Nail in my coffin {Libre}

Cuando un hombre necesita pensar acude al mar y no por que este tenga las respuestas, que no las tiene, si no por que el paisaje ayuda a calmar las ideas y el cielo azul claro sosiega el alma. ¿Pero que tenia que pensar? La decision ya habia sido tomada. Abandone todos esos años en el servicio policial en donde habia obtenido pocas satisfacciones personales y mas angustias que otra cosa y le tiré la placa policial y mi arma practicamente a la cabeza de mi superior.

He visto el verdadero rostro de esta deprimente ciudad pintarrajeada y adecentada como u a prostituta de lujo. Las calles son alcantarillas alargadas y esas alcantarillas estan llenas de sangre en donde se forma una costra en los desagües donde todas las alimañas se ahogaran. La mugre acumulada de tanto sexo y tantos asesinatos les cubrira con su espuma hasta la cintura y todas las putas y los corruptos alzaran la vista y gritaran por su salvación y yo susurrare con regocijo: Os lo adverti.

Lo mas logico para mi y para mi hermana seria largarme de aqui, huir del pecado y sin embargo estaba pensando justamente en lo contrario, en sumergirme mas en él, hasta que me llegase a la altura del cuello y lo peor de abrir un nuevo negocio no es temer si funcionara o no...si dara rentabilidad o sera un fiasco...lo peor son las consecuencias que puedan conllevar mis actos. Sabia que meter las narices en ciertos lugares acababa salpicandote el rostro de mierda... Pero habia renegado del sistema, iba por libre...estaba solo sin nada que me respaldase y estaba mas asustado y euforico que nunca.

Unos niños correteaban por la playa jugando a pillarse los unos a los otros. Detras iba su padre que los llamaba para que no corriesen tanto. Eran las siete de la tarde, pronto anocheceria y tanto él como yo sabiamos que no era seguro sacar a pasear esas criaturas tan inocentes y apetecibles para algunos seres.
Me quedaré un poco mas, quizas hasta que la oscuridad me impida ver el horizonte y luego regresare a casa, tengo preocupada a mi hermana y verla triste me hace sentir peor que cualquier dolor fisico.

Eran un poco mas de las 6 de la tarde, casi las siete para ser exactos, ya no había rastros del sol pues la puesta de sol es exactamente a las seis, por lo tanto me decidí a salir a dar un paseo en aquella ciudad que alguna vez pise, las playas sobre todo.

Mientras pisaba la arena descalza me acorde de cuando encontré en dicho lugar a Electra. ¿Que habría pasado con ella? ¿ estaría atrapada aun en el abismo? Seguro estaba con Demihan en algún lugar del universo de ello no me cabía duda o me esmeraba en creerlo para no sentir pena por ellos. Bueno por ella pues el gemelo de Damihus nunca fue precisamente mi adoración.

En esas estaba cuando un par de mocosos pasaron corriendo y su padre detrás de ellos, de nuevo algunos recuerdos me asaltaron y tuve que desviar la vista hacía alguien mas, un hombre, solitario y pensativo. Mi mirada se centró en él entonces y le escrute tanto como la distancia que nos separaba lo permitía.

El sol ya se ocultaba por el horizonte para dar paso a la noche, aquel padre tomó a sus hijos por las muñecas y practicamente los arrastro hacia el coche que seguramente tendrian aparcado al final de la playa pese a los refunfuños de sus pequeños. En una ciudad asi, la precaucion era tu mejor aliada, podia hacer que vivieses otro dia mas y ya muy pocos eran los humanos despreocupados que tachaban de mitos a esos seres que nos mataban como si fueramos moscas molestas.

Suspiré y cerré los ojos retirandome las gafas de sol para hundirlas en mi cabello, sobre mi cabeza. Al menos esta corta meditacion me habia ayudado a tomar una decision, buscar inversores. Gente rica, dispuesta a ofrecer parte de su fortuna a financiar mis investigaciones, seguro que habia algun alma caritativa por ahí.

Para cuando iba a levantarme senti que mi cuerpo flojeaba, un hormigueo me recorria todo el cuerpo obligandome a quedar nuevamente sentado. Los pinchazos en mis sienes fueron lo siguiente, algo estaba apunto de suceder, claro, siempre ocurria cuando tenia ese tipo de visiones.

