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Tiempos de Guerra (priv +18)
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Tiempos de Guerra (priv +18)
David no se puso en contacto con Cassel la noche siguiente ni la otra, durante una semana se mantuvo en completo silencio sin dar señales de vida. El vampiro no le había dicho al policía que una de sus misiones en los Ángeles era entrar en contacto con Caim para tenderle una trampa y él era el cebo, funcionó sorprendentemente bien, el demonio, como todos los demonios, actuó de la forma que ellos preveían, tosca y violenta. Por supuesto, David le dejó urgar dentro de su mente pero solo dentro de lo que a él le interesaba que viera o creyera, mantener el resto de todos sus conocimientos lejos de sus zarpas requirió todo su poder, mantener las defensas mentales en alto.
Caim picó, cerrando las mandíbulas sobre el bocado sin pararse siquiera a pensar, tan rudo que toda su inteligencia quedaba desprestigiada en un solo movimiento. Atacó la sede de la Talamasca o lo que él creía la sede, meramente otro efidicio de los muchos que usaban como fachada, en realidad la orden ya no poseía una sede como tal, preferían no tener un punto concreto de ataque, ser como el aire, ser la noche o la luz del día, insustancial pero real. De aquel ataque caron muchas y valiosas conclusiones sobre las huestes de Caim y sus componente, por supuesto, toda esa información de añadió a los archivos y también se abrió un nuevo expediente donde David expondría sus conclusiones sobre el demonio, trazando su perfil sicológico.
David no salió bien parado de aquello, Caim lo golpeó duramente y luego usó su arma para marcar su cuello y su rostro, dolorosamente, quemándolo. La regeneración era imposible y David se encontraba agotado mentalmente. Lo primero que hizo las dos primeras noches fue dormir, consumido por el encuentro, apenas tuvo fuerza para meterse entre las sabanas, lo siguiente fue bastante más doloroso y requirió toda su voluntad. Para deshacerse de la marca de la cara, David tenia que arrancarse el rostro. Para ello, preciso primero hacer acupumtara sobre los nervios de la cara y a continuación con bisturía recortó todo, dejando los musculos rojos al aire y palpitando, fue doloroso, lento y lo hizo gritar varias veces, sofocado.
Todo el baño se lleno de sangre y David quemó aquel rostro marcado, ahora tenía dormir otro tres dias para regenerar la cara. En aquellos momento se sintió terriblemente solo pero ya estaba acostumbrado a ello, ni siquiera se le pasó por la mente acudir a Cassel, no era asunto del policía ni quería implicarlo en aquel tipo de cosas, dudaba que estuviera preparado aun.
La séptima noche ya se sintió con algo de fuerza y cogió la tarjeta del móvil para llamar a Cassel, no respondía. Dejó un mensaje en su contestador con voz algo cansada pero firme-Cassel, soy David Talbot. ¿Podrías pasar por mi refugio a recogerme? gracías.-soltó el móvil y se dejó caer de nuevo entre las sábanas.
Caim picó, cerrando las mandíbulas sobre el bocado sin pararse siquiera a pensar, tan rudo que toda su inteligencia quedaba desprestigiada en un solo movimiento. Atacó la sede de la Talamasca o lo que él creía la sede, meramente otro efidicio de los muchos que usaban como fachada, en realidad la orden ya no poseía una sede como tal, preferían no tener un punto concreto de ataque, ser como el aire, ser la noche o la luz del día, insustancial pero real. De aquel ataque caron muchas y valiosas conclusiones sobre las huestes de Caim y sus componente, por supuesto, toda esa información de añadió a los archivos y también se abrió un nuevo expediente donde David expondría sus conclusiones sobre el demonio, trazando su perfil sicológico.
David no salió bien parado de aquello, Caim lo golpeó duramente y luego usó su arma para marcar su cuello y su rostro, dolorosamente, quemándolo. La regeneración era imposible y David se encontraba agotado mentalmente. Lo primero que hizo las dos primeras noches fue dormir, consumido por el encuentro, apenas tuvo fuerza para meterse entre las sabanas, lo siguiente fue bastante más doloroso y requirió toda su voluntad. Para deshacerse de la marca de la cara, David tenia que arrancarse el rostro. Para ello, preciso primero hacer acupumtara sobre los nervios de la cara y a continuación con bisturía recortó todo, dejando los musculos rojos al aire y palpitando, fue doloroso, lento y lo hizo gritar varias veces, sofocado.
Todo el baño se lleno de sangre y David quemó aquel rostro marcado, ahora tenía dormir otro tres dias para regenerar la cara. En aquellos momento se sintió terriblemente solo pero ya estaba acostumbrado a ello, ni siquiera se le pasó por la mente acudir a Cassel, no era asunto del policía ni quería implicarlo en aquel tipo de cosas, dudaba que estuviera preparado aun.
La séptima noche ya se sintió con algo de fuerza y cogió la tarjeta del móvil para llamar a Cassel, no respondía. Dejó un mensaje en su contestador con voz algo cansada pero firme-Cassel, soy David Talbot. ¿Podrías pasar por mi refugio a recogerme? gracías.-soltó el móvil y se dejó caer de nuevo entre las sábanas.
Última edición por David Talbot el Dom Mar 11, 2012 12:11 pm, editado 1 vez
David Talbot- Cantidad de envíos : 394
Fecha de inscripción : 14/02/2012
Localización : Puede que Trafalgar Square
Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
Habia cumplido mi palabra y tenia un extenso historial sobre ese tipo llamado "Lion". Estaba fichado por delito menores, un ladron de poca monta, pero habia ciertas incoherencias que me hicieron discrepar de lo que ahi leia. Asi que aprovechando que mi jefe me dejó via libre...literalmente hablando, me hice con el control de la sala de archivos policiales en donde habian demasiados secretos y asuntos tapados. Vago durante dos dias en aquella extensa información sin llamar la atención de sus compañeros demasiados ocupados en contar el dinero sucio que habian ganado por dejar correr los crimenes que no entendian.
Encontre una relación de casos, sorprendentemente tenian hechos que concordaban en todos ellos y habia un sospechoso comun, nuestro amigo Lion. Tomé unas fotocopias de los archivos y le pedí unos dias libres al jefe alegando estres y depresion. Me los dió de buena gana, sabia que para el era como un molesto grano en el culo.
Los dias siguientes me costó horrores no seguir investigando, estaba todo demasiado jugoso, a la mano...solo tenia que...
David me lo habia practicamente prohibido y su llamada no llegaba. Puesto que no tenia forma de comunicarme con el me dedique a mi hermana en cuerpo y alma, apartando asi la informacion del caso. La lleve a cenar, fuimos a pasear, al cine...admito que esos dias me sentaron muy bien, me ayudaron a recuperar mi optimismo y ese pensamiento que anidaba en mi mente a menudo y que creí perdido "todo va a ir bien". Sin embargo también me sentia preocupado. ¿Se habria olvidado el vampiro de mi? ¿Habria sido nuestra ultima...discusion o esclarecimientos de puntos de vista decisivo para que me apartara de la investigacion y de su vida? o lo peor que podia pensar... es que alguien o algo lo habia atacado como consecuencia a la batalla con el lycan.
Las ocho de la tarde, el sol habia caido ya hacia una hora y poco y regresaba a mi apartamento despues de una larga sesion de entrenamiento en las artes marciales. Necesitaba una ducha y comer algo. Quizas invitara nuevamente a mi hermana a cenar por ahi. Abrí la puerta y me recibió un suculento aroma, especias, curry, canela, algo de clavo. Habia preparado su famoso curry.
-Ya estoy aqui Juls!- dije en voz alta a medida que entraba. Ella vino hacia a mi y me abrazó "Hueles mal, duchate" exclamo con un ligero berrinche en los labios cuando se separó.
"Ah.....he escuchado que tu movil sonaba, igual te llamo alguien hermanito" añadió volviendo a la cocina.
Camine hasta mi habitacion apresurado y marqué para activar el buzon. Era la voz de David, pude percibir..¿Cansancio?. Me dirigi rapidamente a la ducha para quitarme el sudor y me vestí poniendome cualquier cosa, unos vaqueros, una camiseta, la chupa, daba igual.
-Lo siento, he de marcharme Juls.- dije desde mi cuarto reclamando su atención. Al rato llego hasta a mi con una manzana "Te guardaré curry...al menos comete algo..siempre vas con prisas" me miró ceñuda, aunque luego sonrió y me abrazó de nuevo. Correspondi tomandome un minuto en acariciarle el cabello, besandole luego la coronilla -Se buena y acuestate pronto. Vendre por la mañana. Te quiero- sonreí tomando la manzana y le pegué un bocado mientras salia de allí, mas al cerrar la puerta me percate de que no llevaba los informes conmigo.
Volví a entrar como un rayo despertando la sonora risa de ella y agarre los informes para salir pitando de alli.
Recordaba el camino de vuelta asi que no me costo demasiado encontrar el lugar. Llevaba el anillo conmigo, ese que se suponia "abria puertas". No se como demonios se activo pero es cierto que una puerta se abrió mostrandome el interior de unas escaleras que no me demoré en subir. Al llegar a otra puerta, toque en ella antes de abrir y entrar en una penumbra total.
-¿David?- encendí la luz y lo vi tendido en la cama parecia exhausto, me resulto extraño verlo en esa situación tan ajena a su excelente régimen ingles -Oh...lo siento..- di un paso atrás cerrando la puerta tras de mi -Entrare cuando estes preparado...¿Estas bien?- añadi dandole privacidad.
Encontre una relación de casos, sorprendentemente tenian hechos que concordaban en todos ellos y habia un sospechoso comun, nuestro amigo Lion. Tomé unas fotocopias de los archivos y le pedí unos dias libres al jefe alegando estres y depresion. Me los dió de buena gana, sabia que para el era como un molesto grano en el culo.
Los dias siguientes me costó horrores no seguir investigando, estaba todo demasiado jugoso, a la mano...solo tenia que...
David me lo habia practicamente prohibido y su llamada no llegaba. Puesto que no tenia forma de comunicarme con el me dedique a mi hermana en cuerpo y alma, apartando asi la informacion del caso. La lleve a cenar, fuimos a pasear, al cine...admito que esos dias me sentaron muy bien, me ayudaron a recuperar mi optimismo y ese pensamiento que anidaba en mi mente a menudo y que creí perdido "todo va a ir bien". Sin embargo también me sentia preocupado. ¿Se habria olvidado el vampiro de mi? ¿Habria sido nuestra ultima...discusion o esclarecimientos de puntos de vista decisivo para que me apartara de la investigacion y de su vida? o lo peor que podia pensar... es que alguien o algo lo habia atacado como consecuencia a la batalla con el lycan.
Las ocho de la tarde, el sol habia caido ya hacia una hora y poco y regresaba a mi apartamento despues de una larga sesion de entrenamiento en las artes marciales. Necesitaba una ducha y comer algo. Quizas invitara nuevamente a mi hermana a cenar por ahi. Abrí la puerta y me recibió un suculento aroma, especias, curry, canela, algo de clavo. Habia preparado su famoso curry.
-Ya estoy aqui Juls!- dije en voz alta a medida que entraba. Ella vino hacia a mi y me abrazó "Hueles mal, duchate" exclamo con un ligero berrinche en los labios cuando se separó.
"Ah.....he escuchado que tu movil sonaba, igual te llamo alguien hermanito" añadió volviendo a la cocina.
Camine hasta mi habitacion apresurado y marqué para activar el buzon. Era la voz de David, pude percibir..¿Cansancio?. Me dirigi rapidamente a la ducha para quitarme el sudor y me vestí poniendome cualquier cosa, unos vaqueros, una camiseta, la chupa, daba igual.
-Lo siento, he de marcharme Juls.- dije desde mi cuarto reclamando su atención. Al rato llego hasta a mi con una manzana "Te guardaré curry...al menos comete algo..siempre vas con prisas" me miró ceñuda, aunque luego sonrió y me abrazó de nuevo. Correspondi tomandome un minuto en acariciarle el cabello, besandole luego la coronilla -Se buena y acuestate pronto. Vendre por la mañana. Te quiero- sonreí tomando la manzana y le pegué un bocado mientras salia de allí, mas al cerrar la puerta me percate de que no llevaba los informes conmigo.
Volví a entrar como un rayo despertando la sonora risa de ella y agarre los informes para salir pitando de alli.
Recordaba el camino de vuelta asi que no me costo demasiado encontrar el lugar. Llevaba el anillo conmigo, ese que se suponia "abria puertas". No se como demonios se activo pero es cierto que una puerta se abrió mostrandome el interior de unas escaleras que no me demoré en subir. Al llegar a otra puerta, toque en ella antes de abrir y entrar en una penumbra total.
-¿David?- encendí la luz y lo vi tendido en la cama parecia exhausto, me resulto extraño verlo en esa situación tan ajena a su excelente régimen ingles -Oh...lo siento..- di un paso atrás cerrando la puerta tras de mi -Entrare cuando estes preparado...¿Estas bien?- añadi dandole privacidad.
V. Cassel- Cantidad de envíos : 264
Fecha de inscripción : 23/02/2012
Localización : Los Angeles
Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
David se había quedado dormido después de haber hecho la llama, confió en poder levantarse de la cama y ducharse, asearse y ponerse decente pero se volvió a quedar dormido como si fuera un simple mortal, de hecho, su celular resbaló entre sus dedos morenos para terminar en el suelo. Su cuerpo moreno, semidesnudo, enredado entre las sábanas, sus últimas noches no fueran ni agradables ni placenteras, el tirón de la piel regenerándose no fue indoloro, después de todo tuvo que cortar profundo para eliminar la marca del demonio, no quería ni una sola señal sobre su cuerpo que pudiera ser identificada por un ser infernal.
Hasta que no escuchó la puerta del dormitorio abrirse no fue consciente que se quedó dormido, aquello le dio una extraña sensación, por unos instantes se sintió más humano que nunca, sumirse en el sueño de aquella manera, sin percatarse de ello, le dio cierto extraño placer. Abrió los dorados ojos cuando Cassel abrió la puerta y se miraron, el joven policía cerró de nuevo como si acabara de ver un espíritu. David suspiro y se tapó algo mejor el cuerpo, no porque fuera pudoroso sino por educación.
