Love isn't always fair - Priv

-Amo a mi hermano... el problema soy yo - murmure observando sus actos, aquella mescla rara de sangre y vino. Suspire pesadamente, cerrando los ojos y frotandolos y volvi a mirarlo, guardando silencio.

-Si deseas hablar, yo puedo escucharte -sugerí, acercándole mi copa y ofreciéndosela-. ¿Deseas probar? Es una combinación interesante -le dije, con una sonrisa seductora, mirándole directo a los ojos.

No solía ofrecer mi sangre de esa forma, aunque a veces era interesante ver la reacción de los más jóvenes al probarla, fueran vampiros, dhampir o humanos.

-Mejor no, gracias - sonrei y bebi de mi vaso de whiskey - No soy muy apto a beber sangre cuando no lo necesito.

Comente y me quede en silencio, mirandolo fijamente, sin razón alguna.

-Sabes, no tengo muchas ganas de hablar,... el hablar me haria recordar lo que quiero olvidar.

-De hecho hablándolo, lo sacas de tu interior y olvidarlo es mucho más sencillo -comenté, acercando nuevamente la copa a mis labios, sin dejar de observarlo, sus gestos, sus acciones, la expresión de su rostro... Era un chiquillo verdaderamente interesante y llamativo.

-Deberías considerarlo, esta no es sangre humana, sino de vampiro -dije luego de dejar la copa sobre la mesa nuevamente-. ¿Cómo sabes si no te acaba gustando? Al menos para un viejo vampiro como yo, beber la sangre de otros vampiros es... exótico, tiene su atractivo.

-Se lo que produce la sangre de vampiro en humanos y seres como yo - dije - Lo se de primera mano.... - indique sonriendo - El que quiera embriagarme es distinto a querer drogarme.

Di un nuevo trago a mi bebida y volvi a mirarlo.

-Igual, no es que quiera olvidarme de esas cosas para siempre, mas bien, solo por esta noche - murmure e hice señas para que me sirvieran mas whiskey.

-Eres un chico listo, pero no pretendía drogarte -dije bebiendo un nuevo trago de mi copa, acabándola, para luego depositar con cuidado la copa vacía sobre la mesa. Le hice una seña al camarero y le pedí que nos dejara la botella-. ¿Y por qué olvidar sólo una noche? Piensa que tienes mucho tiempo por delante, que puedes llenar tu mente de buenos recuerdos, y deshacerte por completo del dolor. Es una forma de salvarte de la locura.

Cuando acabé, el camarero apareció con la botella de whiskey y un vaso para mí. Lo despaché con un gesto de mi cabeza y con una sonrisa leve, llené su vaso y el mío-. Tengo una duda, ¿qué harás cuando te emborraches? ¿Tienes algún lugar al cual ir cuando yo deba marcharme? ¿O prefieres hacerme compañía? -pregunté, bebiendo un poco de whiskey, sintiendo un ligero escozor en mi garganta producto del alcohol; me gustaba esa sensación.

-La enorme mansion a los pies del letrero de Hollywood, ahi es a donde ire - indique bebiendo de un solo trago el whiskey- De momento te hare compañia, si no te molesta.

Sonrei ligeramente mirandolo fijo mientras me servia mas whiskey.

-Es un largo camino -indiqué, recargándome sobre el respaldo de la suya y cruzándome de piernas, observando cómo se bebía el whiskey de un sorbo. Yo en cambio bebía con lentitud, disfrutaba de cada trago de alcohol y me relajaba sintiendo el típico escozor de mi garganta gracias al alcohol. No tenía demasiadas intensiones de embriagarme, si es que lo conseguía, y además, estaba demasiado entretenido observando a aquel chico con complejos de felino.

-Y claro que no me molesta, es agradable tener compañía de vez en cuando -comenté sonriéndole, sin dejar de mirarlo, bebiendo a tragos lentos de mi vaso mientras él me sostenía la mirada. En verdad, me recordaba tanto a... ¡No! Sacudí la cabeza, quitándome toda idea demente de la misma.

-Tienes una existencia complicada, con muchos fantasmas - sonrei felinamente, dando un ligero trago a mi bebida - No es por entrometerme, pero igual tus consejos no serviran de mucho dado al hecho que tal parece que tu tampoco has podido olvidar.

Un nuevo trago y en el una memoria mas, proablemente le daba muchas vueltas a mi vida pasada, y como habia dicho Dennis, vivia ahi, esperando regresar, aun sabiendo que era imposile.

-Sí, pero a los fantasmas y a los muertos terminas por acostumbrarte -respondí, devolviéndole la sonrisa, sin molestarme que husmeara en mis pensamientos. Era extraño, tal vez por el hecho de que me recordaba a... el pasado. Tal vez por eso, no me molestaba si husmeaba, aunque en una situación normal ya lo hubiese hecho estallar. Bebí el contenido de mi vaso de golpe, ahora sí, con ganas de embriagarme.

