-¿Desean unos aparetivos? ¿unas copas de vino y unos canapés calientes?-lo escrutó a ambos mientras traspasaban la puerta de la mansión, ya estaba toda iluminada, lo cual indicaba que David ya estaba despierto, también estaba sonando un poco de música clásica.


Dormitorio de David.

Spoiler:

La puerta del baño se abrió, saliendo un vaho de ella, David se solía duchar con agua muy caliente puesto que su piel era fría, lo disfrutaba inmensamente aunque en esta ocasión bajó la temperatura, después de ingerir sangre de Cassel su cuerpo estaba menos duro y más oscuro, era evidente que la esencia de VIttorio le sentaba estupendamente. El vampiro tenía una toalla en torno a sus estrechas caderas y con otro más pequeña se estaba secando sus castaños cabellos, removiéndolos suavemente, algunas gotas todavía se deslizaban por su ancho pecho y bajaban hasta el trabajado vientre. David desprendía su masculino y sensual aroma, ahora acompañado de algo de vainilla que era el gel que usaba asiduamente. Le sonrió a su compañero, admirándolo abiertamente, era hombre muy guapo y sabía que había perdido la cabeza por él aunque no fuera un vampiro ni fuera inmortal, solo necesitaba que el joven hiciera brotar aquel sentimiento completamente pleno en su corazón.-Buenas noches.

Se aproximó a la cama, viendo que sobre ella, al lado de su traje, ya estaba depositado las prendas que vestiría su pareja, se inclinó para observar, bajó la mano de la toalla y estiró la otra, sus dedos oscuros tocaron la blusa, las costuras de la chaqueta y el pantalón, apreciando la calidad del tejido, era evidente que Julia supo aprovechar su dinero para obtener el mejor resultado y sabía como vestir a su hermano-Estarás muy atractivo esta noche, soy afortunado de ser tu acompañante-alzó la vista hacia él, sus dorados ojos parecía relucir mucho-veo que te faltan gemelos, tengo unos para ti-pero antes dio un paso hacia él y lo besó en los labios, suavemente, alargando unos segundos el contacto de sus bocas.

David se separó, sonriéndole y fue hasta una cómoda, depositó la toalla con la cual se estuvo secando los cabellos y abrió el primer cajón de la misma, no tardó en hallar la cajita que buscaba-Pertenecieron a mi padre-fue hasta la cama de nuevo y abrió la cajita azul de terciopelo delante de Cassel, los gemelos eran de oro blanco, en forma de león rampante, los ojos eran unas diminutas esmeraldas, no eran exagerados sino del tamaña adecuado-y ademas hacen juego con esa acertada corbata. Tus ojos destacaran.-estiró la mano y cogió una de las de Cassel, depositando sobre su palma la cajita con los antiguos gemelos, tenían ya varios siglos pero le parecía adecuado que fuera Cassel quien los luciera aquella noche y confiaba plentamente en él.

-¿Quieres ducharte? creo que te he dejado algo de agua caliente.-David lo escrutó, esperaba que aquella intensa jordana no lo hubiera agotado por completo, todavía les quedaba la noche y quedaban sorpresas por descubrir-¿Agotado?-alzo la mano y acarició su mejilla, despacio y luego su cuello, pasando los dedos por la zona donde hincó sus colmillos-apenas se nota que bebí de ti anoche..-la voz de David se tornó mas profunda y sensual por ese recuerdo, sobre todo el estremecimiento de Vittorio entre sus brazos mientras ingeria la carne y sus leves suspiros.

David rió suavemente cuando lo echó sobre la cama, tomado por sorpresa por ese súbito ataque pero su risa se vio interrumpida cuando Cassel aprisionó su cuerpo con el suyo, suspiró y rodeó su cuello con sus muscuslos brazos para responder al sexual beso de su compañero, alargándolo mientras sus bocas se reconocían la una a la otra, ensalivándose mutuamente, jadeando sofocadamente entre los besos donde se enredaron sus lenguas durante unos segundos, los dedos de David se colaron entre los cabellos de Vittorio, acariciándolos. Percibió la dureza de la entrepierna de Cassel contra la suya propia que también ya cobraba vida con rapidez pero antes de eso, el joven se separó antes que el meticuloso y formal David olvidara que tenían un compromiso dentro de una hora y media.

