set the world on fire * Louis*

al parecer, si había sobreexcedido mi cuerpo con esos calmantes... pero no podía dejar de tomarlos así como así... lamentablemente... ahora que podía convertir mi cuerpo a voluntad.. era probable que fuera mucho mas peligroso que antes...

y aunque era lunes, y no tenia trabajo, habiaa tomado dos calmantes y aunque podía pasar la noche en la casa... Alexei estaba demasiado raro para mi gusto..  paresia que sobre actuaba cada sonrisa.. y me ponía los nervios de punta, por lo que decidí salir... eran al rededor de las 9 de la noche, y yo  había llegado al pantano de tanto caminar... mas bien caminar... cuando llegue a lo que era pantano, había tanta agua  para seguir avanzando, que termine trepando a un árbol y pasando de rama en rama, de árbol en árbol.... hasta que me canse y me detuve.. entre el agua de pantano, se veían los caimanes... y ruinas... ruinas de alguna  construcción destruida en las guerras. me senté en una rama de un árbol que no crecia sobre el agua, sino que tenia un rededor de tierra al que podia caer tranquilo... me quede mirando el cielo a travez de las copas de los arboles,  prendiendo un cigarro, escuchando todo... incluso a un ser sobrenatural, que como yo, parecia buscar la tranquilidad de la naturaleza...

Había llegado a Vollkommen tras mi desastroso intento de reencontrarme con Lestat, simplemente, caminando desde Los Angeles, tomándome mi tiempo para desaparecer otra vez, lejos de él y de sus imposibles ojos azules. Me sentía intranquilo, molesto y herido, pues él jamás entendería todo lo que había hecho para mantenerle a salvo. Probablemente Kyra tenía razón y realmente, Lestat nunca me había amado... 

Mi violín, lo llevaba conmigo, aunque pensaba dejarlo en algún lugar y seguir avanzando en mis noches sin su compañía. Lestat me había llamado cruel e insensible por el hecho de llevar aquel instrumento en mis manos, pensando que adrede, quería hacerle recordar a Nicolás, y bueno, ya no me molestaba demasiado que pensara lo que quisiera. En realidad, esperaba no tener que encontrarme jamás con él otra vez, aunque si Belial aparecía... Si volvía, no tendría más opción que ceder a sus caprichos. 

Tras varias noches de vagar sin rumbo fijo, terminé por llegar a los pantanos cercanos a Vollkommen City. Me introduje en ellos caminando por las zonas más secas sin ánimos de ensuciar mis zapatos, sujetando con firmeza el violín obviamente enfundado. En uno de mis bolsillos llevaba un libro que ansiaba leer, pero no había nada mejor que hacerlo a la titilante luz de las velas, por lo cual, me abstuve de detenerme en algún lugar seco a leer. 

Finalmente me detuve en un terreno bastante firme y seco y me senté al borde de un árbol, mirando las pantanosas aguas y a lo lejos, las sombras apenas iluminadas por la luna, de los caimanes y otras criaturas propias de esas tierras. Pensé en la oscura noche sin luna en la cual mi hermosa doncella, mi amada y caprichosa hija, Claudia, había decidido tomar la vida de mi creador. Apenas fui consciente de la presencia de un licántropo cerca, pues me había sumido en esos recuerdos, en la forma en que dejamos el cuerpo de Lestat entre las pantanosas aguas de New Orleans, creyéndole muerto para siempre...

y aquella criatura sobrenatural apareció al fin en mi rango de vista, un vampiro con un rostro melancólico que podría abstraer la mirada de cualquiera...

me quede mirandole caminar hast que se detubpo bastante cerca mio la verdad, estariamos a dos arboles de distancia y el estaba evidentemente en otro mundo y yo obserbando... soltando el humo de mi cigarro, qeu deveria alertarle de mi precencia... eso si no escuchaba mi corazon... seria un vampiro sordo?...

- no es peligroso?.... estar tan distraído en una ciudad casi plagada por lycans digo... pregunte de pronto con el cigarro bailando entre mis dedos observando su reacción, pero con completa calma

Levanté la vista hacia el licántropo que me hablaba y le sonreí levemente con cortesía y amabilidad, pese a todas las emociones angustiantes y melancólicas que sentía en mi interior-. No tengo problemas con los licántropos realmente. Y bueno, si surgiera alguno, creo poder ser capaz de controlarlo -respondí con voz suave y tono neutro. 

