All these things I hate - Privado Cerberus

observo lo nervioso del lycan... y penso, que de todos modos, el no era un demonio que gustara de las violaciones o los arrebatos... si... era alguien que disfrutaba de cierto sadismo y masoquismo.. tal ves a altos grados... pero... podia ser tambien.... "amable"... y tenia la ligera sospecha de que eso seria lo mejor para ir con ese lycan.

el pedia un respiro.. pero con ese nerviosismo, cuantos respiros necesitaba? bebio su copa de vino y la dejo junto a la ajena.

- mas que un respiro... necesitas que sea amable verdad?- pregunto con un tono tranquilo que demostraba que no le molestaba en lo mas minimo... que no necesitaba, por ser demonio, de un sexo abrupto porque si.

termino por arrodillarse a los pies de yuuki y se inclino besando las rodillas ajenas mientras sus manos lentamente le acariciaban las piernas, subiendo con tranquilidad.

-mientras la luna este en lo alto, se que puedo estar aqui, asi que.. toma todos los respiros que desees....- sus manos, hiban lentamente moviendo la toalla que le cubria los muslos y la cadera.

Me tensé cuando le vi acercarse y me imaginé, nuevamente, que haría de todo menos lo que hizo. Le miré sorprendido y ruborizado aunque ahora era un rubor decente, y le sonreí ligeramente, apenado, cuando preguntó su en realidad necesitaba amabilidad-. B-bueno... yo... -Casi me dio un ataque, cuando besó mis rodillas y me acarició las piernas, haciéndome estremecer y temblar ligeramente. 

Su tacto era cálido y agradable, bastante a decir verdad, y suspiré larga y profundamente, cerrando los ojos ante sus palabras. Era esa calidez que me brindaba precisamente, lo que necesitaba, el no sentirme obligado a hacerlo sino que acostarme con él en una suerte de iniciativa propia. Sentí que me levantaba lentamente la toalla pero no hice nada para impedirlo, y en su lugar, sólo llevé una de mis manos a su rostro, tocándole la mejilla con cierta timidez, llevando mis dedos hasta delinear sus labios. 

-Sólo... necesito sentirme bien... -murmuré en voz baja, mirándole a los ojos algo cohibido aún por su mirada. Terminé por llevar ambas manos a su rostro sujetándole despacio, inclinándome lentamente y con movimientos pausados hasta unir mis labios a los suyos. Le besé tímidamente, cerrando los ojos relajándome con esa acción, pues los besos siempre me calmaban cuando era yo quien los daba.

sus manos agarraron con suabidad los muslos del joven, mientras este le besaba tras decir que necesitaba sentirse bien, el demonio sonrio, mientras el joven le besaba con esa sutileza, aferrandole del rostro.

profundizo el beso, introduciendo su lengua en la boca ajena, relamiendoce los labios al separarce.

- bueno... soy algo asi como un experto en eso... declaro sonriendo sobre los labios ajenos antes de besarlo de nuevo, mientras una de sus manos desataba la toalla y lo descubria por completo, pasando sus negras garras por el vientre ajeno, sin dañarle en lo mas minimo, con completa delicadesa, su otra mano se deslizo por la pierna y subio por el pecho de yuuki.

Suspiré ahogado contra sus labios al sentir su lengua en mi boca, rodeándola con mi propia lengua tímidamente, sintiendo su sabor y casi dejando escapar un leve gemido al sentir sus manos en mis muslos. Al separarnos, sonreí tímidamente sobre sus labios escuchándole, dejando nuevamente salir esa risa nerviosa mientras me tensaba y estremecía al sentir el tacto de sus uñas en mi vientre, notando que ya no me cubría con la toalla y ruborizándome un poco más. 

-¿Un experto... dices? -Susurré correspondiendo a su beso con algo más de confianza, pasando mis brazos por su cuello atrayéndole más hacia mí y separando las piernas para poder rodearle por la cintura, notando su toalla y medio arrastrándola hacia abajo con mis piernas, desnudándole también. Al acabar el beso, le miré profundamente, sintiéndome bastante más relajado y reconfortado con esos besos, con esa amabilidad en sus caricias y ojos, pese a ser un demonio.