Se sentó para verlo entrar en el baño y sus ojos dorados se abrieron de repente cuando Cassel dijo aquellas palabras de forma casual y dulce, familiar, como si fuera algo que se decían todos los días. David se quedó quieto viendo que la puerta se cerraba y respiró más despacio, le acababa de confesar que lo quería, era evidente que entre ellos había algo más que una relación de compañerismo y sexual, era evidente que el amor estaba brotando entre ellos a pesar de ser razas diferentes y que David a pesar de su buena apariencia y excelente modales era un vampiro pero Vittorio lo aceptaba así, lo eligió libremente de igual forma que David lo eligió a él.

Alzó su cuerpo de la amplia cama, caminó despacio y entró en el baño silenciosamente, corrió la mampara de la ducha y entró en el pequeño cubículo, posó las manos en la cintura de Cassel, haciendo que se virara para mirarlo a los ojos, reflejarse en sus verdes esmeraldas.-Y usted...sabe que le quiero, señor Cassel...sabes que te quiero, Vittorio.-sonrió y se inclinó para besarlo en la boca mientras el agua los bañaba a ambos desnudos, una profunda emoción se arremolinó en el pecho del vampiro mientras sus bocas se tocaban de nuevo ahora más apasionadamente. La mano izquierda de David se posó en la cadera derecha de Cassel, se la acarició suavemente y luego la deslizó por su muslo haciendo que elevara la pierna para rodear la cintura del vampìro. El pene duro del vampiro se metió entre las nalgas del joven y le acarició el ano, David lamió los labios de su compañero-ha pasado mas de una semana..-susurró-no quiero hacerte cojear toda la noche..-su pene se frotó un poco más contra la entrada de Vittorio, casi penetrándolo.

Dio un paso atrás y apartó su falo de aquella tentación mojada, se puso de rodillas y engulló todo el pene de Cassel hasta el fondo, comenzo a chuparlo y mover la cabeza de delante hacia atras, si tenia sexo con penetración ahora, sería duro y fuerte porque lo deseaba, deseaba hacerlo gemir y gritar, hundirse dentro de él hasta que todo su cuerpo se estremeciera, sabía que luego Cassel no tendría fuerzas para nada más. Alzó un dedo y lo coló entre sus glúteos, la falange esta mojada y penetró su esfinter para hundirse en su interior.

David pudo sentir como Cassel se estremecía justo antes de alcanzar el climax como aquellas caderas se movían hacia delante instintivamente y aferraba sus cabellos castaños para evitar que separara su acariciando boca de su pene duro y trazado de venas. El esperma de Vittorio se vertió en su boca y sintió que bajaba por su garganta, era más espeso y salado que la sangre, algo se derramó por la comisura de los labios de David y se esparció por su cuello dorado pero fue borrado por las gotas de agua que caían desde la alcachofa de la ducha. El vampiro se separó tosiendo un poco porque no había esperado que se corriera tan abundantemente pero sonriendo porque veía su rostro completamente sonrojado y los verdes ojos brillando, verlo así le dio ganas de incumplir los compromisos de aquella noche y quedarse con Cassel en la cama, satisfaciendo los apetitos de los dos.

Suspiró con resignación y se puso en pie, metiendose bajo el chorro de agua con él, lo abrazó contra su cuerpo, durante un largo minuto, en completo silencio, solo acariciando su espalda y nalga con sus dedos, sintiendo el calor que manaba de su esculturarl cuerpo, alargando aquellos momentos con su compañero porque eran los realmente importantes. Luego se separó despacio, las gotas de agua dibujaban el masculino rostro de David y sus ojos dorados parecían más grandes y luminosos, expresando así la felicidad que lo invadía por dentro-Dejo que te acabes de duchar-besó sus labios y salió para secarse, envolviéndose en una toalla y regresando al dormitorio.

