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My Funny Valentine - Privado
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Re: My Funny Valentine - Privado
-Deseo que nos unamos más allá de la sangre y las palabras, mi Atsushi -le dije, alejándome junto a él más de la orilla, adentrándonos en el mar hasta que nuestros pies ya no podían rozar el fondo marino. La playa se veía lejana y las luces de la ciudad me recordaban a los juegos pirotécnicos de antaño.
Pegué mi pecho al suyo abrazándome a su cuerpo, pasando mis brazos por su cuello para acariciar sus cabellos mientras mi ligero cuerpo de energía flotaba en el agua, no me hundía pese a que no sabía nadar. Mis labios se posaron nuevamente sobre los suyos de forma dulce, cerrando mis ojos buscando sentir más allá de su calor, buscando sentirle a él, su piel suave, sus caricias.
Porque no era más que calor lo que sentía con su toque, con el de cualquiera, pero yo buscaba sentir más, sentir su cuerpo, su alma y su espíritu. No tan sólo la calidez de la vida ni el frío de la muerte, sino al amante que tenía frente a mis ojos, al vampiro que buscaba amarme.
Pegué mi pecho al suyo abrazándome a su cuerpo, pasando mis brazos por su cuello para acariciar sus cabellos mientras mi ligero cuerpo de energía flotaba en el agua, no me hundía pese a que no sabía nadar. Mis labios se posaron nuevamente sobre los suyos de forma dulce, cerrando mis ojos buscando sentir más allá de su calor, buscando sentirle a él, su piel suave, sus caricias.
Porque no era más que calor lo que sentía con su toque, con el de cualquiera, pero yo buscaba sentir más, sentir su cuerpo, su alma y su espíritu. No tan sólo la calidez de la vida ni el frío de la muerte, sino al amante que tenía frente a mis ojos, al vampiro que buscaba amarme.
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Re: My Funny Valentine - Privado
Su cuerpo era el de una sirena con tacto de terciopelo. Era un cuerpo frío, tan frío como el mar y los ojos de un enemigo cruel. Dentro de aquellas aguas negras, como mis ropas y mi pupila, flotábamos como dos barcos de corcho tirados al mar sin sutileza. Mis manos se deslizaban por su cintura, caderas, espalda y nuca. Finalmente las yemas de mis dedos quedaron pegadas en sus pómulos, marcando de esta forma la territorialidad con un beso que me hundía en el delirio más demencial. Sus brazos me rodeaban, su cuerpo me pedía tocarlo. Pronto seríamos uno como ella tanto quería.
Mi mano derecha se deslizó hacia su garganta, pasándose por sus pechos que debían ser inmateriales pero parecían densos y apetecibles. Poseía un pecho mediano, unos pezones sonrosados que llamaban la atención. Estaban duros por el frío y la excitación. Mis dedos jugaron hasta su ombligo, pero no quedaron quietos y pronto bordeaba sus labios inferiores apartándolos.
-No dejes que tu boca se aparte de la mía.
Deseaba sus besos, sentir que su boca se entreabría buscando aire para liberar los gemidos más excitantes. Pero también deseaba estar dentro de ella. Hundí mi dedo corazón sintiendo como se tensaba sus músculos, los cuales estaban húmedos por su deseo y por el mar, pronto lo moví dentro de ella buscando excitarla, pero no era sólo eso sino también el pulgar masajeando con esmero su clítoris.
Mi mano derecha se deslizó hacia su garganta, pasándose por sus pechos que debían ser inmateriales pero parecían densos y apetecibles. Poseía un pecho mediano, unos pezones sonrosados que llamaban la atención. Estaban duros por el frío y la excitación. Mis dedos jugaron hasta su ombligo, pero no quedaron quietos y pronto bordeaba sus labios inferiores apartándolos.
-No dejes que tu boca se aparte de la mía.
Deseaba sus besos, sentir que su boca se entreabría buscando aire para liberar los gemidos más excitantes. Pero también deseaba estar dentro de ella. Hundí mi dedo corazón sintiendo como se tensaba sus músculos, los cuales estaban húmedos por su deseo y por el mar, pronto lo moví dentro de ella buscando excitarla, pero no era sólo eso sino también el pulgar masajeando con esmero su clítoris.
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Re: My Funny Valentine - Privado
Dejaba que me tocara mansamente, que recorriera mi cuerpo con esas cálidas caricias que me hacían sonreír, estremecer. Hice lo que me pidió y mantuve mi boca pegada a la suya, le besaba con cariño y de vez en cuando mordía ligeramente su labio inferior; también, lamía sus labios y volvía a besarle con deseo, con amor.