-En cambio a los vivos... ¿nunca te han dicho que es de mala educación husmear en las mentes ajenas? -Le pregunté con tono suave, casi ronroneando. Llené mi vaso y nuevamente el suyo, para luego guiñarle un ojo-. Te podrías encontrar con cosas desagradables.

Baje la mirada aun sonriendo y tome el vaso, bebiendo rapidamente.

-Realmente crees que soy inocente, no? - pregunte y volvi a servirme.- Y no... no he leido tu mente y por tu nombre, por que note la sorpresa, fue considencia... podria haberte llamado alexei o algo parecido, sin embargo solo dije Alexandre, por que me parecio algo mas logico, por tu look, se escucharia sumamente femenino alexei en ti - dije - Lo demas lo lei en tu aura, esta demaciado perturbada, y me miras de forma extraña, como con añoranza.

-Un minino bastante intuitivo... -tuve que controlarme todo lo que podía para no saltar sobre él y besarlo o zamarrearlo, mi mente gritaba que se trataba de otra de sus encarnaciones, pero el sentido común, la conciencia, y el dolor de una pérdida de hacía demasiados años, me decían que me detuviera, que no era real, que era una ilusión más de mi propia mente cansada y enferma. Coincidencia, sólo eso, sólo intuición y casualidad.

-Te pareces en exceso a uno de mis fantasmas. Por esa misma razón, no creo que seas inocente, más bien, podría aventurar que eres la clase de chico sensible y caprichoso que siente más de lo que debería y de lo que cree poder soportar... ¿Estoy demasiado errado en mi afirmación? -pregunté con una leve sonrisa triste, describiéndole, a él, mi fantasma personal. De un trago bebí el resto del contenido de mi vaso y volví a servirme, notando ambiguamente que la botella ya tenía menos de la mitad de su contenido.

Recargue mi codo en la mesa y mi rostro en el puño, con calma, observando su aura y los cambios en ella, era triste, ese color azul grisaseo.

-No... de hecho diste en el clavo - indique y volvi a moverme, bebiendo con avidez. - Y cual era el nombre de ese fantasma?

Pregunte con curiosidad.

-Quizas si te escucho hablar, yo pueda contarte mis pesares - dije sonriendole ligeramente, levando la mano a mi pecho, presionando sobre la cicatriz ahi.

-Tuvo más de un nombre -contesté, llenando su vaso apenas lo dejó sobre la mesa-. Pero al que más recuerdo y al que más extraño... Se llamaba Anssi -me detuve unos momentos, sonriéndole levemente, con la ligera esperanza de que al nombrarle, al hablar sobre aquel fantasma del pasado, Adrián pudiese reaccionar... recordar... ¿sería eso posible? Lo dudaba en parte. Lo ansiaba en otra.

-Cuando acabemos la botella, si quieres, podemos ir a hablar a un lugar más privado -sugerí, bebiendo lo que quedaba en mi vaso pero sin volver a servirme. No necesitaba del alcohol para recordar el pasado, más bien, era el efecto contrario.

Parpadee un par de veces y sonrei al escuchar aquel nombre, tomando la botella y servir mas.

-Anssi.. suena lindo - dije y bebi un poco mas, pensando en que en algun lugar habia escuchado un nombre similar o algo parecido - Anssi Enkeli - murmure aguzando la mirada- Asi se llamaba un antepasado mio de parte materna, me parece que la madre de mi abuelo era de decendencia escandinava y uno de sus ancestros llevaba ese nombre, por eso yo saque esos rasgos, ademas de que mi padre es ruso - sonrei - Mi abuela se llamaba Adriana y yo me paresco mucho a ella - dije y deje el vaso cerca de la botella .

-Me parece buena idea, creo que para hablar de temas tan... personales este es un lugar tan impersonal.

-Suena bastante interesante... creo que he encontrado otro de mis parientes lejanos -comenté sonriendo de lado, aunque con gesto ausente, sin ninguna emoción en mi rostro-. ¿Nos vamos ahora? -le pregunté, dejando mi vaso vacío junto a la botella en las mismas condiciones y levantándome, extendiendo mi mano hacia él caballerosamente.

El camarero, al notar que nos marchábamos, se acercó con la cuenta rápidamente. Sin mirarlo siquiera, dejé sobre su mano dos billetes de 20 dólares y salimos del local, caminando en dirección a alguna calle principal-. ¿A dónde te gustaría ir? No vivo en ningún hotel, mi morada es un poco más humilde, pero si deseas, podemos ir a un hotel ahora mismo -le ofrecí, mirándole, deleitándome en ver sus facciones, procesando en mi mente la información que acababa de darme.

Me puse de pie, sin aceptar su mano, en cierta forma a veces resultaba perturbante el hecho de que me trataran como a una mujer.

