El niño de mis sueños ~~~privado~~~

- Yokiiiiin, segura que no podemos ir a dormir un poco?- preguntó apenas en un hilito de voz a su otro yo. Katherina paseaba por las calles de... un lugar, uno con muuuucha gente, y no había dejado de quejarse de que no podía hablar porque estaba afónica y que empezaba a dolerle la garganta desde que salieron. Eso si, ya se había comido la mitad del kg de helado que habían comprado.
- que no!- respondió una voz que conocía muy bien en su mente- tienes la maldita planta, no? y también tienes helado, no podemos volver ahora, es muy temprano todavía para dormir- intentaba persuadirla su voz interior, quien se sentía perfecta a pesar de ya casi no tener voz.
- pero, pero, pero... estoy cansada... y quiero dormir...- insistió casi resignada a obtener otra negativa, mientras metía otra cucharada de helado en su boca.
- tengo una idea! si paseamos otro rato te dejo llevarte ese árbol violeta que te gusto, de acuerdo?
- wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!- "grito" con todo lo que le quedaba de voz, que era muy poco, al tiempo que daba un salto y alzaba los brazos logrando que por algún milagro de la vida no se cayera nada de lo que tenía en ellos.

Caminaba, con toda la tranquilidad del mundo, paleta en la boca, ligeramente sonrojado por los recuerdos de lo que Darius me habia dicho esa mañana al despertar, sonreía si dejar de pensar en ello.

Iba tan entretenido, sin sacarme la paleta de la boca, pensando en tonterias, en Darius... en tantas cosas, que no me di cuenta que iba directo a chocar con alguien, hasta que senti el golpe pesado contra el suelo, y la humedad del pavimento en el trasero.

El aterrizaje tuvo que ser algo forzado, debido a que la niña que iba tan ocupada discutiendo con sus "pensamientos" jamás vio al chico que caminaba en dirección contraria y por ende,lo mato. O más o menos.
- el helado!!!!- gritó una voz en su mente, tomando el control del cuerpo solo para evitar perder el helado.
- auch... eso dolió...- Kitty se quejó sintiéndose frustrada porque quejarse casi sin voz era como quedarse callada, y a la vez molesta, porque Yoko solo salvó a su helado, pero dejo que la pobre plantita se estrellara contra el suelo. Aunque por suerte no parecía haberse hecho daño- pobrecito Jazmín...- murmuró, levantándola y cayendo en la cuenta de que aún estaba encima de alguien- lo siento mucho, no quise caerle encima...- se disculpó, frunciendo un poco el ceño intentando recordar si se lo había cruzado antes, y sorprendiéndose de que Yoko estuviera tan callada.

-Auch.-dije quejandome , sintiendo el peso de la chica sobre mi, y el dolor y lo humedo que tenia el trasero, la mire, fijamente despues de quitarmela de encima y lograr ponerme de pie para ayudarla despues, su rostro y sus ojos, y la sensacion que tenia en el pecho...

Extrañesa, una sensacion de deja vu o algo parecido... pero nada podia darme respuesta a esa sensacion.

Se movió para que el chico pudiera pararse mientras ella intentaba hacer malabares para poder tomar la planta y el helado sin tirar nada, pero fallando en el intento un poco por los nervios y otro poco porque estaba carcomiéndose la cabeza intentando recordar de donde lo conocía.
- de verdad lo siento- volvió a disculparse, apenada por haberlo tirado, pobre chico que parecía chica, tan bonito, y ella que iba y lo atropellaba...- juro que fue sin querer! no me odies... si me perdonas te convido helado, tengo de chocolate! - dijo, mostrándole el tarro y mirándolo con pucheros por si intentaba resistirse.

Sonrei, poniendome de pie, sacudiendome la ropa, y medio observando cuan mojado estaba, me entro la risa nerviosa y ya no tuve mas remedio que mirar a la chica que me hablaba, y el tarro de helado.

Se veia rico, pese a estar medio derretido, pero no lo acepte, de momento.

-No te preocupes, igual yo venia entretenido.-dije.-Tu eres nueva por aquí, verdad?-pregunte.-No te habia visto antes.

Dije ladeando la cabeza en un gesto muy caracteristico de los gatos curiosos.

El puchero se hizo aún más grande, y lo único que impidió que rompiera en llanto fue que el niño no parecía estar enojado, o al menos parecía ser amable con ella.
Se puso de pie, haciendo malabares con sus cosas, notando la forma muy gatuna y mona que tenía de ladear la cabeza, y sintiendo con más fuerza la sensación de familiaridad que le daba aquel chico- no sé donde es este lugar, pero si, supongo que soy nueva, porque no me parece haberlo visto antes...- dijo, no muy segura. La verdad era que no siempre (por no decir casi nunca) recordaba los nombres de las ciudades en las que había estado, al igual que con algunas personas. De hecho, se desorientaba con facilidad, y por ende, era completamente normal que estuviera perdida la mayoría del tiempo.
- Mi nombre es Kitty... y Yoko se llama Yoko, aunque ahora esta muy callada y no creo que vaya a presentarse por ahora... y tu? como te llamas? ya te conocía? a mi me parece que si, pero no estoy segura

Sonrei, o mejor dicho, solte una risita divertida al ver a la chica, su aspecto algo salvaje que contrastaba con su forma de hablar, aun que me insitaba algo, cierta extraña sensacion en el pecho, como habia sentido en Vollkommen con aquel vampiro pintor, era una sensacion parecida, menos fuerte, eso si.

