Primeros pasos (Privado)

Astaroth habia dejado muchos cabos sueltos desde la ultima vez que habia pisado la tierra hacia ya algunos años. No dejo su huella al paso, al menos no superficialmente. Seria muy facil eliminar todo rastro de vida de la faz de la tierra....pero si alargaba el juego, este seria mas interesante...asi que habia cumplido un par de caprichos mortales, resuelto deseos imposibles a cambio de un modico precio, acuerdo o pacto.

25 años despues, el demonio volvía ademas de para empezar disturbios, para reclutar a esas "rosas" que habian crecido gracias a él. Hasta un ser como él necesitaba esbirros humanos, gente que pudiera infiltrarse en las diferentes organizaciones si es que deseaba seguir este tipo de juego más pausado.

Supo exactamente donde podia encontrarlo, en aquel refugio, en su guarida o madriguera ante los ojos del demonio...pero prefirio que este viniese a él, a traves de una orden silenciosa.
Asi que lo espero en un antro lujoso, segun tenia entendido, una de las tantas posesiones de su otro hermano infernal Caim, que se habia divertido mucho en este mundo mortal.
Esperaba sentado en una zona VIP, por la cual no le exigieron invitación alguna o estar en alguna lista, bebiendo el mejor whisky, nada comparable con la sangre humana; y en compañia de una concubina infernal que le ponia al corriente sobre los movimientos que habian hecho tanto angeles como demonios.

Los angeles pisaban la tierra como si fuera su propio cielo. Algunos habian caido, otros se mantenian puros, pero por poco tiempo. La debilidad de estos seres radicaba en la humanidad que adquirian al pisar terreno no sagrado, en los pecados que oscurecian esa luz interior. Astaroth disfrutaba viendolos caer en desgracia, disfrutaba escuchando sus agonicos lamentos e incidia en sus pecados cuando se topaba con cada uno de ellos hasta reducirlo a un amasijo lloroso y debil para finalmente eliminarlo apartandolo asi de su vista.

Sin duda iria a visitar dichos angeles...aquell súcubo le habia dado una información valiosa y el demonio supo que queria algo a cambio. Todas esas infernales deseaban lo mismo, una polla que comer o que enterrar en sus carnes, asi como todas ellas sabian que Astaroth era un ser sumamente selectivo, que no jodia con ningun macho o ninguna hembra si este no suscitaba su interes.

Vete de aqui antes de que te rompa el cuello

Susurro en el oido de la mujer con una voz vibrante y masculina. Ella la miró despechada, aferrandose a su debil dignidad de mujer, alzo el menton y salió de aquel lugar apartado topandose de cara con un chico que caminaba hasta allí. Sonrió ladina mirandolo de reojo, examinandolo... viendo que era lo que tenía el, que ella no tenia para complacer a su señor.

Sientate

Ordenó sin miramientos y su mirada violacea irrumpió en las orbes de ese joven cuyas palabras sonaron arrongantes y muy seguras.

¿Sabes quien soy Faolan?

Sus labios gruesos y sensuales esbozaron una sonrisa ladina. Se inclinó hacia adelante y creó una copa de cristal entre sus manos la cual llenó hasta la mitad. La corrió hacia Faolan e invariablemente tomó la suya, la cual llevo a su boca para tomar un corto y fragante trago.

Los humanos tendeis a culpar a los seres como nosotros de toda la mierda que ocurre en vuestras vidas y no se dan cuenta de que son ellos mismos los que han labrado su camino de miseria y dolor..

Sus pupilas violaceas brillaron en sus almendrados ojos, alzo el menton asi como ligeramente el rostro y tomó un trago mas, deleitandose en el sabor. El odio de esa criatura era palpable, asi como su afan de venganza. Una accion inutil si es que se atrevia a ejecutarla. Los mortales aprendian a base de errores, pero muchos de ellos stropezaban una y otra vez con la misma piedra.

Eres un ingrato..

Musitó lugubre.

Gracias a mi, tu madre pudo tenerte. Ella sabia que los pactos con demonios siempre...siempre tienen los intereses mas altos. ¿Quieres matarme? Te doy una oportunidad para que lo hagas Faolan. Alza tu afilada hoja, busca mi cuello y hundela en el...

Depositó el vaso sobre la mesa y cruzo los brazos sobre su musculoso cuerpo manteniendo la altiva mirada y la sonrisa confiada, esperando la reacción del contrario.

Enarco ambas cejas, esperando con una paciencia que precisamente no le sobraba. Si aquel niño iba a hacer algo, mejor que lo hiciera antes de su tiempo pasara. En el mismo instante en el cual su mirada se prendió literalmente supo que ese ataque no iba a tener consecuencia grave, por decir alguna. Abrió sus gruesos labios exhalando ceniza causada por esa combustion interna, pero su rostro no mutó a ninguna expresion que no fuera la de arrogancia de sus facciones.

El fuego recorrió su exofago, se podia ver a traves de su piel bronceada, como descendia hasta sus instentinos y como la misma magia desapareció en ellos. Llevó su mano a los labios ocultando el hecho de que se habia tirado un erupto con gusto a azufre.

¿Has acabado? No se puede dañar con ese poder igneo a un demonio que vive entre fuegos infernales

Sus violaceos ojos relucieron incentivados al descorrer las cortinas de saten que rodeaban aquella sala oval y privada mostrando unos relucientes y brillantes espejos. La superficie de estos se oscureció mostrando el incesante flujo de almas descompuestas. Una de ellas se detuvo, sus facciones cadavericas asi como el resto de su cuerpo traspaso el espejo y lanzo sus garras a cada lado e la cabeza de Faolan. Apretó a este por el cuello jalandolo hacia atras, manteniendolo preso en el sillón.

Si me llevo tu alma al infierno.. ¿Quien reclamara por ella?

Susurro con su voz aterciopelada parecida al ronroneo de un gran felino. Se inclinó hacia adelante hasta que su rostro quedo a centimetros del del joven hechicero. Esbozó una media sonrisa.

Me enfurece que vean lo que hago sin pedirme permiso....Si quiebro tu cuello... ¿Vendra alguien a impedirlo?