Nightmare house -Priv +18

-Doy asco... Lucifer tiene razón... Nadie jamás volverá a estar conmigo -sollocé, bajando el rostro y la mirada, sintiéndome tan roto, tan humillado... Me quejaba del dolor de cada mínimo movimiento aunque intentaba contenerme, sin embargo, apenas me quedaban fuerzas para esto. Apenas podía mantenerme despierto de lo agotado que estaba y el dolor prácticamente era lo único que me hacía reaccionar... Me dejé cargar sintiéndome extrañamente seguro en sus brazos, tal vez se debiera a la calidez que emanaba su cuerpo... Calidez que relajaba ligeramente mis músculos y me adormecía levemente.

Al salir del hospital, temblé notablemente pero esta vez debido al frío y al viento, que pese a estar envuelto, sentía me calaba hasta los huesos haciéndome doler la zonas que Lucifer había roto. Cuando Cerberus subió a la moto y me acomodó, le miré con algo de pánico, no estaba seguro de poder sujetarme con fuerza ya que me sentía al borde del desmayo-. Espera...! No se... si pueda... -susurré en voz baja, cayendo recién en la cuenta de que apenas podía hablar, la voz me fallaba, probablemente, por todos los chillidos y gritos.

Aún así, me acurruqué en su pecho y pasé un brazo por su cuello, aguantando el dolor de aquella acción... ese era el brazo que Lucifer me había arrancado. De pronto, frente a ese recuerdo, sentí nauseas y mareos, como si recién empezara a procesar lo que me había sucedido...-. Creo... que voy a... desmayarme...

- A.. Alexei!- exclame al verle desfallecer... lo acomode de modo que no sabia si era lo mas comodo para el o si le dolia en esos momentos, pero mejor apresurarme a casa, acelere con lamoto y comence el viaje, que creo reduci a la mitad de tiempo del que habia tardado en llegar alli.

en 10 minutos estabamos en la casa, lo entre y lo recoste sobre nuestra cama, esa que yo solo usaba cuando me combertia en lobo. fui al baño y busque el botiquin,.. del cual la mitad de las cosas no tenia idea de que utilidad tenian, pero para eso llamaba a morgan y ya... cosa que hice, le explique rapido lo que veia y me dijo que limpiara todas las areas ensangrentadas, me fijara que quedaran desinfectadas... en el caso de la intimidad que no usara alcohol de por si, porque le podria dañar mas, mejor usar perdinox, yo anotaba todo en un papel, corte el telefono y empese a tratarle, puse una compresa fria en su frente y le limpie los labios con agua oxigenada para que no le ardiera , abrio su boca para ver al menos la lengua de alexei, ya estba cerrando levemente, de modo que no sangraba en demacia ya, lo cual le hiso sentir alivio, comenso a limpiarle la sangre del resto del cuerpo, en uno de sus brazos tenia un moreton realmente imprecionante, y en los alrrededores, mucha sangre, pero no habia herida punzante, por lo que supuso era sangre ajena.... siguio limpiandole, tirando vendas y vendas sucias al piso, termino con su mano y con su pie y suspiro al ver que ya solo le quedaba limpiar su intimidad, tenia algo de miendo de ver que tanto le habian dañado...

con cuidado abrio las piernas de alexei, sin tocar mucho la pierna amoretonada la cual al igual que la mano slo por si las dudas habia vendado... no le abrio mucho, pero si lo necesario, dejando escapar un sonido de dolor visual al ver como le habia dejado... ahora que lo pensaba... junto a la cama del hospital derruido, habia un consolador de metal de dos cabezas... o eso le habia parecido... acaso habian usado eso?.. le entro bronca de pronto, por lo que solo por si las dudas, agarro unos cedantes y se trago dos, por si acazo, para preservar a Alexei. con pervinox comenzo a desinfectar las herida con mucha suavidad, sintiendo horrible pena por ella... como podian haberle hecho algo asi.

