Games for days-Priv- Kyle-+18

Gemí de nuevo por aquellos movimientos frenéticos que comenzó a dedicarme, abriendo un poco mis piernas lo justo para notarla mas, cerrando los ojos de vez en cuando por el placer que seguía otorgándome.

Vi como dejaba expuesto su cuello haciendo que deseara clavar mis colmillos en aquella piel, pero mi instinto mas oculto, el de mi padre hizo que solo le lamiera el cuello y lo mordisqueara sin apartar mis manos de su piel acariciando y ayudándola a moverse encima mio o dando cachetadas en sus nalgas que no dejaban de moverse haciendo que gimiera cada vez mas y mas alto.

Sonrió moviéndose de prisa y clavando las uñas en sus hombros mientras se movía con rapidez. Era un animal salvaje y daba igual si ambos eran cuidadosos o no, ninguno de los dos era humano de todas formas.

No la mordió, entonces no se trataba de un chiquillo recién convertido que no podía evitar morder todo lo que se les ofrecía. Interesante. Era probable que perteneciera a alguna organización, lo investigaría más tarde.

Movió las manos arrastrando los dedos por su torso dejando marcas rojas por su piel moviéndose contra él y gimiendo de nuevo mientras sus piernas se aferraban a su cintura.

Gemía con cada movimiento que daba sobre mi cuerpo, temblaba sin dejar de acariciar su cuerpo, llevé las manos hasta su cuello apretando un poco soltando varios gruñidos.

No me gustaba la gente que creía que era un simple neofito que mordía todo lo que podía. Suspire de placer terminando por dejar caer mi cuerpo en la cama. Pero en un movimiento rápido salí de ella y termine por correrme en su rostro gimiendo largo, al terminar me deje caer de nuevo en la cama.

Lo siento querida, no voy a dejar que te quedes preñada - dije con media sonrisa jadeando con los ojos cerrados.

Gimió una exclamación mientras llegaba su orgasmo arqueándose y sintiendo la electricidad recorriendo sus venas. Su cuerpo tensándose y liberando toda la energía contenida de pronto. Él presionó su cuello mientras salía de su cuerpo para correrse con fuerza sobre su mandíbula y dejando que cayera por su pecho.

Hizo una mueca y lamió las comisuras de sus labios como un felino antes de reír con ganas ante su altanería.

-No podrías aunque quisieras querido. –susurró antes de apartarse sin molestarse en encontrar su ropa, se limpió el rostro con una toalla de seda ubicada a cada lado de los veladores-. La Lujuria no puede tener hijos –explicó y sonrió ligeramente-. Lo mismo ocurriría si me mordieses, ¿sabes? No importa cuanta de mi sangre tomes, no obtendrás nada de ella –susurró observándolo con una sonrisa-. Esto no dejará que ocurra –acarició con sus largos dedos el tatuaje de la serpiente grabado sobre su piel.

Caminó hacia el otro extremo de la habitación y tomó una copa que se llenó al instante de champaña.

Me senté de golpe ante aquella información que hizo que sonriera con algo de satisfacción, podría meterlo en los archivos. Mire aquel tatuaje con forma de serpiente, casi ni me había fijado en el tatuaje, ladee la cabeza y me acerque con curiosidad y lo acaricie con cuidado.

Parece que esté viva - murmure y fui dando besos cortos subiendo hasta su cuello donde lo mordisquee. - Gracias por esa información, así podré actualizar ciertos archivos... - sonreí y clavé un poco mis colmillos en su cuello, luego me aparte de su cuerpo lamiendo un poco aquella sangre. Aquí tienes mi tarjeta... Por si necesitas de mis servicios - le tendí mi tarjeta de visita de la talamasca con mi nombre apellido y el número de móvil con el mail.
Cogí una copa que se llenó de ron, sonreí y le di un trago sin dejar de mirar la serpiente que tenía.

Talamasca, fue lo primero que pensó cuando él mencionó archivos. Ni siquiera prestó atención al cosquilleo que sus colmillos habían producido sobre su delicada piel.
Sostuvo la tarjeta entre sus dedos y comprobó sus sospechas, claro que era de la Talamasca. Qué interesante.

-¿Qué hace un vampiro trabajando para la Talamasca? –preguntó intrigada pegándose a su cuerpo y acariciando ligeramente el tatuaje de la serpiente-. Claro que está viva, recorre mis venas, hace que este cuerpo contenga al pecado –susurró sensual y lamió sus propios labios.

No soy el único vampiro que trabaja para talamasca querida... creo que hasta hay algún caído - murmure bebiendo un sorbo de ron.

Acaricie su espalda mirándola a los ojos cuando dijo que la serpiente mantenía la lujuria dentro, mis ojos parecieron volverse los de un gato ante tal información, haciendo que besara sus labios.

Si hay algo que no quieres que escriba de lo que me digas dilo, no lo pondré, no soy como los observadores de hace siglos. Algunos roban libros e información, en cambio yo no, mis padres no me educaron así. - murmure enredando mis dedos en sus cabellos largos sin dejar de mirarla como si quisiera encontrar algo en su interior.

