1° dia de trabajo... un tekila por aqui... [LIBRE]

como habia llegado de L.A. a Volckomen City?... fue bastante sencillo.
una noche antes de salir de la casa de Darius a... digamos... hacer cosas completamente legales dignas de un boy scout honorario... en la compania de yoko, fuimos osbtruidos en nuestra salida por un llamado telefonico de Adrian, a quien yoko atendio al instante, entre informacion he informacion, chillidos y gritos, surgio el tema de que me habian revivido, y mientras yoko le contaba nuestras aventuras, comento que habiamos visto una bacante en un bar, a lo que adrian dijo que tambien estaba buscando a alguien. entre idas y venidas de la combersacion, termine tomando el telefono y hablando yo con el, arreglando que llegaria a pie, en una semana, porque de seguro me entreteneria en el camino... cuando tome el mapa mas tarde y vi que no tenia mas opciones que atravesar nadando algunos rios profundos.... sobrelleve mi negacion a los aviones y compre un pasaje, con dinero muy bien conseguido con completas bases legales.

dos dias despues, y tras haber vomitado hasta lo que habia comido antes de morirme 126 años atras, llegue a volkomen con una devilidad de cuerpo que jamas hubiera imaginado capas. reusandome a dejarme ver por un medico, fui directo a lo que seria mi futuro trabajo.

me presente devidamente, y comence la noche tras unos cuantos cigarros y... dos..tragitos de tekila ( de acuerdo, fue una botella) pero por suerte mi resistencia a este era impecable, habia mucha gente esa noche, la barra estaba movida, y por suerte, me estaba defendiendo bien como Barman.

Vollkommen era un lugar extraño. ¿Cuántos años que no venía? ¿Cuánto tiempo que la evadía, la evitaba? Sin embargo regresé, todo el mundo necesita volver. En su momento, antes de la guerra, la Liberty Island habia sido un lugar importante para mi. Ahora, ya no era nada más que la sombra de esa ciudad humana.

Llegué siguiendo en silencio a mi muchacha, Lutho. La protegía desde el anonimato, la seguía en silencio, y de sobra sabía que en esta isla sólo encontraría problemas y tal vez la muerte. Por eso la seguí. Una vez sabiéndola en un lugar seguro, bajé mi guardia y caminé por la ciudad, por sus calles más olvidadas, pensando y recordando viejos tiempos... hasta que di con un bar. Se veía bastante animado, lleno de clientes, y entré por la creciente necesidad de embriagarme.

Me fui directamente a la barra. Vestía una larga capa negra que cubría mis ropas por completo, un sombrero ancho y lleno de polvo que cubría la mitad de mi rostro, y unas gafas oscuras. Era un forastero, sin duda, un eterno errante. Apenas llegué a la barra y el camarero se acercó, pedí una copa de vino. Podía verse como algo muy elegante para alguien con mis ropas, pero ¿qué importaba?

Cuando oi que pedían una copa de vino, no pude evitar reírme mientras la serbia, había que admitir, no era el tipo de bebidas que esperaría oír que me pidieran allí…. Tekila? Si, vodka? Se, daikiri para las jovencitas que les gusta lo dulce? Si… sangre? Tal vez? See…. pero un vino que se me hacia una bebida mas refinada? Había, pero no me lo esperaba.

- alguna cosecha en especial? – me vi forzado a preguntar dado que había varios tipos de vino bajo la barra, mientras preparaba la copa

-La mejor que tenga. La más cara y la más dulce -respondí en voz baja, un poco ronco. Me acomodé las gafas oscuras y observé al hombre que me atendía, un licántropo. Sabía que por esta zona estaba lleno de ellos, no me molestaban realmente, pero me resultaba extraño estar cerca de uno.

