Wicked Game - Priv Alexandre-

Mis movimientos esta vez fueron demasiado lentos y terminé siendo aplastado por todo su peso, jadeando de dolor e incapaz de respirar, aunque no necesitaba el aire, e me hacía una sensación extraña, casi de ahogo. Llevé mis dos manos a su pecho y mientras de bufaba de forma amenazadora, hice crecer mis garras atravesando su pecho y perforando sus pulmones, para luego, de un fuerte empujón, quitármelo de encima.

Me puse de pie rápidamente y a una orden mental, impedí que sus heridas volvieran a cerrar, aquello, ayudaría a que se debilitara más rápido. Luego, usando mi velocidad vampírica, arremetí contra él lanzándole varios metros lejos, azotándolo contra un muro de roca y hielo.

lo habia atrapado lo tenia entre sus garras, y de pronto... sintio como su pulmon era perforado... solto un jadeo de dolor que aumento al ser empujado... las heridas no regeneraban y el pulmon no se lenaba de aire como era devido...

miro al vampiro y lo vio acercarce a gran velocidad... esta vez no se la llevaria gratis, al ser golpeado con esa fuerza y ser lanzado, solto un zarpazo dañando profundamente su torso, antes de salir volando contra un nuevo muro... el aire volvia a escaparcele de los pulmones...

dolorosamente y bastante mareado se volvio a levantar en dos patas, usando el muro como apoyo, gruñendo, un gruñido que sonaba mas a quejido esta vez, le faltaba el aire, pero eso no evitaria que siguiera llendo tras su preza.

empujandoce del muro, el cual bajo la fuerza de su brazo sano quedo hecho escombros, volvio a tomar esa mosntruosa velocidad aferrando al vampiro con sus fauces del brazo y aplastandolo con la pata herida contra el piso, en tanto tironeaba para herirle o mas bien comercelo, hacia precion con la pata, sin notar que el dolor que le probocaba le hacia soltar el poco aire que le quedaba y que todo comenzaba a verce negro.... de pronto ya no podia enfocar la vista, por lo que dejo de tironear, y solto el brazo ajeno, retrocediendo un poco, ahogado,,,,... ya no sentia fuerzas para seguir tras ese ser, ya no sentia la ira suficiente... un horrible crujido salio de su cuerpo cuando los huesos comenzaron a tomar su forma original haciendole gemir de dolor... jadeando por aire... al fin quedo en el piso helado un cuerpo humano con heridas multiples y sangrantes... boqueando por aire en una semi inconciencia casi, mas cerca de la inconciencia que de la conciencia... sus ojos estaban del tono normal. casi inconciente estiro un brazo hacia el vampiro queriendo preguntar nuevamente por su padre, epro esto le fue imposible en el momento, porque ya no vio nada al quedar inconciente su cuerpo luchaba por aire

Me llevé una mano al torso, notando que no dejaba de sangrar. Dejé escapar varios jadeos y quejidos de dolor, notando el sabor metálico de mi propia sangre en la boca y escupiendo un poco al suelo... No reaccioné como es debido hasta que me vi azotado en el piso y siendo aplastado por su pata, la cual hacía crujir mis huesos.

Su mordida me hizo medio gritar medio gruñir de dolor, debo admitir que llevaba tantos siglos sin pelear contra un crynos, que había perdido la práctica. Con mi mano libre intentaba alejarle de mi cuerpo pero no contaba con que aquel híbrido fuera tan fuerte, y realmente agradecí cuando me soltó, a poco estuvo de arrancarme el brazo. Observé cómo retrocedía, incapaz de moverme aún, y suspiré con alivio cuando regresó a su forma humana.

Ignorando el dolor lacerante de mi brazo y pecho, me concentré lo suficiente como para devolverle su capacidad de regeneración, rompiendo la ilusión y llevándonos de vuelta a la realidad. El híbrido estaba frente a mí, en el suelo, desnudo e inconsciente, y yo, de rodillas, temblando completamente y apoyando las manos también en la arena. Sentía espasmos de dolor recorrer mi cuerpo y una jaqueca horrenda que me mareaba, ¿cuánto habría pasado? ¿Unos cinco minutos reales?

