Ukelogía [Adrian]

Viernes por la noche: no hay nada mejor en este mundo. Tenía muchas ganas de beber y bailar y estaba dispuesto hasta a bailar un poco con alguna chica, aunque pondría mis límites. Hasta cierto punto están bien pero más allá pues no me llaman la atención. Voy a los barrios bajos, vestido un poco elegante pero con clase. Pantalón rojo y camiseta y saco negro. Esa idea de camiseta con saco me gustaba, me parecía cómoda y elegante a la vez.

Spoiler:

Entro a uno de los bares y ya iba a pedir una cerveza cuando pienso que debo ser mucho más cool que eso. Todos traen cerveza y ahora extrañamente no los envidio, simplemente quiero ser mejor y ser yo a quien envidien. Pido vodka tonic y me lo bebo de un sorbo. Luego voy a la pista de baile y bailo sin tener una pareja, simplemente comparto mi genialidad con todos.

Después de un rato de divertirme, regreso a la barra y pido otro vodka. Esto prometía ser una buena noche.

Habia salido, aprovechado que Siegfried se encontraba de viaje, habia indicado que tenia deseo de salir un momento, alejarme de todo aquel ambiente aseptico y ordenado, donde no se hablaba de otra cosa que no fueran negocios, asi que habia pedido a la escolta que me llevaran a uno de los bares de los barrios bajos, uno que sabia bien, era parte del consorcio que manejaba Amaury, asi no estaria tan en riesgo, puesto que habia lugares que eran de Caim.

Entre con calma, vestido con algo brillante, recordando como solia vestir en mi otra vida, una camisa con lentejuelas brillantes en color rosa, y jeans azules, tenis converse en el mismo color de la camisa y el cabello alborotado, era facil y me sentia comodo.

Spoiler:

Entre enseguida al bar, llegando a la barra, pidiendo un wiskey en las rocas, sin esperar nada mas.

Volvi la vista un tanto contrariado de que alguien me hablara, aun que por un momento crei que era Andrew, pero nada, era un chico desconocido, al que nunca antes habia visto cerca de ahi.

-Adrian, mucho gusto.-dije extendiendo mi mano, sintiendo de inmediato algo, una sensacion extraña, su presencia en general era demaciado parecida a la de Jane- Si, es una noche movida.

Comente y sonrei y tome el vaso apurando el contenido, dejandolo en la mesa, haciendo señas para que me sirvieran mas.

Ya que el chico de al lado no es humano y además me antojó el whiskey, decido hablarle. Me intriga, pero la verdad es que en tanto tiempo de vida luego pierdo la noción de cómo se reconocen a todas las razas. Tiene algo de humano, pero no lo es. Es un poco la sensación que tengo cuando me topo con un mago pero pues... whatever. Igual si lo conozco un poco, logro saberlo. Y si no, me intrigará más. De cualquier modo, si es amable y divertido, será un gran cambio con respecto a los demoniacos con los que me había topado hasta ahora.

Le sonrío cuando estrecha mi mano y luego echo una mirada a la pista de baile.

- Ya veo... no conocía este lugar. Acabo de mudarme.

Sería un poco extraño decir que no conozco este sitio en esta década, pero pues, quedaba raro. Me bebo el whiskey y dejo el vaso, dispuesto ahora a beber mi vodka, pero apenas lo he empezado cuando veo la máquina de frappé y se me antoja otra cosa. Y lo peor es que no es por gula, sino por envidia de que la máquina puede tener hielo y yo no.

- ¿Vienes aquí seguido, Adrian?

-Pues no tan seguido.-conteste tomando mi vaso nuevamente bebiendo el Wiskey.- Antes solia venir con mi hermano, pero bueno... supongo que mi situacion actual no me permite este tipo de esparcimiento, a menos que me escape como hoy.

Comente sonriendo traviesamente, terminando mi bebida, pidiendo mas.

"Situación actual"... no sé si reírme, pero me parece divertida esa forma de decirlo y empiezo a teorizar sobre lo que se refiere.

- Nanda sore? ¿Qué rayos fue eso?

Termino cediendo a la risa y río un poco.

- ¿Lo dices porque tienes novia? ¿Novio? ¿Quever? ¿Acompañante nocturno? Porque venir a un lugar como este, no significa necesariamente que te portarás mal. Te lo digo por experiencia personal no tan grata.

Bebo mi vodka, divertido con mi forma de decirlo.

Sonrei, era raro hablar con el, pues nunca me habia llamado la atencion hablar o aprender el japones, preferia los idiomas escandinavos, el fines era mi especialidad.

-Pues... digamos que mi consorte, no me deja salir.-comente mirandole fijamente--a menos que sea acompañado de la guardia, pero me les escape, por poco tiempo, en unas dos horas o menos me localizaran, pero en lo que lo logran, me vine a divertir un poco y no es por que me porte mal, sabes.

Dije dando un trago a mi bebida.

-Es simplemente que... a como fue educado el, yo solo pertenesco a el, o algo asi me dio a entender.

