Nyanpire in the shop

-Que las vomite.-respondí sentándome bien.-Tendrá que hacer el esfuerzo ¿no? si realmente quiere estar contigo no sólo haréis lo que él quiera y le guste.-miraba a la chica correr de un lado a otro mirando el movil, maldiciendo mil veces y al final tirándolo al suelo para pisotearlo.-¡Eh! ¡Eso te lo regalé yo!

-¡Lo sé! ¡Pero detesto a mi novio! ¡O lo que sea ahora!-dijo antes de venir a sentarse con nosotros.-Cat... dame mimos.-murmuró abrazándome y yo acaricié sus cabellos.

Más que amigos eran mis segundos hijos, sobrinos o simplemente niños de guardería que cuidaba... porque no eran muy maduros a veces y los veía como pequeños cachorros.

Ya sabes que a él le gustan las mujeres, tal vez termine por aburrirse de mi - murmure y vi el correteo que hacia una de las chicas.

Me los quede mirando, me levante y cogí el celular arreglándolo, me senté de nuevo en la silla poniendo delante de Cat el aparato, suspire cerrando los ojos. Cree un hada con fuego que hice aparecer y la puse a bailar por encima de la mesa tarareando una antigua canción celta.

Ella se quedó mirándola y yo acariciaba sus cabellos. Intentaba que nos animáramos, aunque yo temía al fuego tanto como aquella lycan. Sin embargo, los dos contemplábamos aquello fascinados.

-A pesar que temo al fuego termino siempre quemando cosas.-murmuré.-En eso me parezco a alguien que conocí una vez... el amante de mi padre.-dije escuchando su voz.-No tienes mala voz, pero deberías aprender a entonar mejor... quizás lograrías retenerlo de esa forma.

Sonreí de lado y toque al hada lo justo para crear tres mas y que se pusieran a bailar en pareja, le mire y reí levemente.

Tal vez si sepa entonar mejor, pero soy mas de pop rock.... - sonreí de lado

Comencé a cantar una canción que hacia unos años que compuse.

Spoiler:

-No lo haces mal, aunque a mí me va el rock más oscuro o glam.-comenté riendo antes de abrazarla y besar su mejilla.-Si un día vuelvo a tener banda te enseño a tocar una guitarra, tocarías conmigo en antros de calidad como este... no en esas mierdas que llama ese demonio "lujo". Para mí es sólo ostentar.

Me quedé en silencio viendo como mi conocida se iba, buscaba a su hermano para traernos algo de tomar. A mí me pondrían sangre sintética, a ella tal vez un refresco.

Reí levemente algo sonrojada cuando me dio un beso en la mejilla, hacia tiempo que no le cantaba a nadie, y tal vez sin música la letra quedaba algo rara.

Puede que si que le cante, él también me canta -torcí un poco mi sonrisa y me volví a distraer mirando el local.
No te gustaría probar la sangre de demonio? Así me dices que gusto tiene para un vampiro - le mire poniendo cara de gatita inocente.

-No, no me interesa. Yo sólo bebo sorbos de los humanos, ni los llego a matar, y bueno compro sangre sintética a Daichi.-comenté cerrando los ojos.-No es lo mismo, pero no quiero ser un krusnik como alguno de mis amigos. No me siento cómodo del todo con ellos, aunque sí con uno y es porque él ayudó a nacer a mi hijo.

Recordaba ese momento y mis vellos se levantaban. Amaury llegó como un tifón, me encontró y supo quien era. Tuve miedo porque había visto su destrucción años atrás, justo cuando discutió con mi padre y este le hizo marcharse... se marchó enloquecido sin saber bien qué responder. Sin embargo, me ayudó a parirlo y dijo que debía buscar un buen nombre para él. Era de los pocos krusnik que no me atemorizaban.

Ah bueno - murmure sonriendo levemente.

Me puse a juguetear con la lamparita que había en la mesa mientras esperaba a un rico refresco, volviendo a tararear y mirar de vez en cuando a los lobitos, me encantaban.

Tengo una colección entera de lobitos de peluche -murmure sonriendo como niña pequeña, aunque claro estaba que no eran lobitos como los que habían en el bar.

-Creo que te gustaría mi hijo.-comenté jugando con mi anillo.

Llevaba aún el anillo de pedida de Dio. No tenía valor para sacarlo de mi mano. Cuando lo conocí pensé que su nombre era sensacional, era igual que el nombre del gran Dio, el cual aún se debatía entre la vida y la muerte por culpa de un terrible cáncer.

-Jack!! Pon Dream On!! de Dio!-exclamé provocando que se moviera el chico de la barra conectando aquella canción.-Ah, sí... joder.-murmuré estirazándome como gato.-Soy un viejo rockero... un maldito metalero... no puedo olvidar la música que me vio nacer, que estuvo en mi infancia.-sonreí antes de mirarla.-Echo de menos a Dio y algunas canciones de Ronnie me recuerdan tanto a él... esa fuerza de voluntad, esa pose poderosa... echo de menos a mi lycan.

https://www.youtube.com/watch?v=tPTuvmXGdpA&feature=fvst

Me gustaría conocerle, tal vez podamos ser amigos - murmure comenzando a sentir algo de mareo.
Llevé la mano a mi frente para aguantar la cabeza en la mano dejando el codo en la mesa, cerré los ojos respirando hondo. Hacía varios días que me encontraba mal y no sabía que podía ser.

Puedes acompañarme al baño? Me encuentro mareada y tengo nauseas - murmure con el ceño fruncido aun con la mano en la frente y los ojos cerrados.

Me levanté cuando dijo eso, me precoupó verla así de cansada. Era raro que un demonio tuviera mareos o ganas de ir al baño, normalmente eran seres muy poderosos y enteros.

La tomé por la cintura girándola para el aseo femenino. No importaba si entraba, todos allí sabían mis preferencias. La miraba algo horrorizado porque hubiera enfermado de algún mal que únicamente afectara a su raza, aunque empecé a pensar que quizás había algo más. Podía estar embarazada, porque normalmente daba mareos, pero era demasiado pronto para alarmarla.

-Vamos, iremos a que te eches agua y cierres los ojos sentada sobre el mueble de mármol del lavabo.

Apoyé mi cabeza en su brazo puesto que era mas alto que yo, entre abría los ojos para ver donde me llevaba. Había comenzado a ser una molestia.

Todos piensan que él no es el mejor para ser mi pareja, pero no encuentro a nadie que me aguante tanto como él - murmure de camino al baño notando levemente su cara de horror y preocupación por que hubiera enfermado. Dice que soy suya pero sigue pensando en acostarse con mujeres - suspire levemente cerrando los ojos de nuevo llevando la mano a mi tripa que parecía moverse. - No te muevas... - me queje por el dolor que me daba