Bajé la vista y me observé las manos, cubiertas por guantes cortados en los dedos. Me sentía cansado y sediento a causa del viaje; al contrario de Lutho, no vine aquí en un avión, sino usando mis poderes de levitación. En realidad, me encontraba fatigado.

observe los vinos y las etiquetas, cuando me di cuenta de que eso no me serviria de mucho que digamos, termine confiando en mi olfato.

servi el vino que mejor me olia y observe al caballero, rodando los ojos le deje al lado de su copa de vino, un baso con sangre tibia.

no necesitamos que se nos desmayen dentro del establecimiento.- comente sonriendo, al parecer aunque no recordara nada de mi mismo, mi instinto me ayudaba a reconocer cada ser y cada escencia, habia mucho mas seres sobrenaturales de los que me habria imaginado.

-Ni en diez años conseguiría desmayarme, aunque no pruebe ni una sola gota -comenté, acercándome la copa de vino y saboreando su aroma, degustándolo. Luego mordí mi dedo índice y dejé caer sobre el rojo líquido varias gotas de mi sangre. Observé unos instantes la copa para luego, finalmente, beber un sorbo de su contenido-. Gracias... -dije en voz un poco más alta.

Aparté de mí la copa de sangre con una leve sonrisa cansada. Guardé mis gafas oscuras en uno de los bolsillos de mi gabardina y me quité el sombrero, dejando ver mi rostro, mis largos cabellos negros y mis ojos azules oscurecidos por el cansancio. Dejé escapar un suspiro y observé a mi alrededor, las decenas de rostros sonrientes, ebrios, cansados.

Revolee los ojos ante lo que decía el sujeto y ante su actitud de no me tomo la sangre…

- aha, eso dicen muchos y luego asi terminan…-mencione molesto porque uno tenia un buen gesto para con la gente y miren como se lo despreciaban….

Decidí ignorarlo y seguir atendiendo, había tanta gente que me daba gracia cuando se querían atropellar para pedir una bebida, me molesto cuando a una chica la aplastaron ya con poca cortesía, por lo que al que la aplasto lo casé de la cabeza y lo empuje con mucha delicadeza…. Hasta la pista de baile.

- Es una dama estupido! Tenes que tratarla con respeto!....- le gruño de modo que bien me ollo aun estando lejos

El camarero se alejó y me concentré en mi bebida, en relajarme y en mantener la mente despejada. Sin embargo, había mucha gente, muchos humanos y otras especies que se empujaban entre ellos pidiendo un trago, era lo malo de Vollkommen en general. No había dado más de dos sorbos, cuando noté la voz del camarero que antes me atendiera elevarse lo suficientemente alto como para que muchos se giraran a ver, incluyéndome.

Sonreí al ver cómo amenazaba al otro tipo, defendiendo el honor de una mujer. Parecía un espectáculo divertido, no todos los días veía algo como esto en Los Ángeles. Con mi mente busqué a la chica a la cual defendía, una humana, frágil, tímida, que tenía las mejillas ruborizadas y miraba con algo de miedo al licántropo. Seguí husmeando en silencio en mentes al azar, hasta que noté que los amigos del tipo aquel estaban planeando una paliza. Dos licántropos y un híbrido, qué pintoresca amistad... los tres se acercaron al camarero por la espalda, empujándolo y gruñendo entre sonrisas.

hays, ese empujon , en mi momento de trabajo, hiso que rompiera dos botellas de jack daniels...... mi primer dia de trabajo... y tan bien que venia, habia pasado al menos una hora y media de mi noche laboral sin meterme en problemas... y todo se habia ido al caño....


- y yo que tan bien me estaba portando...- murmure resignado, haciendole una seña a mi compañero para que se encargara de la barra, al parecer esto no le sorprendio mucho porque se encogio de hombros resignado y asintio..


me di vuelta y me abalance sobre la barra para saltarles al cuello como si fuera un lobo en plena cazeria., claro que solo agarre a uno del cuello....