- algo así como un experto...- repitió llevando una mano al rostro ajeno y corriendo los húmedos cabellos, soltándose del agarre y parándose, tomándole de la mano y guiándole hasta la cama, para que se sentara en ella.

- digamos que tengo mis.... años de experiencia... declaro inclinandoce contra el cuerpo ajeno, sosteniendo su peso con un brazo sobre la cama y besandolo, mientras con la otra mano tomaba su nuca, comenzando a guiarle a recostarse

Me estremecí notablemente ante su acción de apartarme los húmedos cabellos, cuyo flequillo me medio cubría los ojos dificultándome un tanto la visibilidad, aunque por la costumbre ni lo había notado. Le vi levantarse recorriéndolo con la mirada, casi babeando, y tomé su mano caminando hacia la cama tras él, algo cohibido y nervioso a causa de mi desnudez. También sentía pudor, bastante a decir verdad, pero podía con ello, más si me seguía besando de esa forma.

-Eso suena... interesante... -murmuré correspondiendo a su beso una vez sentado en la cama, sintiendo cómo me hacía recostar y cerrando de nuevo los ojos, estremeciéndome otra vez. Una vez totalmente recostado, me separé de sus labios y me acomodé un poco mejor en la cama de forma de quedar bien al medio, por dos razones: ninguno de los dos caería repentinamente al suelo, y yo, si me arrepentía o me daba un ataque de nerviosismo, no podría escaparme de sus garras. 

-Ven... yo también tengo... mis años de experiencia -comenté con una tímida y a la vez, sugerente sonrisa, atrayéndole hacia mí por los hombros y volviendo a besar sus labios, haciéndole quedar sobre mi cuerpo desnudo. Una de mis manos la deslicé por su pecho tímidamente sintiendo aquellas cicatrices, haciéndome suspirar en medio del beso. Aquello se sentía muy bien, muy agradable, bastante en comparación a como me lo había imaginado cuando dijo que el pacto debía sellarse con la energía del acto sexual. Casi por inercia me había imaginado algo como lo que sucedía con mi antiguo alfa, pero la realidad, era que no se le parecía ni por asomo.

fenrir sintio una punsada... tenia que recordar como volver a cerrar su mente y dejar de leer la mente de las personas.... le habia pasado lo mismo con alexei... las comparaciones.. simplemente le fastidiaban... y bastante.. probablemente era causa de que aun no controlaba su poder del todo, y que aun su alma estaba particionada... y cuando volviera a ser uno podria controlarlo de nuevo... rogaba a lo que fuera que asi fuera... pero mientras tanto... su cerebro parecia una antena de radio que recivia todas las ondas de pensamiento de quien estubiera a su lado, y por suerte solo de los que tenia a su lado...

tal ves.. en otro momento le mencionaria eso... mejor no en ese mismo momento... podia ser... algo asi como algo asi como el tema perfecto para eliminarle las ganas a cualqueira.

aquel beso era suabe y sin hembargo era un beso agradable... raro, dar besos tan suabes... y esa mano delicada pasando por sus cicatrices... el modo en que pasaba le hiso sentir un escalofrio en la columna aunque lo contubo bastante bien...

definitivamente... no estaba acostumbrado al sexo delicado donde uno se acaricia en lugar de rasguñarse...

al soltar el beso, deslizo sus labios por el cuello mientras la mano que no le sostenia el peso, se deslizaba por la cadera ajena, y su vientre, llendo hacia arriba, hacia su pecho, en caricias, caricias que hacia con sus uñas, pero eran caricias realmente, no estaba rasguñando, y no dejaba marcas, estaba esforzandoce realmente.. y algo en lo que tambien se esforzaba era en que los pocos eslabones de cadenas de sus grilletes, no tocaran la piel ajena... no sabia ecxactamente porque...

no pudo contenerce y lamio el cuello de yuuki, al tiempo que sus caderas se rozaban...

Suspiré al separarnos de aquel beso y le miré profundamente, estremeciéndome con sus uñas sobre mi piel, temblando un poco aún por los nervios aunque me relajaba casi de forma progresiva. Mordí mi labio inferior sensualmente y de forma algo sugerente al sentir sus besos en mi cuello y acabé por pasar una de mis manos por el suyo, enredando mis dedos en sus largos cabellos acariciándolos.