David se puso unos calzoncillos para evitar más tentaciones y luego los pantalones que se le ajustaban perfectamente a sus largas piernas, se dirigió a un espejo de cuerpo entero que estaba en el otro extremo de la habitación, se puso delante de él y se colocó la blanca camisa, notando que crujía levemente cuando la pasó por sus tersos y fuertes hombros, se quedó mirando su imagen, sí, aquella maldita costumbre de quedarse algo ensemismado cuando contemplaba ese cuerpo que era el suyo ahora, el pecho moreno que asomaba todavía por los bordes de la camisa abierta. Le debia mucho a su aspecto, para empezar que Cassel se hubiera fijado en él, se rió suavemente mientras la abotonaba, dudaba que Vittorio se hubiera fijado en un viejo por muy buen aspecto que presentara para su edad aunque Lestat varias veces intento acostarse con él cuando tenía le otro cuerpo y él lo rechazó, suponía que era de los pocos que habían rechazado al alocado vampiro.

Ladeó el rostro cuando escuchó que su pareja salía del baño mientras levantaba el cuello de la camisa para pasar por ella la corbata, colgando a ambos lados de su pecho, cogió los extremos para comenzar a hacer el nudo-Vittorio, te recomiendo que esta noche no te sorprendas demasiado de los que veas, muestrate como si fuera algo normal para ti, algunos de nuestros miembros más distinguidos solo parecen humanos pero están muy lejos de esa condición. Aunque te puedo asegurar que son muy educados, intentaré presentarte mayormente a los denominado agentes de campos, son aquellos que trasladan a los lugares más peligrosos y son como nuestros agentes de choque-ajustó la corbata perfectamente-Yo soy agente de campo.

David se giró al escuchar aquel tono solemne que supestamente lo imitaba a él, ¿era tan formal? suponía que sí pero algo de lo cual no se percataba y era intrínseco a él mismo, demasiado educado y a veces exasperante, incluso lo llamaron soso o anodino pero por supuesto se quedaban en el aspecto más superficial de David que siempre fue apasionado, cuando deseba algo o su interés se encendía, entonces no se detenía, indagaba, perseguía, cazaba. Pero era preferible que para ciertas situaciones y frente a un tipo de personas lo tomaran solo como un viejo vampiro estirado, le deba mucha ventaja, ellos creían que era predecible y David sabía siempre calar perfectamente a sus antagonistas. Pero con Cassel apenas mostró esa faceta suya, sobre todo porque el joven policía no lo subestimó en momento alguno, es más, Vittorio siempre fue cauteloso los primeros momentos de la relación entre ellos, tanteándolo, después de todo había sido policía y era muy inteligente, amaba que su pareja fuera tan aguda y capaz de leer en los detalles, observar no una faceta sino toda la estructura completa, tenía una visión global.

Las doradas manos del vampiro se alzaron, las uñas de David destellaban de forma alarmante pero esa noche no se las frotaría con cenizas para parecer más humano, donde iban no necesitaba esconderse y Cassel parecía completamente acostumbrado a David. Sus orbes aureos recorrieron a Vittorio de arriba abajo, apreciativamente, sonrió, mostrando aquellos dientes tan blancos-No más que tú, Vittorio-los dedos del vampiro tomaron los extremos de la corbata, comenzando a anudarla, por un momento las luces del techo parpadearon suavemente y los ojos de David se prendieron en la oscuridad, los cerró unos segundos, molesto, no le gustaba la impresión que causaba eso, dos pupilas suspendidas en la oscuridad-A veces el suministro de la luz se corta, algunas instalaciones no han sido renovadas-los abrió cuando sintió que de nuevo contaban con luminosidad y terminó de anudar la corbata.

