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Invierno
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Ruinas +18 (Priv)
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Re: Ruinas +18 (Priv)
Los dedos descendian por ese falo, agiles como si tocaran las teclas de un piano, ascendiendo por la punta para apretar ambos testiculos de suave piel, tratando de exprimirlos. Aquel jadeo de David murio en mi boca que jugaba con la suya a no encontrarse. Sus palabras me hicieron sonreir extasiado, incluso reir. ¿Acaso no era evidente? Estaba jugando si, pero no como un crio o niño. No habia nada que deseara mas ahora que sus labios, lo cual para mi, tambien consistia en una tortura eludirlos, pero finalmente cuando se encontraran, la union seria tan caotica como el primer beso en aquel infesto callejon.
Cuando sus manos palparon mi pecho, jugando con mis tetillas rosadas perdi esa entereza y ese autocontrol personal que estaba mostrando al negar su boca. Abri mis labios soltando un suave gemido, un delicioso sonido para nada vulgar, si sensual y moviendo mi cadera acompasado mi cuerpo con una ligera ondulacion sobre esa mano percibi el placer olvidado que se sentia cuando acariciaban ese rigido apendice que despertaba mas deseos y ensoñaciones.
Aparto mi mano buscando otro punto esquivo de mi cuerpo aun cubierto por la tela de aquel pantalon, y aun asi mis nalgas temblaron al sentir esa dureza peligrosamente cerca de otro rincon olvidado. Asi como deseaba tenerme, rodee su cuello con ambos brazos, inclinandome para que ambos pechos duros y bellos se frotasen sobre si mismos, alzando ligeramente la cadera al curvar la espalda y me sumergi en sus labios como la primera vez, un beso lento, torrido y ardiente que se torno agresivo cuando mis dientes hicieron incapie en la rosada carne de su lengua.
Mientras mi boca se salpicaba de su sangre rasgue sin dominio alguno el pantalon que me impedia atesorar eficazmente ese grueso pene. Ahora si el suculento roce entre ambos cuerpos, mis altivos gluteos, pequeños y rendondos, atrapando su falo, tentandolo a entrar en ese agujero apretado, erizo mi bello y mis jadeos erraticos se perdieron en los labios que tan fieramente atacaba. Podia hacer de mi lo que quisiera, poseerme como deseara, no atendia a moral ni a religiones, ni a la razon y a la mesura.
-Tomame David- gemi quedo, mis labios manchados de sangre, mis orbes perdidas en las suyas tiznadas del pecado de la lujuria.
Cuando sus manos palparon mi pecho, jugando con mis tetillas rosadas perdi esa entereza y ese autocontrol personal que estaba mostrando al negar su boca. Abri mis labios soltando un suave gemido, un delicioso sonido para nada vulgar, si sensual y moviendo mi cadera acompasado mi cuerpo con una ligera ondulacion sobre esa mano percibi el placer olvidado que se sentia cuando acariciaban ese rigido apendice que despertaba mas deseos y ensoñaciones.
Aparto mi mano buscando otro punto esquivo de mi cuerpo aun cubierto por la tela de aquel pantalon, y aun asi mis nalgas temblaron al sentir esa dureza peligrosamente cerca de otro rincon olvidado. Asi como deseaba tenerme, rodee su cuello con ambos brazos, inclinandome para que ambos pechos duros y bellos se frotasen sobre si mismos, alzando ligeramente la cadera al curvar la espalda y me sumergi en sus labios como la primera vez, un beso lento, torrido y ardiente que se torno agresivo cuando mis dientes hicieron incapie en la rosada carne de su lengua.
Mientras mi boca se salpicaba de su sangre rasgue sin dominio alguno el pantalon que me impedia atesorar eficazmente ese grueso pene. Ahora si el suculento roce entre ambos cuerpos, mis altivos gluteos, pequeños y rendondos, atrapando su falo, tentandolo a entrar en ese agujero apretado, erizo mi bello y mis jadeos erraticos se perdieron en los labios que tan fieramente atacaba. Podia hacer de mi lo que quisiera, poseerme como deseara, no atendia a moral ni a religiones, ni a la razon y a la mesura.
-Tomame David- gemi quedo, mis labios manchados de sangre, mis orbes perdidas en las suyas tiznadas del pecado de la lujuria.
Armand- Cantidad de envíos : 407
Fecha de inscripción : 29/11/2011
Re: Ruinas +18 (Priv)
"Tómame David", ¿sabía Armand lo que había desatado con esas palabras? no, no podía saberlo porque para él era como si se cruzaran por primera vez pero para David fue como si le diera permiso para soltar la riendas de un caballo desbocado, todo su ser ardió cuando Armand las pronunció, entrecerró sus orbes dorados, su cuerpo se tensó, cada músculo se marcó bajo aquella piel oscura, tibia ahora por la ingesta de sangre. Lo deseaba tanto que le dolía todo el cuerpo que ahora se cargaba de energía, aquel deseo tan negro, tan deliciosamente pecador, que los conduciría a ambos a la cima del placer y del desgarramiento. Su boca buscó de nuevo la suya, mordisqueándola, sus colmillos se cebaron con los labios del pelirrojo inmortal al tiempo que él, también se prestaba a aquel juego salvaje y ensalivado, los quejidos eran ahogados los sonidos húmedos de sus lenguas al entrelazarse.
Las férreas manos de David se posaron sobre los hombros de Armand, cogió impulso y lo tiró al suelo de salón que estaba cubiero por una rica y tupida alfombra roja que represantaba una escena campestre con hijos de oro. Los cabellos escarlata de Armand se confundieron con la superficie, estaban cerca del fuego que le dio un brillo perverso y fantástico a las hebras de Armand y pintó de oro puro los ojos de David cuando éste apostó su cuerpo sobre el del otro vampiro, apretando su pecho contra el suyo, las uñas de sus de manos crecieron como garras y terminó de hacer jirones el pantalón de Armand para dejar al descubierto su falo erguido y también sus blancas nalgas, el glande de David chorreó por la mera visión de esos altivos lomos y el secreto rosado que se escondía entre ellos.
Sus manos acariciaron sus muslos, dejando un rastro rojizo y se los abrió a los lados del todos, David movió sus caderas, su pene era de considerable tamaño, oscuro y gordo ahora por la sangre que lo llanaba. Su capullo se frotó contra el esfínter pequeño, haciendo que soltara un gruñido de puro placer, al sentirlo tan apretado y no se controló, no podía, Armand lo había llevado justo a ese límite donde toda su disciplina se desvanecía completo, se evaporaba. Embistió rudamente y lo metió entero, hasta el tope y sus testículo chocaron contra las nalgas de Armand.
Lo miró desde arriba, se relamió los labios , mirando cada una de sus reacciones, sacó el falo casi del todo y volvió a meterlo otra vez, salvajemente. Se inclinó hacia delante y le agarró las muñecas con una mano, colocándolas sobre su cabeza, le lamió los labios y luego lo besó, profundamente, devorando su boca como si creyera no habría un mañana para ellos. Su cuerpo, musculoso y felino, onduó y comenzó a embestir con fuerza, con aquel ritmo demoledor, su pene entraba y salia del pequeño agujero, ensanchando sus carnes y haciendo que latigazos de placer recorrieran todo el cuerpo de David.
