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Tenemos que hablar [Privado]
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Tenemos que hablar [Privado]
A menudo hablaba por telefono con el y esporadicamente le veia, pese a que vivia lejos de él. Se había establecido un extraño vinculo entre ambos, de alguna manera comprendia su postura respecto a esa estupida religion que tanto adoraba asi como él comprendia, de alguna manera, mi postura de cargarmelo todo y de jugar con las fuerzas demoniacas. Ambos sabiamos que discutir sobre eso no cambiaria nuestros pensamientos, era tiempo perdido. Sin embargo habia pasado un mes sin saber de él y viceversa, en este ultimo mes habia evolucionado hasta limites insospechados, habia hecho nuevas alianzas, habia adquirido mayor poder y habia jugado con la muerte.
-¿Por que coño tiene que vivir en el culo del mundo?- gruñí mientras avanzaba pesadamente a través de la nieve, en esta ocasion me encontraba en Rusia, por que él, al parecer no se encontraba en el Vaticano -mucho mejor, por que si no me darian ganas de destrozar algo nuevamente-. Por fin entre la niebla y la maldita nevada divise el campanario de la iglesia y por ende la casa que estaba anexionada a ella. Pequeña y simplona, el techo parecia fragil, como si en cualquier momento fuera a caerse y cuando me acerque mas vi que las paredes tenian ligeras grietas.
Llamé vigorosamente a la puerta y espere un minuto para volver a hacerlo de nuevo. No parecia haber nadie, ojeé por las ventanas y vi el interior vacio...asi que solo me quedaba la iglesia. Camine hasta ella divertido por la idea de que un rayo divino impactara sobre mi pecho al pisar suelo sagrado, pero no fue asi, por supuesto, solo eran temores absurdos. Al entrar tampoco vi a nadie, el lugar estaba en completo silencio a excepcion por unos murmullos que venian del confesionario. Avance con cuidado, tratando de guardecer aquel ambiente y espere a que el cubículo se quedara libre para ocuparlo. Unos minutos despues una anciana salia de el con calma y resignación. Me pregunte como coño habia venido la señora con la que estaba cayendo, sera que las mujeres de Rusia estan hechas de otro material. Luego, cercinandome de que la señora se habia ido me metí en el confesionario.
-Ave maria purisima...- susurre mirando a traves de las rejillas para divisar los oscuros ojos de mi hermano.
-¿Por que coño tiene que vivir en el culo del mundo?- gruñí mientras avanzaba pesadamente a través de la nieve, en esta ocasion me encontraba en Rusia, por que él, al parecer no se encontraba en el Vaticano -mucho mejor, por que si no me darian ganas de destrozar algo nuevamente-. Por fin entre la niebla y la maldita nevada divise el campanario de la iglesia y por ende la casa que estaba anexionada a ella. Pequeña y simplona, el techo parecia fragil, como si en cualquier momento fuera a caerse y cuando me acerque mas vi que las paredes tenian ligeras grietas.
Llamé vigorosamente a la puerta y espere un minuto para volver a hacerlo de nuevo. No parecia haber nadie, ojeé por las ventanas y vi el interior vacio...asi que solo me quedaba la iglesia. Camine hasta ella divertido por la idea de que un rayo divino impactara sobre mi pecho al pisar suelo sagrado, pero no fue asi, por supuesto, solo eran temores absurdos. Al entrar tampoco vi a nadie, el lugar estaba en completo silencio a excepcion por unos murmullos que venian del confesionario. Avance con cuidado, tratando de guardecer aquel ambiente y espere a que el cubículo se quedara libre para ocuparlo. Unos minutos despues una anciana salia de el con calma y resignación. Me pregunte como coño habia venido la señora con la que estaba cayendo, sera que las mujeres de Rusia estan hechas de otro material. Luego, cercinandome de que la señora se habia ido me metí en el confesionario.
-Ave maria purisima...- susurre mirando a traves de las rejillas para divisar los oscuros ojos de mi hermano.
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Re: Tenemos que hablar [Privado]
Jakob mantenía un delicado equelibrio con su razón, siempre se balancecaba entre la luz y la sombra de forma continuada y peligrosa pero extrañamente, la relación con su hermano lo había mantenido alerta y en contacto con la realidad. Se llamaban el uno al otro, al principio eran conversaciones muy tensas donde uno de los dos le colgaba al otro tras mandarlo a la mierda pero invariablemente a la semana, volvían a ponerse en contacto y hacía como que nada había pasado hasta que se volvían a enfadar. Aquello se calmó gradualmente pero no definitivamente, Red se divertía de vez en cuando llamándolo a altas horas de la noche para mantener conversaciones eróticas, logrando que al final Jakob se tocara en la intimidad de su cama y jadeando contra el auricular para luego colgar, furioso por escuchar sus risas. Lo más raro era cuando se encontraban de cuando en cando en alguna ciudad de Europa, para Jakob resultaba violento tenerlo delante porque no podía evitar que al final de la noche, sus manos lo tocaran aunque solo fueran sus cabellos, era una jodida tentación que luego le valían horas de autocastigo.
Vivía en medio de las estepas, donde hacía mucho frío y las condiciones eran muy duras, alejado de todo lujo o comodidad, creía que era lo adecuado para él, no poseer nada de valor ni tener nada que lo confortora, solo su iglesia y sus creyentes, era una vida solitaria y helada aunque lograba reprimir los peores instintos de Jakob, los más retorcidos. Después de la misa tocaba escuchar las confesiones, hoy era una de las ancianas que confesó un pecado bastante banal pero Jakob le impuso diez ave maria de rodillas en la cocina de la casa, ellos esperaban que impusiera la disciplina sobre sus almas aunque no tuviera alguna sobre la suya.
Escucho el crujio de la anciana que se iba, abandonando el cubículo y bajo la vista hacia la biblia de tapas gastadas que sostenái entre sus manos, frunció el ceño, llevaba más de un mes sin saber nada de Red, ni siquiera una llamada obscena para enfurecerlo, nada. Apretó los labios, estaba preocupado..no creía que estuviera muerto, tenía el presentimiento que lo sabría. Escuchó que otra persona entraba y suspiró quedamente, alzó la vista y respondió a las palabras antes de pecartarse quien eran.
-Sin pecado concebida...-y se calló al ver los verdes ojos al otro lado de la rejilla, sus negros ojos destellaron, la biblia se deslizó de sus dedos y se puso en pie de inmediato, salió del cubículo, corrió las cortinas del otro y lo miró, incrédulo al verlo allí sentado. Dio un paso adelante y sus manos agarraron sus brazos, haciendo que se pusiera en pie, lo sacudió-¡¿Dónde has estado todo este mes?!-su voz estaba ronca y levantó eco en las frías paredes de la iglesia, los dedos de Jakob se hundieron en la tela del abrigo de Red con fuerza-¡Ni una llamada, nada!-la sorpresa y el alivio de verlo había hecho que bajara sus muros de hielo.
Vivía en medio de las estepas, donde hacía mucho frío y las condiciones eran muy duras, alejado de todo lujo o comodidad, creía que era lo adecuado para él, no poseer nada de valor ni tener nada que lo confortora, solo su iglesia y sus creyentes, era una vida solitaria y helada aunque lograba reprimir los peores instintos de Jakob, los más retorcidos. Después de la misa tocaba escuchar las confesiones, hoy era una de las ancianas que confesó un pecado bastante banal pero Jakob le impuso diez ave maria de rodillas en la cocina de la casa, ellos esperaban que impusiera la disciplina sobre sus almas aunque no tuviera alguna sobre la suya.
Escucho el crujio de la anciana que se iba, abandonando el cubículo y bajo la vista hacia la biblia de tapas gastadas que sostenái entre sus manos, frunció el ceño, llevaba más de un mes sin saber nada de Red, ni siquiera una llamada obscena para enfurecerlo, nada. Apretó los labios, estaba preocupado..no creía que estuviera muerto, tenía el presentimiento que lo sabría. Escuchó que otra persona entraba y suspiró quedamente, alzó la vista y respondió a las palabras antes de pecartarse quien eran.
-Sin pecado concebida...-y se calló al ver los verdes ojos al otro lado de la rejilla, sus negros ojos destellaron, la biblia se deslizó de sus dedos y se puso en pie de inmediato, salió del cubículo, corrió las cortinas del otro y lo miró, incrédulo al verlo allí sentado. Dio un paso adelante y sus manos agarraron sus brazos, haciendo que se pusiera en pie, lo sacudió-¡¿Dónde has estado todo este mes?!-su voz estaba ronca y levantó eco en las frías paredes de la iglesia, los dedos de Jakob se hundieron en la tela del abrigo de Red con fuerza-¡Ni una llamada, nada!-la sorpresa y el alivio de verlo había hecho que bajara sus muros de hielo.
Invitado- Invitado
Re: Tenemos que hablar [Privado]
No reprimi las carcajadas ante su sorpresa y transforme todo reclamo suyo en diversion que incentivaba mi risa, me libere de su agarre posesivo y lance un sonoro suspiro de satisfaccion -He estado ocupado....muy ocupado...pero es una larga historia.- musite alzando las manos para pegar las palmas a sus mejillas -Me has echado de menos- mas que preguntar, afirme y me daba una cierto regocijo que asi fuera. -Yo tambien eche de menos esto.- alegue antes de acercarme a su boca para besarla lenta y parsiomoniosamente. A diferencia de él yo no consideraba este lugar sagrado, solo era una edificacion mas que tenia iconos cristianos por los que yo no daba ni un centavo.
Impregne mis labios con su sabor, aprovechando la docilidad de Jakob y antes de que se pusiera nervioso y le diera un arranque de bipolaridad me separe de su rostro asi como de su cuerpo. Lancé u n rapido vistazo hacia el altar y luego hacia el interior de la iglesia en donde no habia ningun feligres -¿Has terminado aqui? Me gustaria comer, tengo hambre.- dije con despotismo caminando hasta la enorme puerta de entrada por donde entro la fria brisa e inundo la pequeña iglesia asi como algunos copos de nieve. Desde alli pude observar mejor aquel altiplano nevado, blanco y mas blanco hasta las casuchas de mas abajo y el camino a penas podia vislumbrarse, asi como mis huellas y las de aquella anciana. Tenia muchas cosas que contarle a mi hermano, entre ellas que estaba planeando quedarme unos dias mas con el.