- se le acabara la suerte... cuando le encuentre le arrancare la s extremidades.....- murmuraba mientras le limpiaba con toda la delicadeza del mundo, su ano estaba muy lastimado.

En algún momento, me desmayé... ya no había más dolor, ni más frío, ni más miedo. Sentía que flotaba sobre agua, que mi cuerpo se entumecía y mis lágrimas dejaban de caer, ¿se habían secado? En plena inconsciencia, lograba sentir de forma lejana el frío y el ardor que provocaban los desinfectantes sobre mi cuerpo maltrecho, era como si... me desdoblara... sí, podía ver mi cuerpo siendo tratado por Cerberus, abajo... Me encontraba en el techo, observándome con indiferencia. Miles de sensaciones a la vez me hacían colapsar, sentía rabia, dolor, odio, miedo, lástima por mí mismo... sin querer, en aquel estado de desdoblamiento, hice varias veces parpadear las luces de la habitación.

Pero cuando abrió mis piernas... y pude ver por mí mismo cómo había quedado... dejé escapar un grito de frustración que seguramente Cerberus había sentido, lejano, astral. Regresé de golpe a mi cuerpo, despertando con un grito de dolor y retorciéndome un poco. El desinfectante, pese a ser suave, provocaba un ardor horrible en mi sexo y sin saber muy bien cómo, terminé por cerrar mis piernas y medio levantarme, sujetando las manos de Cerberus con fuerza inusitada debido a mi magia y apartando sus manos.

-¡Espera! Espera... no me toques... duele demasiado... -le pedí con voz temblorosa y demasiado ronca, incluso para mí. Voz de chico, finalmente... Con lentitud, y sin soltar nunca sus manos por el miedo de que quisiera seguir limpiando mis heridas, me incliné otra vez sobre la cama recostándome. Sin notarlo, había enterrado fuertemente mis uñas en las manos ajenas y para cuando me di cuenta, pequeños y finos hilos de sangre corrían por éstas-. Lo... lo siento... lo siento... -me disculpé, notando lo mucho que me costaba hablar por el dolor en mi mandíbula. Cierto, los repetidos golpes que me había llevado...

es cierto lo que dicen de los canes.. tenemos esa habilidad magnifica de ver y sentir y oir a los espiritus... eso no significa qu e les demos importancia.. yo me dedicaba a ignorarlos, aunque creo haber soltado un gruñido ante la sensacion de Alexei fuera de su cuerpo, mas alla de eso,s abia que su cuerpo vivia, asi que sabia que solo era el alma fuera, y ella siendo hechicera, devia de poder hacer eso... como le llamaban ? ho si viaje astral... de pronto Alexei se incorporo de esa manera que de seguro solo le lastimo mas, pidiendome que no le limpiara ni curara esas partes, que dolia demasiado, clavandome las uñas de modo que me hiso sangrar, cuando se recosto de nuevo y se disculpo soltandome, yo solo me lami la sangre y le observe.

- comprendo que duela mucho alexei... pero si no curo esa parte de tu cuerpo, primordialmente esas partes, cualquier infeccion minima podria matarte... dejame limpiarte y curar tu cuerpo, puedo darte mis calmantes para que no sientas tanto el dolor, pero tengo que limpiarte.- le explique, algo que probablemente ya sabia , pero me parecio necesario explicarcelo con calma y afecto, con preocupacion.

-No... por favor... -cerré los ojos un momento y respiré hondo, me dolía todo el cuerpo y la única solución que venía a mi mente, debido a la desesperación, era esa-. Prométeme... que me vas a cuidar... -le pedí, con los ojos cerrados. Relajé mis músculos lo más que pude y junté mis manos, murmurando bajo un hechizo, como si rezara a mis dioses, a quien me oyera. Sin embargo, ¿qué dios se apiadaría de un alma tan maltratada y rota como la mía? Antes de que Cerberus pudiera detenerme, y antes de que yo mismo me arrepintiera, terminé el hechizo...