-Ah..ah..Armand..-acarició su nombre con su voz y la otra mano acarició sus costados, ahora era él quien no dejaba que lo tocara miemtras lo embestía como un semental, sus dedos cogieron su pene y comenzó a ordeñarlo tirando de él, frotando sus deods suaves por toda la rígida extensión-mmm...dios....-lo besó de nuevo, emitiendo aquellos sonido de puro gozo sobre sus labios.
Las férreas manos de David se posaron sobre los hombros de Armand, cogió impulso y lo tiró al suelo de salón que estaba cubiero por una rica y tupida alfombra roja que represantaba una escena campestre con hijos de oro. Los cabellos escarlata de Armand se confundieron con la superficie, estaban cerca del fuego que le dio un brillo perverso y fantástico a las hebras de Armand y pintó de oro puro los ojos de David cuando éste apostó su cuerpo sobre el del otro vampiro, apretando su pecho contra el suyo, las uñas de sus de manos crecieron como garras y terminó de hacer jirones el pantalón de Armand para dejar al descubierto su falo erguido y también sus blancas nalgas, el glande de David chorreó por la mera visión de esos altivos lomos y el secreto rosado que se escondía entre ellos.
Sus manos acariciaron sus muslos, dejando un rastro rojizo y se los abrió a los lados del todos, David movió sus caderas, su pene era de considerable tamaño, oscuro y gordo ahora por la sangre que lo llanaba. Su capullo se frotó contra el esfínter pequeño, haciendo que soltara un gruñido de puro placer, al sentirlo tan apretado y no se controló, no podía, Armand lo había llevado justo a ese límite donde toda su disciplina se desvanecía completo, se evaporaba. Embistió rudamente y lo metió entero, hasta el tope y sus testículo chocaron contra las nalgas de Armand.
Lo miró desde arriba, se relamió los labios , mirando cada una de sus reacciones, sacó el falo casi del todo y volvió a meterlo otra vez, salvajemente. Se inclinó hacia delante y le agarró las muñecas con una mano, colocándolas sobre su cabeza, le lamió los labios y luego lo besó, profundamente, devorando su boca como si creyera no habría un mañana para ellos. Su cuerpo, musculoso y felino, onduó y comenzó a embestir con fuerza, con aquel ritmo demoledor, su pene entraba y salia del pequeño agujero, ensanchando sus carnes y haciendo que latigazos de placer recorrieran todo el cuerpo de David.
-Ah..ah..Armand..-acarició su nombre con su voz y la otra mano acarició sus costados, ahora era él quien no dejaba que lo tocara miemtras lo embestía como un semental, sus dedos cogieron su pene y comenzó a ordeñarlo tirando de él, frotando sus deods suaves por toda la rígida extensión-mmm...dios....-lo besó de nuevo, emitiendo aquellos sonido de puro gozo sobre sus labios.
David Talbot- Cantidad de envíos : 394
Fecha de inscripción : 14/02/2012
Localización : Puede que Trafalgar Square
Re: Ruinas +18 (Priv)
Postrado en el suelo con esa rudeza con la cual me habia lanzado, agradeci al menos que la alfombra hubiese guardado al calidad de ese fuego que ahora bañaba mis cabellos con dulce calentor. Oh Dios! Me sentia la presa de un depredador, arrinconada, atemorizada....nada mas lejos de la verdad, en verdad estaba deseando que ese hombre de marmol se fundiese conmigo y me llenase hasta la abundancia todo lo que restaba de noche. Mi cuerpo se vió bravamente descubierto, la agil y fuerte anatomia de un muchacho en plena batalla lujuriosa. El sexo despierto, rosado, de un tamaño mediano, nada despreciable, coronado por unos cuantos rizos pelirrojos, que descansaba erguido sobre mi bajo vientre.
Me agarre a la alfombra con todas las uñas y relami mis labios al ver su sexo rezumar lo que contenia en su interior, supe antes de ver su expresion que el encuentro seria salvaje y supe tambien que disfrutaria con cada milimetro de esa carne ensartada con dolor.
¿Que era esta sensacion? ¿Esa bravura, ese quemazon que amenazaba con afiebrar cada fibra de mi cuerpo, con extinguirlas entre las llamas de la pasion desgarradora? Mi ano se tensaba y expandia adolorido por la arremetida tan certera como cruel que se ensartaba rompiendo tejidos, desgarrando carnes, alcanzando el final del tunel donde los hombres y muchachos albergan su puerta abierta al paraiso.
Gemi alto, quizas demasiado, un largo jadeo que exhale al tiempo que echaba mi rostro hacia atras, elevando mi pecho lozano e imperturbable. Note que los ojos se me llenaban de agua, de sangre tiñendo de rojo mi enturbiada mirada. Jale la alfombra, traspasandola, anclando mis uñas en el suelo para sentir que podia aferrarme a algo, que no me perderia en esa pasion que amenazaba con llevarme a una segunda y pasional muerte. Ni siquiera pelee por soltarme de ese agarre, me tenia sometido y hasta incluso habia hecho mis mejillas enrojecieran.
Quise abrazarlo, fundirlo con mi cuerpo, arañar sus anchas espaldas hasta llenarme de sangre las uñas pero tuve que contentarme con su boca que disuadió el pensamiento de soltarme hasta empequeñecerlo. Mi pene embrutecio ante su toque y no tardo en ceder bajo los insistentes dedos desplegando su esencia que se escurrio por sus dedos y provocando que mi cuerpo se tensara, que mi ano fuera una trampa para ese falo alojado dentro que lo engullera con gula y que alcanzara una de esas pequeñas muertes que afligio mi rostro dotandolo de una fina y casi inapreciable capa de sangre que lo rrecorria como sudor.
-David...- musite tembloroso, con la mirada entrecerrada y una sonrisa de extasis prendida en mi faz. No pude haberlo aguantado, demasiado tiempo sin ser tomado, mi cuerpo se fue antes de lo necesario y aun asi mi falo conservaba esa dureza y prontamente me recupere aunque jadeante, liberando en mayor medida, al relajar mi cuerpo, la hombria de David.
Me agarre a la alfombra con todas las uñas y relami mis labios al ver su sexo rezumar lo que contenia en su interior, supe antes de ver su expresion que el encuentro seria salvaje y supe tambien que disfrutaria con cada milimetro de esa carne ensartada con dolor.
¿Que era esta sensacion? ¿Esa bravura, ese quemazon que amenazaba con afiebrar cada fibra de mi cuerpo, con extinguirlas entre las llamas de la pasion desgarradora? Mi ano se tensaba y expandia adolorido por la arremetida tan certera como cruel que se ensartaba rompiendo tejidos, desgarrando carnes, alcanzando el final del tunel donde los hombres y muchachos albergan su puerta abierta al paraiso.
Gemi alto, quizas demasiado, un largo jadeo que exhale al tiempo que echaba mi rostro hacia atras, elevando mi pecho lozano e imperturbable. Note que los ojos se me llenaban de agua, de sangre tiñendo de rojo mi enturbiada mirada. Jale la alfombra, traspasandola, anclando mis uñas en el suelo para sentir que podia aferrarme a algo, que no me perderia en esa pasion que amenazaba con llevarme a una segunda y pasional muerte. Ni siquiera pelee por soltarme de ese agarre, me tenia sometido y hasta incluso habia hecho mis mejillas enrojecieran.