Me aparté de la barra con mi copa de vino en cuando noté que empezaban a pelear, demasiado cerca de mí para mi gusto. Me alejé hacia una esquina desde la cual veía bien la pelea, el camarero sabía lo que hacía pero también los otros tres sujetos. Uno de los licántropos, el que el camarero no tenía sujeto, se abalanzó sobre él tumbándolo sobre una mesa. Mientras tanto, el híbrido, un dhampir, sacaba una daga de plata no muy inofensiva a simple vista y se acercaba al camarero.

Bebí el último sorbo de mi copa y me acerqué nuevamente a la barra, dejándola allí. Tomé mi sombrero y volví a colocármelo, y luego observé cómo el dhampir se acercaba por la espalda del camarero, daga en alto. Era demasiado para mi gusto, los hombres de ahora, independiente de su raza, han olvidado el orgullo de una pelea limpia. Con una orden mental, la daga salió volando de la mano del dhampir y se clavó en la pared, ante lo cual sonreí divertido. El sujeto notó mi intervención y se acercó con expresión poco amistosa, pero... era débil de mente.

Lo que todo el mundo vio fue al dhampir caer al suelo entre chillidos, retorciéndose de dolor. Sin embargo, nada lo estaba atacando, sólo era una ilusion provocada por mí en su mente, distorcioné la realidad en su cabeza, le hice enloquecer. Mi mirada fija, abstraída sobre su persona, era lo único que me delataba, razón por lo cual me había colocado el sombrero: sólo alguien inferior a mi estatura podría ver mis ojos negros fijos en aquel sujeto.

creo que medio le arranque parte del cuello a ese sujeto cuando su compañero me tacleo, porque definitivamente me habia quedado con un pedazo de carne en la boca, lo extraño, fue que aunque sentia al tercero rondando detras, y olia ese edor a plata, yo esperaba a al menos oir el brazo bajar con violencia para recien ahi comenzar a esquibar, porque de momento estaba muy ocupado con los otros dos lycan, pero ese brazo jamas callo, de hecho comence a oir los chillidos de ese agresor...



supuse entonces que ya no seria un problema, y me encargue de golpear en la nuca al agresor sano con todas mis fuerzas, por un momento temi romperle las vertebras, pero como solo se callo inconciente, pero no oi ningun hueso roto, supuse que seguia "bien", para luego tomar por el cuello con la mano y comenzar a ahogar al herido... sentia su sangre escurrirce por la herida y deslizarce entre mis dedos, claro que me estaba ganando unos arañones mas bien zarpazos en los brazos bastante importantes... sentia mi carne abrirce bajo las garras de ese hombre, pero tambien oia como sus musculos y sus pulmones se hiban devilitando, hasta que lo tire medio inconciente, mire mi brazo todo herido, no pude evitar sonreir ante el dolor que atacaba mi brazo ni tampoco pude evitar lamer la sangre que de las heridas manaba, me sente un segundo saando un cigarro de mi bolsillo y prendiendolo, mire al hombre que habia observado todo y habia intervenido.


- no creas que no te note, solo decidi ignorar la intervencion.... pero gracias de todos modos.- declare sonriendo divertido ante lo sucedido., puesto que para la gente no se que show habremos dado, pero me sentia bien un lobo atacando a sus pares, todos revolcados en el piso, me rei mientras me levantaba y me pare frente al hombre que me habia pedido vino.


- mi nombre es cerberus, te molesta si pregunto el tuyo?- dije extendiendo mi mano hacia el

Las palabras del camarero me distrajeron lo suficiente como para romper el contacto visual, liberando así al dhampir de mi influencia. Sin embargo, quedó tirado en el suelo en posición fetal, sollozando, enfrentado a sus miedos más profundos y retorcidos. Mis ojos de inmediato recuperaron su tono habitual, azul cielo, y una ligera sonrisa se formó en mi rostro-. No hay de qué, ha sido un placer -observé la mano que me tendía y dudé unos instantes antes de estrecharla. Era cálida, más que una mano humana, pero igual de suave. Jamás había estrechado antes la mano de un licántropo.

