Una figura brillante entre la oscuridad (Sayaka Yamasaki)

¿Qué manía tienes pequeño demonio por salir tan noche?

No conoces esta ciudad, aquí hay más peligro que en los otros lugares has estado ¿Sabes con las cosas que te puedes encontrar? No, no lo sabes pero verdad que tú no le tienes miedo a nada o más bien eso intentas. Incluso llegas a mostrarte frío con las personas por temor a sufrir como lo hiciste en antaño. No, no por favor recuerda siempre que no todos son iguales, eres un demonio sí, tu eres quien hace sufrir y todas esas cosas pero tú antes eras tan diferente. Tierno… adorable pero ahora solo te muestras así con tu ama. Esa demonio que te acogió en su casa y te cuido, es como una madre para ti, claro con ciertos derechos que una nunca debería tener y que pese a todo te gustan.
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Sostuvo con fuerza el estuche de su guitarra mientras no dejaba de caminar a una dirección especifica, un parque que estaba cerca y ahí podía disfrutar de la noche con tranquilidad y tocar un poco, él se sentía bien con cosas sencillas y tocar su guitarra lo ponía bien.

Cuando llegó se sentó en el pasto, observando que no había muchas personas en ese lugar y podía sentirse más relajado, era alguien que le gustaba estar más solo. Después de aquel engaño hace años atrás se había vuelto inseguro de si mismo y de las personas, saco el instrumento del estuche dejando este aun lado y sostuvo con fuerza y cuidado la guitarra, pasando los dedos en las cuerdas para ver si estaba afinado y al ver que una sola cuerda lo estaba lo afino, para comenzar a tocar una melodía lenta en un principio pero él sabía que esta después tenía una gran fuerza.

Había peleado con su jefe, tantos problemas, tantas frustraciones y tan pocas agallas para demostrar su melancolía ante los demás, sí, no quería llamar la atención, no quería a nadie cerca de si mismo,que; apesar de verse como una doncellita de porcelana, una niña o simplemente una joven tenia bajo ese atuendo mas que un par de detalles muy diferentes, su cabello con volumen perfecto,rizos tersos y largos un precioso atuendo negro con detalles rosados, medias de encaje y unos tacones le hacían ver junto a un detallado maquillaje simplemente adorable para unos y extraño para muchos. Camino aprisa llevando sus manos envueltas en guantes altos al fierro de un barandal mientras una mano ya sostenía un pequeño bolsito. -....- se acariciaba bajo los ojos retirando sus lágrimas para evitar arruinarse el arreglado tan lindo de ese día, se limpiaba las mejillas con suavidad a toquesitos mientras miraba la nada, suspiro, estaba tan adentro de su mente, que no había notado aquella melodía -...Como lo odio- apreto su mandíbula, mas que odío era... un corazón roto.








vestimenta,peinado:

Spoiler:

Como si nada ni nadie estuviera ahí Lalyam hizo de las suyas con su guitarra, las partes con fuerza y movidas eran lo suyo. Muchas personas se sorprendían por ello porque lo veían como un niño todo tierno y adorable de cachetes apretujables, pero que va las apariencias muchas veces engañan y él era el claro ejemplo cuando se daban cuenta como era.

De repente hizo su tocar más lento cuando escucho esa voz, esas palabras le recordaron a él mismo hace varios años atrás. Las dijo exactamente igual pero con una voz sumamente quebrada y la sangre saliendo de aquella enorme herida que ahora se presentaba permanentemente en su espalda como una cicatriz en forma de rosa. La odiaba tanto como a esa persona, suspiro y negó sin querer decirle nada a ese desconocido, no le conocía y podía molestarse así que continuo tocando. Ahora con los ojos cerrados relajándose, aquellos recuerdos le hacían realmente mal.

Abrió sus ojos por unos segundos en donde pudo ver a ese ser en otro lugar de ese parque, sentado en unas de las múltiples bancas que poseía y él no escogió porque se sentía más cómodo y libre. Podía sentir sus piernas siendo tocadas por el pasto causándolo un leve cosquilleo pero nada que le molestara. Suspiro pensando cual otra canción tocaría hasta que vio la sonrisa de esa persona. Parpadeo con ciertos toques de curiosidad, como lo habría hecho en antaño y le sonrió leve… muy leve.

Movió su cabeza a los lados para ver que no había casi nadie cerca y suspiro de nuevo, animándose a decir algo aunque por la leve distancia tendría que elevar la voz y eso no le agradaba mucho, prefería hablar más calmo. Pero estaba tan cómodo ahí que prefería que esa persona viniera a su lado.