Me tensé al sentir que aquella caricia suya subía de tono, pero más aún cuando sentí aquel dedo en mi interior. Le miré con consternación, apretando un poco mi abrazo alrededor de su cuello mientras mis ojos asustados se fijaban en los suyos.
-Mi amor... no hagas eso... aún no -le pedí, repitiendo algunas de las que fueron mis últimas palabras en vida. "Aún no", había sido parte de lo último que había dicho, mi súplica omitida por los golpes. Pero sabía y esperaba, con cierto miedo, a que él no me golpeara por eso, que entendería que aún no quería aquel tipo de caricias- Sólo unirnos en alma, aún no en cuerpos... por favor...
Me tensé al sentir que aquella caricia suya subía de tono, pero más aún cuando sentí aquel dedo en mi interior. Le miré con consternación, apretando un poco mi abrazo alrededor de su cuello mientras mis ojos asustados se fijaban en los suyos.
-Mi amor... no hagas eso... aún no -le pedí, repitiendo algunas de las que fueron mis últimas palabras en vida. "Aún no", había sido parte de lo último que había dicho, mi súplica omitida por los golpes. Pero sabía y esperaba, con cierto miedo, a que él no me golpeara por eso, que entendería que aún no quería aquel tipo de caricias- Sólo unirnos en alma, aún no en cuerpos... por favor...
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Re: My Funny Valentine - Privado
Aparté mis manos de inmediato dejándolas sobre su cintura, sintiendo cierta decepción aunque no importó. Si ella no lo deseaba no se haría. Si bien, lo deseaba con fervor, quería estar unido a ella en todos los sentidos. Conocía sus límites como espíritu, su dolor arrastrado hasta ese momento. No quería dañarla, tampoco quería asustarla y ni mucho menos provocar que desapareciera.
Mis labios siguieron aquellos besos, mi lengua se hundía con una necesidad doliente. Comencé a tararear bajo cuando descansaba para contemplarla, mis manos acariciaban su rostro con calma y mis ojos merodeaban con ternura sus mejillas.
-Los ángeles llevan tu rostro y cantan tu nombre.-susurré antes de apoderarme con apetito de su boca, un deseo que no mostraba, un ser que se convertía en infiernos frente a la tentación de su cuerpo.
Mis labios siguieron aquellos besos, mi lengua se hundía con una necesidad doliente. Comencé a tararear bajo cuando descansaba para contemplarla, mis manos acariciaban su rostro con calma y mis ojos merodeaban con ternura sus mejillas.
-Los ángeles llevan tu rostro y cantan tu nombre.-susurré antes de apoderarme con apetito de su boca, un deseo que no mostraba, un ser que se convertía en infiernos frente a la tentación de su cuerpo.
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Re: My Funny Valentine - Privado
-Tú eres ángel -murmuré antes de volver a ser besada, correspondiendo con cariño, agradeciendo que se hubiese detenido. Me había puesto nerviosa con esas caricias, me daban cierto miedo y recelo pero aún así lo deseaba, deseaba sentir su calor de amante, su cuerpo fundirse con el mío. Pero no aún, primero quería que nuestras almas se unieran...
Mis piernas terminaron alrededor de su cintura, mientras cada beso se hacía más profundo. Mis manos se deslizaron por su espalda acariciándola con cariño, para luego regresar a sus cabellos. Mis ojos se fijaban en los suyos con el deseo reluciendo en éstos, el deseo de amarnos, de no separarnos jamás.
-Deja tu alma ser libre, libérala de tu cuerpo para mí... fúndete conmigo, mi amor -le pedí, rozando sus labios antes de besarlo otra vez, buscando sentir el sabor de su boca, la humedad cálida de su lengua y la suavidad de sus labios junto a los míos.
Mis piernas terminaron alrededor de su cintura, mientras cada beso se hacía más profundo. Mis manos se deslizaron por su espalda acariciándola con cariño, para luego regresar a sus cabellos. Mis ojos se fijaban en los suyos con el deseo reluciendo en éstos, el deseo de amarnos, de no separarnos jamás.
-Deja tu alma ser libre, libérala de tu cuerpo para mí... fúndete conmigo, mi amor -le pedí, rozando sus labios antes de besarlo otra vez, buscando sentir el sabor de su boca, la humedad cálida de su lengua y la suavidad de sus labios junto a los míos.