Entonces escuche gritos de horror, maldiciones, insultos y una fuerte explosion. Lo que vi fue como un avion caia en llamas y aterrizaba de morro contra la arena para estallar en pedazos... justamente en la playa en la que estabamos yo...y una solitaria mujer a unos kilometros de distancia.
Cuando volví en mi mismo me faltaba aire. Me levante tan rapido que volvi a dar con las rodillas en la arena. Agite las manos reclamando su atencion.

-OYE, LARGATE DE AHI!- se me ocurrio gritarle, no podria llegar hasta ella, no podia hacerlo y regresar para mantener mi cuerpo intacto -VA A CAER UN...- pero quedé privado de aliento, pues lo que habia visto, aquel desastre se aproximaba a una velocidad vertiginosa. Quise moverme, pero no tuve tiempo. El avión cayó cerca de ella, el impacto hizo que se desprendiera en miles de trozitos y que uno de ellos un trozo de chapa candente, me alcanzara en el pecho impulsando hacia atras mi cuerpo.

Los sentidos aguzados y todo lo propio a mi raza hicieron que antes de que aquel hombre gritara agitado que me alejara del lugar donde iba a ocurrir el avionazo supiera lo que iba a hacer en los siguientes segundos. Por lo visto los humanos de hoy en día habían perdido todo gesto "humano" de ayudar a la dama desvalida o en apuros y solo buscaban salvar el pellejo propio, que lástima era un bonito ejemplar.

Era mucho mas veloz que su mirada así que para él sería una suave brisa y entonces opte por ser yo quien lo salvara a él- Shhh...Shhh...- suspire en su oído cogiendolo por detrás como en una película de acción y drama y aquellos miles de trocitos se quedaron suspendidos en el aire gracias a mi telequinesis, claro que pronto explotaría así que tuve que alejarme con él de la escena y entonces jalándolo por un brazo lo obligue a correr, o mas bien lo arrastre y cuando aquella cosa mecánica explotó solo sentimos el vibrar de la tierra y detrás de nosotros la explosión sin alcanzarnos, solo dibujando la culminación de la escena de película.

Estas bien?-le pregunte al muchacho que en apariencia era mas fornido y musculoso. Pensé que con los años los aviones serian mas confiables y mira, es todo lo contrario-dije sacudiéndome la arena del vestido negro que llevaba y sin inmutarme o preocuparme por cuantas vidas se hubiesen perdido con el avionazo.

Por un segundo me sentí desvanecer, humo, cenizas, trozos de chapa metalica, todo era en definitiva un caos, pero alguien me agarro y jalo de mi, me insto silencio y tiro de mi cuerpo cuyas piernas se movieron instintivamente alejandose del peligro. Cuando mire a ese alguien vi que era la mujer de la playa. Su velocidad habia sido asombrosa, tipica...tipica de esos seres que beben sangre y duermen de dia. No me asombró toparme con un vampiro, si me asombró que evitase que me ardiese la piel.

Un estruendo a mis espaldas me estremeció nuevamente y detuve mis paso soltandome de su agarre para mirar hacia atras. El negro humo se elevaba por el cielo al igual que unas densas y voraces llamaradas que surgian de las entrañas del avion. Estaban todos muertos si, pero muertos desde que el avion habia comenzado a descender en picado.

-No...no ha sido un fallo, no ha caido por que si...los han asesinado a todos- susurré aun con el corazon latiendome en la garganta. Me recliné sobre la arena, dejandome caer con todo el peso de mi cuerpo -Si....si lo estoy...gracias señorita...?- y la miré, vi una mujer hermosa con una mirada verde y reluciente, un ser eterno con su caracteristica altivez e indiferencia a la vida humana. Y sin embargo me habia ayudado. Si aquellos metales hubieran explotado en mi pecho...senti un panico horrible..un terror insufrible. La sola idea de no ver a David, de no ver a mi hermana...me helaba la sangre.

Saqué el movil del interior de la chaqueta y llame a la policia -Aqui el Cassel...si ya lo se...ajá...he llamado por que deseo informar de un accidente de avión en la playa Paradysso de los angeles. Claro...es problema vuestro, solo informo- y colgué. No se habian tomado bien en el cuartel mi dimision, pues que les jodan.
-Gracias...gracias por haber evitado...en fin, una carniceria en mi pecho- me incorpore de nuevo y lancé la mano amistosamente hacia ella para estrecharsela, aunque no con mucha seguridad -Me llamo Vittorio, pero me suelen llamar Cassel-

Según palabras del moreno de ojos verdes aquello no había sido un accidente, el avionazo no era otra cosa que un atentado terrorista, aunque a mi parecer fallido pues no se llevo nada, solo hizo ver la playa como el escenario de alguna serie de televisión existente por aquellos años en que camine por el mundo. La suave brisa de la playa ahora se había empañado por ese humo negro que aun seguía saliendo de entre los escombros y para cualquiera resultaría un escenario desolador, ya casi me imaginaba las caras de los demás humanos al verlos por la televisión y peor aun aquellos que viniesen a recoger los restos o desechos en mi opinión. Yo conocía demonios que probablemente estarían ahí bailoteando o terminando de joder a los muertos.