Dio un paso atrás, observandolo, sonriendo y lo agarró suavemente de los hombros, haciendo que diera un paso hacia delante para que se mirarara en el espejo-Muy apuesto-y lo abrazo por detrás, apoyando su barbilla sobre su hombro, mirándose ambos, suspiró y besó suavemente su cuello, apretándolo contra su cuerpo-voy a soltarte porque si estoy asi unos segundo más te haría el amor.-lo soltó y se encaminó hacia la puerta, abriéndola y parpadeó sorprendido al ver en el umbral a Julia-Por Dios, que bella-sonrió, la joven estaba increiblemente hermosa, sabía que atraería sobre ella más de una mirada aquella noche, la tomó de la mano y le besó el dorso-preciosa-observó que le faltaba algo-espera, entra Julia..-la hizo entrar en el dormitorio y fue hasta una cómoda, la abrió y sacó varias cajas, de una de ellas un collar de brillantes pero sencillo, nada ostentoso, mas bien una gargantilla, fue hasta la joven y se lo colocó-ya está, creo que te va perfecto. Era de mi madre.-sonrió, él no tendría razones para comprar joyas de mujeres porque para empezar nunco tuvo una pareja femenina-¿Nos vamos?-miró a Cassel.

La fiesta era en el museo de historia natural, no era meramente un recibimiento para Cassel, ese era uno de los actos de la noche que sería solamente entre los miembros aunque más adeptos serían presentados, también era una reunión para "verse las caras", muchos de los miembros de la Orden solían estar dispersos por diferentes puntos del globo y solo en dos ocasionea al año podían saludarse en persona e intercambiar información e impresiones de primera mano que siempre resultaba mucho más práctico que leer un informe, también era una forma de honrar a los muertos, algunos caían presa de los demonios o de humanos sin escrúpulos, los agentes de la Talamasca iban donde nada mas se atrevía. David sería el mentor de Cassel y procuraría protegerlo pero sobre todo ampliar sus poderes, que fuera capaz de dominarlos hasta el punto que fueran su herramienta habitual de trabajo y su salvaguarda. Cassel tenía talento deductivo y capacidad de investigación, dos cosas que sabrían aprovechar.

David ladeó el rostro cuando Julia hizo la pregunta mientras se encaminaban al museo que había sido restaurado con dinero de la organización, respetando la antigua arquitectura del edificio y sus amplios espacios interiores, tan adecuados para una exposición de huesos de dinosaurio como para una recepción de cientos de personas-De momento aprovecharemos el talento de Cassel para la investigación, digamos que seguirá ejerciendo su antigua labor pero para otros fines diferentes.-él tampoco le revelaría demasiado información a Julia, no deseaba que se pusiera en peligro a si misma sabiendo más de lo que era prudente, tampoco que se preocupara, las investigaciones de la Talamasca abarcaban muchos campos, desde arqueología hasta ciencias ocultas y demonología-Y estará bajo mi tutela.

El auto se detuvo delante del edificio, la fachada exterior recordaba a una catedrl de estilo románico y estaba completamente alumbrado, había agentes de seguridad en todo el perímetro y varios coches se detenían sus ocupantes bajaban y caminaban por la afombra hacia el interior del cual surgía una suave música. Les abrieron la puerta y David emergió con naturalidad, su cuerpo alto fluyó casi como el mercurio, extendió una mano y ayudó a Julia a bajar, colocandola a su lado y esperando que Cassel se situara al lado de su hermana. Caminaron por la alfombra roja y David saludó al hombre de la entrada-David Talbot.-el hombre con aspecto anciano y unos extraños ojos celestes asintió y volvió inquisitivamente la mirada hacia sus acompañantes-Julia y Vittorio Cassel.-presentó y les cedieron el paso.

Caminaron, todo estaba iluminado y había una orquesta en el fondo de la enorme sala-¿Lo sentiste, Vittorio? era un telepáta, un demonio puede cambiar su cuerpo pero no su mente, tiene que asegurarse que somos quiens decimos.

Unas escaleras de piedra descendían hacia abajo, se veía muchos hombres vestidos de oscuro, elegantes y las conversaciones se daban a un nivel muy discreto, sin gritos aunque de cuando en cuando se escuchaba una risa femenina, había mujeres también aunque en menos cantidas, vestidas de largos, algunos eran incluso ancianas. En una de las esquinas habia un hombre de gran belleza, los cabellos eran dorados casi blancos, una cascada ondulada que descendía hasta su cintura, dos alas negras brotaban de su espalda a través de los huecos de su chaqueta, hablaba con un hombre mayor mientras bebía una copa de vino, sus ojos eran resplandecientes e implacables.