Observé al muchacho y gruñí bajo, por supuesto que era el hijo de Cerberus, me golpeé mentalmente por no notarlo antes. Con movimientos lentos, me quité la chaqueta de cuero y cubrí el cuerpo del chico, notando sus ropas destrozadas a su alrededor por culpa del estado crynos. Busqué en mis bolsillos y saqué un cigarrillo, encendiéndolo y dándole una larga calada mientras esperaba a que el mocoso despertara.

sentia que le dolia todo el cuerpo... y que tenia frio.. mucho frio... fue cuando quiso respirar profundamente, que recobro conciencia de lo ultimo que recordaba... abrio los ojos bruscamente viendo que estaba tirado en el piso, sentado a poca distancia estaba ese vampiro, solto un gruñido queriendo levantarce, notando que no solo le dolia en demacia un brazo, el cual al girar a verlo noto completamente amoretonado de manera horrible, sino qeu tambien noto que evidentemente no tenia sus ropas... sintio que se deslizaba por su espalda una tela, , la miro y aferro esa prenda lo mejor que pudo completamente rojo de la verguenza..... en su afan por cubrirce se habra alejado al menos un metro de distancia movimiento que le proboco tal dolor que quedo doblado casi sobre el piso de nuevo...

levanto el rostro jadeando de dolor, mirando al vampiro casi con odio aun completamente sonrojado por saberce desnudo, y adivinando que era su chaqueta, porque tenia impregnada el olor de su padre... noto que el rostro ajeno tenia moretones y un hilo de sangre que caia de su nariz... recordaba la ilucion.. la ira sentida, cerro los ojos respirando profundamente para calmarce...

- te.. te lo preguntare u...una vez mas....- dijo con cansancio, no queria perder los estribos, no se sentia bien, se sentia agotado y adolorido... y demaciado avergonzado por estar desnudo - Por... porque hueles a ce... cerberus... a mi ..p...padre-

Había terminado de fumar mi cigarrillo cuando el chico empezó a reaccionar. Noté sus expresiones de dolor y observé sus moretones, ya que mi chaqueta apenas le cubría nada más que el torso y los hombros. Yo me sentía bastante cansado y adolorido, supuse que también estaba todo moreteado aunque gracias a mi naturaleza, pronto se borrarían. Cuando me preguntó, mirándome de aquella forma, dejé salir el humo de mis pulmones y le miré con reprobación.

-Pus vaya modales lo tuyos, ¿acaso tu padre no te enseñó a comportarte ni a respetar a tus mayores? -Lo regañé con el ceño fruncido, llevándome una mano, la menos adolorida, al rostro y masajearme el puente de la nariz... maldita migraña-. Digamos que tu padre es un buen amigo -comenté en respuesta, con los ojos cerrados mientras buscaba respirar relajadamente. Me relamí lo labios llevándome la sangre que seguía saliendo de mi nariz, y volví a mirarle, alzando una ceja-. ¿Te duele mucho?

lo fulmino con la mirada cuando dijo que si su padre no le habia enseñado buenos modales..

- t... tu ropa huele a su sangre..y...y...- el rubor de su rostro aumento - y.. a..s...sexo... que educacion quieres que tenga si huelo eso impregnado a alguien que no conosco? - reprocho, viendole frotarce el puente de la nariz... - realmente eres su amigo?-

obvio olimpicamente la pregunta de si estaba bien o no... no le era importante en ese momento, primero queria saber sobre el bienestar de su padre.. aunque se ser sincero, si.. le dolia demaciado

-Cómo se nota que no conoces a tu padre -comenté, rodando los ojos y encendiendo un nuevo cigarrillo, llevándomelo a los labios. Aspiré lentamente, disfrutando del placer que me daba el tabaco y la ligera sensación de calma, para luego, soltar el humo de mis pulmones... Ah, mucho mejor, perfecto para que la migraña decidiera definitivamente no desaparecer.