-Alexandre -me presenté, quitándome el sombrero con la mano libre antes de soltarle-. Sólo dime Alex. ¿Esto pasa muy a menudo? ¡Ah! Por cierto... -acababa de recordar la daga, muy bonita aunque letal, por cierto. La busqué con la mirada hasta verla incrustada en una pared, y con una orden mental, la atraje velozmente hasta mi mano. La inspeccioné detenidamente para luego guardarla en el bolsillo de mi gabardina, junto con las gafas-. Luchas bien.

sonrei ante la mano de aquel sujeto, ya de entrada mi instinto me habia dicho que era un vampiro... probablemente fue mi olfato... en ese momento yo le atribuia todo a mi olfato, y algunas cosas a mi oido, pero ese tipo de cosas, a mi olfato.

- gracias, al parecer por mas que la mente olvide, el cuerpo tiene sus recuerdos jaja... hum... no se si pasa seguido, es mi primera noche de trabajo.- dije soltando el humo hacia otro lado, para no faltarle el respeto y mirando esa daga, la cual aunque me daba mucha curiosidad, por si las dudas mejor no tentarme demaciado con tocarla.

-venga te invito otra copa de vino?- - dije señalando la barra y de un salto me coloque nuevamente en mi puesto de trabajo.

-Las ventajas del cuerpo son esas, nunca olvidar lo básico para sobrevivir -comenté, asintiendo a su ofrecimiento, jamás me negaría a una copa de vino, era mi mayor placer-. ¿Tu primer día? Parece que te las apañas bien. Aunque te despedirán si defiendes a cada chica indefensa que venga aquí -indiqué, observando a mi alrededor, viendo a la mujer que había provocado todo sentada a la mesa con dos sujetos con intenciones nada sanas para su integridad física. Dejé escapar un suspiro de cansancio y volví a girarme al camarero, Cerberus.

-¿No tendrás problemas si me invitas? Pueden descontártelo de tu sueldo -comenté, llevándome el dedo índice a los labios y mordiéndolo, bebiendo un poco de mi propia sangre para relajarme.

no pude evitar hecharme a reir mientras preguntaba si no tendria problemas por invitarle... presentia que adrian ya se imaginaria de que presisamente no seria el mejor de sus ingresos... al fin y al cavo en teoria el me conocia... probablemente se imaginaba unas cuantas peleas por noche... y algunas bebidas fuera de lo marcado.

- hey, me salvaste de una daga de plata, puedo darme la libertad de invitarte una copa de vino... ademas soy un Lycan, si no me alcanza la plata para la renta... pues duermo en un bosque y listo.- segui riendo mientras le servia la copa, porque no me molestaba para nada la idea. - y que hace un vampiro bebedor de vinos en una ciudad como Volkomen?- pregunte sin descuidar mis labores y atendiendo otros clientes con sus bebidas pero sin perder de vista a alex ni dejar de prestarle atencion.

-Sólo no me gusta ver sangre derramándose en vano de forma tan burda -comenté, agradeciendo con una ligera inclinación de cabeza cuando me sirvió la nueva copa. Sonreí divertido ante lo de "vampiro bebedor de vinos", aquello fue original y lejos de molestarme, me hizo bastante gracia.

-Vine por una mujer -respondí simplemente, bebiendo un trago considerable de vino-. Una pariente lejana con tendencias un poco suicidas, adolescentes, ya me entiendes -reí levemente, mirando la copa-. ¿Y tú? ¿Qué hace un licántropo recién resusitado en una ciudad como Vollkommen?

- una mujer he?, si, siempre es motivo suficiente lo que cuentas- dije y no pude evitar soltar el bazo que estaba limpiando cuando de forma tan descarada se metio en mi mente y leyo el hecho de que yo habia revivido recientemente... tube que tronarme el cuello y hacer tronar los huesos de mi mano cerrando los puños, para que mis musculos dejaran de tenzarce.