-Azrael, un caído aunque no se alió con Lucifer pero tampoco acepta órdenes de Dios, lleva en la orden ocho siglos. Pertenece al departamente de demonología, nos ayuda a clasificar a los demonios y también da las valoraciones de los príncipes infernales que fueron anteriormente sus hermanos, se dice que era el ángel de la venganza pero solo es un rumor que él nunca nos ha confirmado. Venid-se acercaron mientras David tomaban unas copas de champage y se las ofrecía a los hermanos.

-Sañor Azrael-el caído se giró al escuchar la voz de David, era muy alto, dos metros y se notaba que bajo el elegante traje poseía un cuerpo musculoso, su rostro tenía una luz oscura, extraña-Deja que te presente a mi pupilo, Vittorio Cassel y su hermana Julia.

Azrael los escrutó a ambos, los ojos resplandecían de forma antinatural, alargó la mano derecha, fuerte y hermosa, cogió al de Vittorio-Encantado, señor Cassel, por fin David ha decidido tomar un pupilo, estoy seguro que para ellos sus méritos deben ser sobresalientes-su voz era fría, correcta pero su tacto cálido-Soy el encargado del departamento de demonología, si tiene problemes o dudas o precisa información sobre demonio no dude en acudir a mi-le soltó la mano y luego volvió los incandescentes orbes hacia Julia.

-Lady Julia-le cogió delicadamente los dedos a ella, recorriendo el precioso rostro de la joven y se inclinó a besar el dorso de la mano de ella, el toque de sus labios dejó un punto de luz sobre la blanca piel de Julia que duró unos segundos, luego separó la boca-Encantado, espero que me reserve un baile, estas fiestas suelen ser de mayoría masculina-ahora sonrió un poco por la ligera burla, era cierto que habían menos damas.

David se despidió cortésmente de Azrael cuando el caido desvió su caminio para ir a saludar a un hombre de tez negra y con aspecto de gladiador pero apropiadamente ataviado para la ocasión, sintió el tirón en la manga y sus orbes dorados se desviaron hacia el alto hombre que estba señalando en aquel momento su pareja, al parecer conocía a un miembro de la orden aunque parecía muy sorprendido de hayarlo alli. Bueno, ya que Cassel iba a formar parte de todos aquellos entresijos también debía conocer la naturaleza de cada uno de los miembros, de hecho era algo más que recomendable. Asintió con la cabeza, se removió levemente incómodo, realmente algunas cosas por muy absurdas que fueran se transmitían por la sangre y entre ellas estaba el antogonismo con criaturas como Jhon aunque David como todo caballero inglés era increiblemente correcto en los tratos con los lobos de la orden aunque no trabajaba con ninguno.

-Es un licántropo, Vittorio-su tono fue de lo más natural mientras bebía otro sorbo de champage-Y lo es no por maldición sino por genética, sus padres eran ambos licántropso y sus abuelos también, posee unos antepasados lobos.-sonrió levemente-Lleva años trabajando para nosotros aunque siempre ha sido discreto y no le gusta estar en estos ambientes aunque siempre hay alguna excepción-cerca del enorme licántropo pasaron dos hombres, uno era de ojos extrañamente naranjas y el que le iba cogiendo el brazo posesivamente, ataviado de cuero, lucia un parche, unos dorados cabellos y su rostro era hermoso pero desprendía una extraña luz perversa. David no hizo ademan de interceptar a esa pareja cuando pasó cerca de ellos.

Habló de nuevo cuando los dos hombres se perdieron entre la multidud, se notó que eran pareja claramente.-¿Quieres ir a saludarlo?-observó a Cassel, luego lo empujo suavemente hacia el licántropo y aprovecho para rozar disimuladamente la estrecha cintura de su compañaero mientras se encaminaban hacie el hombre enorme y que en aquel momento movía de forma distraid la copa y se las arreglaba para lanzar la mitad del contenido por encima de su fuerte hombro y manchar la chaqueta de un anciano que estaba de espaldad y que no se percató de ello, Jhon miró en todas direcciones para ver si había sido descubierto y luego se alejó varios pasos, disimuladamente como el criminal que huye del lugar de los hechos esperando que nadie lo relacione con él.