-Si tanto te interesa saber, pues me acosté con tu padre, ¿feliz? ¿O acaso quieres repetir sus pasos y acostarte conmigo? Te aviso que la pelea estaba de más -dije con tono burlón, notando su sonrojo. Quise levantarme y estirarme, caminar, no me gustaba quedarme sentado después de una pelea, pero mejor ni intentarlo, tenía los músculos agarrotados y mi jaqueca evitaría que mi equilibrio fuera tan bueno como siempre. Le di una nueva calada al cigarrillo y le ofrecí mi cajetilla con gesto despreocupado.

el rubor de morgan aumento cuando dijo que se habia acostado con su padre... y muchisimo mas, casi sentia que le salia humo de las orejas cuando le pregunto lo de si queria seguir sus pasos... se sintio bastante vulnerable en ese momento, estando solo cubierto con esa chamarra apollada en su cintura, rtaba seguro de haber temblado violentamente y no por el frio precisamente.

- n...n..no..g..gr...gracias..p..pr..preferiria n..no.. no..s..seguir s..sus pasos.....- al ver un leve amague del cuerpo ajeno de levantarce, morgan revatio el suyo rapidamente para atras, tratando de ahogar un quejido de dolor que apenas escapo de sus labios.... morgan, sin descubrirce la cintura trato de ver como estaba su cuerpo, ademas del brsxo, tenia moretones en toda la mano izquierda, en los costados, sentia la espalda del mismo modo, le dolia la parte alta de la cabeza...

- q... que..p...poder...a...aterrador...- murmuro cambiando de tema inconcientemente

-Como quieras -me encogí de hombros guardando mi cajetilla otra vez y soltando el humo al cielo. Pasé una de mis manos por debajo de mi nariz notando que ya al fin había dejado de sangrar, y tras buscar en mis bolsillos, encontré un pañuelo con el cual me limpié la sangre del rostro. Escuché su comentario sobre mi poder y lo miré fijamente, sonriendo de lado.

-Más que aterrador... yo diría, molesto. Estas malditas jaquecas que me impiden pensar con claridad -comenté, notando cómo se observaba los moretones. Al cabo de un rato, notando que el dolor ya era más muscular que otra cosa, me puse de pie lentamente y observé al chico, alzando una ceja y pensando qué hacer con sus ropas, no iba a dejarlo allí tirado desnudo para que algo le pasara y luego Cerberus la agarrara conmigo.

Suspiré pesado y me quité mi camiseta, tendiéndosela-. Ponte esto, y envuélvete la cintura con la chaqueta -le ordené de forma algo brusca, notando que mi pecho estaba lleno de feos moretones que poco a poco, muy lentamente, iban desapareciendo-. ¿Prefieres caminar o quieres que te cargue? Si te dejo aquí tu padre de seguro no me lo va a perdonar -comenté, llevándome el cigarrillo a los labios otra vez. Por suerte, me había comprado una casa cerca de esa zona, para evitar cualquier posible visita que atentara contra la integridad de mi hospital.

morgan miro el cuerpo ajeno, los moretones.... era conciente de que el los habia probocado y si ese hombre era realmente una amistad de su padre... realmente se arrepentia en demacia de haberle hecho eso... con una mano temblorosa agarro la camisa y le ovedecio cubriendoce lo mejor que podia con ella sin levantarce ni dejar a la vista su intimidad ni un segundo.... cuando se aseguro de que no se le veia nada, se puso la chaqueta al cuerpo, soltando algun que otro quejido de dolor.

- p... puedo... puedo caminar...g..gracias....- dijo levantandoce aunque ien que le dolio el hacerlo, se trago el quejido de lleno.

-Bonitas piernas -comenté cuando se levantó, temblando ligeramente, adivinando que sería por el dolor. Puede que haya sido demasiado rudo con el chico, pero en aquella situación, fui lo más amable que pude y procuré no romperle ni dejarle en un estado irrecuperable.