Impregne mis labios con su sabor, aprovechando la docilidad de Jakob y antes de que se pusiera nervioso y le diera un arranque de bipolaridad me separe de su rostro asi como de su cuerpo. Lancé u n rapido vistazo hacia el altar y luego hacia el interior de la iglesia en donde no habia ningun feligres -¿Has terminado aqui? Me gustaria comer, tengo hambre.- dije con despotismo caminando hasta la enorme puerta de entrada por donde entro la fria brisa e inundo la pequeña iglesia asi como algunos copos de nieve. Desde alli pude observar mejor aquel altiplano nevado, blanco y mas blanco hasta las casuchas de mas abajo y el camino a penas podia vislumbrarse, asi como mis huellas y las de aquella anciana. Tenia muchas cosas que contarle a mi hermano, entre ellas que estaba planeando quedarme unos dias mas con el.
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Re: Tenemos que hablar [Privado]
Jakob no se había esperado ese beso, cerró los ojos al sentir sus labios sobre los suyos, calientes y demandantes de su boca, suspiró y su cuerpo entero pareció vibrar al son de aquellos labios que tomaban los suyos que respondieron durante unos segundos antes de recordar que estaba en suelo sagrado y bajo el techo de su iglesia, alzó las manos con la intención de apartarlo pero Red fue mas rapido, previendo la violenta reacción de su hermano en semajente situación. Jakob lo escrutó con el ceño fruncido, sus ojos negros estaban brillante de furia ante semejante despecho pero inspiró despacio al ver como se dirigía a la entrada del santurio, demandando comida. Jakob fue hasta el confesionario y cogió la pequeña biblia que se deslizó entre sus dedos mientras apelaba a todo su autocontrol que se tambaleaba con la mera presencia de Red.
-Vamos a comer..-su tono fue seco, cerró las grandes puertas tirando de las dos anillas de hierro, alzó el rostro, estaba comenzando a nevar. Suspiró y su aliento formó alguna nubecillas sobre sus labios rosados.
Se encamino hacia la casita y abrió la puerta con una llave que estaba dentro de una maseta sin flores. Era una construcción muy rústica, poseia una habitacion principal que eran donde estaba el salón con una sofa grande y viejo, algunas estanterías llenas de libros y en una pared, sobre un soporte de madera, un violín. A la derecha una puerta que llevaba a la cocina también muy antigua, con fogones y una ruidosa nevera, un pasillo que iba al fondo con dos puertas, una el dormitorio de Jakob y otra el baño con una bañera de patas de león. Lo único agradable eran las alfombras que cubrían todos los suelos para evitar que el frío dentro de la casa fuera insoportable, en el salón también estaba la chimenea que siempre Jakob mantenía encendida. Fue hasta ella y echó unos troncos más.
-Voy a abrir una botella de vino, supongo que has estado de putas o algo por el estilo...-era su forma de devolverle el beso dentro de la Iglesia pero no podía borrar su reacción, mostró claramente que estaba preocupado por él, esperando su llamada o alguna señal de vida. Fue hasta la cocina y prendió los fogones para calentar agua, haría algo de pasta. De un pequeño armario sacó la botella y la abrió, sirviendo dos copas, entró de nuevo en el salón y se la tendió, lo escrutó de repente con intensidad, notando el resplandor verde en sus ojos-...estás cambiado...-musitó y dio un trago a su copa para entrar de nuevo en la cocina, se sentia extrañamente turbado.
-Vamos a comer..-su tono fue seco, cerró las grandes puertas tirando de las dos anillas de hierro, alzó el rostro, estaba comenzando a nevar. Suspiró y su aliento formó alguna nubecillas sobre sus labios rosados.
Se encamino hacia la casita y abrió la puerta con una llave que estaba dentro de una maseta sin flores. Era una construcción muy rústica, poseia una habitacion principal que eran donde estaba el salón con una sofa grande y viejo, algunas estanterías llenas de libros y en una pared, sobre un soporte de madera, un violín. A la derecha una puerta que llevaba a la cocina también muy antigua, con fogones y una ruidosa nevera, un pasillo que iba al fondo con dos puertas, una el dormitorio de Jakob y otra el baño con una bañera de patas de león. Lo único agradable eran las alfombras que cubrían todos los suelos para evitar que el frío dentro de la casa fuera insoportable, en el salón también estaba la chimenea que siempre Jakob mantenía encendida. Fue hasta ella y echó unos troncos más.
-Voy a abrir una botella de vino, supongo que has estado de putas o algo por el estilo...-era su forma de devolverle el beso dentro de la Iglesia pero no podía borrar su reacción, mostró claramente que estaba preocupado por él, esperando su llamada o alguna señal de vida. Fue hasta la cocina y prendió los fogones para calentar agua, haría algo de pasta. De un pequeño armario sacó la botella y la abrió, sirviendo dos copas, entró de nuevo en el salón y se la tendió, lo escrutó de repente con intensidad, notando el resplandor verde en sus ojos-...estás cambiado...-musitó y dio un trago a su copa para entrar de nuevo en la cocina, se sentia extrañamente turbado.
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Re: Tenemos que hablar [Privado]
Como habia imaginado su casa era una oda a la humildad. No tenia nada que mereciera le pena robar ni asesinar por ello. Los muebles eran viejos y si la estructura no tenia solidez alguna. Nunca fui partidario de las casas convencionales, y si de los bunkeres o de los pasajes subterraneos y sabia que el suelo ruso era mas resistente no solo por la misma piedra si no por las capas de nieve que solian cubrirla. Un bunker subterraneo...podria transformar esta cochiquera en un palacio. Mas que acostumbrado a su gelidez que se tornaba fuego cuando demostraba pasion o ira, ignore esa seca entonacion mientras me ponia comodo. Me deslcanze y pise con los pies desnudos por la amplia alfombra de suave y calida textura. Retire el gaban que era tan pesado que impedia que el frio y quede en camiseta de manga corta con un llamativo eslogan "Fuck me Jesus" y pitillos negros que se ajustaban a las piernas.
-Si te dijera que tu culo ha sido el ultimo que me he tirado, te haria sentir mejor?.- pregunte con afan de molestarlo, por que era un hobbie que estaba empezando a desarrollar con el y me sente en aquel viejo sofa cruzando las piernas. Lo observe celosamente ir de un lado para otro hasta que se acercó a mi tendiendome una de las copas. Alzé el rostro para mirarlo desde abajo afirmando nada mas lejos que la verdad y mis labios se curvaron en una perfida sonrisa. Era lógico que viera ese cambio en mi, ya no tenia que malgastar mi magia en preservar la inmortalidad por que ya lo era y no moriria de muerte natural. Tambien mi regeneracion era mas rapida y no quedaba exanime cada vez que usaba mi poder. El brillo de la eternidad bullia en mis ojos, en mi mirada mas confiada si cabe que antes.
-Bien te contare lo que he hecho este tan ajetreado mes si prometes que no te enfadaras conmigo, creo que esta bien claro lo que te gusta hacer a ti y lo que me gusta hacer a mi.- alcé la mano y tire de la suya haciendolo sentar, tome un trago de vino para aclarar la voz y lo mire de reojo -He estado trabajando para un demonio y estuve un tiempo en su mansion.- comente escrutandolo para percibir cambios drasticos en el.
-Si te dijera que tu culo ha sido el ultimo que me he tirado, te haria sentir mejor?.- pregunte con afan de molestarlo, por que era un hobbie que estaba empezando a desarrollar con el y me sente en aquel viejo sofa cruzando las piernas. Lo observe celosamente ir de un lado para otro hasta que se acercó a mi tendiendome una de las copas. Alzé el rostro para mirarlo desde abajo afirmando nada mas lejos que la verdad y mis labios se curvaron en una perfida sonrisa. Era lógico que viera ese cambio en mi, ya no tenia que malgastar mi magia en preservar la inmortalidad por que ya lo era y no moriria de muerte natural. Tambien mi regeneracion era mas rapida y no quedaba exanime cada vez que usaba mi poder. El brillo de la eternidad bullia en mis ojos, en mi mirada mas confiada si cabe que antes.
-Bien te contare lo que he hecho este tan ajetreado mes si prometes que no te enfadaras conmigo, creo que esta bien claro lo que te gusta hacer a ti y lo que me gusta hacer a mi.- alcé la mano y tire de la suya haciendolo sentar, tome un trago de vino para aclarar la voz y lo mire de reojo -He estado trabajando para un demonio y estuve un tiempo en su mansion.- comente escrutandolo para percibir cambios drasticos en el.
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Re: Tenemos que hablar [Privado]
Si Red buscaba algun tipo de reacción, lo consiguió casi de inmediato mientras Jakob asimilaba aquella información, sus ojos negros parecieron expandirse dentro de sus cuencas, palideció de forma evidente y entreabrió sus labios, dejando que un ronco jadea escapara de ellos-¡¿Qué has hecho?!-entre sus dedos la copa se astilló en pedazos, el cristal se clavó en las yemas, atravesándolas, la sangre comenzó a derramrse pero no era sangre roja, no, era oscura, parecía alquitrán y comenzó a gotear entre los dedos de Jakob, serpeteando como si tuviera vida propia, rodeando sus muñecas como si fueran unas serpientes, la magía de Jakob estaba teniendo un brote violento en respuesta a sus propias emociones. Lanzó los pedazos a un lado, apretando los dedos, en su pecho el crucifijo pareció tomar vida, el metal se retorcia y latía con una luz negra.