David apenas tuvo tiempo de dedicar una mirada da Cassel mientras desaparecía bajando por las catacumbas, apretó los labios mientras sus ojos dorados iban cambiando de tonalidad, lo último que hubiera querido en la noche de presentación de Cassel a toda la Orden es que fueran atacados por demonios y encima Julia estaba con ellos, no sabría si cien o mil disculpas valdrían para luego compensar a la joven, Vittorio ya había hecho frente el peligro y la muerte pero Julia no estaba habituada a sobrevivir en las sombras. Se giró para ver a Jhon, el licántropo, solo había intercambiado alguna vez algún saludo forma con él pero los vampiros no solían mezclarse con lobos y aunque David no sintiera ningún odio irracional se sentía ligeramente incómodo en su presencia, los instintos de raza afloraban a la superficie.

Alzó las manos y se despojó de su elegante chaqueta pero antes cogió los gemelos de su abuelo y los colocó en uno de los bolsillos de su pantalón, sus ojos se percataron que al joven de cabellos plateados lo acompañaba un vampiro desconocido, de largos cabellos negros y ojos de un peculiar tono verde. David no tuvo tiempo de preguntarse por ellos cuando un ejambre de demonios se dirigieron hacia ellos, levantando un viento de voces de ultratumba, David entrabrió los labios, mostrando los colmillos y saltó hacia delante, diez metros de salto que hizo chocar su cuerpo duro como una roca con los primeros demonios, sus puños salieron disparados, aplastando rostros deformes y mandíbulas que desgarraron sus ropas.

El cuerpo del vampiro giró en el aire, David lamentó no haber traido sus armas, no era un vampiro antiguo, no poseía poderes, solo su descomunal fuerza y su destreza innata. La espalda de David golpeó brutalmente uno de los cuadros de la bóveda y sus pies tocaron el suelo.

-FUEGOOOO-gritó una voz, todo comenzaba a incendiarse, las llamas comenzaban a lamer las paredes y una de las vigas se derrumbó. David apartó los ojos de las llamas, los vampiros aborrecían el fuego pero buscó entre ellas al licántropo que luchaba a muerte con otros demonios menores. David tomó impulso y atravesó la sala, golpeó a una de las criaturas, aplastando su cabeza. Cogió el brazo en forma de garra de Jhon.

-¡A las catacumbas!-todo se estaba llenando de un humo negro.

Aceleraron el paso dejando atras los gritos y demas sonidos de los fuertes enfrentamientos, anhelando el aire libre. Ahi abajo se encontraba el ambiente enrarecido, estancado y si Cass se fijaba bien seguro que veria algun craneo o esqueleto humano. Julia lo seguia presurosa, uniendose con su hermano por la mano mientras este tiraba de ella con fuerza. En las bifurcaciones simplemente eligieron una al azar esperando que fuera la acertada y cuando por fin vió luz al final del tunel soltó un suspiro de alivio.

Corrieron hacia afuera y no se detuvieron hasta que estuvieron bien lejos del lugar, en la entrada, en la explanada de cesped y en el inicio del bosque que rodeaba dicha mansion. El moreno jadeó y miró en direccion a la estructura de cuyas ventanas salia humo negro y justo en ese momento unos helicopteros se dirigian hacia el hervidero. Unas cuerdas descendieron de ellos y una veintena de hombres bajo por las susodichas de los tres vehiculos aereos. Cassel rezo para que fueran soldados rasos de Talamasca o la policia de Scotland Yard, cualquier cosa le parecia esperanzadora, cualquiera que pudiera ayudar a David y que este pudiera salir con vida de alli.

