Games for days-Priv- Kyle-+18

Caminaba con suavidad, escuchando el tictac de sus zapatos, a cada paso sobre la vereda de aquella calle iluminada por carteles de neón. No tenía ganas de pasar desapercibida esa noche. Llevaba una máscara plateada que cubría parte de sus rasgos y un vestido parcialmente dorado que ondeaba a cada uno de sus pasos.

Aquella noche volvería a uno de los nuevos locales de Caim, allí donde había encontrado a una de sus hermanas. Cada noche se paseaba por diferentes locales, haciendo que su sola presencia atrajera a más y más gente cada noche. Se encargaba de que todos acabaran embriagados de cada uno de los placeres que la ciudad brindaba.

Llegó al lugar y subió por la escalera plateada de la entrada mientras los encargados de la entrada abrían las puertas de par en par para dejarla pasar mientras hacían una reverencia.
Demonios de poca monta que abrían puertas, los miró con frialdad mientras caminó por el esplendoroso lugar dejando que sus sentidos se llenaran de las sensaciones que desbordaban allí. Sexo, alcohol, drogas, fantasías y pecados. Sonrió con ironía mientras todos volteaban a verla.

Pasó al lado de unos cuantos acariciando ligeramente la solapa de sus abrigos, todos acabarían esa noche en una de las habitaciones de los pisos superiores. Un camarero se le acercó con rapidez para ofrecerle una copa.

-Lo mismo de siempre –murmuró en su oído sin dejar de sonreír mientras el camarero se tensaba y asentía repetidas veces-. Dime ¿qué tal está esta noche?

El camarero comenzó a contarle sobre la cantidad de gente que había esa noche, cada día aumentaban aún más, en unos pocos días tendrían que restringir aún más la entrada, solo para clientes exclusivos. Según dijo el camarero, esa noche habían algunos interesantes.
Recorrió el lugar, con los ojos turquesa afilados como los de un tigre, se divertiría esa noche.

Spoiler:

Hacia ya dos días que había llegado a la ciudad, caminaba por las calles sin sentir ninguna presencia interesante. Iba con mis gafas de sol y un cigarro en los labios, era una costumbre de papa, que a mama no le gustaba pero era parte de mi.

Llegue a un local, en la entrada había mucha gente que parecía que los demonios no dejaban pasar, local claro estaba del magnate del año.
Sonreí levemente y sin mas subí las escaleras, ese día iba con traje, como si fuera un señor inglés de esos que ya casi no quedaban en Londres.

Al parecer los demonios no tenían intención de dejarme pasar, subí las gafas mirándoles con aquellos ojos tan característicos den mi.

Tengo una cita con una amiga - dije fríamente haciendo gala de mis poderes.

Por fin me dejaron pasar, por lo que me puse las gafas de nuevo y camine viendo a la gente que había allí, notando una presencia algo poderosa y que ya había sentido antes. Sonreí y me acerque a la barra pidiendo cerveza.

Suspiró aburrida e hizo una seña al camarero para que se marchara a por su bebida. Observó el lugar de nuevo y agudizó la vista mientras observaba a un vampiro ingresar por la entrada principal.

Astuto, pensó. Los guardias nunca servían de nada contra los poderes de algunos seres. Le observó sentarse en la barra, lucía como un antiguo caballero inglés. Sonrió ligeramente caminando hacia allí.

-¿Disfruta de la velada? –susurró pasando detrás suyo y sentándose en uno de los taburetes de la barra mientras el camarero de antes se acercaba finalmente con su bebida. Un Manhattan por supuesto.

Cogí la cerveza dando varios tragos, notando que aquella presencia se acercaba a mi, sonreí levemente y la mire cuando se sentó a mi lado.
Guardé mis gafas de sol en el bolsillo y me mordí levemente el labio inferior mirando su vestido y sus largas piernas.

Ahora que la he encontrado si, Angie - me puse mejor en el taburete sin dejar de mirarla. - Es así como gusta que la llamen no? - mi acento inglés reafirmaba mas aquel traje aunque me era algo incomodo nunca terminaba de gustarme

Se sorprendió al escuchar su nombre de los labios del vampiro. Así que la conocía, ¿se habrían encontrado en algún lugar hace mucho tiempo? Le gustaba su acento inglés, era extraño encontrar seres que siguiesen manteniendo a clase.