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Re: My Funny Valentine - Privado
-Aishiteru motto, motto, motto baby.
El cielo resplandecía como si los ángeles cayeran en sacrificio de amor, hundiéndose con nosotros. Las olas bramaban, la luna se veía en su máximo esplendor bailando de forma contoneante como mujer con nuevos tacones de más de diez centímetros, la playa estaba desierta ofreciéndose silenciosa salvo por nuestros versos, ruegos de amor y lujuria, que se plasmaban en mis caricias.
El sonido de mis latidos eran como tambores de guerra entrenados, a punto de entrar en batalla y desafiando todo lo conocido. Mis alas surgieron de mi espalda mostrándose membranosas y oscuras mientras mis ojos la contemplaban fijamente. Tenían un color tinto que brillaba en la oscuridad. Mi piel se volvió más blanca, era puro mármol, pero era una transformación a medio camino de la realidad que vivía dentro de mí.
Mis labios tomaron con cariño los suyos, eran besos de amante complacido por su entrega. Mis uñas eran más oscuras y duras, como garras de ave. Pegué mi frente a la suya jadeando, intentando respirar y controlar la excitación que agitaba todo mi ser. No era por molestia, era por la felicidad que jamás había sentido desde la muerte de mi esposa.
-Soy el hijo de un ángel y un demonio, soy la dualidad. Soy la belleza de la paz y la crueldad de la guerra. Soy el amante y bandido. Camino entre el pecado y la bondad. Soy cielo e infierno. La dualidad que te ama.
Si ella quería mi alma yo se la daba, pero debía saber la verdad. Mis ojos se bañaron en lágrimas sanguinolentas, manchando la oscuridad de mis pestañas superiores, pues carecía como todo asiático de las inferiores, y las mejillas duras que más de cien veces había tocado desde que nos conocimos.
El cielo resplandecía como si los ángeles cayeran en sacrificio de amor, hundiéndose con nosotros. Las olas bramaban, la luna se veía en su máximo esplendor bailando de forma contoneante como mujer con nuevos tacones de más de diez centímetros, la playa estaba desierta ofreciéndose silenciosa salvo por nuestros versos, ruegos de amor y lujuria, que se plasmaban en mis caricias.
El sonido de mis latidos eran como tambores de guerra entrenados, a punto de entrar en batalla y desafiando todo lo conocido. Mis alas surgieron de mi espalda mostrándose membranosas y oscuras mientras mis ojos la contemplaban fijamente. Tenían un color tinto que brillaba en la oscuridad. Mi piel se volvió más blanca, era puro mármol, pero era una transformación a medio camino de la realidad que vivía dentro de mí.
Mis labios tomaron con cariño los suyos, eran besos de amante complacido por su entrega. Mis uñas eran más oscuras y duras, como garras de ave. Pegué mi frente a la suya jadeando, intentando respirar y controlar la excitación que agitaba todo mi ser. No era por molestia, era por la felicidad que jamás había sentido desde la muerte de mi esposa.
-Soy el hijo de un ángel y un demonio, soy la dualidad. Soy la belleza de la paz y la crueldad de la guerra. Soy el amante y bandido. Camino entre el pecado y la bondad. Soy cielo e infierno. La dualidad que te ama.
Si ella quería mi alma yo se la daba, pero debía saber la verdad. Mis ojos se bañaron en lágrimas sanguinolentas, manchando la oscuridad de mis pestañas superiores, pues carecía como todo asiático de las inferiores, y las mejillas duras que más de cien veces había tocado desde que nos conocimos.
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Re: My Funny Valentine - Privado
Me asusté un poco al contemplar sus ojos rojos y su piel tan blanca, parecía un ser demasiado sobrenatural, un ángel de pesadillas. Hice ademán de alejarme, respirando de forma un poco agitaba aunque no respiraba en realidad. Cerré los ojos cuando me besó, estaba un poco asustada porque no era lo que me esperaba.
Pero cuando pegó su frente a la mía y abrí mis ojos, me di cuenta de que seguía siendo él. Con cierto miedo, acaricié su mejilla notando que era más dura y marmórea, pero sin duda su calor seguía siendo el mismo de siempre. Le escuché en silencio, sin dejar de mirarle a los ojos, de contemplar aquellas alas de murciélago tan negras y oscuras como la noche.