Jakob cerró los ojos, recordando el pacto con su propio demonio, el precio más alto fue el que impuso y su alma ya estaba eternamente condenada pero eso no lo podia saber Red porque no se lo había confesado nunca, el terror a arder en el Infierno era lo que hacia que se agarrara a la vida con ferocidad, salvajemente. Entre sus labios manó su respiración acelerada...¿por qué tuvo que implicarse su loco hermano con demonios? ¿acaso no le importaba el sufrimiento después de esta vida?
-¿Qué has hecho, Red?-susurró, abriendo los ojos, observando sus manos, la sangre negra fluia sobre su piel como si tuvira vida propia, en contra de la gravedad, no caía al suelo-¿A que pacto has llegado con ellos?...son todos unos mentirosos, unas criaturas horribles...te has condenado-alzó la vista hacia él y vio su sonrisa, fruncio el ceño, arrugando toda su frente-pero a ti no te importa...-apretó los labios, alzó una mano a punto de golpear aquel rostro arrogante con fuerza.
Jakob cerró los ojos, recordando el pacto con su propio demonio, el precio más alto fue el que impuso y su alma ya estaba eternamente condenada pero eso no lo podia saber Red porque no se lo había confesado nunca, el terror a arder en el Infierno era lo que hacia que se agarrara a la vida con ferocidad, salvajemente. Entre sus labios manó su respiración acelerada...¿por qué tuvo que implicarse su loco hermano con demonios? ¿acaso no le importaba el sufrimiento después de esta vida?
-¿Qué has hecho, Red?-susurró, abriendo los ojos, observando sus manos, la sangre negra fluia sobre su piel como si tuvira vida propia, en contra de la gravedad, no caía al suelo-¿A que pacto has llegado con ellos?...son todos unos mentirosos, unas criaturas horribles...te has condenado-alzó la vista hacia él y vio su sonrisa, fruncio el ceño, arrugando toda su frente-pero a ti no te importa...-apretó los labios, alzó una mano a punto de golpear aquel rostro arrogante con fuerza.
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Re: Tenemos que hablar [Privado]
Enseguida lamente ser tan sincero, pero no qu eria tener secretos con el por que ya estaba empezando a confiar, hasta el punto de apreciarlo. El maldito psicopata estaba exhibiendo su poder como si fuera a joderme con el, esperaba severamente que no lo hiciera pues tendriamos un maldito problemas, puesto que ahora mismo no me apetecia ser masoquista.
Y si ya se ponia asi con esa poquita información ¿Que haria cuando le contara el resto?
-Relajate.- musite afilando mi mirada verde sobre sus ojos oscuros como la maldad que estaba en su interior. Ahora que mostraba esa magia supe que no habia sido adquirida por sus propios medios, que algo demoniaco le habia influido y no podia haber otra explicacion. Al parecer no era el unico que guardaba secretos.
-.¿De veras crees que soy tan idiota Jakob?- rugí con el ceño fruncido -No seas cinico, estamos conenados desde que nacimos, toda la humanidad lo ha estado solo que vive en su feliz ignorancia.- vi que alzaba el puño y rapidamente lo atrape bajandolo, mi mano se empapo de esa sangre negruzca -Escuchame, esta vez fui socio, un colaborador mas, trabaje para él y él me ofreció un laboratorio perfectamente equipado, algo que yo jamas podria tener por mis propios medios tan rapido. Lo que hice con el sin embargo no te incumbe.- bajé la mano de Jakob y me levante del sofa para ir a la cocina. Tomé una generosa cantidad de servilletas y regrese hasta mi hermano para quitar la sangre de sus manos.
-Ademas la unica forma de obtener mi alma es...que yo muera y lo dudo mucho.- susurro mientras retiraba el alquitran de sus dedos. Al parecer no podria ser totalmente sincero con él, no le hablaria de Cio, ese demonio que si habia pactado por mi alma, se habia alarmado, la reacción habia sido una locura.
-Si te afecta tanto... no es solo por mi.. ¿Donde adquiriste estos poderes Jakob?.- susurre alzando la mirada para taladrarlo y mirar mas alla de su confusa mente.
Y si ya se ponia asi con esa poquita información ¿Que haria cuando le contara el resto?
-Relajate.- musite afilando mi mirada verde sobre sus ojos oscuros como la maldad que estaba en su interior. Ahora que mostraba esa magia supe que no habia sido adquirida por sus propios medios, que algo demoniaco le habia influido y no podia haber otra explicacion. Al parecer no era el unico que guardaba secretos.
-.¿De veras crees que soy tan idiota Jakob?- rugí con el ceño fruncido -No seas cinico, estamos conenados desde que nacimos, toda la humanidad lo ha estado solo que vive en su feliz ignorancia.- vi que alzaba el puño y rapidamente lo atrape bajandolo, mi mano se empapo de esa sangre negruzca -Escuchame, esta vez fui socio, un colaborador mas, trabaje para él y él me ofreció un laboratorio perfectamente equipado, algo que yo jamas podria tener por mis propios medios tan rapido. Lo que hice con el sin embargo no te incumbe.- bajé la mano de Jakob y me levante del sofa para ir a la cocina. Tomé una generosa cantidad de servilletas y regrese hasta mi hermano para quitar la sangre de sus manos.
-Ademas la unica forma de obtener mi alma es...que yo muera y lo dudo mucho.- susurro mientras retiraba el alquitran de sus dedos. Al parecer no podria ser totalmente sincero con él, no le hablaria de Cio, ese demonio que si habia pactado por mi alma, se habia alarmado, la reacción habia sido una locura.
-Si te afecta tanto... no es solo por mi.. ¿Donde adquiriste estos poderes Jakob?.- susurre alzando la mirada para taladrarlo y mirar mas alla de su confusa mente.
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Re: Tenemos que hablar [Privado]
Las manos de Red tenía apresados los dedos de Jakob en los oscuros ojos del joven habia locura, confusión y cuando escuchó la pregunta, trató de soltarse, halando, temblando mientras su cabeza era golpeada por un torrente de imágenes, de recuerdos sangrientos, de aquella noche fatídica, del olor a azufre y de los gritos de Maria que lo maldecía una y otra vez sin descanso hasta que su voz se ahogó por las risas del demonio. Su respiracón se tornó más acelerada, ronca, sus labios estaban blancos y el sudor perló sus rasgos delicados pero al tiempo fuertes. Alzó la vista hacia Red, era evidente que no estaba enfocando, sus ojos eran turbios, la luz estaba apagado en ellos,dos láminas de obsidania. Dentro de él deseaba confesarse, sacar aquello que se estaba retorciendo dentro de él, un escorpión que clavaba su aguja, vertiendo el veneno que lo atormentaba noche tras noche y días tras día.
-Maté a mi propia madre...-susurró, la oscuridad pareció rodearlos mientras Jakob hablaba-la asesiné con mis manos, con mi sangre...la noche que descubrió que había mantenido relaciones homosexuales con un vampiro...-allí estaba, soltando toda la mierda por aquella boca deliciosa que hace una hora daba una misa para todos sus feligreses-la magía reaccionó a mis emociones, siempre la odié, la odiaba pero era mi madre, me trajo a este mundo. Mi sangre...atrajo a algo cuando cayó al suelo sagrado, llamó a Belcebú, reconoció la sangre de nuestro padre y vino...vino...-parecía que comenzaba a ahogarse-pacté con él...y como primer pago se lllevo a mi madre agonizando a los Infiernos y yo estoy atado a Belcebú que me pide...cosas, almas y muertes..
De repente Jakob comenzó a reir, su equilibrio se había roto, después de decir aquello en voz alta se percataba de lo que era, aun vestido con aquella sotana-Sí, hermano, soy mil veces más perverso que tú, sí...ni siquiera tú mataste a tu madre, estás ante un asesino más bastardo que tú. No me podrás superar jamás-las risas continuaban, extrañas, subiendo y bajando pero al tiempo los ojos de Jakob se llenaron de lágrimas negras que se derramaron por sus mejillas y los ojos se volvieron completamente oscuros sin blanco visible-Dime, ¿quieres que le de recuerdo tuyos a padre cuando me pudra entre las llamas?-la voz era diferente, con ecos rasgados que parecían arañar las cuerdas vocales de Jakob. La magía negra brotaba de sus ojos ahora en forma líquida.
-Mira tu obra, me has hecho llorar y cuando lloro alguien debe pagar..-susurró, retorciendo las muñecas-suéltame, hermano, suéltame o te haré daño...-el cuerpo de Jakob estaba temblando de pura ansiedad, deseando matar, matar para aplacar al monstruo que era, aplacar su dolor sin límite.
-Maté a mi propia madre...-susurró, la oscuridad pareció rodearlos mientras Jakob hablaba-la asesiné con mis manos, con mi sangre...la noche que descubrió que había mantenido relaciones homosexuales con un vampiro...-allí estaba, soltando toda la mierda por aquella boca deliciosa que hace una hora daba una misa para todos sus feligreses-la magía reaccionó a mis emociones, siempre la odié, la odiaba pero era mi madre, me trajo a este mundo. Mi sangre...atrajo a algo cuando cayó al suelo sagrado, llamó a Belcebú, reconoció la sangre de nuestro padre y vino...vino...-parecía que comenzaba a ahogarse-pacté con él...y como primer pago se lllevo a mi madre agonizando a los Infiernos y yo estoy atado a Belcebú que me pide...cosas, almas y muertes..
De repente Jakob comenzó a reir, su equilibrio se había roto, después de decir aquello en voz alta se percataba de lo que era, aun vestido con aquella sotana-Sí, hermano, soy mil veces más perverso que tú, sí...ni siquiera tú mataste a tu madre, estás ante un asesino más bastardo que tú. No me podrás superar jamás-las risas continuaban, extrañas, subiendo y bajando pero al tiempo los ojos de Jakob se llenaron de lágrimas negras que se derramaron por sus mejillas y los ojos se volvieron completamente oscuros sin blanco visible-Dime, ¿quieres que le de recuerdo tuyos a padre cuando me pudra entre las llamas?-la voz era diferente, con ecos rasgados que parecían arañar las cuerdas vocales de Jakob. La magía negra brotaba de sus ojos ahora en forma líquida.