-¡Ahh...! -Gemí incapaz de contenerme, ante esa lamida, casi brincando de la sorpresa de sentir esa sensación húmeda que me hizo temblar y cerrando los ojos, muy ruborizado, notando cómo rozaba sus caderas con las mías haciéndome gemir ahogado. Empezaba a excitarme, a entrar en confianza y a sentir calor en mi cuerpo. Empezaba a ansiar más contacto, a sentir la necesidad de ser tomado por ese hombre y sólo entonces, me percaté de que mi cuerpo estaba casi desesperado por ese tipo de caricias, algo que normalmente, de no ser por esa situación ya íntima, no habría notado. 

Mi mano libre, que había estado acariciando sus cicatrices, la bajé por su cuerpo hasta su vientre, tanteando casi tímidamente hasta llegar a su sexo, dejando sutiles caricias sugerentes mientras me mordía el labio con deseo. Separé las piernas buscando una posición más cómoda para acariciar su miembro, un poco más de espacio, sin dejar de soltar suspiros entrecortados.

su respiracion comenzo a ser mas pesada al tiempo que la mano del joven lycan se deslizo por su pecho llegando a su miembro, lo que le hiso sonreir complacido, sin notar que las caricias de sus uñas se hacian un poco mas palpables, dejando lineas enrrojecidas en la piel ajena.

sonreia tambien ante las reacciones del cuerpo ajeno, buscando mas contacto, comenzo, sin hacer mucha precion, a mordisquear el cuello de yuuki, mientras seguia moviendo lijeramente su cadera, aumentando el contacto con la mano del joven.

Noté sus uñas clavarse un poco más en mi piel y gemí ahogado, notando aquel gesto demasiado agradable, pues no me causaba dolor ni me molestaba en lo absoluto. Por el contrario, me resultaba bastante excitante y estimulante y sólo podía desear más de él y de sus besos. Pero fue mucho mejor lo que recibí, leves mordidas en el cuello que me hicieron soltar leves gemidos de placer.

-Mmhm... ahh... Fenrir... -gemí bajo, rodeando su miembro con mi mano y empezando a masturbarle lentamente, notando con nerviosismo y ansiedad lo grande que éste era y casi ronroneando de placer al sólo hecho de imaginarlo dentro de mí. Me estremecí notoriamente con aquella idea sintiendo algo parecido a mariposas en el estómago, volviendo a reír nervioso y aumentando la velocidad de mi mano, levantando las caderas para rozar mi entrepierna con la suya, ansiando más contacto.

le complacio en gran manera el escuchar los gemidos y jadeos a causa de las mordidas y de sus uñas, y el sentir esa mano al fin masturbandole marcadamente. volvio a lamer su cueyo y subio hasta su menton, besandolo de forma profunda, enrredando sus lenguas y mordiendole levemente. Aun con un brazo apoyado junto a la cabeza ajena, para no dejar su cuerpo aplastar el del joven, uso el otro para llevarlo a la boca del lycan, rasguñando un poco el pecho en su camino hasta sus labios

- lamelos...- dijo inroduciendolos en su boca al tiempo que empujaba su cadera, con la mano del joven en el medio, contra el miembro ajeno,

Correspondía a su beso con ganas, sintiendo mi cuerpo estremecerse ante las uñas que deslizaba por mi pecho haciéndome temblar también. Dejé que mordisqueara mis labios aunque fui incapaz de hacer lo mismo, más que nada por el hecho de que no me atrevía a hacerlo. Ni a enterrar mis uñas en su piel, sino que me limitaba a acariciar sus cabellos con aquella mano libre, a disfrutar de lo sedosos que eran. 

Le miré a los ojos cuando el beso acabó y llevó sus dedos a mis labios, dejándome hacer mansamente, lamiendo sus dedos con deseo y cierta actitud sugerente en clara invitación a algo más. No había dejado de masturbarle y con mi mano libre, sujeté la ajena sacando y metiendo sus dedos de mi boca, al mismo ritmo que movía mi mano sobre su miembro ya erecto. Al mismo tiempo, rodee su cintura con mis piernas sintiendo mayor contacto con él, y mi mano, aprisionada entre ambos cuerpos.