- trabajo, acaso no se nota.... y has el fabor de no escudriñar en mi mente o saldras mordido...- gruñi de mala gana hechandole una mirada peligrosa, corriendo los pedazos de baso con los borcegos, y sirviendome un tekila, mientras atendia otro pedido.- no es muy cortes que digamos...-

-Lo siento, a veces es inevitable -me excusé, sin inmutarme por su mirada, demasiado indiferente ya a cosas como esas-. Para alguien de mi edad, tus pensamientos son como gritos, igual que los de todos en este local salvo los que cierran su mente. Y después de lo que le hice al dhampir, me he agotado, y no puedo cerrar mi mente a los pensamientos ajenos -expliqué con calma, llevándome una mano a la sien y masajeando suavemente.

Me empezaba a doler la cabeza, pero estaba acostumbrado a las migrañas. Cada que abusaba de mi poder sucedía eso, probablemente se debiera a que esta vez, me habían interrumpido a la mitad. Bebí un nuevo trago y dejé la copa vacía sobre la barra, cerré los ojos y dejé escapar un largo suspiro cansado.

- por mas que oigas los pensamientos de los demas sin poder evitarlo, si puedes evitar el comentarlo, y el revelar que los oyes.... digo... es un consejo... podrias leer y hablar del pensamiento equibocado...- era molesto, porque sabia que probablemente estaba oyendo mis pensamientos en ese momento, pero no podia evitar estar mas que molesto porque los habia leido y porque los seguia leyendo, y porque ahora sabia que recien estaba reencarnado hacia unos dias, y eso me sacaba de quicio... cosa que proboco que le gruñera muy feo a un cliente que se puso prepotente por su bebida... ante el gruñido mas gutural y salbaje, se le fue lo prepotente rapidito como rayo, y al tener su trago, corrio tan rapido como su actitud. observe al vampiro bebedor de vinos.

- seguro no quieres un baso de sangre? el anterior... " misteriosamente" desaparecio, quien lo pensaria con tan pocos bebedores de sangre en la ciudad....- dije respirando para calmarme.

-De hecho, es bastante divertida la reacción de la gente cuando saben que están siendo escuchadas -comenté, mirándole un tanto divertido por su reacción y la forma en la cual espantó al cliente. Para ser un camarero, era bastante rudo, un licántropo bastante interesante-. Y aunque normalmente prefiero cazar... ponme una copa de sangre para la migraña, por favor. Veamos si dejas así de gritar en mi cabeza.

Desvié la vista de su rostro y noté cómo su brazo aún sangraba. No parecía una herida muy grave, pero sí, profunda. ¿La notaría él con la adrenalina? Probablemente no. Sonreí de lado y no lo mencioné, preferí esperar a que me sirviera esa copa de sangre-. ¿Sabes? No usaré lo que sé de ti en tu contra. De hecho, podría ayudarte un poco a orientarte. A eso me dedico estos años, a ayudar a los perdidos. Y a proteger a esa mujer.

le estaba sirviendo su copa de sangre... ignorando el comentario de que le estaba gritando en la cabeza, cuando note la direccion de sus ojos y mi brazo aun sangrando, que parecia no querer dejar de sangrar por un buen rato... rode los ojos porque ni me habia percatado de ello, y agarre la primera botella de alcohol que encontre.. y le tire a las heridas como " desinfectante" habre gastado tres o cuatro tragos de tekila en ello... y un 5 en mi boca porque no pude evitar la tentacion.. el alcohol y los cigarros al parecer eran parte de mis devilidades. y estaba tratando de esforzarme en no pensar en el masoquismo, porque sabia que iria directo a su mente... pero probablemente no habia podido evitar que le llegara... simplemente no podia yo evitar el placer en el dolor.