-Cassel, ¿podrías ir a la cocina y abrir la nevera? dentro hay unas botellas con un preparado parecido a la sangre, lo necesito.-no tenía ni ganas ni fuerzas para salir a cazar ahora, aquella sustancia era asquerosa pero al menos lo espabilaría y haría que su organismo se activara de nuevo para poder ponerse en pie-por favor.-concluyó.
Volvió a recostar su cabeza entre los blancos cojines, entreabriendo los labios, la orden le debía mucho por todo aquello y medida que pasaba el tiempo más dudaba sobre el liderazgo de Vladimir, era anacrónico, incluso menos poderoso que él, un erudito que no estaba dispuesto a ensuciarse las manos pero sí a sacrificar agentes. David todavía no le había dado el nombre de su protegido, temía que enviara a Cassel a una de esas misiones suicidas sin estar todavía preparado. No lo permitiría, mientras pudiera lo tendría bajo su ala como una gallina cluca. Esa comparación lo hizo sonreír.
Hasta que no escuchó la puerta del dormitorio abrirse no fue consciente que se quedó dormido, aquello le dio una extraña sensación, por unos instantes se sintió más humano que nunca, sumirse en el sueño de aquella manera, sin percatarse de ello, le dio cierto extraño placer. Abrió los dorados ojos cuando Cassel abrió la puerta y se miraron, el joven policía cerró de nuevo como si acabara de ver un espíritu. David suspiro y se tapó algo mejor el cuerpo, no porque fuera pudoroso sino por educación.
-Cassel, ¿podrías ir a la cocina y abrir la nevera? dentro hay unas botellas con un preparado parecido a la sangre, lo necesito.-no tenía ni ganas ni fuerzas para salir a cazar ahora, aquella sustancia era asquerosa pero al menos lo espabilaría y haría que su organismo se activara de nuevo para poder ponerse en pie-por favor.-concluyó.
Volvió a recostar su cabeza entre los blancos cojines, entreabriendo los labios, la orden le debía mucho por todo aquello y medida que pasaba el tiempo más dudaba sobre el liderazgo de Vladimir, era anacrónico, incluso menos poderoso que él, un erudito que no estaba dispuesto a ensuciarse las manos pero sí a sacrificar agentes. David todavía no le había dado el nombre de su protegido, temía que enviara a Cassel a una de esas misiones suicidas sin estar todavía preparado. No lo permitiría, mientras pudiera lo tendría bajo su ala como una gallina cluca. Esa comparación lo hizo sonreír.
David Talbot- Cantidad de envíos : 394
Fecha de inscripción : 14/02/2012
Localización : Puede que Trafalgar Square
Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
Estaba ahi, pasmado delante de la puerta entreabierta dudando entre entrar o no entrar hasta que escuche sus palabras. Si me pedia algo asi es que realmente no podia hacerlo por si mismo y por consiguiente estaba hecho una mierda. ¿Como habia llegado a tal situacion? Aun era pronto para saberlo asi que dejé los informes, las llaves del coche y me quite la chupa para caminar hasta la cocina. Dentro estaban esas botellas tal y como anunció David. Transparentes dejaban ver un liquido oscuro, rojizo, simulaba sangre aunque por las palabras del vampiro supe que no lo era. Algun sustitutivo quizas. No paraba de preguntarme cosas sin obtener respuestas, la sensacion de desconocimiento nunca me resulto tan tediosa.
Llegué a la habitacion y entré en ella abriendo la puerta lentamente. La luz seguia encendida desvelando la figura de su cuerpo envuelto en sabanas como si fueran una mortaja blanca. Mi atención fue poderosamente llamada al ver algunos rastros de sangre en el suelo que iban del baño a la cama y seguramente si entraba en el baño habrian mas.
Me acerq ue y me senté en el borde de la cama.
Frunci el ceño afligido al verlo en ese deplorable estado.
-Confio en que mas tarde me des una ligera idea de que te ha pasado..- dejé las botellas sobre la mesita y me incline para atraer al vampiro hasta a mi, dejando su cabeza en mi regazo. Tomé una de estas, la destape y la apoye en sus labios inclinandola para que el liquido cayera entre estos entreabiertos. Con la otra mano acaricié sus cabellos observando como su nuez de adan se movia conforme tragaba el liquido.
-Bebe despacio- adverti en un susurro, en esos momentos veia su fragilidad. Nadie era tan fuerte e intocable, ni siquiera el.
Llegué a la habitacion y entré en ella abriendo la puerta lentamente. La luz seguia encendida desvelando la figura de su cuerpo envuelto en sabanas como si fueran una mortaja blanca. Mi atención fue poderosamente llamada al ver algunos rastros de sangre en el suelo que iban del baño a la cama y seguramente si entraba en el baño habrian mas.
Me acerq ue y me senté en el borde de la cama.
Frunci el ceño afligido al verlo en ese deplorable estado.
-Confio en que mas tarde me des una ligera idea de que te ha pasado..- dejé las botellas sobre la mesita y me incline para atraer al vampiro hasta a mi, dejando su cabeza en mi regazo. Tomé una de estas, la destape y la apoye en sus labios inclinandola para que el liquido cayera entre estos entreabiertos. Con la otra mano acaricié sus cabellos observando como su nuez de adan se movia conforme tragaba el liquido.
-Bebe despacio- adverti en un susurro, en esos momentos veia su fragilidad. Nadie era tan fuerte e intocable, ni siquiera el.
V. Cassel- Cantidad de envíos : 264
Fecha de inscripción : 23/02/2012
Localización : Los Angeles
Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
David volvió a cerrar los ojos, parecía que le costaba quedarse despierto y eso lo llenó de un sordo pánico interior, sabía que algunos vampiros comenzaban así, se despertaban una noche y se preguntaban "¿para qué molestarse?" y volvían a cerrar los ojos, a la noche siguiente hacían lo mismo hasta que al final ni siquiera se despertaban, dormían hasta que sus cuerpos se quedaban momificados por la falta de ingesta de sangre, algunos morían, lo más fuertes se quedaban siglos así. David luchó contra esa somnolencia tan peligrosa que lo invadía, con el impulso de sumirse en ese estado vegetativo. Abrió sus dorados ojos cuando la puerta giró de nuevo sobre sus goznes, permtiendo la entra de Cassel.
Incluso en aquel estado pudo apreciar la mejoría del joven, se le veía más animado, sus pasos eran más enérgicos, la ligeras sombras había desaparecido bajo sus brillantes ojos verdes y hasta su cuerpo irradiaba vitalidad. Debía ser que esos días aprovechó para dedicarse algo a si mismo, eso era importante, tener tiempo para uno mismo. David se sorprendió cuando lo giró con suavidad, cogiéndolo por los hombros y depositó la orgullosa cabeza sobre el regazo, iba a replicar algo como; "espero no molestar así" pero Cassel simplemente no le dejó hablar, le colocó la boca de la botella sobre sus labios y David tuvo que abrirlos para comenzar a ingerir aquel líquido.
David percibió como acariciaba sus cabellos castaños, aquel nimbo reluciente, David podria cortarlos una noche que a los pocos minutos estarían de nuevo igual, por suerte antes de ser convetido se molestó en cortárselos con un estilo que le pareció adecuado. Cerró los ojos porque aquella caricia inducia precisamente a ello, a bajar los parpados. Se esforzaba por tragar aquel mejunge y notar que su cuerpo se iba restableciendo poco a poco, abrió sus dorados ojos, ahora más intensos y posó los dedos sobre la botella para que Cassel no le diera más, le hacia gracia que lo tratara casi como un bebé a pesar de ser una criatura poderosa.
-Suficiente, es un sabor horrible.-los labios de David estaban pintando de carmín, no se movió de su posición-solo un minuto más..-musitó y cerró los ojos, era esa sensación extraña de sentirse cuidado, amparado, el calor de los dedos de Cassel. Sabía que era algo infantil y puede que hasta abusivo pero se quedó un tiempo en aquella postura.-me quedaré dormido si sigo así..-susurro y suavemente se irguió para quedarse sentado a lado de Cassel, mirándolo.
-Te noto mucho mejor, sí-sonrió levemente y luego se pasó los dedos por los cabellos-tuve un encuentro con un demonio, precisamente del que te hablé, el tal Caim. La orden con mi ayuda quiso tenderle una trampa y mordió el cebo con fuerza.-estrecho los aureos orbes-el cebo fui yo. Debía provocarlo para que atacara y lo hizo, acumulamos mucha información.-el tono de David era formal pero bajo esa patina de educación se notaba cierto extraño resentimiento.
Incluso en aquel estado pudo apreciar la mejoría del joven, se le veía más animado, sus pasos eran más enérgicos, la ligeras sombras había desaparecido bajo sus brillantes ojos verdes y hasta su cuerpo irradiaba vitalidad. Debía ser que esos días aprovechó para dedicarse algo a si mismo, eso era importante, tener tiempo para uno mismo. David se sorprendió cuando lo giró con suavidad, cogiéndolo por los hombros y depositó la orgullosa cabeza sobre el regazo, iba a replicar algo como; "espero no molestar así" pero Cassel simplemente no le dejó hablar, le colocó la boca de la botella sobre sus labios y David tuvo que abrirlos para comenzar a ingerir aquel líquido.
David percibió como acariciaba sus cabellos castaños, aquel nimbo reluciente, David podria cortarlos una noche que a los pocos minutos estarían de nuevo igual, por suerte antes de ser convetido se molestó en cortárselos con un estilo que le pareció adecuado. Cerró los ojos porque aquella caricia inducia precisamente a ello, a bajar los parpados. Se esforzaba por tragar aquel mejunge y notar que su cuerpo se iba restableciendo poco a poco, abrió sus dorados ojos, ahora más intensos y posó los dedos sobre la botella para que Cassel no le diera más, le hacia gracia que lo tratara casi como un bebé a pesar de ser una criatura poderosa.
-Suficiente, es un sabor horrible.-los labios de David estaban pintando de carmín, no se movió de su posición-solo un minuto más..-musitó y cerró los ojos, era esa sensación extraña de sentirse cuidado, amparado, el calor de los dedos de Cassel. Sabía que era algo infantil y puede que hasta abusivo pero se quedó un tiempo en aquella postura.-me quedaré dormido si sigo así..-susurro y suavemente se irguió para quedarse sentado a lado de Cassel, mirándolo.
-Te noto mucho mejor, sí-sonrió levemente y luego se pasó los dedos por los cabellos-tuve un encuentro con un demonio, precisamente del que te hablé, el tal Caim. La orden con mi ayuda quiso tenderle una trampa y mordió el cebo con fuerza.-estrecho los aureos orbes-el cebo fui yo. Debía provocarlo para que atacara y lo hizo, acumulamos mucha información.-el tono de David era formal pero bajo esa patina de educación se notaba cierto extraño resentimiento.
David Talbot- Cantidad de envíos : 394
Fecha de inscripción : 14/02/2012
Localización : Puede que Trafalgar Square
Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
Observé como bebia, pero sin esa avidez y deseo. Al parecer esa sangre falsa no tenia un sabor agradable. Nos pasaba igual con la comida sintetica o las verduras modificadas, nada era tan bueno como el original y no podia compararse con cualquier copia por muy buena que fuera.
Segui acariciando sus cabellos mientras el apartaba la botella de su boca, ni siquiera se la habia acabado. La dejé por ahi y asenti en silencio dejando que reposara en mi regazo hasta que estuviera preparado para levantarse y hablar del caso. Aun lo notaba cansado, seguramente iria pronto a cazar por ahi...o quizas si no lo habia hecho es por que no tenia ganas de ello. Menudo problema, no podia ser fuerte por los dos.
Escuche lo que le habia pasado, habia tenido un encuentro con ese demonio y no habia salido bien parado, aunque podria haber sido peor, podria haber muerto. Fruncí el ceño. ¿Me pedia prudencia cuando el era tan loco de exponerse asi?
-Vaya David...esa fue una jugada demasiado arriesgada...- suspire largo y tendido -Antes de contarme los detalles...escucha....se que hemos hablado de esto ya, que lo habiamos dejado bien claro pero....si no puedes salir...y beber por tu cuenta...yo..- me remangué la camiseta de manga larga mostrandole la muñeca -Despues de todo seria justo, tu me has dado sangre cuando la necesitaba...solo toma lo suficiente para renovar tu energia..y yo te esperare aqui cuando te hayas saciado.- sonreí dandole a entender con ello que no tenia problema alguno. Aunque si rechazaba la oferta, en fin era un caballero por muy debilitado que estuviera.
-Deja tu ...excelente educacion inglesa a un lado y dale a tu cuerpo lo que necesita.- me encogi ligeramente de hombros no encontrando ninguna pega por la cual no debia compartir un poco de mi vitalidad que en estos momentos era bastante.
Segui acariciando sus cabellos mientras el apartaba la botella de su boca, ni siquiera se la habia acabado. La dejé por ahi y asenti en silencio dejando que reposara en mi regazo hasta que estuviera preparado para levantarse y hablar del caso. Aun lo notaba cansado, seguramente iria pronto a cazar por ahi...o quizas si no lo habia hecho es por que no tenia ganas de ello. Menudo problema, no podia ser fuerte por los dos.
Escuche lo que le habia pasado, habia tenido un encuentro con ese demonio y no habia salido bien parado, aunque podria haber sido peor, podria haber muerto. Fruncí el ceño. ¿Me pedia prudencia cuando el era tan loco de exponerse asi?
-Vaya David...esa fue una jugada demasiado arriesgada...- suspire largo y tendido -Antes de contarme los detalles...escucha....se que hemos hablado de esto ya, que lo habiamos dejado bien claro pero....si no puedes salir...y beber por tu cuenta...yo..- me remangué la camiseta de manga larga mostrandole la muñeca -Despues de todo seria justo, tu me has dado sangre cuando la necesitaba...solo toma lo suficiente para renovar tu energia..y yo te esperare aqui cuando te hayas saciado.- sonreí dandole a entender con ello que no tenia problema alguno. Aunque si rechazaba la oferta, en fin era un caballero por muy debilitado que estuviera.
