Noche Roja (Priv.)

Simplemente no podia creerlo, ahi estaba su irritante galanteria inglesa. ¿Por que no me leia la mente? ¿Por que tenia que ser tan caballeroso respetando mis pensamientos, obligandome a decir cosas que seguramente me avergonzarian?. Incorreccion, error, grosero. A pesar de ser un espiritu anciano y sabio encerrado en un cuerpo joven habia cosas que aun no comprendia. Voltee el rostro, el cu erpo y me senté en el borde de la bañera mientras esta se llenaba.

-No...no te culpes de nada, son cuestiones mias- añadí lo mas educadamente posible, pero...al cuerno -Por el amor de Dios, no he conocido a una persona mas correcta que tu...a excepcion de...- frunci el ceño -ciertas ocasiones.- me encogi de hombros y lo mire por largo rato terminando por morderme el labio inferior. ¿Como podria decirlo sin que sonara desgraciadamente patetico? ¿Como podia decirle...que el motivo de que me alejara de el no era otro que el que me viera sediento, estremecido, jadeante y vulnerable? ¿Debia confesar que hacia tanto tiempo que no me estremecia de pasion que ya ni recordaba la sensacion hasta que la experimente de nuevo, noche atras? Leeme la mente David, no me hagas decirlo.

Lance un suspiro.
-Es...tu sangre..es tu saliva...tu poder.- baje una de las manos al agua desviando la mirada hacia esta que seguia fluyendo templada -Eliel y yo en los ultimos meses teniamos problemas de lecho...el estaba cansado, enfermo y yo también despues de una larga jornada. Con el tiempo me olvide de esas ardientes sensaciones hasta convertirlas en polvo. Me acostumbre a dar cariño, a tratar de protegerlo de sus mierdas, a querer sin segundas intenciones, sin esperar nada a cambio excepto su presencia.- detuve mis palabras. ¿En verdad estaba contando esto? ¿Le estaba diciendo estas nimiedades a un vampiro como David? ¿Por que daba por hecho que algo asi le iba a importar?. Un cientifico, un filosofo, un humanista que habia leido tanto, conocido tanto y que ahora se la jugaba frente a demonios, escuchando los problemas de cabezera de un humano cualquiera.

Carraspee y proseguí, ya que habia cometido tal estupidez, terminaria por bordarla -En dos dias...sin...sin pretenderlo supongo tu...joder, me volvi a sentir vivo en ciertos momentos y se que es la sangre lo que deseas, lo que marca tu deseo, pero para mi es diferente, es una sensacion extraña, que me averguenza, que explora zonas de mi que no conocia.- sonrei de forma breve mirandole -¿Entiendes ahora por que me alejo? Me da verguenza que alguien a quien respeto tanto...vea lo mas intimo y torrido de mi.- suspire y finalice. Ya esta, ya habia acabado de decir mi sarta de tonterias. De pronto me sentia muy acalorado, era la verguenza, el enrojecimiento que subia a mi rostro.

Pero fue David quien después de escuchar esas palabras se sintió terriblemente avergonzado, con toda su clarividente mente, con toda su inteligencia y experiencia no se había percatado de algo tan obvio, de que su sangre y su presencia, su saliva y el poder que manaba de él lograba esos efectos en Cassel. Pero que imbécil era, había hecho que dijera aquellas palabras en alto, que las pronunciara delante de él porque no había querido invadir su intimidad, no le gustaba meterse en las cabezas de los demás, no era algo agradable. Tampoco quería encontrarse con pensamientos del tipo; "vampiro asqueroso" o "¿qué puedes saber tú si eres inmortal?", prefería pensar lo mejor de los demás y una conversación se volvía aburrida si simplemente te adelantabas a todo.

Vio como bajaba el rostro y retrocedió un paso-Perdóname Cassel.-quería al menos escuchara sus disculpas.-A veces soy lento para estas cosas, es mi forma de ser y comprendo que puede a llegar ser molesta.-sus dorados ojos se estrecharon, suspiró levemente.-Comprendo, tu vida sexual era escasa o nula a pesar de compartir la cama con tu pareja y ahora te excitas.-no era ningún tonto y exponía las cosas tal como eran-Pero como bien dices si a mi lo que me ..."pone" es la sangre, a ti lo que te tiene así es la mía, mi saliva y lo emana de este cuerpo, no yo.-su sonrisa se volvió ligeramente burlona-Dudo que un hombre como tu se hubiera acercado a mi con mi viejo cuerpo . Todavía me siento así, un anciano que se disfraza para engañar a los jovencitos y llevarlos a su cama y hacerles cosas sucias y perversas.-rió levemente.-Creo que quizás a la proxima te dejaré mi sangre en un frasco y tu dispón de ella como quieras pero no tendrá que ser mi presencia.