En realidad y si ahora lo pensaba bien, ya sabía que él estaba allí, aunque estaba tan ensimismado, que era como si su presencia la hubiese suprimido sin notarlo. Me puse de pie y recogí el estuche del violín con movimientos lentos y pausados, movimientos humanos al fin y al cabo, pues jamás había podido acostumbrarme realmente a mi naturaleza, salvo el tiempo que Belial me tuvo a su lado lavándome el cerebro. 

-Lamento si le he incomodado con mi presencia -me disculpé cortésmente y me incliné en una ligera reverencia, buscando con la vista otro camino para continuar sin tener que devolverme por donde vine. A alguna parte iba a tener que llegar, ¿no?

- he oido que hay lycans que tienen problemas conlos vampiros sin que estos busquen problemas realmente... y viceversa- comente observando como tomaba un estuche de instrumento... un violin, jusgando por el tamaño de este y sonrei ante sus palabras.

- no incomodas, yo no tengo problema con ninguna raza, mintras no me proboquen... o mientras no este yo mismo de mal humor... y no podria decir realmente que estoy de mal humor... asi que no incomodas en lo mas minimo...- solte el humo y con cuidado de aterrizar bien lejos del agua, salte del arbol y cai en la tierra.

- mi nombre es cerberus, y el tuyo?- dije inclinandome en una cortes reverencia, como saludo, y si, si las cosas empesaban bien, era la mejor manera de que terminaran bien, y por que no? conocer nuevas gentes siempre era bueno.

-¿Cerberus? -repetí mirándole fija, casi penetrantemente, aunque apenas me percaté de ello desvié la vista, pues mirarle de esa forma era descortés. Sin embargo me llamó la atención su nombre y me provocó un ligero estremecimiento, recordando a Belial, y las veces que nombraba al can infernal. Sin embargo era tonto pensar en ello si lo meditaba con profundidad, ya que en estos tiempos, cualquier fanático o simplemente, cualquiera que algo supiera de historia religiosa, podría adoptar aquel nombre. 

-Un placer conocerle, monsieur. Je sui Louis d'Pointe du Lac -me presenté con una amable y cortés sonrisa, estirando mi mano hacia él educadamente y con la otra, sujetando el estuche del violín contra mi pecho.

-si, cerberus... cerberus moriarty... ho, Louis, mucho gusto- dije con una sonrisa amable y simpatica al oir aquel idioma, frances, no recordaba nada de ese idioma asi que probablemente no lo conocia antes tampoco. estreche su mano con energia.

- y que andas haciendo en el pantano Louis? esta sperdido? o como yo estas tratando de matar el tiempo y alejarte de todos?-

-En realidad, simplemente voy a donde mis pies me lleven -respondí retirando mi mano, guardándola en el bolsillo de mi pantalón-. Supongo que buscaba desaparecer un poco. Los pantanos me traen algunos recuerdos de un mejor pasado -señalé, retirándome un paso hacia atrás con cortesía.

-Entonces, monsieur Moriarty, ¿no le molesta mi presencia? En realidad me gustaría estar aquí un poco más -comenté con una melancólica sonrisa, bajando la mirada casi con gesto cabizbajo-. Antes Vollkommen y sus alrededores resultaban agradables para mí... ahora no sé qué tanto... -murmuré casi para mí mismo, sin dejar de sonreírle de forma cortés.

levante las cejas divertido ante la forma que tenia de hablarme y comence a reir tranquilo

- jaja, no no, ni monsieur, jaja ni moriarty, solo dime Cerberus - dije muy divertido inclinandome hacia el - y no, no me molesta tu precenia... hum... el volkomen de que epoca hablas?- curiosidad... tal vez y hasta me lo habia cruzado en algun momento...