Le llamaba algo alterado a la policia y parecía que lo regañaban o que vilmente lo mandaban al carajo, no era mi asunto ciertamente pero ahora me causaba curiosidad una cosa. Como supiste que fue un atentado?- era solo un humano común,no? Y ademas estaba a bastantes metros de la escena del crimen como para que supiera si aquellos seres habían sido asesinados y como.

Estrechaba aun su mano entre las mias, era grande y varonil, agradable por el calorcito que suelen despedir los cuerpos humanos. Le sonrei ligeramente escuchando su presentación y su agradecimiento. Yo no tenia porque asesinarlo y se lo quise decir.No ha sido nada, ni siquiera se porque lo hice. Claro esta desde luego que no tenia porque salvarte, pero tampoco sentí que estuviera bien dejar morir a uno de los pocos ejemplares humanos dignos de mirarse mas de una vez, Vittoriosonó mi voz suave y de alguna manera sensual dejandole en claro al hombre que tampoco es que yo fuera una hermana de la caridad.Yo soy Leila, Leila Van D´Hell-dudaba que me conociera, ni siquiera como Leila Malek pero al final solté su mano y aguarde a que respondiera mis otras preguntas.

-Posiblemente es el razon mas rara que me han dado en mi vida- murmuré mirandola parpadeando lentamente aunque luego sonreí y me relaje, dentro de lo posible. Solté su mano y ladee el rostro hacia el accidente, mirandolo por ultima vez, el humo negro flotaba denso disipandose en lo alto del oscuro cielo.

-¿Quiere tomar una copa conmigo? Es lo menos que puedo hacer por haberme salvado la vida- añadí encogiendome ligeramente de hombros mientras caminaba por aquella duna alejandome de ese esceneario de muerte -No tengo ganas de toparme con esos gilipollas- farfulle frunciendo ligeramente el ceño y ladeé el rostro parar mirarla, deteniendome unos segundos. Lo cierto es que ese nombre no me suscitaba nada, pero tenia gran sonoridad.

-Puesto que usted posiblemente sea un demonio, un vampiro, o uno de esos vampiros resistentes a la luz solar, pensé que sabria con entrar en mi mente como averigue que ha sido un atentado. Aunque claro, cabe la otra posiblidad de que realmente mi barrera mental haya funcionado esta vez y de ser asi tendre que agradecerselo a mi sire- comente sonriendo pensando en esa persona que ultimamente ocupaba toda mi mente en su totalidad -mhh...si no quiere tomarse esa copa le aconsejo que se largue de aqui enseguida, esto se llenara de sirenas y lucecitas en poco minutos- finalicé y me gire descendiendo con cuidado por la duna. A lo lejos estaba mi viejo mustang, que aunque pudiera parecer un cacharro sin valor, no me habia fallado ni una sola vez.

Me estaba ofreciendo una copa por haberlo salvado, eso sonaba bien, además hacía cuanto que no socializaba ni tan siquiera tenía una pequeña mascota como Dorian o como Xaphan, así qué sin pensármelo mucho, acepte.

Si es lo mejor que se te ocurre para agradecer, quien soy yo para negartelo...dije bromeando y me reí siguiéndolo hasta donde estaba aparcado un auto de esos que para este año debía ser un clásico, pensé para mi que al menos aun caminaba y eso era lo importante.

Es una lastima que esos polizontes nos arruinen lo que podría ser una buena charla en la playa, y quizás con un par de cervezas de por medio. Pero tu tampoco pareces demasiado afectado por el trauma que acabas de sufrir. Porque supongo que un atentado terrorista no es cualquier cosa,no? A que te dedicas,Vittorio? le pregunte mientras esperaba que me abriera la puerta de su automóvil mientras a lo lejos se escuchaba el sonido de las ambulancias y sirenas policiacas.