No se acercó a él-No volveré a acercarme cuando..ya sabes. Y Cassel, entiendo más de lo que crees aunque yo hace mucho que no tengo pareja pero tuve mis amantes en otros tiempos y hasta muy poco...me había olvidado que este cuerpo puede sentir muchas cosas, no solo sirve para luchar contra demonios. Tambien puedo notar atracción y te aseguro que con sangre o sin ella, eres un hombre muy atractivo. Y siendo humano era más bello aun, nada en ti es artificial, esa mortalidad te hace más...atrayente.-ladeó el rostro, ahora un poco más cohibido por hablar de esas cosas tan libremente sin apenas conocerse-dúchate.-y salió del cuarto de baño, cerrando la puerta.

David aprovechó para dirigirse al armario y cambiarse de ropa, se puso una sencilla camiseta negra y unos pantalones de lino blanco que se quedaban sujetos a sus estrechas caderas, se quedó descalzo y se sentó al borde de la cama, cogiendo su diario para anotar lo sucedido aquella noche con aquella letra pulcra y clara, precisa.

Aunque no comprendia del todo sus disculpas no las iba a rechazar, mas cuando enuncio mis palabras paladeandolas en su lengua tuve que evitar la mirada, esa mirada dorada y penetradora. Estabamos en una situacion tan extraña, increible en cierto modo. Habia leido sus libros cuando pensaba que todos eran personajes de ficcion aunque ya el mundo se veia asolado por esos seres. David, el sabio y el aventurero me inspiraba confianza, fraternalidad. Jamas pense que el tuviera que llegar a pedirme perdon.
Cuando habló sobre ambos volvi a centrar en el mi mirada, con el ceño ligeramente fruncido. Su sangre era un estimulo si, era un afrodisiaco, si; pero en esas fantasias habian sido sus manos y su cuerpo joven e inmortal el que me habia hecho desear....otras cosas.

-No seras viejo nunca mas David y...nunca se sabe, quizas si me habria acercado para que me lustrases con tus experiencias...- me encogí de hombros -Tienes un cuerpo joven, solo tu te ves como un viejo verde...no eres nada de eso, al fin y al cabo todo esta en la mente.- detuve mis palabras. Un momento, ¿Que coño estoy diciendo? ¿Justificando sus actos? ¿Disculpandolo por como se siente?...

Mordí mi labio inferior sin poder reprimir una clara carcajada sobre sus afirmaciones. Era consciente de mi atractivo pero no le daba importancia, no lo usaba para conseguir nada. Estaba tan preocupado por mi hermana, por vivir otro dia mas, que me habia olvidado realmente de "vivir". Ademas, resultaba imposible fiarse de alguien, las apariencias eran verdaderamente engañosas, realmente preferia la soledad a la idea de abrirme a alguien para posteriormente tenerlo que perder de nuevo.
Comprendi sus palabras. La muerte me hacia y hace bello.
Correspondí con una sonrisa y asenti. Al parecer habia quedado todo...o casi todo claro.

Cuando me metí en la bañera el agua estaba demasiado caliente, pero no me importo, aguantaria un poco hasta que se volviera tibia. Pensé en el error de las personas al confiar en desconocidos, pensé en esa pobre prostituta abierta en canal por haberse vendido a un demonio. Habia confiado y habia perdido.
Frote mi piel repetidas veces hasta quitar los rastros de sangre y salí de la bañera cuando mi cuerpo se sintio mas relajado.

Una vez habiando secado mi piel mientras me veia en el espejo y buscaba que esas heridas estuvieran del todo bien, me enfude los pantalones y sali del baño en el cual deje una densa atmosfera de vaho y perfumado aroma. David seguia en la habitacion, se habia cambiado de ropa y escribia. Me senté dandole la espalda en el otro estremo de la cama mientras me colocaba la chupa de cuero sin ponerme antes la camiseta, pues estaba llena de mierda y sangre.

-Cuando puedas te pediria que me hablases de lo que sepas sobre el caso, investigare por mi cuenta cuando el sol salga, mientras tu...desncasas.- susurre mientras sujetaba mi arma reglamentaria y hacia rodar las balas que quedaban hacia mi mano para guardarlas. Por primera vez en mi vida entendí por que los policias se quedaban al margen, en muchas ocasiones meterse en asuntos sobrenaturales les traeria la muerte. Por ello este seria mi ultimo caso, en cuanto terminara con el, dimitiria.