Su mandibula estaba tensa y ni tan siquiera escucho a su hermana hablar mientras lo jaloneaba de la manga, tratando de tirar de el para alejarse mas de allí. Entonces le invadio una sensacion conocida, el vertigo y el mareo lo invadieron por igual y tuvo una de sus visiones de un futuro proximo. Se vió a si mismo y a su hermana a su lado. Vió como uno de los demonios que habia emprendido la retirada lo atacaba por la espalda y hundia su mano en su cuerpo atravesandolo limpiamente como si sus dedos fueran cuchillas. La sangre le resbalaba por el menton y posteriormente la expulsaba por la boca a borbotones.

Salió del trance, sus pulmones parecian haberse quedado sin aire y Julia gritaba y apretaba el brazo de su hermano. Sabia que no tenia mucho tiempo para quedar paralizado, aquel ser debia estar acechando a sus espaldas y empujó a Julia al suelo, volteandose para encontrarse cara con él. El ataque asesino lo esquivó y contratacó golpeando en el duro estomago del diablo con el puño cerrado. Pese a que la carne parecia mas dura que la suya, supo que le habia hecho daño al sentir el jadeo de la criatura en la cara, pero eso no seria suficiente asi que preparó el otro puño y lo lanzó en dirección a la cara del monstruo de iracundas facciones. La sensacion fue tal como cuando uno hunde la mano en una masa gelatinosa y de pronto jadeó asustado, la mano se habia quedado atrapada en la cara y tiraba del brazo practicamente engullendolo. Forcejeo para sacar la mano pero lo unico que hacia era hundirla mas, ahora tenia hasta el codo dentro de aquella masa viscosa que era el rostro demoniaco.

Julia se levanto y agarró a su hermano tirando de el para separarlo, pero era inutil.
-Vete! LARGATE JULIA, CORRE!- gritó a sabiendas de que lo unico que conseguiria seria arrastrarla con ella. La empujo con fuerza, le grito, incluso hasta la insulto. Y su voz debió alertar a alguien o a algo pues cuando todo parecia perdido la cabeza del demonio fue limpiamente sesgada y se separo del cuerpo en un abrir y cerrar de ojos. La viscosa masa muerta se deshizo del brazo liberandolo y Cassel alzó el rostro para ver quien lo habia ayudado mientras llevaba el brazo a su pecho. Era una mujer, pero la impresion que le dió al joven policia fue que era la mujer mas peligrosa y letal que jamas veria en su corta vida. Tenia el cabello largo y rojo del color del mismo fuego y unos ojos de un color ambar tan relucientes como la misma piedra preciosa. Sus labios perfilados en rojo exhibieron una sonrisa en donde pudo ver unos pequeños colmillos e iba enfundada en un precioso vestido rojo que contorneaba su figura exhuberante y femenina.

-Daal....querido- susurro con voz melosa y lasciva mientras se retiraba el guante que le llegaba al codo manchado con la sangre de demonio. Tras ella el policia se fijó en otra figura, un hombre alto de cabellos negros y asalvajados que enmarcaban un rostro duro de ojos crueles y rojos como la sangre. Avanzó un par de pasos sin mirar a los dos mortales, sus ojos estaban fijos en la mansion ardiente, vestia de negro completamente a excepcion de una vistosa corbata roja -Deberiamos marcharnos mi señora, no hay nada allí que pueda interesarnos. Los demonios se retiran.- dijo en un tono gélido y solemne. Se volteó y caminó en dirección al bosque por el cual habia emergido. La mujer solto un suspiro entre indignación y resignación y tras guiñarle un ojo coqueto a Cass se retiró en silencio junto con él.

Cass cayó de rodillas sobre el cesped, impresionado por la fuerza que manaba de aquellos dos misteriosos seres, fuerza que ponia sus pelos de punta y lo habian paralizado. Julia acudió a su lado, habia estado llorando y su rostro humedo se apreto contra el pecho de su hermano.

Mientras en las catacumbas Jhon que tenia un brazo completamente sangrante hacia rato se habia soltado del agarre del vampiro y seguia a este a toda prisa.
-A la derecha- gruñó al ver la bifurcación, percibiendo el aroma de aquellos dos mortales, en especial el de Cassel.