-Vivo cerca de aquí, esperemos que por la hora, no nos topemos con nadie... Al menos a mi no me va el exhibicionismo -reí de forma burlona, picándole un poco, sólo por la curiosidad que me daba ver su reacción. Con suerte y no terminaría de nuevo siendo medio ahorcado o azotado contra el piso y medio violado... sacudí la cabeza, mejor ni recordarlo. Empecé a caminar lentamente, notando cómo el dolor empezaba a desaparecer.

ante el comentario de ese vampiro morgan no pudo controlar sus piernas y termino cayendo de bruces al piso... completamente rojo.. " bonitas piernas..... ecxivicionismo".... hubiera querido tener la habilidad de mandarlo bien a lo de su chingada madre.... pero morgan era demaciado caballero para ese tipode cosas, carecia completamente de aquella habilidad.

-..n..no.. no d...digas e..eso...p...por f..favor.... - dijo casi rogando volviendo al evantarce, las piernas no las tenia adoloridas, pero sentia su cuerpo cansado y el dolor del resto de sus miembros le afectaba el movimiento, se acomodo mejor la camisa a la cintura tratando de cubrir lo mas que pudiera... ojala y no fuera tan largo... condenada genetica....

- v...vamos...- pidio caminando tras el sin poder mirarle realmente gracias que podia juntar valor para moverce estando cubierto de esa manera tan precaria

-Valla curiosidad, eres una de las criaturas mas fuertes que conozco, pero te avergüenzas por un simple comentario -aquello lo dije sin intencion alguna de ofenderle o molestarle, en realidad, aquel mocoso, cachorro o lo que fuera, me daba curiosidad. Sonreí para mí mismo, un tanto divertido, al ver cómo volvía a ponerse de pie y se acomodaba la ropa, tratando de cubrirse.

En cuanto acabé mi cigarrillo, apuré un poco el paso notando la esencia lejana de otros seres, un par de vampirosy un grupo de cazadores que sabía, no serían lo suficientemente estúpidos e imprudentes para acercarse, menos, tratándose aquel de mi territorio de cazería.

-Por cierto, me llamo Alex -me presenté de forma bastante informal y algo distraídamente, sin mirarle-. Y tú, cachorro de Cerberus, ¿tienes nombre?

morgan lo miro sonrojado pero filosamente con ese comentario de que era muy timido, no necesitaba que se lo dijera, eso ya lo sabia muy bien... su nerviosismo le jugaba demaciadas malas pasadas como para no saberlo. cuando el vampiro apresuro el paso, morgan tambnien lo hiso cayendo en la cuenta queno se habia presentado solo cuando el lo hiso... se regaño mentalmente al notar eso, era un maleducado, aun siendo que no habian sido buenos terminos en los uqe empesaron a hablar, deveria haberce presentado de todas maneras, era lo correcto.

- m.. morgan.. Morgan Cedric Blackwood Moriarty...- seguia algo receloso, no le hacia la menor gracia el saber que su padre se habia acostado con ese vampiro... era cierto, su padre no tenia la menor idea de quien era el mismo, y no recordaba a Quinn, pero en cierta manera le dolia saber que por no recordarle andaba de acostones con otros vampiros ojiazules....

- e...es cierto...? m... mi..p..pad...padre ha...e..estado..c...contigo...e...en..."ese" ...s..sentido?- no pudo evitar preguntarlo, tal ves solo se lo decia por molestar? no... no creia que alguien dijera esas cosas por molestar... el rostro del chico estaba que casi sacaba vapor de tan acalorado que estaba.

Oí su nombre mientras soltaba humo, así que así era que se llamaba... Ante su pregunta, sonreí de lado un tanto divertido por la insistencia del muchacho y me detuve, mirándole fija, intensamente, de forma escrutadora directo a sus ojos, más esta vez, mis pupilas conservaron su color natural y no se volvieron negras, con tamaña jaqueca, imposible liberar mi poder. Iba a soltar un comentario burlesco, cuando un aroma captó mi atención haciéndome desviar la vista, alerta.

-Tsk -fruncí los labios, observando fijamente un punto en la oscuridad lejana-. Malditos cazadores de la Hermandad... Darius debería hacer algo con ellos -comenté bajo, molesto. Nos estaban acechando, perfecto, era lo último que me faltaba para terminar de convertir mi noche tranquila, en una verdadera molestia.