-¿Nos conocemos? -susurró siseante alzando una ceja y sonriendo levemente-. Sí, Angie -estiró una mano de largos dedos-. ¿Y tengo el placer de saludar a..?

Sonreí al ver su sorpresa de que supiera su nombre, bebí otro trago de cerveza dejando la jarra en la barra tomando tiempo a responder a sus preguntas.

No directamente querida - sonreí y miré su mano, acaricie la palma con mis dedos y me acerque a su oreja. - Kyle... Y me gusta disfrutar de las mujeres lujuriosas... señorita, eres el pecado que vuelve a estar mas de moda gracias a tu señor Caim eh... - susurre en su oreja, me aparte de ella y reí levemente volviendo a beber de la cerveza hasta terminarla.

Rió ligeramente por su atrevimiento, era un vampiro que sabía lo que quería y eso le gustaba. Hasta que mencionó a Caim.

Frunció ligeramente el ceño y volvió a beber de su copa antes de que sus ojos turquesa penetraran en los de Kyle.

-Es un placer Kyle –murmuró seductora-. [color=#631212]Pero no vuelvas a decir que tengo un amo o nos llevaremos muy mal y no me gustaría. -parpadeó inocentemente haciendo un puchero antes de que su voz se endureciera-. Los demonios inferiores tienen dueño, yo solo hago negocios y alianzas que me convienen –dijo arqueando una ceja.

Suspiró y suavizó sus gestos antes de continuar: -¿Qué trae a un vampiro inglés a la ciudad de la perdición? ¿Buscas algo interesante? –Sonrió acercándose a él como si se tratara de un secreto-. Uhm –ronroneó- ya sabes quién soy, así que dime qué buscas.

Reí divertido cuando dijo que no tenía un dueño, volví la mirada hacia la barra viendo que había otro tipo de bebida, solté medio gruñido y bebí de aquel líquido.

Busco a Caim... Pero ya que te he encontrado a ti antes... - la mire mostrando levemente mis colmillos bebiendo un poco mas de whisky - Bailamos o prefieres mostrarme tus otros encantos? - alcé una ceja mirándola y me senté esperando un veredicto

Ya buscaría a Caim en otro momento, hasta tal vez nos topábamos sin quererlo, que mas daba, tenía a mi pecado favorito con cuerpo de mujer y me encantaba.

Lo observó reír y tomar otra bebida de la barra antes de responderle. Buscaba a Caim, interesante.

Alzó una ceja divertida y dejó su copa sobre la barra dirigiéndose a la pista donde un grupo de gente se amontonaba para bailar. Allí tenía una respuesta.

-Me gusta bailar –murmuró y sonrió dejando que la música llenara sus sentidos recorriéndole el cuerpo y haciendo que se contoneara con lentitud clavó la vista en él, llamándolo-. Demuéstrame de qué estás hecho -dijo con un gesto de desafío.

Bebí un poco mas del licor dejando la copa vacía, me levante y camine tranquilamente hacia ella aflojando la corbata de color negro que llevaba.
Llegué hasta su cuerpo pegándome a ella, pasando una mano por su cuello y la otra por la cintura, fui bajando la mano poco a poco hasta su trasero, apretando este un poco.

Gruñí un poco en su oreja y me moví al ritmo sensual de aquella música que habían puesto.

Porque escogiste el cuerpo de una mujer? - susurre en su oreja y lamí todo el contorno de esta, baje mi boca a su cuello mordisqueando por encima y luego lo lamí.

Sonrió ligeramente apretándose contra su cuerpo y rozando sus pechos en el pecho de él.

-¿No te gusta? –susurra aterciopeladamente-. Me gusta mucho este cuerpo, además siempre puedo usar mis poderes si necesito de otro cuerpo. –murmura cerca de su oído también mientras continúan bailando alrededor de la pista.

El lugar se llena de calor y humo lo que lo convierte todo en sombras danzantes que se entremezclan al ritmo de la música.

-¿Cuánto tiempo llevas en este mundo? –pregunta con curiosidad observándolo-. ¿Y por qué buscas a Caim?

Sonreí levemente llevando una mano a su pecho mordiendo su cuello, apretando su pecho con brusquedad.