- es bueno ver que lo estas disfrutando...- declaro al verle lmer sus dedos de esa manera, sonrio ante esto de manera lasiba

se movio lijeramente acomodandose mejor para tener mejor alcance, abriendo mas las piernas del licantropo, colando su mano entre sus nalgas, esquibando ambos miembros para que no dejara de haber un contacto entre ellos.

roso esa entrada con sus uñas, con cuidado, no tenia intenciones de dañar su cuerpo.. en ese aspecto al menos... al tiempo que acomodo una de sus uñas de modo de no dañarle y comenzo a introducir un dedo, tambien dejo una aplastante lamida sobre las heridas de su pecho, de manera completamente lasiba, subio con esa lamida hasta sus labios los cuales deboro.

-¿Por qué no habría de hacerlo? Me gusta lo que haces -declaré sintiendo mis mejillas arder debido al rubor y la vergüenza de decir algo como eso en voz alta, aunque sin arrepentirme en lo absoluto. En algún punto debía de superar mi timidez, ¿no? Sobretodo estando ambos desnudos en la cama, difícilmente podía seguir siendo tan tímido y cohibido. Empezaba, lentamente, a soltarme un poco más en ese aspecto al menos. 

Luego, al sentir su mano y sus garras en mi trasero, me tensé totalmente y cerré los ojos, respirando profundamente para relajar mi cuerpo mientras sentía cómo me invadía, sorprendentemente, no de forma tan dolorosa como había imaginado, sobretodo ante el hecho de que poseía enormes garras... dolía, no podía negarlo, pero era un dolor mínimo en comparación con el que podía -y solía- soportar.Y luego esa lamida...

Correspondí a su beso sintiéndome casi ahogado por el deseo y la lasciva pasión que desbordaban sus labios, medio desgarrando mis labios aunque poco me importó. Yo le besaba casi de la misma forma, salvaje y algo desenfrenada, mientras clavaba en su piel mis uñas atrayéndole hacia mí, queriendo sentir su peso totalmente sobre mi cuerpo. Nuevamente era el lobo, el que empezaba a ganar terreno en mi mente y cuerpo, seguramente por la influencia de la luna, o tal vez, porque quien estaba sobre mí era mi antepasado en cierta forma.

sonrio de manera misteriosa, estaba complacido, al ver que el pequeño lobo se iba desenvolviendo. siguio esos besos apasionados, bruscos, mientras introducia un segundo dedo, con el mismo cuidado de no dañar con sus garras, practica de milenios, podria decirse, un reflejo aprendido, el no dañar de esa manera al menos...

- eso es... liberalo, sueltalo todo, descontrolate cuanto quieras...- dijo sobre sus labios, lamiendo la sangre que salia de estos por lo brusco de los besos mientras movia sus dedos a modo de tijera de momento, y en otros los medio sacaba y volvia a meter, sin llegar a quitar sus uñas para ya no tener que preocuparse de ese detalle.

atrapo el labio ajeno entre sus colmillos, mordisqueando y tirando levemente de ellos, mas de una manera sensual que de una manera violenta, para luego lamerlos de nuevo y seguir por su cuello, mientras centraba todo su equilibrio en las caderas y sus piernas, para dejar de apollarce sobre ese brazo, y deslizar sus uñas por su pecho, asando por las heridas a drede, llegando a uno de sus pezones, apretandolo

Sus palabras me hicieron ruborizarme casi de forma ridícula, haciéndome sentir demasiado cohibido otra vez aunque mi sonrisa se había ensanchado ligeramente. Deslicé las uñas por su espalda mientras sentía ese segundo dedo invadirme, haciéndome temblar un poco debido al dolor de esa acción y provocando que enterrara mucho más mis garras en su piel. Su lengua lamiendo mis labios, mordisqueándolos y jalándolos, me hacía suspirar de forma entrecortada, pero aún así, la mano que le estimulaba no se detenía. 

Poseía aún el suficiente control sobre mi cuerpo, mente y movimientos, como para seguir masturbándole y gimiendo bajo, como para seguir manteniendo mi forma humana. Sabía de sobre, y la idea no dejaba de perturbarme ligeramente, que si me descontrolaba y me dejaba llevar, totalmente, Fenrir acabaría con un lobo cobrizo bajo su cuerpo, y no, definitivamente, esa no era la idea. La mera idea me hacía temblar de vergüenza. 