-Mira tu obra, me has hecho llorar y cuando lloro alguien debe pagar..-susurró, retorciendo las muñecas-suéltame, hermano, suéltame o te haré daño...-el cuerpo de Jakob estaba temblando de pura ansiedad, deseando matar, matar para aplacar al monstruo que era, aplacar su dolor sin límite.
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Re: Tenemos que hablar [Privado]
Mi sonrisa fue desapareciendo gradualmente en cuanto empezo a confesarse y sobre todo cuando el nombre del demonio salió a flote. Belcebú era lo mas crudo que habia visto en su vida, habia conocido demonios pero este se llevaba la palma, a el jamas se le habria ocurrido violar a un cadaver metiendosela en el ojo, asi que cualquier cosa podia pasar con ese ser. No me extraño que fuera el quien atase en pacto la alma de Jakob y el que yo conociera a ese demonio y que ese demonio fuera amigo de mi padre me daba cierta ventaja a lo que pretendia hacer despues de conocer el sino de mi hermano.
Y yo que me creia loco, y puede que lo fuera, pero mantenia la cordura en mi propia locura. Jakob en cambio estaba a punto de reventar, de explotar, su risa histrionica, su reclamo, sus amenazas, sus ojos repletos de ira homicida...y yo en el punto de mira. Jakob se empeñaba en guardarlo todo para el y no soltar nada hasta que no tenia mas remedio y por ello es que no podia controlar su poder, por ello es que no podia controlar aquel pacto para sacar beneficio y no verlo como la maldicion que era.
Le enseñaria una lección, le enseñaria a controlarlo y para ello tendria que perderme de lleno en su ansia de sangre.
-Cobarde- susurre friamente -te escudas en tu miserable exitencia, en tu miserable religion por que crees que no aspiras a nada mas, por que estas marcado por el demonio...te lamentas, te flagelas, creyendo que eso cambiara algo cuando no es verdad... tu mierda de vida seguira asi por que tu lo quieres. ¡¡Te encanta sentirte la victima!!- solté sus manos y me incorpor mirandolo con desprecio -Asi que el que tu derrames lagrimas negras es culpa mia no? asi que debo pagar por tu cobardia y por tu negada habilidad para controlarte a ti mismo como para controlar tu poder que te fue dado para bien o para mal.- afile la mirada y aprete los puños mientras siseaba muy despacio -Patetico- esboce una sonrisa burlona -Adelante gallina, matame si te atreves. Ya acabaste con tu madre. ¿Que te impide matarme a mi?.- lo anime incluso con gestos y me rasgue las ropas dejando a relucir mi palido pecho en donde yo mismo con mis palabras habia pintado la diana.
Y yo que me creia loco, y puede que lo fuera, pero mantenia la cordura en mi propia locura. Jakob en cambio estaba a punto de reventar, de explotar, su risa histrionica, su reclamo, sus amenazas, sus ojos repletos de ira homicida...y yo en el punto de mira. Jakob se empeñaba en guardarlo todo para el y no soltar nada hasta que no tenia mas remedio y por ello es que no podia controlar su poder, por ello es que no podia controlar aquel pacto para sacar beneficio y no verlo como la maldicion que era.
Le enseñaria una lección, le enseñaria a controlarlo y para ello tendria que perderme de lleno en su ansia de sangre.
-Cobarde- susurre friamente -te escudas en tu miserable exitencia, en tu miserable religion por que crees que no aspiras a nada mas, por que estas marcado por el demonio...te lamentas, te flagelas, creyendo que eso cambiara algo cuando no es verdad... tu mierda de vida seguira asi por que tu lo quieres. ¡¡Te encanta sentirte la victima!!- solté sus manos y me incorpor mirandolo con desprecio -Asi que el que tu derrames lagrimas negras es culpa mia no? asi que debo pagar por tu cobardia y por tu negada habilidad para controlarte a ti mismo como para controlar tu poder que te fue dado para bien o para mal.- afile la mirada y aprete los puños mientras siseaba muy despacio -Patetico- esboce una sonrisa burlona -Adelante gallina, matame si te atreves. Ya acabaste con tu madre. ¿Que te impide matarme a mi?.- lo anime incluso con gestos y me rasgue las ropas dejando a relucir mi palido pecho en donde yo mismo con mis palabras habia pintado la diana.
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Re: Tenemos que hablar [Privado]
¿Existía Jakob en aquellos momentos? nadie podría saberlo, puede que Jakob muriera hace muchos años y aquel fuera un cadáver animado por la furia, el odio y la locura camuflada con aquel rostro aniñado, aquellos grandes ojos, aquel cuerpo nacarado y marcado, Jakob podría parecer una criatura completamente inocente pero su inocencia se pudrío hace mucho y si quedo algun resquicio, el demonio se encargó de pisotearla convenientemente y alimentar aquella aguidizada bipolaridad que le venía a Jakob de familia. Los ojos completamente negros de Jakob se posaron en el rostro de su hermano, las lágrimas continuaban manando, rodando por su cuello, era una banshee enloquecida. Se puso en pie, despacio, un vaho oscuro lo rodeaba, jadeaba como un animal, el crufijo aullaba en su pecho, la figura de cristo se retorcía en su cruz, tirando de sus clavos.
Jakob alzó los dedos y tocó el pecho desnudo de Red con ellos, comenzó a olerse a quemado, las falanges se hundían en la carne, buscando el corazón pero Jakob se detuvo de repente, temblando, apretando los dientes, mordisqueándose sus labios hasta hacerlos sangrar también. De repente empujó a Red al suelo y se apartó, corrió hasta la puerta y la abrio, salió fuera donde ya estaba nevando intensamente, cayó de rodillas sobre el manto blanco que cubría todo delante de la arcaica casita y hundió sus manos en la cubierta helada.
-¡ARGGGGGGGGG!-hubo un estallido de oscurida en torno a Jakob, parte de la sotaba se desgarró, haciéndose jirones, la nieve se alzó el torno suyo como una cortina para luego caer de nuevo, cubriendo sus hombros y espalda. Inclinó la cabeza hacia delante y se quedó en esa postura, jadeando. Con los ojos cerrados, Jakob sentía que parte de su cordura regresaba a él, Red casi lo había empujado al abismo, ¿qué sería de él si lo hubiera matado?...más sangre sobre su espaldas, ya no tendría salvación posible-Hijo de puta....hijo de puta...-se tiró en la nieve, boca abajo, enterrando su rostro en ella, sus labios rozaron los cristales de hielo y se quedó en esa postura, dejando que los copos lo cubrieran.
Sí, cobarde y despreciable, eso era...asqueroso hasta el final, quizás sí deberái quitarse la vida a si mismo, odiaba todo...odiaba a Red, lo odiaba pero no pudo matarlo..no pudo porque aparte del odia también existían otras emociones dentró de su pecho y sin embargo se comparaba con su propia madre, seguramente daba por hecho que Jakob era incapaz de amar. Abrió despacio sus ojos negros, viendo la nieve caer, tan hermosa....tenía frío. Se removió y se volvió a encoger poco a poco para luego terminar nuevamente arrodillado-Echa leña en el fuego..-susurró sin volverse todavía.
Jakob alzó los dedos y tocó el pecho desnudo de Red con ellos, comenzó a olerse a quemado, las falanges se hundían en la carne, buscando el corazón pero Jakob se detuvo de repente, temblando, apretando los dientes, mordisqueándose sus labios hasta hacerlos sangrar también. De repente empujó a Red al suelo y se apartó, corrió hasta la puerta y la abrio, salió fuera donde ya estaba nevando intensamente, cayó de rodillas sobre el manto blanco que cubría todo delante de la arcaica casita y hundió sus manos en la cubierta helada.
-¡ARGGGGGGGGG!-hubo un estallido de oscurida en torno a Jakob, parte de la sotaba se desgarró, haciéndose jirones, la nieve se alzó el torno suyo como una cortina para luego caer de nuevo, cubriendo sus hombros y espalda. Inclinó la cabeza hacia delante y se quedó en esa postura, jadeando. Con los ojos cerrados, Jakob sentía que parte de su cordura regresaba a él, Red casi lo había empujado al abismo, ¿qué sería de él si lo hubiera matado?...más sangre sobre su espaldas, ya no tendría salvación posible-Hijo de puta....hijo de puta...-se tiró en la nieve, boca abajo, enterrando su rostro en ella, sus labios rozaron los cristales de hielo y se quedó en esa postura, dejando que los copos lo cubrieran.
Sí, cobarde y despreciable, eso era...asqueroso hasta el final, quizás sí deberái quitarse la vida a si mismo, odiaba todo...odiaba a Red, lo odiaba pero no pudo matarlo..no pudo porque aparte del odia también existían otras emociones dentró de su pecho y sin embargo se comparaba con su propia madre, seguramente daba por hecho que Jakob era incapaz de amar. Abrió despacio sus ojos negros, viendo la nieve caer, tan hermosa....tenía frío. Se removió y se volvió a encoger poco a poco para luego terminar nuevamente arrodillado-Echa leña en el fuego..-susurró sin volverse todavía.
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Re: Tenemos que hablar [Privado]
En Jakob existia un enorme potecional, era un diamante en bruto que no se habia dejado pulir por que estaba obsesionado con la maldad y la bondad siendo que de esta ultima ya no quedaba nada. Para ser tan joven pude observar que la cantidad de energia oscura que desprendia su cuerpo era inconmensurable, ni siquiera yo a su edad habia tenido tanto poder, claro que tampoco habia contactado con demonio alguno. Tragué saliva preparandome a lo que vendria a continuacion. Ya habia muerto una vez y habia sido terriblemente doloroso y agonizante, esta muerte no se compararia ni de lejos con aquella.