Me encanta este cuerpo tuyo que tienes - lamí su cuello, por suerte no le había hecho sangre era lo que me faltaba, convertirme en un krusnik.

Ronronee llevando la otra mano a su entrepierna acariciando sus muslos sin dejar de bailar. Lamí sus labios y terminé por besarlos.

La cuestión es que tarde o temprano Caim se follará a todos, yo solo quiero ayudar un poco a eso - reí levemente, quería conocer que tan perverso era y si los informes eran así de verdaderos con lo que decían.

Era un vampiro seductor y posesivo, se notaba que sabía lo que quería y cómo conseguirlo. Sonrió contra sus labios mientras lamía el borde de sus labios y profundizaba el beso. Cuando se apartaron un poco sin dejar de bailar rió echando la cabeza hacia atrás, así que había venido a averiguar qué tanto poder tenía Caim.

Lo pensó un momento, y arqueó una ceja. Había venido a conocer el lugar, ahora lo conocería a fondo.

Sonrió de lado y cuando la música terminó se apartó un poco de él e hizo una reverencia:
-Atrápame–susurró en su oído y lamió ligeramente el lóbulo antes de comenzar a caminar hacia las escaleras. Rió cantarinamente, apurando el paso hacia el final de las escaleras hacia un pasillo lleno de puertas y más escaleras. Lo perdió de vista un momento, pero sabía que la encontraría.
Entró en una habitación lujosamente amueblada en rojo y negro. Unas sábanas de satín rojo sangre se extendían por una cama de un gran tamaño con doseles negros, se sentó allí sosteniendose con las palmas de la mano sobre la suave tela.

Reí levemente cuando se apartó de mi y me retó a atraparla, deje que fuera a donde quisiera mirando por donde iba.
Comencé a seguirla caminando tranquilamente entre la gente que se había amontonado de nuevo alrededor de la pista de baile. Subí las escaleras viendo las puertas que hacían el pasillo.

Llegué a la puerta de la habitación en la que se había metido y la abrí sin mas viendo las sabanas rojas de la cama. Sonreí de lado y entre terminando por cerrar la puerta, me acerque de nuevo a ella colocándome entre sus piernas.

Te encontré princesa - sonreí acariciando su mejilla y los labios volviendo a besarlos con la mano en su barbilla.
Jugamos?

Sonrió con los ojos turquesa fijos en él.

-Eres un vampiro que sabe lo que quiere, ¿no? –rió ligeramente con los vuelos de la falda de su vestido dorado desparramados sobre las sábanas de satín, era un contraste lujoso como toda la habitación-. Juguemos a lo que quieras Kyle –susurró con voz sensual, enredando los dedos en su cabello y tirando ligeramente.

Me viene de familia - sonreí mostrando mis colmillos.

La empuje hacia atrás para que quedara tumbada en la cama, le quite el vestido con facilidad y lo deje caer al suelo. Me puse entre sus piernas jugueteando con la tela de sus braguitas hasta que las destrocé, abrí sus piernas y comencé a lamer poco a poco acariciando sus muslos y nalgas, pendiente de que comenzara a gemir para mis oídos.

Es bonito - susurre lamiendo mis labios y me aparte para quitarme la corbata y abrir mi camisa quitando luego mis zapatos.

Subí sobre su cuerpo besando su vientre y subiendo hasta sus pechos donde jugué un rato con estos apretándolos y mordisqueando sus pezones.

Dejó que le quitara el vestido y cayera hacia un costado de la cama, la delicada seda amarilla sobre el suelo de tapizados lujosos. Alzó las cejas cuando quitó de cuajo su ropa interior, ahora se alegraba de no haber tenido puesto nada que fuese irremplazable.

Estuvo desnuda en poco tiempo, el tatuaje de la serpiente que subía por su vientre hasta su costado relucía como si siseara ligeramente al ser tocado. Tiró de su pelo y rodeó su cintura con las piernas mientras una de sus manos se deslizaba por su espalda presionando los dedos sobre ella.

Se apartó un momento para soltar el resto de su cabello que cayó por su espalda antes de volver a su antigua posición apretándose contra su cuerpo y moviéndose contra su pelvis como una serpiente sintiendo sus pantalones endurecerse.

Seguí por un rato mas jugando con sus pechos, notando como se movía bajo mi cuerpo, volví a apartarme para quitar del todo la camisa y el pantalón junto con el bóxer que ya estaba molestando demasiado.