Ante sus uñas pasando por mi pecho y sobre mis heridas, las cuales apenas y se dignaban a empezar a cicatrizar, me tensé ligeramente, dejando salir un jadeo algo reprimido por la forma en que mordía mi labio inferior, sintiendo el sabor de mi propia sangre. Y me mordí más fuerte el labio, al sentir ese apretón en mi pezón, sintiéndome demasiado excitado con ese toque, sumando a esto el ligero placer que sentía ante las acciones de sus dedos en mi interior. Solté mi labio y cerré los ojos respirando de forma agitad, sin animarme del todo a pedirle más, que continuara...

sonrio relamiendoce ante los jadeos y gemidos ahogados, ante la imagen de ese joven mordiendoce los labios, ante sus temblores, ante su cuerpo que aunque sus labios no lo dijeran, su cuerpo pedia mas de todos aquellos roces, de mas intimidad...

dejo aquel pezon por un momento al tiempo que estiraba su brazo y agarraba una de las almohadas mullidas que habia en la cama, apartando tambien sus dedos del interior de yuuki y deteniendo aquella mano.

se separo del cuerpo ajeno un poco para levantarle la cadera y dejar la almohada debajo de esta, posicionandolo a una lijera altura del colchon, lo que haria todo un poco mas comodo, de manera depredadora, lamio uno de los muslos de yuuki, para luego morderle, y seguir con las lamidas, como si estubiera degustando a una presa.

abrió sus piernas dejandole completamente expuesto, y dio una lamida profunda, metiendo su lengua por pocos segundos en el interior del chico, para seguir hasta la punta de su miembro, dejandole al fin en pocicion para poder seguir con aquel acto, pocisiono su miembro, al tiempo que se erguia para observar aquel cuerpo...

- y dime... es mejor de lo que esperabas de un demonio no es cierto?- dijo relamiendoce los labios aun sin entrar, solo empujando un poco la punta de su miembro, clavando sus ojos en el chico, al tiempo que soltaba un suave jadeo de placer y espectativa

Supe lo que venía en el momento en que detuvo sus besos y mi mano masturbándole, dejándome acomodar con nerviosismo mientras veía cómo colocaba aquel cojín bajo mis caderas, provocando que éstas quedaran levemente levantadas. Y luego, cuando separó mis piernas dejándome totalmente expuesto a él, cerré los ojos fuertemente, totalmente rojo de pudor y vergüenza y volviendo a sentir esas ganas intensas de salir huyendo. 

Y habría salido huyendo, de hecho, de no haber estado en el centro de la cama, totalmente excitado, temblando casi, muriendo de ganas de sentirle invadiéndome. La vergüenza y el pudor, difícilmente podían ganar contra las ganas que sentía por apagar, con el sexo, el fuego que ardía en mi interior. Y un nuevo y sonoro gemido brotó de mis labios, al sentir su lengua invadirme, y aunque la sensación duró segundos y se extendió hasta mi miembro totalmente erecto, seguí jadeando y gimiendo bajo, ansioso, deseoso de él.

Volví a gemir con algo de fuerza, cuando sentí su miembro en mi entrada, haciendo una ligera presión que me supo deliciosa y en extremo placentera. Le miré con una leve sonrisa cargada de deseo, extendiendo mis brazos por sobre mi cabeza en gesto de total entrega-. S-sí... s-superas... co-con creces m-mis... mis expectativas... -murmuré bajo, jadeando levemente pero obligándome a mantener su mirada, a no recorrer su pecho como si fuera una presa. 

Sin embargo... por ser yo, no podía ser todo tan sencillo. Claro que no. Un pensamiento fugaz que de nuevo, me hizo casi pegar un grito mientras le sujetaba por los hombros, con los ojos demasiado abiertos-. ¡Espera! ¡Es-espera un p-poco! -Le detuve, creo yo, matando todo lo sexy del momento. Y casi, que me di un golpe en la frente por eso, sintiéndome demasiado torpe hasta para acostarme con alguien más-. Y-yo... ahh... eh.. t-tú... pro-protección... eh... t-tienes... tienes qué... -balbuceé cosas casi sin sentido, rogando interiormente porque entendiera a qué me refería y rogando más aún, que atendiera a mi súplica.

fenrir sonrio ante esa respuesta y estaba a punto de entrar en su interior cuando le detubo de esa manera... se habria arrepentido?... si se habia arrepentido... no lo violaria pero le daria la golpiza de su vida solo por hacerle llegar hasta ese punto... y entonces... dijo aquello... los ojos de incognita de Fenrir se abrieron sorprendidos ante aquello y no pudo evitar reirce de manera demaciado jovial tal vez para el gusto de quien estubiera en la otra pocicion...

tanto se rio que tubo que desacomodarce y sentarce junto al lycan mientras se calmaba tomandoce el rostro con una mano mientras le palmeaba la cabeza al chico.