Dejé de prestarle total atención a aquel híbrido, concentrándome en encontrarlos y escucharles, por suerte sólo eran cuatro humanos. No podía meterme en su mente por obvias razones, aunque nada me costó oír sus cuchicheos, no venían por mí, sino por él. Miré a Morgan sin saber muy bien cuál era mi expresión, era lógico que la Hermandad buscara criatura tan curiosas y únicas como la que tenía al frente.

-Sabes atraer problemas, ¿eh? Vaya que eres como tu padre -comenté, dándole una última calada a mi cigarrillo para luego tirar el resto en las arenas, empezando a caminar otra vez, aunque ahora, con mayor lentitud, con mis oídos atentos a cualquier movimiento de aquel grupo de molestos cazadores.

le miro de manera tan penetrante que morgan se quedo quieto ya sin caminar tratando de cubrirce mejor, nervioso, entonces, cuando hiba a contestarle, solto esa queja y luego le dijo que sabia atraer problemas, fue entonces cuando morgan noto la precencia de esos cazadores, estaba tan distraido con su cituacion y con el tema de su padre que no se habia dado cuenta de ello... se le tenzaron todos los musculos... y temblo al ver que el vampiro abanzaba... el preferiria ir hacia otro lado.. lejos... pero sabia que probablemente era algo inutilll. siempre le encontraban de una u otra manera... cazadores... aunque camino tras alex, sintio como comenzaba a temblar, sabia que estaba adolorido y agotado tras la reciente transformacion... pero no podria controlar su estado berseck si de veras le atacaban

p...por favor...n... no hoy...- susurro casi con miedo por que ese mismo dia cuand ese vampiro le habia hecho recordar tan vividamente su pazado, el motivo de su odio y recentimiento y terror a los cazadores... sentia que se le acumulaban lagrimas de sangre enlos ojos, pero luchaba por contenerlas mientras caminaba alerta tras alex

-Tranquilo mocoso... Morgan -recordé su nombre y le sonreí de lado, de la forma más amable que pude, o sea... casi de forma sarcástica. Notaba el movimiento de esos cazadores y cada paso que daba, la forma en que nos rodeaban, los latidos de sus corazones... Sentí mis colmillos crecer, pero no los mataría, o al menos, no bebería de ellos, después de todo, sólo eran seres molestos y nada más. Casi como insectos.

Salimos de la playa y la arena, llegando a los barrios bajos. Notaba cada vez más cercana aquellas presencias pero actué como si no existieran, guiando al cachorro hacia unos callejones poco o casi nada iluminados. Allí, sería sencillo encargarme de ellos. Caminamos en silencio un par de minutos, hasta que me detuve en seco y desvié una flecha con mi mente, la cual quedó incrustada en la pared, junto a Morgan.

-No necesito que vuelvas a descontrolarte, así que agáchate y cierra los ojos, y más te vale, por tu bien, que lo hagas -le ordené con voz fría, colocándome frente a él, casi como un escudo. Observé a uno de los cazadores en la entrada del callejón, y rastreé al resto, quienes nos apuntaban desde los techos cercanos-. Que poco respeto, caballeros, el atacar por la espalda y en mis terrenos... supongo que tendré que enseñarles a respetar a sus mayores -comenté con una tenebrosa sonrisa, sacando la flecha de la pared, una flecha de plata, y jugueteando con ella entre mis manos.

morgan temblaba a cada paso que daba no podia evitarlo, seguia a alex en silencio abrazandoce a si mismo, no importaba que le dijera que estubiera tranquilo.. eso era algo muy dificil de lograr... cuando quiso darce cuenta, estaban en un callejon.. por que le habia llevado alli?? lanzaron una flecha, alex la esquivo y morgan de igual modo tambien lo hiso, pegando justo junto a su cabeza, se quedo mirandola, era de plata.... si le daban con una de esas.. la herida no cerraria y dejaria una cicatriz, otra cicatriz.... ante las palabras del vampiro, lo miro aterrado... no era cortes dejarle pelear solo, menos cuando habia tenido que pelear antes contra el, pero sinceramente, era cierto, si peleaba, perderia el control.. ovedecio cuando el arranco la flecha del muro, se hiso una bolita en el piso cubriendoce la cabeza, el mero movimiento le dolio demaciado, todos sus musculos estaban agarrotados por los moretones...