Al ver sus lágrimas sanguinolentas, dejé escapar unas cuantas mías, pero que no eran reales, sino pura luz, pura energía que se escapaba por mis ojos reluciendo como estrellas. Volví a abrazarme a él pegándome a su cuerpo, besando su pecho desnudo y su cuello, acariciando con mis manos su espalda y delineando sutilmente sus alas.
-Atsushi... te amo por quien eres y por lo que ocultas al mundo, te amo, te amo -le dije con voz suave contra su oído, en un susurro cómplice- Eres mi ángel y mi demonio... eres mío, porque me permitiste ver tu alma verdadera. Te amo... te amo... -repetí, hablando casi de forma poética, con versos improvisados que el viento y el mar se llevaban en su ceno.
Pero cuando pegó su frente a la mía y abrí mis ojos, me di cuenta de que seguía siendo él. Con cierto miedo, acaricié su mejilla notando que era más dura y marmórea, pero sin duda su calor seguía siendo el mismo de siempre. Le escuché en silencio, sin dejar de mirarle a los ojos, de contemplar aquellas alas de murciélago tan negras y oscuras como la noche.
Al ver sus lágrimas sanguinolentas, dejé escapar unas cuantas mías, pero que no eran reales, sino pura luz, pura energía que se escapaba por mis ojos reluciendo como estrellas. Volví a abrazarme a él pegándome a su cuerpo, besando su pecho desnudo y su cuello, acariciando con mis manos su espalda y delineando sutilmente sus alas.
-Atsushi... te amo por quien eres y por lo que ocultas al mundo, te amo, te amo -le dije con voz suave contra su oído, en un susurro cómplice- Eres mi ángel y mi demonio... eres mío, porque me permitiste ver tu alma verdadera. Te amo... te amo... -repetí, hablando casi de forma poética, con versos improvisados que el viento y el mar se llevaban en su ceno.
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Re: My Funny Valentine - Privado
Sus lágrimas eran esmeraldas, estrellas fugaces en la noche, pequeños amaneceres en la oscuridad y calma aparente del mar. En la costa lucían algunas luces, pequeñas y diminutas, como sus lágrimas pero incapaces de ofrecerme tal belleza. Sus ojos estaban hermosos pese a las lágrimas que portaba, las cuales eran por nervios y complicidad. Mis manos rodearon su cintura con cautela, dejando que mis dedos se hundieran leve en aquella piel suave que ella recreaba para mí.
-Tú eres mi luz, Louise.
Mis palabras sonaron cavernosas, se formó un eco en medio de mis murmullos, mientras mis labios se apoderaban de los suyos con necesidad. Sus besos cálidos eran luz, los míos eran noche. Los opuestos se complementan y nosotros éramos una prueba de ello, un baile de armonía y necesidad. Mi lengua se desató como una carga de dinamita, una explosión para los sentidos.
-Baila conmigo hasta el amanecer, en el cual me ocultaré porque la noche es mi destino. Soy el guardián de las calles que hemos recorrido, soy un guerrero que busca justicia y equidad. No soy un solitario, aunque mi alma lo ha sido hasta este instante. Hay hombres que dependen de mi. Un día te mostraré todo lo que soy, pero quizás entonces me odies. Por ahora quédate con que lucho contra demonios en nombre del mundo y la libertad.
Ansiaba mostrarme tal cual, porque de ese modo ambos podríamos comprendernos.
-Tú eres mi luz, Louise.
Mis palabras sonaron cavernosas, se formó un eco en medio de mis murmullos, mientras mis labios se apoderaban de los suyos con necesidad. Sus besos cálidos eran luz, los míos eran noche. Los opuestos se complementan y nosotros éramos una prueba de ello, un baile de armonía y necesidad. Mi lengua se desató como una carga de dinamita, una explosión para los sentidos.
-Baila conmigo hasta el amanecer, en el cual me ocultaré porque la noche es mi destino. Soy el guardián de las calles que hemos recorrido, soy un guerrero que busca justicia y equidad. No soy un solitario, aunque mi alma lo ha sido hasta este instante. Hay hombres que dependen de mi. Un día te mostraré todo lo que soy, pero quizás entonces me odies. Por ahora quédate con que lucho contra demonios en nombre del mundo y la libertad.
Ansiaba mostrarme tal cual, porque de ese modo ambos podríamos comprendernos.
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Re: My Funny Valentine - Privado
-Soy tu luz, tú eres mi noche, quien me retiene en este estado, en este mundo ahora -le dije, con voz algo frágil debido a aquel sutil llanto que me quebraba la voz. Correspondí a su beso con ternura, notando aquella necesidad que parecían reflejar sus labios.