-¿Sólo Cerberus? Ah, está bien -ensanché un poco más mi sonrisa cortés, algo sorprendido porque le llamara de aquel modo tan informal. Cuando se inclinó un poco hacia mí, casi por instinto retrocedí un paso, sintiendo mi espalda chocar con el árbol a cuyos pies me había sentado instantes atrás.

-El Vollkommen de hace doscientos años atrás -indiqué mirándole, más bien, recordando aquella época-. Cuando aún se llamaba New York y ni siquiera pensábamos en la posibilidad de vernos afectados por una guerra... -comenté mirándole ahora con cierta curiosidad, intentando adivinar qué edad tendría y si habría alcanzado a conocer esa época de relativa calma.

- 200? hum.... entonces me conoces?- pregunte señalandome, no se pero tenia la sensacion de que era todo una clase de dejabu. ademas mi pregunta era necesaria... cualquiera que hubiera vivido en esa epoca, 200 años atras, devia de conocerme.. pero.. me dio la sensacion de que estaba herrado el en epocas.

- no estas equibocado Louis? hace 200 años no habia acaso guerras? yo falleci en el campo de batalla... y volkomen fue volkomen por a menos unos 100 años antes de que yo muriera... y estubieron los campos de concentracion y guerras anteriores... no estaras refiriendote a algunos siglos mas atras? volkomen.. hace mucho tiempo ya que no es New York.. mucho mas tiempo que 200 años.... dije sin percatarme de que no podia ser normal andar diciendo que uno habia muerto hacia mucho tiempo...

-Ahm, ¿hace doscientos años no era el año 2000? -Pregunté algo desorientado, dándome cuenta de que en realidad no sabía qué año era el actual. ¿Tal vez estuve con Belial más tiempo del que creía? 

Negué con la cabeza a su pregunta sobre si le conocía, mirándole algo sorprendido cuando dijo que había muerto. Sin embargo, notaba su esencia lycana, viva, y su corazón latiendo. En un pensamiento fugaz, se me ocurrió que tal vez el confundido era él, y tal vez, necesitara algo de ayuda. O probablemente, ambos la necesitáramos con urgencia, dadas mis últimas y nada amenas experiencias.

-2000? hum... no lo sabria ecxactamente... para saberlo deveria de tener conocimiento de que año es este...- declare sonriendo pero antes de que me ilustrara en la fecha negue con la cabeza y levante una mano por si acaso - de todos modos, por un tiempo mas... preferiria ignorar esos datos... por un tiempo mas sser solo un simple mortal no estaria de mas...- dije sintiendome extraño, como si me dijera a mi mismo que queria seguir siendo mortal y simple por un tiempo, pero eso no tenia sentido o si? no.. no lo tenia, al menos no para mi en esos momentos.

- Louis, tocas?- señale curioso su estuche de violin, borrando esa exprecion rara de mi rostro, y sonriendo, - seria imprudente si pido escucharte?- ciertamente el violin era un instrumento fascinante, tan delicado, tan armonioso, y sin embargo, tan poderoso y debastador a la vez... no era la musica que solia escuchar, pero si, era musica que sentia relajante.

Ladeé el rostro ligeramente ante sus palabras, sin entenderle demasiado bien y notando que, por su expresión, el tampoco parecía hacerlo demasiado. Tal vez estuviese bastante confundido, aunque en estos tiempos, con todo lo extraño que sucedía, no me extrañaría demasiado. Por cortesía, prefería no hacerle pregunta alguna y bueno, esperaba que él con respecto a mí tampoco las hiciera.

Desvié la vista al estuche de mi violín cuando preguntó si tocaba, asintiendo con una amable sonrisa y atrayendo un poco el instrumento hacia mi pecho. Tal vez Lestat tuviera razón y sí que me pareciera a Nicolás con el violín y las prendas que usaba, de un estilo demasiado bohemio aunque siempre conservando cierta elegancia que me caracterizaba. 

-Oh, no sería imprudente en lo absoluto -respondí con tono amable, mirándole con una coqueta sonrisa torcida-. Pero hay demasiada humedad aquí, y el violín podría dañarse. ¿Cree que haya alguna cabaña cercana en donde la humedad no sea tan intensa?

le escuche hablar sobre la humedad.. y frunci los labios...