Un brillo suave, color verdoso, rodeó mi cuerpo y tras un destello cegador, mi magia se concentró a mi alrededor, cerrando mis heridas, sanándome y recomponiendo cada hueso que aún quedara todo y cada parte dañada de mi cuerpo, dejándome tan sólo con los hematomas y moretones. En menos de un parpadeo, quedé como nuevo, pero entonces, toda mi magia se suprimió, desapareciendo al instante y dejándome como un humano normal, común y corriente.

-Ya... ya está... -susurré cansado, agotado por el hechizo que acababa de realizar. Abrí lentamente los ojos y observé a Cerberus con una tímida sonrisa, aunque luego, mordí mi labio inferior, el cual también había sanado, aunque el dolor continuaba-. Estaré... un par de días sin magia... por favor, no me dejes sola estos días... te lo ruego -susurré con voz ronca. Sentía renovadas ganas de llorar por la angustia de volver a perder mi magia, pero esta vez, ninguna lágrima salió, finalmente, se me habían agotado.

- Que carajos??- sin saber que era lo que estaba haciendo quice detenerle, pero no me fue posible, vi como sus heridas sanaban casi al instante y le observe sorprendido, pero luego solto eso de que no tendri apoder, que no me apartara de su lado y solte unsuspiro/gruñido.

- Deverias pensar un poco antes de hacer las cosas!- le regañe comenzando alevantar todos los desinfectantes y vendas que ahora precian mas que inutiles. - sabes perfectamente que trabajo 6 dias a la semana toda la noche, no puedo cuidarte, si te hubieras dejado curar, no tendrias que estar indefenso- declare molesto mientras me llebaba las cosas al baño y la sguardaba, me habia molestado tal vez? que usara su magia y no me dejara curarle? o que creyera que asi como asi yo hiba a dejar todo y cuidarle? me habia molestado que no me tuviera en consideracion.

-No iba a sanar... ¡No iba a hacerlo! -gemí con desesperación y pánico ante su tono molesto, llevándome no sin cierta dificultad, una mano a mi rostro para cubrirlo. Terminé aovillándome en la cama con dificultad, temblando, prácticamente hecho bolita sobre las sábanas-. Sinceramente crees... ¿crees que hubiera sanado por mí misma? Vi mis heridas... lo hizo a propósito para dejarme sin magia... ¿Qué más iba a hacer? -empecé a sollozar bajo, aunque sin llorar realmente. Tenía los ojos hinchados por tanto llorar y me dolía la cabeza.

-Perdón... perdón por ser una molestia... Tal vez... sea mejor que me vaya -sollocé bajo, cerrando los ojos-. Él sabe... sabe de ti... te buscará y de hará lo mismo que a mí por ayudarme... Lo siento... lo siento...

suspire al verle tan aterrado tan negado, me sente a su lado y lo tome de la cabeza, atrayendolo a mi cuerpo y cubriendolo con las mantas.

- podrias no haberle dado la satisfacion de haber hecho lo que el queria...- dije en tono mas calmado besando su frente. -el solo buscaba desestabilizarte Alexei, tu eres un hechicero, tus heridas sanarian mas rapido incluso que las de un humano normal... pero el se encargo de aterrarte de modo tal que no lo creyeras- acaricie su rostro, me daba coraje el que un demonio tubiera tanto poder sobre un humano... probablemente porque le conocia, de otro modo poco y nada me hubiera importado.

- seria mejor que te vallas? estas loco? quedate en este lugar, mi casa esta protejida contra los demonios, no pueden entrar aqui, demasiados sellos de demaciadas religiones...- le dije para calmarle, para asegurarle que estaba a salvo - si pudiera entrar, y traumatizarte es su objetivo, ya hubiera aparecido aqui dentro y hubiera hecho algo aqui... para asegurarte de que no estas a salvo en ningun lado, pero no ha podido no ves?- le hice verme, queria que nosolo escuchara mi voz segura, sino mi mirada que daba confianza.