Aprete mis labios cuando sus dedos se fundieron practicamente con mi piel, reteniendo los alaridos que se pugnaban por salir de mi garganta. Su tacto era como la lava caliente y percibi el olor a quemado en mi propia carne, cerré los ojos y me abandone a ese dolor hasta que me empujó hacia atras haciendome caer sobre la fragil mesa de madera y por lo tanto reventandola bajo mi peso. Jadee agonico tosiendo convolsivamente mientras lo veia salir y escapar entre las nieves, el frio que entro por la puerta abierta fue un balsamo para mis heridas abiertas que cicatrizaron a gran velocidad y sin necesidad de esforzarme.
Escuche aquel gruñido entre la ira y la impotencia y me incorporé una vez sentí que los tejidos de mi pecho estaban sanos. Se habia detenido a tiempo pese a todo...quizas no estuviera tan perdido como yo creia, aun tendria que buscar la forma de como hacerle entender que la clave para no sentirse tan desgraciado era controlar su poder y sus emociones. No necesite echar leña al fuego, tan solo tuve que avivarlo controlando las llamas para que prendieran la leña que ya estaba ahí y a continuación me dirigi a donde se encontraba, ahí tirando en la fria nieve.
Avance por ella con pesar, pues la capa era ya muy espesa y costaba moverse rapidamente por allí. Apoye mis manos en sus hombros y me incline para susurrarle en el oido -Aprende a controlar tu poder, te ayudare a hacerlo y te ayudare tambien a librarte de ese demonio- acto seguido lo así por las axilas y lo levante sin esfuerzo, arrastrandolo al menos hacia el interior de la casa.
-Gracias por no matarme...no es agradable esa sensacion- murmuraba mas tranquilo e incluso conciliador mientras lo dejaba apoyado en el suelo, con su espalda apoyado en aquel sofa. Me arrodille frenet a el y pase mis dedos por su rostro humedo por la sangre negra -¿Sabes? has estado demasiado tiempo solo...nadie cuidaba de ti y quizas nadie te haya querido nunca...pero yo estoy aqui y pienso quedarme un tiempo, hasta que sepas cuidarte realmente de ti, hasta que me ames del todo o me aborrezcas hasta la muerte...-
Aprete mis labios cuando sus dedos se fundieron practicamente con mi piel, reteniendo los alaridos que se pugnaban por salir de mi garganta. Su tacto era como la lava caliente y percibi el olor a quemado en mi propia carne, cerré los ojos y me abandone a ese dolor hasta que me empujó hacia atras haciendome caer sobre la fragil mesa de madera y por lo tanto reventandola bajo mi peso. Jadee agonico tosiendo convolsivamente mientras lo veia salir y escapar entre las nieves, el frio que entro por la puerta abierta fue un balsamo para mis heridas abiertas que cicatrizaron a gran velocidad y sin necesidad de esforzarme.
Escuche aquel gruñido entre la ira y la impotencia y me incorporé una vez sentí que los tejidos de mi pecho estaban sanos. Se habia detenido a tiempo pese a todo...quizas no estuviera tan perdido como yo creia, aun tendria que buscar la forma de como hacerle entender que la clave para no sentirse tan desgraciado era controlar su poder y sus emociones. No necesite echar leña al fuego, tan solo tuve que avivarlo controlando las llamas para que prendieran la leña que ya estaba ahí y a continuación me dirigi a donde se encontraba, ahí tirando en la fria nieve.
Avance por ella con pesar, pues la capa era ya muy espesa y costaba moverse rapidamente por allí. Apoye mis manos en sus hombros y me incline para susurrarle en el oido -Aprende a controlar tu poder, te ayudare a hacerlo y te ayudare tambien a librarte de ese demonio- acto seguido lo así por las axilas y lo levante sin esfuerzo, arrastrandolo al menos hacia el interior de la casa.
-Gracias por no matarme...no es agradable esa sensacion- murmuraba mas tranquilo e incluso conciliador mientras lo dejaba apoyado en el suelo, con su espalda apoyado en aquel sofa. Me arrodille frenet a el y pase mis dedos por su rostro humedo por la sangre negra -¿Sabes? has estado demasiado tiempo solo...nadie cuidaba de ti y quizas nadie te haya querido nunca...pero yo estoy aqui y pienso quedarme un tiempo, hasta que sepas cuidarte realmente de ti, hasta que me ames del todo o me aborrezcas hasta la muerte...-
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Re: Tenemos que hablar [Privado]
Jakob se dejó llevar al interior de la casa sin oponer resistencia alguna, ya todo había explotado con aquella cruenta demostración de magía negra y ahora parecía que estaba completamente vacío, que todo dentro de él se quedaba tan frío como la nieve en la cual estuvo tendido, un erial helado donde no podía florecer nada...¿estaba tan muerto por dentro? Notó el calor que rodeaba su cuerpo cuando Red lo introdujo en el salón y lo sentó en la alfombra, con su espalda apoyada contra el sofá. Los ojos de Jakob volvían a ser los mismos, grandes, negros y brillantes aunque su rostro estaba manchado por los surcos de sus lágrimas negras, las espesas pestañas los bordeaban y los hacia ver como dos grandes cristales que donde se reflejaba Red. Parpadeó cuando aquellos dedos se posaron sobre sus mejillas, limpiando los rastros poco a poco, alzó la barbilla, mirándolos, escuchando sus palabras y el corazón dentro de su pecho se aceleró.
Puede que fuera así, que nadie jamás lo amó y la necesidad de amor convirtió a Jakob en un sediento de ese sentimiento pero llevándolo a otros extremos, quizás a la obcesión o a la posesiòn. Hasta ahora nadie se había acercado tanto, nadie bailó dentro del círculo maldito de Jakob donde se podía perder la cordura y la vida, donde todo subía y bajaba según a voluble voluntad del joven, sometido a su propio capricho sin control, a sus miedos y anhellos inconfesables.
-Red...-susurró, ahora su voz era suave, la de un adolescente. Ladeó el rostro y se acarició de forma desesperada contra esos dedos, lamiendo la punta de ellos. Se inclinó hacia delante y sus brazos rodearon la cintura de su hermano, apoyó su rostro contra su pecho desnudo y suspiró sobre la blanca piel, sus labios comenzaron a besar justo donde colocó sus dedos, lamiendo con su rosada lengua, percatándose de que había marca alguna, Red se restauró sin marcas, dando muestra de un gran poder.
-Amarte...-murmuró contra su pectorales-Odiarte...-continuo lamiendo su piel-conmigo serán las dos cosas hermano...las dos al tiempo...porque puedo amar..puedo amarte..-apretó más posesivamente su cintura, hundiendo los dedos en su piel-..pero no puedo matarte, a ti no..mi bella serpiente..mi pecador..-lo empujo suavemente hacia atrás, sobre la alfombra y se tendio sobre él, buscando su boca de forma ansiosa, humedeciéndola con la suya, metió los dedos entre su cabellera y haló de las negras hebras mientras colaba su lengua dentro de su boca.
Puede que fuera así, que nadie jamás lo amó y la necesidad de amor convirtió a Jakob en un sediento de ese sentimiento pero llevándolo a otros extremos, quizás a la obcesión o a la posesiòn. Hasta ahora nadie se había acercado tanto, nadie bailó dentro del círculo maldito de Jakob donde se podía perder la cordura y la vida, donde todo subía y bajaba según a voluble voluntad del joven, sometido a su propio capricho sin control, a sus miedos y anhellos inconfesables.
-Red...-susurró, ahora su voz era suave, la de un adolescente. Ladeó el rostro y se acarició de forma desesperada contra esos dedos, lamiendo la punta de ellos. Se inclinó hacia delante y sus brazos rodearon la cintura de su hermano, apoyó su rostro contra su pecho desnudo y suspiró sobre la blanca piel, sus labios comenzaron a besar justo donde colocó sus dedos, lamiendo con su rosada lengua, percatándose de que había marca alguna, Red se restauró sin marcas, dando muestra de un gran poder.
-Amarte...-murmuró contra su pectorales-Odiarte...-continuo lamiendo su piel-conmigo serán las dos cosas hermano...las dos al tiempo...porque puedo amar..puedo amarte..-apretó más posesivamente su cintura, hundiendo los dedos en su piel-..pero no puedo matarte, a ti no..mi bella serpiente..mi pecador..-lo empujo suavemente hacia atrás, sobre la alfombra y se tendio sobre él, buscando su boca de forma ansiosa, humedeciéndola con la suya, metió los dedos entre su cabellera y haló de las negras hebras mientras colaba su lengua dentro de su boca.
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Re: Tenemos que hablar [Privado]
A veces ni yo mismo podia mantener la confianza en mi mismo y la arrogancia que por lo natural se mostraban en la facciones de mi rostro, esa sonrisa altiva, esa inclinacion hacia atras ligeramente para alzar el menton... se perdian ante Jakob. Tiempo atras pense en la posiblidad de encontrar a alguien en quien apoyarme y vi tantos contras en lugar de pros. Pense en la debilidad que traeria consigo flaquear ante alguien y como podrian usarlo para destrozarte sin necesidad de tocarte. Pensaba en que nada de eso tendria cabida en mi vida, nunca, jamas. Pero entonces el destino habia querido que nos encontrasemos, me habia dado la oportunidad de sentir aquello a lo que me habia negado rotundamente y es que hasta los demonios podian amar.
Esto iba mas alla de la fraternalidad y ambos lo sabiamos, habiamos cruzado la raya. Me preocupaba por el y eso se reflejaba en mi forma de ser por que si era cierto que lo jodia hasta despertar su biporalidad para reirme un rato, tambien es cierto que sabia cuando tenia que parar y suavizar mi caracter para que su enfado se diluyeran en estas intimas caricias. Hundi mis dedos en su suave cabellera, bucles de oro viejo desfilando por mis yemas, la humedad de sus labios fue a mi pecho haciendome soltar un fuerte suspiro. Esta era la primera vez que Jakob daba el paso sin necesidad de acosarlo o de alentarlo, me tumbo sobre la alfombra y se encimo sobre mi cuerpo buscando mis labios los cuales entregue sin mayor problema. Lo abrace por el cuello guiandome ciego por esa boca, hundiendo en ella su lengua y atrapando el sabor humedo de mi hermano, pero no tarde en apartar el rostro rompiendo asi el beso.