-¿Qué ganas de trabajar para ellos? –susurró antes de dar un trago a su copa de líquido burbujeante-. Al parecer la Talamasca ha cambiado muchas de sus antiguas reglas, qué interesante. –sonrió ligeramente y recibió sus labios un momento.

-Un vampiro con principios –dijo observándolo y haciendo una leve reverencia divertida-. Puedes escribir lo que quieras –se encogió de hombros- también he obtenido información interesante, así que creo que es un buen trato, ¿no? –sonrió observando sus ojos con diversión.

Supongo que si han cambiado- murmure llevando mas liquido a mis labios. Gano tecnología de última generación, y sin tener que gastarme dinero - sonreí mas y lamí sus labios.

Ronronee sin dejar de mirarla, moviendo hacia los lados la cabeza como si estuviera pensando en algo, aunque casi no pensaba en nada.

Esta bien, me parece buen trato - mis ojos brillaron y juguetee en su vientre acariciándolo. - Háblame de su alteza Caim...

-Entonces siempre haces buenos tratos -sonrió ligeramente y acarició el borde de su copa.

Se alejó grácilmente y se sentó sobre el borde de la cama, quería saber de Caim, lo que hizo que hiciera una mueca divertida.

-Mmmh, ¿qué quieres que diga querido? Lo unico que necesitas saber es que es poderoso y que lo será más y más -susurró con suavidad-. Si quieres encontrarlo puedo decirte dónde buscar. Ultimamente es difícil encontrarlo, ¿sabes? No le gusta ser molestado, especialmente por la Talamasca. -sonrió enseñando los dientes. En verdad era dificil encontrarlo si él no quiere ser encontrado, aunque ella siempre podía llamarlo o buscarlo en sus lugares preferidos.

Suspiró y se cruzó de piernas, estaba desnuda pero daba igual, a nadie le importaría demasiado la desnudez.
-¿Por qué la Talamasca está interesada en el presidente de los infiernos? -era una respuesta obvia, pero aún así le daba curiosidad si no habría algo más.

Escuchaba sus palabras como sus movimientos, sonriendo y bebiendo del licor. Así que era difícil de encontrar si él no lo quería, reí levemente pensando en que contestarle o simplemente pensando en cosas.

Bueno no es que Talamasca quiera saber de él, simplemente soy yo mismo quien esta interesado en él y tal vez en algún negocio que pueda darme... O quizá no - respondí por fin luego de unos segundos en silencio sin dejar de observarla.

Sonreí de lado y me levante acercándome a ella me puse entre sus piernas y me incline para besarla.

Iré a ducharme y luego... no se ya veré - reí levemente y me separe de ella para ir a la ducha.

Le besó una última vez y sonrió. Le caía bien aquél vampiro, quizás podrían hacer buenos tratos y algunas cosas más...

Suspiró mientras él entraba en el cuarto de baño y se estiró como un gato sobre la cama, aún tenía asuntos que resolver antes de la llegada de la molesta mañana. Caminó por la habitación colocando su ropa con cuidado y sujetando su cabello en un simple moño.

Cuando terminó se acercó hacia la mesa de luz y tocó los botones de un teléfono, solo pasaron un par de minutos hasta que alguien tocó la puerta. Dos jovencitas entraron en la habitación cuando ella abrió y se quedaron estáticas esperando sus órdenes.

-Portense bien y no pregunten nada -susurró con voz sensual paseando alrededor de ellas observándolas-. Dale esto encuanto salga del baño -murmuró en el oído a una de las muchachas, extendiéndole una tarjeta que decía "yo pago estas bebidas y puedes llamarme cuando desees.". Sonrió enseñando los dientes y acarició la mejilla delicada de una de ellas.

Suspiró, lamentaba no poder despedirse de él, pero estaba segura de que volverían a verse. Sonrió ante la idea y caminó dejando atrás a las muchachas en la habitación, mientras ella se movía a través de los oscuros pasillos del lugar.

El agua caliente corría por mi cuerpo, relajándolo, sabía que ella esta por irse pero ni me moleste enjaboné mi cuerpo pero mis ojos se fijaron en la puerta al notar dos presencias humanas en la habitación por lo que sonreí levemente.

Al terminar la ducha seque mi cuerpo con una toalla que luego lié en mi cintura, salí del baño con el cabello medio mojado y me acerque a las muchachas sonriendo. Una de ellas me entregó una tarjeta a la que nada mas leer su contenido comencé a reír a carcajadas.

Mire de nuevo a las chicas haciendo desaparecer la tarjeta y me acerque a ellas llevándolas a la cama, allí hice mis juegos y luego bebí de ellas. Dejé sus cuerpos vacíos y desnudos encima de la cama y me vestí con tranquilidad. Abrí la ventana y antes de salir mire de que no me dejara nada, luego desaparecí en la noche, esperando volver a verla en un futuro.

---CERRADO---