Escucho sorprendido la palabra "consorte". De todas las que pudo elegir esta es sin duda alguna la más extraña, original y divertida que he escuchado. Me volteo para quedar sentado exactamente frente a él y sonrío con esa sorpresa aún plasmada en mi rostro. Y no negaré que por lo visto le encanta, porque no le importa estar en una jaula muy amplia.

Pertenecer es una palabra que jamás envidiaré si se trata sobre mí. Sin embargo, tener alguien al que le importes tanto como para ponerte guardias y ponerte en plan de que si lo tocan los asesinarás cruelmente sí lo envidio.

- Se ve que quieres a tu consorte... Salud por eso.

Termino el vodka y pido un Baileys frappé para calmar mi envidia contra la máquina y luego miro a Adrian de nuevo.

- Yo no podría pertenecerle a nadie pero entiendo la fidelidad que exige tu seme. A menos que tú seas el seme, pero en todo caso, tu consorte. En este mundo hay para todos los gustos y admito que envidio el que seas tan importante para alguien, pero qué se le va a hacer. En mi caso, se necesitaría ser realmente alguien extraordinario para que yo aceptara algo así.

Me encojo de hombros.

- Eso no pasará, pero lo que sí pasará es que tú y yo podremos divertirnos. En buen plan. Cuéntame cómo es.

Sonrei, demaciado divertido de hablar con aquel extraño joven, era extraño encontrarse con demonios de bajo rango, poderosos en cierta forma, el era un pecado, lo sabia, `por que si esencia era demaciado similar a la de Jane.

-Lo amo-murmure, dando un ligero trago a mi bebida, confesando aquello, que solo Darius sabia. Suspire largamente, sonriendo como tonto, totalmente enamorado- El es... no se distinto a todos los hombres, mortales e inmortales que he conocido, es muy sexy, masculino, todo un principe Vikingo, fuerte con gran temperamento... para mi es simplemente perfecto, pese a ser mas frio que el hielo.

Murmure, cerrando incluso los ojos, viendolo asi, en mis memorias, Siegfried era en definitiva, el amor de mi eternidad.

Sonrei mirando al chico, realmente era extraño que el siendo un demonio actuara tan amablemente, eso o era que en mis recuerdos de los demonios que habia conocido no eran los seres mas amables del mundo, bueno eso, a escepcion del desaparecido rey demonio, que al menos si se habia portado de forma amable mientras duro nuestra sociedad. Honor ante todo, suponia.

-Pues no se si realmente el me ame.-comente, terminandome el wiskey de mi vaso, pidiendo un poco mas de aquella bebida- Pero me cuida mucho, a veces creo que para el soy un hermoso adorno, pero, bueno, como dices, mientras a mi me guste... y no.. no tiene hermanos, que yo sepa.

Me hacía gracia este chico... No sé, es simpático. Tan enamorado como Vivia, sólo que mucho más sensato. Al menos eso parecía. Porque está consciente de que tal vez no lo amen.

- Te diría que no importa, pero no sé si te importe. Yo no creo que el amor exista y me retractaré de pensar así únicamente si alguna vez me enamoro. Pero lo dudo.

Lo de ser un adorno era bastante extraño.

- ¿Y te gusta ser un adorno? ¿Al menos eres un adorno que se tira? Es que no creo que sólo que te miren sea suficiente, no si se supone que tienes una relación con esa persona.

A lo del hermano me resigno, pero no es como si no hubiera por ahí más peces en el mar.

- Lástima... ¿y tú tienes hermanos? Las hermanas no me interesan, las mujeres son raras.

Río divertido.

- Estoy bromeando.

Solte una risilla divertida, mirando al chico, sin dejar de sonreirle.

-No me gusta ser solo un adorno.-comente.-Mi vida pasada se baso en ser un adorno o un valioso trofeo, y tal parece que eso me seguira hasta que me vuelva a morir, y sea la definitiva.-comente.-Aun que ahora me hace sentir mas a si, por que... bueno, digamos que no me ha "tocado".

Dije sonrojandome ligeramente.

-Y bueno, hermanos tengo dos, bueno, mi hermana mayor y mi hermano "gemelo", aun que no nos parecemos.-dije, sacando mi celular para mostrarle una foto de el.-Mira, el es mi hermano.

Spoiler:

Bueno, al menos mi miedo a que Adrian sea un bobo se esfuma cuando niega querer ser un adorno. Ya, genial eso. Lo escucho y no pienso que esto sea divertido. Menos aún cuando menciona lo de morirse.

- ¿Eres un fénix o qué?

Bebo un poco y lo miro.

- Y tú, ¿lo has tocado? Ten iniciativa, no todo en la vida es dejar que el otro lo haga todo. Te lo digo yo que soy uke y sólo dejarme no va conmigo. Si logras provocarlo lo suficiente, se pondrá loquito y te tomará. Nadie es de piedra, todos caen.

Molesto con lo de sus hermanos y hermanas y escucho que tiene uno de cada uno. Me muestra a su hermano... pero no parecen gemelos. Miro la foto y luego a él.

- Se parecen, pero no son idénticos. Son como que opuestos, así que asumo que es el gemelo malo. Está guapo, me gusta su maquillaje y su piercing.