Quise abrazarlo, fundirlo con mi cuerpo, arañar sus anchas espaldas hasta llenarme de sangre las uñas pero tuve que contentarme con su boca que disuadió el pensamiento de soltarme hasta empequeñecerlo. Mi pene embrutecio ante su toque y no tardo en ceder bajo los insistentes dedos desplegando su esencia que se escurrio por sus dedos y provocando que mi cuerpo se tensara, que mi ano fuera una trampa para ese falo alojado dentro que lo engullera con gula y que alcanzara una de esas pequeñas muertes que afligio mi rostro dotandolo de una fina y casi inapreciable capa de sangre que lo rrecorria como sudor.
-David...- musite tembloroso, con la mirada entrecerrada y una sonrisa de extasis prendida en mi faz. No pude haberlo aguantado, demasiado tiempo sin ser tomado, mi cuerpo se fue antes de lo necesario y aun asi mi falo conservaba esa dureza y prontamente me recupere aunque jadeante, liberando en mayor medida, al relajar mi cuerpo, la hombria de David.
Armand- Cantidad de envíos : 407
Fecha de inscripción : 29/11/2011
Re: Ruinas +18 (Priv)
David sintió que sus dedos se humedecían, dejo de embestir y los alzó, mirando el esperma del vampiro, despacio, abrió la boca y su larga lengua asomó, comenzó a lamer, tragando los fluídos que impregnaban sus yemas, mirando a Armand con sus dorados ojos ahora dos orbes sin pupilas, salvajes y ardientes como soles. Jadeó cuando lo apretó, aun no queria correrse, no todavía, quería estar dentro de él toda la noche, embistiendo hasta que toda la alfombra estuviera manchada de sus fluídos. Se terminó de chupar los dedos uno a uno-esto solo ha empezado Armand-su voz era el ronroneo de un tigre en celo-será toda la noche...hasta que el sol me deje sin fuerzas y a ti rendido..-le estaba haciendo un juramente y David era un hombre de palabra.
Le sonrió, una sonrisa vampírica, llega de gozo y hambre. Lo giró de repente, colocándolo boca abajo y tendió su cuerpo sobre el suyo, lamiendo su oreja, suspirando sobre ella-voy a montarte Armand..-sus labios rodearon de la oreja hasta uno de los hombros que mordisqueó y luego movió sus caderas, su pene volvió a colarse entre las nalgas pequeñas y ahora temblorosas. Embistió de nuevo y lo metió del golpe, suspiró de placer.-ah..Armand....-sus labios rozaron la nuca, enredándose entre la hebras rojas y se la mordisqueó mientras comenzaba a moverse con salvaje brío, tomándolo en aquella postura sobre la cara y antigua alfombra, al lado del fueg que perfilaba sus cuerpos en movimiento.
Sacó su pene de nuevo y le tomó de las caderas para que se pusiera a cuatro patas, aunque le temblara los brazos,volvió a penetrarlo, su falo mojado y grueso se deslizó de nuevo en aquel ano. Agarrando sus caderas estrechas, enterrando en ella sus uñas, rasgando la piel, comenzó a arrementer sin descanso, de rodillas tras él, bajó la vista y vio como su pene entraba y salía, entraba y salia entre aquellos montículos de nieve.-mmm..mmmm.-sus ojos dorados se posaron en las sombras que proyectaban contra la pared, pudo apreciar la silueta del falo de Armand que se balanceaba con sus empujones, que soltaba algunas chipas locamente.
Se arqueó de repente y jadeó, algo de su semilla se soltó en el interior de Armand pero no se detuvo, su pene todavia estaba duro y volvió a eyacular, teniendo aquel orgasmo que lo hizo ir mas deprisa-ah..ahhhh.-volvió a cubrirlo, su pecho se pegó a la espalda de Armand, una de sus manos le acarició la cintura y le agarró el pene para masturbarlo otra vez mientras se movía en su interior, estarían toda la noche así.
Le sonrió, una sonrisa vampírica, llega de gozo y hambre. Lo giró de repente, colocándolo boca abajo y tendió su cuerpo sobre el suyo, lamiendo su oreja, suspirando sobre ella-voy a montarte Armand..-sus labios rodearon de la oreja hasta uno de los hombros que mordisqueó y luego movió sus caderas, su pene volvió a colarse entre las nalgas pequeñas y ahora temblorosas. Embistió de nuevo y lo metió del golpe, suspiró de placer.-ah..Armand....-sus labios rozaron la nuca, enredándose entre la hebras rojas y se la mordisqueó mientras comenzaba a moverse con salvaje brío, tomándolo en aquella postura sobre la cara y antigua alfombra, al lado del fueg que perfilaba sus cuerpos en movimiento.
Sacó su pene de nuevo y le tomó de las caderas para que se pusiera a cuatro patas, aunque le temblara los brazos,volvió a penetrarlo, su falo mojado y grueso se deslizó de nuevo en aquel ano. Agarrando sus caderas estrechas, enterrando en ella sus uñas, rasgando la piel, comenzó a arrementer sin descanso, de rodillas tras él, bajó la vista y vio como su pene entraba y salía, entraba y salia entre aquellos montículos de nieve.-mmm..mmmm.-sus ojos dorados se posaron en las sombras que proyectaban contra la pared, pudo apreciar la silueta del falo de Armand que se balanceaba con sus empujones, que soltaba algunas chipas locamente.
Se arqueó de repente y jadeó, algo de su semilla se soltó en el interior de Armand pero no se detuvo, su pene todavia estaba duro y volvió a eyacular, teniendo aquel orgasmo que lo hizo ir mas deprisa-ah..ahhhh.-volvió a cubrirlo, su pecho se pegó a la espalda de Armand, una de sus manos le acarició la cintura y le agarró el pene para masturbarlo otra vez mientras se movía en su interior, estarían toda la noche así.
David Talbot- Cantidad de envíos : 394
Fecha de inscripción : 14/02/2012
Localización : Puede que Trafalgar Square
Re: Ruinas +18 (Priv)
Que perverso se miraba David, que alejado de su imagen correcta enfundada en un traje de corte elegante y gemelos brillantes. Lamió mi esencia mientras yo me sentia desfallecer, jadeante y medio incorporandome al apoyar mis liberadas manos sobre la alfombra.
-Me asustas- susurre quedo al comtemplar ese hambre, esa ansia. Si pretendia dejarme seco, que asi fuera, mi deseo tampoco era facil de calmar.
Ahora con el rostro apoyado en la suave alfombra, las caderas alzadas y dispuestas me estremeci nuevamente al sentir su cuerpo cercar el mio con la eficiencia de un buen amante.
-AAaaahg...- volvi a gemir cuando me penetro, aferrando la alfombra, boqueando sobre ella como un pez ahogandose fuera del agua. Se encajo una y otra vez dentro de mi, sediento de mi cuerpo, con la rapidez y violencia que solo un vampiro podia ejercer capaz de destrozar al otro con el que yacia, asi como hedonistamente recibia esa brutalidad como solo un cuerpo vampirico seria capaz de absorver.
-David...- lance con un ronroneo suave, taimado deleitandome con al friccion que su sexo desataba en mi interior. Otra vez ese punto, ese lugar que me hacia jadear, que impedia que cerrase mis labios por demasiado tiempo.