- tampoco tienes mucho que saber de mi como para usar en mi contra... que puedes saber? con quienes me codeo? y que no se quien soy?, lo unico que podrias utilizar en mi contra son mis.. recientemente... conocidos, y si lo hicieras... puede que no lo paresca, pero te haces de un gran enemigo...- quice aliviandar mi sonriza, pero probablemente no salio como esperaba y fue mas sadica que apasiguadora.

-Compartimos conocidos, así que no te preocupes por ello. Me refería a cómo ser un licántropo y no tener que depender solamente de tu nariz -comenté, sonriendole de forma amable aunque sin poder evitar la gracia que me causaban sus pensamientos. Bebí lentamente la copa de sangre de un solo trago, estaba tibia y no era tan desagradable como recordaba, seguramente, debido a la sed que empezaba a sentir o al cansancio y la fatiga en sí misma.

-Hay mucho que debes saber de este siglo y las razas que lo habitan. Tu olfato no será de suficiente ayuda, créeme -comenté, dejando la copa vacía sobre la mesa y cerrando al fin mi mente, aunque la migraña permanecía todavía.

le observe atendiendo a otros clientes, mas interezado en el hecho de que decia que teniamos los mismos conocidos que en el de que queria hacerme entender que mi olfato y lo que tenia como instinto no me serian suficientes en esta era... probablemente se notaba en mi rostro que poco me interezaba el que tratara de explicarmelo.

- lo que tenga que aprender, descuida que lo aprendere, de la experiencia se vive Alex.- dije entregando 5 tragos, note que unos vampiros recien llegados al bar andaban mirando mi brazo sangrante y rode los ojos notando que evidentemente tampoco eran muy viejos como vampiros.- soy lycan idiota, si me bebes, probablemente tendras la indigestion de tu vida.- dije con una sonriza peligrosa, y el grupete decidio ir a pedir sus bebidas al otro barman, al otro lado de la pista.

- yo no comprendere esta era del todo aun... pero no me puedes negar que de momentos me hubico mas que ciertas criaturas neofitas ignorantes.- dije riendo- otra copa de sangre?- pregunte observandole el semblante

Reí divertido cuando espantó a aquellos neófitos, aquel joven de verdad me hacía gracia, levantaba mi ánimo-. Pues yo agradezco a diario porque existan esos neófitos, suelen ser mi mayor fuente de alimento por estos días -comenté, negando con la cabeza ante su ofrecimiento y sonriendo de forma leve-. Mejor sírveme un poco de whiskey, y dime, ¿está prohibido cazar en este local? Esos neófitos despiertan mi apetito...

Sonreí de forma algo siniestra y retorcida, después de todo, yo mismo reconocía estar loco y retorcido. Pasé la lengua sobre mis labios, rojos por la reciente ingesta de sangre, y me giré a ver al grupo de apetitosos neófitos que revoloteaban al otro extremo del bar. Con el paso de los años, aún no me explico cómo, empecé a beber sangre de vampiros más jóvenes. Poco a poco se volvió un vicio, los neófitos aún conservaban mucho de su naturaleza humana y su sangre era simplemente deliciosa y adictiva, aunque nunca como la humana.

le oi y le observe darce vuelta mirando a esos neofitos cuales presas, me incline sobre su oido.

- si lo haces, yo, y probablemente muchos otros guardias, te saquen de aqui de manera... poco amistosa.- susurre mientras muy tranquilo limpiaba un baso con un trapo, cuando mire el baso, note que estaba manchado de sangre... - joder....- dije molesto y me vi obligado a buscar un trapo limpio y hacerle torniquete a mi brazo, para que dejara de manchar todo lo que tocaba.... tome un segundo trapo y limpie el baso, esta ves si, dejandolo limpito.

- que estupida manera de perder mi tiempo...- me referia al baso claro, y enseguida segui atendiendo.