-Deja tu ...excelente educacion inglesa a un lado y dale a tu cuerpo lo que necesita.- me encogi ligeramente de hombros no encontrando ninguna pega por la cual no debia compartir un poco de mi vitalidad que en estos momentos era bastante.
V. Cassel- Cantidad de envíos : 264
Fecha de inscripción : 23/02/2012
Localización : Los Angeles
Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
David guardó silencio por ese ofrecimiento, alargó la mano y sujetó la muñeca de Cassel, atrayéndola para colocarla delante de su rostro, sus dorados ojos estudiaron la piel del joven, muy blanca en esa zona, aquella vista sobrenatural lo mostró el ligero latido de las mismas cuando la sangre pasaba, bombeada por su fuerte corazón. Sabía que el sabor de la sangre del policía era embriagante, hasta exótico, la probó hace una semana y con ella casi perdió el control por completo. Inspiró, despacio, no porque fuera vital para él, era un mero gesto inconsciente para concentrarse, legado de toda una vida mortal practicando a través de la respiración.
-Seré cuidadoso...-no quería hacerle daño, ni tampoco asustarlo pero no tenía fuerzas para salir de casa, simplemente se sentía agotado, exahusto. Acercó la muñeca hasta sus labios, acostumbraba a cazar de forma ruda y despiada, clavando directamente los colmillos pero con Cassel no quería comportarse de esa forma tan animal. Asomó su rosada lengua y lamió esa zona con suavidad, tocando las venas con la punta de la misma, luego besó la piel y apoyó su boca, sus colmillos asomaron y los clavó poco a poco, penetrando la piel casi de forma erótica.
Comenzó a beber, cerró sus dorados ojos y un jadeó de placer escapó entre sus labios mientras la sangre exquisita y caliente de Cassel descendía por su gargante, nunca comprendió que algunos vampiros tuvieran mortales de los cuales bebían a menudo pero sin matarlo pero haciendo esto, bebiendo de Cassel comenzó a entenderlo perfectamente, era algo embriagador y el hecho que entre ellos hubiera una relació de confianza lo hacía más perfecto, casi creando un vínculo.
David no pasó ni siquiera llegó al minuto, era complicado resistirse a continuar bebiendo pero extrajo los colmillos y lamió las heridas hasta cerralas, delicadamente. David aun tenía los ojos cerrados, cuando bebía caía en aquel trance entre sensual y animal, entregado al placer de la sangre aunque fuera en aqueln breve sorbo. Pasó sus labios de nuevo por su muñeca, acariciándola, su piel bronce ahora brillaba y los músculos de su marcado cuerpo estaban tensos, perfectamente dibujados. David ni se percató que bajo la sábana, en su entrepierna, se formó un bulto delator de su excitación por tomar aquel elixir escarlata.
-Seré cuidadoso...-no quería hacerle daño, ni tampoco asustarlo pero no tenía fuerzas para salir de casa, simplemente se sentía agotado, exahusto. Acercó la muñeca hasta sus labios, acostumbraba a cazar de forma ruda y despiada, clavando directamente los colmillos pero con Cassel no quería comportarse de esa forma tan animal. Asomó su rosada lengua y lamió esa zona con suavidad, tocando las venas con la punta de la misma, luego besó la piel y apoyó su boca, sus colmillos asomaron y los clavó poco a poco, penetrando la piel casi de forma erótica.
Comenzó a beber, cerró sus dorados ojos y un jadeó de placer escapó entre sus labios mientras la sangre exquisita y caliente de Cassel descendía por su gargante, nunca comprendió que algunos vampiros tuvieran mortales de los cuales bebían a menudo pero sin matarlo pero haciendo esto, bebiendo de Cassel comenzó a entenderlo perfectamente, era algo embriagador y el hecho que entre ellos hubiera una relació de confianza lo hacía más perfecto, casi creando un vínculo.
David no pasó ni siquiera llegó al minuto, era complicado resistirse a continuar bebiendo pero extrajo los colmillos y lamió las heridas hasta cerralas, delicadamente. David aun tenía los ojos cerrados, cuando bebía caía en aquel trance entre sensual y animal, entregado al placer de la sangre aunque fuera en aqueln breve sorbo. Pasó sus labios de nuevo por su muñeca, acariciándola, su piel bronce ahora brillaba y los músculos de su marcado cuerpo estaban tensos, perfectamente dibujados. David ni se percató que bajo la sábana, en su entrepierna, se formó un bulto delator de su excitación por tomar aquel elixir escarlata.
David Talbot- Cantidad de envíos : 394
Fecha de inscripción : 14/02/2012
Localización : Puede que Trafalgar Square
Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
Ya iba a retirar la muñeca cuando la agarró. Me di cuenta entonces de lo mucho que necesitaba esto. Relaje mi cuerpo y espere sentir la dolorosa incision de sus dientes en la muñeca, sin embargo me sorprendio con suavidad y delicadeza. Lamia la piel, la besaba, como preparandola a lo que sucederia a continuación. Y clavo sus dientes. El dolor fue tan intenso que apenas pude percibirlo, pero la sensacion de extraccion era parecida a cuando una enfermera te sacaba sangre....solo que la duración era mas larga. Suspire pausado, la forma de beber repercutio en mi cuerpo recorriendole con agradables cosquilleos. Era la misma sensacion que cuando escuchas una cancion que te gusta y sientes la vibración, tu bello se eriza.
Me habia propuesto apartar la mirada pero...finalmente lo miraba mientras el probaba el bocado que ofrecia. Parecia disfrutar realmente de ello y si mis venas estuvieran repletas de chocolate sin duda yo tambien disfrutaria. Cuando separo sus colmillos apreté los labios reteniendo cualquier sonido que pudiera delatar el estremecimiento que ascendia por mis piernas recorriendo las caras internas de los muslos, mas el, seguia con los labios pegados a la muñeca, haciendome cosquillas con la regeneracion de su saliva. Si el hubiera seguido bebiendo un poco mas....el unico extasiado no habria sido él.
Parecia extasiado...ido.
Parpadee varias veces percatandome de lo excitado que estaba...esta vez habia sido yo quien lo habia causado, bueno, no yo, si no mi sangre. Que extraño sentir orgullo en eso y que viles colores presentaban ahora mi rostro. Me pase la otra mano por la nuca, sobandola despacio, algo que hacia mucho mas a menudo de lo que deseaba.
-David..- musite despacio para no sacarlo subitamente del trance. Volvi a acariciar sus cabellos con suavidad -Creo que deberias...darte una ducha...- aconseje sintiendo un poco de ironia con todo el asunto. El caso es que alguno de los dos terminabamos excitados al final o al principio de la jornada y luego venian las culpas, los cohibimientos y los perdones. Se estaba creando una tension dificil de manejar. Que relacion mas extraña esta, no podia catalogarla ni de profesional ni de formal, pero eso que importaba, en este mundo sin reglas y lleno de caos y libertad.
Me habia propuesto apartar la mirada pero...finalmente lo miraba mientras el probaba el bocado que ofrecia. Parecia disfrutar realmente de ello y si mis venas estuvieran repletas de chocolate sin duda yo tambien disfrutaria. Cuando separo sus colmillos apreté los labios reteniendo cualquier sonido que pudiera delatar el estremecimiento que ascendia por mis piernas recorriendo las caras internas de los muslos, mas el, seguia con los labios pegados a la muñeca, haciendome cosquillas con la regeneracion de su saliva. Si el hubiera seguido bebiendo un poco mas....el unico extasiado no habria sido él.
Parecia extasiado...ido.
Parpadee varias veces percatandome de lo excitado que estaba...esta vez habia sido yo quien lo habia causado, bueno, no yo, si no mi sangre. Que extraño sentir orgullo en eso y que viles colores presentaban ahora mi rostro. Me pase la otra mano por la nuca, sobandola despacio, algo que hacia mucho mas a menudo de lo que deseaba.
-David..- musite despacio para no sacarlo subitamente del trance. Volvi a acariciar sus cabellos con suavidad -Creo que deberias...darte una ducha...- aconseje sintiendo un poco de ironia con todo el asunto. El caso es que alguno de los dos terminabamos excitados al final o al principio de la jornada y luego venian las culpas, los cohibimientos y los perdones. Se estaba creando una tension dificil de manejar. Que relacion mas extraña esta, no podia catalogarla ni de profesional ni de formal, pero eso que importaba, en este mundo sin reglas y lleno de caos y libertad.
V. Cassel- Cantidad de envíos : 264
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Localización : Los Angeles
Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
David le soltó poco a poco la muñeca, jadeaba ahora y sus ojos parecía arder en sus cuentas, estaba en aquel estado sexual y depredador, lo bueno de salir a cazar solo es que primero, daba muerte a su presa, desangrandola por completo y lo segundo, es que nadie lo veía ni lo tocaba cuando estaba así. Armand lo hizo cuando insistió en acompañarlo por las calles del Vaticano, bajo la lluvia. El resultado fue que David respondió a un beso del pelirrojo vampiro hambrientamente y luego terminaron teniendo sexo durante todas las horas de la noche porque David se comportó de una forma completamente insaciable, desmesurada y ansiosa.
¿Cuál era la diferencia ahora? Era Cassel, su aroma a canela era encantador, exótico y le traía recuerdos del pasado en la India, sus mejores tiempos, sus ojos verdes brillantes y vivos, hermosos , su cuerpo que tuvo el privilegio de admirar, lo llamaba al pecado aunque quisiera negarlo, era un espécimen no solo hermoso sino fuerte y valiente. David en consciente se había negado a dejarse llevar por todo eso, su control era siempre lo primero y su formalidad inglesa su armadura. Pero la sangre desataba ese lado sensual de él en todo su esplendor, desatando los nudos de su corazón y de su alma,la de cazador y aventurero.
Se fue girando despacio, abriendo sus dorados ojos, sus manos se apoyaron a ambos muslos de Cassel se inclinó hacia delante, mirándolo ahora directamente a los ojos, le sonrio, pera una sonrisa completamente diferente a todas las anteriores, era muy atractiva, natural y llena de encanto, ahora parecía más joven. Acercó su rostro, sus labios se posaron sobre el perfil de la mandíbula de Cassel, delineándola desde el lóbulo de la oreja hasta su barbilla que mordisqueó suavemente para luego sus gajos ahora rosados y calientes ascendieran rozando la boca de Cassel, jugando con aquella carne entreabierta y que dejaba escapar un aliento entrecortado, unio su boca con la suya y un gemido de placer manó de su ancho pecho, musculoso, vibrando.
Alzó las manos y las apoyó en los pectorales de Cassel, tirando de la camiseta, ahora los dedos de David estaban calientes por la sangre del hombre que ahora tocaba de forma provocativa, no había margen de error para que lo estaba buscando David en aquellos instantes. Comenzó a empujarlo hacia atrás y las uñas crecieron, no tenía paciencia para quitársela al modo convencional, los pezones de Cassel quedaron al aire y las yemas de los dedos de David los acariciaron hasta sentirlos erectos, gruñó en el beso y metió su lengua en la boca de Cassel, abriendo sus labios casi a la fuerza.
¿Cuál era la diferencia ahora? Era Cassel, su aroma a canela era encantador, exótico y le traía recuerdos del pasado en la India, sus mejores tiempos, sus ojos verdes brillantes y vivos, hermosos , su cuerpo que tuvo el privilegio de admirar, lo llamaba al pecado aunque quisiera negarlo, era un espécimen no solo hermoso sino fuerte y valiente. David en consciente se había negado a dejarse llevar por todo eso, su control era siempre lo primero y su formalidad inglesa su armadura. Pero la sangre desataba ese lado sensual de él en todo su esplendor, desatando los nudos de su corazón y de su alma,la de cazador y aventurero.
Se fue girando despacio, abriendo sus dorados ojos, sus manos se apoyaron a ambos muslos de Cassel se inclinó hacia delante, mirándolo ahora directamente a los ojos, le sonrio, pera una sonrisa completamente diferente a todas las anteriores, era muy atractiva, natural y llena de encanto, ahora parecía más joven. Acercó su rostro, sus labios se posaron sobre el perfil de la mandíbula de Cassel, delineándola desde el lóbulo de la oreja hasta su barbilla que mordisqueó suavemente para luego sus gajos ahora rosados y calientes ascendieran rozando la boca de Cassel, jugando con aquella carne entreabierta y que dejaba escapar un aliento entrecortado, unio su boca con la suya y un gemido de placer manó de su ancho pecho, musculoso, vibrando.
Alzó las manos y las apoyó en los pectorales de Cassel, tirando de la camiseta, ahora los dedos de David estaban calientes por la sangre del hombre que ahora tocaba de forma provocativa, no había margen de error para que lo estaba buscando David en aquellos instantes. Comenzó a empujarlo hacia atrás y las uñas crecieron, no tenía paciencia para quitársela al modo convencional, los pezones de Cassel quedaron al aire y las yemas de los dedos de David los acariciaron hasta sentirlos erectos, gruñó en el beso y metió su lengua en la boca de Cassel, abriendo sus labios casi a la fuerza.
David Talbot- Cantidad de envíos : 394
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Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
Bien...finalmente se iria a la ducha. No...no se iba a la ducha. ¿Que? Se estaba acercando a mi.....no me mires con esos ojos. Dios, son de oro puro. Dos grandes pepitas cuyas pupilas se pierden. Como un ser tan frio podia desprender tanto fuego. Se acerco ofreciendo su mejor sonrisa, depredadora, salvaje y llena de encanto. Senti que mi voluntad se mermaba por mucho que mi ceño se frunciera y mis labios se abrieran dispuestos a lanzar una propuesta.
-David....- lo habia soltado, habia sido un reclamo, un toque de atención para que despertara de ese hechizo en el que se habia sumido él y que amenazaba con atraparme a mi.