- p...por favor.....t...t...ten cuidado...- pidio temblando sin poder dejar de recordar aquella noche hacia 80 años... si no fuera porque el vampiro le habia plantado la imagen vividamente, eso no pasaria, generalmente podia enfrentarce a los cazadores, de una manera fria y calculadora, ya luego, cuando los eliminaba, alli le entraba el terror, pero en esos momentos los recuerdos estaban muy frescos..

Oí su pedido de que tuviera cuidado y fruncí los labios, sintiéndome extraño, más no reparé demasiado en ello y me concentré en los cazadores que nos apuntaban. La jaqueca me impedía meterlos dentro de una ilusión, pero no necesitaba más que mis poderes vampíricos, aumentados por los siglos de vida que llevaba, para hacerles frente.

Concentrándome y usando acopio de todo mi poder mental, le prendí fuego a las ropas e hice explotar las armas de los cazadores que estaban en el techo, a la vez que esquivaba las flechas y balas que disparaba el tipo en la entrada del callejón. Dejé escapar un gruñido al sentir una de las flechas impactar en mi hombro, pero la plata no me haría gran daño. Intentaba moverme lo menos posible de mi posición cubriendo al híbrido, bufando bajo de forma amenazadora y lanzándole al humano la flecha que tenía en mis manos, dando de lleno en su pierna. Me quité la flecha del hombro y la lancé directo a su pecho y sonriendo cuando ésta atravesó su espalda, no lo mataría pero sí, aquel hombre ya no volvería a caminar.

Luego de que éste se desplomara en el piso, incapaz de moverse, me elevé hasta el techo, donde los otros tres cazadores intentaban apagar el fuego de sus ropas. Les sonreí de forma macabra, husmeando en sus mentes... Uno, sería mi presa esa noche. Los otros dos eran simples humanos que estaban allí más que nada por la presión de sus familias, más uno... la suciedad de su sangre me hizo relamer los labios, había abusado de tantas mujeres, aprovechándose de sus habilidades en combate...

Los gritos de los tres resonaron en el silencio de la noche. Rompí sus muñecas y piernas, aunque no a un nivel irreparable, y los dejé inconscientes a todos salvo a mi nuevo juguete. No tardé mucho en acabarlo, no quería dejar al muchacho desprotegido demasiado tiempo. Basta decir que en cosa de un par de minutos, estuve de vuelta en el callejón, ya sin dolor alguno, ni jaqueca, ni marcas de mi pelea con el híbrido: la sangre humana me había dejado como nuevo.

-Ya puedes levantarte, te he conseguido algo de ropa -comenté agachándome al lado de Morgan, tendiéndole unos pantalones que le quedarían algo grandes aunque bueno, algo era algo-. Y ni se te ocurra negarte a recibirla, la traje especialmente para ti -mi sonrisa amable se volvió inevitablemente burlona aunque en mis ojos se notaba la seriedad de mis palabras.

los temblores anteriores, definitivamente eran nada en comparacion a los que tenia durante el escaso tiempo que duro esa pelea.... esos disparos... helaron su sangre, no habia rubor de verguenza en su rostro , solo un palido y mortesino terror absoluto, temblaba aferrandoce la cabeza, tratando de hacerce tan pequeño como podia para que no le dieran con las balas... no queria sentir ese dolor abrazante que quemaba nuevamente... cuando alex le tendio laprenda, realmente ni le escucho, se agasapo contra el muro, asustado, siceando... respirando ajitado, hasta que logro reconocerle, lentamente cerro los
ojos, respirando cada vez mas lento para calmarce.

