Coliseum maiestatis *Priv. Giorgio*

-Bene (Bien)-afirmó Samael, pasando la lengua por sus labios de manera obscena y sensual-vediamo come la tua tecnica è buona (ahora veamos que tan buena es tu técnica).

Desplazó la mano que aferraba el cuello del castaño hasta su cadera, empujándolo más hacia su cuerpo antes de atacar su boca, hambriento, dejando relucir sus dotes de amante.

Su músculo bucal se puso en funcionamiento, introduciéndose en la cavidad de Gio, saboreando su paladar y el tacto con la otra lengua, robándole más que el aliento y la conciencia al metamorfo. Sonrió para si mismo, quería ver que era capaz de hacer su 'aprendiz' con todas esas sensaciones bombardeándole de manera continua.

El joven sintió su boca siendo dominada por el demonio, su respuesta inicial fue torpe, pero no tardo en perder su miedo y sucumbir al tentador contacto ante la pericia de Samuel en la utilización de su lengua. Rodeo el cuello ajeno con sus brazos mientras su propia boca cobraba vida profundizando el contacto, su lengua rozando la del mayor, enredándose con esta para luego chuparla como si desease llevarla a su garganta misma.

Las campesinas habían sido muy buenas maestras en esa área, aunque también habían contado con un alumno curioso y dispuesto a aprender de ellas. Jadeo contra los labios del demonio cuando el aire se le hizo necesario, atrapando al menos lo necesario para no asfixiarse con la falta del mismo.

'Benevolente', el demonio le cedió diez segundos de descanso antes de volver a enroscar su lengua con la ajena con maña y pericia, dejando a sus manos recorrer traviesas la espalda y los costados del cuerpo joven; antes de estrujar gustoso las nalgas firmes y redondas del joven ave.

Aprovechando la impresión que su antigua acción dejó, atrapó la inquieta y curiosa lengua entre sus dientes, antes de que la suya propia buscara montar una danza erótica y enloquecedora en medio de ambas cavidades, distrayendo a Giorgio de los dedos que se desplazaban furtivos a su entrepierna, mofándose de lo sincero que llegaba a ser el cuerpo.

Si bien su mascota estaba aterrorizada de él, el resto de su figura saltaba y se retorcía extasiada, en busca de más contacto.

Cerro los ojos para olvidar de quien eran esas caricias, o aquel dominante beso que no parecía fuese a darle tregua a sus hinchados labios, en el fondo de su conciencia aun había una voz que gritaba indignada, le reclamaba entregarse de esa manera a un ser infernal, una criatura tan ruin como la que orquesto el asesinato de su familia.

Un suave gemido escapo de sus labios cuando los dedos ajenos palparon su hombría, la voz de su mente grito más fuerte e hizo que se odiara por sucumbir al placer que le brindaba a su cuerpo, era un ser ruin el también, una criatura egoísta tan preocupada de su propio bien que accedía a ser tomado por un demonio, cuando ningún otro lo había tocado tan íntimamente aun.

Samael se permitió exhalar un resoplido de risa ante el espectáculo que Giorgio sólo estaba montando. No podía creer que a la edad que tuviera, ese chico siguiese conservando cosas 'puras'. Sus facciones gritaban virgen y sus expresiones reflejaban esa ambivalencia que crecía en sus entrañas, de el desagrado por dejarse seducir por un demonio, y el éxtasis al alguien tocarlo en los puntos correctos.

-Perché non lasciarsi andare, Gio ...? (¿Por qué no dejarse llevar, Gio...?)-murmuró, cerca de la oreja del metamorfo, mordisqueando el lóbulo, permitiéndole a su lengua y dientes saborear esa piel cremosa y juvenil, tan pasajera, tan humana, presionando con el pulgar la punta del glande-Stai ricevendo 'trattamento speciale' da parte mia, invece di essere sottoposto a punizioni crudeli ... a meno che naturalmente si considera la possibilità della bocca di un demone, che copre tutti i tuoi punti caldi, come la tortura (Estás recibiendo un 'trato especial' de mi parte en vez de ser sometido a un cruel castigo...a menos claro que consideres la posibilidad de la boca de un demonio, recorriendo todos tus puntos erógenos, como suplicio).

Se estremeció ante la imagen mental de Samael besando y lamiendo cada parte de el, no sabía decir si le horrorizaba o le excitaba esa visión, pues sin duda a pesar de la maldad contenida en cada acto Samael era un amante experto que sabia donde tocar, donde besar y derramar su aliento para enviar intensas oleadas de sensaciones a través de su piel.

- non è corretto (no es correcto) – se atrevió a replicar aun cuando su cuerpo decía otra cosa, era un templo tan traidor como el ama que contenía, nada podría redimirlo ya, estaba marcado por su propio temor y lujuria.

-'Questo è ciò che lo rende interessante, Gio...-

El demonio sonrió separando con ambas de sus manos las nalgas de Gio. Mordió el labio del cambiaformas antes de besarlo duro, feroz pero con esa elegancia que lo caracteriza, introduciendo sorpresivamente dos de sus dedos en el apretado trasero, riéndose internamente al saber que era la primera vez en la que el muchacho experimentaba tal sensación.