-Prometeme que no te flagelaras por esto....nunca mas.- sentencie mirandolo duramente y mientras sopesaba su respuesta inverti posiciones recostandolo a el sobre la alfombra, sentandome a horcajadas, cerca de las maderas destrozadas y astilladas de aquella mesita -prometeme que nadie mas que no sea yo te tocara, te besara...- susurre cerca de su fragante boca mientras entredaba sus muñecas con mis manos. Le pedia algo que quizas ni yo mismo podia cumplir, pero eran palabras sin meditacion alguna las que salian por mi boca, motivada por mis propios impulsos -prometelo Jakob, juralo por lo que mas quieras...te liberare de ese mal...- observe mi rostro reflejado en sus oscuras orbes, relucientes como dos azabaches y cuando estos fueron escondidos bajo sus parpados deslice mis labios y lengua por su cuello besandolo tremulo, mordisqueandolo y marcandolo por capricho mio.
Esto iba mas alla de la fraternalidad y ambos lo sabiamos, habiamos cruzado la raya. Me preocupaba por el y eso se reflejaba en mi forma de ser por que si era cierto que lo jodia hasta despertar su biporalidad para reirme un rato, tambien es cierto que sabia cuando tenia que parar y suavizar mi caracter para que su enfado se diluyeran en estas intimas caricias. Hundi mis dedos en su suave cabellera, bucles de oro viejo desfilando por mis yemas, la humedad de sus labios fue a mi pecho haciendome soltar un fuerte suspiro. Esta era la primera vez que Jakob daba el paso sin necesidad de acosarlo o de alentarlo, me tumbo sobre la alfombra y se encimo sobre mi cuerpo buscando mis labios los cuales entregue sin mayor problema. Lo abrace por el cuello guiandome ciego por esa boca, hundiendo en ella su lengua y atrapando el sabor humedo de mi hermano, pero no tarde en apartar el rostro rompiendo asi el beso.
-Prometeme que no te flagelaras por esto....nunca mas.- sentencie mirandolo duramente y mientras sopesaba su respuesta inverti posiciones recostandolo a el sobre la alfombra, sentandome a horcajadas, cerca de las maderas destrozadas y astilladas de aquella mesita -prometeme que nadie mas que no sea yo te tocara, te besara...- susurre cerca de su fragante boca mientras entredaba sus muñecas con mis manos. Le pedia algo que quizas ni yo mismo podia cumplir, pero eran palabras sin meditacion alguna las que salian por mi boca, motivada por mis propios impulsos -prometelo Jakob, juralo por lo que mas quieras...te liberare de ese mal...- observe mi rostro reflejado en sus oscuras orbes, relucientes como dos azabaches y cuando estos fueron escondidos bajo sus parpados deslice mis labios y lengua por su cuello besandolo tremulo, mordisqueandolo y marcandolo por capricho mio.
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Re: Tenemos que hablar [Privado]
La lenguas se enredaban la una a la otra en una danza mojada y ensalivada, buscándose la una a la otra, Jakob se perdía en aquel beso, en aquel pecado que eran tan dulce, tan maravilloso que estremecía todo su ser y además sublime porque era su hermano. Sí, lo sabía, dentro de aquel borde donde bailaba su locura y su inestable personalidad, aquello no era amor fraternal, no, era otra cosa más oscura y más ardiente, más necesitada. Jakob supo que sería así desde aquel día en el Vaticano cuando Red lo atrapó y lo que comenzó con una violación terminó siendo una de las mejores folladas de toda su vida a pesar que casi murió a manos de su hermano. Y entonces la relación entre ellos se fue apretando, un veneno que los consumió a ambos, buscándose una y otra vez, Red aprendiendo a pulsar los botones con Jakob, los necesarios para cambiar su frialdad y su santidad en pasión en la cama cuando finalmente terminaban entre las sábanas. Como consecuencia de aquella relación incestuosa, la espalda de Jakob casi estaba deformada por las cicatrices, porque siempre se flegelaba despues de estar con Red.
Cuuando rompió el beso, Jakob se le quedó mirando, jadeante, con las mejillas ligeramente sonrojadas por el calor que estaba invadiendo todo su cuerpo, despertando su joven virilidad. Aquella petición lo sorprendió, no estaba seguro de poder renunciar al dolor, a la dosis de su droga de masoquismo, a su forma de rendir cuentas a lo que quedaba de su conciencia. Antes de poder responder algo coherente, su cuerpo rodó y quedó bajo el de Red, sintiendo su peso sobre sus caderas y como apresaba sus muñecas, inspiró profundamente, a través de los restos de su prenda ascendió su terso pecho. Abrió ligeramente su boca al escuchar lo que le exigía, no deseaba que entregara su cuerpo a nadie mas, que fuera suyo, sin permitir que otro lo tocara. Muchas veces usó su cuerpo para tentar a los sacerdotes a los que daba muerte, recolectando sus almas para su amo, su exigente amo. Cerró los ojos, sintiendo que Red quería apelar a aquella parte de él que tenía de niño, de adolescente.
-Ahh..-gimió cuando sintió su boca en la piel de su cuello, tirando de ella, se estremeció y se arqueó, suspirando y sus pezones se pusieron erectos en su pecho. Quería liberarse, quería poder creer que hasta una criatura como él podría tener algún tipo de salvación-Lo juro...-susurró roncamente, sin recordar o quizás queriendo olvidar a propósito que su hermano no sabía demasiado de esas fidelidades y que jugaba todos los días con el pecado y con demonios, que nadaba como una piraña en las aguas de la perdición de la carne-Juro que solo tú serás mi amante..solo tú....lo juro por mi cruz...-daba su palabra, como haría una jovencita enamorada, completamente perdido en aquel momento, creyendo que duraría para siempre.
Echó la cabeza hacia atrás, ofreciendo todo su cuello-hazlo...-susurró-hazlo ahora...no quiero esperar más...-pero desde la cocina se escuchó el agua que puso a hervir y que ahora se desparrabamaba del caldero, haciendo sisear el fuego cuando lo tocaba, algunas flamas cambiaron de color. Jakob abrió sus ojos oscuros ojos, sorprendido por ese sonido que parecía que lo estaba sacando de aquel trance en que se había sumido mientras besaba a su hermano, ahogándose en él.
Cuuando rompió el beso, Jakob se le quedó mirando, jadeante, con las mejillas ligeramente sonrojadas por el calor que estaba invadiendo todo su cuerpo, despertando su joven virilidad. Aquella petición lo sorprendió, no estaba seguro de poder renunciar al dolor, a la dosis de su droga de masoquismo, a su forma de rendir cuentas a lo que quedaba de su conciencia. Antes de poder responder algo coherente, su cuerpo rodó y quedó bajo el de Red, sintiendo su peso sobre sus caderas y como apresaba sus muñecas, inspiró profundamente, a través de los restos de su prenda ascendió su terso pecho. Abrió ligeramente su boca al escuchar lo que le exigía, no deseaba que entregara su cuerpo a nadie mas, que fuera suyo, sin permitir que otro lo tocara. Muchas veces usó su cuerpo para tentar a los sacerdotes a los que daba muerte, recolectando sus almas para su amo, su exigente amo. Cerró los ojos, sintiendo que Red quería apelar a aquella parte de él que tenía de niño, de adolescente.
-Ahh..-gimió cuando sintió su boca en la piel de su cuello, tirando de ella, se estremeció y se arqueó, suspirando y sus pezones se pusieron erectos en su pecho. Quería liberarse, quería poder creer que hasta una criatura como él podría tener algún tipo de salvación-Lo juro...-susurró roncamente, sin recordar o quizás queriendo olvidar a propósito que su hermano no sabía demasiado de esas fidelidades y que jugaba todos los días con el pecado y con demonios, que nadaba como una piraña en las aguas de la perdición de la carne-Juro que solo tú serás mi amante..solo tú....lo juro por mi cruz...-daba su palabra, como haría una jovencita enamorada, completamente perdido en aquel momento, creyendo que duraría para siempre.
Echó la cabeza hacia atrás, ofreciendo todo su cuello-hazlo...-susurró-hazlo ahora...no quiero esperar más...-pero desde la cocina se escuchó el agua que puso a hervir y que ahora se desparrabamaba del caldero, haciendo sisear el fuego cuando lo tocaba, algunas flamas cambiaron de color. Jakob abrió sus ojos oscuros ojos, sorprendido por ese sonido que parecía que lo estaba sacando de aquel trance en que se había sumido mientras besaba a su hermano, ahogándose en él.
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Re: Tenemos que hablar [Privado]
Las exigencias de mis labios fueron mayores cuando escuche lo que deseaba, lo que necesitaba, lo que anhelaba yo. Rode con mi boca por su quijada, deslizandola luego por su cuello, dejando marcas en su piel mientras me rozaba insistentemente con su cuerpo chocando virilidades erectas entregandose al deseos de sus dueños. Me deshize de sus ropas con rapidez, arrancandolas todas sin importarme lo que mi hermano pudiera reclamarme. Me abrace a su pecho y fui besando sus pezones, jalandolos pasionalmente, mordisqueandolos y enrojeciendolos.
Se inflo mi pecho ante la certeza de tener a alguien para mi, algo preciado, algo que proteger. Contraproducentemente me senti herido, yo que habia asesinado y pasado por encima de miles de personas sin importarme nada sus suplicas, ahora tenia a alguien por quien suplicar. Mas me valiera llevar este idilico amor "fraternal" en silencio, por mi propio bien. Solo Satan sabe cuantos enemigos he hecho a lo largo de mi existencia.