- lo siento... se que no deveria estarme riendo, pero la ignorancia de algunos seres con respecto a ciertas cosas... como pactos demoniacos mediante el sexo.... es simplemente hilarante- se inclino hacia el y le sonrio con complicidad.- principalmente, no contraemos ni contagiamos nada, salvo que esa sea nuestra intencion... y como te quiero vigilando la vida de ese humano... no es mi intencion que te enfermes de nada- rio solo un poco mas al tiempo que apoyaba suavemente sus uñas sobre el vientre ajeno...

- ademas... si mi escencia no queda en tu interior, el pacto no es valido... puedo usar toda la proteccion que quieras, pero de algun modo mi escencia deve quedar en tu interior, comprendes?- aquella sonriza, si era la de un negociador, n demonio que buscaba aclararle en su ignorancia en que se habia metido a ese joven y pequeño lycan.

Ante aquella risa, pensé que tal vez, aún no era demasiado tarde como para aventarme por la ventana. O desde el techo del hotel del Príncipe, para asegurarme. Sin dudas aquel fue, con creces, el momento más vergonzoso de mi vida, y mientras él moría de la risa, yo pensaba mil y un formas de desaparecer de la faz de la Tierra. Sí, estoy seguro, jamás en mi vida había pasado tanta vergüenza. Oficialmente, me consideré un fracaso para todo lo que tuviera que ver con relaciones de contacto con otros seres vivientes que razonaran. 

Cuando finalmente se dignó a dejar de reír y empezó a explicarse, le miré con el ceño fruncido realmente ofendido, haciéndome un ovillo a su lado y abrazándome las piernas, demasiado avergonzado para atinar a nada más. Me estremecí notoriamente, sin embargo, al sentir sus garras en mi vientre y cerré los ojos fuertemente, muerto de vergüenza y de nervios cuando señaló que su... simiente, debía quedar dentro de mí... de hecho, al imaginarlo, casi me dio un ataque, pero por suerte mi nariz no sangró esta vez, o hubiera sido mi fin.

-Comprendo... pero... -sonreí nervioso, dejando escapar una risita tonta al notar que temblaba demasiado y que mi respiración estaba descontrolada-. Si... si me desmayo... y te ríes... juro.. que mínimo... un palmetazo te llevas... -indiqué, sintiéndome lívido debido a tanto nerviosismo y, conociéndome, estando al borde del colapso y del desmayo. Definitivamente, la noche más vergonzosa de mi vida, y el mayor fracaso sexual que nunca ha existido. Me concentré en respirar profundamente para calmarme porque tampoco pensaba quedarme con el calentón, pero mi cuerpo no quería reaccionar como debía.

rió ligeramente de nuevo, no tanto como antes ni tan jovialmente, ante esa amenaza de golpearle.

- de acuerdo, probablemente tengas que pegarme entonce, porque si te desmayas, ten por sentado que voy a reírme...- declaro sonriendo divertido, sabiendo que esas palabras no eran un consuelo para el joven lycan, pero, que podía hacer?, era su naturaleza.

aferro al joven de su muñeca y le jalo para que quedara medio tirado sobre el.

- mira nada mas, con esta interrupción, mi erección ha flaqueado un poco, es tu deber volverla a su estado- dijo sobre sus labios, lamiéndolo, pasando las uñas de una mano por su espalda, y con la otra mano tomando su miembro y masturbandole solo un poco, como para recordarle en que situacion se encontraba.