- l... lo siento...- dijo llevandoce una mano al rostro y la otra temblando agarro el pantalon y se lo puso con cuidado de no descubrirce... - g...gr....gracias-

-Ya tranquilízate, no es bueno si te muestras tan vulnerable frente a un desconocido -comenté levantándome y notando lo pálido que estaba. Mientras se vestía el pantalón, saqué mi cajetilla y encendí un cigarrillo, aspirando el tabaco y notando cómo aquel simple gesto y hábito humano conseguía terminar de relajarme.

-Vamos, mi casa no queda lejos -indiqué empezando a caminar, más lento esta vez, acomodando un poco mi ritmo al suyo ya que parecía no muy capaz de caminar. Más bien, me daba la impresión de que en cualquier momento se desmayaría debido a su excesiva palidez o peor, podría ponerse sediento.

morgan sabia que el vampiro tenia razon, pero eso no le hacia nada de gracia.. el que un desconocido se lo dijera, era mucho peor... camino tras de el practicamentr tragandoce el humo de alex... hasta que ya no pudo seguir de ese modo.

- m... me... me combidarias... un.. un cigarro?- pregunto soltando un suspiro, no solia fumar, solo en momentos muy particulares, tal ves fumaba una o dos dias a la semana, como mucho.. pero en esos momentos, creia ferbientemente que le serviria

-¿Sabes fumar siquiera? -Pregunté, alzando una ceja a la vez que le tendía mi cajetilla, a la vez que con mi mano libre husmeaba en los bolsillos de mi pantalón hasta dar con un encendedor. No solía usarlo realmente, prefería encender mis cigarrillos con mi mente aunque dudo que al cachorro le gustara la idea de que hiciera aparecer fuego de la nada, supuse que le espantaría un poco.

Retomé el paso saliendo del callejón y llegando a una calle poco transitada, llena de casas viejas y derruidas que si lo pensaba bien, recordaba un poco a las ruinas de Vollkommen, aquel era uno de los barrios más pobres de Los Ángeles. Me detuve frente a la única casa capaz de mantenerse en pie por sí misma y abrí la vieja verja despacio, invitando al cachorro a entrar primero con un gesto de mi mano-. Aquí es, mi casa queda justo detrás -comenté, señalándole un camino junto a la casa vieja, el cual estaba bodeado de viejos árboles.

morgan tomo un cigarro y el encendedor con una exprecion de molestia... " sabes fumar siquiera?" que clace de pregunta era esa?.... encendio el cigarro cuando llegaron a la verja de la casa de Alex... soltando el humo lentamente mientras comenzaba a rodear la casa y pasar los arboles.

- se fumar.... s...solo no s... suelo hacerlo...- trago una segunda bocanada de humo que le lleno los pulmones demanera mas basta que la primera... sintio como ese humo le invadia.... dandoce cuenta de que sentia sus pulmones adoloridos, recentidos por la pasada pelea.... solto el humo por la boca entrecerrando los ojos.

-Ya veo, mejor para tus pulmones que no fumes -comenté, soltando el humo y llegando al final del camino de árboles, el cual dio paso a una vieja y enorme casona bastante antigua y elegante ahora que la había medio remodelado. Busqué las llaves y abrí la puerta principal invitándole a pasar, quedándome afuera a terminar mi cigarrillo puesto que no me gustaba demasiado fumar y llenar de humo el lugar donde vivía y dormía.

Tiré la colilla y luego entré a mi casa cerrando la puerta, adentro, en la chimenea, el fuego iluminaba mis escasos muebles y las columna de libros que había apilado en un rincón, eran mis pocas cosas que había conseguido traer de Francia. Le señalé al cachorro el sofá más cercano-. Toma asiento, ponte cómodo o como desees -le ofrecí, rebuscando en una caja cercana hasta dar con una camiseta, la cual me puse inmediatamente, odiaba eso de ir por ahí mostrando mi torso desnudo.

También busqué una chaqueta nueva, dado que le había dejado la mía al muchacho, y una vez estuve bien vestido de nuevo, me giré al cachorro-. ¿Tienes sed? ¿Bebes sangre de vampiro? -Le pregunté, mirándole inquisidoramente.