Curve felinamente la espalda y ladee el rostro para mirar la efigie de su rostro contraido por el placer, sus labios gruesos curvados, entreabiertos y sus ojos cerrados, en pleno extasis cuando descargo su sexual rabia y siglos de represion en el interior de mi cuerpo. Aquella corriente ardiente que me baño revolucionó mi pene que nuevamente se vio apresado por esa mano, ordeñandome con intencion de dejarme desfallecido.
No tarde en dejarme fluir de nuevo gruñendo roncamente, sintiendo el temblor presente en toda mi anatomia, mi segunda pequeña muerte. Senti la tentacion de dejarme caer sobre la mullida alfombra, de dejar que David hiciera con mi cuerpo lo que desease, pues esta noche era suyo...pero mi afan por llevar las riendas me supero e incorporandome lo hice sentarse sobre sus piernas flexionadas, sentandome yo en sus rodillas, moviendo la cadera sobre ese falo.
Tome sus manos haciendo que rodearan mi cuerpo, que se abrazase a el sin temor a romperlo y lleve una mano hacia atras, aferrando su cabello. Ladeando el rostro busque su boca, sus labios para tocarlos con los mios, que aunque exhaustos lograron atrapar el labio inferior para jalar del mismo lentamente, profanando posteriormente esa boca de pecado. Autoimpuse un ritmo pausado, lento, pero profundo, pues aun estaba aferrando su falo con mi cuerpo y aun seguia endurecido dentro de mi.
-Me asustas- susurre quedo al comtemplar ese hambre, esa ansia. Si pretendia dejarme seco, que asi fuera, mi deseo tampoco era facil de calmar.
Ahora con el rostro apoyado en la suave alfombra, las caderas alzadas y dispuestas me estremeci nuevamente al sentir su cuerpo cercar el mio con la eficiencia de un buen amante.
-AAaaahg...- volvi a gemir cuando me penetro, aferrando la alfombra, boqueando sobre ella como un pez ahogandose fuera del agua. Se encajo una y otra vez dentro de mi, sediento de mi cuerpo, con la rapidez y violencia que solo un vampiro podia ejercer capaz de destrozar al otro con el que yacia, asi como hedonistamente recibia esa brutalidad como solo un cuerpo vampirico seria capaz de absorver.
-David...- lance con un ronroneo suave, taimado deleitandome con al friccion que su sexo desataba en mi interior. Otra vez ese punto, ese lugar que me hacia jadear, que impedia que cerrase mis labios por demasiado tiempo.
Curve felinamente la espalda y ladee el rostro para mirar la efigie de su rostro contraido por el placer, sus labios gruesos curvados, entreabiertos y sus ojos cerrados, en pleno extasis cuando descargo su sexual rabia y siglos de represion en el interior de mi cuerpo. Aquella corriente ardiente que me baño revolucionó mi pene que nuevamente se vio apresado por esa mano, ordeñandome con intencion de dejarme desfallecido.
No tarde en dejarme fluir de nuevo gruñendo roncamente, sintiendo el temblor presente en toda mi anatomia, mi segunda pequeña muerte. Senti la tentacion de dejarme caer sobre la mullida alfombra, de dejar que David hiciera con mi cuerpo lo que desease, pues esta noche era suyo...pero mi afan por llevar las riendas me supero e incorporandome lo hice sentarse sobre sus piernas flexionadas, sentandome yo en sus rodillas, moviendo la cadera sobre ese falo.
Tome sus manos haciendo que rodearan mi cuerpo, que se abrazase a el sin temor a romperlo y lleve una mano hacia atras, aferrando su cabello. Ladeando el rostro busque su boca, sus labios para tocarlos con los mios, que aunque exhaustos lograron atrapar el labio inferior para jalar del mismo lentamente, profanando posteriormente esa boca de pecado. Autoimpuse un ritmo pausado, lento, pero profundo, pues aun estaba aferrando su falo con mi cuerpo y aun seguia endurecido dentro de mi.
Armand- Cantidad de envíos : 407
Fecha de inscripción : 29/11/2011
Re: Ruinas +18 (Priv)
David rodeó el cuerpo de Armand con sus musculosos brazos, ahora todo iba más despacio, era algo tan sensual que su cuerpo se estremeció levemente. Permitio que fuera el inmortal pelirrojo quien impusiera ahora el ritmo entre ellos, era el momento de la coontemplación para David, una especie de pausa erótica en lo que restaba de las horas de noche porque David pensaba aprovecharlo todo, disfrutar de la compañía y el cuerpo de Armand puesto que no sabía que ocurriría a la noche siguiente. Pudiera ser que Armand desapareciera sin decir nada, con aquel estilo habitual de los vampiros, elegante y sin demasiadas explicaciones o quedarse con él, no lo sabía.
Los ojos dorados de David recorrieron su rostro mientras se movía sobre él, observando aquel rostro perfecto que tan bien conocía de los cuadros que estaban en la case madre de la Talamasca, Armand a través de los siglos, haciendo uso de sus facultades, David, decesdían hasta las cámaras de seguridad, recorriendo los pasillos durantes horas y admirando los cuadros una y otra vez, casi obcesionado por aquel querubín de óleo. Y allí etaba ahora entre sus brazos, mordiendo su labio inferior, cabagaldo sobre su falo con maestría, David sabía que no sentiría nada tan intenso como tenerlo entre sus brazos, nada se equipara a poseer un sueño.
Suspiró de nuevo y ladeó el rostro, su boca acaparó la suya de nuevo, buscando su lengua para enredarla, sus dedos recorrieron la espalda y la cintura de Armand, perdiéndose entre los rojos cabellos que rivalizaban con el fuego. Despacio bajaron hasta los tersos muslos que estaban abiertos, eran fuertes y torneados, maravillosos, los acarición, sus dedos oscuros contrastaban con aquella piel cremosa, de cisce, los deslizó hasta las caderas hasta aferrar sus nalgas con fuerza, las abrió, tirando de ellas.
-Ahhh..Armand..-el quejido de david fue lastimero, derrotado, separó su boca y lamió el cuello de su compañero, mordisqueando la nuez de Adam, notando que era él quien estaba cerca de correrse de nuevo, aquel ritmo parecía expandir el placer dentro de su cuerpo. Los vampiros eran sensibles, cuando hacían el amor, era con todos sus sentidos, la comunión entre ambos se tornaba dolorasamente sublime y especial. David fue más allá, conectó su mente con la de Armand para que sintiera justo lo que sentía él cuando comenzó a eyacular en su interior.
Los ojos dorados de David recorrieron su rostro mientras se movía sobre él, observando aquel rostro perfecto que tan bien conocía de los cuadros que estaban en la case madre de la Talamasca, Armand a través de los siglos, haciendo uso de sus facultades, David, decesdían hasta las cámaras de seguridad, recorriendo los pasillos durantes horas y admirando los cuadros una y otra vez, casi obcesionado por aquel querubín de óleo. Y allí etaba ahora entre sus brazos, mordiendo su labio inferior, cabagaldo sobre su falo con maestría, David sabía que no sentiría nada tan intenso como tenerlo entre sus brazos, nada se equipara a poseer un sueño.
