Hoy por mi y mañana por ti (Privado con San Gabriel)

Escuchó silencioso y atento a todo lo que Amaury decía, dejando esa faceta infantil de lado por unos minutos para prestar amable y educada atención a todo lo que quisiera confiarle. Asentía algunas veces, o sonreía para hacerle saber que estaba entendiendo todo. El nunca había sido un guerrero; Gabrielle era un espectador, y fungía como mensajero. Ese era todo su trabajo, y desde siempre había estado junto a los humanos, en el mundo terrenal. De alguna manera podía comprender lo que Amaury estaba defendiendo; comprendía que era lo que deseaba y por qué lo deseaba, independientemente de lo que el fuera.

La mención de su señor le hizo tensarse un poco, su mirada se iluminó. Adoraba despejar dudas! Quitar esa falta de fé de los seres que por alguna razón ya no confiaban en el grandioso padre.

Entiendo tu frustración, y entiendo tu deseo de proteger esta tierra, de proteger a sus seres y buscar una utopía, la paz; la libertad… lo entiendo. Y más de una vez escuché esas mismas palabras, esa misma frase dicha de mil formas. Y te digo esto, no porque desee cambiar tu opinión, si no por que es bueno que lo sepas. Todo pasa por algo, y ese algo ya está contemplado en el plan de Dios. Desde tu nacimiento hasta todo lo que te sucede y te rodea, está contemplado. Verás, el plan de padre es como el ying yang, por cada acción hay una reacción. Luchar con tus padres y luego con tu ira, desembocó en algo, y eso desembocó en esto que haces, y esto complace al señor. Es el destino de alguien parar a Lucifer, pero el momento no ha llegado. No me preguntes cuando va a llegar por que no lo sé, pero cuando llegue será inevitable. Y todo lo que pasó antes, tendrá su reacción. No sé si me doy a entender… - suspiró, encogiéndose de hombros trivialmente. Amaba dar esa explicación, era hermoso! – tienes familia?~

-Mira, no sé que es el plan de Dios pero no está en mis planes que los niños mueran, que los ancianos se queden sin vivienda y terminen masacrados por vampiros sin escrúpulos. No está en mis planes que los caídos por amor o por simplemente un error estúpido se les tache de criminales. Los verdaderos criminales a veces llevan sotana o dicen hablar en nombre de Dios.-dije mostrando una mirada fiera.

A mí me había torturado mi padre en su forma femenina, así como su amante, durante varios años, casi dos décadas completas. Mi mundo se reducía a un sótano oscuro lleno de podredumbre y a la escasa sangre que me ofrecían, por supuesto a cambio de vejaciones y malos tratos a cual más terrible. Estaba tan débil que cualquier golpe se quedaba marcado y aún hoy llevaba en mi espalda las cicatrices de las cadenas que atozaron mi columna.

-Lucifer es un mocoso que tiene celos de los juguetes nuevos de papá, pero papá se está cansando incluso de sus juguetes. Yo soy el fruto de una violación ¿dónde estaba él cuando Héctor fue capturado y violado en su forma femenina? Ni siquiera Miguel pudo impedirlo.

Entiendo lo que dices - alargó de lo más calmado - sé que puede parecerte injusto y monstruoso, que parece todo obra del mismo diablo, y lo es. Pero debes comprender que a lo que voy no es a que todo es justificable y que deberías dejarlo como está, por supuesto que no, al contrario; me encanta que hayas tomado iniciativa aún a pesar de ser considerado un rebelde. A lo que voy es: Todo tiene un porqué, y todo lo que viene sucediendo de un tiempo hacia acá también lo tiene. Solo deseaba que supieras que nada de lo que sucede es en vano, y el detonante para hacer valer todos estos horribles sacrificios es exáctamente esto que haces. Por algo te he dicho que iba a ayudar. Creo que Dios tiene una manera particular de hacer las cosas, y se divierte viéndonos cuestionarnos si lo que hacemos es de su agrado o no. Suena infantil, pero es así, y créeme cuando te digo que pocas personas hacen lo que tu, hacer lo correcto simplemente por que es lo correcto.

Dejó de hablar del tema cuando una estatua lo distrajo, y toda su fachada de madurez cayó. Tomó la estatuita entre sus manos y la exámino, deshaciendose en halagos - waah ~ es hermosa! yo solía tener muchas estatuillas de estas pero luego hubo un terremoto ~ y se rompieron~ y luego no volví a empezar mi maravillosa colección por que me frustré (?) - habloteó, dejando la cosita en donde la había encontrado antes de que se rompiera como todo lo que él solía tocar (?)

Aquella figurilla era de madera bien tallada. Había comprado un par de objetos a Rafael para que recaudara para ropa y cuidados para su mujer. No quería aumento de sueldo, pero sí deseaba algo de dinero ganado con su esfuerzo. Olivia necestaba atenciones, según él, más allá de lo normal. Solía excederse a veces comprando ropa que quizás ella no prescindía, si bien yo no decía nada.

Últimamente colaboraba con varios de mis hombres, así como amigos. Daichi seguía fabricando nuestros amuletos, incluso gestando de Jonte, y Cat en ocasiones montaba su bazar en los pasillos vendiéndonos ropa a buen precio, mejor que en los catálogos de su tienda. Amigos que tenían negocios y que yo compraba para ayudarlos.

Mis libros sin embargo los vendía en otros lugares, no a los conocidos. Detestaba que comprendieran hasta que punto yo era distinto, deseaba que siguieran pensando que era un vampiro con poco conocimiento.

-Yo no hago lo correcto, sólo hago lo que me nace.-y era cierto. Me nacía comprar cosas para amigos, o de amigos, porque me parecía un gesto normal entre personas que se estiman. Solía guardar secretos porque algunos me guardaban a mí unos más terribles.-Y es lo que inculcaré a mi hijo, así como haré que este se lo inculque al suyo.-suspiré pesado.-Puedes quedarte la figurilla de madera, o si quieres comprarle alguna a Rafael porque él es quien vende estos objetos.

Ah, de verdad? muchas gracias~ - volvió a tomar la estatuilla, sonriendo como un niño que tiene un juguete nuevo y está ansioso de presumirlo a otras personas, que se hace fantasías infantiles en la cabecita. Se limitó a seguir viendo los detalles de aquella pieza tan bella, que le recordaban vagamente a la colección que alguna vez tuvo en su casa, en una de sus "vidas mortales" como solía llamar a las etapas de tiempo en las que se quedaba en un lugar, usando un apellido humano y una apariencia humana, viviendo una vida mortal. Ah, que vidas tan aburridas eran~ pero bien, no podía quejarse, era su trabajo despues de todo.

Se encogió ligeramente de hombros luego de escuchar la sencilla respuesta de Amaury, sonriendo de manera sincera e inocente - Y... no crees que eso es lo correcto? no harías nada si no lo considerases correcto, o si? no hablo de lo correcto para el resto de las personas, si no lo correcto para ti. Haces lo que haces por los tuyos, por que protegerlos es lo correcto. No? - se echó a reír, su propia filosofía solía confundirlo - como sea, ese es exactamente el camino de Dios. No seguiré explicando nada por que me confundo yo solo~ Te ayudaré a expulsar demonios.