Naturaleza Muerta (Adrian)

Era de día... serían... ¿qué hora? Las 4 de la tarde ¿tal vez? El sol se encontraba alto y brillante en el cielo... El viento recorría aquel bonito bosque al pie de los Alpes suizos... Extraño ¿verdad? Luego de la batalla del Armagedón quedaban pocos lugares tan limpios, puros y sin mella como aquel... La sensación de vigor y de frescura que daba aquel lugar era simplemente maravillosa, los pájaros trinaban y los animalillos parecían venir de aquí para allá.
Un chico rubio se encontraba sentado en la hierba, en la orilla del lago... Estaba semidesnudo, solo un traje de baño mojado lo vestía, su piel se encontraba salpicada de múltiples gotitas de agua, gotitas que parecían brillar a la luz hermosa del sol... El muchacho se había bañado en esas aguas puras y cristalinas... En ese momento sonrió con malignidad mientras observaba el quieto espejo de líquido y observaba su reflejo.
"El lago tiene derecho a bañar el cuerpo de un ser perfecto antes de morir ¿no? Luego dicen que no soy considerado... ¡Ja!" pensó con ironía mientras seguía observando las aguas.
Luego alzó una mano frente a sus ojos y la alejó, como examinándola, esbozó una media sonrisa y al hacerlo la uña del dedo índice comenzó a alargarse y afilarse hasta volverse casi una especie de garra que se volvió negra de inmediato. Repitió el proceso con la otra mano, luego, con delicadeza, casi con cariño (bien fingido) posó lentamente el dedo índice de la mano derecha dentro del agua, mientras que tocaba con la punta del dedo índice de la izquierda la hierba a su lado...
El efecto fue casi inmediato... Una mancha negra y sucia comenzó a extenderse por el lago, otrora cristalino... El interior de la masa de agua pareció revolucionarse y burbujear y todos los peces que lo habitaban terminaron flotando en la superficie, totalmente muertos.
Lo mismo pasó con la hierba que la otra uña tocó, la misma se marchitó y secó totalmente y la mancha se extendió por toda la hierba, resecando el césped, matándolo... La infección trepó por los troncos de los árboles que se ajaron y agrietaron, las hojas cayeron de sus copas con rapidez como si fuera un otoño acelerado, los animales atrapados por la infección terminaban convulsionándose en el suelo hasta dar un último suspiro... Asmodeus sonrió... Sabía que la infección continuaría avanzando hasta que cubriese enteramente aquel bosque.
- Mmmm... Creo que llamaré a esta obra... Naturaleza Muerta... Es poco original... pero bueno, muy literal...- rió con sarcasmo mientras se sentaba sobre la crujiente hierba y aspiraba aquel aire que antes puro ahora parecía viciado y contaminado también.

Acostumbrado a como era la vida desde que habia ido a vivir con Siegfried, ahora tenia que dormir de dia y vivir en las noches, a veces olvidaba como era el cielo azul y brillante, como era sentir el viento en el rostro sin que este helara mis mejillas e incluso comenzaba a olvidar los sabores de la comida mortal, la cual comenzaba incluso a parecerme poco atractiva.

Aun a pesar de todo lo que habia dejado a atras por el, para seguirlo, incluso al fin mismo del universo, él, se habia alejado de mi, extrañamente solo habia dicho que iria a un viaje de negocios en Suecia y de eso ya habian pasado mas de un mes, y no tenia noticias de el, ni de sus asistentes personales, y la guardia, que siempre me acompañaba a donde fuese, tampoco sabían darme respuesta.

Me encontre con la triste realidad como hacia tanto tiempo que estaba solo, y que debia seguir solo pese a la pena que me provocaba que el no fuese capas de comunicarme nada, sin embargo iba tras sus pasos, en busca de explicaciones.

Habia llegado a Suecia, sin ningun exito y ahora me dirigia a Finlandia, esperando encontrar a sus asistentes ahi, que era de los unicos que habia logrado tener algo de informacion, sin embargo de camino al llegar a los alpes, extrañamente todo parecia visiado, nada extraño comparado con los lugares donde vivia, y demaciado normal a sabiendas de los seres que rondaban la tierra.

Mientras el Demonio seguía disfrutando de aquella destrucción y corrupción que había provocado escuchó algo e medio del bosque... Aguzó un poco el oído, prestando atención a cada sonido que saliese de la foresta... Después de todo, cualquier ruido podía ser considerado casi anormal luego del abrupto silencio que se había hecho en el lugar después del envenenamiento causado por su poder...
Si, definitivamente algo se movía en la foresta y parecía acercarse, algo había sobrevivido a la corrupción o había llegado luego de la misma... Se acercó hacia los árboles alejándose un poco del lago. Gracias a que todas las hojas de los árboles cercanos habían caído, había poca cosa que obstruyera la vista. Fue así como vio como un chico se acercaba por el sendero del bosque... El demonio se mesó la barbilla pensativo... ¿que hacer? ¿Atacarlo y que cayera como el resto de las cosas en ese lugar, o simplemente quedarse a esperarlo? Decidió la segunda opción y con la agilidad de una serpiente se deslizó nuevamente hacia el ahora contaminado lago y se sentó a su orilla nuevamente.