Casi que respondía, demasiado infantilmente para mi gusto he de decir, un suerte de "fue tu culpa, tú fuiste quien prácticamente murió de la risa", pero no lo hice por dos fundamentales razones. La primera, porque no quería parecer más infantil, niño e inútil de lo que ya parecía y segundo, por la forma en que me había jalado hacia él y empezaba a besarme y acariciarme otra vez, haciéndome olvidar con demasiada facilidad aquel reclamo que nunca salió de mis labios. 

Me sentía totalmente ruborizado y avergonzado y por ende, mis movimientos empezaron a ser un tanto más torpes de lo usual, pero mi cuerpo pedía a gritos seguir aquel encuentro, pese a que seguía sopesando la idea de tirarme por la ventana... Sacudí la cabeza intentando volver a concentrarme y no morir desangrado o a manos de un demonio a quien pronto se le acabaría la paciencia conmigo -¡lo sabía! Pocas son las personas con la suficiente paciencia como para no desear romperme una guitarra en la cabeza-, y apenas tuve el suficiente valor como para volver a ligeramente relajarme y dejarme llevar... tarea casi imposible... me dediqué a besar su cuello y llevar mis temblorosas manos hasta su miembro, empezando  estimularle otra vez. 

-¿A-así te parece b-bien? -Pregunté de forma nerviosa, antes de darle una fuerte mordida en el hombro como venganza por esa risa, aunque sin sacarle sangre. Cerré los ojos dándome más valor para hacer todo eso y, luego de lamer la piel que había mordido como si yo fuese un sumiso cachorro que lame las manos de su dueño, empecé a deslizarme por su musculoso cuerpo hasta llegar a su erección, haciendo que irremediablemente el cesara sus caricias hacia mi persona debido a la posición. Tímidamente casi, empecé a lamer la extensión de su miembro y una vez lo tuve completamente ensalibado, lo metí en mi boca empezando a felarle, de aquella forma que sólo la experiencia puede brindar.

cuando comenzo a besar su cuello, Fenrir movio lijeramente la cabeza, dandole espacio para que besara tranquilo, soltando un jadeo de notabe placer ante esa mordida sobre su hombro que tuvo intencion inutil de reprimenda por lo visto... sonrio ante la pregunta de si lo hacia bien cuando comenzo a manipular su miembro, para hacerlo.. "bien" deveria hacer un poco mas que solo masturbarle, pero tenia la sensacion de que si se lo decia asi, se moria ahi mismo de verguenza y al caño los planes para esa noche...

Yuuki comenzo a lamer su cuerpo hasta llegar a su miembro, obviamente por la pocicion ya no podia masturbarle, pero pronto estaria haciendole otras cosas asi que no insistio en ese acto., solto unos jadeos devido a esa felacion.

- asi esta muy bien...- le susurro con una sonriza inclinandoce un poco hjaci aadelante para quedar un poco mas cerca de su cabeza, lo que se podia en esa cituacion - sigue asi... en unos momentos podras sentirlo de otra manera...- declaro aun sonriendo, sabiendo que sus palabras eran probocadoras, mientras rasguñaba lijerito la espalda del muchacho en direccion a sus nalgas...

Mi cuerpo se estremeció completamente al sentir su aliento sobre la cabeza y oír aquellas palabras, las cuales no ayudaban en lo absoluto en mi cometido de no entrar en pánico y arruinarlo todo. Sus uñas deslizándose por mi cuerpo me hicieron tensar ligeramente, pero yo seguía luchando por concentrarme en mi trabajo y no caer en sus provocaciones, sólo recordándome tomar aire cada que contenía la respiración.

Mi boca subía y bajaba sobre su sexo ya erecto otra vez, cerraba los ojos y pasaba mi lengua por la punta de forma "juguetona" para luego quitarlo de mi boca y lamer su extensión. Poco a poco volvía a recuperar la confianza gracias, en gran parte, a los sonidos de placer que él dejaba escapar, y sin darme cuenta terminé por pasar mis uñas por sus piernas dejando pequeños caminos rojizos sobre su piel, los cuales desaparecían al instante.

Cuando me decidí a abrir los ojos otra vez, los clavé en los suyos verdes iridiscentes y volví a tragar su miembro, sujetándole por la cintura clavado mis uñas en su piel, notando cómo reaccionaba mejor ante el dolor que las mismas le provocaban-. ¿Te gusta? -Pregunté mirándole, depositando mi aliento sobre la humedad de su sexo.