-Eres tan hermoso Jakob...tenias que ser tu...- susurre observando la perfeccion de sus musculos de los cuales yo carecia por pereza, de sus caderas y de su intimidad latente. Me incline sobre ella y la aloje entre mi boca, succionandola, avivandola con mi lengua y apretandola con mis labios. Jale su polla un par de veces ensalivandola y luego me incorpore para abrir sus piernas y dejarlas apoyadas sobre mis hombros. Las acaricie mientras lo observaba tremulo, la ultima vez que lo penetre habia sido una violacion en toda regla y desde entonces solo habiamos tonteado, toqueteos, roces, alguna que otra masturbación. ¿Podia ser dulce? posiblemente. ¿Queria serlo? No.
Desvelé mi sexo, ya endurecido por todos aquellos toqueteos e irrumpi en su interior de una sola embestida. Fuerte, directa, concisa y brutal, que me hizo gemir grave y prolongadamente. Sin dar tiempo a que su interior se amoldara a mi polla movi mis caderas y me incline sobre el para acallar su boca con mis labios, exigiendo y demandando un feroz beso.
Se inflo mi pecho ante la certeza de tener a alguien para mi, algo preciado, algo que proteger. Contraproducentemente me senti herido, yo que habia asesinado y pasado por encima de miles de personas sin importarme nada sus suplicas, ahora tenia a alguien por quien suplicar. Mas me valiera llevar este idilico amor "fraternal" en silencio, por mi propio bien. Solo Satan sabe cuantos enemigos he hecho a lo largo de mi existencia.
-Eres tan hermoso Jakob...tenias que ser tu...- susurre observando la perfeccion de sus musculos de los cuales yo carecia por pereza, de sus caderas y de su intimidad latente. Me incline sobre ella y la aloje entre mi boca, succionandola, avivandola con mi lengua y apretandola con mis labios. Jale su polla un par de veces ensalivandola y luego me incorpore para abrir sus piernas y dejarlas apoyadas sobre mis hombros. Las acaricie mientras lo observaba tremulo, la ultima vez que lo penetre habia sido una violacion en toda regla y desde entonces solo habiamos tonteado, toqueteos, roces, alguna que otra masturbación. ¿Podia ser dulce? posiblemente. ¿Queria serlo? No.
Desvelé mi sexo, ya endurecido por todos aquellos toqueteos e irrumpi en su interior de una sola embestida. Fuerte, directa, concisa y brutal, que me hizo gemir grave y prolongadamente. Sin dar tiempo a que su interior se amoldara a mi polla movi mis caderas y me incline sobre el para acallar su boca con mis labios, exigiendo y demandando un feroz beso.
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Re: Tenemos que hablar [Privado]
Jakob estaba más allá de toda rendención, lo sabía, estaba más allá de todo perdón desde la noche que pactó con Belcebú, su alma hasta entonces inmaculada, se mancilló inevitablemente y arrojó parte de su virginidad espiritual a las garras del demonio para que lo atara como un perro. Pero ahora, saber que pertenecía a Red, que su propio hermano sería su amante, que sus cuerpos estaba destinados a encontrarse en el Vaticano, cuando lo violó de una forma cruel que Jakob disfrutós sin poderlo evitar porque estaba en su naturaleza recrearse en su propio dolor, un yonki de su propio sufrimiento. ¿Amor? nunca supo que era eso, ni siquiera hacia su propia madre, ni siquiera hacia ese Dios del cual era sacerdote y ahora sentía....¿era amor? no lo sabía, mas bien una mezcla de obcesión, pasión, miedo, odio y fidelidad loca hacia el único ser de propia sangre en aquella tierra.
-¡AGGGHH!-Jakob echó la cabeza hacia atrás cuando aquella polla dura e hiriente se metió en su pequeña entrada abriéndola a la fuerza, rudamente, desgarrando las tiernas y rosadas paredes con su cabeza inflamada. Jadeó y su pecho subió, desde lo ocurrido en Roma, no habían vuelto a tener sexo con penetración, Red lo provocaba una y otra vez hasta que Jakob cedía súbitamente a sus demandas directas y explícitas, casi siempre terminaban enredades en una esquina, besándose, mordiéndose el uno al otro ,acariciándose mutuamente hasta que terminaban masturbándose sin delicadeza apurados en su propia necesidad.
Aquello dolía, dolía mucho, notó que su recto se empapaba en sangre, desgarrado pero aquello solo logró que su pene se pusiera más duro todavía, en medio del quejido ronco de dolor movió sus caderas buscando más contacto con el pene de Red. Gimió de placer cuando tocó su próstata y una sacudida eléctrica de gozo inundó todo el cuerpo de Jakob que comenzaba a empaparse en sudor. Aquella oscuridad lo consumía mientras sentía el falo de Red moverse dentro de él despiadadamente, proporcionándole sufrimiento y placer a partes iguales, sumergiéndolo en aquel torbellino donde Jakob se perdía una y otra vez.
Cruzó sus brazos en su cuello cuando Red se inclinó, no necesitaba que lo masturbara, ya su pene se restregaba entre sus dos vientres, vibrando y soltando líquido preseminal en abundancia. Sus bocas se atacaron la una a la otra, mordiéndose y enredando sus lenguas, soboreando la saliva de ambos como si fuera la ambrosia del paraiso. Los dedos de Jakob se metieron entre los cabellos de su hermano y tiró de ellos como si fueran unas riendas. Sus bocas se separaron unos segundos apenas para recuperar el necesario aliento-Ahhhh...asi..asi..Red...así..jódeme hermano..-ya estaba completamente ido. La mano derecho bajó y arañó la espalda de Red hasta hacer brotar la sangre, la bajó y miró los dedos, los lamió y luego atacó de nuevo la boca de Red, devorándolo, sintiendo el calor que se acumulaba en sus testículos, estaba cerca de un intenso orgasmo.
-¡AGGGHH!-Jakob echó la cabeza hacia atrás cuando aquella polla dura e hiriente se metió en su pequeña entrada abriéndola a la fuerza, rudamente, desgarrando las tiernas y rosadas paredes con su cabeza inflamada. Jadeó y su pecho subió, desde lo ocurrido en Roma, no habían vuelto a tener sexo con penetración, Red lo provocaba una y otra vez hasta que Jakob cedía súbitamente a sus demandas directas y explícitas, casi siempre terminaban enredades en una esquina, besándose, mordiéndose el uno al otro ,acariciándose mutuamente hasta que terminaban masturbándose sin delicadeza apurados en su propia necesidad.
Aquello dolía, dolía mucho, notó que su recto se empapaba en sangre, desgarrado pero aquello solo logró que su pene se pusiera más duro todavía, en medio del quejido ronco de dolor movió sus caderas buscando más contacto con el pene de Red. Gimió de placer cuando tocó su próstata y una sacudida eléctrica de gozo inundó todo el cuerpo de Jakob que comenzaba a empaparse en sudor. Aquella oscuridad lo consumía mientras sentía el falo de Red moverse dentro de él despiadadamente, proporcionándole sufrimiento y placer a partes iguales, sumergiéndolo en aquel torbellino donde Jakob se perdía una y otra vez.
Cruzó sus brazos en su cuello cuando Red se inclinó, no necesitaba que lo masturbara, ya su pene se restregaba entre sus dos vientres, vibrando y soltando líquido preseminal en abundancia. Sus bocas se atacaron la una a la otra, mordiéndose y enredando sus lenguas, soboreando la saliva de ambos como si fuera la ambrosia del paraiso. Los dedos de Jakob se metieron entre los cabellos de su hermano y tiró de ellos como si fueran unas riendas. Sus bocas se separaron unos segundos apenas para recuperar el necesario aliento-Ahhhh...asi..asi..Red...así..jódeme hermano..-ya estaba completamente ido. La mano derecho bajó y arañó la espalda de Red hasta hacer brotar la sangre, la bajó y miró los dedos, los lamió y luego atacó de nuevo la boca de Red, devorándolo, sintiendo el calor que se acumulaba en sus testículos, estaba cerca de un intenso orgasmo.
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Re: Tenemos que hablar [Privado]
Sus gritos inflamaban mi ego, me proporcionaban mas placer que cualquier palabra bonita y cursi, era como un arrebato de placer y dolor y sabiendo que mi hermano era bien masoquista no tenia que tener cuidado con su cuerpo. Era mi lienzo, blanco, ligeramente manchado por los bordes, dispuesto a ser pintado por mi...solo por mi. Mi lengua y mi polla mis utiles de dibujo. Estar dentro de él era una delicia, apretado por sus paredes carnales humedecidas por su propia sangre. Observé su rostro, sus ojos negros y profundos humedecidos ligeramente, estaba tan hermoso....tan bello cuando llora y gime adolorido, su rostro contraido en una mueca.
Lo mejor no solo era que Jakob amara el dolor....era capaz de prorpocionarlo y cuando sus uñas rasgaron mi espalda descendiendo sin detenerse un escalofrio placentero hizo vibrar la punta de mi polla y jadear ahogado entre sus labios los cuales besaba sin descanso, saboreando la miel mas perversa.
-aaaahh....- gemí largamente, tremulo moviendo mi cadera con certeza hundiendome repetidas veces en su recto ensangrentado. Mi cuerpo se movia cual serpiente, ondeando mi anatomia sobre la suya, aplastando con mi vientre, rozando su sexo humedecido e hinchado.
El calor que desprendia su cuerpo se entrelazaba con el mio, era un calor sucio, perverso, embiciante...perdia el sentido de la racionalidad cuando yacia con mi hermano. Era el mayor pecado, el mayor regocijo...un insulto directo a Dios...y lo amaba y nadie podria impedirme que lo amase con pasion y con locura.
La punta de mi polla buceó presionando aquel punto que hacia temblar el musculoso cuerpo de Jakob y despertaba esos abruptos jadeos...y realmente deseaba liberarlo, liberarme...pero yo podria controlar ese torrente de semen que pujaba por salir, controlarlo hasta que él se viniera antes.