- ¿No es muy tarde para que usted este afuera? -la verdad no sabía bien que decir así que esa pregunta un tanto tonta salió de sus labios solo para comenzar hablar algo. Eso era un gran esfuerzo para él si era un demonio un tanto solitario y que no le gustaba hablar mucho con desconocidos.

Entrecerró los ojos y chasqueo su lengua por las palabras ajenas ¿Acaso eso importaba? Si no había nadie que lo esperara ¿Qué importaba? Debía de ver por su bien él mismo y esas cosas, aunque ni el mismo demonio seguía aquello ya que no estaba interesado en que pudiera pasarle a su persona, suspiro y dejo de tocar poyando sus manos en el instrumento.

- Oh entiendo, pero eso no importa mucho. No necesita que alguien este esperándole para que usted vele por si mismo ¿No lo cree? -su voz salió en un susurro del cual el otro podría escuchar, estar diciendo esas cosas le hacía sentir aun más mal consigo mismo ya que ni el mismo velaba por su persona.

Estaba siendo hipócrita pero ¿Qué más da? muchos daban consejos y ni ellos lo siguen, no debería de sentir tan mal. Aunque tampoco era bueno imitar al resto. Sonrió cuando dijo eso sobre la música y más porque habló de Japón, pese a todas las cosas que vivió no podía evitar que la sonrisa se instalara en su labios. Asintió y acomodo su guitarra en sus piernas, torciendo sus labios en un gesto cuando le ofreció el chocolate. Una alarma se instalo en si diciéndole "¡No comas! ¡Vas engordar y te pondrás más horrible!" se mordió su labio inferior y habló por fin.

- No gracias, he comido bastante antes de venir aquí y bueno no me entraría ese chocolate -bien, había mentido y para esas cosas le daba igual con tal de zafarse de comer.

Lalyam observo como dejaba aquel chocolate cerca suyo y suspiro entornando los ojos ¿Era tan difícil entender que no quería? Se mordió el labio inferior para no decir nada frío aunque encantado lo habría dicho pero nah, ese joven estaba mal y él sabía que se sentía que la persona que amas te abandonara. Pero esperaba que no fuera como lo hicieron con su persona. Suspiro jugando con sus dedos mientras termina de escuchar lo que el joven de claros cabellos le dice.

- Ahh ¿Y qué le paso a esa persona? –alzo una ceja apoyando un poco su brazo en el instrumento. No tenía nada más que hacer así que se quedaría escuchando al joven aunque con lo que dijo después le pareció algo ridículo ¿Dejar que otros se aprovechen de él? ¿Estaba loco? Pff que le pasaba ahora a las personas? Humanos… negó estrechando sus ojos formándolos en dos finas ranuras de un azul cobalto- ese pensamiento es tan… ¿Patético? Aunque duela no me dejaría morir por una persona –torció sus labios recordándose así mismo, él había pensado así. No, no había sido así solo las ganas de dejarse morir por esa grave herida le rondo la cabeza, igual no le quedaba mucho pero después pensó mejor las cosas y no se dejó.

Todo fue horrible y siempre que se veía esa cicatriz lo recordaba y su humor se iba por el caño. Llevo una de sus manos a su frente y vio el sonrojo ajeno con cierta curiosidad mientras se disculpa, no había porque hacerlo.

- No se preocupe… u-un gusto. Yo soy Lalyam –hizo una pequeña inclinación con la cabeza.

¿Un muñeco? ¿Se lo estaba diciendo de verdad? Lalyam rodo los ojos mordiendo suavemente su labio inferior pero no le dijo nada al respecto, qué pensará ese voz lo que quisiera no iba afectarle en nada. Dio una rápida mirada por el lugar ante la pregunta y vio la gente irse de a poco. No tenía hora pero por lo que veía debía de ser bastante tarde, ni decir que salió cuando ya era de noche porque el sol no era mucho de su agrado para serlo más temprano. Suspiro encogiéndose de hombros parpadeando un par de veces enfocando su vista en Sayaka.

- Lo siento no tengo hora, pero ya es tarde. Supongo que tiene que volver a casa ¿No? –alzo una ceja y negó provocando que sus cabellos se mecieron al compás de ese movimiento- por nada, solo me da curiosidad… tampoco es que le fuera hacer algo, no soy as .

Ve como se recuesta y levanta la mirada como su joven acompañante, le escucha con atención y sonríe levemente. Las cosas que se le ocurría, en un principio estuvo bien… pero con ese final sique fue raro, más bien como decía ante eso pensaba que era acosador.

- Supongo que tiene razón ¿Quién le dijo eso? Ahora no podre evitar sentirme vigilado -entrecerró los ojos y su voz salió con tono divertido y acomodo su guitarra en el techo para recostarse bajando un poco el short que se le subía un poco quedando más corto de lo que era.