Era un aroma desagrable, el estar tan cerca de un lago putrido, podia ver cadaveres de los animales que habia vivido en el, e incluso un cadaber humano o eso creia, pero sin embargo, habia algo que sobre salia de toda aquel putrido escenario, un hombre, joven, provablemente al rededor de los treinta años, vestido en traje de baño, pese a estar en ese lugar.

Me quede a unos pasos de el, conteniendo el aliento, pisando las ojas muertas que se hacian polvo bajo mi pie.

El Demonio se quedó sentado, pero giró de tal manera que ahora quedase no sentado mirando al lago, sino mirando a los árboles, donde podía ver con total claridad la figura del joven que parecía haberse quedado allí parado, como indeciso de si seguir moviéndose o no... Asmodeus esbozó una sonrisa difícil de catalogar... podía calificarse como amable aunque también como cínica. Dijo:
- Ven aquí muchacho, acércate... No voy a lastimarte, no tengo ningún interés en ello...
Y en cierta manera era sincero... Por lo menos no tenía ningún interés en lastimarlo de momento, se sentía sobremanera intrigado por la presencia de aquel chico, por saber quien era, a que raza pertenecía y otras cosas... ¿Quién sabe? Tal vez si lograba ser lo suficientemente entretenido ni siquiera le hiciese daño alguno, se sentía bastante satisfecho ya con lo logrado en el entorno.

Me acerque, solo unos pasos a aquel hombre, sin dejar de bajar la guardia, suponiendo que algo bueno había sacado de mi convivencia con Siegfried.

-Extraño lugar para estar tomando una ducha, no cree?-pregunte mirando el pestilente lago las aguas negras y los cadáveres de los peces, pateando uno con el pie- Yo no me meteria a esa agua.

Rió ante lo que dijo el chico y continuó sentado en el marchito césped mirándolo desde su posición, con una sonrisa negó con la cabeza y le dijo:
- No hay cuidado... Después de todo, me metí al lago y salí de él antes de que las aguas se contaminasen de tal manera que lo único que ha bañado mi cuerpo fue agua pura y cristalina...
Arqueando una ceja preguntó:
- Y puedo saber, si no es mucho atrevimiento... ¿Qué hace un muchacho, aparentemente tan "puro" como usted internándose en un bosque tan corrupto y horrible?

-Estaba de paso-conteste sin moverme de mi lugar, mirando al hombre.-Y puro no soy, aun que parezca, al menos eso creo.


Dije sonriendo ligeramente, levantando el rostro para fijarlo en el putrido lago.

-No te molesta el aroma?-pregunte volviendo la vista al hombre.-Por cierto, me llamo Adrian, Adrian Bennett - dije presentandome- Y tu eres?

El Demonio sonrió astutamente ante lo que dijo sobre lo "puro" le respondio:
- Por eso mismo dije: "aparentemente". En un mundo como e actual no se puede estar seguro de las cosas, aunque parezcan obvias... Y sobre el aroma, no es algo que me moleste demasiado, pero eso tiene fácil remedio...
Hizo un movimiento de su mano hacia la zona opuesta a donde ellos se encontraban y el aroma pútrido del lago pareció desplazarse y concentrarse allí, dejando el aire de donde ellos se encontraban menos viciado.
Arqueó una ceja ante su presentación... Adrian Bennett.... Por alguna razón ese nombre se le hacía conocido, no sabía muy bien de que... Suspiró y dijo:
- Tuve muchos nombres a lo largo de la historia, pero todo se puede resumir en uno, un nombre y un título: Asmodeus, General Infernal.

-Oh vaya... mas familia lejana.-comente sonriendo ligeramente agradeciendo que el aroma a podrido no se sintiera tanto en ese lugar.-Pues un gusto Asmodeus.

Dije acercandome un poco mas.

-Y que te trae a la tierra, ademas de venir a envenenarla?-pregunte levantando lijeramente una ceja, sin dejar mi sonrisa atras.

Momento... ¿Familia lejana? Por el Infierno, ¿a qué se refería éste joven? ¿Acaso él sería el hijo de Leviathan que Naamah le había mencionado? Lo dudaba, porque en ese caso no hubiera sido una familia demasiado lejana... Entonces ¿a que rayos se refería? Arqueando una ceja, le dijo al muchacho:
- Explícame una cosa... ¿Cómo que familia lejana? ¿Quienes son tus padres y cual es mi relación con ellos, en ese caso?
Suspiró y dijo:
- Envenenar la tierra me trae serenidad... Si he venido a corromper este lugar lo hice porque necesito corromper... Me tranquiliza y me hace sentir bien... Bueno, cada uno tiene su terapia ¿no?- con este último comentario soltó una carcajada suave mientras se echaba sobre la orilla del lago.