Mirando el Amanecer <privado>

Era de madrugada, aun el sol no alcanzaba a adornar el cielo y la neblina se adueñaba del lugar. Avanzaba a paso lento dejando las marcas de sus huellas en la arena, la cual se le metía entre los dedos, pero eso no le importaba demasiado estaba tan metido en sus pensamientos que ni siquiera iba observando por donde avanzaba hasta llegar a uno de los puertos, donde tomo asiento meciendo sus pies al aire.
Ese día llevaba aquella imagen angelical, con los cabellos un poco mas largo de lo habitual y una barba de posible tres días. Sus vestimentas eran un tanto desalineadas, una camisa cuadricula de botones, y unos shorts largos por debajo de la rodilla, con los pies descalzos.

Dio un largo suspiro esperando el amanecer, una de las pocas cosas que le seguían agradando a la vista, era una lastima que los mortales no tuviesen la capacidad de apreciarlo, se les había dado todo, y cada cosa que tocaban lo destruían, sobre todo aquello que no tenia explicación para ellos, su miedo los cegaba volviéndolo unas completas bestias, que ironia que los hayan dejado vivir cuando pudieron radicarlo, pero nadie lo escucho y a hora el mundo era un bosque pavimento, donde el resto de las creaciones peligraban, nadie velaba por los animalitos, o por los elementos que eran contaminados como el agua, o explotados como el fuego.

se encontraba meciendo los pies al aire, siguiendo el ritmo de la suave ventisca mañanera, perdido en sus pensamiento, reprochando cada uno de los errores que habían cometido los mortales, y es que eran demasiados que aunque tratase de contarlos jamás terminaría de enumerarlos, cuantos Ángeles no habían tenido que pagar por sus culpas?, incluso el era uno de tantos, y definitivamente no lamentaba la decisión que tomo. Nunca permitiría que pagara un justo por pecador, valía más la vida de un justo que la de mil culpables.

Salio de su ensoñación al escuchar un ruido cerca, para ser mas exactos el olor de la sangre en al agua, cosa que le causo nauseas, por lo que tuvo que incorporarse para apartarse del borde, pues no soportaba ese hedor a pesar de ser un caído, seguía repudiando el olor a sangre. –Veo que no soy el único que se divierte tomando vidas mortales….-Susurro detrás del otro caído, mientras en su rostro se iluminaba una pequeña pero maliciosa sonrisa.

Un extraño brillo adorno sus impresionantes ojos azules, mientras continuaba avanzando hacia el otro caído, sonriendo divertido al ver que trataba de reconocerle con aquel rostro, reconociendo enseguida de quien se trataba- Azael cuanto tiempo a pasado….- Llevo ambos brazos a los bolsillos de short que llevaba puesto, sin apartar ni un segundo la vista de los cristales azules.
-Impresionante, a pesar de que traigo un rostro que desconoces…Sabes quien soy…-Dijo al escuchar su nombre, bueno su nombre que opto al ser un caído, ya que su nombre real siempre estaría oculto, un nombre de ángel es un nombre que no puede usar, o al menos desde su punto de vista, al manchar sus alas de sangre.
-Veo que te has estado divirtiendo por estos rumbos…-Dijo refiriéndose a los humanos aventados al agua, personalmente prefería quemarlos, haciéndolos pagar el mismo precio que pago al caer.

Extendió una de las manos, aprovechando la cercanía del otro caído para robarle el cigarrillo, tomándolo entre dos de sus dedos para llevarlo hasta sus labios, dándole una calada, expulsando poco a poco el humo de sus pulmones, haciendo con este donitas. –No veo que tenga de particular, si es la misma esencia que cualquier caído…-Dijo con sinceridad, jugueteando con el cigarro en sus labios.-Jaja no juegues ninguna de mis apariencias son inocentes…

Rodó las orbes de color azul zafiro, al escuchar la mención de lo del nombre, en su vida lo diria correctamente a no ser que fuera extremadamente necesario, pero ese no era precisamente el caso, por lo tanto seguiría diciéndole con aquel apodo que había elegido para el.- Pero si lo he dicho correctamente, no veo que tenga mal la pronunciación… -Dibujo una media luna en los labios, dando un paso hacía atrás, manteniendo una corta distancia, para no perderse en la exquisita fragancia del otro ángel.

Le miro un tanto divertido, al notar que no pretendía meterse al mar, mientras que por su parte continuaba chapoteando el agua para mojarlo, con las mas finas intenciones de provocar que terminase por ceder y meterse.-Aún falta un poco para que el sol alcance el cielo, deberías aprovechar el tiempo que queda de las penumbras, ya que de día el mal no reina…-Musito dándole por un momento la espalda, para mirar hacia el horizonte, sacando un aproximado de tiempo en lo que el astro rey se adueñaría del cielo, al menos tenían unos veinte minutos.