Me gusta tu auto me hace sentir como si el tiempo no hubiese pasado,sabes?-le confese-Oh por cierto no es que haya ninguna barrera mental que me lo impida, es que no he buscado nada en tu mente...no sé porque siempre piensan lo peor de los Krusnik.-dije con un tono como si de verdad lo dijera enserio, nada mas alejado de la realidad por supuesto.

Abrí las puertas metiendo la llave en la mia y fui a la del copiloto cuando di cuenta que esperaba que se la abriera, si, puede que en mi caso la caballerosidad estuviera un poco muerta, menos mal que reaccioné a tiempo. Le sonrei mientras le daba acceso al coche y luego me volví a mi puerta, sentandome en el asiento del piloto.

-Bueno dada mi profesion...o mas bien ex-profesion, he visto muchos cadaveres y.... mas de uno merecedor de provocar nauseas.- giré la llave del contacto y en ese momento la cancion que venia escuchando camino a la playa volvio a sonar a todo volumen sobresaltandome -mierda- gruñí y la baje rapidamente mirando de reojo a la señorita -lo siento- me disculpe con un rastro de rubor en las mejillas y metiendo la primera marcha por fin arranque el auto. Un auto que no me habia dejado tirado aun con todo el tiempo que lo tenia ya -si...es un buen coche y mas resistente que cualquiera de los modernos que salen ahora- comente encogiendome levemente de hombros.

En el camino nos cruzamos con varios coches de la policia cuyo sonido y colorido me dejó desconcertado por segundos -Veras antes yo era uno de esos...aunque no llevaba esos ridiculos vehiculos...ni esos trajes...mas bien era detective de homicidios- respondí a su pregunta mientras aceleraba en aquella carretera recta, olvidandome del limite de velocidad. Aquel cacharro viejo podia tirar, y mucho, podia alcanzar altas velocidades aun cuando se sintiera temblar todo él.

-Pienso lo peor de todo el mundo señorita- agregue con una franca sonrisa en los labios -En mi profesion se aprende a desconfiar, aunque yo ya lo era por naturaleza desde que naci.- la miré por unos segundos, tratando de adivinar que edad ocultaba realmente bajo ese firme rostro -¿A que se dedica Leila? ¿Que hay en Los Angeles que pueda interesarla?- pregunte algo desprendido con los ojos fijos en la carretera, pensando en que direccion tomar para llevarla a algun bar, claro que viendola, gastaba ese porte elegante de señora de gran palacio....los sitios a los que yo iba, señoritas asi ni asomaban la cabeza. Sin embargo en una de mis investigaciones pasadas entre a un local cuyo dueño habia estado implicado en un asesinato. Era un sitio bastante limpio, respetable, y con ese aire moderno y sofisticado. Allí la llevaria, pensé mientras giraba el volante a la derecha, rapidamente habiamos llegado a la urbe y ya no podia ir tan rapido por aqui.

Me había abierto las puertas del auto y entonces si, me subí, creo que estaba ligeramente nervioso pero pronto supero el nervio y comenzó a hablar fluidamente. Por lo que pude entender era alguien que estaba acostumbrado a la muerte. Los cadáveres y las muertes sangrientas no parecían ser nada nuevo y he de decir que eso fue ligeramente interesante puesto que quedaba claro que los humanos estaban perdiendo el miedo y eso también quería decir que este era nuestro tiempo, el tiempo del miedo. Aquel que por más de cinco décadas habíamos estado esperando.

Conque detective de Homicidios. Me imagino la de escenas que te habrá tocado ver, estudiar, analizar fríamente y finalmente resolverlas...exitosamente, espero. Puesto que debo admitir que tienes pinta de Inteligente.-dije mirando por la ventanilla del auto mientras veia la playa quedar atrás y tomar un nuevo destino.

Tras un poco mas llegamos a una zona mas transitada y nuestra velocidad se vio reducida, algunas personas nos miraban, probablemente pareceríamos novios o hermanos. Se me hizo gracioso el detalle de los ojos, ambos teníamos ojos verdes, bien expresivos, pero el detalle estaba en que en los de él no existía ni la mínima parte de maldad inyectada que había en los míos. O al menos, eso era lo que yo pensaba.No me dedico a nada, aun...Vittorio-le respondí a sus inquietudes jugando con mi cabello.En esta ciudad, lo que hay es un mundo de probabilidades para volver a empezar. En mi puedes encontrar el significado de la palabra perseverancia. Dos veces lo he perdido todo y esas mismas dos veces me he levantado con una victoria en la mano y una corona en la cabeza. Esta será la tercera...le conté de manera suave puesto que tampoco quería espantarlo a la primera de cambios. Una vez mas conocía a un humanito con el cual podía platicar y sentir cierta afinidad como cuando tuve a Lawrence o a Dorian en mis "vidas" pasadas.