Los dedos bronceados de David cerraron el diario, Cassel se había reído cuando dio sus dilcupas, como quitando importancia a todo pero para el viejo vampiro o el viejo David todo aquello era serio. Y se equivocaba, llevaba en aquel cuerpo doscientos años y todavía no se quitaba la sensación de vivir de prestado, de continuar viendo muchas cosas desde el punto de vista de un señor de setanta años, la risa de Cassel le provocó cierta extrañesa, haciéndolo sentir ligeramente anacrónico y él policía demasiado joven. "Debo estar sensible por todo lo que me ha ocurrido ultimamente", prefería no llevar las cosas a un plano tan personal con el poco tiempo que llevaban conociédose pero claro, habían estado junto en varias situaciones peligrosas y eso contribuía a estrechar los lazos rápidamente.

Se giró en su asiento, mirándolo con sus dorados ojos, viendo como preparaba su arma-preferiría que esperaras por mi, Cassel. No solo es un demonio lo que tenemos delante sino una manada de lycans exiliados que se dedican al tráfico de prostituas para descendencia medio demonio y medio humana.-se puso en pie y depositó el diario sobre el escritorio, apoyó su espalda contra una pared y cruzó los brazos sobre su pecho-y esas pistolas, a menos que tu puntería sea excelente y les vueles la cabeza de un tiro, creo que precisas de otro tipo de munición más eficaz, estamos trabajando a otros niveles.

Lo miró desde allí-mientras duermo puedes buscar información sobre un hombre llamado Lion, era el nombre que vi en la mente del licántropo que huía, quizás eso nos de una dirección a ambos.-se giró y comenzó a cerrar todas las persianas, eran persianas de metar, duras y que no dejaban pasar ni un rayo de sol. Cuando acabó fue hasta el armario y abrió un cajón que estaba protegido por una mampara de cristal, a un ldo un panel, pulsó un código y extrajo las armas.

-Para ti.-le dio una caja con munición-es plata con acero bendecido de punta hueca, se incrustan en la carne y explotan una vez dentro, liberando su esencia.-sonrió ferozmente-con esto te aseguro que no dejaras muchos en pie. Prefiero que las tengas desde ya.

(tu pistolita Cassel:

Spoiler:

)

Suspiré y deje el arma sobre la cama, girandome para encontrarme con su rostro. Me pedia que fuera prudente, que lo esperara haciendome sentir como un crio de parvulo a la espera de que su papa lo llevase a la escuela. "Para el carro Cassel, David es tu mentor, tu guia. Se supone que tiene que hacer esto sin rechistar" pensé mientras asentia bajando la mirada. Era una situacion especial, tendría que seguir sus normas. Lycanes y demonios, perros y perros infernales....pues bien, el vampiro tenia razon, esta pistola reglamentaria no me valia para nada. Tampoco la pistola de balas especiales que tenia en mi domicilio, arma que tendria que mostrarle a David tarde o temprano. Normalmente la dejaba allí, para que Julia la usara en caso de que se viera en peligro.

-Me ocupare de ello- asenti incorporandome tambien mientras él bajaba las persianas. Tomé la pistola y la guarde en su lugar, subiendo la cremallera de la cazadora protegiendo mi piel desnuda. Lo vi caminar hacia el armario donde observe que tenia un arsenal oculto el muy....

Me proporcionó una arma y mientras la examinaba con curiosidad me contaba lo que este ofensivo objeto podia hacer. Efectiva contra lobos...pues bien, mi punteria era excelente asi que esto se convertiria en prolongacion de mi brazo.
-Hmm...eso tiene que hacer mucho daño.- entrecerré la mirada viendo el reflejo de mis ojos en su pulida superficie -Perfecto...entonces creo que es hora de separarnos.- asentí sonriendo levemente. Lejos quedaba ya aquella incomodidad que se habia hecho presente en el baño. Palpe el bolsillo trasero del pantalon del cual saqué la cartera. Extraje de la misma una tarjeta en donde venia el numero de mi movil y la deje en la mesilla.

-Ponte en contacto conmigo...cuando estes preparado.- añadi caminando hacia la puerta, abriendola, pero deteniendome antes de salir de alli.
-Esto....- eche hacia atras el rostro, mirandole -Buenos días David.- comente para finalmente marcharme a mi casa, a mi cama.