Suspiró de nuevo y ladeó el rostro, su boca acaparó la suya de nuevo, buscando su lengua para enredarla, sus dedos recorrieron la espalda y la cintura de Armand, perdiéndose entre los rojos cabellos que rivalizaban con el fuego. Despacio bajaron hasta los tersos muslos que estaban abiertos, eran fuertes y torneados, maravillosos, los acarición, sus dedos oscuros contrastaban con aquella piel cremosa, de cisce, los deslizó hasta las caderas hasta aferrar sus nalgas con fuerza, las abrió, tirando de ellas.
-Ahhh..Armand..-el quejido de david fue lastimero, derrotado, separó su boca y lamió el cuello de su compañero, mordisqueando la nuez de Adam, notando que era él quien estaba cerca de correrse de nuevo, aquel ritmo parecía expandir el placer dentro de su cuerpo. Los vampiros eran sensibles, cuando hacían el amor, era con todos sus sentidos, la comunión entre ambos se tornaba dolorasamente sublime y especial. David fue más allá, conectó su mente con la de Armand para que sintiera justo lo que sentía él cuando comenzó a eyacular en su interior.
David Talbot- Cantidad de envíos : 394
Fecha de inscripción : 14/02/2012
Localización : Puede que Trafalgar Square
Re: Ruinas +18 (Priv)
Senti mi cuerpo empequeñecer cuando me abrazo, sin embargo la sensacion era sublime. Era la sensacion de sentirte capturado, agarrado fuertemente para evitar que cayese a cualquier abismo de mi memoria. Bendito agarre, bendito vampiro que me estaba llenando con todo su ser. MI anatomia se movia con la elegancia y la lentitud de un felino, contorneando no solo las caderas si no el pecho, la espalda. Podia sentir ese ardiente mastil tocando cada parte, por escondida que estuviera, de mi carnoso interior. El cambio de postura fue tan rapido como imperceptible. Necesitaba verle el rostro.
Me entregue a sus labios con la pasion de un adolescente ante su primer beso, lamiendo y mordiendo esos gajos a placer, deseando arrancar esa carne, morderla y engullirla como un animal cualquiera. Mis caderas aumentaron el ritmo al acrecentarse el deseo de mi cuerpo por las intensas oleadas de placer que lo desbordaban. Enloqueci en la antesala del tercer orgasmo, aprete las ebras del moreno jalando las mismas y volvi a enterrar mis uñas incansables en su piel dura, surcandola hasta llenarmelas de sangre.
-aah...ahg....David mio...- jadee, puras incoherencias, nada mas que locuras, profanando ese nombre una y otra vez hasta dejar inutilizada mi garganta. Las sensaciones del vampiro me invadieron, se sumaron a las mias, se entrelazaron y mezclaron potenciando un temblor incontrolable, un placer insondable. Esta vez si me senti desfallecer, en el septimo cielo, en el octavo o en el noveno, daba igual ya. Aprecie aquel torrente inundarme de nuevo, bañar aquel interior avaricioso que todo lo queria y mi esencia exploto en su vientre, un vientre que ya habia sido mojado interiormente.
Gemi agonico pero de puro gozo, mi cuerpo muy pegado al suyo, detenido, tembloroso y estremecido. Una tercera muerte cuando aun no habia logrado desprenderme de las sensaciones de la primera. Suspire quedo y apoyando las manos en el pecho de David, lo obligue a tenderse para replegarme sobre el posteriormente, cubriendo su cuerpo con el mio. Aun dentro de mi, lo sentia palpitar, caliente y hundido hasta la base, completamente engullido, aun proporcionaba esos calambres satisfactorios. Por unos segundos anhele lo impensable, desee que nuestros corazones latieran acelerados y que el calor nos abrumara tanto hasta ahogarnos en el.
Me entregue a sus labios con la pasion de un adolescente ante su primer beso, lamiendo y mordiendo esos gajos a placer, deseando arrancar esa carne, morderla y engullirla como un animal cualquiera. Mis caderas aumentaron el ritmo al acrecentarse el deseo de mi cuerpo por las intensas oleadas de placer que lo desbordaban. Enloqueci en la antesala del tercer orgasmo, aprete las ebras del moreno jalando las mismas y volvi a enterrar mis uñas incansables en su piel dura, surcandola hasta llenarmelas de sangre.
-aah...ahg....David mio...- jadee, puras incoherencias, nada mas que locuras, profanando ese nombre una y otra vez hasta dejar inutilizada mi garganta. Las sensaciones del vampiro me invadieron, se sumaron a las mias, se entrelazaron y mezclaron potenciando un temblor incontrolable, un placer insondable. Esta vez si me senti desfallecer, en el septimo cielo, en el octavo o en el noveno, daba igual ya. Aprecie aquel torrente inundarme de nuevo, bañar aquel interior avaricioso que todo lo queria y mi esencia exploto en su vientre, un vientre que ya habia sido mojado interiormente.
Gemi agonico pero de puro gozo, mi cuerpo muy pegado al suyo, detenido, tembloroso y estremecido. Una tercera muerte cuando aun no habia logrado desprenderme de las sensaciones de la primera. Suspire quedo y apoyando las manos en el pecho de David, lo obligue a tenderse para replegarme sobre el posteriormente, cubriendo su cuerpo con el mio. Aun dentro de mi, lo sentia palpitar, caliente y hundido hasta la base, completamente engullido, aun proporcionaba esos calambres satisfactorios. Por unos segundos anhele lo impensable, desee que nuestros corazones latieran acelerados y que el calor nos abrumara tanto hasta ahogarnos en el.
Armand- Cantidad de envíos : 407
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Re: Ruinas +18 (Priv)
David alzó sus largos y musculosos brazos de tono bronceado, rodeó con ellos el cuerpo de Armand, apretándolo contra su anatomía, dureza contra dureza, no tenía miedo de hacerle daño, Armand era más antiguo que él y aunque su cuerpo pareciera que estuviera detenido en el tiempo, justo antes de entrar complatamente en la hombría, seguramente podría resestir más penalidades de que David. Pero ahora estaban tibios, sus carnes tenía que cierta fragilidad mortal por sangre ingerida recientemente. Cerro los ojos y movió su rostro, sus labios se pasearon entre las rojas hebras, besándolas en aquel momento de intensa intimidad entre los dos, en el cual las palabras sobraban.
Su falo aun estaba hundido dentro de Armand, lo tenía bien empalado, adoraba aquella sensación sublime de estar fundido con él y su deseo no disminuía a pesar de haber culminado en su interior, deseaba a Armand ardientemente, con un fuego difícil de explicar, quizás fuera el tiempo de celibato sexual...quizás porque siempre lo deseó, Armand era tentador para cualquier criatura, sutil y peligroso, inocente y sexual. Las manos de David, sus suaves dedos acariciaron los costados del vampiro, tiernamente, bajando hacia las caderas y luego posó sus palmas sobre ambas nalgas. Comenzó a masajearlas muy despacio, abriendolas y luego cerrándolas para que el pene que alojaba entre ellas se frotara y moviera en el interior del pelirrojo vampiro.
David ladeó el rostro y sus labios rozaron la sien de Armand y la besó-¿Te quedarás algunas noches más conmigo?-Armand era un alma independiente desde que se dio cuenta que era capaz de conseguir casi cualquier cosa y aunque ahora hubiera perdido los recuerdos no dudaba que no precisaba de nadie para hacer lo que le viniera en gana e ir a dondo le apetecía.