- no ciertamente.... a no mucha distancia estan las catacumbas.. pero eso solo tiene mas humedad... declare pensando y sin darme cuenta me habia puesto a caminar un poco... cuando senti que mi pie pisaba el agua, casi di un salto hacia el arbol, mirando con odio ese lago pantanoso...

- en todo caso si no quieres arriesgarlo a la humedad, entonces rogare por poder escucharte en otro momento... igual.. no deberias traerlo a un pantano si tu objetivo es mantenerlo lejos de la humedad... dado que aun en el estuche, probablemente le llegue algo..- dije ignorando por completo mi salto lejos del agua, y mirando al vampiro como si nada hubiera pasado.

Noté que empezaba a caminar y le seguí, sobresaltándome levemente ante su reacción al pisar el agua, casi como si fuera un enorme felino. Por su mirada, no era muy difícil deducir su aversión al agua, por lo cual amablemente le pregunté-. ¿Te encuentras bien? 

Luego cuando mencionó el tema de la humedad, guardé silencio mirando al frente con gesto pensativo, pues en todo caso tenía razón. Pensé nuevamente en los motivos que me llevaron hasta ese lugar, recordé las palabras de Lestat y luego, miré mi violín, suspirando largamente. Probablemente, al salir de los pantanos el violín terminara arruinado de todas formas, y como muchas cosas, también lo dejaría atrás. 

-¿Sabes? Pensándolo bien, creo que sí tocaré un poco, para ti. Después de todo, en unas horas las cuerdas ya se habrán arruinado, así que, ¿por qué no disfrutar de la música ahora? -Pregunté casi de forma retórica, mirándole con una amable sonrisa al tiempo que me detenía, aguardando su respuesta.

- si estoy bien....- dije gruñendole al agua casi.. pero luego me distraje cuando dijo que si tocaria, porque de todas formas se arruinaria el instrumento.

- hey.. esta bien que esta humedo.. pero no tanto como para que se arruine el instrumento de tal manera que no puedas tocarlo de nuevo jajaja, para eso necesitarias semanas, incluso usandolo, no lo arruinarias tanto... salvo que lo tires al pantano...- dije pensativo mirandole con los ojos bien abiertos, tenia el ojos verdes como los mios, brillantes... probablemente mas brillantes por ser vampiro. - si lo tiras al pantano ahi si, no tiene arreglo.-

Observé las aguas oscuras y misteriosas volviendo a recordar esa noche junto a mi pequeña y amada Claudia, la forma en que el cuerpo de Lestat desaparecía hundiéndose en las profundidades de los pantanos de New Orleans. Supongo que incluso mi mirada adoptó nuevamente esa melancolía que según los vampiros que me conocían, me caracterizaba, aunque yo no era realmente consciente de ello. 

-No creo que pueda volver a tirar algo que aprecio, al pantano de esa forma... -comenté casi para mí mismo, cerrando los ojos unos momentos para luego mirarle, notando su expresión y sonriendo de lado, levemente. Notando que sus ojos se parecían a los míos un poco, aunque me parecía, que los suyos eran más misteriosos e intrigantes. 

-De todas formas, me desaceré pronto de él, así que no importa realmente -indiqué viéndole aún, volviendo a caminar con cuidado de no ensuciar mis zapatos en las negras aguas y procurando pasar por tierra firme, pues así, a él le sería más sencillo seguirme.

le seguia y escuchaba.. tirar algo de nuevo... que habria tirado.... no parecio realmente prudente perguntar... pero luego de todos modos dijo que se desaria pronto del violin... entonces sonrei

- entonces, me lo darias a mi?-- pregunte con una sonrisa simpatica, mientras metia mis manos en los bolsillos buscando mis cigarros y el encendedor, encontrandolos, buscando uno y encendiendolo. - las memorias son mas faciles de gravar en la mente, cuando tienes un objeto que te recuerda a ellas... entonces, jamas olvidare que conoci a Louis de pointe du lac...- bueno yo tenia mis motivos para decir esas cosas, aunque probablemente solo desconcertarian a louis.