- sabe de mi?- repeti algo sorprendido - ho cierto, yo tambien estube en el infierno... ho.. eso explica el cuervo rojiso que me grasno... sabia que no era un cuervo natural... no te preocupes, que venga a buscarme, se encontrara con una sorpresa... jamas podra conmigo- mis palabras eran sinceras, y denotaban una seguridad mas que insana tratandoce de un lycan que habla de enfrentar al mismisimo diablo... pero algo dentro de mi me decia que podia enfrentarmele.. un instino oscuro y lleno de fuego.

- no vas a irte, me oiste? aqui estas a salvo... o no te enteraste? soy cerberus, el perro que volvio del infierno, guardian de los desprotejidos, y voy a cuidarte- declare acariciando sus mejillas.

Me abracé a su pecho escuchando sus regaños y sus palabras de consuelo, casi sin poder creer nada de lo que me decía, o mejor dicho, sin poder estar seguro de la efectividad de sus palabras, ¿y si esos sellos no eran suficientes y Lucifer sólo estaba aguardando un momento adecuado para aparecer? Sacudí la cabeza intentando desprenderme de esa idea sin mucho éxito, y entonces, sentí la inmensa necesidad de tener mi daga en las manos o cerca de mí, aquello era lo único que me haría sentir realmente seguro...

Cuando me hice verle al rostro, me fue imposible corresponder a su sonrisa aunque ésta me brindó cierta confianza y seguridad. Sin embargo, sentí que volvía a empalidecer al escucharle hablar y decir que se había topado con el cuervo... con él... Creo que estuve a punto de volver a desvanecerme tras su afirmación y su sonrisa, me daba la impresión de que si pudiera y si tuviera la oportunidad, de verdad iría a vérselas con Lucifer...

-¿Y si te hace daño? No sabes cómo es... lo fuerte que es... ¡No quiero que te haga daño! -exclamé afligido, abrazándome a su cuello y pegándome a su pecho, ocultando en éste mi rostro. A mí podían hacerme lo que quisieran y lo que fuera, pero no permitiría -ni aguantaría- jamás, que dañaran a las personas que quiero o estimo-. Eres el único amigo que tengo, si te hace daño, jamás me lo perdonaría -sollocé aunque sin llorar más, notando mi voz ronca y ahogada-. Prométeme que no serás imprudente... que no irás a buscarle y que si viene, no lo enfrentarás... esto es entre él y yo... nadie puede salvarme ahora...

- hey.. hey ! tranquilo si?... no olvides que no fuiste el unico aqui que estubo en el infierno y ha vuelto... mira- dije con tono medio molesto porque me subestimaba... no jamas se me cruzo por la cabeza que un demonio podia mas que romperme los huesitos...- puedo prometerte, que no ire a buscarle, pero si pone un pie en mi casa, o frente a mi... entonces es bajo su proprio riesgo, y te prometo... te prometo que le arrancare cada una de sus 5 extremidades- le dije con absoluta seguridad, y una sonriza macabra plantada en los labios, en la que sobresalian mis colmillos.

cerre los ojos y respire profundo para no seguir enojandome y al abrirlos le mire

- deves recostarte...- dije llevando su cuerpo nuevamente contra las sabanas - necesitas algo? agua? comida?-

Le observé un tanto perplejo esa macabra sonrisa, pero en lugar de temblar, sentí... sentí que su seguridad era real y que de verdad podría hacer todo eso. Dejé que me recostara de nuevo y me quedé procesando un poco lo que me había dicho, hasta que al fin conseguí subir la mirada hacia él con una sonrisa igual de macabra y... dolida.