Una mueca de amarga decepcion torció mis labios al escucharla hablar. No siempre habia resuelto mis casos, no por falta de pruebas si no por falta de testiculos de mi jefe que no queria ahondar en tenebrosos asuntos.
-Bueno, la mayoria de ellos...aunque tantos otros fueron casos cerrados prematuramente al involucrar a ciertas criaturas infernales que controlan esta ciudad de mierda- aclare encogiendome de hombros ligeramente con los ojos fijos en la carretera -y por eso deje el trabajo, cada vez que me acerco lo suficiente me lo ponian mas dificil e imposible acabando por frustrarme.- suspiré y gire suavemente el volante hasta la izquierda adentrandome en una calle mas estrecha y de un solo sentido.

No pude evitar reir divertido cuando escuche aquello ultimo. Tenia ese pensamiento entusiasta y absurdo que guardaban los emigrantes que pisaban esta tierra repleta de sueños que finalmente se rompian en mil pedazos. Yo habia sido uno de ellos, habia venido a los Angeles y habia encontrado la misma mierda pintada de colores mas llamativos...mas no podia quejarme, tenia a David y cuando pensaba en él todos mis problemas y preocupaciones se minimizaban hasta ser nada.

-Quien sabe, igual tu tienes mas suerte que yo aqui- alegué mirandola de reojo -pero....te advierto que aqui hay muchas cabezas que desean ser coronadas y pocas coronas...de hecho diria que estan todas cogidas...y si yo fuera tu me iria a otro lugar a empezar...lo que sea que desees.- le ofreci mi consejo, luego ella podria tirarlo a la basura si lo queria, al menos estaba basada en mi experiencia personal.

-Hemos llegado, espero que le agrade el lugar, hace mucho que no vengo aqui desde que se cambió de dueño- comente en lo que hube aparcado el auto dos coches mas adelante de la puerta del local. Repetí la misma jugada, sali del coche, cerre mi lado y fui hasta el suyo para abrirle la puerta y que saliera. El local en cuestion se llamaba Carpathia y tenia un aire oscuro y sin embargo sofisticado. Ponian musica gotica como ambientacion nunca para ensorceder los oidos. Me pregunte si seguirian fiel al mismo estilo, al menos la fachada seguia siendo la misma. Tambien me constaba que el lugar solia albergar algunas criaturas de la noche, pero claro a estas alturas a mi eso no me asustaba ni me causaba el menor sobrecogimiento, estaba tan marcado como para que esos demonios de dientes largos se atrevieran a tocarme.

El famoso antro no estaba nada mal, de hecho era agradable el ambiente. Creo que encajaba perfectamente conmigo. Vestida de negro, con los cabellos negros y sueltos y además aquella música que no era estruendosa pero si como me agradaba no podía negar que había sido una elección atinada.

Si nos sentamos por aquí estaría bien...-dije mientras ocupábamos un asiento de terciopelo rojo. Ah, esos lugares como solían hacerme recordar mi propio antro. Yo lo escuchaba y detectaba cierta rabia en todo su discurso, esa sensación era en cierta manera incómoda puesto que no tenía una respuesta lógica que sustentara mis planes a los ojos de un humano pero...si tenía la seguridad de qué sus esperanzas no estaban al nivel de las mías.

Gracias por el interés y por decirme lo que ya me temía, pero créeme, yo no me conformo con cosas pequeñas, ni siquiera para comenzar me conformare con menos de lo que merezco. El siguiente paso es muy sencillo,a la hora de elegir bando ¿como lo haces,Dorian?-me equivoqué diciendo aquel nombre y por primera vez me fije bien en que aquel hermoso humano de ojos tan verdes como los míos no tenia nada que ver con el asiático menudito que alguna vez fuera tan querido, probablemente estaría muerto.Vittorio, quise decir... discúlpame es que me recordaste a alguien apreciado... pedí una botella blue label de whisky y despache al mesero al menos por mi parte, aunque si él quería pedir otra cosa no me opondría.