-Me da igual, mientras haya alcohol - indique metiendo las manos en las bolsas de la sudadera, sacando una paleta y meterla a mi boca despues de quitarle la envoltura.- Tu decide, no tengo ganas de ponerme a pensar en eso.

-A mi morada, entonces. Tengo alcohol de sobra -comenté, guardando mis manos en los bolsillos de mi pantalón. Al salir del local, saqué mi cajetilla y encendí un cigarrillo, esta vez con un encendedor con el símbolo de la familia de cazadores Linnankivi. Un objeto de colección estos días.

Lo conduje por unos callejones poco concurridos, un atajo en realidad para llegar al hospital St. Albert, en donde vivía. Iba a paso lento, incluso para un ser humano, disfrutando del frescor de la noche y del tabaco en mis pulmones.

Segui jugando con la paleta en la boca, suspirando de vez en vez, tratando de aclarar mis pensamientos, de dejar todo en blanco, de aclararme...

¿Que buscaba realmente? ¿Que queria realmente?

Amaba a Siegfried como a nadie, pero Dennis me hacia sentir tantas cosas nuevas, y sin embargo, ninguno de los dos me convenia por distintas razones.

Suspire largamten, y mordi la paleta sin dejar de seguir a aquel misterioso y silencioso vampiro.

-¿Y como era Anssi? -pregunte, mas por hacer platica, para que el silencio no me atormentara, o mejor dicho, mis pensamientos no me aplastaran mas la moral.

Su pregunta me pilló desprevenido y por poco acabo tosiendo y dejando caer mi cigarrillo. Lo miré de reojo, luego, imaginé aquella misma escena varios siglos atrás. Suspiré largamente, volví a mirar al frente y me detuve finalmente al llegar a una farola.

-Anssi... Se parecía en exceso a ti. Físicamente hablando, y me supongo que emocionalmente también -comenté luego de un profundo silencio, observándolo-. Era muy caprichoso, con un rostro inocente aunque conocía bastante de la vida. Creo que nunca amé a nadie como a él, se parecía en exceso a mi primera esposa y a la vez, era muy diferente.

Suspiré pesado al evocarlo aunque mi rostro mostraba indiferencia. Lo extrañaba y me dolía pensar en él, pero a la vez, no me dolía. Era como si simplemente recordara que debía de doler, y eso me hacía sentir extraño-. ¿Sientes curiosidad?

-Un poco si - conteste levantando una ceja - Es parte de mi... siendo yo el ultimo de linea sanguinea que le sobrevive - indique - Así que si... me gustaria saber como era el... como vivio - indique - Aun que ahora que lo dices... bueno... creo que esa parte de que tu eras su amante, no lo sabiamos... - rei - Todos sabemos que fue un buen hombre y padre de familia, pero no mucho de su vida antes de casarse, supongo que supo ocultar bien esos datos, su "oscuro" secreto, supongo que por esas epocas aun se castigaba con muerte la sodomia, no?

-Yo tampoco sabía que tuvo hijos, aunque supongo que eso fue culpa mía, por desaparecer -comenté, riendo bajo de forma amarga-. Estás en lo correcto, por eso debía de ser precavido. Y bueno, en esa época, yo ya era un vampiro, sabía cómo ser invisible.

Suspiré pesado y volví a emprender la marcha, esta vez un poco más rápido. El hospital no estaba lejos, y pronto pudimos ver su vieja infraestructura aparecer entre los edificios.

-Si quieres, puedo llevarte a esa época y puedes verlo por ti mismo -sugerí, mirándolo de reojo-. Sólo será una ilusión, producto de mis recuerdos. Verás a Anssi por ti mismo.

- Y por que no - levante los hombros - Siempre es bueno conocer a tus antepasados, quizas asi sepa por que soy tan bruto en materia sentimental - indique - Aun que por lo que dices y lo que se... me doy una ligera idea de por que soy así.

Medio sonrei y segui andando, a un lado de el.

-De hecho, me imagino que sería interesante verte junto a Anssi -comenté con una media sonrisa, cruzando directamente hacia la entrada trasera del hospital y colándome a una entrada privada, la que solía usar siempre para llegar directamente al cuarto piso, en donde estaban mis aposentos privados y la zona de administración.

-Espero que no te moleste usar escaleras -dije empezando a subir. Como siempre, y tomando en cuenta la hora, allí no había nadie más que nosotros. Al llegar arriba, entramos a un pasillo largo típico de hospitales y me detuve frente a la puerta de mi cuarto, buscando las llaves-. Ahora que lo pienso, si Anssi hubiera sido una mujer, probablemente yo sería algo así como tu tatara tatara abuelo...

Segui a Alexandre por aquellas escaleras de emergencia del hospital, sintiendo algo de nerviosismo.

-No me gustan los hospitales - murmure subiendo lo mas rapido que podia, llegando a aquel blanco pasillo - Por que vives en el hospital?

Pregunte con algo de curiosidad, esperando no encontrarme con una sala de operaciones o peor aun, la morgue.