-¿En verdad le arrancarás las extremidades? Yo... yo quiero estar presente cuando eso pase. Quiero verlo retorcerse de dolor y padeciendo todas las mayores torturas del infierno. Eso es lo que quiero -respondí con voz fría, sentía rabia y odio hacia Lucifer y eso me hacía recuperar un poco mi ánimo y mi carácter, más no mi orgullo. Cerré los ojos luego de decir eso y suspiré con mayor tranquilidad, al menos me había desahogado un poco y empezaba a sentirme mejor anímicamente-. Gracias por ayudarme, Cerb... en verdad, te lo agradezco -susurré bajito, mirándole con una agradecida sonrisa y ojos sinceros.

- no tienes que agradecerme, eres mi amigo.... amiga... lo que sea... tienes mi amistad incondicional, y eso viene con el paquete de guardian sobreprotector, que destruira a quien te haga daño y que usara todos tus condones en caso que te olvides de guardarlos donde no los encuentre"- dije sonriendole para que se relajara un pocoy dandole un beso en la frente.

- agua comida? mas mantas? dime que necesitas- insisti puesto que no me habia respondido aun si necesitaba algo.

Reí ligeramente por sus palabras, en verdad creo que Cerberus tenía cierto talento para subir el ánimo. Cerré los ojos al sentir sus labios en mi frente y me acurruqué algo mejor en la cama, notando cómo mi mirada, tan rápido como se había animado, volvía a ensombrecerse.

-¿Me darías... de tus calmantes? Sé que tendré pesadillas... y en verdad quiero dormir, además, no tener magia me pone nerviosa -declaré avergonzado y con la vista baja, suspirando profundamente y suprimiendo un escalofrío-. Y otra cosa... sé que no puedes quedarte siempre, por tu trabajo, pero... estos días, ¿dormirías conmigo?

- porsupuesto... no te preocupes, dormiras tranquilo si tomas.. hum.. eres humano asi que... dos.. si tomas dos no tendras ningun sueño- declare haciendo cuentas porque yo que era lycan me tomaba 4 para dormir tranquilo y pesadamente y no tener sueños y que no me despertara nada... asi que el siendo humano devia tomar ocmo mucho dos....- espera, voy rapido por agua- dije levantandome de la cama y llendo rapido a la cosina , llene una jarra y tome dos basos llevandolos a la habitacion

- asi pasara mejor, y si te da sed cuando despiertes, no tendras que levantarte- le explique dandole dos pastillas y un baso con agua. le observe un momento mientras las tomaba.

- estaba a punto de ofrecerte ecxactamente eso, de que si querias dormia contigo... hoy si sera por la noche, pero el resto de la semana, dormiremos de dia si?, porque a las 5 de la tarde devo estar en el bar.. y eso implica qeu 4 y media devo irme... pero en serio no tepreocupes, ningun demonio puede pasar esos sellos...- quise tranquilizarle sonriendole, me preocupaba que no quiciera estar sola de noche, puesto que no podia hacerle compania.

Recibí sus pastillas y las metí en mi boca sin pensarlo dos veces, ya que no quería arrepentirme de eso. Bebí un poco de agua mientras le escuchaba y al bajar el vaso, dejé escapar un suspiro largo... Supongo que tendría que confiar en él y los sellos de la casa, que pese a saber lo poderosos que eran, con Lucifer, nunca se sabía... Sacudí la cabeza intentando no pensar en ello y controlar mis temblores al recordar su sonrisa, llevándome ambas manos al rostro y apartándome los cabellos hacia atrás.

-Está bien... creo que puedo arreglármelas en la noche... leeré y... limpiaré... también puedo... hacer cosas para distraerme... -en realidad no se me ocurría nada, normalmente, me hubiera dedicado casi convulsivamente a hacer pociones y hechizo tras hechizo de protección, pero sin magia, ni siquiera me atrevería a salir al jardín que poco a poco había ido formando en el patio de la casa.

Dejé escapar un gemido de frustración y, aún con los ojos cerrados, repetí las palabra que el vampiro que me encontrara antes me había dicho que me ayudarían-. Mi nombre es Alexei Escamilla... -susurré bajo, rogando interiormente porque las pastillas me hiciera rápido efecto.

frunci lijeramente al escucharle comenzar a repetirce compulsibamente esas palabras que parecian un cantico religioso a mi entender cada vez que lo hacia...