Si la miraba veia una mujer y sus rasgos bellos y sofisticados me engañaban haciendome creer que realmente era una mujer mortal cuando ya me habia demostrado que no, por ello sus palabras parecian llevar un rumbo distinto. A Leila seguramente le importaba bien poco la politica corrupta de esta ciudad y yo solo la estaba advirtiendo sobre lo que podria encontrarse alli y desde luego justicia no era. Asi que era obvio que aquella pregunta me pillo desprevenido habiendo sido yo un agente de la ley...¿No estaba claro que postura habia adoptado? No, claro que no, pues habian agentes de la ley que eran hombres ruines y crueles y sin embargo habian jurado proteger a la nacion que ellos mismos jodian.

-Eso es algo relativo, seria mas inteligente responder que elegiria al bando que mas beneficiase, tal y como estan las cosas.- respondi y me encongi de hombros sonriendole -No pasa nada, Dorian tambien es un nombre agradable, ademas un perro mio se llamaba asi..- añadi y alce la mano para que nos tomaran nota, o al menos para reclamar la atención del camarero -Volviendo a la pregunta...creo que elegiria el bando de los buenos si es que existiera- volvi a encogerme los hombros -aunque lo dudo mucho. Pero... ¿A que viene esa pregunta?- pregunte mirandola a los ojos -¿Puedo preguntar....que es lo que dice merecer?- volvi a preguntar, cohibiendome un poco cuando llegó un chico palido, con un maquillaje profundamente marcado y una mirada intensamente azul. ¿Seria una de esas criaturas de la noche?

-Una pinta de cerveza, gracias y a la señorita lo que ella desee.- hable mirandolo directamente. Habian unas ligeras protuberancias en su mandibula y cuando espetó un simple "de acuerdo" me parecieron ver unos colmillos. Luego miro a Leila y su expresion se volvió cautelosa y hasta diria temerosa, esperando a que la mujer hablara. Hasta ahora no le habia preguntado a la mujer que era exactamente, pero por la cara del camarero supuse que seria una mujer vampiro con siglos a sus espaldas.

Ya te lo he dicho,inútil...una botella de Blue label. Tránquilo, no voy a comerte-dije con media sonrisa al camarero, que vergüenza que un ser de aquellos fuera un mesero en estos tiempos. Hubiera sido digno de una fotografia o algo así, por lo que no me quedo mas que ignorarle después de eso.

Es una buena filosofía, cariño. Siempre debes estar donde te conviene.Todo lo que sea digno de una reina como yo, porque yo soy una diosa, nací siendo lo que soy, he reinado en otros reinos, he conquistado los territorios que ni te imaginas. Emperatriz del mundo, esa que la historia de la humanidad debe recordar, quizás veinticinco años de que tu nacieras...-dije haciendo un cálculo mental aproximado de su edad.

Tu que sabes mas de cosas de humanos...como puedo encontrar a un humano que si viviera tendría al menos 60 años?-dije pensando de nuevo en Dorian.

Su respuesta hostil me indicó que era mucho mas que un vampiro, o de ser vampiro seria muy antiguo, temido por mas jovenes. Estaba dispuesto a sumergirme de lleno en el conocimiento de todas las criaturas sobrenaturales que estuvieran entre los archivos de Talamasca a fin de conocerlas mejor...quizas en ellos encontrara referencias de la raza de esta mujer. Hablaba de ella con regocijo, desde luego tenia un serio problema de ego. Reina, emperatriz, diosa...¿Serian ciertas sus palabras o tan solo una magnificacion de algun titulo nobiliario?

-Bueno dejame que investigue un poco sobre ti Leila y quizas vea algo de esa grandeza dela cual hablas.- comente con una media sonrisa y asentí a su ultima pregunta - Tenia entendido que los seres como ustedes tenian la capacidad de meterse en la mente ajena. ¿No probó a hacerlo en la mente de esa persona a la que busca? y si no, se puede buscar facilmente si estuvo dicha persona involucrado en algun acto delictivo.- atraje la pinta de cerveza con la mano y le di un buen trago refrescandome la garganta.

-Dejame adivinar....esta tratando de reunir un ejercito, mhh? para combatir a quienes? Los Angeles estan repletos de demonios y criaturas sobrenaturales que orinan en las esquinas de cada calle para marcar territorio.- en mis palabras se notó esa hostilidad, esa ira e impotencia. Di un nuevo trago, esta vez mas largo que el anterior, mis ojos brillaron de inconformidad.