Lo mejor no solo era que Jakob amara el dolor....era capaz de prorpocionarlo y cuando sus uñas rasgaron mi espalda descendiendo sin detenerse un escalofrio placentero hizo vibrar la punta de mi polla y jadear ahogado entre sus labios los cuales besaba sin descanso, saboreando la miel mas perversa.
-aaaahh....- gemí largamente, tremulo moviendo mi cadera con certeza hundiendome repetidas veces en su recto ensangrentado. Mi cuerpo se movia cual serpiente, ondeando mi anatomia sobre la suya, aplastando con mi vientre, rozando su sexo humedecido e hinchado.
El calor que desprendia su cuerpo se entrelazaba con el mio, era un calor sucio, perverso, embiciante...perdia el sentido de la racionalidad cuando yacia con mi hermano. Era el mayor pecado, el mayor regocijo...un insulto directo a Dios...y lo amaba y nadie podria impedirme que lo amase con pasion y con locura.
La punta de mi polla buceó presionando aquel punto que hacia temblar el musculoso cuerpo de Jakob y despertaba esos abruptos jadeos...y realmente deseaba liberarlo, liberarme...pero yo podria controlar ese torrente de semen que pujaba por salir, controlarlo hasta que él se viniera antes.
Invitado- Invitado
Re: Tenemos que hablar [Privado]
Los gemidos de Jakob eran sofocados y apretados, sus labios entrabiertos dejaban escapar su respiración acelerada, cerró sus negros y aterciopelados ojos, las espesas y largas pestañas conformaron una linea bajo los mismos, las gotas de sudor manaban de sus poros y abrillataban los tensos musculos de su cuerpo, la anatomía de Jakob era más marcada que la de Red, mostrando a las claras que el joven hacia algún tipo de ejercicio, correr en la nieve y bajo cero fortalecía no solo un cuerpo sino también un corazón aunque su hermano ahora mismo lo estaba desgarrando como desgarraba el recto de Jakob. Las olas de dolor y de placer se mezclaban en olas que ascendía una y otra vez, el joven no había sentido algo semejante en años, la búsqueda del pecado estaba en su sangre, Jakob como Red estaban marcados por su padre, él les legó su oscuridad y estaba en los genes de ambos.
-Agh..agh...ah..ah..-los dedos de Jakob se volvieron a clavar en la espalda de su hermano, con fueria y deseo, abriendo de nuevo su carne hasta sus nalgas que azotó violentamente, marcándolas y dejándolas rojas mientras bombeaba dentro de él una y otra vez, su polla subía y bajaba locamente en aquel interior lubricado por su propia sangre que ya se derramaba en la alfombra en gotas espesas y con el sonido encharcado del pen de Red que no paraba de hundirse en su interior-¡AHHHH!-Jakob se abrazó de repente a su hermano y le mordió el cuello violentamente haciendo brotar su sangre que besó entre gemidos altos cuando el esperma brotó abundantemente de la punta de su glande, manchando el vientre de ambos.
Jakob se estremeció entre los brazos de su hermano, sellando del todo el destino de ambos al aceptar el papel de amante del hombre al cual estaba unido por lazos de sangre, sabiendo que podía vivir en una mentira como si fuera la verdad más absoluta, estaba rozando poco a poco la locura pero solo un loco se dedicaría a bailar entre la vida y la muerte, entre el Cielo y el Infierno como estaba haciendo él, acercándose poco a poco al precipicio-Red...-susurró roncamente-lléname..sí...vierte su semilla...jódeme hermano...mi hermano..-buscó su boca como un ciego que necesita esconderse, un paria que busca el refugio que evite que le tiren piedras. Unas palabras que no brotarían de sus labios estando completamente consciente pero ahora estaba sumergido en el torbellino de Red, perdiéndose.
-Agh..agh...ah..ah..-los dedos de Jakob se volvieron a clavar en la espalda de su hermano, con fueria y deseo, abriendo de nuevo su carne hasta sus nalgas que azotó violentamente, marcándolas y dejándolas rojas mientras bombeaba dentro de él una y otra vez, su polla subía y bajaba locamente en aquel interior lubricado por su propia sangre que ya se derramaba en la alfombra en gotas espesas y con el sonido encharcado del pen de Red que no paraba de hundirse en su interior-¡AHHHH!-Jakob se abrazó de repente a su hermano y le mordió el cuello violentamente haciendo brotar su sangre que besó entre gemidos altos cuando el esperma brotó abundantemente de la punta de su glande, manchando el vientre de ambos.
Jakob se estremeció entre los brazos de su hermano, sellando del todo el destino de ambos al aceptar el papel de amante del hombre al cual estaba unido por lazos de sangre, sabiendo que podía vivir en una mentira como si fuera la verdad más absoluta, estaba rozando poco a poco la locura pero solo un loco se dedicaría a bailar entre la vida y la muerte, entre el Cielo y el Infierno como estaba haciendo él, acercándose poco a poco al precipicio-Red...-susurró roncamente-lléname..sí...vierte su semilla...jódeme hermano...mi hermano..-buscó su boca como un ciego que necesita esconderse, un paria que busca el refugio que evite que le tiren piedras. Unas palabras que no brotarían de sus labios estando completamente consciente pero ahora estaba sumergido en el torbellino de Red, perdiéndose.
Invitado- Invitado
Re: Tenemos que hablar [Privado]
Se escapo un divertido quejido de mis labios cuando golpeo mi trasero que se movia con inercia y determinacion con cada embestida. Era practicamente lo mismo que someter a una fiera salvaje, pronto su hermano mostró los colmillos y un especial gusto por mi cuello pues no era la primera vez que lo mordia y él extasis lo habia predispuesto. Sus dientes apretando la carne, haciendola sangrar, provocandome un malsano placer que aumenta mi deseo de hacerle mas daño a él, de destrozarlo, de rasgarlo, de comermelo. Su cuerpo se cierra para mi, me aprieta y me aprisiona, detengo mis movimientos gimiento para observar en ese momento de plenitud como él se corre, como su esencia se desborda por el vientre.
Su cuerpo, fuerte anatomia, se encontraba perlada de sudor, su pecho subia y bajaba rapidamente agitado, aun temblaba, aun se estremecia.
-Shh....- silencié antes de ser besado. Sin duda su orgasmo provocó el mio, sin embargo aun no me habia corrido, si acaso algunas gotas se derramaron en el interior de aquel maltratado recto. Bese su boca respondiendo a su avidez, a su furia provocada por el extasis en el cual aun estaba envuelto. Desesperado...besos que sabian a hierro y a lujuria, a pecado y sadismo.
Separe mi boca de la suya observandolo jadeante y salí de su humedo interior con un fluido movimiento. Queria hacer las cosas mas despacio, queria ver las cicatrices de su espalda. Y con ese cuerpo laxo, ahora cansado no fue dificil moverlo hasta darle la vuelta. Entre abrí sus piernas, el facilito las cosas para que volviera a sumergirme con mas fuerza en su interior. Mi sexo endurecido, brillante y rojo por la sangre de mi amante volvió a moverse lentamente, presionando taciturno la prostata de Jakob. Me incliné y bese una de sus heridas, la mas cercana al cuello. La delinee con mis labios, con mi lengua, lo rodee por la cintura apretandolo a mi cuerpo mientras lo seguia penetrando. Sus costados, viejas y antiguas heridas que no habia aprendido a curarse o que no deseaba curarse para recordarlas para siempre. Descendi hasta lo posible y luego me erguí tomandolo por las caderas. Ahí fue cuando aumente el ritmo, con largas y profundas penetraciones en las que mis testiculos golpeaban su trasero ritmicamente.
-Aaahhhh hermano..- gemi tremulo, echando haci atras mi cabeza mientras la perfida semilla de mis huevos se vaciaba en su ano. Una sacudida general me sumió en el trance del orgasmo y la sangre de mi espalda se deslizaba como rios escarlatas por mi esbelta figura manchando también mis altivas y enrojecidas nalgas.
Su cuerpo, fuerte anatomia, se encontraba perlada de sudor, su pecho subia y bajaba rapidamente agitado, aun temblaba, aun se estremecia.
-Shh....- silencié antes de ser besado. Sin duda su orgasmo provocó el mio, sin embargo aun no me habia corrido, si acaso algunas gotas se derramaron en el interior de aquel maltratado recto. Bese su boca respondiendo a su avidez, a su furia provocada por el extasis en el cual aun estaba envuelto. Desesperado...besos que sabian a hierro y a lujuria, a pecado y sadismo.
Separe mi boca de la suya observandolo jadeante y salí de su humedo interior con un fluido movimiento. Queria hacer las cosas mas despacio, queria ver las cicatrices de su espalda. Y con ese cuerpo laxo, ahora cansado no fue dificil moverlo hasta darle la vuelta. Entre abrí sus piernas, el facilito las cosas para que volviera a sumergirme con mas fuerza en su interior. Mi sexo endurecido, brillante y rojo por la sangre de mi amante volvió a moverse lentamente, presionando taciturno la prostata de Jakob. Me incliné y bese una de sus heridas, la mas cercana al cuello. La delinee con mis labios, con mi lengua, lo rodee por la cintura apretandolo a mi cuerpo mientras lo seguia penetrando. Sus costados, viejas y antiguas heridas que no habia aprendido a curarse o que no deseaba curarse para recordarlas para siempre. Descendi hasta lo posible y luego me erguí tomandolo por las caderas. Ahí fue cuando aumente el ritmo, con largas y profundas penetraciones en las que mis testiculos golpeaban su trasero ritmicamente.
-Aaahhhh hermano..- gemi tremulo, echando haci atras mi cabeza mientras la perfida semilla de mis huevos se vaciaba en su ano. Una sacudida general me sumió en el trance del orgasmo y la sangre de mi espalda se deslizaba como rios escarlatas por mi esbelta figura manchando también mis altivas y enrojecidas nalgas.
Invitado- Invitado
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