- tu nombre, es Alexei escamilla, eres mi compañero de vivienda, y hoy solo por hoy, vas a dejar de repetirlo cada dos segundos, porque lo unico que logras es ponerte mas ansioso... ven- me recoste a su lado, mas bien me medio sente en la cabecera y lo atraje hacia mi, tomando uno de los libros de la mesita de luz, para ponerme a leer.

- tu cierra los ojos, yo me quedare aqui cuidando tus sueño- le acaricie la cabeza para seguir calmandole

-Me ayuda a recordar quién soy... tengo miedo de que me arrebate incluso mi identidad... -susurré dejándome acomodar por él, medio acurrucándome sobre su pecho y cerrando los ojos con sus caricias-. Ya olvidé mi verdadero apellido... -murmuré bajito, deseando poder dormirme... empezaba a sentir el cuerpo algo adormilado y ya casi no sentía dolor, supongo que los calmantes empezaban a relajarme, y sumados al cansancio y agotamiento mental, pronto debería dormirme profundamente.

-Cerberus... ¿crees que... doy asco...? Tú... ¿estarías conmigo...? -Pregunté tímidamente, recordando las crueles palabras de Lucifer y encogiéndome un poco, haciéndome bolita otra vez aunque abrazado al pecho de Cerb. Tenía el rostro oculto y los ojos cerrados, mis pensamientos dejaban de tener coherencia por momentos, pero no quería dormirme sin escuchar su respuesta-. ¿Sigo... pareciendote... deseable...?

tuve que detener el violento impulso de darle de golpes por la pregunta estupida que me hacia... solte un suspiro , deje el libro a mi lado y tome su rostro haciendo que me mirara.

- no das asco alguno- le asegure clavando mi ojos verdes en los suyos. - y eres muy desceable, si una noche vuelvo ebrio del trabajo te aconsejo usar cinturon de castidad... y si una noche quieres sentir que alguien rosa tu intimidad, solo pidemelo y asi sera, pero no creas en las palabras de ese bastardo... eres demasiado bello, y demaciado bueno como para dejarte envenenar por ese tipo de ser.- luego de desir estas palabras, deje un beso suabe,tierno, un beso consiliador en sus labios.

-¿En serio lo crees? -pregunté con timidez, pero fui acallado por su beso. Mi cuerpo tembló ligeramente por el contacto y mi primer impulso fue retroceder lejos de sus labios, mirándole con algo de miedo... Sin embargo, era Cerberus, él no me haría daño, entonces, ¿por qué reaccioné de esa manera? Bajé la mirada y volví a pegarme a su pecho, aferrándome a sus ropas y cerrando los ojos-. Lo siento... -suspiré pesado y levanté el rostro, acercándome a sus labios y dejando un tímido beso.

-Si no hubiera tomado pastillas... -comenté, ocultando el rostro en su cuello y cerrando los ojos, temblando ligeramente. Dejé la frase sin terminar, la somnolencia me hacía perder el hilo de mis pensamientos y me relajaba lo suficiente como para olvidar qué estaba diciendo. En cosa de pocos minutos más, caí totalmente dormido, rendido ante el cansancio físico y mental.

suspire ante su reaccion temerosa, y le sonrei comprensibo, mas cuando comenso a decir " si no hubiera tomado pastillas" yo negue lentamente con la cabeza, aunque dudo que lo aya notado, agradeci que cayera preso de los calmantes, porque eso me ahorraba una discucion hacerca de ciertos temas.

- descansa alexei- declare dandole un beso en la frente y acomodandole mejor en la cama, cubriendole con la smantas de manera qeu no hubiera forma que tomara frio. me puse a leer por una hora o dos y luego con la vista cansada, me acoste a dormir a su lado.

FIN DE TEMA - tema cerrado