-Adrian... me llamo Adrian, mucho gusto, Kitty y Yoko que no se preseta.-dije siguiendole la corriente aun que no entendia mucho por que decia eso de que Yoko se llama Yoko.

Katherine sonrió contenta, era uno de los pocos que no la miraba raro cuando le hablaba de Yoko, y eso le había encantado. Además de que el chico tenía un algo... Incluso su nombre le era familiar- me gusta mucho tu nombre, es muy bonito- dijo con sinceridad.
- "Kitty... yo conozco a este chico... estoy casi segura de que si... "- susurró una voz bajito en su mente- "arg! es como si recordara y al mismo tiempo no... sé que lo conozco, pero cuando intento ver dónde y cómo, se me escapa el recuerdo"- se quejó desesperada, haciendo que Kitty se encogiera de hombros.
- De seguro te acuerdas cuando quieras acordarte de otra cosa...- le dijo Kath a su otro yo, para luego volver su atención una vez más al niño que acababa de encontrarse debajo suyo- Yoko dice que si te conoce, pero que no puede recordar de dónde, de seguro eran amigos en otra vida, probablemente salían a cazar dinosaurios o algo así- sonrió inocentemente.
- oye, tu conoces el lugar? podrías llevarme a hacer una visita guiada? porfas!- pidió, mirándolo con carita de cachorro desahuciado- Yoko quería ver un no sé qué y yo quería una plantita de hojas violetas...

-Claro, si quieres podemos ir al Hollywood Hills?-dijo sonriendo, aprovechadno que su casa o quedaba tan lejos de ahi, de hecho la mancion donde vivia estaba a las faldas de la montaña o cerro, lo que fuese y el solia irse cerca del enorme letrero de Hollywood a esconderse cuando no queria que nadie lo molestara, ya que ni Michelle y Darius solian subir hasta ahi.

-Ahi hay muchas floresitas y cosas bonitas.-sonrio ingenuamente, sin dejar de mirar a la extraña chica, sin dejar de sentir esa extraña sensacion en el pecho, como si la conociera.

- Hollywood Hills? es ese lugar donde están las letritas gigantes? la montañita?- preguntó con curiosidad- el de las películas? si, si quiero!!! todavía no lo conozco, y de seguro se debe ver muy bonito todo desde ahí!

Sonrió contenta, totalmente encantada con la idea y agradecida con Yoko por no haberla dejado volver antes, a pesar de que su garganta cada vez le molestaba más- me ayudarías a juntar algunas flores? a ti también te gustan verdad? tienes cara de que si y tu aura dice que eres una persona muy, muy tierna- comentó contenta. Chicos así había pocos y difíciles de encontrar, por eso si llegaba a ver alguno le gustaba hacerles saber que eran muy especiales.
- Kath, vas a asustarlo, no le hables de las auras y esas cosas locas! No quiero que se vaya corriendo, aún necesito saber quien es. - susurró Yoko en su cabeza, haciéndola sonreír aún más.

Solte una carcajada, muy divertido por la actitud de la chica, era rara, pero bueno, hoy dia cualquiera podria ser mas raro y peligroso que ella.

Asi que sonrei, y la tome de la mano, sintiendo nuevament esa rara sensacion en el pecho, como de que ya la conocia, la misma sensacion que tuve cuando toque al vampiro que habia conocido en las ruinas de Vollkommen.

-Y bueno, Katherina, verdad?-pregunte.-Te gusta caminar o prefieres que vayamos en taxi hasta las faldas de la montaña?

Sonrió contenta, a pesar de que había ignorado a Yoko olímpicamente, dejo el tema de las auras para más tarde.
- pues... me gusta caminar, pero... llevo caminando un ratito... largo... de como muchas horas y... no sé si llegue...- dijo, no muy segura. No le gustaba demasiado ir en taxi, los taxis contaminaban el planeta, pero definitivamente dudaba mucho llegar a pie...

Sonrei, y me encamine hacia a la avenida, haciendole la parada a un taxi que pasaba.

Nos subimos e indique el camino, aun que el taxista no parecia muy convencido de subir hasta haya, pues el sabia que era un lugar, por asi decirlo, prohibido.

-Y de donde eres, Kitty?-pregunte mirandole con la vista ladeada.