-Hombre...con....controla...- mis palabras se vieron cortadas drasticamente cuando su boca se acerco a la mia y la invadió en todo el amplio sentido de la palabra. ¿Que no recordaba lo que le habia dicho la semana anterior? Y yo...me sorprendo atacandolo asi, respondiendo en mitad de un fluido jadeo. Mi cuerpo responde al agresivo acercamiento, intentando que haga por mi, lo que mis palabras callan. Mis manos se enredan en su cabello, apretando las ebras entre mis dedos. Tan sensible, bajo un tacto certero mi pecho desnudo contrae los abdominales cuando pellizca ciertas zonas.
Como iba a adivinar que un poco de mi sangre causaria todo este desconcierto.
Ladeé el rostro para romper con sus labios, necesitando llenar mis pulmones de aire de forma entrecortada y acelerada. Sentia el latido del corazon palpitar en las sienes y mas abajo palpitar otra cosa. Su cuerpo pesaba sobre el mio, me habia atrapado con su musculatura y ahora mostraba impunemente ese sexo endurecido, completamente preparado para batallar, erguido y orgulloso.
La razon y la consciencia se debió perder ante el pulso de la naturaleza mas básica, la del deseo. Lo que guiaba ahora mi mano descendiendo por su vientre no era mas que una locura que habia provocado su acercamiento, el roce de sus labios y la vision de ese cuerpo.
Agarré su falo ahogando un jadeo al mantener los labios apretados y me sorprendi de la suavidad de esa piel asi como de su tacto templado, sin embargo seguia ofreciendo esa rigidez en los musculos, en su cuerpo. El verdor de mis ojos se incentivo al conectar con los suyos, jamas habia estado en el otro lado, no habia experimentado la otra posicion, esa a la cual habia relegado a mi difunto novio y que tan bien sabia interpretar. No sabia que me deparaba este hombre de la Talamasca, cualquiera hubiera sentido miedo excepto yo, que solo manifestaba una creciente curiosidad.
Masajee aquel falo tal y como me lo habria masajeado yo, en aquella ducha solitaria, cuando su sangre maldita estaba en mis venas.
Me acerqué a sus labios, solo un poco, plegando mis parpados cubriendo mi mirada. Asomó mi lengua rosada entre los mismos, para lamer aquellos inmortales.
-David....- lo habia soltado, habia sido un reclamo, un toque de atención para que despertara de ese hechizo en el que se habia sumido él y que amenazaba con atraparme a mi.
-Hombre...con....controla...- mis palabras se vieron cortadas drasticamente cuando su boca se acerco a la mia y la invadió en todo el amplio sentido de la palabra. ¿Que no recordaba lo que le habia dicho la semana anterior? Y yo...me sorprendo atacandolo asi, respondiendo en mitad de un fluido jadeo. Mi cuerpo responde al agresivo acercamiento, intentando que haga por mi, lo que mis palabras callan. Mis manos se enredan en su cabello, apretando las ebras entre mis dedos. Tan sensible, bajo un tacto certero mi pecho desnudo contrae los abdominales cuando pellizca ciertas zonas.
Como iba a adivinar que un poco de mi sangre causaria todo este desconcierto.
Ladeé el rostro para romper con sus labios, necesitando llenar mis pulmones de aire de forma entrecortada y acelerada. Sentia el latido del corazon palpitar en las sienes y mas abajo palpitar otra cosa. Su cuerpo pesaba sobre el mio, me habia atrapado con su musculatura y ahora mostraba impunemente ese sexo endurecido, completamente preparado para batallar, erguido y orgulloso.
La razon y la consciencia se debió perder ante el pulso de la naturaleza mas básica, la del deseo. Lo que guiaba ahora mi mano descendiendo por su vientre no era mas que una locura que habia provocado su acercamiento, el roce de sus labios y la vision de ese cuerpo.
Agarré su falo ahogando un jadeo al mantener los labios apretados y me sorprendi de la suavidad de esa piel asi como de su tacto templado, sin embargo seguia ofreciendo esa rigidez en los musculos, en su cuerpo. El verdor de mis ojos se incentivo al conectar con los suyos, jamas habia estado en el otro lado, no habia experimentado la otra posicion, esa a la cual habia relegado a mi difunto novio y que tan bien sabia interpretar. No sabia que me deparaba este hombre de la Talamasca, cualquiera hubiera sentido miedo excepto yo, que solo manifestaba una creciente curiosidad.
Masajee aquel falo tal y como me lo habria masajeado yo, en aquella ducha solitaria, cuando su sangre maldita estaba en mis venas.
Me acerqué a sus labios, solo un poco, plegando mis parpados cubriendo mi mirada. Asomó mi lengua rosada entre los mismos, para lamer aquellos inmortales.
V. Cassel- Cantidad de envíos : 264
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Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
Los dorados ojos de David se entrecerraron al entrar en contacto con las esmeraldas de Cassel, se dijeron más así que de otra forma, mil palabras que a lo mejor tuvieron que pronunciar antes de aquel contacto íntimo y profundo de sus bocas, pero podían esperar, sí, ahora David no tenía prisa en pronunciar ni siquiera un disculpa por lo que estaba ocurriendo entre ellos. Aunque el rumor de la sangre aun resonaba en sus oídos y dentro de su pecho, haciendo ardir su piel y sus labios que se movían contra los de Cassel, amoldándose húmedamente el uno al otro, era cada vez más calmado pero no por ello la pasión era menor en David, cuando se prendía, no se apagaba. Puede que ahora su mente estuviera más presente pero no rompió el beso, no, lo deseaba. Cassel había roto aquellas barreras de formilidad de David y el vampiro se desataba, entregándose al momento como hacia justo ahora.
Cerró los ojos cuando sintió los dedos de Cassel aferrando su pene oscuro,largo y duro, entreabrió sus labios tibios, sensuales y llenos-ahh..-un gemido profundo y erótico manó, cálido, quedándose sostenida como una nota sobre ellos. David movió sus caderas estrechas, haciendo que su falo rodara suavemente entre los dedos de Cassel, sentía que aquello locura dulce lo estaba envolviendo a los dos, haciendo que todo lo que no fuera aquella habitación y aquel cuerpo dejara de ser real para David.
Abrió sus dorados ojos de nuevo y le sonrió, sus labios rozaron de nuevo los de Caseel,jugando con aquella boca maravillosa, era tocar un pedazo de cielo, saborearlo y tomarlo para si mismo. Volvió a besarlo, despacio, David, alzó sus manos y sus brazos musculsos abrazaron la cintura de Cassel, apreatandolo contra su cuerpo, suspirando cuando sus lenguas se volvieron a encontrar en una danza húmeda que hizo que su cuerpo ondulara como un hilo dorado, sus músculos bailaron bajo la piel y embistió de nuevo, de necesidad de encontrar un punto donde apoyar su glande.
De repente algo vibró en al cadera de Cassel y comenzó a sonar una molodía de Benyoce. David se sorprendió y separó su boca de la del policía, mirándolo. Luego una de sus morenas manos acarició su pecho, tocando sus adbominales que resaltaban en el vientre del joven, sus dedos entraron en el bolsillo y cogió el celular, se lo entregó-puede ser algo importante...
Cerró los ojos cuando sintió los dedos de Cassel aferrando su pene oscuro,largo y duro, entreabrió sus labios tibios, sensuales y llenos-ahh..-un gemido profundo y erótico manó, cálido, quedándose sostenida como una nota sobre ellos. David movió sus caderas estrechas, haciendo que su falo rodara suavemente entre los dedos de Cassel, sentía que aquello locura dulce lo estaba envolviendo a los dos, haciendo que todo lo que no fuera aquella habitación y aquel cuerpo dejara de ser real para David.
Abrió sus dorados ojos de nuevo y le sonrió, sus labios rozaron de nuevo los de Caseel,jugando con aquella boca maravillosa, era tocar un pedazo de cielo, saborearlo y tomarlo para si mismo. Volvió a besarlo, despacio, David, alzó sus manos y sus brazos musculsos abrazaron la cintura de Cassel, apreatandolo contra su cuerpo, suspirando cuando sus lenguas se volvieron a encontrar en una danza húmeda que hizo que su cuerpo ondulara como un hilo dorado, sus músculos bailaron bajo la piel y embistió de nuevo, de necesidad de encontrar un punto donde apoyar su glande.
De repente algo vibró en al cadera de Cassel y comenzó a sonar una molodía de Benyoce. David se sorprendió y separó su boca de la del policía, mirándolo. Luego una de sus morenas manos acarició su pecho, tocando sus adbominales que resaltaban en el vientre del joven, sus dedos entraron en el bolsillo y cogió el celular, se lo entregó-puede ser algo importante...
David Talbot- Cantidad de envíos : 394
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Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
Pareció que mi mano calmó al vampiro mientras lo sostenia aferrado por ahi. Sentí el impulso de sus caderas contra la palma mientras se deslizaba sobre la erecta carne. Su beso se torno mas suave, menos exigente, parecian incluso roces tiernos e inocentes, de no ser por lo que estaba haciendo con el. Aguante un suspiro mientras me entregaba a su boca, tanto tiempo que no me besaban asi, con tanta alma, que me habia olvidado de esas sensaciones que ahora experimentaba. Un intenso cosquilleo, un estremecimiento general, mi cuerpo afiebrandose por zonas...
El ambiente se torno denso, cargado de aromas intrigantes y afrodisiacos, tanto como la saliva de aquel ser inmortal. Jadee ahogado en sus labios al sentir como me agarraba con una posesividad inquietante. Al mover mi mano, machacandola, rozaba la zona mas sensible entre mis piernas, aun enjaulada bajo las ropas que ejercian de prision de mi deseo.
Mis sentidos se habian adormilado, ajenos a cualquier estimulo que no representara el vampiro. Por ello no escuche sonar mi movil, o mas bien no quise hacerlo hasta que separo su rostro, su boca, dejandome con los labios abiertos, jadeantes esperando por que regresaran.
Cogí con cierto temblor el movil con la mano que tenia libre y observé que quien llamaba era mi hermana Julia. Debia contestar pues si no estaria preocupada pensando en que me habia ocurrido algo malo. Esta era nuestra politica, siempre coger las llamadas. ¿Pero como iba a hablar con ella cuando seguramente mi voz no sonaria como lo hacia habitualmente? David me acarició el pecho, enardeciendome, esas manos simplemente eran capaces de despertar hasta al mas frigido.
Tragué saliva y carraspee para tratar que mi voz sonara limpia, segura y tranquila. Cogí la llamada y pegué el movil a la oreja mientras soltaba el sexo de David, necesitaba todos mis sentidos de vuelta para hablar con ella, pues me leia como si fuera un libro abierto, conocia todos mis estados de animo.
-Juls...ca...cariño ¿Que quieres?- lo habia intentado de veras, parecer sereno, pero resultaba dificil calmar esa excitacion en la voz teniendo sobre mi a un tipo completamente sensual. Ella me respondio alterada de tal forma que no pudo percibir nada en mi voz. Habia una rata en la cocina y no sabia que hacer con ella, me pedia que fuera y la cazara. -Estoy...- mire a David, sus ojos, ¿Ir hacia alla ahora? Joder, no podia hacer tal cosa! -ocupado ahora...hermana...¿No...no es posible que agarres una escoba..y le atices?- trate de llegar a un acuerdo con ella, me respondio con un lamento, un gruñido de indisposicion -Julia...¿Recuerdas la cancion que cantabamos de pequeños? Esa cancion...sobre las ratas...para que se alejaran...- mi rostro se enrojeció en todas sus formas. Cantamela, no la recuerdo, dijo ella, cantamela y agarrare la escoba para atizarle. Coño! ¿Como le iba a cantar esa absurda cancion que me habia inventado cuando tenia 11 años delante de David?.
Lance un largo suspiro y cerré los ojos rememorando -Bien... empezaba así....Las ratas son malas...feas y gordas...si ves una rata atizale con la escoba- entoné con la voz un tanto entrecortada. A traves del telefono pude escuchar como ella lanzaba escobazos a diestro y siniestro, habia dejado el movil en malos libres y estaba en plena batalla con la rata. "Sigue hermano sigue, casi la tengo!" escuche decirme. -Rata vete de aqui, no nos gustas, eres fea y nos asustas!- dije del tirón...sentí que tenia un imán para situaciones vergonzosas en situaciones de lecho. ¿Por que siempre me pasaban estas cosas?. Puse atención a esos ruidos y finalmente escuché un chirrido de animal moribundo. La tengo hermano, dijo ella exclamando, gracias hermano, ya te dejo tranquilo. Y colgó el telefono, acto seguido lo dejé en la mesilla y miré a David lleno de verguenza.
-Entendere...que no quieras seguir...esa cancion baja la líbido a cualquiera.- musite en un susurro.
El ambiente se torno denso, cargado de aromas intrigantes y afrodisiacos, tanto como la saliva de aquel ser inmortal. Jadee ahogado en sus labios al sentir como me agarraba con una posesividad inquietante. Al mover mi mano, machacandola, rozaba la zona mas sensible entre mis piernas, aun enjaulada bajo las ropas que ejercian de prision de mi deseo.
Mis sentidos se habian adormilado, ajenos a cualquier estimulo que no representara el vampiro. Por ello no escuche sonar mi movil, o mas bien no quise hacerlo hasta que separo su rostro, su boca, dejandome con los labios abiertos, jadeantes esperando por que regresaran.
Cogí con cierto temblor el movil con la mano que tenia libre y observé que quien llamaba era mi hermana Julia. Debia contestar pues si no estaria preocupada pensando en que me habia ocurrido algo malo. Esta era nuestra politica, siempre coger las llamadas. ¿Pero como iba a hablar con ella cuando seguramente mi voz no sonaria como lo hacia habitualmente? David me acarició el pecho, enardeciendome, esas manos simplemente eran capaces de despertar hasta al mas frigido.
Tragué saliva y carraspee para tratar que mi voz sonara limpia, segura y tranquila. Cogí la llamada y pegué el movil a la oreja mientras soltaba el sexo de David, necesitaba todos mis sentidos de vuelta para hablar con ella, pues me leia como si fuera un libro abierto, conocia todos mis estados de animo.