Mostré de nuevo mis colmillos en una sonrisa y le abrí las piernas pasando la punta del glande por alrededor de su vagina y metiendo un poco, pasé las manos por sus costados hasta que terminé pegando mi cuerpo al suyo y entrando por fin en ella dejando escapar un gemido largo por aquella sensación que me había provocado.

Tomándola de los muslos la atraje un poco mas a bajo y hacia mi para entrar mejor y comenzar a moverme sobre su cuerpo, me volvía loco.

Se retorció ligeramente clavando los dedos en sus hombros mientras se abría para él siguiendo sus embestidas, enredó las piernas alrededor de su cintura aumentando la presión y el roce de sus cuerpos.

Arqueó el cuerpo y tiró de los mechones de su pelo acercándolo un poco más.

-Mmhh dame más –susurró con voz sedosa moviendo las caderas aumentando la fricción-. Kyle -murmuró su nombre para incitarlo aún más.

Solté media carcajada con lo que dijo, por lo que seguí mordisqueando sus pechos empujando hacia el fondo de su interior con las manos en las caderas apretando su carne.

Tanto deseas mi cuerpo? - susurre lamiendo su canalillo subiendo por su cuello hasta su barbilla y besando sus labios metiendo la lengua comenzando a mover mas rápido las embestidas.

Rió contra sus labios y movió un dedo delante suyo, negando. Era un vampiro muy soberbio, qué divertido.

-Lo que deseo es placer –susurró besándolo con fuerza antes de sujetarlo contra su cuerpo para cambiar las posiciones y dejarlo a él debajo.

Se acomodó sobre sus caderas mientras comenzaba a moverse sobre él, sujetándose de su pecho, con el cabello haciéndole cosquillas en la espalda y su pecho moviéndose al ritmo de sus movimientos.

Reí por su respuesta y cerré levemente los ojos para verme debajo de su cuerpo viendo como se movía ella a su antojo. Llevé las manos a sus pechos apretando y pellizcando, baje las caricias por su vientre hasta sus caderas apretando su carne y luego a sus nalgas dando algunos azotes.

Mas arriba... hacia la punta... - susurre entre jadeos moviendo su cuerpo hasta donde conseguía darme algo mas de placer, haciendo que gimiera algo largo mientras seguía apretando sus pechos o lamiéndolos.

Gimió disfrutando del movimiento y de las caricias. Presionó su entrada contra él aumentando la presión y el calor que le recorrió la espalda haciendo que se arqueara ligeramente. Se sostuvo de sus hombros mientras sus caderas se movían frenéticamente para que el miembro de él entrara y saliera con dificultad, rodeándolo por completo antes de liberarlo y volver a empezar.

Clavó los ojos en los suyos, con el cabello cayendo hacia un lado y el movimiento aumentando la profundidad y la fricción.

Soltaba bajos y largos gemidos con sus movimientos, con las manos en sus pechos y acariciando también sus costados, toques rápidos como el vampiro que era. Miraba sus expresiones me ponían mas a tono que nunca, la acerque a mi cuando sus ojos se clavaron en los míos para besar esos labios que tenía.

Vamos, seguro que lo puedes hacer mas rápido - murmure jadeando, dando algunos azotes en sus nalgas y clavando mis uñas en su carne.

Solté otro largo gemido arqueando la espalda pero sin terminar por correrme, me enloquecía su carne haciendo que pusiera los ojos en blanco y mordiendo sus pechos ahora que había quedado sentado y abrazado a su cuerpo.

Rió, presionando su pelvis contra la caliente piel alrededor suyo, se movió aún más lento. Dolorosamente lento y rió de nuevo.

-Siempre puedo hacerlo más rápido –susurró con voz sensual a centímetros de sus labios. Gimió y comenzó a moverse de nuevo cuando él mordió su pecho, abrazado de su cintura.

Se sostuvo de sus hombros y comenzó a moverse con más fuerza, profundizando cada embestida, abriendo más las piernas para que se hundiese más y más dentro suyo. Gimió de nuevo y ladeó la cabeza dejando el cuello expuesto y dejando que su cabello cayera hacia un lado, desparramado sobre su espalda y agitándose con cada movimiento.