Volvió a mover sus nalgas y embistió un poco, sonriendo, David era pasional y sexual pero solo cuando accionabas las teclas adecuadas y Armand lo habá hecho, provocando, tentándolo hasta que David echó a un lado toda su capa de formalidad y cabellorosidad para tomarlo como ambos estaban deseando-mmm..-fue casi un ronroneo lo que manó del amplio pecho de David y volvió a embestirlo suavemente, ya su pene se iría poniendo duro poco a poco para otro asalto más. Elevó una de las manos y apartó los mechones de cabello rojo para poder admirar abiertamente aquel rostro de belleza clásica que tanto lo turbaba, acariciando su mejilla.
Su falo aun estaba hundido dentro de Armand, lo tenía bien empalado, adoraba aquella sensación sublime de estar fundido con él y su deseo no disminuía a pesar de haber culminado en su interior, deseaba a Armand ardientemente, con un fuego difícil de explicar, quizás fuera el tiempo de celibato sexual...quizás porque siempre lo deseó, Armand era tentador para cualquier criatura, sutil y peligroso, inocente y sexual. Las manos de David, sus suaves dedos acariciaron los costados del vampiro, tiernamente, bajando hacia las caderas y luego posó sus palmas sobre ambas nalgas. Comenzó a masajearlas muy despacio, abriendolas y luego cerrándolas para que el pene que alojaba entre ellas se frotara y moviera en el interior del pelirrojo vampiro.
David ladeó el rostro y sus labios rozaron la sien de Armand y la besó-¿Te quedarás algunas noches más conmigo?-Armand era un alma independiente desde que se dio cuenta que era capaz de conseguir casi cualquier cosa y aunque ahora hubiera perdido los recuerdos no dudaba que no precisaba de nadie para hacer lo que le viniera en gana e ir a dondo le apetecía.
Volvió a mover sus nalgas y embistió un poco, sonriendo, David era pasional y sexual pero solo cuando accionabas las teclas adecuadas y Armand lo habá hecho, provocando, tentándolo hasta que David echó a un lado toda su capa de formalidad y cabellorosidad para tomarlo como ambos estaban deseando-mmm..-fue casi un ronroneo lo que manó del amplio pecho de David y volvió a embestirlo suavemente, ya su pene se iría poniendo duro poco a poco para otro asalto más. Elevó una de las manos y apartó los mechones de cabello rojo para poder admirar abiertamente aquel rostro de belleza clásica que tanto lo turbaba, acariciando su mejilla.
David Talbot- Cantidad de envíos : 394
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Re: Ruinas +18 (Priv)
Anide en su cuello mi rostro, acariciando con mi nariz pequeña y respingona, la piel mas sensible y calida mientras me estrechaba con considerable fuerza. Bese y mordisquee suavemente mientras reposabamos, un momento de quietud encantador, intimo y deseado. Le hube rodeado el cuello con mis brazos y mi cuerpo relajado se tendia sobre el suyo, aunque ciertas zonas como mis pezones, mis testiculos y mi ano, seguian tensos. Apretaba este ultimo para atesorar la carne que tenia hundida en el, replegandome ligeros cosquilleos, estremecimientos pausados e indiscriminados.
Sus manos pintaban sobre mi cuerpo como si fuera un lienzo que temblaba deliciosamente bajo las caricias de este. Emiti un gemido encantador, gozoso cuando masajeo mis nalgas incrementando la friccion entre sensibles carnes. Ladee suavemente el rostro, besando su menton, su pregunta me hizo sonreir, jadee en respuesta, cerrando mis ojos dispuesto a sentirlo todo de nuevo. Mi cuerpo erizado se mantuvo tranquilo mientras su pene volvia a hundirse. Senti como una mano invisible jalaba de mis testiculos haciendo reaccionar mi propio apendice que nuevamente se endurecia.
-Dioses David....- gemi largamente alzando el rostro parar mirarlo. En el mio habia una oda al deseo, a la lujuria y a la tentacion que representaba el moreno, tenia las mejillas tan enrojecidas que ardian. Sus palabras habian sido certeras...toda la noche...unidos, juntos. Y desee quedarme mas noches. Olvidarme durante unos dias del mundo en el cual vivia para aprender de nuevo a su lado, para gozar a su lado....y no olvidar su rostro nunca mas.
Busque sus labios. Ahora su ritmo era mas pausado, lento y profundo, percibiendo cada sensacion, cada estremecimiento. Mi ano latia, humedo, acogia el falo, apretandolo en su interior al tensar mis nalgas, mi cuerpo. Queria que volcase su placer en mi, ¿Podria finalmente sentir ese cansacio atroz en un cuerpo inagotable como este?
Aprese su inferior entre los mios, jalandolos suavemente, hundiendo luego mi lengua para tocar la suya, dulce y entregado.
Sus manos pintaban sobre mi cuerpo como si fuera un lienzo que temblaba deliciosamente bajo las caricias de este. Emiti un gemido encantador, gozoso cuando masajeo mis nalgas incrementando la friccion entre sensibles carnes. Ladee suavemente el rostro, besando su menton, su pregunta me hizo sonreir, jadee en respuesta, cerrando mis ojos dispuesto a sentirlo todo de nuevo. Mi cuerpo erizado se mantuvo tranquilo mientras su pene volvia a hundirse. Senti como una mano invisible jalaba de mis testiculos haciendo reaccionar mi propio apendice que nuevamente se endurecia.
-Dioses David....- gemi largamente alzando el rostro parar mirarlo. En el mio habia una oda al deseo, a la lujuria y a la tentacion que representaba el moreno, tenia las mejillas tan enrojecidas que ardian. Sus palabras habian sido certeras...toda la noche...unidos, juntos. Y desee quedarme mas noches. Olvidarme durante unos dias del mundo en el cual vivia para aprender de nuevo a su lado, para gozar a su lado....y no olvidar su rostro nunca mas.
Busque sus labios. Ahora su ritmo era mas pausado, lento y profundo, percibiendo cada sensacion, cada estremecimiento. Mi ano latia, humedo, acogia el falo, apretandolo en su interior al tensar mis nalgas, mi cuerpo. Queria que volcase su placer en mi, ¿Podria finalmente sentir ese cansacio atroz en un cuerpo inagotable como este?
Aprese su inferior entre los mios, jalandolos suavemente, hundiendo luego mi lengua para tocar la suya, dulce y entregado.
Armand- Cantidad de envíos : 407
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Re: Ruinas +18 (Priv)
Aquella noche, David, perdió la cuenta de las veces que hundió su masculinidad en el cuerpo de Armand, cuantas veces sus bocas se encontraron una y otra vez, sus lenguas se enredaron en un abrazo ensalivado y erótico, los cuerpos de ambos ondularon mientras iban al encuentro entre gemidos largos y sensuales, íntimos, mirándose a los ojos, acariciándose. David no era ni forma ni tímido en la cama, allí se destaba por compleo en la seguridad que la otra persona que estaba con él se entregaba de la misma forma, allí no usaba palabras corteses ni largos discursos, era su cuepro quien hablaba y sus ojos dorados prendían la penumbra que los rodeaba y alumbraban la tersa piel de Armand que no se cansaba de lamer.