-Juls...ca...cariño ¿Que quieres?- lo habia intentado de veras, parecer sereno, pero resultaba dificil calmar esa excitacion en la voz teniendo sobre mi a un tipo completamente sensual. Ella me respondio alterada de tal forma que no pudo percibir nada en mi voz. Habia una rata en la cocina y no sabia que hacer con ella, me pedia que fuera y la cazara. -Estoy...- mire a David, sus ojos, ¿Ir hacia alla ahora? Joder, no podia hacer tal cosa! -ocupado ahora...hermana...¿No...no es posible que agarres una escoba..y le atices?- trate de llegar a un acuerdo con ella, me respondio con un lamento, un gruñido de indisposicion -Julia...¿Recuerdas la cancion que cantabamos de pequeños? Esa cancion...sobre las ratas...para que se alejaran...- mi rostro se enrojeció en todas sus formas. Cantamela, no la recuerdo, dijo ella, cantamela y agarrare la escoba para atizarle. Coño! ¿Como le iba a cantar esa absurda cancion que me habia inventado cuando tenia 11 años delante de David?.
Lance un largo suspiro y cerré los ojos rememorando -Bien... empezaba así....Las ratas son malas...feas y gordas...si ves una rata atizale con la escoba- entoné con la voz un tanto entrecortada. A traves del telefono pude escuchar como ella lanzaba escobazos a diestro y siniestro, habia dejado el movil en malos libres y estaba en plena batalla con la rata. "Sigue hermano sigue, casi la tengo!" escuche decirme. -Rata vete de aqui, no nos gustas, eres fea y nos asustas!- dije del tirón...sentí que tenia un imán para situaciones vergonzosas en situaciones de lecho. ¿Por que siempre me pasaban estas cosas?. Puse atención a esos ruidos y finalmente escuché un chirrido de animal moribundo. La tengo hermano, dijo ella exclamando, gracias hermano, ya te dejo tranquilo. Y colgó el telefono, acto seguido lo dejé en la mesilla y miré a David lleno de verguenza.
-Entendere...que no quieras seguir...esa cancion baja la líbido a cualquiera.- musite en un susurro.
V. Cassel- Cantidad de envíos : 264
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Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
Los dorados ojos de David se abrieron ligeramente mientras escuchaba la conversaciónen completo silencio, ahora sus manos estaban colocadas a los costados del cuerpo de Cassel para que tuviera movilidad, aunque se moría de ganas por volver a tocar su cuerpo. Una vena juguetona se despertó en David, contra toda su formalidad, cuando estaba en la intimidad se permitía tener ese tipo de atenciones divertidas y tiernas, sus dedos se alzaron y comenzó a desabrochar el pantalón vaquero de Cassel mientras este hablaba con su hermana y sus dedos comenzaron a bajar la cremallera poco a poco pero se detuvo cuando escuchó que comenzaba a cantar...¡a cantar una canción para acabar con ratas! parecía el flautista de hamelim.
Alzó la vista hacia él, una gran sonrisa se enmarcó en sus sensuales labios, mostrando sus blancos dientes mientras el joven entonaba la canción con un evidente sonrojo en su mejillas por estar haciéndolo delante de él justo en aque tipo de situación, David apretó la boca para no estallar en carcajadas y no interrumpirlo pero sus pectorales musculosos vibraron levemente, sus pezones oscuros se movieron apenas, erectos y duros. Cuando Cassel cortó la llamada, entonces comenzó a reir, la risa de David era cálida, vibrante, sin malicia alguna y llena de notas doradas porque cuando reía lo hacía de verdad.
-Ha sido precioso.-rió un poco más, mirándolo a los ojos-¿Mi líbido?..no, creo que no ha bajado..-acercó de nuevo su rostro al suyo-¿quieres seguir o prefieres cantarme de nuevo esa canción?-una de sus manos descendió y se posó sobre la entrepierna de Cassel, notando el bulto que tenía en los calzoncillos-¿o termino de bajarte los pantalones?-no le permitió responder y lo besó en boca, profundamente, cerrando sus dorados ojos, jadeando apenas. Su propio falo aun estaba erguido y se humedecía a si mismo, los testículos tensos y tirando de sus caderas. Mordisqueó su boca mientras acariciaba el bulto por encima de la tela de los calzoncillos-dímelo, dímelo...haré lo que tu quieres..-susurró sobre sus labios entreabiertos, sobre aquel dulce bocado.
Alzó la vista hacia él, una gran sonrisa se enmarcó en sus sensuales labios, mostrando sus blancos dientes mientras el joven entonaba la canción con un evidente sonrojo en su mejillas por estar haciéndolo delante de él justo en aque tipo de situación, David apretó la boca para no estallar en carcajadas y no interrumpirlo pero sus pectorales musculosos vibraron levemente, sus pezones oscuros se movieron apenas, erectos y duros. Cuando Cassel cortó la llamada, entonces comenzó a reir, la risa de David era cálida, vibrante, sin malicia alguna y llena de notas doradas porque cuando reía lo hacía de verdad.
-Ha sido precioso.-rió un poco más, mirándolo a los ojos-¿Mi líbido?..no, creo que no ha bajado..-acercó de nuevo su rostro al suyo-¿quieres seguir o prefieres cantarme de nuevo esa canción?-una de sus manos descendió y se posó sobre la entrepierna de Cassel, notando el bulto que tenía en los calzoncillos-¿o termino de bajarte los pantalones?-no le permitió responder y lo besó en boca, profundamente, cerrando sus dorados ojos, jadeando apenas. Su propio falo aun estaba erguido y se humedecía a si mismo, los testículos tensos y tirando de sus caderas. Mordisqueó su boca mientras acariciaba el bulto por encima de la tela de los calzoncillos-dímelo, dímelo...haré lo que tu quieres..-susurró sobre sus labios entreabiertos, sobre aquel dulce bocado.
David Talbot- Cantidad de envíos : 394
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Localización : Puede que Trafalgar Square
Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
Esa sonrisa solo podia preceder unas futuras carcajadas...y asi fue. Se rió con ganas haciendome sentirme mas avergonzado, joven e infantil con la dichosa cancion. Incluso fruncí el ceño y lo miré asesinamente clavando mis verdes esmeraldas en él. Le habria soltado un puñetazo si no supiera que su dura piel podria romperme la mano para cortarle la risa de raiz, pero de alguna manera supo como taimar el asunto, aminorar mi enfado y verguenza hasta reducirlo a la nada.
-Vete un poco a la....¿Sabes que?...Podria hacer una nueva cancion....referida a los vampiros- refunfuñe malicioso y berrinchudo, estrechando la mirada sobre él, soltando ahora yo, una carcajada de risa. De pronto su mano acariciante me hizo suspirar larga y quedamente.
-No necesitas meterte dentro de mi mente para...- sus labios volvieron a prenderse de los mios y mis manos recorrieron a tientas ese cuello fuerte y moreno, deslizandolos por la base de su nuca -Aaah....- exhale un leve jadeo cuando sus dedos descendieron palpando mi sexo erguido, despertando la pasion que se habia llevado aquel momento de absurdo cachondeo.
Esas ultimas palabras me privaron de respiración. Un vampiro como David, un hombre caballeroso, galante, serio, orgulloso...diciendole algo asi...a alguien como yo. Este no era el David de los libros..este era otro ser, ardiente, lujurioso y tentador.
Lo atrape con mis brazos, force mis labios contra los suyos y los debore sintiendolos menos duros y mas dispuestos conforme rozaba con mi humeda y caliente carne la contraria. Bebi de su aliento y le entregué mi lengua, presionandola peligrosamente contra los colmillos que mantenia ligeramente escondidos.
Mientras perdia la respiracion y el sentido en esa boca vampirica, repase con una de mis manos su musculosa espalda, suave como una piedra de marmol y descendí por ella hasta llegar a sus nalgas. Deslice la mano sobre la izquierda y la aprete fuertemente descubriendo la tibia dureza de esta, consiguiendo que su cuerpo se rozara con el mio y mi pene completamente endurecido chocara con su vientre haciandome jadear ahogado.
Separe mis labios, buscando la respiracion que proporcionara oxigeno a ese cerebro que dejo de pensar con claridad.
-Comeme- musite en un susurro con los ojos entrecerrados que aun asi relucian con su fulgor verde, brillantes y humedos por el deseo -Comeme David, haz...que me corra hasta que mi corazon...estalle- balbuceaba como un crio, pero no me sentia culpable y sonrojado por ello, no podia sonar tan seguro como deseaba con todos los sentidos embriagados por el.
-Vete un poco a la....¿Sabes que?...Podria hacer una nueva cancion....referida a los vampiros- refunfuñe malicioso y berrinchudo, estrechando la mirada sobre él, soltando ahora yo, una carcajada de risa. De pronto su mano acariciante me hizo suspirar larga y quedamente.
-No necesitas meterte dentro de mi mente para...- sus labios volvieron a prenderse de los mios y mis manos recorrieron a tientas ese cuello fuerte y moreno, deslizandolos por la base de su nuca -Aaah....- exhale un leve jadeo cuando sus dedos descendieron palpando mi sexo erguido, despertando la pasion que se habia llevado aquel momento de absurdo cachondeo.
Esas ultimas palabras me privaron de respiración. Un vampiro como David, un hombre caballeroso, galante, serio, orgulloso...diciendole algo asi...a alguien como yo. Este no era el David de los libros..este era otro ser, ardiente, lujurioso y tentador.
Lo atrape con mis brazos, force mis labios contra los suyos y los debore sintiendolos menos duros y mas dispuestos conforme rozaba con mi humeda y caliente carne la contraria. Bebi de su aliento y le entregué mi lengua, presionandola peligrosamente contra los colmillos que mantenia ligeramente escondidos.
Mientras perdia la respiracion y el sentido en esa boca vampirica, repase con una de mis manos su musculosa espalda, suave como una piedra de marmol y descendí por ella hasta llegar a sus nalgas. Deslice la mano sobre la izquierda y la aprete fuertemente descubriendo la tibia dureza de esta, consiguiendo que su cuerpo se rozara con el mio y mi pene completamente endurecido chocara con su vientre haciandome jadear ahogado.
Separe mis labios, buscando la respiracion que proporcionara oxigeno a ese cerebro que dejo de pensar con claridad.
-Comeme- musite en un susurro con los ojos entrecerrados que aun asi relucian con su fulgor verde, brillantes y humedos por el deseo -Comeme David, haz...que me corra hasta que mi corazon...estalle- balbuceaba como un crio, pero no me sentia culpable y sonrojado por ello, no podia sonar tan seguro como deseaba con todos los sentidos embriagados por el.
V. Cassel- Cantidad de envíos : 264
Fecha de inscripción : 23/02/2012
Localización : Los Angeles
Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
Los dorados ojos de David, se tornaron más oscuros, más candentes, más cálidos, la pupila se volvió extrañamente vertical como la de un depredador, pero no era hambre o sed de sangre lo que el vampiro sintiera en ese mismo momento, era voracidad por aquel cuerpo que se exponía a sus ojos, masculino, musculoso y fuerte. No había en Cassel nada femenino, su rostro esculpido y ahora envuelto en la luz de la pasión, llamaba a todos los instintos de David, escuchar esas palabras saliendo de aquellos labios calientes y ensalivados, le estaba dando permiso para culminar aquello que comenzaron hace unos minutos y David precisaba que Cassel lo consintiera porque ahora mismo aquel poderoso vampiro se doblegaría a lo que pidiera ese mortal de orbes esmeraldas.
-Lo haré Cassel, lo haré..-le prometió, volvió a buscar su boca, de nuevo, se estaba haciendo adicto a aquellos gajos entrebiertos de los cuales manaba aquel aliento caliente. Lo besó intensamente, a sus sentidos llegaba el aroma a canela de Cassel, embragiándolo, la corriente que se extendía por su cuerpo, calentaba su piel de tono bronce, encendiéndola y que fuera más agradable al tacto, no quería que Cassel sintiera que estaba abrazado a una piedra. Suspiró y separó su boca, mirándolo a los ojos.
Abrió apenas su boca para mostrarla la punta de sus colmillos, la lamió el cuello, saboreando la piel, tersa y tibia, mordisqueó levemente pero sin hundir sus cananios, delineó su clavícula para morder el hombro derecho, fuerte y musculado, descendió y lamió los pazones, tirando de ellos, viendo como se volvían erectos por sus atenciones, llenándose de sangre, tentándolo pero se limitó a albergarlos dentro de su boca, chupándolos, podría estar todo el día rindiendo culto al templo del cuerpo de Cassel. Le sonrió y mordisqueó sus abdominales, sus dedos se anclaron en los bordes del pantalón y tiró de él, sacándoselo, lo dejó caer a un lado de la cama, en contra su pulcritud habitual.
-Sin calcetienes..-le sonrió y se los sacó, y le besó el empeine, David estaba ahora de rodillas, le estiró la pierna y permitió que los gemelos se posaron sobre uno de sus hombros, ladeó el rostro y besó su pierna, poco a poco, hasta el muslo, se lo mordió y bajó la pierna, posando sus aureos orbes en la entrepierna de Cassel, se estiró felinamente y sacó su rosada lengua, lamió los testiculos y fue subiendo hasta llegar a la base del pene erecto y mojado, emitiendo aquel aroma ligeramente salado. Ascendió hasta el glande y sopló ligeramente sobre la rajita, que asomaba ahora en su esplendo y poco a poco lo fue introduciendo en su boca, bajando por aque falo de buen tamaño, ancho y con las venas resaltando.
-Lo haré Cassel, lo haré..-le prometió, volvió a buscar su boca, de nuevo, se estaba haciendo adicto a aquellos gajos entrebiertos de los cuales manaba aquel aliento caliente. Lo besó intensamente, a sus sentidos llegaba el aroma a canela de Cassel, embragiándolo, la corriente que se extendía por su cuerpo, calentaba su piel de tono bronce, encendiéndola y que fuera más agradable al tacto, no quería que Cassel sintiera que estaba abrazado a una piedra. Suspiró y separó su boca, mirándolo a los ojos.