Sonrei, soltando una carcajada, el chico era extraño, definitivamente nada que ver con el concepto habitual que tenia de los demonios, pero cada quien era libre de ser como quisiera.

-Si supongo que tienes razon, tocarlo, aun que tampoco se como podria reaccionar, es medio... no se frio.-confese, bebiendo mas de mi vaso.-Y bueno, digamos que... no soy un fenix, mas bien es gracias a mi "madre" que sigo vivo... mori y estaba preñado, de unos gemelos,que tambien nacieron muertos, mi madre se encargo de transferir mi alma y la de mi entonces esposo a los cuerpos pequeños de mis hijos y asi renacimos, creo que es algo complicado, pero ella... puede hacer esa clase de cosas, es de los seres mas cercanos al creador, aun que su contraparte.

Pongo los ojos en blanco y pico su mejilla. No me iba a sacar esto, antes lo zapeo.

- Si sabes cómo y dónde tocar, se derretirá. Con un poco es más que suficiente, al menos en principio. Vamos, ten determinación o morirás virgen.

Miro la foto de su hermano y la verdad me gusta. Aunque se me hacía de mal gusto pedirle la foto, tal vez alguna vez me lo topara por ahí. El mundo suele ser más pequeño de lo qeu creemos.

Y la historia... en realidad es impresionante. Aunque intentara disimular mi interés, prefiero no hacerlo.

- Había escuchado leyendas de cosas así, pero jamás pensé que en verdad fueran ciertas. Vaya vaya, ¿y entonces qué eres, un zombie?

Río un poco, porque esto en realidad una broma.

- ¿Así que tu mamá es algo así como un ángel caído o un demonio de los poderosos? Tengo curiosidad por saberlo.

Solte una carcajada, casi escupiendo el wiskey que tenia aun en la boca, mirando al chico a mi lado.

-No soy Zombie, solo soy un ser reencarnado.-indique.-Y bueno, mi madre, es el angel caido Belial.-indique, aun que no sabia con exactitud si sentirme orgulloso de ello o molesto, realmente eran demaciados sentimientos encontrados.

Mi broma del zombie hace reír a Adrian. Eso era bueno, pudo tomárselo a mal y entonces no habría sido nada divertido. Río también, más porque casi escupe.

Y luego me sorprende de esta forma y casi escupo yo.

- EEEEEEEH!? Vaya vaya... pues tu mamá es famosa. Toda una celebridad... Yo no la conozco así en persona, pero todos los medianamente inteligentes hemos oído hablar de ella.

Levanto mi vaso.

- Linda familia. Yo estoy solito en el mundo, pobrecito de mí.

Lo decía como broma, porque en realidad no me afecta, pero es verdad.

Sonrei divertido, Senbo era divertido.

-Pues lo mas indicado es decir, Él-dije respecto a Belial- La forma femenina de Belial fue mi madre en mi otra vida, y la causa de que haya reencarnado, se hace llamar Nerissa, aun que usualmente cuando veo a Belial, es en su forma masculina.

Comente, pidiendo que sirvieran mas wiskey en mi vaso

Escucho lo de Belial, aunque en realidad ya me suponía que tendría problemas con eso.

- La verdad es que todos los que son capaces de tener una forma femenina y una masculina me suponen un problema. No sé cómo llamarlos, si él o ella. Es muy confuso.

Y raro... Más porque por lo visto al menos los poderosos son capaces de mantener todas las cualidades del sexo que ostentan en un determinado momento.

- ¿Tú te conviertes en mujer?

Pido otro Baileys frappé.

Suspire ligeramente, sonriendole, dejando mi vaso sobre la barra antes de responderle.

-No presisamente.-dije.-Necesito consentrarme mucho para poder tener otra forma, mi don consiste en adquirir todas las caracteristicas fisicas, vocales y entre otras cosas de cualquier persona que yo desida.-indique- Metamorfosis e imitacion de dones.

Sonrei cerrando los ojos, tomando la forma del chico frente a mi, sintiendo de inmediato la gran diferencia que era, al ser el un demonio y no cualquier demonio, el demonio de la envidia.

-Taran!

Recarco el codo en la barra y miro a Adrian, muy interesado por su don... y para qué negarlo, sorprendido porque me lo diga. Es buen chico, pero creo que esto demuestra que es demasiado inocente. Aún así, su don suena bastante bien. Sobretodo porque justamente imita también los dones.

- Suena muy útil y sobre todo, sorprendente.

Iba a pedir una demostración, pero no conmigo de sujeto y él lo hace... Miro a Adrian, convertido en el demonio más guapo de todo el universo y no puedo evitarlo, aplaudo y pues también babeo internamente.

- Vaya vaya... deberías dejar de hacer eso, soy capaz de violarme... o bueno a ti que eres yo ahora.

Río divertido.

- Es sorprendente, todo está ahí... Oye y... bueno mi don es hacer enloquecer a las personas y bueno pues... otros por ahí. Como hacer que los otros tengan envidia. Soy la envidia en realidad... ahora hay dos y el mundo seguro colapsará. ¿A poco tú puedes hacer eso ahora?