Cerca del amanecer tuvo que romper el contactos de sus besos, el sol estaba anunciando su llegada. Lo cogio de la mano, entrelzando sus dedos, eran amigos y amantes pero ambos sabía que aquello no significaba ningún tipo de compromiso real, los vampiros actuaban así, se podrían separar en unos días y verse dentro de unos años para repetir de nuevo aquella experiencia sin ningún tipo de recriminaciones. En la planta superior, en la habitación de David, una gran cama con pesadas cortienas que lo cerraban todo hermeticamente. Se acostaron entre las sábanas, sin hablar, sin decirse nada, solo besándose, buscando compensar el tiempo que ninguno de los dos había conocido caricia alguna.
La noche siguiente no fue difirente, David lo despertó a besos y casi sin esperar que abriera los ojos del todo, lo puso boca abajo y lo penetró por detrás, gimiendo en su oido, de nuevo, revolvieron todo el lecho haciendo el amor en cada rincón, esta vez fueron más salvajes, llegándose a morder el uno al otro en el transcurso de la unión de sus cuerpos, en el frenesí de las embestidas de David, Armand parecía no tener un final cierto, eyaculaba muchas veces, corriéndose sin descanso para luego volver a estar duro de nuevo. David estaba seguro que se debía a aquella educación sexual recibida en Venecia, Armand sabía disfrutar una y otra vez.
La tercera noche, cuando los parpados de David se alzaron despacio, se quedó unos minutos quieto, cavilando y una sonrisa se dibujó en sus sensuales labios, se había olvidado casi por completo de su misión por culpa del pelirrojo vampiro. Se ladeó y lo miró, dormido aun, boca abajo, con sus ardientes cabellos desparramados entre las sábanas, dunas rojas y brillantes. Se inclinó y besó sus hombros.-Armand, despierta-beso su nuca y salió de la gran cama.
Fue hasta el baño, poseia losas blancas y negras, una gran tina con griferia dorada, la bocas de agua eran peces y todo estaba decorado con un mosaico de estilo mitologico, sirenas y tritones que entrelazaban, sobre el fino lavabo con forma de concha un gran espejo oval. Comenzó a llenar la bañera con agua caliente, algo agradable para sus pieles normalmente frías.
Cerca del amanecer tuvo que romper el contactos de sus besos, el sol estaba anunciando su llegada. Lo cogio de la mano, entrelzando sus dedos, eran amigos y amantes pero ambos sabía que aquello no significaba ningún tipo de compromiso real, los vampiros actuaban así, se podrían separar en unos días y verse dentro de unos años para repetir de nuevo aquella experiencia sin ningún tipo de recriminaciones. En la planta superior, en la habitación de David, una gran cama con pesadas cortienas que lo cerraban todo hermeticamente. Se acostaron entre las sábanas, sin hablar, sin decirse nada, solo besándose, buscando compensar el tiempo que ninguno de los dos había conocido caricia alguna.
La noche siguiente no fue difirente, David lo despertó a besos y casi sin esperar que abriera los ojos del todo, lo puso boca abajo y lo penetró por detrás, gimiendo en su oido, de nuevo, revolvieron todo el lecho haciendo el amor en cada rincón, esta vez fueron más salvajes, llegándose a morder el uno al otro en el transcurso de la unión de sus cuerpos, en el frenesí de las embestidas de David, Armand parecía no tener un final cierto, eyaculaba muchas veces, corriéndose sin descanso para luego volver a estar duro de nuevo. David estaba seguro que se debía a aquella educación sexual recibida en Venecia, Armand sabía disfrutar una y otra vez.
La tercera noche, cuando los parpados de David se alzaron despacio, se quedó unos minutos quieto, cavilando y una sonrisa se dibujó en sus sensuales labios, se había olvidado casi por completo de su misión por culpa del pelirrojo vampiro. Se ladeó y lo miró, dormido aun, boca abajo, con sus ardientes cabellos desparramados entre las sábanas, dunas rojas y brillantes. Se inclinó y besó sus hombros.-Armand, despierta-beso su nuca y salió de la gran cama.
Fue hasta el baño, poseia losas blancas y negras, una gran tina con griferia dorada, la bocas de agua eran peces y todo estaba decorado con un mosaico de estilo mitologico, sirenas y tritones que entrelazaban, sobre el fino lavabo con forma de concha un gran espejo oval. Comenzó a llenar la bañera con agua caliente, algo agradable para sus pieles normalmente frías.
David Talbot- Cantidad de envíos : 394
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Re: Ruinas +18 (Priv)
Todo pareció de tenerse, las horas se extinguian en los amaneceres y atardeceres, los minutos y los segundos se prolongaban hasta perder la verdadera nocion del tiempo y del espacio. Dormia de dia, ardia de noche...sin descanso, ni espacio para buscar alimento. Eramos nuestro propio alimento, a veces yo era el depredador y otras tantas la presa. Solo un día mas... un nuevo gemido, un nuevo placer...una nueva sensacion de vida... Esto era de locos completamente, era peligroso sumergirse en tal voragíne de deseo y sentir que te habia atrapado... Era y soy consciente de que todo lo que empieza acaba...y dicha logica tambien la aplicaba a mi vida. Yo no era eterno, tan solo longevo. Tendria mi final, como habia tenido mi inicio.
Al cabo de unos dias...ni siquiera podria decir a ciencia cierta cuantos habian pasado, desperté al hundse el sol en el horizonte y dar paso a la majestuosa noche. Desperte por unos besos dulces e intimos en mi nuca. Fue extraño... una especie de paz inexplicable, la serenidad y la estoicidad que regresaba a mi mente tras el beso que lo desencadenó todo. Habia perdido mis metas de vista, simplemente me habia abstraido en su cuerpo, en sus labios, en su mirada..
-Buenas noches David.- susurre aun perezoso, volteandome sobre el lecho y estirando piernas y brazos me desperece apriecando el suave tacto de esas sabanas contra mi piel. Al ladear el rostro di cuenta de su esplendida figura, mientras caminaba desnudo hacia el baño. Era preciso que me levantase....de aquellas sabanas que se habian grabado a fuego nuestros aromas. Me incorporé pisando con los pies desnudos el frio suelo que apenas percibi y camine en el mayor de los silencios hacia el baño hasta que mi figura se percibió bajo la calida luz del msimo. Apoye mi cuerpo en el marco de la puerta y me cruce de brazos sonriendo intimamente -Gracias...me has recordado lo que se siente al ser intimo y ardiente con otro ser-desvié la mirada y acucié la sonrisa -Me creí muerto tambien en ese sentido...- cerré los ojos durante unos segundos y me acerqué a la gran bañera que se llenaba poco a poco de calida agua.
Hundí un par de dedos en ella percibiendo la temperatura y posteriormente hundí mi cuerpo en aquella amplia estructura emitiendo un gemido extenso por ello.
Dirigí al moreno mi mirada y me sumergi un poco hasta que mi pecho estuviera cubierto -Me ire esta noche.- anuncié con letargo y desgana. No era bueno engañarnos, ambos sabiamos que esto habia sido una manera de "desconectar" de nuestras inquietudes, misiones y problemas diarios.
Al cabo de unos dias...ni siquiera podria decir a ciencia cierta cuantos habian pasado, desperté al hundse el sol en el horizonte y dar paso a la majestuosa noche. Desperte por unos besos dulces e intimos en mi nuca. Fue extraño... una especie de paz inexplicable, la serenidad y la estoicidad que regresaba a mi mente tras el beso que lo desencadenó todo. Habia perdido mis metas de vista, simplemente me habia abstraido en su cuerpo, en sus labios, en su mirada..