Abrió apenas su boca para mostrarla la punta de sus colmillos, la lamió el cuello, saboreando la piel, tersa y tibia, mordisqueó levemente pero sin hundir sus cananios, delineó su clavícula para morder el hombro derecho, fuerte y musculado, descendió y lamió los pazones, tirando de ellos, viendo como se volvían erectos por sus atenciones, llenándose de sangre, tentándolo pero se limitó a albergarlos dentro de su boca, chupándolos, podría estar todo el día rindiendo culto al templo del cuerpo de Cassel. Le sonrió y mordisqueó sus abdominales, sus dedos se anclaron en los bordes del pantalón y tiró de él, sacándoselo, lo dejó caer a un lado de la cama, en contra su pulcritud habitual.
-Sin calcetienes..-le sonrió y se los sacó, y le besó el empeine, David estaba ahora de rodillas, le estiró la pierna y permitió que los gemelos se posaron sobre uno de sus hombros, ladeó el rostro y besó su pierna, poco a poco, hasta el muslo, se lo mordió y bajó la pierna, posando sus aureos orbes en la entrepierna de Cassel, se estiró felinamente y sacó su rosada lengua, lamió los testiculos y fue subiendo hasta llegar a la base del pene erecto y mojado, emitiendo aquel aroma ligeramente salado. Ascendió hasta el glande y sopló ligeramente sobre la rajita, que asomaba ahora en su esplendo y poco a poco lo fue introduciendo en su boca, bajando por aque falo de buen tamaño, ancho y con las venas resaltando.
David Talbot- Cantidad de envíos : 394
Fecha de inscripción : 14/02/2012
Localización : Puede que Trafalgar Square
Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
La fiebre sacudia mi rostro y tal como y habia sucedido antes, me sentí flotar pese a que mi cuerpo estaba firmemente reposando en el colchon. Puede que el encuentro con este vampiro fuera la situacion mas intensa que jamas haya tenido, quizas fuera por su poder que me dejaba temblando como un flan con solo unos besos y unas caricias. No queriendo ser demasiado pasivo, sometí su lengua durante algunos instantes, dominandola con habiles movimientos provocados por la mia, que sinuosa se embriagaba con su maldita saliva. Mi cuerpo se movia bajo el sueño anhelando un roce mas intenso y deseado mientras mis brazos se enlazaban a su cuello y hombros con vigorosa fuerza.
Llegó a mi cuello y me sentí morir. Pense que sus colmillos transpasarian la piel con la misma dulzura que empleo al beber de mi muñeca, o quizas con mas pasión haciendome que eyaculara en el acto, pero quiso jugar conmigo, logró arrancarme un grave gemido mientras sus labios de caramelo marcaban la piel de mi lienzo. Cuando su boca y lengua entraron en contacto con mis monticulos enrojecidos por la friccion arquee la espalda y llevando las manos hacia la almohada la aprete con fuerza, hundiendo en ella mi cabeza.
¿Creeria de verdad David que habia escuchado sus palabras? Solo podia ver esa sonrisa, una sonrisa deslumbrante, que invitaba a seguirle el juego y sonreir tambien en respuesta.
Al incorporarse para elevar mis piernas pude ver completamente aquello que habia rozado ya con mi propia anatomía. Fibroso por supuesto, con un color acaramelado que invitaba a morderlo, a masticarlo como si fuera un dulce. Un sexo grueso, duro y oscuro pendiente erecto entre sus piernas. No habia nada en ese cuerpo que no me gustase, eterno y perfecto por siempre. Sentí incluso como si esta fuera mi primera vez, el sexo con Eliel habia dejado de ser excitante desde que supe que se acostaba conmigo para que fuese permisivo con el y con sus adicciones. No podia compararlos, el vampiro estaba a otro nivel y por su culpa tenia que poner en practicas terribles ejercicios de autocontrol, pues tenia terribles deseos de correrme a riesgo de parecer un crio.
-Dioses...David- exhale en un jadeo tragando saliva posteriormente al ver como bajaba por mis piernas -Aaaahh....- el paraiso era su boca. Succionaba y succionaba con firmeza y por un momento temí que quisiera arrancarmelo. Tomé sus cabellos acariciandolos. No era de esos que autoimponia su propio ritmo en este tipo de situaciones y me gustaba lo que Talbot hacia. Hasta el fondo de su boca, lento, profundo e intenso. No aguantaria, pareceria un crio...pero el me estaba comiendo con tanta certeza y devoción que si no me corria, acabaria desfalleciendome del esfuerzo.
Apreté sus cabellos, los dedos de mis pies se tensaron como el resto de mi cuerpo y me retorci contra el confortable colchon. Me fuí, me corrí, eyaculé, llegué al extasis y me sentí en el jodido paraiso.. Mordí mi labio inferior, abriendolo luego para exhalar un mudo gemido, tenia los cabellos pegado al rostro perlado por sudor, como el resto de mi cuerpo y mis ojos, brillantes como dos esmeraldas, lo escrutaban mientras este devoraba su bocado.
Llegó a mi cuello y me sentí morir. Pense que sus colmillos transpasarian la piel con la misma dulzura que empleo al beber de mi muñeca, o quizas con mas pasión haciendome que eyaculara en el acto, pero quiso jugar conmigo, logró arrancarme un grave gemido mientras sus labios de caramelo marcaban la piel de mi lienzo. Cuando su boca y lengua entraron en contacto con mis monticulos enrojecidos por la friccion arquee la espalda y llevando las manos hacia la almohada la aprete con fuerza, hundiendo en ella mi cabeza.
¿Creeria de verdad David que habia escuchado sus palabras? Solo podia ver esa sonrisa, una sonrisa deslumbrante, que invitaba a seguirle el juego y sonreir tambien en respuesta.
Al incorporarse para elevar mis piernas pude ver completamente aquello que habia rozado ya con mi propia anatomía. Fibroso por supuesto, con un color acaramelado que invitaba a morderlo, a masticarlo como si fuera un dulce. Un sexo grueso, duro y oscuro pendiente erecto entre sus piernas. No habia nada en ese cuerpo que no me gustase, eterno y perfecto por siempre. Sentí incluso como si esta fuera mi primera vez, el sexo con Eliel habia dejado de ser excitante desde que supe que se acostaba conmigo para que fuese permisivo con el y con sus adicciones. No podia compararlos, el vampiro estaba a otro nivel y por su culpa tenia que poner en practicas terribles ejercicios de autocontrol, pues tenia terribles deseos de correrme a riesgo de parecer un crio.
-Dioses...David- exhale en un jadeo tragando saliva posteriormente al ver como bajaba por mis piernas -Aaaahh....- el paraiso era su boca. Succionaba y succionaba con firmeza y por un momento temí que quisiera arrancarmelo. Tomé sus cabellos acariciandolos. No era de esos que autoimponia su propio ritmo en este tipo de situaciones y me gustaba lo que Talbot hacia. Hasta el fondo de su boca, lento, profundo e intenso. No aguantaria, pareceria un crio...pero el me estaba comiendo con tanta certeza y devoción que si no me corria, acabaria desfalleciendome del esfuerzo.
Apreté sus cabellos, los dedos de mis pies se tensaron como el resto de mi cuerpo y me retorci contra el confortable colchon. Me fuí, me corrí, eyaculé, llegué al extasis y me sentí en el jodido paraiso.. Mordí mi labio inferior, abriendolo luego para exhalar un mudo gemido, tenia los cabellos pegado al rostro perlado por sudor, como el resto de mi cuerpo y mis ojos, brillantes como dos esmeraldas, lo escrutaban mientras este devoraba su bocado.
V. Cassel- Cantidad de envíos : 264
Fecha de inscripción : 23/02/2012
Localización : Los Angeles
Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
David pudo percibir por los movimientos espámodicos de las caderas de Cassel que estaba a punto de correrse, notaba la tensión en sus testículos que estaban cargados, apretados, deseando verter el esperma que se había acumalado rápidamente. David no perdió el tiempo, se tragó todo el pene de Cassel, entero, la punta tocaba su garganta, era ancho que llenaba toda su boca, sintió los dedos de Caasel entre sus cabellos castaños, tirando de ellos, con fuerza, lo que le hizo emitir un gruñido propio de un animal en celo, le gustaba sentir su pasión, sus ansías, aquel deseo desnudo que expresó en la voz cuando gimió su nombre rotamente, desfallecido, dando a conocer que se estaba rindiendo en aquel mismo momento, lo excitó hasta el punto de hacer gotear su propia polla oscura y erecta.
Y allí estaba aquella cascada blanca, abundante que llenó toda su boca, un sabor almizclado que comenzó a tragar, mamando directamente de su falo, tomando la leche que le daba porque Cassel tenía tanto que ofrecer que hasta unos hilos se escaparon de la comisura de los labios del vampiro. David succionó sin pudor, la cabeza en la entrepierna de Cassel, acariciando sus muslos y hundiendo sus uñas en ellos. Apartó los labios y se relamió como un gato, observando aquel rostro hermoso, sumido en el gozo que él le proporcionó, eso le causó una gran satisfacción erótica.
-Yo no he terminado..-la voz de David era ahora más ronca, más profunda, ungida en miel. Se deslizó hacia arriba y apoyó su cuerpo sobre el de Cassel, para que sintiera su anatomía, sus labios se posaron en su cuello, lo lamió despacio, bajo su lengua pundo sentir el poderoso latido de su vena, sus colmillos crecieron, blancos y agudos, besó aquella zona-voy a penetrarte así..hoy..-y hundió poco a poco sus colmillos, dando un suspiro de placer muy alto, comenzó a beber.
Al tiempo su mano derecha se metió entre los dos cuerpos y cogió su propio pene y luego el de Cassel que aun estaba semirígido, comezó a masturbarlo contra el suyo que estaba duro y mojado, halando de ellos ahora más rudamente, tenía necesidad de correrse también, movió sus caderas al ritmo de sus masturbación, sus duras nalgas se contraían, altivas y morenas. Era alcanzar el mismo cielo, tomar su sangre deliciosa y tener su pene entre sus dedos. Sacó los colmillos y lamió su herida. Su boca ascendió y comenzó a gemir en su oído, entrecortadamente-ah..ahh..Cassel..-emitió otro quejido y se corrió, apretando ambas pollas entre sus dedos, ladeó el rostro y buscó su boca de nuevo, queriendo culminar sobre sus labios el orgasmo.
Y allí estaba aquella cascada blanca, abundante que llenó toda su boca, un sabor almizclado que comenzó a tragar, mamando directamente de su falo, tomando la leche que le daba porque Cassel tenía tanto que ofrecer que hasta unos hilos se escaparon de la comisura de los labios del vampiro. David succionó sin pudor, la cabeza en la entrepierna de Cassel, acariciando sus muslos y hundiendo sus uñas en ellos. Apartó los labios y se relamió como un gato, observando aquel rostro hermoso, sumido en el gozo que él le proporcionó, eso le causó una gran satisfacción erótica.
-Yo no he terminado..-la voz de David era ahora más ronca, más profunda, ungida en miel. Se deslizó hacia arriba y apoyó su cuerpo sobre el de Cassel, para que sintiera su anatomía, sus labios se posaron en su cuello, lo lamió despacio, bajo su lengua pundo sentir el poderoso latido de su vena, sus colmillos crecieron, blancos y agudos, besó aquella zona-voy a penetrarte así..hoy..-y hundió poco a poco sus colmillos, dando un suspiro de placer muy alto, comenzó a beber.
Al tiempo su mano derecha se metió entre los dos cuerpos y cogió su propio pene y luego el de Cassel que aun estaba semirígido, comezó a masturbarlo contra el suyo que estaba duro y mojado, halando de ellos ahora más rudamente, tenía necesidad de correrse también, movió sus caderas al ritmo de sus masturbación, sus duras nalgas se contraían, altivas y morenas. Era alcanzar el mismo cielo, tomar su sangre deliciosa y tener su pene entre sus dedos. Sacó los colmillos y lamió su herida. Su boca ascendió y comenzó a gemir en su oído, entrecortadamente-ah..ahh..Cassel..-emitió otro quejido y se corrió, apretando ambas pollas entre sus dedos, ladeó el rostro y buscó su boca de nuevo, queriendo culminar sobre sus labios el orgasmo.
David Talbot- Cantidad de envíos : 394
Fecha de inscripción : 14/02/2012
Localización : Puede que Trafalgar Square
Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
Lo tragó todo, sin atragantarse o retirarse asqueado, sin rechazarlo....lo tomó todo, todo lo que tenia que ofrecer, casi siempre abundante y rasgo un largo y profundo gemido de mi garganta. Entrecerré los ojos, gozando de los estremecimientos que sacudian mi cuerpo, de los temblores, del placer. Sentí el cuerpo relajado, un minuto apenas, flotando en una calida nube de lujuria. Su voz me precipitó de nuevo a la tierra, a la cama, prestando toda mi atención a su cuerpo, su rostro y sus labios. Habia sido un tanto precoz y ahora me sentia apenado por él, mas como no me gustaba dejar las cosas a medias, si me lo permitia, podria regresarle esa atención que me habia dedicado. Dispuesto a ofrecerle esa situación, mis labios quedaron abiertos pero no dijeron palabra alguna cuando su cuerpo serpenteo sensualmente sobre el mio.
Un cosquilleo erizó mi piel y me hizo jadear, aunque mi ceño se vió ligeramente fruncido al escuchar esa afirmacion. "Penetrarte asi...". Sus palabras resonaron por su cabeza una y otra vez, con esa tonalidad sensual que las enmarcaba. Entonces sintió el beso ardiente de sus colmillos y una mano invisible que le apretaba el corazón, bombeandolo con fuerza para que la sangre fuera mas rapidamente hacia la boca del vampiro. Por un segundo me dejó sin respiración. No habia forma de librarse, tampoco lo desaeba. Me habia atrapado con efectividad y dejé de tensar el cuerpo para flotar nuevamente, pero esta vez de una forma diferente.
Mis pensamientos salpicaron su mente, aquel sueño torrido que hube tenido en la primera noche en la cual nos encontramos, ambos cuerpos juntos como ahora, pegados, empujando uno contra el otro mientras se desataba un coro de jadeos y gemidos.
La fricción entre ambos sexos lo hizo enloquecer. Hundio las uñas en esa piel imperturbable, pero con ahinco ejercia presion suficiente como para que David lo sintiera.