-Claro, aunque lamento que no sea un instrumento de primera calidad ni esté en tan buen estado como desearía, para poder regalarlo... espero que no te importe, lo siento -me disculpé sinceramente, pues en verdad me daba algo de pena regalar un objeto que ni siquiera estaba nuevo, aunque cualquiera que lo viera diría que estaba en perfectas condiciones.

Cuando dijo aquello sobre las memorias, bajé la mirada con los ojos muy abiertos, comprendiendo a qué se refería... y comprendiendo un poco a Lestat... pues aquel objeto le había recordado a Nicolás a tal punto, que incluso había derramado varias lágrimas al confundirme con su segunda creación. Y sentí cierto dolor punzante en el pecho, en donde debiera de latir mi corazón.

- si estubiera nuevo no serviria como memoria no crees?- dije sonriendo, pero luego note esa mirada en el, como si sintiera dolor en recordar algo, me hacerque y le di una animosa palmada en la espalda.

- anda, acomodemonos en aquel arbol y escuchemos como tocas!, siento que hace siglos no escucho a alguien tocar un violin.-

-En eso tienes razón -indiqué, sintiendo su palmada y dedicándole una leve sonrisa simpática y amable. Le seguí hasta el árbol que señalaba y desenfundé mi preciado instrumento, aquel que por el último medio año me había acompañado. 

Mientras Cerberus se acomodaba contra aquel árbol, yo me dediqué a probar las cuerdas y acomodar el violín, quedándome de pie frente al licántropo, llevando el arco a las cuerdas empezando a tocar lo que al principio, podía parecer una melodía melancólica aunque muy pasional a la vez. 

Nada previamente ensayado, sino algo que formaba en el momento, sintiendo mis pensamientos desvanecerse y mis emociones fluir dentro de la música, la cual, parecía ser de un estilo bastante particular, nuevo, lejano de lo clásico. Un sonido casi mágico que me hizo cerrar los ojos con expresión calma. Tocar de esa forma, espontánea, me brindaba una curiosa paz que en siglos no había conseguido, ni con libros, ni con poesías, ni con la compañía de otros inmortales.

Elements - Lindsey Stirling

me acomode mientras el arreglaba su violin y lo ponia en pocicion, y luego, con mi cigarro en los dedos, levandolo de vez en cuando a mis labios, lo escuche.... ciertamente, no habia sonidos como los de un violin, podria amar las baterias y los bajos y el repique de una guitarra pero un violin, estos instrumentos tenian un sonido tal... que podian llevarlo a uno a otros mundos, mover el alma sin que ningun sentimiento se viera afectado y a la vez, afectar todos al unisono.

lo observe por un buen momento, para luego dejarme llevar por la musica y cerrar los ojos, recordar, recordar lo poco que recordaba y lo mucho que habia vivido en cuanto... dos meses tal vez... casi tres? solo con suerte eran tres... eso le causo gracia.

al terminar el tema aplaudio lijeramente y no mucho, para no incomodar.

- ha sonado fabuloso!

Bajé el violín una vez terminé aquella melodía y le sonreí algo cohibido por su aplauso y sus palabras, en realidad no creía que fuera para tanto. Después de todo, sólo llevaba medio año desde que había aprendido a tocar el violín, así que en mi opinión, apenas era un principiante. 

-Muchas gracias, Cerberus, pero no creo que sea para tanto. Apenas soy un principiante -comenté amablemente, acercándome a él y volviendo a guardar el violín en su estuche. Luego tomé asiento a los pies del árbol, junto a él, y observé el cielo con gesto melancólico, pensando, imaginándome, cómo en su momento, debió de sentirse el escuchar tocar a Nicolás... aquel misterioso violinista.

- seras principiante.. pero eres vampiro no? he leido que los vampiros suelen tener la habilidad nata para aprender todo, una vez lo ven, y estudian lijeramente, pueden lograr ser expertos en cualquier cosa... no es asi?- pregunte llevando el cigarro a mis labios mirandole con curiosidad...

- en todo caso, a mi me gusto, asi que, no importa si eres realmente un experto o un principiante, de hecho tampoco importa si me gusto a mi o no, el secreto... lo veia algo melancolico por lo que le pique la sien mientras soltaba humo - el secreto esta en que te guste a ti.- aclare sonriendo