-No soy un chiquillo, no es mi culpa que me guste demasiado el amanecer…- Musito ya dejando en paz el chapoteo en sus pies, pues con ello también había terminado por mojar la ropa que traía puesta, aunque al menos no estaba empapada.

Enarco suavemente una de las cejas mirando la expresión en el rostro del otro caído, preguntándose por un momento lo que pasaba por su cabeza, aunque estaba completamente seguro de que tenia que ver con el amanecer- No me dirás que le temes?…-Dijo completamente divertido, picándole para descubrir realmente lo que pasaba. Aunque al verlo quitarse los zaparos y entrar al agua provoco que la diversión en su rostro cambiara a una de completa sorpresa, pues aquello sinceramente no lo veía venir.

-Por un momento creí que no era de tu agrado el mar…-Musito aún sin salir por completo del asombro, regresando su mente a la tierra en el momento que sintió las gotas de agua caer en su rostro- Pero…que….me estas atacando?...-Pregunto con picardía en la voz, antes de chapotear el agua para hacer que el agua rebotase mojando a azael.
Le saco la langua en un gesto divertido y un tanto infantil, al tiempo que continuaba atacándolo con el agua, dando un par de pasos hacia el mar para evitar cualquier contra ataque.

Rió divertido mientras empapaba al otro caído con el agua de mar, al mismo tiempo que trataba de protegerse sin mucho éxito, por lo que toda su ropa termino completamente empapada de pies a cabeza, la cual se le pego mas al cuerpo, dejando ver su silueta a perfección, como si las prendas fueran parte de él.
Una ladina sonrisa adorno sus delgados labios, antes de hacer trampa y mover el agua para mojar a azael completamente, sin dejar ni un solo cuadrito de su ropa seco- Jaja gane…-Dijo con travesura en la voz, mientras que alzaba ambas cejas en signo de victoria, antes de sentir los primeros rayos del sol a su espalda advirtiéndole que el amanecer estaba próximo.

-Ya va a amanecer…- Dijo girándose para admirar como el tono caramelo se iba adueñando del cielo, abriéndose paso entre la espesa neblina, la cual iba desvaneciéndose con cada rayo del sol, volviéndose nada en el aire. Rodeo suavemente con sus brazos su propio cuerpo semi abrazándose, antes de dar un leve bostezo, pues podía ser un ser de las tinieblas pero llevaba días sin descansar.

Una media luna surco sus labios al escuchar aquella pregunta, mientras sus orbes azul imposible no podían dejar de admirar el amanecer, borrando cada rastro de oscuridad a su paso, abriendo paso a la luz, la cual iba recorriendo cada rincón del lugar.- El sol es lo único que puede espantar la completa oscuridad, y aparece de una manera tan sutil y hermosa, que no hay manera de no admirarle… es el único de los astros realmente puro y libre de oscuridad…

Dio un par de pasos caminando hasta donde se encontraba azael, observando como las ropas se le mojaban por el golpeteo de las olas en la arena- No me dirás que no te agrada el amanecer? Fuimos Ángeles sabemos lo que significa un amanecer, uno nuevo día, y una oportunidad… seremos caídos pero no quita el hecho de que alguna vez tuvimos alas para volar…-Realmente no negaría que extrañaba sus alas, de todo lo que le quitaron era lo único que dolía demasiado, no por nada se dedicaba a desplumar Ángeles.

una suave sonrisa adorno sus labios al escuchar aquello, antes de negar con la cabeza, realmente no comprendía por que la mayoría de los caídos se negaban a ver al rey de los astros, comprendía el por que de los vampiros, pero jamás el de los caídos- Si sabes lo que significa entonces no deberías huir de el, es lo unico que realmente no esta corrompido en este mundo ni engañado por alguien que le dicta como se hacen las cosas…

Giro suavemente las orbes clavándolas con las contrarias, manteniendo su vista fija, mientras llevaba sus manos a los bolsillo del short mojado, el cual se le pegaba al cuerpo- Explícame, por que evadir el amanecer, cuando es lo mas hermoso que tiene que ofrecer este lugar…

Termino por sentarse a su lado, dejando caer su cuerpo en la arena la cual se pego por la húmedas que traía en las ropas y la piel, mientras sus ojos seguían admirando el eterno amanecer, admirando cada uno de los rayos de sol que iluminaban todo. –El sol no es parte de su grandeza, por que jamás podrían compararse entre si, el sol no juzga, el sol no destroza ilusiones, el sol siempre sale para todos… esa es la gran diferencia con el señor… el juzga en su egoísmo…

Apoyo una de las manos en la arena, hundiendo sus dígitos entre esta, mientras que su mirada se perdía recordando algunas cosas en el paraíso, pero bueno todo aquellos males siempre se borraban cuando volvía a aparecer el amanecer, por que significaba un nuevo comienzo, por sobre todas las cosas, sin el sol no habría nada ni la grandeza del creador.