Vio como el chico iba hacia la calle y paraba un taxi, y aprovecho que no podía oírla para susurrar- aún no sabes quien es? me gusta el nene, es muy bonito y tierno...
- nou... sé que lo conozco, pero... demonios!
- date prisa! haces que me duela la cabeza...- acabó quejándose, recibiendo como respuesta un "que te den".

Subió al auto junto con el chico y sonrió antes de responder- un poco de todos lados y a la vez, de ninguno... pero creo que nací en Abu Dhabi, y tu?
Antes de que el chico pudiera responder, y luego de hacer una mueca de dolor y fastidio, le tomo las manos y con mirada suplicante le preguntó- oye, por favor, dime de donde te conozco o Yoko va a matarme del dolor de cabeza...

Me quede algo perplejo con su pregunta, mirandola con los ojos muy abiertos, mientras el auto arrancaba en direccion a las montañas de hollywood.

-Pues no se, yo tambien tengo la extraña sensacion de que te conosco.-comente, sonriendole y apretando ligeramente sus manos.-Provablemente nos vimos en algun lugar, que se yo.

- ya escuchaste, Yoko. Se vieron en algún lugar, así que ya no molestes. Deja a mi cabeza en paz, ya te cargaste a mi garganta, a la cabeza me la tengo que cargar yo! - dijo, mirando hacía arriba, mientras le hablaba a su cabeza. Al ver que no recibía respuesta, ya que su alter ego la ignoraba olímpicamente, supuso que había entendido y volvió a prestarle atención al chico.
- y a qué te dedicas? - preguntó, sin saber bien para donde encaminar la charla.

-a nada en particular.-dije sonriendole.-Aun que deberia ponerme a trabajar, segun dice mi hermana mayor.

Comente mirandola fijamente, tratando de recordar de donde la habia visto y sacarme esa espinita que comenzaba a ser incomoda.

- trabajar, para qué? yo no trabajo, yo mejor canto, o bailo, o toco el violín... o las tres! Aunque a Yoko mucho no le gusta que haga las tres, porque dice que luego le damos de besos a las paredes... o al piso - comentó, con una sonrisita- quieres que te cante algo?- preguntó, olvidando que apenas y podía hablar de lo afónica que estaba.

El taxi se detuvo antes de que la pelirroja pudiera siquiera abrir la boca para soltar alguna nota.
- Llegamos- informó el taxista
- awww, gracias! es usted muy amable por alcanzarnos hasta aquí!
- ningún "muy amable" son 30 dolares- gruñó molesto

Saque mi cartera y pague el monto, bajando del auto, con Kitty detras de mi.

-Pues trabajo,... de mafioso.-comente caminando en direccion a la mansion.-Esa es mi casa.

Dije señalando el edificio, que estaba al fondo de un camido, que estaba separado de la calle por una reja.

Lo miró asombrada, luego de bajar del taxi- de verdad? awww, que tierno! eso es muy bonito, los mafiosos valoran mucho, mucho la familia, y les gusta hacer favores a los demás- exclamó, basándose en lo que Yoko le había explicado. Claro que no sabía que Yoko había obviado la parte "divertida".

Siguió con los ojos la dirección que le señalaba- esa de allá...? es muy bonita, la mía no es tan grande, pero es muy acogedora. Si quieres otro día te la muestro- sonrió contenta.

-Esta bien.-dije y la tome de la mano corriendo por que habia notado que uno de los guardias estaba cerca y me habia visto.-Mejor corre antes de que se den cuenta que ando por aqui.

Dije y corri para rodear el terreno, y de ahi ir subiendo la montaña, la estructura rocosa, hacia un poco mas facil subir, aun que en cierta forma cansado.

Abrió la boca para festejar, pero la volvió a cerrar cuando sintió un tirón en la mano y se vio arrastrada por Adrián.

Sonrió luego de escucharlo- ya veo, no tenías permiso para salir, eh? bueno, esta bueno escaparse de vez en cuando, sentir en sabor de la libertad y lo "prohibido" todo junto es refrescante. O eso dice Yoko- comentó, mientras iban subiendo por la montaña.

-Si algo asi.-comente sonriendole, sin soltar su mano, subiendo por la ladera, dejando que la hierba rosara nuestras piernas, que el viento jugara con nuestros cabellos.

-Me gusta subir aqui cuando realmente me quiero escapar, o cuando quiero que realmente nadie me encuentre, voy a la playa, mi hermano no va ahi.

Sonrió subiendo tras él, tomada de su mano para no caer-ya veo... es bueno tener lugares donde poder estar solo cada tanto- comentó. Ella por suerte no tenía que lidiar con ese problema, aunque de vez en cuando le gustaría hacerlo.

-sabes? suena como si te acosaran mucho... por qué? deberían dejarte hacer tus cosas tranquilo- agregó luego de un rato.