Asentí a sus siguientes palabras, su voz era más cavernosa ahora pero yo le quería, le amaba, le amaba completamente. Sentía que su mero contacto provocaba que brillaba, y el imaginarme la idea de que estaría con alguien más de esa forma, o de que alguien pudiera hacerle daño, me frustraba y hacía que mi poder se desatara libre y salvaje.
-Nunca te odiaría, Atsushi, nunca por quien eres porque te amo -le dije contra sus labios, perdiéndome en su mirada- Seamos almas, sólo almas, por estas horas -le pedí, antes de cerrar los ojos y dejar descansar mi poder, mi ilusión.
Volví a mi forma original, la de una jovencita con marcas en el cuello y aspecto de muñeca rota, llena de marcas y moretones que perdurarían por siempre en mi cuerpo. Sin embargo, en mis labios rotos había forma da una sonrisa tímida, y mi mirada, en vez de estar cargada de dolor y angustia, trasmitía un amor sincero hacia su persona.
Asentí a sus siguientes palabras, su voz era más cavernosa ahora pero yo le quería, le amaba, le amaba completamente. Sentía que su mero contacto provocaba que brillaba, y el imaginarme la idea de que estaría con alguien más de esa forma, o de que alguien pudiera hacerle daño, me frustraba y hacía que mi poder se desatara libre y salvaje.
-Nunca te odiaría, Atsushi, nunca por quien eres porque te amo -le dije contra sus labios, perdiéndome en su mirada- Seamos almas, sólo almas, por estas horas -le pedí, antes de cerrar los ojos y dejar descansar mi poder, mi ilusión.
Volví a mi forma original, la de una jovencita con marcas en el cuello y aspecto de muñeca rota, llena de marcas y moretones que perdurarían por siempre en mi cuerpo. Sin embargo, en mis labios rotos había forma da una sonrisa tímida, y mi mirada, en vez de estar cargada de dolor y angustia, trasmitía un amor sincero hacia su persona.
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Re: My Funny Valentine - Privado
Me recordaba a una vieja muñeca, una rota mil veces y cosida con cierto cariño intentando regresar a su cuerpo algo de vida y belleza. Era hermosa, tal y como era. Una luz brillante, una perla en el océano de la noche. Para mí era la bandera de la paz, la calma, la serenidad que tanto ansiaba y no hallaba en estos tiempos difíciles. Mis manos fueron directamente a las hebras de cabello, acariciando estas con cierta dedicación.
-Te amo, te amo como ama el mar a las costas. Te amo como el viento puede amar a las palabras, transportándolas hasta los amplios, y altos, montes y descendiéndolas hasta las playas. Te amo como únicamente puede amar un hombre a una mujer, mi bailarina delicada de aspecto de muñeca. Eres frágil en apariencia, fuerte en espíritu. Eres mía, pues fuiste herida y yo deseo llevarte conmigo como rosa de mil fragancias silvestres. Tú serás el motivo, mi motivo, y eso te hace mía a la vez que libre. Tus manos frágiles son luz, como tus labios y tus ojos. Eres la luz que no se apaga, mi luciérnaga.
Mis labios se despegaban con lentitud, mis ojos explicaban más que mis palabras. Todo mi cuerpo se movía en las aguas, dejando que mis pupilas rojas se clavaran en las suyas de café, un café cálido e intenso. Mi dulce muñeca parecía cobrar vida y belleza.
-Te amo, te amo como ama el mar a las costas. Te amo como el viento puede amar a las palabras, transportándolas hasta los amplios, y altos, montes y descendiéndolas hasta las playas. Te amo como únicamente puede amar un hombre a una mujer, mi bailarina delicada de aspecto de muñeca. Eres frágil en apariencia, fuerte en espíritu. Eres mía, pues fuiste herida y yo deseo llevarte conmigo como rosa de mil fragancias silvestres. Tú serás el motivo, mi motivo, y eso te hace mía a la vez que libre. Tus manos frágiles son luz, como tus labios y tus ojos. Eres la luz que no se apaga, mi luciérnaga.
Mis labios se despegaban con lentitud, mis ojos explicaban más que mis palabras. Todo mi cuerpo se movía en las aguas, dejando que mis pupilas rojas se clavaran en las suyas de café, un café cálido e intenso. Mi dulce muñeca parecía cobrar vida y belleza.
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