-Aaagh...- gimio a duo junto a el. Su corazon volvió a la normalidad cuando esa mano invisible lo soltó y el beso sangriento cesó, aunque seguia acelerado por la ardiente situacion.
Bese sus labios hasta que su mano apretaba con tanta fuerza las carnes que me hizo morder su hombro con la pasion de un amante embravecido hasta que me fui nuevamente, convergiendo la esencia de ambos entre los vientres de los dos. Respiraba entrecortado, afloje los dientes y me separe de su hombro, estos me dolian. ¿Como se me ocurria tratar de morder algo tan duro?.
Apoyé la frente en su otro hombro, escondiendo el rostro en el. Me sentia exhausto y tan solo habian sido unas masturbaciones. Olí su piel, por primera vez, ahora su aroma era mas poderoso, perturbador, como si las fermononas salieran disparadas de sus poros.
-David..- susurre, tragué saliva y ladeé el rostro buscando sus labios, rozandolos con suavidad, atrapando su inferior para tirar de este muy lentamente.
Un cosquilleo erizó mi piel y me hizo jadear, aunque mi ceño se vió ligeramente fruncido al escuchar esa afirmacion. "Penetrarte asi...". Sus palabras resonaron por su cabeza una y otra vez, con esa tonalidad sensual que las enmarcaba. Entonces sintió el beso ardiente de sus colmillos y una mano invisible que le apretaba el corazón, bombeandolo con fuerza para que la sangre fuera mas rapidamente hacia la boca del vampiro. Por un segundo me dejó sin respiración. No habia forma de librarse, tampoco lo desaeba. Me habia atrapado con efectividad y dejé de tensar el cuerpo para flotar nuevamente, pero esta vez de una forma diferente.
Mis pensamientos salpicaron su mente, aquel sueño torrido que hube tenido en la primera noche en la cual nos encontramos, ambos cuerpos juntos como ahora, pegados, empujando uno contra el otro mientras se desataba un coro de jadeos y gemidos.
La fricción entre ambos sexos lo hizo enloquecer. Hundio las uñas en esa piel imperturbable, pero con ahinco ejercia presion suficiente como para que David lo sintiera.
-Aaagh...- gimio a duo junto a el. Su corazon volvió a la normalidad cuando esa mano invisible lo soltó y el beso sangriento cesó, aunque seguia acelerado por la ardiente situacion.
Bese sus labios hasta que su mano apretaba con tanta fuerza las carnes que me hizo morder su hombro con la pasion de un amante embravecido hasta que me fui nuevamente, convergiendo la esencia de ambos entre los vientres de los dos. Respiraba entrecortado, afloje los dientes y me separe de su hombro, estos me dolian. ¿Como se me ocurria tratar de morder algo tan duro?.
Apoyé la frente en su otro hombro, escondiendo el rostro en el. Me sentia exhausto y tan solo habian sido unas masturbaciones. Olí su piel, por primera vez, ahora su aroma era mas poderoso, perturbador, como si las fermononas salieran disparadas de sus poros.
-David..- susurre, tragué saliva y ladeé el rostro buscando sus labios, rozandolos con suavidad, atrapando su inferior para tirar de este muy lentamente.
V. Cassel- Cantidad de envíos : 264
Fecha de inscripción : 23/02/2012
Localización : Los Angeles
Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
David acudió a su llamada, también ladeando el rostro para tomar sus labios en los suyos, rozándolos el uno contra el otro, aprendiendo a reconocerse así, boca contra boca, sonrió cuando le tiró del inferior como si fuera un niño impertinente y caprichoso, suspiró por esa mordida. Sus manos broceadas y suaves, acariciaron el costado del cuero de Cassel, sin apresurarse, alargando en el tiempo el contacto entre ambos, eternizando la belleza de se momento, la calidez que para David sería un tesoro que atesoraría durante muchas noches en el futuro. Solo rezaba para que no le pasara como Armand, no quería olvidar aquellos momentos, no quería que nada de aquello se perdiera, ni la dulzura ni la pasión que estaba compartiendo con aquel hombre.
Le acaricó el mejilla y el cuello, despacio y abrió los ojos dorados para sumergirse en los de su amante, lo besó de nuevo, mirándolo de forma directa y de repente el celular de David comenzó a sonar con una sintonía clásica, frunció el ceño y por unos insntate mantuvo una dura pugna entre seguir con Cassel, continuar con los besos y las caricias y su deber como miembro de la Talamasca-no puedo creerlo...-su tono fue profundamente irritado por auqella interrupción, a veces no lo llamaban semanas y ahora, justo ahora, decidían hacerlo.
Se giró, dándole la espalda a Cassel, era ancha y musculosa, la cintura muy estrecha y la piel tenía aquel acabado perfecto en torno aureo que hacía reslatar toda su anatomía. Cogió el movil que estaba sobre la mesilla de noche-Talbot.-su tono fu mucho más seco que el habitual, se quedó inmóvil y luego se volteó otra vez hacia Cassel, mientras escuchaba, alzó una mano y comenzó a acariciarle suavemente el pecho, con la punta de los dedos, sobre todo sus pezones-ya veo..-miró a Cassel-de acuerdo, sí, gracías-colgó-Era para comunicarme que tu nombramiento es oficial y que tienen la dirección del lugar donde esta manada de lycans se unen. Me imagino que son desortores o por lo menos no han entrado a forma parte de los Thorns.
Lo escrutó-Deberíamos ir a investigar.-aunque no sintiera ganas ni de moverse, suspiró, era como si se acabara de romper un encatamiento entre ellos dos, volvió los ojos hacia su vientre, en él estaba la semilla de Cassel, deslizándose entre sus abdominales, luego volvió la vista también al ombligo de Cassel, de repente se inclinó y lamió el ombligo, quitando los restos, quería tener todo su sabor entre sus labios, no soportaba tener que estar si tocarlo..no sabía como afectaria todo aquello a la relación de ambos-voy a ducharme.-salió de la cama y se puso en pie.
Le acaricó el mejilla y el cuello, despacio y abrió los ojos dorados para sumergirse en los de su amante, lo besó de nuevo, mirándolo de forma directa y de repente el celular de David comenzó a sonar con una sintonía clásica, frunció el ceño y por unos insntate mantuvo una dura pugna entre seguir con Cassel, continuar con los besos y las caricias y su deber como miembro de la Talamasca-no puedo creerlo...-su tono fue profundamente irritado por auqella interrupción, a veces no lo llamaban semanas y ahora, justo ahora, decidían hacerlo.
Se giró, dándole la espalda a Cassel, era ancha y musculosa, la cintura muy estrecha y la piel tenía aquel acabado perfecto en torno aureo que hacía reslatar toda su anatomía. Cogió el movil que estaba sobre la mesilla de noche-Talbot.-su tono fu mucho más seco que el habitual, se quedó inmóvil y luego se volteó otra vez hacia Cassel, mientras escuchaba, alzó una mano y comenzó a acariciarle suavemente el pecho, con la punta de los dedos, sobre todo sus pezones-ya veo..-miró a Cassel-de acuerdo, sí, gracías-colgó-Era para comunicarme que tu nombramiento es oficial y que tienen la dirección del lugar donde esta manada de lycans se unen. Me imagino que son desortores o por lo menos no han entrado a forma parte de los Thorns.
Lo escrutó-Deberíamos ir a investigar.-aunque no sintiera ganas ni de moverse, suspiró, era como si se acabara de romper un encatamiento entre ellos dos, volvió los ojos hacia su vientre, en él estaba la semilla de Cassel, deslizándose entre sus abdominales, luego volvió la vista también al ombligo de Cassel, de repente se inclinó y lamió el ombligo, quitando los restos, quería tener todo su sabor entre sus labios, no soportaba tener que estar si tocarlo..no sabía como afectaria todo aquello a la relación de ambos-voy a ducharme.-salió de la cama y se puso en pie.
David Talbot- Cantidad de envíos : 394
Fecha de inscripción : 14/02/2012
Localización : Puede que Trafalgar Square
Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
Y cuando el momento se tornó perfecto, intimo y plenamente sencillo, una interrupción mas. Suspire, mis manos estaban sobre sus hombros, deslizandose por sus fuertes brazos hasta que David decidió aceptar esa llamada. Me sentia totalmente aturdido, embriagado, aun en aquella nube extasiada en donde mi cuerpo parecia flotar, hasta que aquella cancion de orquesta sinfonica me hizo evocar a todos los apostoles y a la santa virgen, y no de buenas maneras. Ese maldito movil... ¿Que tenian en contra de mi esos jodidos aparatos? Desee cogerlo y lanzarlo contra la pared con la finalidad de que estallara en mil pedazos.
Llevé una mano tras mi cabeza y la otra la estire hasta tocar su espalda con la punta de los dedos, descendiendo desde la nuca hasta el final, por la linea de su columna. Cuando se giró y tocó mi pecho, la misma mano fue a parar a su mejilla mientras anunciaba esa información. Sonreí agradecido, era uno mas en Talamasca, pero esa sonrisa se desvaneció tan pronto cuando habló de trabajo. ¿En serio?.. Se habia olvidado por completo de lo que habia venido ha hacer aqui, los informes que debia mostrarle de los datos que habia recopilado sobre ese tal Leon. Un mohin de disgusto se magnifico en mis facciones, ladee el rostro y suspire perezoso.
-Si...supongo que hay que trabajar...- susurre volviendo mi mirada a él cuando lamió con tremenda sensualidad mi ombligo. Ese no es el camino Talbot, a no ser que quieras que...se me ponga dura otra vez, pensé con toda la intención de que mis palabras le llegaran con claridad. Pero cuando el vampiro se levantó y fue hacia la ducha, voltee mi cuerpo revolviendo las sabanas con el. Era la misma sensacion de cuando eras pequeño y tu madre te despertaba temprano para ir al colegio. Te negabas haciendote el dormido, dando mil vueltas en la cama hasta que su mirada se ponia dura y penetrante.
Tenia que ser profesional, ya no era un crio y teniamos un asunto muy jodido entre manos....asi que mientras él se duchaba, yo sopesaba el hecho de hacerlo..junto con el. Meterme en la ducha y dejar que enjabonara mis cabellos...
-....Joder.- mis propios pensamientos me jodieron la existencia. Hacia unos segundos me habia propuesto ser profesional y a los segundos siguientes ya queria meterle mano.
Terminé por levantarme y camine hasta la ventana para que el aire frio golpeara mi rostro.
Luego fui a por mi ropa, recogiendola del suelo. Toda entera excepto la camiseta que estaba hecha jirones.
Me senté en la cama con la ropa sobre mi regazo, esperando a que David saliera para ocupar su lugar y limpiarme un poco.
-Necesitare una camiseta...o algo que se le parezca- corregí al recordar que el vampiro solia tener tan solo ropa formal, camisas y pantalones de vestir.
Llevé una mano tras mi cabeza y la otra la estire hasta tocar su espalda con la punta de los dedos, descendiendo desde la nuca hasta el final, por la linea de su columna. Cuando se giró y tocó mi pecho, la misma mano fue a parar a su mejilla mientras anunciaba esa información. Sonreí agradecido, era uno mas en Talamasca, pero esa sonrisa se desvaneció tan pronto cuando habló de trabajo. ¿En serio?.. Se habia olvidado por completo de lo que habia venido ha hacer aqui, los informes que debia mostrarle de los datos que habia recopilado sobre ese tal Leon. Un mohin de disgusto se magnifico en mis facciones, ladee el rostro y suspire perezoso.
-Si...supongo que hay que trabajar...- susurre volviendo mi mirada a él cuando lamió con tremenda sensualidad mi ombligo. Ese no es el camino Talbot, a no ser que quieras que...se me ponga dura otra vez, pensé con toda la intención de que mis palabras le llegaran con claridad. Pero cuando el vampiro se levantó y fue hacia la ducha, voltee mi cuerpo revolviendo las sabanas con el. Era la misma sensacion de cuando eras pequeño y tu madre te despertaba temprano para ir al colegio. Te negabas haciendote el dormido, dando mil vueltas en la cama hasta que su mirada se ponia dura y penetrante.
Tenia que ser profesional, ya no era un crio y teniamos un asunto muy jodido entre manos....asi que mientras él se duchaba, yo sopesaba el hecho de hacerlo..junto con el. Meterme en la ducha y dejar que enjabonara mis cabellos...
-....Joder.- mis propios pensamientos me jodieron la existencia. Hacia unos segundos me habia propuesto ser profesional y a los segundos siguientes ya queria meterle mano.
Terminé por levantarme y camine hasta la ventana para que el aire frio golpeara mi rostro.
Luego fui a por mi ropa, recogiendola del suelo. Toda entera excepto la camiseta que estaba hecha jirones.
Me senté en la cama con la ropa sobre mi regazo, esperando a que David saliera para ocupar su lugar y limpiarme un poco.
-Necesitare una camiseta...o algo que se le parezca- corregí al recordar que el vampiro solia tener tan solo ropa formal, camisas y pantalones de vestir.
V. Cassel- Cantidad de envíos : 264
Fecha de inscripción : 23/02/2012
Localización : Los Angeles
Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
David sonrió cuando Cassel pronunció aquel pensamiento tan fuerte que él pudo percibirlo sin estar haciendo uso consciente de su poder, despues de todo, el policía tenía una mente poderosa y estaba aprendiendo que podía lograr desarrollar todo su potencial, David esperaba grandes cosas de él. Pero los poderes de Cassel, ahora pasaron a plano secundario, estaba como hechizado por el joven, se sentía de nuevo...con ganas de intentar no solo culminar aquel acercamiento físico entre los dos, sino tener algo más que una simple relación profesional mezclada con sexo. Pero era pronto para apresurarse con esos pensamientos.
Se metió en el cuarto de aseo, abrió las llaves de la la ducha y se metió bajo la regadera, cerró los ojos mientras el agua caliente corría por todo su cuerpo, deslizándose por su musculosa y dorada anatomía, acariciando todo los escondidos recovecos y su entrepierna. Llevó la mano hasta ella y se pasó los dedos, rozando, sobre el largo de su pene, notando que de nuevo comenzaba a ponerse duro con el solo recuerdo de lo que pasó hace tan solo unos minutos, cuando Cassel se corrió, en su boca, gimiendo, entreabriendo sus rosados labios para expirar aquel suspiros erótico al aire, halando de sus castaños cabellos.