-Buenas noches David.- susurre aun perezoso, volteandome sobre el lecho y estirando piernas y brazos me desperece apriecando el suave tacto de esas sabanas contra mi piel. Al ladear el rostro di cuenta de su esplendida figura, mientras caminaba desnudo hacia el baño. Era preciso que me levantase....de aquellas sabanas que se habian grabado a fuego nuestros aromas. Me incorporé pisando con los pies desnudos el frio suelo que apenas percibi y camine en el mayor de los silencios hacia el baño hasta que mi figura se percibió bajo la calida luz del msimo. Apoye mi cuerpo en el marco de la puerta y me cruce de brazos sonriendo intimamente -Gracias...me has recordado lo que se siente al ser intimo y ardiente con otro ser-desvié la mirada y acucié la sonrisa -Me creí muerto tambien en ese sentido...- cerré los ojos durante unos segundos y me acerqué a la gran bañera que se llenaba poco a poco de calida agua.
Hundí un par de dedos en ella percibiendo la temperatura y posteriormente hundí mi cuerpo en aquella amplia estructura emitiendo un gemido extenso por ello.
Dirigí al moreno mi mirada y me sumergi un poco hasta que mi pecho estuviera cubierto -Me ire esta noche.- anuncié con letargo y desgana. No era bueno engañarnos, ambos sabiamos que esto habia sido una manera de "desconectar" de nuestras inquietudes, misiones y problemas diarios.
Armand- Cantidad de envíos : 407
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Re: Ruinas +18 (Priv)
Aquel anuncio no tomó desprevenido al vampiro de dorados ojos, sabía que llegaría tarde o temprano, solo que las noches anteriores, no habían hablando, solo tuvieron tiempo para gemir, buscarse las bocas una y otra vez, desesperadamente, jadeando, sus colmillos aprendieron a tocar la piel para excitar y en que punto clavarse para obtener la sangre el uno del otro. David, perdió el control por completo, en la seguridad que Armand no sufriría por su fuerza vampirica, el pelirrojo no se rompería entre sus dedos, eso le permitio ser rudo en ocasiones pero en otras tierno y delicado, el dormitorio ahora era un campo de batalla. Pero aquellas noches apenas eran un suspiro en sus largas existencias pero sería algo recordado durante mucho tiempo.
-Entiendo-no iba rogarle nada, él mismo estaba atado a otros compromisos, demasiado quizás pero era lo que eligió en su momento. Además, sabía que no deseaba lo que tantas veces escribió en los libros, los vampiros, a la larga no se soportaban, se odiaban, se repelían y tarde o temprano se hacían daño entre ellos. Luego se podían perdonar tras varios siglos sin verse pero en el fondo eran depredadores solitarios y no soportaban la presencia de otro depredador en su mismo territorio.
Posó sus orbes de oro en Armand, grabando aque cuadro en su mente mientras el vampiro se aseaba, los rojos cabellos flotando en la superficia del agua-Vine con la intención de descubrir al causante de este desastre pero en mi busca está un mensaje de la Orden, quieren que vaya a los Ángeles-donde sin saber se encontraría parte de su destino-una de las razones es porque hay un joven muy prometedor, la orden desea que ingrese.-suspiró, no era algo que ahora mismo le apateciera. El otro motivo no deseaba nombrarlo, era demasiado peligroso y no quería suscitar la preocupación de Armand.
Estrujó la esponja entre sus dedos y comenzó a repasar su ancho pecho-ha sido algo maravilloso, Armand. Hacía tanto que no me sentía tan bien, tan libre...tan desatado.-sonrió y la punta de los colmillos asomaron apenas.-No mentiré, llevaba deseándote hace mucho tiempo...algo que tú no puedes recordar, pero te deseé desde que nos conocimos...pero no me atrevía, no sabía el por qué, temía que solo me tomaras por un niño atrevido, un vampiro recien nacido insolente.
-Entiendo-no iba rogarle nada, él mismo estaba atado a otros compromisos, demasiado quizás pero era lo que eligió en su momento. Además, sabía que no deseaba lo que tantas veces escribió en los libros, los vampiros, a la larga no se soportaban, se odiaban, se repelían y tarde o temprano se hacían daño entre ellos. Luego se podían perdonar tras varios siglos sin verse pero en el fondo eran depredadores solitarios y no soportaban la presencia de otro depredador en su mismo territorio.
Posó sus orbes de oro en Armand, grabando aque cuadro en su mente mientras el vampiro se aseaba, los rojos cabellos flotando en la superficia del agua-Vine con la intención de descubrir al causante de este desastre pero en mi busca está un mensaje de la Orden, quieren que vaya a los Ángeles-donde sin saber se encontraría parte de su destino-una de las razones es porque hay un joven muy prometedor, la orden desea que ingrese.-suspiró, no era algo que ahora mismo le apateciera. El otro motivo no deseaba nombrarlo, era demasiado peligroso y no quería suscitar la preocupación de Armand.
Estrujó la esponja entre sus dedos y comenzó a repasar su ancho pecho-ha sido algo maravilloso, Armand. Hacía tanto que no me sentía tan bien, tan libre...tan desatado.-sonrió y la punta de los colmillos asomaron apenas.-No mentiré, llevaba deseándote hace mucho tiempo...algo que tú no puedes recordar, pero te deseé desde que nos conocimos...pero no me atrevía, no sabía el por qué, temía que solo me tomaras por un niño atrevido, un vampiro recien nacido insolente.
David Talbot- Cantidad de envíos : 394
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Re: Ruinas +18 (Priv)
De pronto sentí como una intensa nostalgia asolaba mi alma, extraña sensacion que ya conocia, que formaba parte de mi mismo aunque la repudiara, que salpicaba cada una de mis decisiones. Lo peor no fue recordar esa sensacion, lo peor fue no saber el por que se daba. Quizas fueron algunas de esas palabras que dijo David. Habia sido maravilloso, intenso, extenso...pero la intensidad para nosotros los inmortales era algo muy relativo. Dos dias en el "paraiso" apenas serian unos minutos de recuerdo en nuestras largas existencias. Esboce una ligera sonrisa y me acurruque contra su cuerpo mientras las cálidas aguas nos embaucaban. Al menos hasta que se fuera, no me mantendria ni unos segundos alejado.
Suspiré tranquilo, mientras frotaba con aquella ligeramente rasposa esponja mi piel, mientras mis dedos acariciaban su pecho.
-Tengo la impresión David...de que ese deseo que sentias hacia a mí, era totalmente correspondido por mi parte.- separe un poco el rostro para estirar mi cuello y besarle en la mandibula con delicados besos -No importa que no lo recordara....lo recuerdo ahora....eso es lo importante...- añadí y cerré los ojos, abrazandolo con suave fricción.
Suspiré tranquilo, mientras frotaba con aquella ligeramente rasposa esponja mi piel, mientras mis dedos acariciaban su pecho.
-Tengo la impresión David...de que ese deseo que sentias hacia a mí, era totalmente correspondido por mi parte.- separe un poco el rostro para estirar mi cuello y besarle en la mandibula con delicados besos -No importa que no lo recordara....lo recuerdo ahora....eso es lo importante...- añadí y cerré los ojos, abrazandolo con suave fricción.
Armand- Cantidad de envíos : 407
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