-Mmm..-abrió sus dorados ojos, súbitamente y apretó apenas los labios, no podía salir empalmado a su encuentro como un semental en celo. Cerró el agua caliente y abrió la fría, apoyando las manos contra los azulejos. Sabía que el joven perdió a su pareja hace relativamente poco, también sabía, por experiencia propia, que uno buscaba desahogarse, dejar salir la pena y todas las emociones que tenía dentro, tener algo que paliara ese gran vacio que estaba abierto en el interior. ¿Y él mismo? no lo sabía, desde que era vampiro no tenía relación alguno, no buscó un compañero inmortal, prefería estar solo con sus libros.
Salió de la ducha y se secó, colocando una toalla negra en torno a sus estrechas caderas y salió al dormitorio, se lo encontró vestido y posó los ojos en la camiseta que él mismo hizo jirones en el arrebato de pasión-lo lamento..no debí hacerla pedazos-pero sonrió. Se dirigió hasta el armario y lo abrió de par en par, Cassel no tenía su estilo así que era mejor buscar una de aquellas prendas ajustada que solía lucier cuando vestía ropa de combate. Extrajo una camiseta de manga larga, de color verde oscura y cuello en V. Se sentó a su lado en la cama y la colocó sobre su pecho-Creo que podríamos compartir vestuario, te quedará perfecta.¿Vas a ducharte?
Se metió en el cuarto de aseo, abrió las llaves de la la ducha y se metió bajo la regadera, cerró los ojos mientras el agua caliente corría por todo su cuerpo, deslizándose por su musculosa y dorada anatomía, acariciando todo los escondidos recovecos y su entrepierna. Llevó la mano hasta ella y se pasó los dedos, rozando, sobre el largo de su pene, notando que de nuevo comenzaba a ponerse duro con el solo recuerdo de lo que pasó hace tan solo unos minutos, cuando Cassel se corrió, en su boca, gimiendo, entreabriendo sus rosados labios para expirar aquel suspiros erótico al aire, halando de sus castaños cabellos.
-Mmm..-abrió sus dorados ojos, súbitamente y apretó apenas los labios, no podía salir empalmado a su encuentro como un semental en celo. Cerró el agua caliente y abrió la fría, apoyando las manos contra los azulejos. Sabía que el joven perdió a su pareja hace relativamente poco, también sabía, por experiencia propia, que uno buscaba desahogarse, dejar salir la pena y todas las emociones que tenía dentro, tener algo que paliara ese gran vacio que estaba abierto en el interior. ¿Y él mismo? no lo sabía, desde que era vampiro no tenía relación alguno, no buscó un compañero inmortal, prefería estar solo con sus libros.
Salió de la ducha y se secó, colocando una toalla negra en torno a sus estrechas caderas y salió al dormitorio, se lo encontró vestido y posó los ojos en la camiseta que él mismo hizo jirones en el arrebato de pasión-lo lamento..no debí hacerla pedazos-pero sonrió. Se dirigió hasta el armario y lo abrió de par en par, Cassel no tenía su estilo así que era mejor buscar una de aquellas prendas ajustada que solía lucier cuando vestía ropa de combate. Extrajo una camiseta de manga larga, de color verde oscura y cuello en V. Se sentó a su lado en la cama y la colocó sobre su pecho-Creo que podríamos compartir vestuario, te quedará perfecta.¿Vas a ducharte?
David Talbot- Cantidad de envíos : 394
Fecha de inscripción : 14/02/2012
Localización : Puede que Trafalgar Square
Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
Sus disculpas me hicieron reir, encontre ese gesto dulce y tierno, pues no habia nada que perdonar, habia sido un momento de pasión arrebatada...que si lo recordaba ahora mismo me llevaria al infierno de la excitación nuevamente. Cuando salió de la ducha mis ojos delinearon cada linea marcada de aquel torso y no mucho mas, pues se topó con una molesta toalla negra, cubriendo otras zonas dignas de ver. La verguenza, la timidez, se habia escapado por la ventana asi como el aroma del sexo que se disipaba poco a poco. Tomé la prenda que me ofrecia y me puse en pie, sujetando el resto de mi ropa con la mano, manteniendola apretada hecha una maraña contra mi entrepierna.
Esto.....si claro.- añadi tras mantener unos largos segundos en silencio observandole como atontado y presto fui a la ducha dandole la espalda desnuda al vampiro. Cerré la puerta tras de mi y dejé la ropa sobre uno de aquellos muebles de baño. Al mirarme al espejo pude ver claras evidencias de lo ocurrido. Seguramente si un desconocido me viera así, tambien podria llegar a la conclusion de que habia jugado en la cama con un vampiro. Tenia las marcas del vampiro en mi cuello, sangre seca alrededor de ellas....y por el pecho, costados, tenia paqueñas sombras de sus besos, chupetones. No me dolian, pero ahi estaban y tardarian en irse en un tiempo.
Finalmente me metí en la ducha, pero no me recreé demasiado. Retire el sudor de mi cuerpo, me empape de frescor y con las mismas me sequé y coloqué nuevamente la ropa. Ciertamente la camiseta me quedaba bien, pero esas marcas se seguian viendo. Llevar un pañuelo para ocultarla me parecia ademas de poco masculino, inviable, puesto que no tenia ninguno....asi que...
Salí del cuarto de baño mientras alborotaba mis cabellos humedos con ambas manos y miré al vampiro. -Si quieres echarles un vistazo a lo que investige sobre el sujeto llamado Leon...los informes estan en la mesa al lado de la puerta.- indiqué mientras me inclinaba y recogía la cazadora para ponermela informalmente sobre el hombro.
Camine hasta el vampiro, con total compostura, formalidad y profesionalidad, como si...al mirar esa cama, mi mente no evocase recuerdos de minutos pasados.
-Antes de irnos...- me giré para encararlo, un leve rubor cubrió mis mejillas y mis pupilas bailaron nerviosas -¿Podrias hacer algo con esto?.- señalé las mordedura de su gruesa y sensual boca sobre mi piel, esperando que no se ofendiese....pero no podia salir a la calle con ello, despertaria muchas cuestiones y muchas mas en mi trabajo, aunque pronto fuera a dejarlo.
-David... ¿Podrias....ayudarme con esto?- pregunté al salir de la habitación
Esto.....si claro.- añadi tras mantener unos largos segundos en silencio observandole como atontado y presto fui a la ducha dandole la espalda desnuda al vampiro. Cerré la puerta tras de mi y dejé la ropa sobre uno de aquellos muebles de baño. Al mirarme al espejo pude ver claras evidencias de lo ocurrido. Seguramente si un desconocido me viera así, tambien podria llegar a la conclusion de que habia jugado en la cama con un vampiro. Tenia las marcas del vampiro en mi cuello, sangre seca alrededor de ellas....y por el pecho, costados, tenia paqueñas sombras de sus besos, chupetones. No me dolian, pero ahi estaban y tardarian en irse en un tiempo.
Finalmente me metí en la ducha, pero no me recreé demasiado. Retire el sudor de mi cuerpo, me empape de frescor y con las mismas me sequé y coloqué nuevamente la ropa. Ciertamente la camiseta me quedaba bien, pero esas marcas se seguian viendo. Llevar un pañuelo para ocultarla me parecia ademas de poco masculino, inviable, puesto que no tenia ninguno....asi que...
Salí del cuarto de baño mientras alborotaba mis cabellos humedos con ambas manos y miré al vampiro. -Si quieres echarles un vistazo a lo que investige sobre el sujeto llamado Leon...los informes estan en la mesa al lado de la puerta.- indiqué mientras me inclinaba y recogía la cazadora para ponermela informalmente sobre el hombro.
Camine hasta el vampiro, con total compostura, formalidad y profesionalidad, como si...al mirar esa cama, mi mente no evocase recuerdos de minutos pasados.
-Antes de irnos...- me giré para encararlo, un leve rubor cubrió mis mejillas y mis pupilas bailaron nerviosas -¿Podrias hacer algo con esto?.- señalé las mordedura de su gruesa y sensual boca sobre mi piel, esperando que no se ofendiese....pero no podia salir a la calle con ello, despertaria muchas cuestiones y muchas mas en mi trabajo, aunque pronto fuera a dejarlo.
-David... ¿Podrias....ayudarme con esto?- pregunté al salir de la habitación
V. Cassel- Cantidad de envíos : 264
Fecha de inscripción : 23/02/2012
Localización : Los Angeles
Re: Tiempos de Guerra (priv +18)
Mientras Cassel se duchaba , David aprovechó para vestirse, fiel a su estilo, eligilió un traje azul oscuro y una camise negra sin corbata, toda la ropa estaba hecha a medida lo cual no quería decir que fuera nueva precisamente, al tener aquel cuepro vampirico, no cambiaba de peso, mucho menos sufría ningún tipo de variaciones a las que se ven sometidos los mortales a medida que avanzan en edad. David, por naturaleza era un hombre pulcro y las modas no le decían nada, para él, el buen gusto y la elegancia eran atemporales, de ahi, que guardaropa tuviera trajes de veinte años o más, de vez en cuando compraba alguna camisa o cambiaba las chaquetas y por supuesto su ropa interior pero no se preocupaba de ir de "tiendas".
Se miró al espejo y por primera en muchos años, se evaluó, quería estar correcto, atractivo y ser consciente de ello al observar su imagen reflejada lo llenó de una extraña turbación, se preocupaba de estar de adecuado para Cassel. Sus dorados ojos recorrieron su rostro masculino, atractivo, se colocó mejor el cuello de la camisa y un gesto de inusitada coqueteria, se abrió dos botones para mostrar su clavícula morena y el terso inicio de su musculoso pecho. Frunció el ceño y se pasó los dedos por aquellos cabellos castaños, aquel nimbo brillante que fluctuó bajo sus yemas. Suspiró, no se puso colonia, el aroma que desprendía aquel cuerpo inmortal no era desagradable.
Luego miró hacia la cama, las arrugas dejadas por sus cuerpos al contosionarse sobre ellas, acariciándose y gimiendo, besándose. David se acercó y comenzó a hacerla, era mejor evitar cualquier tipo de tentaciones aunque las continuas corrientes eróticas que recorrían su cuerpo no podían ser detenidas ni siquiera por su poderosa voluntad. La arregló perfectamente, metiendo las esquinas bajo el colchón, ahuecando los cojines sin siquiera darse cuenta de ello. Buscó los informes dejados a la entrada y comenzó a leerlos aunque le costaba concentrarse, pasando lentamente las hojas hasta que escuchó la puerta del baño que se abría. Alzó la vista y se quedó quieto, dejando que se acercara, el aroma de Cassel, su forma de moverse, de respirar, casi le hizo soltar el expediente para acercarse y tomar su boca de nuevo, pero controló esas ansías súbitas.
Observó la marca de su cuello y se aproximó, alzó sus dedos y suavemente se la acarició-no sé si me gustaría que otro se acercara a ti, señor Cassel.-bromeó, sonriendo. Se inclinó y pasó sus labios por ella pero sin presionar, luego comenzó a lamer, segregando aquella saliva que cerraba las heridas, que limpiara las sombras bajo la blanca piel-Ya está..-se separó, mirándolo a los ojos, casi hipnotizado.
-Vamos.-cuanto más tiempo estuvieran allí, más complicado no intentar volver a tocarlo, sentirlo o beber su sangre. David cogió su celular y una de sus armas que metió en uno de los bolsillos de la chaqueta. Irían en el coche de Cassel.
Se miró al espejo y por primera en muchos años, se evaluó, quería estar correcto, atractivo y ser consciente de ello al observar su imagen reflejada lo llenó de una extraña turbación, se preocupaba de estar de adecuado para Cassel. Sus dorados ojos recorrieron su rostro masculino, atractivo, se colocó mejor el cuello de la camisa y un gesto de inusitada coqueteria, se abrió dos botones para mostrar su clavícula morena y el terso inicio de su musculoso pecho. Frunció el ceño y se pasó los dedos por aquellos cabellos castaños, aquel nimbo brillante que fluctuó bajo sus yemas. Suspiró, no se puso colonia, el aroma que desprendía aquel cuerpo inmortal no era desagradable.
Luego miró hacia la cama, las arrugas dejadas por sus cuerpos al contosionarse sobre ellas, acariciándose y gimiendo, besándose. David se acercó y comenzó a hacerla, era mejor evitar cualquier tipo de tentaciones aunque las continuas corrientes eróticas que recorrían su cuerpo no podían ser detenidas ni siquiera por su poderosa voluntad. La arregló perfectamente, metiendo las esquinas bajo el colchón, ahuecando los cojines sin siquiera darse cuenta de ello. Buscó los informes dejados a la entrada y comenzó a leerlos aunque le costaba concentrarse, pasando lentamente las hojas hasta que escuchó la puerta del baño que se abría. Alzó la vista y se quedó quieto, dejando que se acercara, el aroma de Cassel, su forma de moverse, de respirar, casi le hizo soltar el expediente para acercarse y tomar su boca de nuevo, pero controló esas ansías súbitas.
Observó la marca de su cuello y se aproximó, alzó sus dedos y suavemente se la acarició-no sé si me gustaría que otro se acercara a ti, señor Cassel.-bromeó, sonriendo. Se inclinó y pasó sus labios por ella pero sin presionar, luego comenzó a lamer, segregando aquella saliva que cerraba las heridas, que limpiara las sombras bajo la blanca piel-Ya está..-se separó, mirándolo a los ojos, casi hipnotizado.
-Vamos.-cuanto más tiempo estuvieran allí, más complicado no intentar volver a tocarlo, sentirlo o beber su sangre. David cogió su celular y una de sus armas que metió en uno de los bolsillos de la chaqueta. Irían en el coche de Cassel.
David Talbot- Cantidad de envíos : 394
Fecha de inscripción : 14/02/2012
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